martes, 14 de diciembre de 2010

Sahara Occidental, antes Sahara Español




El enorme desierto del Sahara, en su parte occidental se baña en las costas del Océano Atlántico, formando el antiguo Sahara Español, que al Norte limita con Marruecos, al Sur y al Este, con Mauritania y con el Sahara Argelino. En el año de 1966, la ONU le comunicó a España el problema de la independencia del Sahara Español y en 1967, el gobierno de España manifestó que iba a convocar un referéndum para que este país pudiera hacerse autónomo. Este propósito quedó pendiente del resultado de la discusión entre Marruecos y Mauritania, que ha traído consecuencias penosas para los saharauis.

El Aaiún es la capital del territorio, pero tiene otros muchos pueblos, como Villa Cisneros y Smara, visitándolos, con lo que se empezaban a fomentar los inicios de un turismo, que ahora sería una nueva forma de vida, para muchos saharauis, que viven en dichos poblados; entre tanto otros son nómadas y hacen sus viajes comerciales sobre dromedarios, antes por el Sahara Argelino y ahora sólo por la parte occidental, porque al Este, Marruecos ha levantado un enorme muro sembrado de bombas explosivas. Tiene una extensión de 266.000 Kilómetros cuadrados y dista de la isla española de Fuerteventura cien kilómetros. Sus habitantes, no se sabe exactamente cuántos son, porque la situación de ocupación por parte de Marruecos, ha hecho que muchos saharauis se hayan desperdigado por Europa y una gran cantidad de ellos están en campamentos argelinos, esperando ya hace muchos años ser seres libres. Como he dicho, antes acudían desde las Islas Canarias turistas que iban a visitar Alaiún y desde esta ciudad viajaban, por ejemplo hasta Smara. Los había nómadas, de los que todavía quedan algunos, que hacían y hacen viajes comerciales, sobre sus dromedarios, comprando en algunas ocasiones y otras suministrando alimento y herramientas y otras muchos objetos necesarios para la vida, como los de cocina, a los pobladores de esos pueblos desperdigadas por los 266.000 kilómetros cuadrados que tenía el Sahara Occidental. Los habitantes de estas aparentes tierras solitarias, disponían de sus ganados, principalmente camellos y cabras, entre los cuales el que más destaca es el camello o dromedario, que después de ser un animal que realiza transportes y comunica a los saharauis, da su carne para que se alimenten. Pero no sólo era la carne, sino el pescado el que utilizaban para alimentarse y para comerciar. En aquella costa no había puertos para barcos de pesca, pero poco a poco, en Villa Cisneros se fue recreciendo el puerto no sólo para pesqueros, sino también para barcos mercantes y turísticos. Aquella costa abundaba y abunda en salmonetes, sardinas y lenguados, que no sólo les suministraban el alimento, sino que exportaban a otros países del sur. En la parte más sureña del Sahara se encuentra a unos trescientos cincuenta kilómetros de Villa Cisneros el desembarcadero de Güera. Los barcos suministraban agua y combustible para los motores por ejemplo de embarcaciones y de hielo y sal para la conservación de los pescados. Su paisaje es variado, porque son larguísimas sus costas, asomadas al Atlántico y a partir de éste, la enorme planicie, monótona y prácticamente sin cultivos, va subiendo poco a poco hacia el interior, donde a veces surgen montañas que están muy erosionadas. Por encima de este extraño y bello paisaje pasa el Trópico de Cáncer y se pueden ver “sebjas” o depresiones, que están más bajas del nivel del mar, como si estuviesen buscando agua. El Sahara tiene su vegetación y su fauna y aunque sus árboles no son de mucha altura, tienen su belleza y cumplen su misión de dar de comer a los camellos, que con sus altos cuellos van llenado sus estómagos, “afeitando” sus hojas de las espinas de las copas. De dos especies arbóreas, me habla Fadel, saharaui que trabaja en Huesca. A una la llama ”Talh” y a la otra “Gedari”. El Talh, al que en un escrito vi que llamaban Talja, es una especie de acacia, con espinas, cuya hoja comen los dromedarios a pesar de esas espinas. La “talha” crece en terrenos apartados de la costa. El “argan” que se desarrolla muy bien en el Norte, tan sólo llega a Saguia El Hamra. Hay comarcas en que se desarrollan bellas palmeras, como en El Aaiún y Smara y sobre todo llaman la atención alrededor de los oasis. Se dan, también plantas con forma de cactus y en la región de Saguia Al Aamra, siembran pequeñas extensiones de cebada, que les viene bien para la alimentación de sus animales. Entre su fauna, además de las cabras y camellos, se dan la víbora cornuda, los conejos, liebres, zorros con grandes orejas, además de tórtolas, leopardos, hienas, avestruces y antílopes. Pero mi amigo Fadel, se acuerda, porque le conmueve el corazón, del pájaro “bubshir” de pecho blanco, que se posa en los pequeños árboles que vegetan alrededor de sus tiendas y casetas, que para ellos es como para mí, son los jilgueros o cardelinas. Los saharauis creen que su presencia les da buena suerte y cuando lo oyen cantar por la mañana, lo escuchan y lo contemplan, alegrándose sus corazones. Sus habitantes son mezcla de árabes puros y, tal vez, de Tuaregs, de la misma raza que los ibéricos españoles y hay algunos saharauis mezclados con algún subsahariano de color. En el Sur se dan más cuanto más se acercan a Mauritania. Son gente elegante, generalmente, como he dicho de color blanco y hablan una lengua derivada del árabe clásico, a la que llaman “hassania”. El español lo hablaban casi todos los saharauis, pero desde que intervino Marruecos, se va poco a poco perdiendo. Me dijo Fadel que en una librería de Huesca se había celebrado un acto en el que varios españoles, entregaban libros al Sahara para que sus habitantes conservaran el español. Quizá una de las causas por las que Marruecos apetece el Sahara sean los enormes depósitos de fosfatos, que dadas las circunstancias actuales no explotan, igual que ocurre con el petróleo, que parece ser que abunda en este territorio. Dicen que también existen reservas de petróleo alrededor de las Islas Canarias, razón o sin razón por la que Marruecos añora su posesión. Pero parece ser enorme el depósito de agua, del que ya se empezó a obtener en Villa Cisneros. En 1509 ya declaró Portugal el derecho de España para ocupar la costa del Sahara. Era bueno el trato que se daban mutuamente los saharauis y los españoles y cuando llegaron a darse en Africa los deseos de liberación, la ONU planteó a España la independencia del Sahara Español en 1966, su gobierno quiso organizar un referéndum para hacer autónoma a esta zona. Pero las disputas entre Marruecos y Mauritania hicieron que se perdiera el tan justo referéndum. Marruecos ocupó el Sahara Occidental y los saharauis está unos trabajando por Europa, otros dependiendo de Marruecos y muchos otros se encuentra en campamentos al lado Este del Sahara, que debiera ser un Pais libre, cuando sus hijos están tragando espinas, cosa que los camellos saben evitar, pero ellos como prisioneros no pueden evitarlas, ya desde hace muchos años. Está el pueblo saharaui como sus mismos camellos, que tienen que separar constantemente las hojas de las espinas de las acacias de las que se alimentan.

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