sábado, 11 de agosto de 2012

El aragonés, existe(CLAROSCUROS)

Veremundo Mendez Coarasa
El señor Alvar dice que la lengua aragonesa no existe. Me dice la Francheta, que habla aragonés siempre que encuentra un interlocutor que lo comprenda:¡Oye!, ¿eso es dogma de fe?. Zagala, le contesto, no hagas caso pues para el Ayatollá tu cuerpo es un pecado y para mí es la armonía sobre dos piernas y tan templo del Espíritu Santo eres tú,  como el Nuncio de S.S. Se pone colorada y me dice: ¿por qué hay hombres que quieren hacer ver negro lo que es blanco?. ¡Ay,chiqueta, es blanco como la luz el sonido de tu fabla ribagorzana, pero hay quien, como a un cadáver viste la fabla de negro para enterrarla.
Cuando en el Colegio no nos dejaban fumar.en la puerta del despacho del director se percibía un agradable aroma a tabaco habano. Yo le preguntaba al educador por qué no podíamos los muchachos fumar algún penínsular,cuando el padre superios fumaba habanos. Me preguntó el profesor , con muy mala índole,que el Padre Superior no fumaba.Aquel fue uno de los primeros desengaños.Luego me he dado cuenta de que en aquellos tiempos el jefe no fumaba,el jefe no pecaba,el jefe no se equivocaba nunca,el jefe tenía la ciencia infusa y el jefe no dimitía jamás.
El director fumaba, pero según la autoridad la fabla aragonesa no fumaba; la fabla aragonesa la hablas tú, Francheta,pero según la autoridad, la fabla aragonesa no existe. Existía el tabaco, pero sólopodían aspirar su aroma los selectos. La fabla aragonesa existe,pero sólo pueden usarla los intelectuales,para hacer elevadas investigaciones para dar brillo u esplendor a la lengua del imperio. Tu cuerpo es el de un ser humano y merece un respeto imponente, pero había “sabios bárbaros”, que hacían la vivisección de cuerpos humanos.
La lengua española, para mí, no es la lengua del Imperio, sino de la convivencia de todos los españoles y de todos los hispanoparlantes.Me descubro cuando oigo habalr a un campesino castellano( no a un patán, como dicen algunos) y sería capaz de ponerme de rodillas cuando leo a Crvantes. De la misma forma,Francheta, “me fa un goyo sinfinible de sentí-te charrar a tú” y entro en un mundo maravilloso cuando leo a Veremundo Méndez Coarasa o a Luzía Dueso.
Todos sabemos que en España, además del castellano, existen otras lenguas españolas, pero es lamentable que al alto Aragón, tan expoliado, se le nieguen hasta las evidencias. Y lo peor es que niegan la realidad de la fabla aragonesa hasta algunos aragoneses, que saben que existe  porque la han estudiado y la han hablado. Lo que pasa es que no quieren que exista. Que lo digan claro, como y digo con todas mis fuerzas que existe y que es preciso estudiarla y cultivarla. No se trata de imponérsela a los de Daroca, pero en el Alto Aragón, existen muchos jóvenes que aman la fabla aragonesa, que la estudian y que quieren darle esplendor. Están en su derecho, según la Constitución, se sienten obligados a trabajar y no se apean de sus derechos y obligaciones en relación con la fabla, como yo no me apeé de mi derecho a fumar. Y si tenía ocasión, un habano. Ese derecho a fumar o a no fumar, me ha impulsado a apearme del habano, de la pipa y de los cigarrillos. El hecho de haber fumado no me autoriza a decir que no lo he hecho. Los que han conocido la fabla, no tienen derecho a decir que no existe.

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