viernes, 18 de enero de 2013

Cataluña y Aragón


Cataluña y Aragón tienen unos orígenes comunes, que algunos nacionalistas modernos, han intentado hacer desaparecer o han deseado agregar Aragón a Cataluña. Es impresionante la fotografía de Company, vestido con elegancia, visitando el derruido Castillo-Palacio en Siétamo, donde nació Don Pedro Abarca de Bolea, Conde de Aranda.  Allí se ve el lujo de las elegantes ropas de Campmany,  al lado de la miseria de las ropas de aquellos campesinos de Siétamo, pues algunos van en la caravana sin camisa. Los niños campesinos  se unieron a la marcha que recorrió Company, por los caramelos que les dieron las fuerzas sindicales, en la Guerra Civil, según me explicó un amigo mío.

Aquellas guerras  han creado un ambiente insoportable entre muchos catalanes de origen en Cataluña y otros de origen en el resto de España, a donde habían acudido a trabajar, a los que  llamaban “charnegos”. Muchos llegaron a Cataluña y se vieron como seres despreciados, pero para evitarlo, hicieron que sus hijos se convirtieran en catalanes íntegros, para presumir de su catalanidad. De esa catalanidad pueden estar orgullosos hasta un ochenta por ciento de sus habitantes, porque ha sido tan numerosa la inmigración de otros peninsulares a Cataluña, que quizá sea la región de sangre más española.   

Ahora, la economía mal dirigida en España y otros países europeos, ha producido la miseria entre  gran parte de la población de Cataluña. Quieren algunos gobernantes hacer a esta población española de gran laboriosidad, una nación independiente, dándole la ilusión de enriquecerla, pero como escribió Balmes “el hombre dominado por las pasiones, es ciego”.

Francia ya quiso hacer de Cataluña una república progresista, dirigida por Francia,  pero los catalanes se sublevaron contra esos intentos, entre otros el de que hablaran en francés.

Esta situación económica, mal dirigida por partidos, que han estado   creando muchos puestos de enchufismo, que han hecho desaparecer aquel amor al trabajo, desaparición que arrastra al paro a sus habitantes y  que parece ser que buscan sólo el dinero, para llevarlo al extranjero. Se adora, fomentando el odio contra otras lenguas consideradas como demoniacas, a la lengua catalana y en lugar de venerarla, con amor, como Ricardo Balmes o Jacinto Verdaguer, quieren hacer olvidar otras lenguas. Eso desearon  hacer los franceses, que intentaron  cambiar el catalán por el francés.

 La cultura que deben cultivar los humanos no es catalana ni castellana, sino que es propia de una humanidad hermanada y cultivada. Debe fomentarse,  en Cataluña y en otras partes, del mundo,  por el bilingüismo, como se hace con el inglés y  el castellano, como hace el escritor catalán Pla, al que da un gran placer, leer sus obras, unas escritas en castellano y otras en catalán.  Otros de pensamiento racional, dicen que en Cataluña con el bilingüismo se aprovecharían las posibilidades de los conocimientos útiles para la ciencia. Algunos se han dado cuenta de que suprimir de la Universidad el estudio en lengua castellana,  crearía un abandono por numerosos  estudiantes, de la Universidad catalana.

Pero se han muerto el catalán Balmes y el vasco Unamuno. El autor de El Criterio,  Balmes reflexionó sobre estos hechos, escribiendo, como he escrito más arriba, que: ”Las pasiones son buenos instrumentos, pero malos consejos. El hombre sin pasiones sería frío, pero el hombre dominado por las pasiones es ciego”. La pasión francesa por la posesión colonizadora de Cataluña fue humillante para España y para Cataluña e hizo que se crearan las pasiones vasca y catalana de hacerse independientes. Balmes ya vio que lo que hacía falta era que los hombres se unieran, como se está haciendo en Europa y que no se crearan los nacionalismos, que dividen a los hombres. Unamuno que conocía la lengua vasca, despreció esa pasión separadora de los separatistas vascos.

Estamos en los Pirineos, donde se  encuentran diversas lenguas,  como el aranés, el vascuence, el Occitano, el navarro-aragonés y en la provincia de Huesca el cheso,  el ansotano, el sobrarbense, el grausino, que se une al catalán en la misma provincia de Huesca. En el Valle de Arán, nombre de origen vasco, se habla el aranés. En el Bearn, se cultivaba junto con el vascuence, el francés y el bearnés. Del  Bearn  procedemos los Almudévar, que colaboraron  en la Conquista de la Villa de Almudévar, de Zaragoza y de Valencia. En la citada autonomía se encuentra el apellido Almudévar, que su lengua ha convertido en Almudéver.  En esta zona se dan las disputas entre los que creen que el valenciano es el catalán y otros que lo consideran distinto.

 Se han dado multitud de guerras en esta zona múltiple en lenguas. Se han dado guerras, hoy casi olvidadas, como la “Guerra gran”, como llaman en Cataluña a la Guerra de los Pirineos, que comenzó en los años de 1792. Fue una guerra total entre franceses y españoles, pero no sólo entre ejércitos,  sino también entre el pueblo sencillo, unido en guerrillas o en el somatén catalán. Esta Guerra está denominada por variedad de nombres, que recuerdan un variado  lingüismo, como “Guerra Gran”, Guerra de los Pirineos, del Rosellón y Guerra contra la Convención. Tuvo sus batallas, esta guerra de nombres múltiples, durante el reinado de Carlos IV, comenzando en 1792.

Francia estaba agobiada por la crueldad  de las guerrillas y del Somatén, pero España estaba agobiada por los escasos recursos de la Hacienda de Madrid. Se hicieron las paces, pero con la entrega de la Cerdaña, a Francia.

 Luis María de Puig en su libro, “Girona, guerra i absolutisme”, escribe: “Dugmmonier y Augeran  pensaban erróneamente que encontrarían un campo abonado a la propuesta de separación de Cataluña de España, en un convencimiento basado en dos razonamientos: uno que “Cataluña estaba madura para la Revolución” y “que  el catalán es enemigo del español”.

La Revolución Francesa se declaró favorable a “hacer de Cataluña una pequeña República independiente, bajo la protección de Francia”, propuesta que no fue en absoluto acogida por los catalanes”. La Revolución francesa quiso colonizar Cataluña, uniendo las ideas revolucionarias a la diversidad de las nobles lenguas  pirenaicas, con el propósito de introducir la lengua francesa en Cataluña. Por un lado los franceses querían la Revolución y por otro el imperialismo.

En 1793 fue guillotinado Luis XVI y varios países europeos, como la misma Inglaterra, Austria y otras, formaron la Coalición  Antifrancesa  y en 1793, Francia declaró la guerra a España. Los franceses que estaban creando la Revolución, se sentían al  mismo  tiempo colonialistas y soñaron con hacer de Cataluña una república, dirigida por ellos. El Emperador Napoleón, siendo general, con sólo veinticinco años, dijo:” Una guerra de ocupación en España es inviable, porque provocaría un levantamiento popular”. El que de tal forma pensaba, con sus veinticinco años era el corso Napoleone, al que Francia lo hizo Emperador, afrancesando su nombre, al llamarlo Napoleón. Napoleón o Napoleone, era corso, es decir de la isla de Córcega. Escribió estas palabras el general francés, en la fase más cruel  de la Guerra de los Pirineos. El enfrentamiento feroz de los guerrilleros españoles, entre los que se encontraban los miembros del Somatén catalán obtuvo muy buenos resultados. En la Guerra de la Independencia se volvieron a reunir los guerrilleros, a los que Napoleón tanto temía, pero la firma de la derrota fomentó en vascos y en catalanes los sentimientos catalanistas y  vasquistas  y más al darse cuenta de la debilidad económica, causante de la aceptación de la derrota,   de la Economía de Madrid y la pérdida de la Cerdaña. Como dicen algunos: ¿es Cataluña una colonia de España o es España una colonia de Cataluña?. La Fábrica Harinera, que levantaron mis antepasados en Siétamo, pasó a manos de catalanes, que no hicieron colonia de Siétamo, sino un lugar de armonía y hermandad, pues entre otras actividades, pusieron una Virgen del Pilar, en un tozal , en la entrada a dicha Fábrica. En Siétamo, murió ya jubilado Tom,  un hombre catalán, que habló siempre en dicha lengua, con sus amigos sietamenses, como Avelino Zamora.

Esta pérdida  hace llorar a los corazones catalanes porque recuerdan el alto monte Canigó, en la Cerdaña, que se quedó bajo el poder francés, pero es propiedad de los corazones catalanes.  Jacinto Verdaguer escribió una obra poética en poesía en 1886, en la que canta a los catalanes de Francia un recuerdo sentimental, del Monte Canigó, en plenos Pirineos. Ocurre con el Canigó lo mismo que con San Juan de la Peña, en los Pirineos aragoneses, donde se ven peregrinos de este antiguo Reino. Se encuentra el Monaterio de San Juan de la Peña, al lado del pueblo de Botaya, y hoy se encuentra restaurado por Aragón, pues Mendizabal ya lo había eliminado, con la Desamortización. En todo el Pirineo tuvo lugar la Guerra Gran, pero antes ya se vivieron otras vidas y otras guerras. Dicen que San Eulogio de Córdoba por aquellos años alrededor de 844, viajando desde la moruna ciudad de Córdoba a Francia,  no pudo pasar por el Pirineo Catalán, y se fue por San  Juan de la Peña y pasó a Francia por el Pirineo aragonés. También en San Juan de la Peña se encuentre la Cruz de Iñigo Arista, como dicen que Iñigo Arista está enterrado en el antiguo Panteón de Leyre y otros en Pueyo de Araguás, debajo de la Peña Montañesa, en el Monastero de San Victorián, en el Sobrarbe. 

Jacinto Verdaguer, fue un poeta español en lengua catalana y castellana, fue “El Príncipe de los poetas” en el siglo XIX y al cantar al catalán monte de Canigó, poetizó todos los monasterios de los Pirineos.

Cataluña pertenece a la orilla del Río Ebro, el Río, que da su nombre a Iberia. Tarraco o Tarragona abrió las puertas a la Hispania Romana, que más tarde se trasladó a Toledo. Barcelona fue la capital de la Hispania Visigoda, antes que Toledo. Pero los españoles no se olvidaron de sus antiguas capitales,  sino que durante los últimos cien años, han regresado a Cataluña, donde se ha dado una explosión demográfica. La reintegración  de los españoles bajo sus antiguas capitales ha sido muy rápida, pues más del ochenta por ciento de los catalanes, tienen algún abuelo no catalán.

El último gran político Conde de Aranda, que vivió en los tiempos en que se desarrollaba la Guerra de los Pirineos, nació en 1719  en Siétamo y murió en Epila (Zaragoza) en 1798 y fue enterrado en el Monasterio de San Juan de la Peña. Su origen estaba en  los Pirineos de Aragón y de Navarra y su apellido Abarca, auténticamente vasco y recorrió no sólo Aragón, sino todo el Mundo, desde Moscú, Varsobia, París , Portugal. Se preocupó de ceder la libertad a varios países hispano-americanos y colaboró en la independencia de los Estados Unidos. Pero se preocupó de la navegación por el río Ebro y cuando se hizo la distribución de España en Regiones, se le quitó a Aragón su desembocadura, como le habían quitado a Cataluña y España la Cerdaña. Fomentó en Valencia la fabricación de cerámica. Su familia era navarra, aragonesa y catalana.

 Valentín Claver, procedente del Pirineo, se casó en Verdú,  pueblo de la diócesis de Solsona  y fue esposo de Doña Ana Sobocano, de noble familia de Cataluña. Su hijo es San Pedro Claver, que se venera en los altares. Una hija,  a saber Ana Claver y Sobocano, se casó con el Duque de Requesens. Y Jerónimo Claver, Gobernador del Castillo de Essem, fue padre de Felipa Claver, que contrajo matrimonio con el Conde de Aranda. Uno de los miembros de la familia Abarca fue Don Pedro Abarca de Bolea, que tanto influyó en la Historia de Esapaña. No es extrañoque Capmany sintiera el deseo de visitar el Castillo-Palacio del Conde de Aranda. Como no es tampoco extraño que los Claver, Aniés, Almudévar, Alamán, vivan todavía en Casbas y pueblos cercanos,en la orilla derecha del Alcanadre, mientras otros Claver permanezcan todavía en Cataluña. Incluso un Almudévar, se casó en Cataluña con una señora de Apellido Narbona.

Ese parentesco entre catalanes y aragoneses, ha hecho que éstos emigraran constantemente a Cataluña, con lo que el desarrollo social y económico ha sido enorme en esta  autonomía y paralizado en Aragón, como se ve en el ferrocarril de Canfranc. Fracia ya se apoderó de la Cerdaña, y más tarde dejó morir el funcionamiento del puesto fronterizo, que dejó también muerto a Aragón y a casi toda España, Portugal y Marruecos.

El día ocho de Enero de 2013, el Príncipe Don Felipe de Borbón , acompañado por el Presidente del Gobierno Mariano Rajoy,van a inaugurar la conexión entre Barcelona y Gerona y veremos cómo las cuatro capitales de Cataluña, quedarán favorecidas por el sacrificio financiero del Estado Español. Los nacionalistas, mientras tanto esperan beneficiarse con su deseada independencia.

En tanto Aragón, con la necesidad de comunicarse con Francia y enriquecer a toda España, por el Canfranc y el TERCER PASO por los Pirineos, que necesita para España y para ella misma esas obras públicas, las tiene paralizadas, con lo que Cataluña gana y España pierde. En tanto los nacionalistas se quejan de ser tan bien tratadas por el resto de sus compatriotas.

He comentado que las guerras pirenáicas, no se hicieron solamente entre ejércitos, sino también por el pueblo sencillo. Hoy veinticuatro de Diciembre del año 2012, me he encontrado con un español sencillo y auténtico, porque hablaba en catalán y en castellano y a veces se le escapaba alguna expresión andaluza. Sus padres fueron de Andalucía a Cataluña, desde el Sur de Eapaña, desde aquella bendita tierra andaluza. Su hijo Antonio estudió catalán en Barcelona, donde vivió treinta años. Ahora su corazón sufre porque los dirigentes políticos en Cataluña, al mismo tiempo que hacen la guerra a la lengua castellana, cuando tantos catalanes que  en América hablan y enseñan el castellano, han perdido los puestos de trabajo, que eran tan abundantes en Cataluña y ahora es casi imposible encontrar alguno.

Antonio, como se llama ese catalán, ha venido a Huesca, huyendo de aquel ambiente tenebroso, que se encuentra en Barcelona. Mientras muchos jóvenes piden limosna y pasan hambre y no pueden pagar los plazos de las viviendas en que viven. Esta situación ha creado conflictos en el pueblo, que hace huelga y manifestaciones. Antonio tenía seguro su salario para toda la vida, porque era jefe de algunos guardias de seguridad del Metro de Barcelona. Pero la nobleza de su corazón, le hizo dejar tal empleo, por no tener que dar y recibir palos a los desesperados  parados de Barcelona. Ha venido a Huesca y aunque no gana dinero con desahogo, consigue mantener a su esposa y a sus tres hijos.

El trabaja y trabaja, a pesar de las dificultades, pero confiesa que ha tenido que huir de aquel Pais, en que mientras aquellos obreros pasan hambre, sus grandes Jefes, hace años que sacan el dinero al extranjero, a Andorra, a Suiza o ¡vete a saber!, si pagan o no pagan el nuevo ferrocarril, que pasa a Francia.

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