sábado, 6 de abril de 2013

Victorino Solanes, ha muerto con más de noventa años



 
Victorino Solanes Mayoral de los Danzantes de Huesca.
Mi abuela Agustina Lafarga era dueña de la Huerta Solanes, cerca de la Torre de El Gallo, propiedad de Victorino Solanes. Yo iba por aquellos caminos llenos de polvo, separados de ellos y entre ellos, por paredes de tierra mezclada con grava, con un tejadillo, a modo de defensa contra las lluvias. Sobre ellos proliferaban siemprevivas, unas plantas que aguantaban la sequía y resucitaban con las lluvias. Entraba en la huerta de Solanes, cuyo arrendador era un hombre de muchos años, muy simpático y pariente de Victorino. Aquel anciano  guardaba unas macetas, que le llevó mi abuelo y que representaban los rostros de políticos de la época, como Campoamor. Muy cerca de esta huerta de mis abuelos maternos, se encontraba la huerta del que he dicho que era  pariente del arrendador Solanes, con su mismo apellido al que anteponía  el nombre de Victorino. ¡Cómo dirigía éste el cultivo de aquellas ,entonces huertas, que han desaparecido y por las que ahora corre la Ronda Sudeste!. Estas huertas se encontraban debajo del Barrio Morisco de Barrio Nuevo, dejando en Huesca nombres árabes  como la Almunia, El Almériz,  Algascar además de la Albercas de Cortés y de Loreto, el Azud del Puente de San Miguel y el Aljibe de Loreto. De aquellos moriscos han heredado su oficio nuestros hortelanos,  como Calasanz, los Solanes,  Lairla, Garcés,  Oliván, Andacá, Pisón, Venturis, Barbereta, Lacoma, Ezequiel el Ruso y otros muchos. Muchos de estos hortelanos venían de viejas generaciones de hortelanos de Huesca, en tanto otros, como los Ferrando, vinieron de Barbastro, donde tan pulcramente exponen sus verduras en los Porches de la Plaza, los Tarradellas, venidos de Lérida y los Solanes, que vinieron de Fraga, de cuya familia procedía Victorino Solanes, que cultivaba la Torre del Gallo, hasta que la construcción de la Ronda Sudeste, la hizo desaparecer, con lo que se marchó a una hermosa huerta en la Carretera de Jaca. Pero lo que nunca ha dejado ha sido su devoción a San Lorenzo, pues ha sido durante muchísimos años Mayoral de los Danzantes.
Cuando iba a la Huerta de mis abuelos, cultivada por el inclinado anciano Solanes, que  había logrado tal condición por estar siempre asido al mango de la “jada, que viene cansada de trabajar”, iba a ver a Victorino, que me explicaba la historia de los danzantes. ¡Qué expresión utilizaba para explicar el baile de la albahaca y el desarrollo de las ensaladas y de las borrajas, pues acompañaba su voz, con gestos, que me hacían creer que estaba contemplando una obra de Teatro!. 
Han sido muchos los hortelanos de categoría en Huesca, pero Victorino Solanes, con sus más de noventa años, los ha ido desplazando desde Huesca  al cielo.    

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