viernes, 4 de octubre de 2013

A Don Javier, Párroco de Zizur Mayor




« Ven  Espíritu Santo y llena los corazones y enciende en ellos el fuego de tu amor”, estas palabras las utilizamos para dirigirnos a la Tercera persona de la Santísima Trinidad, es decir al Espíritu Santo, pero añadimos otras como:”envía, Señor, tu Espíritu y serán creadas todas las cosas y renovarás la faz de la Tierra”.
Dios creó el mundo y lo pobló con miles de especies animales, de las que ninguna ríe, aunque se adivina que alguna de ellas, inicia algún pensamiento, todas obedecen los impulsos de sus instintos para nacer,  crecer, multiplicarse o viajar en sus emigraciones o en sus marchas por el mundo; en cambio a los hombres nos dio el sentido del humor, la capacidad de “recrear todas las cosas para renovar la faz de la tierra” y de rezar al Creador, diciéndole:”Padre Nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, VENGA A NOSOTROS TU REINO”. Por eso le pedimos al Espíritu Santo que cree todas las cosas y el hombre trata de imitarlo y mirando al Poder Divino, convierte los llamadores en teléfonos con los que se comunica, para renovar la faz de la tierra. Nos hizo libres el Señor, pues podemos creer en El o no creer o esperar una vida eterna o desesperar de nuestra vida, podemos amar la paz o la violencia, hacer el bien a nuestros prójimos o el mal y podemos pecar o hacer el bien.
El Señor ya había creado seres solamente espirituales que le alaban y le sirven, como por ejemplo “el ángel del Señor que anunció a María y  ésta concibió por obra del Espíritu Santo”, pero entre los ángeles los hubo que al verse tan bellos, quisieron ser dioses y el Señor los convirtió en demonios. Y son estos los que tratan de impedir que venga el Reino de Dios y fomentan el vicio y la violencia.
Los demonios influyen para que fracase el Reino de Dios, que Cristo proclamó, cuando contestó a Pilatos :”Mi reino no es de este mundo; si de este mundo fuera mi reino, claro está que mis gentes me habrían defendido para que no cayese en manos de los judíos: mas mi reino no es de acá. Replicóle a esto Pilatos: ¿Con que tu eres rey?. Respondió Jesús: Así es como dices: yo soy rey. Yo para esto nací, y para esto vine al mundo, para dar testimonio de la verdad: todo aquel que pertenece a la verdad, escucha mi voz” (Evangelio de San Juan). Hay muchos hombres y mujeres, unos sacerdotes, otras religiosas y multitud de seglares que lucha para que llegue el Reino de Dios, pero en cambio hay muchos hombres y mujeres, que imitando al demonio, se sienten con inteligencias divinas y con deseos de establecer reinos en este mundo.
El Señor Todopoderoso ama a los hombres, sus criaturas y tanto las ama, que se hizo hombre para redimirlos del pecado y perdonarles sus pecados. San Juan en su primera carta, escribe: “Todo aquel que no practica la justicia, no es de Dios, y así tampoco lo es el que no ama a su hermano: en verdad que esta es doctrina que aprendisteis desde el principio, que os améis unos a otros. No como Caín, el cual era hijo del maligno espíritu y mató a su hermano. ¿ Y por qué lo mató?. Porque sus obras eran malignas: y las de su hermano, justas. No extrañéis hermanos, si os aborrece el mundo. Nosotros conocemos haber sido trasladados de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no los ama, queda en la muerte: cualquiera que tiene odio a su hermano, es un homicida. Y ya sabéis que ningún homicida tiene su morada en la vida eterna”.
En el libro del Apocalipsis, en su capítulo cinco, dice: “Después vi en la mano derecha del que estaba sentado en el solio, un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos”. “ Al mismo tiempo vi un ángel fuerte y poderoso, pregonar a grandes voces:¿Quién es el digno de abrir el libro, y de levantar sus sellos?. Y ninguno podía y miré, y vi que en medio del solio y de los cuatro animales y en medio de los ancianos, estaba un cordero como inmolado, el cual tenía siete cuernos, esto es, un poder inmenso, y siete ojos: que son los siete espíritus de Dios despachados a toda la tierra”. “Y cuando hubo abierto el libro, los cuatro animales y los veinticuatro ancianos se postraron ante el cordero…..y cantaban un cántico nuevo, diciendo: digno eres Señor, de recibir el libro, y de abrir sus sellos, porque tú has sido entregado a la muerte, y con tu sangre nos has rescatado para  Dios, de todas las tribus y lenguas y pueblos y naciones: con que nos hiciste para nuestro  Dios, reyes  y sacerdotes. Y reinaremos sobre la tierra”.”Al que está sentado en el trono, y al cordero, bendición y honra y gloria y potestad por los siglos de los siglos”.
En el Sermón del Monte, dice Jesús:”Ahora bien, a vosotros que me escucháis, os digo: Amad : Amad a vuestros enemigos; haced bien a los que os aborrecen. Bendecid a los que os maldicen y orad por los que os calumnian. A quien te hiere en una mejilla, preséntale asimismo la otra”.
Así hizo Don Javier que al acabar la misa, como si fuese el cordero que quitó los sellos al libro, exclamó: ”La paz del Señor esté con vosotros y con mis agresores”.
En el Semón del Monte, dice Jesús:”Ahora bien a vosotros que me escucháis, os digo: Amad a vuestros enemigos: haced bien a los que os aborrecen. Bendecid a los que os maldicen y orad por los que os calumnian. A quien te hiere en una mejilla, preséntale asimismo la otra”.

1 comentario:

  1. Buenos días Sr Almudevar, esta mañana al conocernos me ha ofrecido algo muy tentador, su blog, cosa en la en la que caído en cuanto he vuelto del medico.
    Al entablar la corta conversación ya he pensado que me iba a penar la despedida, pues usted esta repleto de cultura, esa cultura que tanto me gusta a mi, historia del Viejo Aragón, historias del pueblos que el paso del tiempo los ha dejado olvidados...
    Pienso que por unos momentos he tenido junto a mi ... disculpe la expresión, pero es como lo estoy viendo ahora ... "un tesoro", es un narrador, que como el flautista del cuento, con sus palabras va atrayendo a las personas. A lo largo de mi vida he conocido pocas personas con ese don, de pequeños nos cuesta aprender a escribir, pero superado ese escalón, nos parece muy fácil usar la escritura, pero usarla de un modo atrayente, eso esta destinado a pocos, al igual que la enseñanza, para mi es un arte, no basta con tener una biblioteca de datos y soltarlo a los alumnos como un grifo abierto y sin control, el buen maestro es el que sabe enseñar lo que sabe de un modo atrayente, tuve un profesor de historia y otro de latín que hicieron de esos temas algo divertido y deseoso de aprender, al menos para mi, también sería porque esta Pamplona lo facilitaba.
    Disculpe mi rollo, pero me cuesta romper el contacto con usted, aunque todavía tengo su artículos para poder seguir con ese contacto, ha sido un placer conocerle.
    Un saludo.

    Dominica Novellón Cernuda
    dominica48@gmail.com

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