sábado, 9 de agosto de 2014

De Basilio Lanzarote, hasta el pasado y el futuro

Restos de la muralla de Sietamo ( Huesca )

En Huesca nos conocemos muchos hombres y mujeres, pero con un conocimiento superficial, que nos impide leer las vivencias de su pasado. Yo conocí a Basilio, el dueño de un Bar, que ofrecía sus servicios a los oscenses y concretamente a mí mismo, que ejercía de veterinario en los ganados de los clientes de Casa Escartín, que se encontraba al lado del Bar. Era Basilio un hombre alto y moreno, con unos ojos negros de mirada intensa, que ha dejado en herencia a sus hijos. Al contemplar aquellos ojos oscuros, yo me preguntaba de donde procedía su origen humano, si de Francia o del Sur. Pero llegué a conocer sus orígenes, que provenían, como expresaba su apellido, de la nobleza anglo-francesa. Tenía él,  sus padres, hermanos y numerosos parientes, como apellido, el de LANZAROTE. Era un apellido de origen inglés, pero de la Bretaña Inglesa, situada en Francia.  Y al estudiar este apellido, se da uno cuenta de la larga historia de los nobles herederos de LANZAROTE, que participaron en la Historia de España. El Lancelot inglés que servía al rey Arturo, llevó a Francia el apellido Lanzarote y con el apellido Lanzarote, siguió al Rey Arturo en la búsqueda del  Santo Cáliz en Jerusalén. Pero en el siglo III llevaron el Santo Cáliz a Huesca y de aquí, al llegar los moros, por todo el mundo se escucharon leyendas, que hablaban de la presencia de esta joya por los Montes Pirineos. ¿No vendría Lanzarote al Alto Aragón a buscar el Santo Cáliz?.
Como escribo en el artículo “Desde Carlomagno, ha habido una atracción entre Tolosa y Zaragoza”.”No cabe duda de que a pesar de la comunicación continua entre los aragoneses del Sur y los norteños (paradoja) del Midi, no se pudieron comunicar los adelantos técnicos ni las ideas, igual que si el terreno hubiera sido llano, sin dificultades”. Y a pesar de las enormes montañas que dividían a Aragón del Midi Francés, el Rey Ramiro el Monje rezaba en el Monasterio de San Ponce de Tomeras, al sur de Francia y “el Conde de Aranda, Barón de Siétamo, además de ser Embajador en París, tenía el apellido pirenáico de Abarca, nacido en Siétamo y por amor a esos Pirineos, iba a tomar las aguas, a un Balneario del Midi –Francés”. A pesar de esas dificultades territoriales de los Pirineos, “la comunicación entre los aragoneses y los del Midi, no pudo comunicar los adelantos técnicos ni las ideas, igual que si el terreno hubiera sido llano, sin dificultades”. Hasta en  estos momentos, se oponen en Francia a la comunicación por autovía y ferrocarril con Aragón.
El Alto Aragón,  a pesar de las dificultades de la Montaña, quedó lleno de hombres y mujeres con apellidos franceses, como Lapetra o Lapetre, Laglera, Casaus, Casasús, Casayús, Morlans y multitud más de ellos. Entre los que más nobleza poseían, se encuentra el de LANZAROTE, ligado con el inglés Lancelot. A pesar de la fama histórica de Lanzarote, todavía hay algunos que no se acuerdan del origen pirenaico-francés de su apellido Lanzarote y emparentado con el inglés. Carlomagno ya quería en aquellos tan viejos tiempos, unir a esos diversos pueblos en un Imperio Común.
Por el Camino de Santiago caminaban ingleses, franceses y españoles, que contaban múltiples leyendas de sus países de origen como la del rey Arturo y la Mesa Redonda con su caballero Lancelot en busca del Santo Grial.
Yo conozco, desde hace multitud de años a Lanzarotes. Me acuerdo de Basilio Lanzarote, que trabajaba en el Bar de su nombre, en el Coso Bajo, al lado de Casa Escartín, pero a Basilio lo conocí, hace muchos años en Siétamo, donde trabajó ayudando a su hermano pequeño Luis en la confección de un colchón de lana, pues era colchonero. Pero no estaba solo Basilio con Luis, sino que formaban un grupo de hermanos de ocho. Carlos, hermano de Nelia Lanzarote, trabajaba ya de muy joven, ayudando a su padre Basilio en el Bar.
Está muy claro que los  Lanzarote vinieron de Francia en tiempos de Carlomagno y según Nelia, sus antepasados vivieron en un pueblo del Alto Pirineo, al lado del Imperio de Carlomagno. Y los hombres de tal apellido, han sido siempre personas inteligentes y trabajadoras, pues yo he conocido al médico oscense Lanzarote. Basilio era primo hermano del carpintero José María Lanzarote,  de la calle de San Martín o de los Tocinos. El hijo de José María, era carpintero, pero en él dominaba el arte. Cuando yo volví, después de la Guerra Civil a Siétamo, me arregló un antiguo armario, que exhibía los escudos de Almudévar y el de los Azara de Barbuñales. Yo no sé si tendría parentesco Lanzarote con alguna familia  de Siétamo, porque en la Calle de Agustina de Aragón, todavía conservan los carpinteros Lanzarote, una casa, desde viejos tiempos. Este Lanzarote es un gran artista en pintura al óleo y yo conservo en mi casa, un cuadro suyo, que representa el Salto de Roldán, General de Carlomagno. Parece que su sensibilidad le condujo a pintar un recuerdo de sus orígenes carolingios. Su primo hermano Carlos conserva en cuadros de José María, escenas que recuerdan la Historia del Alto Aragón y me dijo que sus antepasados vivieron en Biel, entre Salto de Roldán y  Roncesvalles. El pintor y carpintero José María tuvo un hijo, que es un talento en Historia y trabaja en ocasiones en la Universidad de París y en varias otras. No estaría mal que él me condujera por la historia-leyenda de los Lanzarotes.
Si esta tierra de Aragón fue la de los Carlomagno, Roldán y Lanzarote, fue su Emperador el que creó la Capital de Europa en Aquisgrán  y “quiso unir el lado Sur de los Pirineos” a ese conjunto de naciones europeas, que después de muchos siglos, se está intentando que no fracase la Gran Nación Europea. Carlo Magno quiso incorporar en el Imperio Europeo a esas tierras separadas por los Pirineos, de Francia”. Y en su celo se presentó en las puertas de la ciudad de Zaragoza, para unir el imperio.
 Fue este un periodo de guerras contra Carlomagno, pues en Navarra, en el siglo XIII, se escribió un Cantar de Roncesvalles y en hojas de ese Cantar, se escribe “como Carlomagno estaba revisando restos mortales de muertos en la Batalla de Roncesvalles y como reconoció a Roldán al encontrarlo y contemplar todos los restos cadavéricos de alrededor, se le escapaban las lágrimas”.”El Cantar de los Infantes de Salas, ermita situada  en el Monte de Huesca, por su proximidad a Huesca, no se puede dejar de ver la influencia de la Epica Francesa en el Cantar de los Infantes de Lara y en el Cantar de Roncesvalles”. No dejan de verse en esta Marca Hispánica, las aventuras de los Príncipes y de los Pares de Francia. Al contemplar la afición a buscar el Santo Cáliz, se mezclan héroes de varias nacionalidades, como Lancelot el inglés, convertido en el Lanzarote francés.
La dignidad de Carlomagno no le dejó perder la Marca Hispánica del Imperio Europeo, con capital en Aquisgrán, pues en lo más duro de las guerras en las que luchaba en y debajo de los Pirineos, le avisaron de una rebelión de alemanes en el Norte, que le hicieron perder la Marca Hispánica. En esas luchas se  distinguió  Roldán,  que dejó recuerdos históricos en Navarra y en Aragón, que lanzó su espada sobre una roca en el Valle de Ordesa, produciendo la famosa Brecha de Roldán. Encima de Huesca se encuentra el Salto de Roldán y en Villanueva de Sigena, hay un cuadro donde baja el cadáver del caballo de Roldán en la corriente del río.
En la Marca Hispánica, en que luchaba Carlomagno por la unificación de Europa, resalta el Santo Grial, que hoy día, está una imitación suya sobre un altar. El Grial es una bandera visionaria y mística de los misterios divinos. En su búsqueda se oponen a los triunfos de la Caballería terrestre, la búsqueda transcendente de la Caballería celeste. Y en esta búsqueda del Santo Grial, fracasó el líder mundano LANZAROTE.  En un artículo mío escribo: “De Lanzarote se cantó un romance que se hizo muy popular, tanto que Cervantes lo publica varias veces, en el Quijote, cambiando a Lanzarote por Don Quijote”.
Sigue así: “Nunca fuera caballero -de damas tan bien servido-como fuera Lanzarote cuando de Bretaña vino- que dueñas cuidaban de él-doncellas de su rocino.- Esa dueña Quintañona-esa le escanciaba el vino.- La linda reina Ginebra- se lo acostaba consigo-y estando el mejor sabor-que sueña no había dormido-la reina toda turbada-un pleito ha comunicado:-LANZAROTE, LANZAROTE,-si antes hubieras venido-no hablara el orgulloso-las palabras que había dicho-que a pesar de Vos, Señor, me acostaría contigo-Ya se marcha LANZAROTE de gran pesar conmovido,-se despide de su amiga-pregunta por su camino”.
Pero LANZAROTE  no ha olvidado sus gloriosas,  amorosas y guerreras aventuras del pasado, sino que el esposo de Nelia Lanzarote, quiere exhibir al público que acude a su florido Bar, la muralla de la Villa de Siétamo, que fue gobernado por el Conde de Aranda. Quiere recordar para que nos acordemos en el futuro de LANZAROTE, escalando murallas guerreras gozando de la Paz de un Restaurante Bar, como el del matrimonio de Rodríguez, hijo de una dama francesa y esposo de Nelia Lanzarote. No se olviden los ciudadanos que de la misma forma que “Quitañona le escanciaba el vino a LANZAROTE”, el matrimonio de Rodríguez y de Nelia LANZAROTE, escanciarán el suyo.   


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