lunes, 22 de febrero de 2016

Acuerdo del pueblo de Siétamo, para regar su Monte con aguas del río Guatizalema

El pueblo de Siétamo ya soñó con regar sus tierras de labor, con las aguas del río Guatizalema, porque en unos papeles  firmados el día veintisiete de  Agosto de 1822, se comprometen el Albañil Pascual Borruel y veinticinco agricultores de Siétamo, en hacer posible el regadío de este Monte.


“ACUERDO DEL PUEBLO DE SIETAMO PARA REGAR SU MONTE CON AGUAS DEL RIO GUATIZALEMA.”
Este acuerdo está escrito a mano, el día once del mes de Enero del año de 1823.
Sale en cuartillas y a pluma escrito, lo siguiente:
“EN EL LUGAR  DE SIETAMO, A ONCE DÍAS DEL MES  DE ENERO DEL AÑO MIL OCHOCIENTOS VEINTE Y TRES, El vecindario de este Pueblo que subscribe para llevar adelante el Proyecto de extraer las aguas del rio Batizalema y abrir el Canal que las ha de conducir á este monte; se ha convenido en las condiciones siguientes.
1.ra….. Todos los vecinos deberán contribuir  en proporción del Terreno que hayan de regar á cuantos gastos se ofrezcan en la indicada operación con hombres y dinero según las necesidades.
2ª….Para la dirección y distribución de los trabajos que se requieran en la fabrica ó construcción del Canal e inversión de los canales que se necesiten y demás atenciones que pida la obra se crea una Junta compuesta del Señor Retor, el Sr, Alcalde, el Sr. Síndico Sr. Almudévar, Sr.Cabero, Sr. Labastida, y Sr. D. Vicente Benedet, la cual entenderá exclusivamente en todo lo Gubernativo, económico y distributivo de este negocio, así en lo respectivo á los operarios, como con los directores del agua, debiéndose estar en todo tiempo a sus decisiones.
3ª…. Se pondrá por de pronto á disposición de la misma Junta la cantidad de cien duros satisfechos por los vecinos con la insinuada proporción para atender á las primeras necesidades, llevando cuenta formal de su inversión y recaudación que estará a su cargo para darla á su tiempo al Común.
4ª…Queda la misma Junta facultada para tratar con los Pueblos  participes de las aguas así para el tanto que estos deban contribuir, como para el tiempo que deban disfrutar de aquellas.
Así se acordó y firmaron los que saben; siendo testigos: Juan Antonio Guallar, Maestro de niños y Ramón Sen Cirujano- Ambos residentes en este Pueblo.”




“EN OTRAS DOS CUARTILLAS, APARECE EL  “COMPROMISO de PASCUAL BORRUEL, QUE FIRMA CON LOS  LABRADORES LA CONSTRUCCIÓN DE LOS RIEGOS DE  SIÉTAMO”.
“El abajo firmado me obligo por el presente á dirigir una acequia para conducir el agua en el monte y termino de este pueblo, empezando á abrirla desde el enfrente del molino del Lugar de Castejón de Arbaniés, llevarla por el terreno que crea por conveniente en el monte de dicho Castejón de Arbaniés, llevarla por el terreno que crea por conveniente en el monte de dicho Castejón, por la Rambla Carrascal de S.E. por encima del Torno, o Molino de Aceite de don Antonio Cabero, por detrás del Corral del Piquero, por Baldecán, a cruzar por una mina, por detrás de la Fuente Alta; por detrás del huerto de d. Felipe Banzo, por la Costera del Llano a desaguar al Pendón. Deberá proseguir la acequia por la falda de la questa de la Morera, Cuesta de Baldedona hasta la Buega del monte del Lugar de Bandaliés.
Se me ha de satisfacer por todos estos trabajos y se deberán todos los abajo firmados á su cumplimiento obligar; a saber: En dinero metálico ciento quarenta  escudos, ó, libras jaquesas en esta forma Setenta libras en llegando la acequia a la fuente alta, y los otros setenta restantes a la conclusión enteramente de la construcción de la acequia, en el monte de Bandaliés. Además dos caíces de trigo y dos nietros de vino, esto y durante el tiempo de mis trabajos y siempre y cuando pida la cantidad de estos frutos, o, porción que me acomode.
Con la circunstancia de que para la construcción de esta Acequia deberán darme y poner a mi absoluta disposición quarenta hombres jornaleros diariamente y por el tiempo de quatro meses y medio, hasta llegar a desaguar al Pendón: los meses para franquearme los quarenta jornaleros deberán contarse de treinta días que se trabaje.

Y para que conste lo firmo en el Lugar de Siétamo, hoy veinte y siete de Agosto de mil ochocientos veinte y dos.
 A todo lo dicho me obligo PASCUAL BORRUEL.





NOTA AL MARGEN
No se le pida el tiempo, al obligado para la continuación de esta acequia, sino es que emplee todo el que necesite, quince días  más, ni mes menos.
   Zenón, Valles Al




“En vista de la antecedente obligación de PASCUAL BORRUEL, juntos y congregados en la Casa del LUGAR de este Pueblo, todos los interesados, y que abajo firman; se obligaron, y comprometieron y obligaron a cumplir en todas las partes y quanto contiene, y con la circunstancia de que el Ayuntamiento de este Lugar de Siétamo, ha de ser el que responda de la satisfacción de dicho Borruel contratante del dinero, trigo y vino porque queda pactada esta construcción.
Se le da facultad a dicho Borruel para que en caso de enviar algún interesado jornaleros inútiles y que no le acomoden, los despida y se deberán reponer los que sean sin contradicción ni escusa alguna.
Y para que pueda servir esta obligación de Documento suficiente para hacer se cumpla y execute en todas sus partes que esto contiene, la firmamos en Sietamo, hoy veinte y siete de Agosto de mil ochocientos veinte y dos”.
A continuación firman los vecinos de Siétamo.
“Estevan Almudévar  Antonio Cavero  Zenon Vallés y firma por Esteban Bruis  Felipe Banzo  Francisco Morcate     Agustin Calvo.  Francisco Bibián     Ramón Sipan    Antonio Bescos  Bicente Benedet    Joaquín Soys   Antonio Carilla  Mariano Arnal   Ramon Oliva    Juaquin Brabo y firmo por Justo  Jiral    Salbio Fabrega  Antonio Alfaro, Ramón Nadal y firmo por Ramón Simón 
Zenón Vallés firmo por Josef Lobaco y por Antonio Lopez  Nicolás Urraca”.







En otro documento:
Varios recibos de la compra de terrenos necesarios para la ejecución de la acequia de riego:
“Recibo del Alcalde de Arbaniés Joaquín Catalán de cuatro Duros, recibidos de manos de Josef Isabal de Siétamo. Arbaniés y Enero a 21 de 1823. Firma Joaquín Catalán, Alcalde”.
“El abajo firmado Digo haber recibido de Francisco Morcate Diez Duros de Cuenta a la finca vendida para Cequia de Siétamo. Arbaniés y Febrero a 6 de 1823, Joaquín Catalán, Alcalde. Son 10 Duros”.
“A Don Estaban Almudébar (año de 1829).Syetamo”.
Huesca y febrero, 4 del 1823.
Muy Sr. Mío Don Esteban. A ya 5 del corriente se yco (hizo) la obra de las sogas A toda perfepción, cuanto puede ser en mi empleo de cabestrero.
Su peso cinco arrobas y quatro libras. Su importe quinientos once reales Bellon Cien reales Bellon por otra  que asy fue el precio ajustado---dispondrá Vd. dellas sin dinero y con él.
 No ofrece otro Mando Vd. a su amigo que desea servirle.
Rafael Lopez de Zamora
Son 511 Rvn.”.


                                            Siguiendo la Historia fracasada del regadío.
Estos son los documentos que conservó mi padre Don Manuel Almudévar Casaus, en su casa de Siétamo. Al llegar la Guerra Civil de 1936, se quedó dicha casa, abandonada por la llegada de los, oficialmente miembros del Ejército Gubernamental, pero según la realidad, ésta, fue dominada por  diversas unidades anarquistas y sindicalistas. Entraron los “Rojos” en Siétamo durante escasos días y durante ellos el señor Trisán de Fañanás, que hacía de chófer de los sublevados contra la  República, recogió los documentos, entre los que se encontraba el proyecto de Regadío de Siétamo de 1823, que lo entregó a mis primos, dueños de la Farmacia  de  Llanas.  Allí los guardaron y allí nos los entregaron al acabar la Guerra Civil. Pero al fin se apoderaron los “Rojos” de Siétamo y Durruti, ocupó Casa Almudévar,  al lado de una ventana que se asomaba a la Plaza Mayor de Siétamo, hasta que fue llamado a la Capital de España, donde murió, como una víctima más de aquella salvaje Guerra.
La Guerra es sinónimo de Muerte, que sacrificó  en Madrid a Durruti y a Siétamo, lo convirtió en un inmenso Cementerio, donde dicen que “descansaban” unos blancos y otros de color rojo, pero no sólo morían los de color político, sino el pueblo inocente, que amaba el trabajo y la paz.
Basta abrir los ojos para ver la destrucción, la huida de los sirios de su Patria y la muerte, que acaba con miles de vidas.
Ahora, en Siria, mueren los seres humanos, y entonces en el año de 1833 en la Primera Guerra Carlista, en Siétamo, se desaparecieron las obras, algunas, antes de empezarlas, como las “Obras del Pantano de Vadiello”, con el que se regaría el Monte de Siétamo. Ese Riego ya quedó destrozado cuando en 1832, José Borruel con los vecinos de Siétamo, hicieron el Proyecto, que acabamos de leer y el escaso pueblo que todavía vive, se acuerda de aquellas aguas de riego, cuando canta:”Los  señores de Siétamo pusieron el monte en Huerta, y “pa” la Virgen de Nuca pasa el agua por la acequia”. ”Ay , que me mojo” “Almudévar y Cavero, se pusieron los primeros; lo tuvieron que dejar porque se acabó el dinero” y brotaban las quejas del pueblo, cuando gritaba: “ay, que me mojo!. Estas coplas son el escaso recuerdo de aquel fracaso, que sin corregir, todavía dura en este pueblo. Ahora no ve pasar el agua por la acequia y se les moja el alma, no con agua, sino con su escasez. También “lo tuvieron que dejar, porque se acabó el dinero”.
¡Como nos hacen oír estas jotas, la pre destrucción, que sufrió Siétamo, con la Primera Guerra Carlista por los años de 1833 y siguientes!. Si, fue la primera destrucción de los riegos de Siétamo, a la que siguieron, el cambio de destino de las aguas del pantano de Vadiello,de las orillas de Guatizalema a la Ciudad de Huesca, porque el destino del Pantano de  Vadiello, como dice Julio Alvira Banzo, para San Lorenzo, el Ingeniero Joaquín Cajal Lasala, firmó el proyecto del Pantano de Vadiello, el cuatro de mayo de 1911. Como he escrito el ingeniero “Cajal Lasala planteaba un embalse  de 10 Hectómetros  cúbicos de capacidad, destinado al riego en 22 municipios de la cuenca del Guatizalema, con una población (entonces) en torno a los 8.000 habitantes, desde que el río abandonaba las sierras exteriores,  hasta el azud de Abrisén”. Justo cuando se acaba el Monte de Siétamo, se encuentra el Azud de Abrisén. Ese proyecto, hoy año de 2.016, ya tiene más de cien años. Y el proyecto que hizo el Albañil Borruel en 1.823, ya va cumplir doscientos años.
Por Ley de 5 de Febrero de 1943, fue incluido  entre las obras a realizar en la Cuenca del Ebro, dentro del Plan de Obras Públicas de 1939. Por fin, la Presa de Vadiello fue construida por la empresa Hemalsa, para entrar en sevicio el año de 1.971. Puede recoger 16 Hectómetros Cúbicos. El destino del Pantano de Vadiello es el riego de más de 2.000 hectáreas y el suministro de agua potable a la ciudad de Huesca.
Se pudo realizar en 1823 el riego del Monte de Siétamo, pero si la Primera Guerra Carlista, impidió regar el monte de Siétamo, la construcción del Pantano de Vadiello, volvió a dar la negativa a esta villa, de regar su monte, porque en la construcción del Pantano, se volvió a dejar a Siétamo sin agua. Los escasísimos habitantes de Siétamo ignoran el fracaso de la construcción de los riegos de Siétamo. Pero tienen en sus memorias, esas coplas, que, antes, les salían de sus gargantas, cuando cantaban:”Los señores de Siétamo-pusieron el monte en huerta, y “pa” la Virgen de Nunca- pasa el agua por la acequia”. Y las causas de esa ruina, las proclaman cundo siguen cantando:”Almudévar y Cavero,- se pusieron los primeros,-lo tuvieron que dejar –cuando se acabó el dinero”.
Por tercera vez se perdió la oportunidad de aprovechar los 209´96 hectómetros cúbicos “que entre el Alcanadre y el Ara suministran para la Hoya de Huesca-Somontano de Guara”. En la “Propuesta de Estudio de la Nueva Zona Regable Hoya de Huesca-Somontano de Guara”, Carlos Albasini Martínez, era partidario de la “construcción de doe embalses,uno ya proyectado en el río Ara,el de Janovas, y otro nuevo,en el río Alacanadre,que denominamos el embalse de Pedruel.
Desde este embalse, a través de túneles, sale el agua al río Formiga, cerca de la carretera de Panzano a Morrano.
Estas obras se han frenado, pero como dice Albasini: “la provincia de Huesca debe tener una preferencia absoluta para utilizar en su beneficio, sus propias aguas”.
El río Ara en Jánovas, tendría ahora dificultades para crear un pantano,  pero la parte norte del Rio Guatizalema, para regar el monte de Siétamo, tendría suficiente agua con la del Alcanadre, retenida en Pedruel. Los pueblos desde Aguas hasta Siétamo y  sus vecinos del Azud de Abrisén, volverían a vivir, pues se están muriendo.
No les ha faltado a los aragoneses empeño en convertir sus secanos en regadíos, pero no sólo han sido fallos económicos, sino los fallos políticos, los que trajeron la Primera Guerra Carlista, que destrozó el Regadío de la Villa de Siétamo. El segundo fallo de este riego se debe a la Guerra Civil Española de 1936, que mandó a Huesca Capital, el agua que se esperaba, ya hacía muchos años, que regara el monte de Siétamo. ¿Cuál fue  la causa de la falta de riego, por la pérdida del embalse de Jánovas y el agua del  embalse de Pedruel, del río Alcanadre?. Escribe Carlos Albasini “Dos ríos ricos, ayudan a un río necesitado de auxilios: no deja de ser un símbolo aleccionador”. Es decir que los ríos Ara y Alcanadre podían suministrar agua suficiente al Somontano, desde Aguas hasta el monte de Siétamo, en el principio del monte de Fañanás, en el azud de Abrisén.
Desde 1832 hasta el año actual del 2016, se intentó regar el monte de Siétamo, tres veces y todavía no se ha conseguido nada.
En Valencia se producen manifestaciones para que se permita regar su tierra, y en Aragón, no conseguimos regar el Somontano de Huesca, que ya está casi despoblado. Piden agua los hortelanos del Mediterráneo y los aragoneses quieren que en primer lugar se rieguen sus tierras.
En España se han fomentado las autonomías, hasta convertirlas en países independientes. Para ello dicen que hay que conducir las aguas que nacen en el interior del Pais, a climas mediterráneos, donde la producción de frutas y verduras será enorme. Y así se quiere convertir a España en un territorio, pobre en su interior y de brillantes países independientes en sus costas. A Aragón, muy pocos años después de la muerte del Conde de Aranda, se agregó a Cataluña la desembocadura del Río Ebro y Aranda la quería, como capital del antiguo Reino de Aragón.   
Joaquín Costa soñó con un Aragón regado y gran productor de alimentos, pero sigue la política, impidiendo el desarrollo de esta Región y al mismo tiempo no permite que se enriquezcan otras zonas, como Valencia y otras.
Desde 1823, tres etapas se distinguen en la anulación de los riegos del SOMONTANO, pero ahora siguen dándose las dificultades para que Aragón prospere, dentro del mapa de España.

Carlos Albasini Martínez, en su “Propuesta de Estudio de la zona regable Hoya de Huesca-Somnotano de Guara, escribe: ”Tenemos un patrimonio hidrológico que hay que aprovechar en beneficio de Aragón en cuanto sea posible, por sistemas antiguos o por sistemas nuevos, buscando siempre la mejora social. Creo que los países con gran futuro no son los productores de petróleo, sino los poseedores de agua. Hay que aprovechar el agua y si no lo hacemos, no nos quejemos de que oros quieran hacerlo”. 

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