sábado, 30 de septiembre de 2017

Los cisnes de Rubén Darío en el Parque de Huesca




En el Parque de Huesca, se encuentra un hermoso jardín, rodeado por una laguna. En su centro nadan los cisnes y los ánades en las aguas del  pequeño lago, con su verde orilla, rodeada de arboles en que se posan unas pequeñas y elegantes tórtolas, de color claro, salvo en sus cuellos donde lucen un anillo negro de pequeñas plumas. En la isla arraigan altos árboles y flexibles cañas de bambú, en cuyos pies, he visto en ocasiones anidar parejas de aves acuáticas. Las orillas de la laguna están revestidas de árboles de distintas especies, en cuyas ramas se posaban las tórtolas, que hace ya muchos años trajeron del Líbano. Alrededor de la isla pasea la gente, pero al llegar a las barandillas, los niños acompañados por personas mayores, se detienen y hacen acudir a la orilla a los ánades, echándoles migas de pan y de torta, que devoran con avidez. Los niños gozan jugando con esos valientes seres vivos que se unen a las aguas, y con sus padres y abuelos, que vuelven a sentirse niños, gozando del placer, que se producen mutuamente los niños y los patos.

Además de las tórtolas, de los gorriones y de los numerosos ánades, parecían reinar con su elegancia, en la laguna, dos hermosos cisnes negros, pero,  ahora,  ya no acuden a la llamada de Rafael  Mialdea, las tórtolas,  porque ya  casi no quedan, pero además, de los dos cisnes, sólo queda uno porque el otro ha muerto. Allí reina el cisne negro, con su luto, que parece que se ha quedado sólo entre los múltiples ánades, que nadan por la laguna. Tampoco se posan en las altas ramas de los árboles, las palomas, que poblaban el Parque. ¿Han puesto veneno, que ha dado muerte a gorriones, tórtolas y palomas?. No lo sé, pero la soledad del cisne negro, repartiendo por la balsa el luto de su color negro, parece entristecer la alegría que gozaban los niños por sus orillas. Me acuerdo de la elegante figura del mudo Rafael Mialdea, del que escribí : “Cuando paso por las sombras de los citados árboles, me llama la atención la delgada figura de Rafael Mialdea Novales, que con una de sus manos extendida, ofrece a las tórtolas, unas veces granos de trigo, de maíz otras, y muchas veces galletas, de las que él se ha privado, las ha deshecho y las elegantes aves del collar, se le posan en sus manos y en sus hombros y consumen el desayuno que Rafael les ofrece”.

Hace muy poco tiempo, en el pequeño lago de los cisnes, todo era felicidad bajo la presidencia de los dos cisnes negros, los ánades, las palomas, las tórtolas y los niños acompañados por sus abuelos o por sus padres. Se creaban escenas “modernistas”, que estimulaban la alegría y la complacencia inocente de los niños y la vuelta a la felicidad, que sentían, después de pasados muchos años, los padres o abuelos ya mayores,  al provocar las sonrisas de sus descendientes, cuando daban de comer miga de pan o de torta, a los cisnes y a los ánades de aquel pequeño,  pero gran mundo de la laguna del Parque.

Pero, el “modernismo” no ha podido con el correr del tiempo, porque ¿dónde están las tórtolas que acudían a las manos de Rafael Mialdea?. Dicen que en el Jardín vecino a la laguna, están encerradas unas aves de rapiña, que se sueltan en las próximas puestas del sol, para arrojar del Parque a los estorninos.  Son multitud y no desaparecen dichos estorninos, pero casi no dejan viva a alguna tórtola. En aquellas construcciones del Jardín,  viven numerosos gatos que devoran a los primeros ánades que nacen y a los gorriones que por allí se acercan.

Me recuerdan estas escenas a Rubén Darío, cuando escribe “Cantos de vida y esperanza” y me hacen reflexionar sobre el triste “modernismo” de “La América española, como la España entera,-fija está en el Oriente de su fatal destino”. ¿Seremos entregados a los bárbaros fieros?-¿Tantos millones de hombres hablaremos inglés?-.¿Ya no hay nobles hidalgos ni bravos caballeros?-. ¡Callaremos ahora para llorar después?-”.

En la laguna ya queda tan sólo  un cisne negro. Parece que se está acabando el “modernismo” en ella. Exclama,  ante tal panorama, Rubén Darío: “y un cisne negro dijo:”La noche anuncia el día”. Y uno blanco. “¡La aurora es inmortal!, ¡la aurora es inmortal”. “¡Aún guarda la Esperanza la caja de Pandora!”.

Este es el cisne de la Nueva Holanda, allá en Oceanía. Aparece en “Las Aves”, escrito por el Doctor Brehm y publicado en 1882, en Barcelona. Su nombre científico es ese mismo libro el de CIGNUS ATRATUS y ahora se le conserva el mismo nombre, en los libros y discos modernos. Estas aves del género  Cygnus Astatus tienen un peso desde 6´ 3 kg. a  8´7 Kg.

En la Laguna del Parque de Huesca, han vivido varios años los miembros de la pareja, pero ahora sólo queda, no sé si un macho o una hembra.

El cisne negro con su largo cuello, pasea con ese hermoso y largo cuello, a modo de un signo de interrogación: ¿qué pasó con el “modernismo” de la laguna, que alcanzó, dirigida por sus dos cisnes, la belleza perfecta, el ideal incuestionable?. Este ambiente modernista de la laguna, lo pasa Rubén Darío, allá por los años de 1914, por medio de los cisnes, a su continente Hispano Americano, porque se preguntó: “¿qué pasó con esa estética, distante, revolucionaria, su renovación lírica, que cala muy hondo en el momento evolutivo de la creatividad cambiante?”.En la laguna se notan las muertes de las tórtolas libanesas debidas a las aves de rapiña, que se sueltan cuando se va a esconder el sol, y llena de tristeza el color negro de luto, que pasea por la superficie del agua,  el único cisne que se ha escapado de la muerte. Vamos desde la balsa, con la pequeña estructura de un átomo, semejante a la de un continente, el hispano americano, que se escapan  del modernismo, a la muerte de las tórtolas y del cisne, igual que en el continente, mueren los soldados y los guerrilleros en Colombia, el pueblo pasa hambre y sobre los Andes, se otea el vuelo del  Cóndor.

Era Rubén Darío un poeta puro y se acordaba de España y de América,  veía en el “modernismo”, el progreso y  exclamaba:”Juventud divino tesoro, ya te vas para no volver, cuando quiero llorar, no lloro y a veces lloro sin querer”.

 Pero Rubén Darío no estuvo sólo cultivando el “modernismo”, pues habla del oscense, “el Señor Llanas Aguilaniedo, uno de los escasos espíritus que en la nueva generación española,  hacen el estadio y la meditación en el “modernismo”, debido por la sociedad”. Llanas Aguilaniedo, había nacido en 1875 y murió en año de 1931, fue farmacéutico militar, escritor, periodista y crítico de la literatura española. Escribió de problemas sociales  otros  sobre la época en que empezaba a vivir. Pero José María se ve envuelto por el “modernismo” y Rubén Darío, contempla en José María Llanas el cisne que preside la laguna del Parque de Huesca, porque vuelve a escribir, que le parece sumamente interesante. Dice que José María, “en su juventud surge alguna que otra esperanza,  y no es poca la que ha de dar en su cerebro, tan bien surtido y generoso como el del  cantar de “Alma contemporánea”. Llanas Aguilaniedo ha entusiasmado a los intelectuales contemporáneos suyos, como, al mismo descontentadizo Clarín”. Llanas es un hombre estudioso y reflexivo. Pero murió muy pronto y España se dejó olvidar sus pensamientos modernistas.

¡Qué ilusión supuso el “modernismo” en la mente de Rubén Darío y en la de Llanas  Aguilaniedo!.  Pero ya Calderón en la época dorada de la literatura castellana, exclamó: “la vida es sueño”. Tenía razón el escritor clásico, porque analizando la vida de José María Llanas Aguilaniedo, buscando el “modernismo”, se ve que esa vida era un sueño, porque además, yo podía comprobar, que aquel modernismo de la Laguna del Parque, formada por la belleza de la pareja de cisnes, de las tórtolas, de los ánades, de la palomas, de los altos y verdes árboles, con las cañas de bambú de la isleta, en medio de la Laguna, se acababa con la lucha entre las aves de rapiña persiguiendo a los estorninos.                 

Murieron las tórtolas, las palomas y el cisne negro, que hemos podido ver los oscenses, en la Laguna del Parque, como el también oscense José María Llanas Aguilaniedo, como se fijó en una tumba del Cementerio de Granada. Y yo me acordé de como el señor  Joaquín Santafé, que trabajó toda su vida  de más de cien años en la Farmacia de Llanas, me contaba la aventura en el Cementerio de Granada, que fue la siguiente: “No me llevó allí el romanticismo de principios de siglo…iba sencillamente a estudiar efectos, objetivos y subjetivos, cuya grandiosidad a media noche y en las condiciones de ánimo en que me hallaba, calculé sacudiría mi espíritu de una manera nueva e imprevista”. En medio de la noche, “descubrió un sepulcro donde estaba enterrada una joven, representada por una bella estatua, a la que conmovido le dirigió sus palabras, diciéndole: ¡Muerta mía, vive!. Vea yo moverse tus ojos, levantarse anheloso tu pecho…agítense tus labios estremecidos por convulsiones de amor. Hermoso ángel dormido, ¡háblame!”. Estaba el oscense “Angel Llanas Aguilaniedo, trabajando en su cerebro el “modernismo”, la pintura, la criminología, el decadentismo, pero se iluminaba su sensibilidad con los sentimientos del corazón, a causa de la belleza de la estatua de la bella joven”.

A los cuarenta años perdió el equilibrio de la razón y murió acogido en Huesca por su hermano Feliciano y por su hijo José Antonio Llanas Almudévar. Estuvo en el periodo de su enfermedad acompañado por Joaquín Santafé,  nacido en Ibieca, con el que se entendió con suma claridad. A todos estos acompañantes de la muerte de José María, los conocí, pero de José María, me acuerdo de su obra, por ejemplo de su novela Pityusa y lo siento, cuando paso por la Laguna oscense del Parque de Huesca. Recuerdo también a Rubén Darío, amigo de los cisnes y a José María Llanas Aguilaniedo.

miércoles, 27 de septiembre de 2017

La gripe aviar de los estorninos







Hace ya varios años que los estorninos invadieron la      provincia de Huesca, pero este año de 2017, ya son pocos los que en este mes de Septiembre han llegado a nuestra Tierra

Por la chimenea del hogar, en  casa Almudévar de Siétamo  penetran en las habitaciones, algunos estorninos. Para no matarlos, abro la puerta por la que se baja al corral y los asusto para que recobren la libertad. Te dejan la habitación donde se encuentra el hogar, con las cortinas destrozadas por las uñas, con que los estorninos, se agarran a las mismas, al mismo tiempo, que por todas partes, dejan sus excrementos. En distintas ocasiones han penetrado estorninos en mi casa y yo he observado que algunas veces son de los llamados negros,  que tienen  un color apizarrado oscuro, con algún ligero brillo, como purpúreo y otras son de los llamados pintos, con  su plumaje de color tordo, una mezcla del  blanco y pardo, y con pintas por todo su plumaje. Cuando yo era niño me fijaba en los gorriones, en las cardelinas, en las abubillas, pero  no me acuerdo de los estorninos.   Sin embargo ya venían por España, como escribe el Doctor Brehm, en “La vida de los animales”, el año 1881, lo siguiente:”Los he oído cantar en Enero en los campanarios de la catedral de Toledo”.

Pero cuando el Doctor Brehm, dice haberlos visto en España, seguramente habría alguno, pero de lo que me acuerdo es que Rodríguez de la Fuente, los introdujo en nuestro País, pensando que acabarían con la procesionaria, parásito de los pinos. Es un ave que emigra desde Alemania hasta España, llegando a Huesca a finales de Agosto. Yo me he fijado que cuando todavía vuelan por nuestros cielos, las golondrinas, son todavía muy pocos los estorninos que nos han llegado. Cuando llegan a Huesca no se van a dormir  a los pinos de San Jorge, más elevado y orientado al viento cierzo, sino que se van a puntos más refugiados de los fríos aires, como el Parque y a los arboles que se encuentran al lado del Hospital Viejo, donde la temperatura es más benévola que en el Cerro de San Jorge. Pero no están tan sólo por Alemania y España, sino que se les ve también por Italia, Rumanía, Grecia, en el Cáucaso y en una enorme extensión de Asia como en la Cachemira del Pakistán y la de la India.

Cuando acuden a nuestras tierras lo hacen en multitud y por las noches se reúnen para dormir y al amanecer se desparraman por el cielo formando como nubes pardo oscuras y revolotean  y chillan con diversas modalidades, pues no cantan bien, pero tienen facilidad  para, además de chillar, gorgotear, cuchichear, silbar e incluso cantar, pronunciando palabras como los cuervos.

A pesar de ese aspecto de la especie, que produce susto en aquellos que ven esas nubes negras de pájaros, es un animal simpático porque en cautividad,  que en España no se ha experimentado, es divertido,  aficionado a jugar como los niños y aprende a imitar las palabras, que nosotros pronunciamos  y se llega a encariñar con su amigo cuidador, siendo capaz de vivir en la jaula casi tanto tiempo, como vive un hombre.

Dicen que a la agricultura no le produce perjuicios, aunque a  los que tienen viñas los espantan justificadamente. Pero no sólo éstos, sino en las fincas productoras de fruta de Binéfar y de Lérida, han tenido que poner redes para que los estorninos no picoteen en las peras y en las manzanas. Alfonso Buil,  en su huerto de Albero Alto, tenía tres cerezos y cuando sus frutos estaban ya maduros,  en una mañana, los hacían desaparecer. En un día son capaces de limpiar de cerezas  un campo productor de las mismas, dejando yermo ese huerto.

Forman nubes negras de estorninos que donde bajan, acaban con todo, pues se ven olivares cargados de aceitunas,  por la mañana y por la tarde, ya las han hecho desparecer. Desde el piso de don Alfonso Buil se contempla la iglesia de Santo Domingo, con amplios tejados y largas canales, en los que antes criaban cientos de gorriones, pero ahora ya no se contempla ningún gorrión porque los estorninos han acabado con ellos. Miraba Alfonso los estorninos como recorrían las canales y como levantaban las tejas de la iglesia de Santo Domingo, introducían sus picos en los nidos y sacaban los huevos y las crías de gorrión y  los comían. No quedaban gorriones, pero después de levantar  las tejas de algunas naves o pajares, se abrían goteras y se caían algunos tejados si no eran reparados por sus dueños. Antes,  en Santo Domingo por lo menos criaban cien o más gorriones, pero también criaban muchas palomas, de las que el día 30 de Diciembre de 2011, se podían contemplar sólo tres.

De todas formas no sólo han sido los estorninos los causantes de la casi desaparición de Huesca de las palomas, pues el hombre se ha encargado de hacerlo.

En Huesca, además de estorninos, abundaban las palomas urbanas y criaban hasta en los Porches, llenando de heces todas las aceras. Parece ser que alguien ha colocado jaulones, en distintos lugares, donde las palomas entraban y no podían salir. Yo no sé qué se hizo con las citadas palomas, pero ya no las hemos vuelto a ver. Antes ya existía un procedimiento para cazar palomas y poder consumir a sus  pichones.  Dicen que en altas ventanas en la parte superior de la Plaza del Mercado, dejaban sus puertas abiertas y allí entraban las palomas a criar. Cuando querían capturar algunas de ellas, cerraban las ventanas y sacrificaban las que después guisaban y se comían. Pero lo que es indudable es que esas nubes de estroninos van haciendo desaparecer del Somontano las cardelinas o jilgueros, verderones y otras especies de pájaros que nos alegraban en nuestros montes y que ahora se ven solitarios, de hombres y de animales.

¿Qué han hecho en Huesca para combatir esas invasiones extranjeras de estorninos, que nos están entristeciendo nuestra tierra?.





Ahora parece ser que está muy próxima a nosotros la gripe de las aves y la Unión Europea parece dispuesta a decidir, si además de las medidas de cuarentena que ya existen,  prohíbe   la importación de aves a nuestro continente. Dice la prensa que el corazón de Europa ya no está libre de la gripe aviar y yo me preguntó y ¿los estorninos?.  Yo no lo sé, pero cuando pasa uno por el Parque, hay zonas que desprenden un olor apestante, con las aguas sucias por las heces de la “turba multa” formada por los estorninos, que al mismo tiempo “adornan” los bancos donde no es posible sentarse. Si en Europa prohíben la entrada de aves forasteras, ¿quién les prohibirá a los simpáticos y ahora  peligrosos estorninos, que invadan masivamente nuestro Parque?.

En Inglaterra se  asustaron por el loro que  murió por la gripe aviar. En Turquía y Rumanía se han detectado cepas de la gripe. En Suecia se produce un escándalo por la muerte de siete patos y en Rumanía y  Macedonia se está procediendo a eliminar aves en libertad.

En España se ha distribuido un protocolo para que los doctores puedan identificar al virus causante de la gripe.

En Huesca disparan cohetes, cuando llega la tarde y producen unas explosiones, que asustan de momento a los estorninos, pero vuelven enseguida y dañan con su exagerado clamor a las personas que por allí pasan y a las viven cerca del Parque. En el pinar del Hospital viejo no los disparan y siguen accediendo a él, formando al levantarse por la mañana, nubes negras. Se ha gastado dinero en desalojarlos del Parque, pero no se ha logrado nada. Tal vez haya que volver a utilizar algún procedimiento, como el que yo me acuerdo que usaban en el Somontano, que consistía en poner en los cados y madrigueras de raposas y de conejos, latas de azufre, que hacían salir rápidamente a esos animales y que ya no volvían en mucho tiempo. El azufre mata el oídium de las viñas, los gusanos, haciendo huir a los insectos. ¿No haría, también, huir a los estorninos ?. Don Ramón Buil Calvo, Señor del Señorío de Aniés, que vivía en el Castillo de San Román de Morrano y que fue Guarda Mayor Forestal de Huesca, amigo de Don Joaquín Costa, en el interior del tonel o cuba en que había de guardar vino, quemaba una pajuela de azufre, que se sostiene con un alambre y una vez quemada la pajuela,  sacaba el alambre y  cerraba la pipa o recipiente y a las dos o tres horas, ya podía contener el vino. El azufre es enemigo no sólo de los gusanos y de los insectos, sino de los pequeños parásitos que ensucian las pipas o toneles y los que atacan, en los huertos, las plantas productoras de tomates y las que crían alubias o judías. Cuando dichas plantas se van poniendo amarillentas, se azufran esparciendo polvo de azufre sobre ellas. Con el azufre se fabrica ácido sulfúrico,  que es muy corrosivo, pero hay productos en los que entra a formar parte el azufre, como el sulfuro de carbono que se usa como disolvente, el ácido sulfhídrico  formado por hidrógeno y azufre, que huele a “huevos podridos” y que hace que las aguas en algunas fuentes, manen pudiendo ser consumidas por el hombre. Yo he conocido una de esas fuentes, en Arechavaleta, entre Escoriaza y Mondragón y  otra que tenemos en el Balneario de  Panticosa. La flor de azufre, que es cristalina y pulverulenta, con la que se lucha contra el oídium también puede emplearse para destruir toda clase de gusanos y de insectos, que van contra los vegetales. Yo creo que así como a las cepas se les puede aplicar por medio de fuelles, también se podría distribuir por los altos árboles, con tractores e incluso con helicópteros. Le he preguntado a un señor que dispara los cohetes, que por qué no utilizan el azufre y me ha contestado que por ser tóxico. Efectivamente  hay productos de azufre que lo son,  pero los hay que son terapéuticos y especialmente en Veterinaria, que ha usado  como purgante el sulfato de magnesio y el de sodio. En dermatología y oftalmología se usaba un polvo finísimo de color blanco y el azufre coloidal se inyectaba para combatir ciertas formas de reumatismo. Todos sabemos que en muchos balnearios se encuentran aguas sulfurosas. Yo no soy técnico y no se me puede hacer caso de lo que acabo de escribir, pero si las autoridades se preocuparan de resolver este problema, que en muchos casos resolvieron nuestros antepasados, como el problema de ahuyentar a las raposas y a los conejos, yo creo que las autoridades gobernarían a los estorninos, aunque, a veces, no nos gobiernan bien a todos los ciudadanos. En Huesca los jardineros trabajan, pero no pueden lograr la  limpieza, luchando contra la masa oscura que duerme entre las ramas del Parque.

¡Salud para los hombres y mujeres y para los estorninos, si,salud para los estorninos, pero lejos de nuestro Parque y de nuestro viejo Hospital!.

martes, 26 de septiembre de 2017

Torres de Barbués y Aragón


Rio Flumen a su paso por Torres de Barbués.

Es un pequeño lugar,en la Comarca de los Monegros que se encuentra a 345 metros de altura sobre el nivel del Mar y a unos 19´9 kilómetros de Huesca capital. Se puede bajar a Torres de Barbués por Albero Bajo, Sangarrén, Almuniente y  Grañén. Se pasa, para llegar a Torres, cerca del río Flumen, donde fluyen tres fuentes de agua potable. Su población es escasa, a pesar de contar  conjuntamente con la de Valfonda de Santa Ana. Va disminuyendo poco a poco su población, pues ya hace varios años te encontrabas en Huesca, con el hermano pequeño de Casa Rufas y con su esposa, con los que me unía una gran amistad y ahora ya conozco a varios hijos de Torres de Barbués, que viven en Huesca. El hermano mayor era un hombre elegante, que casi todos los días subía a Huesca y otros se marchaba a Zaragoza. Tenía por esposa a una señora también elegante y distinguida, hija de un General del Ejército. En Casa de Llanas participé algún día en conversaciones, en las que demostraba su elegancia y su cultura. Todo se acaba en este mundo y hace poco tiempo, nos saludamos con la viuda del hermano menor, con la que durante mucho tiempo,  cultivamos su trato, empezando por su difunto marido. Tenía la familia del  señor Rufas una gran amistad con mi suegro don Mariano Bercero de Torralba de Aragón, pueblo vecino a Torres de Barbués, donde este Rufas poseía tierras, como en muchos otros pueblos de Los Monegros.
Yo con mis numerosos años de edad, he conocido el aspecto gris de los Monegros y ahora, cuando paso por sus campos, da gozo verlos,  como si los hubieran pintado de color verde. Allí, se alzan el maíz, la alfalfa, el trigo sarraceno y una gran variedad de verdes vegetales. Y ese color verde lo mantienen, aquellos distribuidores que lanzan agua para regar   sobre aquellas plantas, como si las estuvieran regando por la lluvia, para refrescar el ambiente y dan alegría a aquellas tierras, antes pardas y que ahora alegran los corazones de los que por esas carreteras y caminos vamos pasando. Por el  lado del Este, de aquel vede vergel se divisan como elevados por aquella Sierra, los pueblos de Fraella y  de Tramaced y por  el Oeste,  discurren las Sierras de Tardienta, Torralba, Senés, para acabar en la famosa e histórica Sierra de Alcubierre.
Su tierra por la que pasa el río Flumen, pertenece a Los Monegros. ¡Qué diferencia de tierras de cultivo tiene ahora, que está incorporada a los Riegos del Alto Aragón, con los colores  monegrinos, secos y tristes, que tenía antes de ponerlas en regadío!. Antes, indudablemente, consumirían verduras, cultivadas a las orillas del río Flumen, donde manaban fuentes. Era grande la extensión de la Tierra de Secano y en Torres de Barbués se distinguía como Gran Propietario, el labrador Rufas de Torres.
Estuve con mi esposa Feli, nacida en el vecino pueblo de Torralba de Aragón, en Torres de Barbués a visitar a mi pariente, que viene de la rama de los Almudévar de Barluenga y que se llama Pepe Liesa, casado con Magdalena Orús Miranda, en el antiguo domicilio de la heredera de la misma. Ambos tienen una hija, llamada Maite, que los hace felices con una hermosa nieta, llamada Blanca.
Hacía ya mucho tiempo que mi pariente Pepe Liesa ….. y Almudévar, me había invitado a visitar Torres de Barbués, y al acudir me mostró una Escritura en la que cita al número 10 del Arbol de la Familia de Almudévar, es decir a FRANCISCO ALMUDÉVAR, que se casó con Magdalena ALTABÁS, de Grañén. Tuvieron cinco  hijos. El segundo  llamado MIGUEL ALMUDÉVAR, que se casó con Raymunda CORZ, de Torres de Barbués. Esta pareja tuvo tres hijos,  a saber (21) Tomás Benito Almudévar, (22) Cecilio Juan Almudévar) y Ramón Nicolas Almudévar (23).
Este número 13 es decir MIGUEL ALMUDÉVAR ALTABÁS, se casó  en Torres de Barbués, el 18  de Abril de 1763. (Folio 188). Después aparecen el año de 1764, en el Folio 185.b., el Bautismo de su hijo y otro en el 23 de Noviembre  de 1765, en el Folio 189.El tercero fue bautizado el 11 de Septiembre de 1767, Folio 18 9. B.
El número 13, MIGUEL ALMUDÉVAR ALTABÁS, aparece en una Escritura de Casa de la esposa de Pepe Liesa …… y Almudévar,  es decir de Magdalena Orús Miranda, que me la enseñó en dicha Escritura en Septiembre de 2017.
Yo sabía por mi padre Manuel Almudévar Casaús, que éramos parientes con los Rufas de Torres de Barbués. Y en la Infanzonía o Arbol de la Familia de Almudévar, dice que MIGUEL ALMUDÉVAR ALTABÁS, se casó con RAYMUNDA CORZ de TORRES DE BARBUÉS, que tuvieron a sus hijos Tomás, Cecilio   Juan y Ramón Nicolás. En alguna Escritura de los dos hermanos LIESA, tiene que estar escrito el apellido de Almudévar. PEPE LIESA me hizo leer el Nombre de Miguel ALMUDÉVAR ALTABÁS, en una Escritura suya, que  me enseñó en Septiembre de 2.017.
En esta Infanzonía se confirma la idea  que mi padre MANUEL ALMUDÉVAR CASAUS, tenía  sobre el parentesco de los Almudévar con Rufas de Torres y con MIGUEL ALMUDÉVAR ALTABÁS. El parentesco que ya conocía mi padre con Rufas de Torres, se confirma con el apellido de Raymunda Corz de Torres de Barbués, casada con Miguel Almudévar y del mismo apellido Corz de una hermana de Raymunda, casada con Rufas de Torres.
Mi asistencia y la contemplación de Torres de Barbués, me llenó de alegría, al observar  el verde de los campos de Torres, cuando yo los recordaba duros y pardos, cuando yo bajaba a Torralba de Aragón. Pero el paso de los años entristeció mi corazón al ver la cantidad de casas desaparecidas y sobre todo me acudieron lágrimas a los ojos, al recordar el Palacio de Rufas,  cuando yo era joven. Era aquella vivienda  de  los  Rufas de Torres, un elegante Palacio, pero ahora se había convertido por su Cara Sur en algunos tabiques deshechos y por su Cara Norte, estaba  cubierta por una  descomunal planta de Hiedra, que recordaba su pasado con tristeza.
Pepe Liesa, mi pariente por el apellido ALMUDÉVAR, tiene la casa de su esposa y de él, austera, pero elegante y ya no viven en ella continuamente, sino que se han ido a Huesca. Pero no le producen nostalgia las casas más elegantes, porque posee en Huesca cerca del Hotel ABA, un piso envidiable y en el Monte de Grañén es dueño de un gran chalet, todo rodeado de verdes cultivos. En él unos artistas circenses, viven y se dedican a representar por el Mundo escenas de Arte y de Humor.
En medio de aquel “jardín cubierto de verdes plantas”, con el Chalet hermoso, como presidiendo el paisaje, siente uno una mezcla de alegría por la belleza del paisaje, pero le acuden las lágrimas a los ojos, al no ver a ningún ser humano. ¿Puede esta tierra considerarse como heredera de los pobres Monegros, substituidos  por una huerta-jardín, que se está quedando despoblada de aquellos monegrinos,  que eran héroes luchando en una tierra falta de agua?. Yo creo que sus habitantes siguen luchando para producir alimentos para los ciudadanos, con gran sacrificio y escasos beneficios.
Esas extensiones regadas por aquellos pivotes, que no paran de lanzar agua sobre esta seca tierra, yo creo que están favoreciendo a nuestro Somontano, porque este verano que ha sido escaso en lluvias, han seguido creciendo las carrascas y otras plantas y yo lo atribuyo a que aquellas lanzaderas de agua en los Monegros, dan frescura al ambiente del  Somontano.
Uno de los que con nosotros estaban hablando, influidos por el ambiente político de Cataluña, sentían un atractivo por incorporar Los Monegros a su Independencia, influidos por los escasos intereses que tenía el aprovechamiento de sus productos, pues creían que entrando en esa independencia, subirían sus productos.
Estaban equivocados, pues la situación de Aragón, con respecto a Francia, es debida a ella y a España. De la Montaña baja el agua para regar las tierras de los Monegros y sin embargo los precios de los riegos, se cobran en cantidades enormes. Joaquín Costa con su ingente cerebro fue el autor de los Riegos monegrinos, pero ¿por qué se van los habitantes de los Monegros?. Cuando se cobran los precios de la Contribución Rústica, se cobran las cantidades de dinero más altas de toda la Península. Así como Joaquín Costa murió pobre en Graus, esas inmensas cantidades de dinero , que cobran en los Monegros por esos bellos, pero carísimos precios, están haciendo pocos y pobres a esos heroicos agricultores.   
Francia y Aragón, tienen una frontera común, pero Francia, ya con Carlomagno dominó en los Pirineos y luchó en el Salto Roldán y cayó en el río que pasa por Torres de Barbués y un señor de Villanueva de Sigena pintó los cadáveres de Rolando y de su caballo. Carlomagno fracasó en la Conquista de Zaragoza y parece que convirtieron, sin esforzarse, los Montes Pirineos en una frontera con un muro terrible y sin embargo sus habitantes convivieron a lo largo de la Historia
En Oloron y en Pau, su Vizconde del Bearn, que pensaba de forma distinta de Carlomagno, pasó a España y luchó en la Reconquista de la Península. Los moros le cortaron su cabeza y está enterrado en el Pilar de Zaragoza. Hubo una Cruzada en Francia y en España para reconquistar Aragón y en la Villa de Almudévar, fueron detenidos durante cierto tiempo, hasta que llegaron a conquistar Zaragoza. Entre los voluntarios franceses que querían conquistar Zaragoza estaban muchos franceses, entre los que se encontraban nuestros antecesores los ALMUDÉVAR, que adoptaron ese apellido en dicha Villa. La ilusión de Aragón y del Bearn de pertenecer al mismo Reino, duró siglos estando unidos y allí nació la construcción del Ferrocarril de Canfranc, en cuya misión tomaron parte interesada Alfonso XII y su hijo Alfonso XIII. Cataluña ha  conseguido el paso a Francia por el Ferrocarril y Aragón ha visto despreciadas sus ilusiones de que por Canfranc, pasase el ferrocarril desde Francia a Marruecos.
Es preciso comunicar la zona industrial de Tolosa francesa con Zaragoza. Aragón sería una zona de trabajo industrial.
Porque desde aquellos tiempos de Carlomagno, que como Gran Europeo, luchó por el Norte de la Península española, y los Pirineos de Aragón se convirtieron en una enorme barrera o un muro entre Francia y España. El Bearn con Oloron y Pau rompieron esa frontera y provocaron la conquista de Zaragoza, y desde entonces en Aragón se dio un atractivo entre Francia y España, porque aquí, en Aragón estamos muchos descendientes de los bearneses de Oloron y de Pau, ya que se organizaron una Cruzadas para conquistar Zaragoza. Y aquí nos tienen a los ALMUDÉVAR, descendientes del Bearn y que luchan en Torres de Barbués por igualar los Monegros al Midi Francés. Siempre ha existido una emigración temporal y eterna entre Aragón, como por ejemplo desde Ansó, y Francia. Pero no será fácil la igualdad entre los Monegros, regados por aspersión y el Midi Francés, donde llueve con tanta facilidad. Ahora dicen que a veces también es necesario, regar alguna vez aquellos campos del Midi francés
Aragón y el Pirineo francés, no deben alejarse de aquel atractivo que  gozaron,  uno con otro a través de los siglos y menos ahora, que ambos están unidos por los tratados de la Unión Europea, pues romperían una ligación de siglos. A pesar de que los franceses, negociando son muy egoístas, yo creo que ahora están poniendo interés en la unión del ferrocarril Internacional del Canfranc. Francia tiene un Gobierno más centralizado que España, pero si se da cuenta del comportamiento de los catalanes de España, tal vez verán el abandono de la  unión entre Aragón y Aquitania, que aumenta la población en Cataluña y la disminuye en la Provincia de Huesca. Tal vez esta visión mueva al Gobierno Central francés, a abrir nuevos caminos. Porque no pueden Aragón y el Bearn y toda la Aquitania francesa, ni tampoco desean distanciarse, porque se rompería entre Aragón y el Midi Francés una tendencia a ser unos, desde hace siglos. Así lo demostró el Vizconde del Bearn, cuando reconquistando España, le cortaron los moros, la cabeza y enterraron su cuerpo en el Pilar de Zaragoza.
En los pueblos de la Unión Europea, se dice que los franceses son muy duros e incluso la derecha francesa, pero estos hechos de Cataluña y España, ¡tienen que abrirse en la Política Francesa, hacia Aragón, abriendo nuevas perspectivas hacia dicho Aragón, para que en lugar de despoblarse, aumente su Industria y la  población por aragoneses, que regresen de Cataluña y por nuevos inmigrados, a través del Canfranc!.



   

sábado, 23 de septiembre de 2017

Danzas populares en Méjico




Tiene Méjico una música sentimental, que muchas veces acompañada con unas bellas letras,  al escucharlas, te enamora este pueblo de América Central. Estas gentes,  contemplaron y escucharon, durante la lucha entre el Emperador Moctezuma y el español Hernán Cortés, el color de la sangre y el sonido de las  armas.  Pero ese pueblo, sentimental, con cantores como Jorge Negrete, cantaron: “Ayyyy,ayyyy,ayyy-canta y no llores,-porque cantando se alegran-cielito lindo, los corazones”. Este pueblo ha sufrido con las eternas luchas y sigue sufriendo por no vivir libremente, en parajes de su antiguo País, como California, Nevada, Texas, etc. pero ha intentado consolarse con sus canciones y danzas, ”que alegran,  ¡cielito lindo!, los corazones”.

Para la Guerra Civil de 1936, Méjico acogió a muchos españoles, como al altoaragonés, Ramón J. Sender,  siendo generoso y amable con el emigrante y cómo dice en una novela: “a muchos se les da, se les viene dando desde hace muchos años más de lo que se merecen”. Escribió Sender la novela “Epitalamio del prieto Trinidad” que “es una novela mejicana pura, donde lo  bronco, lo esperpéntico, se  combina   con lo grotesco y cómico, en un lenguaje apropiado para tales  extremos expresivos”. ¡Cómo se aprecia el dolor que Sender  pasó al emigrar a Méjico, pero allí, parece ser que conoció su ambiente,  porque: ”Nuestra alegría es un alegría de dioses, nuestro dolor un dolor de dioses,  nuestro sueños son los sueños mismos de Dios!,  y sin embargo, estamos condenados a vivir como cerdos”.  Sender se queda admirado de “cómo la América y sus hombres han sido generosos y amables con el emigrante”. Y sigue  diciendo:  “Aquí se nos da todo. A algunos se les da, se les viene dando desde hace muchos años más de lo que merecen. En España se morirían de hambre.  En América, que  tienen esta milagrosa vitalidad, esta abundancia de tierra virgen, abierta para todas las semillas, pronta a entregarse, a dar sin tasa sabiéndose inagotable, medran y se enriquecen. O les dejan pasar por buena la moneda falsa de su talento o de capacidad profesional”.

 A mí personalmente, un médico mejicano, emparentado con Avelino Zamora, de mi pueblo, Siétamo,  cuando venía de Méjico  a ver a sus parientes, me regaló un libro con mil historias de dioses  y de luchas. Ese libro me enseñó que Méjico fue y todavía lo es,  un pueblo de Centro América, que conserva una compleja y riquísima traición religiosa, política, astronómica,  guerrera,  envuelta con una filosofía y un arte especiales.

Se han preocupado, desde hace miles de años del Sol y de la Luna. Se ven estos dioses en unas placas circulares que recuerdan la forma del tambor, que llevan para los danzantes, que en el Parque de Huesca, danzan y alegran los corazones. En todo Méjico se danzan bailes de este estilo, acompañados por un una flauta. Los mayores y más numerosos son los aztecas y los mayas en el Yucatán. Desde el siglo V, han usado los historiadores de fuera de Méjico, la denominación de  aztecas,  para referirse a los mejicanos.

La religión de los mismos, trataba de sacrificarse a los dioses  con sacrificios humanos, y en la Gran Pirámide del dios  Huitzilo, sacrificaron más de veinte mil víctimas, a las que arrancaron el corazón.  Con sacrificios humanos,  estaban siempre adorando a los dioses y haciendo la guerra, como se ve en el año de 1486, en que como dice la Historia, más de  veinte mil prisioneros fueron sacrificados a los dioses. A veces se ha hecho propaganda contra un pueblo que llegó a tales extremos, pero  no se han acordado de que en 1936, en España se sacrificaron millones de seres humanos en la Guerra Civil. ¡Bien se acordaron los mejicanos de las víctimas españolas!.  Sender, al ver estos sacrificios, pensaba: ”nuestra alegría es una alegría de dioses… y sin embargo, estamos condenados a morir como cerdos”.

La religión Mexica, enseñaba  que era necesario apaciguar a los dioses con sacrificios humanos, y por tanto la guerra era muchas veces derivada de su religión. No es extraño que quisieran conservar el poder  unos dioses, que según cuentan las leyendas, se reunieron, para crear el Sol, la Luna y tantos aspectos de la vida como las Tormentas. Así creyeron los habitantes de Méjico, que empezó su vida, siempre luchando y siendo conquistado por españoles y americanos. No es extraño que  Méjico, haya sido víctima del poder de hombres de lejanas tierras, porque  la misma España, fue conquistada por íberos, celtas  y árabes. La Guerra no ha sido realizada  sólo por los  mejicanos,  sino por todo el Mundo y no sólo de unas razas humanas contra otras,  sino que abundan las luchas civiles, entre compatriotas.

No es extraño que en Méjico se sacrificara a sus hijos, para apaciguar a los dioses, porque, en el Evangelio vemos como a Cristo, Dios y hombre verdadero, le fue sacrificada su vida, según dice el Evangelio, pidiéndole al Señor, en el “Pan Nuestro de cada día” :”perdónanos nuestras deudas,  así como nosotros perdonamos a nuestros deudores”.

Jorge Negrete, cantaba: ”Ayy, ayy, ayy –canta y no llores-porque cantando se alegran, ¡cielito lindo!, los corazones”.   

La influencia religiosa de la Iglesia Católica, se ha ido uniendo al amor de los aztecas con el Sol y con La Luna y se ha formado un ambiente religioso, que en el fondo es una devoción al Señor y a su maravillosa obra universal, empezando por el Sol. Al principio los sacerdotes católicos intentaron abolir lo que ellos consideraban como pagano. Pero luego se dieron cuenta, de que cantando con música de flauta de carrizo y con tambor, se mezclaban las canciones,  ahora, acompañadas por guitarras y por violines,  que como dice Jorge Negrete, alegraban “¡cielito lindo!, los corazones”.

En mi artículo de “Cante Hondo o Jondo, digo “que haca sonar la estética y los sentimientos del pueblo andaluz. Su composición se origina, de pueblos primitivos, de pueblos judíos, árabes y de los pueblos cristianos, y del gitano, que vienen unos detrás de otros, para formar, su composición originaria y peculiar de Andalucía”. Pero , en Méjico han ocurrido los mismos fenómenos que en Andalucía En 1520, murió el Emperador Moctezuma y las músicas primitivas de los aztecas, de los mayas de Yucatán y de todos los indios de Méjico, que no era solamente pentatónica, pues no existía escala musical, solamente tonalidades, que se escuchaban entre las melodías.

La música de las danzas generalizadas por todo Méjico, pero con sus variedades en cada comarca, la hacían sonar con sus flautas de carrizo y con un tambor en cada grupo de baile. Llevaban los danzantes unos colgajos de cascabeles, en sus muñecas y en sus pantorrillas, que entonces,  no serían de metales sus campanillas, sino formados por caracoles, que sonaban de acuerdo con los movimientos de los bailarines. La danza más frecuente en muchos estados mejicanos, era la del “Venado”, colocándose el director de la danza, unas astas de venado en su cabeza u otros objetos que inspirasen la veneración de aquellas buenas  gentes.

Los sacerdotes y frailes  españoles, creyeron que aquellas danzas eran producto de la fe pagana de los indios y se propusieron hacerlas desaparecer. Pero aquel pueblo que había creado sus dioses, como el Sol y la Luna, se resistió. Los misioneros se dieron cuenta de que aquellas danzas, tan relacionadas con los dioses, se bailarían en honor del Dios supremo de los Cielos y de la Tierra. Entonces prefirieron adaptarlas y cristianizarlas, tratando de identificar  su fe en los dioses con una fe  en un Dios Único y así,  encontraron en danzar en la Semana Santa, la Pasión de Cristo. Los mismos instrumentos musicales, fueron pasando de la flauta de carrizo y del tambor de agua, a la guitarra y al violín. Se fueron identificando como lo hicieron los cantantes del “Cante Jondo”, desde los primitivos españoles, pasando por los visigodos, los judíos y los árabes. Pero al llegar a Méjico se añadieron estas melodías españolas a las mejicanas. Antes eran otros los ideales de los cantantes del “cante jondo”, pero en Méjico se introdujeron el venado, el carrizo verde y la flor de capomo.  La flauta de carrizo no dejó de dejar brotar por sus cinco agujeros, el canto de las aves.

Jorge Negrete, parece que oye sonar los trinos de los pájaros que suenen en las flautas, e identifica esa flauta con “la voz de la guitarra mía,-al despertar la mañana-Quiere cantar su alegría –a mi tierra mexicana”.

Estos días del siglo XXI, me he encontrado en el Parque Municipal de la ciudad de Huesca, a un señor con vestido con ropas blancas, y con cascabeles en sus espinillas y en sus muñecas y hacía sonar una flauta, mientras una señora, también con cascabeles en sus espinillas y en sus  rodillas, marcaba el ritmo de la danza, que bailaban un círculo de hombres y mujeres de Huesca. Se tenía que marchar y me dijo que una señora mejicana, quería introducir en España, las danzas antiguas del pueblo de Centro América.

 He visto que para consolarse de las luchas de los pueblos, no hay más remedio, que hacerle caso a Jorge Negrete, cuando entona: ”Canta y no llores-porque cantando-se alegran, ¡cielito lindo!- los corazones.

miércoles, 20 de septiembre de 2017

Las Vegas del Alcanadre en los Monegros






Los Monegros han sido espacios enormes y  casi siempre faltos de agua. Se han creado pantanos, canales y acequias para convertirlos en huertas, dejando a otras comarcas más cercanas a la Sierra e incluso serranas con proyectos de regadío,  pero que no se han atendido nunca. Tampoco a los Monegros le llegan todas las cantidades de agua que necesitarían para convertirse en un paisaje verde, por lo menos como lo fue antes de que se fletaran los barcos que habían de formar parte de la Armada Invencible, porque casi todas las sabinas que se alzaban en esas tierras tan secas, fueron taladas para obtener nobles maderas para aguerridos barcos, que fueron destruidos en su mayoría. Por ejemplo en río Alcanadre, que recoge las aguas del Flumen, discurre por los Monegros y en el pueblo de Pedruel por donde pasa este río, Albasini quiso hacer una presa para desviar aguas por Santa Cilia de Panzano a Vadiello y con esas aguas en invierno se llenarían balsas en Aguas , Ibieca y Liesa con las que se podrían regar unas pocas hectáreas, que nunca ofenderían la enorme extensión de los Monegros y suministrarían  a Huesca y a su Somontano. Pero con sus aguas no se remedian los riegos ni de por arriba ni de por abajo. El difunto señor Carrera tenía colgado en su casa un cuadro pintado por él, en que se ven sobre el río Alcanadre,  flotando los testículos del Caballo del Caballero francés Roldán ,que perdió cuando tuvo que saltar la apertura  u osca que abre dicho río en la Sierra. Ya lo dijo un campesino del Somontano: “¡ por los cojones rescatarán los males de la sequía en los Monegros y en el Somontano!”. ¿De donde sacarán el agua para “Las Vegas” monegrinas?. Unos dicen que del Alcandre, otros que del río Ebro, algunos que si de Biscarrués y otros que de Yesa. Mi amigo “el íberico integral” que tiene un restaurante en Adahuesca y hace oír bellas canciones por aquellos pueblos del Somontano, ha tratado entre otros con Jordi Puchol    y dice que éste trataba con los franceses para traer a Barcelona el agua del Ródano; si la trajese, afirma Miguel Reina “el ibérico”, que podrían acercarla a los Monegros. El río Garona nace en el Valle de Arán y cerca del refugio de la Renclusa, en la provincia de Huesca nace un afluente del Garona, pero no creo que venga de uno u otro de esos ríos el agua para los casinos o los prados de hierba del golf.  Los monegrinos se alegrarán con tanto juego, con tanta diversión y con tanto dinero, pero su población no creo que aumente, si no es por la afluencia de extranjeros, como me explicaba  Miguel, que en Francia algunas mujeres moras decían : “las moras conquistaremos este país con nuestros vientres”.Sin embargo sus casinos estarán llenos, sus carreteras o prolongadas avenidas las correrán y recorrerán múltiples automóviles y autobuses, porque muchos extranjeros llegarán en avión a Zaragoza o al recién estrenado aeropuerto de Monflorite. Habrá que ofrecer a los visitantes delicados vasos de vino para que se olviden del Wysky y de otras bebidas que alcoholizan a las personas. ¡Qué bien le vendrá al Somontano esa afluencia de consumidores de el agradable y oloroso jugo de sus viñas!. Supongo que no todas las músicas que se escuchen en las salas de fiesta de Las Vegas, no serán producidas por tocadiscos ultramodernos,  sino que también podrán hacer sonar sus instrumentos los músicos zaragozanos y los que residen en el Alto Aragón, ya en su capital oscense o en Barbastro, Monzón y en los pueblos del Somontano, como por ejemplo en Adahuesca, donde el “ibérico “ Miguel y su hijo encantan a sus aficionados con sus cantos y con sus instrumentos musicales. Vendrán los turistas nórdicos y se dejarán el dinero, acudirán los africanos, los vestirán como faraones y harán los servicios a los que vengan en busca del ocio. Unos producirán el dinero, otros producirán o se reproducirán para que continúe el ocio y los monegrinos se olvidarán de su vieja soledad para vivir una nueva. Jugarán los visitantes juegos pacíficos, como del golf, otros aparentemente tranquilos pero que llenan los espíritus de sensaciones de fracaso o lucharán aquellos hombres gruesos para divertir a los nórdicos. A orillas del Alcanadre, si los catalanes devuelven la ornamentación de la Virgen de Sigena, sus monjas seguirán rezando para que el río no arrastre los órganos reproductores de los aragoneses, como  se llevó los testículos del caballo francés del Caballero Roldán.

martes, 19 de septiembre de 2017

José Palacio Alfaro, que vive en Arbaniés




A José Palacio Alfaro, lo conocí, cuando estuvo de Concejal en el Ayuntamiento de Siétamo. Ahora no lo veo, porque casi como yo, se ha hecho mayor y no es fácil verlo en Arbaniés, porque, a veces, vive fuera de tal pueblo. La última vez que lo vi, fue en Huesca, ocasión que tuvimos de tomarnos un café, frente a las Oficinas del Diario del Alto Aragón. Ya nos conocíamos cuando yo había acabado la misión de ejercer de Alcalde en el Ayuntamiento de Siétamo y había José Alfaro, entrado de Concejal en dicho Ayuntamiento. Ahora ha pasado alguna visita por los Hospitales, pero entonces era un hombre sano y con ganas de recordar tiempos pasados, unos gobernados por hombres de derechas mezclados con otros de izquierdas y otros por izquierdistas mezclados también por políticos de derechas. Si eran de una de las dos formas políticas, unos asistían a dicha Política para salvar sus propios intereses, con algunos miembros preocupados por mejorar el nivel de vida de todo el pueblo.

JOSÉ PALACIO ALFARO, era un  hombre que había sufrido la citada lucha política, lleno de buena fe y sufriendo, lo que escasamente podía darle esa lucha, en pueblos tan pequeños. Juan Antonio Palacio Maestre, casado con Ana Alfaro, fue el padre de José Palacio Alfaro, habiendo nacido en  Siétamo y muerto en Zaragoza en 1979. Fue un muchacho, que muy joven, pero lleno de entusiasmo para aprender trabajo especializado y con dieciséis años de edad, en 1917, marchó a París, capital de Francia con sus hermanos  José y Perico, y también quiso marchar con ellos, Julián Piedrafita, vecino de su casa. Eran unos hijos muy inquietos por el trabajo y por prosperar, tanto que en Francia se hizo “Maestro de obras”.

En estas circunstancias, empieza en España la Guerra Civil el día 18 de Julio de 1936, que no acabó hasta el uno de Abril de 1939. Mi amigo José Palacio Alfaro, que todavía vive, era hijo de Juan Antonio Palacio Mestre. Escribe José Palacio :“Cuando estalló en 1936, la Guerra Civil, se vino a España para luchar con los Rojos como voluntario. Estaba en Intendencia, encargado de suministrar los víveres a la Tropa”. Se dieron cuenta de que perdían la Guerra y por tal circunstancia:  ”en 1939 se acogió en un barco para marchar a Méjico (a un pueblo llamado Aguas Calientes); junto con otros republicanos, estaba SALVADOR DALÍ. No llegaron a zarpar,  pues en el Puerto de Valencia, salían los barcos con destino a Méjico con los últimos combatientes republicanos. El primer barco consiguió salir pero el segundo, donde iba mi padre con SALVADOR DALÍ, entre otros, no pudo salir, pues las tropas nacionales, rodearon el Puerto ”. Continúa el escrito del hijo de Juan Antonio Palacio Maestre, escribiendo lo siguiente:”Los trasladaron a la Plaza de Toros de Valencia, me decía mi padre. Cuando llegaron a dicha Plaza, había una  yerba, que les llegaba a la cintura, y a la semana de estar ahí, era como la de un Campo de Fútbol”.

“SALVADOR DALÍ, que por aquel entonces no lo conocía nadie, pintaba en las paredes de la Plaza de Toros, con los carbones de las hogueras que encendían para calentarse por las noches, unos dibujos maravillosos”.

José Palacio Alfaro, que estaba impresionado por el dolor y las muestras de odio entre los enemigos de la Guerra, se sentía feliz al ver el arte y el amor a la belleza de DALÍ, porque decía: “SALVADOR DALÍ, que por aquel entonces no lo conocía nadie, pintaba en las paredes de la Plaza de Toros, con los carbones de las hogueras que encendían para calentarse por las noches, hacía unos dibujos maravillosos. De Valencia trasladaron los presos para Alicante y estuvo prisionero en el Castillo de Santa Bárbara”. No se sabe si de este Castillo lo llevaron al Castillo de Monzón, donde también estuvo prisionero y de ahí a la Cárcel de Huesca”. No se sabe si en Huesca estuvo cierto tiempo, pero da pena recordar si estuvo con Juan Palacio, Maestre en la cárcel oscense o si lo trasladarían a otro lugar.

En Huesca estuvo Juan Palacio Mestre cierto tiempo y su hermana Antonia Palacio, casada en Arbaniés con Lorenzo Carilla, cada dos días le llevaba la comida a la Cárcel, andando quince kilómetros para ir a Huesca y otros tantos para volver a Arbaniés.

Cuando salió de la Cárcel, estaba dolorido por el fracaso de su fuga a Méjico, por sus épocas de Cárcel, pasadas en diversos lugares y con un corazón aliviado por la compañía de un Artista como DALÍ, que ayudó a pasar los malos momentos vividos en la prisión. Pero lo peor para su sensibilidad, fue el asesinato de su abuelo José. Delante de la Casa Perico en Siétamo,  a la edad de 90 años, le dieron con una pistola, un tiro en la cabeza. La verdad es que recordar aquellos asesinatos, acongojan mi corazón y me hacen pensar en que como dice su nieto José Palacio Alfaro, “aquellos nacionales no sabían leer ni escribir”. ¡Cómo coincide la afirmación de José Palacio Alfaro,  que el asesino  de su abuelo, “tal vez pensó  en soñar con los asesinatos  del Alcalde rojo de Fañanás, que era también analfabeto y que, durante los mismos días, en que mataron al abuelo de José Palacio Alfaro, dicho Alcalde de Fañanás, también analfabeto, fusiló a mi tía Vallés Almudévar y a su jovencísimo hijo!. Estas Guerras Civiles, me recuerdan el horror causado por esa Guerra también llamada Civil.

Sigue manifestando José Palacio Alfaro que “Cuando mi padre salió de la Cárcel, se trasladó a Zaragoza, donde se encontró con mi madre Ana Alfaro, que también era de Siétamo y con catorce años más joven que mi padre”. Su padre se puso a trabajar en la Empresa de Construcción AGROMÁN, como encargado general y en 1945, se casaron y tuvieron dos hijos, el mayor José Orencio Palacio Alfaro y una hermana Aurora Palacio Alfaro, tres años más joven que José. En su vida, Antonio Palacio Mestre, creó grandes obras, como,  por ejemplo el Puente de Santiago de Zaragoza, las dos últimas Torres del Pilar, el Hotel Corona de Aragón, La Romareda, Campo de Fútbol, la Base Americana  y entre otras obras en Monzón, edificó la Monsanto. Juan Antonio Palacio Mestre, era un trabajador infatigable y tenía un gran sentido del Arte.

Cuando Juan Antonio Palacio Mestre, acabó su vida de lucha en la Guerra del año de 1936, y sus penas en la Carcel, marchó a Zaragoza, donde se encontró con Ana Alfaro, que también era de Siétamo; se casaron y tuvieron  dos hijos, uno José Palacio Alfaro y una hermana llamada Aurora Palacio Alfaro, tres años más joven que José.

Desde estos hechos generacionales, hasta que un día, después de muchísimos años, hará unos cuatro o cinco,  estando de conversación en Siétamo con mi convecino Soler y su esposa zaragozana, aparecieron por la Plaza Mayor, una señora que debía tener unos ochenta y nueve años de edad, acompañada por su única hija y por su nuera. No la conocíamos de nada, pero la zaragozana Virtudes de Soler, la conoció en alguna ocasión en Zaragoza y nos declaró su identidad. Virtudes nos presentó y enseguida  comunicó a los vecinos allí presentes, que se trataba de una conocida suya, que se había marchado del pueblo hacía muchos y largos años. Se trataba de Ana Palomar, pariente de otras hermanas Palomar, que tuvieron su casa en la Calle Alta. Entonces acompañamos a la anciana por el pueblo de Siétamo y acudimos a la calle Baja, entre el número cinco y el seis, pues esas casas habían sido derribadas para la Guerra Civil. Lloraba la anciana Ana Palomar y con lágrimas en los ojos contó, que  “A José Palacio, padre de su esposo, le pegaron un tiro de pistola en la cabeza, en la puerta de su casa en la Calle Baja, entre el número cinco y  el seis, que ya tenía noventa años de edad y no sabía leer ni escribir. Hacia esas casas nos dirigió, tocando ella, con sus  manos las paredes de las dos casas, donde en tiempos estuvo situada la suya, que como tantas otras, se destruyeron para la Guerra Civil. Esta muerte ocurrió el día 24 de Abril, de mil novecientos treinta y ocho”.

Ella misma nos encaminó hacia su antigua casa y no cesó de tocar con sus manos, las paredes de las dos casas, donde en tiempos estuvo situada la suya, que como tantas otras se destruyeron para la Guerra Civil. Tenía todo su cerebro lleno de los recuerdos de aquella salvaje Guerra, pues al marcharse miraba con un gran cariño, el llamado Huerto del Cura, que fue de su abuelo José. Desde la puerta de su casa, en aquel mes de Abril de 1938, en que mataron al anciano José Palacio, se veían las ruinas del Castillo-Palacio del Conde de Aranda, en el que, como dijo la anciana Ana, vivió su familia compuesta por su padre Orencio Alfaro y su madre Cristina Palomar y siete hermanos, nacidos todos en Siétamo y una de sus hermanas, a saber Dorita, había nacido en el Castillo-Palacio. “Desde el punto de la Calle Baja, se contemplaba el Castillo-Palacio y “Ana contaba que había una horca (de la que yo todavía me acuerdo) en el patio del Palacio y que utilizaron los moros, que después de la Reconquista, trabajaban para los dueños del mismo Palacio. También hablaba de las vajillas doradas y que las robaron y destrozaron todas”.

En mi artículo Ana Alfaro, dice esta protagonista: “De aquel lugar fueron a la Calle Alta y allí la anciana, se paró en Casa Alfaro, que fue la casa de su madre y se emocionó tanto que besó la puerta de dicha casa”.

Ana Alfaro Palomar, después de estar ausente durante muchos años de Siétamo, fue por un rato la Reina del Lugar, pues nos emocionó a todos con sus recuerdos de las casas y del Castillo-Palacio, donde vivió,besando y tocando las puertas y las paredes de esas casas. Se acordaba de los bailes que en aquellos viejos tiempos se echaba la gente y desde luego que también ella quiso entrar en la iglesia, para recordar el mundo pasado y el futuro eterno. Exclamaba: “Siétamo, Siétamo, que guapo que eres y qué lejos que tengo que estar lejos de Ti”.   

Juan Antonio Palacio Mestre, ya murió y fue amante del Arte y del Trabajo. Tuvo el consuelo de convivir con el Genial Artista SALVADOR DALÍ y acabó las Torres del Pilar de Zaragoza, fue patriota, pues volvió de Francia a España para defender la Democracia. En España se mezclaron múltiples ideas, que la condujeron a la Guerra. Pero Juan Antonio, cuando acabó su prisión, se dedicó al progreso de España y se casó con la buena mujer de Siétamo, doña Ana Alfaro Palomar.

Ya casi no quedan en Siétamo habitantes que recuerden estos hechos, como yo soy uno de ellos, pero escribo este artículo, para que haya en mi pueblo, un recuerdo eterno de este Matrimonio, que pasó del Castillo Medieval al progreso, que se veía venir. ¿Vendrá?.

jueves, 14 de septiembre de 2017

Aurora Pardo Royo



Coscullano (Huesca).



Hebillas visigodas encontradas en las ruinas de la ermita

Museo Provincial de Huesca.




Esta señora es Maestra Nacional, nacida en tierras de Soria, casada en plena Sierra de Guara, con el agricultor  don José Calvo, en el pueblo de Coscullano; tiene noventa y dos años de edad y ha dedicado su profesión  a realizar el bien entre las familias de varios lugares. Y especialmente en la Escuela de Coscullano, como  así  lo ha proclamado el pueblo  el día diez de Septiembre de este año de 2.017. Ha sido Maestra en las Escuelas Públicas, pero al mismo tiempo ha sido Maestra de la vida humana. Nació en la noble y rústica tierra de la provincia de Soria y se casó en la hermosa Sierra de Guara y ambas tierras místicas, influyeron en su vida espiritual, que la han convertido en una mujer religiosa y trabajadora, para hacer felices a los demás.

Yo conocí su vida de Dueña de Casa y educadora de niños y de niñas, en Coscullano, cuando yo era Veterinario de ese pueblo y la Señora Maestra Nacional del mismo pueblo era Doña Aurora Calvo, por ser esposa de don José Calvo.   Ahora que ya han pasado muchos años, nos encontramos en la puerta de nuestra casa de Huesca, al lado del Parque Municipal, cuando viene de trabajar en el Ropero, que es una Cooperativa Caritativa de Huesca. Pero no sólo durante años se ha dedicado a ejercer su amor al prójimo o de ir a visitar las iglesias, en que cada día va a oír Misa, por qué  hay días en que no sólo participa en la Misa, sino que hay otros días que la sigue una por la mañana y otra por la tarde y yo le pido que rece por mí y ella me pide que le de algún escrito, de los que a mí,  me gusta escribir. Ha pasado su vida de Maestra, pero no puede olvidar a aquellos niños a los que educaba y no puede en Huesca, donde ahora vive con su hija y con su familia, olvidar como en otros tiempos, los niños que acudían a la Escuela.  Subían los vecinos de Coscullano a la partes altas de la Sierra y “recogían su cosecha de “alborzas” y en castellano madroños, tan agradables para comerlas solas o con anís y azúcar y en otras ocasiones  recogían fajos de leña, que a lomos de algún asno o cargadas en un carro, llevaban a vender a Huesca… donde adquirían alimentos, que consumían con sus verduras, sus corderos, sus cerdos, gallinas y pollos y también sus huevos, acompañados todos ellos por el vino que producían”. En sus caminatas por lo alto del Término Municipal, llegaban a contemplar los restos de una antigua ermita Visigoda y en ella encontraron una moneda de los Bárbaros y dos hebillas, que se puede contemplar en el Museo de la Plaza del Seminario, en la ciudad de Huesca.

Siendo yo mismo Diputado Provincial, aquellos  hombres de Coscullano,  de  los que ya no queda casi ninguno, pavimentaron el pueblo y repartieron por las casas el agua corriente. ¡Qué alegría y qué entusiasmo ponían aquellos hombres en su trabajo sin paga, pero qué felices se sentían con la modernización de  Coscullano!.  Ya casi no quedan en esta vida muchos de estos hombres, de los que algunos, si vivieran,  contemplarían sus casas abandonadas.
Pero llegó el año de  2.017 y pensaron, los hijos de Coscullano, hacerle un homenaje a la antigua Maestra Aurora Pardo, señora de Calvo. Se reunieron en la Iglesia de Coscullano, más de un ciento de personas el día y la hora en que querían darle un homenaje, pues  muchas de ellas eran antiguas alumnas suyas y a determinada hora, se juntaron con otros vecinos  del Pueblo.  Asistió, sin haberse enterado de que se le iba a homenajear,  para asistir a misa en la Iglesia con sus antiguos  alumnos y vecinos de Coscullano.
El sacerdote estaba en el Pórtico de la Iglesia y por la cuesta por la que se sube a éste, desde la Casa de los José Calvo y de su esposa  Aurora, subía ésta alegre, ignorando las personas que la estaban esperando para dedicarle un homenaje.  Al legar Aurora , acompañada  por su hija, se quedó sorprendida ante la presencia del cura y le dijo, ¡qué suerte encontrarlo a Ud., en la puerta de la Iglesia, para celebrar la Santa Misa!. Pero al entrar en ella, los numerosos asistentes, que la estaban esperando, se pusieron a aplaudirle. Cuando acabaron sus aplausos, Paz Zamora le dirigió al pueblo unas palabras de bienvenida a Aurora, como si comenzase el Curso Escolar. Desde 1972, era Paz, la última alumna, que además iba cada día a buscar a la Maestra a su casa.

Allí estaba Cristina de Calvo, hija de José Calvo y de Aurora, casada con José María López, agricultor de Casbas de Huesca, hombre inteligente, que siempre me ha enseñado revistas del Monasterio de Casbas, en las que él,  también escribía. Es un músico que hace sonar un pequeño órgano y que hizo que en el acto de homenaje a su madre política, sonase en su ceremonia.  Estaba también su hermana, la Médica Aurora, casada con el Médico Javier Callau de, de Almudévar. Asistían también cuatro nietas y un nieto.

El marido de Cristina Calvo, hizo sonar un armonio, que lo hacía igual que un órgano, que fue fabricado en Berdún, un pueblo de la Montaña de Huesca, e imponía con su sonido una solemnidad y un respeto, que llenaba de gozo a Aurora y a todos los asistentes, al mismo tiempo, que homenajeaba  a la antigua Maestra. Llenó de emoción el “Ave María”, que cantó su hija Cristina, acompañada por el sonido que, su esposo, hacía brotar del pequeño órgano.
Hace aproximadamente un mes, estuve en Casbas acompañado por mi yerno Santiago y fuimos a visitar  a la pareja de la cantora Cristina y a su organista José María López. Nos dio un concierto que nos elevó nuestros espíritus a las alturas y al marchar, casi en la puerta de su casa encontramos a la Maestra Aurora, madre de la también  Maestra y cantora Cristina, acompañada por la madre del organista José María López. Es que Doña Aurora sube a Casbas a ver a sus hijos y nietos, sube a Coscullano  a contemplar el escudo polícromo de la casa donde vivió tantos años y a recordar su Escuela y su Parroquia. Pero no hace falta buscarla para hablar con ella, ya que en Huesca la encuentras en sus calles, en sus iglesias y en la puerta de su casa, al lado de la mía, en  Huesca capital, donde siempre te recuerda alguna anécdota de la vida, o te cuenta algún cuento de los que ya leyó,  hace días.

Después de la Misa, Ana Gabarre, leyó un resumen de su vida escolar en Coscullano, luego José Mariano Seral , escritor, pronunció una poesía dedicada a la personalidad de doña Aurora. Cantó una jota, José Víctor, yerno de Araceli Zamora, hermana del padre de Paz, Lorenzo Zamora, acompañado por un clarinete, que hizo sonar la nieta de doña Aurora, Adriana. Para terminar, Angel Arellano, cantó una Jota, agradeciendo su trabajo a la gente de Coscullano, que se había volcado en recordar a doña Aurora.

Después de gozar de la Gracia de Dios en la Iglesia parroquial, fueron a recordar la Escuela, donde hizo felices a los niños y niñas y a sus padres en Coscullano.

Después de la Misa, comieron satisfechos en el antiguo edificio escolar, donde tantos años se preocupó de los innumerables niños y niñas.  

La Maestra, doña Aurora tiene más de noventa años y ha vivido y sigue viviendo una vida de religiosidad y de trabajo. Siempre sonríe y hace felices a las personas, que con ella se tratan. 
Es una señora feliz y lo seguirá siendo eternamente.


El Instituto Ramón y Cajal, por los años cincuenta

Me he acordado del Instituto Ramón y Cajal de Huesca, al hablar con un amigo de mi hermano Jesús, con el que juntos estudiaban. He reflexion...