domingo, 28 de enero de 2018

Jesús Vallés Almudévar, mi doble primo.



Yo me llamo Ignacio Almudévar y mi abuelo paterno, se llamaba Manuel Almudévar Vallés. Eramos  doblemente parientes Jesús y yo. El descendía de Casa Vallés de Castilsabás,  a la que en el año 1.307,el Rey Don Jaime II de Aragón, le conkcede al jefe de dicha Casa, Eximino Vallés, el título de nobleza ,en premio y agradecimiento a los heróicos servicios prestados a Aragón y a su Rey.
Uno de los sucesores del Señor Eximino Vallés fue Jesús Valles Almudévar, nacido en Huesca el día 5 del 10 de 1921, cuando ya habían pasado unos novecientos años. Los años en los siglos ven repetirse los actos de amor y los de odio. Pío, que como he dicho  tenía su origen en Casa Vallés de Castilsabás, donde nació el año de 1879 y murió en 1926.  Se casó con María de la Encarnación  Almudévar Calvo, que era de Casa Almudévar de Fañanás, donde nació el día 25 de Enero de 1879. Su padre fue Antonio Almudévar Vallés, nacido en Siétamo el 7-33-1855 y murió en 1907 y su madre Victorina Calvo Mancho en Sena
 Como en Casa Vallés de Castilsabás, quedó  heredero del Patrimonio su hermano mayor, otro hermano  más joven, es decir Pío de Jesús, se independizó, casándose con Encarnación Almudévar  Calvo, de Fañanás, para  hacer una CUARTA  FAMILIA  de  nuevo origen Patrimonial. vLos demás hermanos o se quedaban solteros en su casa natal o se independizaban, buscando otro porvenir.
Para dar lugar a varias  Familias de los Vallés, la PRIMERA fue aquella cuyo primer miembro fue en tiempos del Rey Don Jaime II, Eximino, la SEGUNDA fue la de apellido Almudévar, que se casó varias veces con los Vallés. El primer Almudévar, cuya familia se unió con la de Vallés, años más tarde, fue  Juan Almudévar, nacido en esta Villa. Era de origen francés De estos ALMUDÉBAR el primero en 1428, fue Juan Almudévar de Sieso, con ejecutoria de Infanzón.
La TERCERA FAMILIA venía de Sena con el apellido Calvo, que consta en su  Línea con 16 matrimonios, de diversas poblaciones del Alto Aragón. Y su hija segunda Encarnación Almudévar Calvo se casó con Antonio Almudévar Vallés, nacido el 7 de Marzo de 1845, perteneciente a la  Segunda Familia. Ambos, unidos crearon la Cuarta Familia de Vallés Almudévar.
Victorina  Calvo Mancho de Sena ,nacida en Fañanás  el 25 de Marzo de 1879, contrajo Matrimonio el día 10 de Enero de 1902 con Antonio Almudévar Vallés, nacido en la  misma casa de la Plaza Mayor de  Siétamo, que un servidor.  Estos dos miembros de este Matrimonio, con su boda fueron a vivir a  Casa Mancho, en Alcalá del Obispo el día 10 de Enero de 1902.


Se estaba formando la Cuarta Famllilia de Vallés Almudévar en el Somontano, compuesta por Pío de Jesús, proveniente de Castilsabás, que se  casó con Encarnación Almudévar Calvo , nacida en Fañanás y descendiente de la Tercera familia, que provenía de Sena.
Pío de Jesús Vallés Almudévar como he  dicho nació en Castilsabás en 1879 y murió en 1926, lo que le libró del sufrimiento de su esposa y de sus hijos, sacrificados mediante fusilamiento en Fañanás.
El diez de Enero de 1902, PÍO DE JESÚS   de Castilsabás nacido este citado pueblo, el día 1 de Enero de1879 y muerto en Huesca, se casó  en ALCALÁ DEL OBISPO el 10 de Enero de 1902, con María de la Encarnación Almudévar Calvo, que era hija de Antonio Almudévar Vallés, nacido en Siétamo y muerto en Alcalá en 1907,y de Victorina Calvo Mancho, nacida en Sena, el 25 de Enero de 1879.
Con este matrimonio comienza un martirio más en esa Guerra Civil, que en toda España hizo correr la sangre  humana y más en la Provincia de Huesca. Esta Guerra sin control de autoridades con conciencia recta, produjo  un millón de muertos y la    Provincia  de Huesca, fue un reguero de sangre y de destrucción. Era una Guerra sangrienta, pues mataban las derechas a las izquierdas y éstas mataban a las derechas, dándose casos en que se fusilaba por deudas económicas, que no tenían nada que ver con las ideas políticas y muchas veces con la avaricia y con la envidia.
Yo escribí, para reconocer el comportamiento heróico y el sufrimiento del Martirio de Doña María de la Encarnación Almudévar Calvo y de su hijo de unos dieciocho años, en Fañanás, el día 30 de Agosto de 1936. Pero tuve que añadir la tragedia de JESÚS VALLÉS ALMUDÉVAR, que  tuvo que vivir, viendo como se llevaban a su madre y a su hermano a fusilarlo, quedándose sólo en aquella vida despreciada por los asesinos.
En mi artículo titulado “JESÚS VALLÉS ALMUDÉVAR Y LA GUERRA CIVIL”, expongo¨:”Con mi doble pariente, el sacerdote Jesús Vallés Almudévar, nos queríamos, nos respetábamos a nosotros y a nuestros antepasados. No me habló nunca de los sufrimientos que pasó durante la Guerra Civil, pero cuando ya le faltaba poco tiempo para unirse “in aeternum”, con su madre y con su hermano, fusilados en Fañanás ,con una crueldad salvaje, me regaló un diario personal. En él escribe lo siguiente: “ cuando lo leas, te enterarás de hechos de una época de mi vida, que no he contado a nadie”.
Peo en los ratos que escribía de su vida, se acordaba de su madre, que era “una mujer sencilla, todo corazón, abnegada y sacrificada por todos, que esperaba paz a los que estaban con ella. Hacía diez años que había muerto su marido y se había consagrado ella enteramente a nosotros sus hijos. Con una capacidad inmensa de sacrificio”.
Fueron seis los hijos que tuvieron Pío de Jesús Vallés con María de la Encarnación Almudévar Calvo, que se fueron a vivir a Alcalá del Obispo  el 10 de Enero de 1902.
La primera hija fue María de la Encarnación,nacida en Fañanás el día 2-9-1905 y murió el 19 de Abril de 1994. A esta pariente mía la concí y traté con cariño. Se quedó soltera y no tuvo hijos. De los hermanos el mayor fue Antonio, el segundo Manolo, ”hombre serio y sensato, brazo derecho de su madre y un poco padre de nosotros los pequeños”. Yo tuve la oportunidad de comprobar esta manera de ser, pues cumpliendo el Servicio Militar, me trató como a un hijo suyo y me comunicó que me habían premiado un artículo literario, que escribí en el Campamento. El tercer hermano Luis, “era lanzado e ingenuo. Con muchas ganas de vivir la vida”, mientras el cuarto hermano José, ”fue el vividor, simpático, mentiroso, zalamero, majo”. Jesús, como hermano pequeño, se describe a sí mismo “como el niño mimado, cascarrabias y nervioso,serio y tímido”.

Con mi doble pariente, el sacerdote Jesús Vallés Almudévar, nos queríamos, nos respetábamos a  nosotros  y a nuestros antepasados. No me habló nunca de los sufrimientos que pasó durante la Guerra Civil, pero cuando ya le faltaba poco tiempo para unirse “in aeternum”, con su madre y con su hermano, fusilados en Fañanás, con una crueldad salvaje, me regaló un diario personal. En él escribe lo siguiente: “cuando lo leas, te enterarás de hechos de una época de mi vida que no he contado a nadie”. Pero en los ratos en que escribía de su vida, se acordaba de su madre, que  era  ”una mujer sencilla, todo corazón, abnegada y sacrificada por todos, que regalaba paz a los que estaban con ella. Hacía diez años que había muerto su marido y se había consagrado ella enteramente a nosotros sus hijos. Con una capacidad inmensa de sacrificio”.
Fueron, además de Encarna, cinco hermanos más, el mayor Antonio, el segundo Manolo, “hombre serio y sensato, brazo derecho de su madre y un poco padre de nosotros los pequeños”. Yo tuve la oportunidad de comprobar esta manera de ser, pues cumpliendo el Servicio Militar, me trató como a un hijo suyo y me comunicó que me habían premiado un artículo literario que escribí en el Campamento. El tercer hermano Luis, era “lanzado e ingenuo. Con muchas ganas de vivir la vida,  mientras el cuarto hermano José, fue ”el vividor, desprendido, simpático, mentiroso, zalamero, majo”.   Jesús, como hermano pequeño, se describe a sí mismo “como el niño mimado, cascarrabias y nervioso, serio y tímido”.
Pasaban el invierno en Huesca, para estudiar y el verano en Fañanás, donde les “gustaba mucho estar…sobre todo los pequeños”, que gozaban de más libertad y lo pasaban muy bien. Describe la “enorme casona, con mil rincones y recovecos siempre nuevos, guardándonos alguna sorpresa”. Tenía tres pisos y en el primero estaba el despacho, el oratorio de nuestro patrono San José. “En el segundo piso estaba la gran cocina, con su hogar de amplia chimenea y enormes cadieras”, estaba la cocina llena de mesas, de tinajas y todos los cubiertos “de cobre relucientes y brillantes, los armarios contenían cazuelas y pucheros”. En el tercer piso y en el cuarto, se encontraban las habitaciones para jugar, los dormitorios, la “masadería”, espadas, sables y bastones, libros, documentos. Graneros y mirador”. “En lo alto se veía la iglesia y se escuchaba el tintineo del yunque del herrero, y un camino de la fuente, para mí, todo poesía. Y su río, el Guatizalema, para esparcimiento y refrigerio en las tardes calurosas”
Después de lo que sufrió con el fusilamiento de su madre y de su hermano, escribió lo siguiente:”Supongo que todo seguirá igual. Yo no lo he vuelto a ver. Por si acaso ha cambiado, prefiero verlo idealizado con los ojos del alma y del recuerdo”. Ya no quiso visitar el pueblo de Fañanás, aunque lo amaba y como él mismo escribe, lo idealizaba.
El 20 de Julio de 1936,  ”se masca la paz, la tranquilidad y se tienen ganas de cantar, reír y vivir”. Eran esos los antecedentes, en que su tía Encarna y su hermano José, vinieron de Huesca y no se fueron”, porque parecía que el ambiente político no estaba tranquilo: hay muchos rumores y temores. Parece que se han sublevado en algún sitio unos militares”.
El día 23 de Julio, ”la radio está todo el día en marcha. España está dividida en dos. Radio Barcelona dice: ”Todos los obreros, todos los republicanos, en pie para defender la libertad. ¡A las armas el proletariado”. En tanto el General Mola dominaba en Navarra. El día 26, “Ha venido una señora que está casada en Lascasas y dice que allí mataron al cura, primero lo desnudaron y le cortaron los testículos y después lo fusilaron”. El 29 pasando por la calle, ”El Royo” dijo que ya se había acabado el dar limosna”, que todo era de todos. Y que se acabó de que los señoritos coman sin trabajar, que todos los campos serían de la comunidad y el que no trabajara no comería. Todos reían bulliciosamente”. El 31 de Julio se escuchaba en Fañanás  un tiroteo impresionante. Estaba producido por los cañonazos que cañoneaban el pueblo cercano de Siétamo, para seguir siendo bombardeado por la aviación. Le gustaba a Jesús “oír esos pájaros  grandes que dominan el espacio”,  ”pero oír  las descargas sobre Huesca y Siétamo, pensando que mis hermanos y tanta familia y conocidos están allí, aguantando, esperando a que les hieran o les maten sin poder defenderse, sin poder hacer nada”, eso no lo podía aguantar. Entre tanto su madre “se pone a rezar, palidece y tiembla, en un sufrimiento callado e intenso”. Hace coincidir el estado del tiempo físico con la tragedia que se aproximaba, cuando dice:  ”El cielo está cubierto de pesados nubarrones de verano y empiezan a caer algunas gotas gordas”.  
El día 1 de Agosto, “no trabajaba nadie”, sino que “se pasan el día hablando y discutiendo. Cantan, ríen, gritan y juran por calles y plaza. Tienen pinta de escapados de presidio”. Al día siguiente “se dirigían hacia la iglesia. Gritaban y reían como salvajes…Se han puesto los ornamentos e iban entonando latines con cantos revolucionarios. Uno llevaba la casulla “buena” que el cura guardaba para las grandes solemnidades, la capa pluvial la llevaba uno pequeño y desgarbado que la arrastraba por el suelo”. Fue, al día siguiente, Jesús a ver la iglesia y “un grupo de mujeres lloraba, me pareció que les decía el Señor lo mismo que a las de Jerusalén: no lloréis por mí, llorad por vosotras y por vuestros hijos”.
Desde el uno de Agosto no escribió ni una línea, porque aquellos días los pasó muy mal y tenía miedo Jesús de escribir lleno de odio y ganas de venganza, ”pero estoy seguro de que eso no agradaría a mamá”. El día 23 de Agosto, llamaron con fuertes golpes a la puerta de casa Vallés y “dos milicianos preguntan por el señorito Luis….Que venga también la madre. Y la madre y el hijo Luis, como hacía ya tanto tiempo que esperaban esta llamada, sin ningún ruido, se marcharon. A Jesús le hicieron abrir todos los armarios, como aquel que busca un objeto para acusar a su madre y a su hermano, Luis, de seres peligrosos; lo llevaron a la casa donde vivían los colonos,  que lo acogieron con cariño. Constantemente “quería llorar, llorar, necesitaba llorar...El cuerpo se me quedaba también rígido. No podía doblar las piernas, ”le hacían daño esos ojos de tanto llorar.“Al anochecer del segundo día, la voz inconfundible de mi madre llamó desde el patio…Mamá me hablaba, me acariciaba, me aconsejaba…Nos separaron y mi soledad se hizo más espantosa que nunca”.El día 29 de Agosto,  ”en el escenario de la Plaza, el alguacil, llamado Juané, hizo sonar el cuerno y gritando, soltó el siguiente pregón.”De orden del Comité…hago saber…que se va a proceder…al juicio…de la Viuda de Vallés…y de su hijo…que acudan todos al granero …del obispo”. Durante el juicio los acusaron de hacer señales a los fascistas con linterna y no cesaban de escuchar emisoras del bando rival. Las linternas  las encontraron en un registro,  pero sin pilas “No había amanecido todavía, cuando fueron a por ellos” Subieron a un coche y en “un barranco, entre Bespén y Blecua se detuvieron”. Dicen que el piquete estaba formado por guardias civiles y por dos mozos del pueblo. !Dispararon!. Cayeron. Luis no se movió. Mamá intentó incorporarse, una nueva descarga se lo impidió. Después llegaban los del comité. Rociaron los cadáveres con gasolina y les prendieron fuego. De Blecua fueron unos hombres a enterrar los restos”.
Los que, parecía, habían ayudado al fusilamiento de su madre y de su hermano Luis, quisieron sacarlo de Fañanás  y lo llevaron al próximo pueblo de Ola, a una gran casa, llamada de Otal. Sus dueños estaban repartidos por el mundo para salvar sus vidas. Allí se dio cuenta de las mujeres que los oficiales traían de Barcelona y sospechaba de todo el mundo. El capitán Moreno le decía que tendría que formarse para el futuro, que tal vez debía ir a Rusia, donde estudiaría, para ayudar al gobierno comunista. El, al ver todo esto, siempre  quería volver a Fañanás y un día se subió en el caballo del cartero y llegó el día 11 de Septiembre a Fañanás. El día 13 entraron los rojos en Siétamo y enseguida se organizaron “peregrinaciones” para ver las ruinas de aquel pueblo. Y Jesús que había sufrido las pérdidas de su madre y  de su hermano, el día 20 de Septiembre, con trece años cumplidos  estuvo en Siétamo”, de donde habíamos huido sus doble parientes. “Cuando llegamos a los alrededores de Siétamo, oímos graznidos de cuervos, que levantaban el vuelo al oír nuestros pasos y volvían de nuevo al festín, después de que habíamos pasado…Había todavía cadáveres sin enterrar, tostando sus huesos ,casi mondos, al sol. Las calles estaban como un museo en día de fiesta…lo  recorrían todo, contemplando, preguntando, admirando. Se fijaba en las casas, de las que no quedaba “ni una casa entera…estaban todas comunicadas por dentro por medio de boquetes, hechos por los fascistas para no tener que salir a la calle” evitando que algún proyectil les hiriera o matara… en la iglesia en una de las capillas laterales había una fosa abierta, allí habían enterrado a un sargento de la guardia civil, que se había destacado por su coraje y valentía y del que contaban muchas cosas heróicas”. Lo desenterraron y “lo arrastraron por el pueblo, y lo quemaron en la plazoleta del Castillo, donde todavía se notaba el redondel de tierra ahumada mezcladas con las cenizas de sus restos” Recuerda Jesús  que “un enjambre de muchachos, revolvían entre los escombros, buscando cápsulas, balines, trozos de metralla”. No acabaron de recoger todo,  porque, cuando ya había acabado la Guerra, allí estaba yo con Rafael de Lasierra, buscando aquellos malditos restos. En el comité exclamó uno se los jóvenes: hay que mandar a trabajar a Jesús, que no queremos mantener vagos. Alguno pensó que podía ejercer el trabajo de enseñar a leer y a escribir a los niños. Así se hizo y Jesús vivió una temporada con ilusión, que le serviría para calmar su soledad dolorosa. El 25 de Enero de 1937, tuvo noticia de sus hermanos, por una carta llegada de Francia. La escribió Conchita y pensó:”No nos va a ir todo mal. Mamá y Luis velarán por nosotros”. El día 23 de Julio, un amigo que había ido a Barbastro, le comunicó a Jesús que su tío Blas lo quería ver pronto. Su tío Blas era el esposo de su tía Carmen, hermana de su madre. ”Ha presumido siempre de ser comunista y revolucionario”.”Cuando vivían en Villa Isabel, una tarde de domingo, estábamos mamá y yo de vista en su casa, cuando estallaron dos bombas. Mamá pensando en sus hijos, quiso marcharse enseguida a casa, pero mi tío Blas no nos dejó marchar, dijo que faltaban de explotar todavía tres, pero que no nos preocupáramos porque no intentaban más que asustar…nos acompañó mi tío a  casa, no pasó nada, pero yo quedé impresionado pensando que mi tío habría puesto las bombas o era el jefe, pues lo sabía todo. Yo lo he querido siempre, pero no puedo olvidar que si él hubiera intervenido, no hubieran matado a mamá y a Luis. No me querrá mucho cuando ha tardado un año en acordarse”. El día 23 de Agosto de 1937 escribió:”Estoy en la Montaña, en Broto, hace veinte días que llegué aquí. Al llegar a Broto conociendo a tantos tíos y tías, todos lloraban, menos Jesús, que no tenía ganas de llorar, como lloraba en Fañanás, donde nunca tuvo apetito como en Broto, donde siempre tenía hambre. El día 30 de Agosto de 1937, hizo un año que mataron a su madre y a su hermano. Es una contradicción; me parece que hace un siglo que sucedió. Y por otra parte me parece que sucedió ayer”. Por el mes de Enero de 1937,  se rumoreaba que “los fascistas” están pegando fuerte”. Sus parientes sentían necesidad de marchar de Broto. El día 29 de Enero marcharon a Villanova, que se encuentra en el valle de Benasque. Por un lado veía que los que habían asesinado a su madre y a su hermano, estaban siendo derrotados, pero por otro, le preocupaba dejar aquel ambiente, de amistades, ahora que empezaba a estar a gusto...”.En Villanova encontró libros, como “El grillo del hogar” de Dickens. El 24 de Marzo, llegó Rafael  y dijo que los “fascistas” habían “empezado una ofensiva y que empujan fuerte”. Como “no pueden detenerlos piensan ya en irse a Francia”… Efectivamente el día 26 de Marzo “Rafael se ha ido a Francia. Se han marchado dos coches llenos de jefes”. Jesús al ver estos hechos, estaba “alegre y triste a la vez. Puede que fuese mejor decir: impaciente e intranquilo”. El 29 de marzo salió Jesús a la carretera y escribió: ”Está sucísima y hay de todo…sobre todo las cunetas están de miedo, hay gallinas, conejos muertos, encajes, saquetes de almendras, guerreras, alpargatas y botas viejas… fusiles, cargadores con balas en grandes cantidades, bombas de mano”. El 9 de Abril escribía: ”El cañoneo, me parece, no sé si será sólo la ilusión, que se oye más cerca, más fuerte”. El día 15 de Abril se veían subir por  el camino, muchos soldados con la bandera que desde siempre  había representado a España”, pero enseguida vi a Plácido … y  sentí que ya se había realizado el milagro”. Decidieron que después de comer se irían a Huesca con el coche de Plácido el tío José y él “y mandaríamos un coche grande para el resto”. ”¡Qué extraño me encontraba andando solo por las calles de Huesca”. Llegó a su casa, llamó y se encontró con Encarna, una mujer buena durante muchos años, con Margarita y con la nena. Allí se enteró de que a su hermano Antonio lo mataron, ”lo cogieron prisionero y lo fusilaron,  ya al comenzar la Guerra, pero se alegraba al ver a  “la nenica que estaba preciosa. Tiene la cara redonda y el pelo todo rizado”. Ahora es una señora, con la que me encontré hace poco tiempo y me mandó, cuando murió Jesús unos libros, que guardo en Siétamo. Al final de del diario de 152 páginas, que describe desgracias e historias de los pueblo que tuvo que visitar, escribió:”Parece como si descubriese  ahora,  de verdad, la guerra y toda su huella. Hasta ahora no tenía más idea que llegar a Huesca, encontrar a mis hermanos, reanudar la vida. La guerra no había sido más que la muerte de los míos, el sufrimiento personal, la separación, la espera”. Parece que se ha olvidado de su crecimiento como hombre, pues le había cambiado hasta el tono de su voz y tal vez, lo dudo, se habría olvidado de las chicas que se enamoraron de él. Acaba el diario diciendo: ”Ahora me parece una melonada haberlo escrito y me moriría de vergüenza si lo leyese alguien. Lo guardaré bien guardado”. No contó a nadie los sufrimientos que tuvo, pero a mí, cuando ya los dos éramos mayores, me regaló su maravilloso diario,  del que si él se avergonzó, yo me lleno de satisfacción y de orgullo. Ahora me voy  a San Pedro el Viejo y me miraré al interior de su torre, en que Jesús, ya sacerdote, puso a la vista del público recuerdos religiosos de la vieja ciudad de Huesca.      
La Cuarta familia de apellidos Vallés y Almudévar, era la Casa Calvo de Fañanás y está representada esa Cuarta Familia por  MARÍA de la ENCARNACIÓN ALMUDÉVAR CALVO, originado este segundo apellido en SENA.  Ésta  fue  fusilada con su hijo Luis, que nació el 8 de Marzo de 1916   y que lo fueron  el 30 de Agosto de 1936 en la carretera que iba de Fañanás a Antillón haciéndolos  mártires, pues su muerte fue dictada por el Alcalde analfabeto de Fañanás, que no sabía distinguir nada de política. Su familia no quiso promover su canonización, pues pensaron en unirse a  Dios y  María de la Encarnación murió en este Mundo Material y desde el otro Mundo, soñaría   que se salvara su familia. Este hijo suyo y hermano de Jesús Vallés Almudévar, se llamaba Luis. Y hoy 22 de Enero de  2.017, me ha contado un Maestro de Fañanás que para hacer sufrir a su madre, fusilaron en primer lugar a su hijo Luis. El Alcalde que los mandó fusilar era analfabeto.  ¡Qué martirio sufrió Jesús, nacido en Huesca el 5 de Mayo de 1921, que todavía en su niñez, se despidió abrazándose a su madre, al lado de su hermano!. Me ha contado mi amigo, que fue  muchos años más tarde Alcalde y Maestro en Siétamo, que a María de la Encarnación, la hicieron sufrir fusilando antes que a ella, a su hijo Luis. Jesús en el pueblo de Fañanás, se quedó sólo, aunque hubo gente buena que quisieron aliviar su dolor.
Son cuatro los pasajes del Documento que estudio, desde que se conocen, los orígenes de la familia  Vallés, que mi múltiple pariente el sacerdote Jesús Vallés Almudévar, me REGALÓ, cuando el preveía próxima su muerte.
El primer Documento va narrando como en profundos años de la vida medieval del Rey Jaime II de Aragón, le concedió, al primer Eximino Vallés,  la recompensa, de esta  Historia a los  habitantes de Castilsabás, de Siétamo de Fañanás, de Alcalá del Obispo y de Sena, que es un título  de Nobleza, en premio y agradecimiento a los heróicos  diez miembros de apellido Vallés. Después del primer círculo, que exhibe el nombre del discípulo de Jaime II, Eximino Vallés, hay cuatro círculos sin ningún nombre de los mismos, que a continuación sigue los círculos con los nombres de los Vallés, hasta el de PÍO DE JESÚS VALLÉS ALMUDÉVAR.
Este Pío de Jesús Vallés Almudévar, nació en la gran casa de Castilsabás el día 1 de Enero de 1.879 y murió en Huesca en 1.926. Ya no era heredero de la muy noble y grande Casa de Castilsabás
Con este motivo desaparece Pío de Jesús Vallés Almudévar del Documento Primero al Cuarto, Casa Vallés de Castilsabás, no por sus genes, sino porque entró a formar parte del Último Documento, es decir, del que ve la sangre de su esposa y de su  hijo,   como la derramaban cruelmente,  injustamente y lejos del más sencillo sentimiento humano.
El pasar Pío de Jesús de la primera Documentación  de  ésta a otra Cuarta Documentación, tan cruel y probablemente más, a unos tiempos modernos que echaban a la humanidad a una crueldad más salvaje, ya que el Alcalde analfabeto de Fañanás, ejecutó la persecución de los revolucionarios contra la nueva familia que vivía en Huesca capital y en el pueblo de Fañanás, en Casa de VallésEn la documentación de la familia Vallés- Almudévar, asentada en Casa Vallés de Fañanás, aparece el Sacerdote  Don Jesús acompañado por esos dos apellidos. Nació éste en Huesca el día 5 de Octubre del año de 1921 y murió el 30 de Agosto de 2.004. Fue consagrado sacerdote el 25-5 de 1948.


jueves, 25 de enero de 2018

El Criticón y el Saber Reinando



El Criticón lo escribió en Huesca, Baltasar Gracián y en ella fue editado y es que este ilustre jesuita encontró en el Palacio de su amigo Lastanosa, una biblioteca en la que se percató de cómo modelar a los  héroes, a los discretos y en especial a las personas corrientes. Para ello, recopilaba aforismos o sentencias agudas y doctrinales, que le guiarían en la escritura de los modos de ser de los hombres; basta recordar El Héroe, El Discreto y más tarde, El Criticón. Pero Gracián no estudia sólo las sentencias de los filósofos y de los escritores, sino que recuerda los refranes populares y entre esas sentencias y estos refranes escribió sus obras que le han dado fama en toda Europa.
Al escribir El Criticón describe cómo las fieras en una isla criaron a un niño, al que llama Andrenio y éste salva la vida a un náufrago, al que pone por nombre Cirilo.
Un caso de esta naturaleza recuerdo que ocurrió en la India, pero aquella criatura no sólo no sabía hablar, sino que no había aprendido a usar sus piernas y sus pies en el andar, cuando éste del que escribe Baltasar Gracián, no sabía hablar,  pero cuando lo hizo, expresaba sus recuerdos y la belleza de los paisajes, de las flores y de los peces.
Estaba el náufrago Critilo temiendo, “que enfurecidas las olas, le arrebataban para estrellarse en uno de aquellos escollos”, ”cuando un gallardo joven, alargó sus brazos para recogerle en ellos, asegurándole la dicha con la vida”. Acudió Critilo a los brazos de Andrenio, repitiendo “abrazos y razones, preguntándole de su salud y fortuna, y a nada respondía el asombrado isleño”; se dio cuenta de que ignoraba todas las lenguas del mundo, en aquella isla desierta. El Padre Gracián definía esta situación, con estas bellas palabras:”Crecía en ambos a la par el deseo de saberse las fortunas y las vidas, pero advirtió el entendido náufrago que la falta de un común idioma les tiranizaba esta fruición. Es el hablar efecto grande de la racionalidad, que quien no discurre,  no conversa”. Y hay que ver con qué facilidad añade proverbios que confirman sus afirmaciones, cuando uno lee: ”habla, dijo el filósofo, para que te conozca” y anima al hombre a leer los libros de “los sabios varones, ya pasados y nos hablan cada día en sus eternos escritos, iluminando perennemente los venideros”.
Y a medida que Andrenio va perfeccionando su lenguaje, Cirilo le va explicando la luz de la razón, el concierto del Universo, la ambición humana, el sol y la luna, el cielo estrellado y escribe de la Aurora:”Mas ya los clarines de la Aurora, en canto de las aves, comenzaron a hacer suya a la segunda salida del sol, tocando a despejar estrellas y despertar flores”.
El mismo Andrenio, cuando ya sabía hablar algo, le decía  Cirilo: ”Me preguntas quien soy yo y yo deseo saberlo de ti” y Baltasar Gracián hizo aparecer en su libro El Criticón al niño Andrenio. Y en la Historia de España ha causado una gran emoción, la aparición en las pantallas, en los altavoces de los aparatos de radio y ante los ojos de los madrileños, del príncipe Felipe celebrando su boda con la también hoy Princesa Letizia. Y, como en el caso de la aparición de Andrenio y de Cirilo, según dijeron al día siguiente en la televisión, que mientras duró dicha boda, no se dejaron de escuchar en la Catedral de la Almudena los bramidos que producían las fieras  boiras de una tormenta. El Príncipe es hombre y Andrenio lo fue.
Baltasar Gracián encuentra en el niño sin madre una larga serie de grandezas y de miserias, como cuando comienza su vida con las fieras y dice: ”Lo que me lisonjearon las flores tan fragantes, me entristecieron ya marchitas”.
El Príncipe no es un personaje ignorante ni ha estado sólo y según la académica de la Historia Carmen Iglesias, leía cuando era universitario del cuarto curso de carrera de Derecho, ”los textos de diversos clásicos del siglo XVII y centraban la reflexión de aquel joven universitario”. Habiendo leído obras de sabios del siglo XVII, es lógico que tenga ya conocimiento de la obra de Gracián, El Criticón, escrita en dicho siglo.
Hay un paralelismo entre el Príncipe Felipe y los protagonistas Andremio y Critilo, pues éste  se dedicó a enseñarle a su salvador y éste no paraba de preguntarle y le contestaba:”Visto has, hasta ahora, las obras de la naturaleza y admirándolas con razón, verás de hoy adelante las del artificio, que te han de espantar”.
Pero ocurre que el príncipe con todos sus conocimientos, está más capacitado que Andrenio, para comprender lo complejo que es el mundo y son los hombres que lo habitan y es por tanto capaz de dialogar con todos, para que piensen y cambien, a veces, sus opiniones. Seguramente habrá leído o si no, podrá leer la frase de Horacio que le dijo Critilo a Andrenio:  “Critilo, medio hay en las cosas, tú no vayas por los extremos”.
Artemio y Critilo también hablaban de casamientos y en cierta ocasión ”convidábanle a un mozo que tomase esposa, y respondió: aún es temprano. Y un viejo: Ya es tarde”. Y el Príncipe ni tarde ni temprano, pero usando la libertad moderna, decidió junto con doña Letizia, que se ha convertido en Princesa de Asturias, contraer matrimonio. Su esposa es periodista, culta, sensible y gran lectora y le hace esperar un nuevo siglo, con un horizonte de porvenir para el pueblo español.
Se han ido de viaje de novios y el primer pueblo que han visitado ha sido el de Albarracín que está cerca de Belmonte, en el que nació Baltasar Gracián. Los héroes Cirilo y Andrenio estuvieron en Huesca visitando la casa del gran amigo suyo, a saber de Lastanosa, situada frente a la iglesia de los jesuitas. “En su puerta estaba un león, que le había convertido en una mansísima oveja. Por los balcones había muchas parleras, digo aves, en conversación”. Unas doncellas ensalzaban a los varones eminentes, ”señalándole a cada uno su puesto el grande apreciador de las eminencias, don Vicente de Lastanosa”.
Entre aquellas eminencias se encontraban don Martín Abarca de Bolea, que vivía en el Castillo-Palacio de Siétamo, su hija doña Ana-Francisca, que llegó a ser Abadesa del Monasterio de Casbas, que se cierra y que llegó a participar en el Certamen Literario, dedicado a la memoria de Baltasar Carlos, hijo de Felipe IV; estaban también entre los famosos el Cronista del Reino Ustarroz y Fray Jerónimo de San José. Marchó Cirilo muy satisfecho al ser felicitado “porque lo vio convertir un villano zafio en un cortesano galante”.
Como dice el Criticón en su Crisi octava, hay muchos hombres fingidos y describe un partido de un juego que entonces no existía: fútbol, diciendo:”Había un gran partido de pelota…las pelotas eran de viento, tan grandes como cabezas de hombres, que un pelotero llenaba de viento, por ojos y por oídos, dejándolas tan huecas como hinchadas…ya estaba tan alta que se perdía de vista; ya tan baja que iba rodando por los suelos entre el lodo y la basura. De esta modo la fueron peloteando, hasta que cayó en tierra reventada…y tan a su costa ganaron unos y se entretenían todos”.”Estas, dijo Andrenio…parecen cabezas de hombres”. Gracián dice en su libro que los cuadros del pintor El Bosco representaban un mundo loco, pero en la Crisi VI, del segundo tomo de El Criticón escribe sobre el Saber Reinando y discutiendo Cirilo y Andrenio, dijo éste:”Antes suelo yo decir que no hay ave más sagaz ni más política que la paloma”.”¿En qué lo fundas”, le preguntó  Critilo y éste respondió:”Como no tiene hiel, donde quiera halla cabida. No sólo no es temida como la de rapiña ni odiada como la serpiente, sino acariciada de todos, alzándose con el agrado de las gentes”, como se ha visto en los lugares que han recorrido. Y añadió palabras en cuanto a la hembra, ”pues con cuatro caricias que le hace el palomo, le obliga a partirse el trabajo de empollar y sacar hijuelos…enseñando a las mujeres bravas a saberse avenir con los maridos”.
Así parece ser la pareja principesca que tiene España y que sabrá seguir la frase de Gracián:”Así que no era otra razón de estado como la sinceridad y la mansedumbre de la paloma, y que ella es la mayor estadista”.



lunes, 22 de enero de 2018

Los discípulos de San Urbez


San Urbez (Fanlo-Huesca)

Por la Brecha de Rolando  entró  en España, San Urbez, que venía de Burdeos  a Vio, pueblo sobre el que se alza la Ermita rupestre que a él se dedicó, en la cueva Sestral.  En su interior reposaban las ovejas en tanto que él, dormía en otra covacha colateral. En esta cueva hoy está erigido el templo rupestre de San Urbez. Todavía en Vio cuentan que San Urbez estaba acogido por Casa Lardiés. A este santo se le hace una romería el día primero de Mayo. Allí acuden los habitantes del Valle de Vio, regado por los ríos Aso,  Yasa y Belló, en una zona de una belleza extraordinaria, ya que parte del monte del pueblo de Buerba, está integrado en el Valle de Ordesa y Monte Perdido. En las distintas casas en que era acogido, se daban cuenta de que aquel hombre sencillo, poseía algo sobrenatural. Entonces querían darle un trato especial y él,  que era muy humilde, se cambiaba de casa y de pueblo, marchando al fin por las tierras de Fiscal, Serrablo, por la Sierra de Guara, en la Val D´Onsera  y el Somontano de Ola.

En su marcha pastoril por el Alto Aragón, iba extendiendo el amor al Señor y a su prójimo, y así como en Ola les proporcionó el agua de la fuente, abierta con su cayado, iba liberando a sus gentes de las brujas, que adoptaban  formas de bucos o de cabrones, pero San Urbez las espantaba. Igual que esos jóvenes discípulos que han tomado como modelo a San Urbez, huyen de las drogas y de la corrupción.  Estos modernos  Discípulos de San Urbez, caminando por esas sendas viejas creadas por aquellos antiguos pastores, hacen sacrificios, retirando piedras que cada año caen y matojos que brotan en medio del camino. Pero no quieren sólo los bienes del espíritu, sino que aman la Naturaleza y practican el senderismo. Se acuerdan a diario de que San Urbez vino de Francia y quieren que España y Francia, realicen los sueños antiguos del convivir feliz, como el Paso Central de los Pirineos. Este Paso hermanaría a los habitantes de esas tierras, de los que muchos siempre fueron pastores. Es este un mundo pirenaico que se va, porque ya no van quedando  pastores,  tanto es así que el viejo pastor Enrique Satué Oliván, con el apodo o sobrenombre de Cabalero, escribió el libro  “Un viejo pastor de los Pirineos”, en el que decía  que ya tenemos individuos en posesión de muchas carreras, pero los pastores van desapareciendo, pero, como consuelo han aparecido “Los Discípulos de San Urbez”.

 El Pirineo, fue corrido y recorrido por las tropas de Carlomagno, que bautizaron muchos lugares, con el nombre de su  difunto héroe Roldán. Parece ser que San Urbez entró por la Brecha de Roldán, que separaba y unía Francia con España, pero que entonces aquella Región,  era la de los Pirineos.  Fue durante toda su vida peregrinando  por el Sobrarbe y por el Reino de Aragón. En la entrada a Huesca, se encontró, separando la Montaña de la Tierra Baja, el Salto de Roldán. Esta fue la última etapa de su peregrinación de Norte a Sur. Pasó la brecha del Salto de Rodán y según la tradición del pueblo de Ola, en ese lugar estuvo de pastor. En la Iglesia se venera a San Urbez, aunque para la Guerra Civil, quemaron su imagen, como sus compañeros, abrasaron el venerado cuerpo del Santo, allá en Nocito.   Otal de Ola, repuso en la Parroquia, al santo que servía a los espíritus y a las necesidades materiales  de los habitantes  de Ola.  Al hablarme de San Urbez, dejaban patente  la sensación de tener una gran fe en el santo, pues parecía que lo habían visto cuando  lanzaba,  contra la tierra,  su cayado de pastor y apareció una fuente de la que se han servido los vecinos de Ola y en ocasiones los que trabajaban en el Campo de Aviación de Monflorite.  En casa de mi pariente Antonio  Otal, me abrieron la puerta de la cuadra, donde se refugiaban las caballerías y en un rincón me enseñaron una losa de piedra, sobre la que el santo dormía. En los libros no pone nada de la estancia de San Urbez en Ola, pero la tradición lo asegura con firmeza. Lo único que falta es que los Discípulos de San Urbez vayan a ese pequeño pueblo a venerar y a visitar la fuente, a la que él, le dio aguas.

Ya, en aquellos tiempos había una relación amistosa entre los vecinos franceses y los del Mediodía. Se dieron nombres del guerrero Roldán a pasos  pirenaicos  a España y por España, como la Brecha de Roldán y el Salto de Roldán. Era este Salto un paso, una apertura, es decir una puerta para entrar desde la Montaña en la Tierra Plana. A aquellas aperturas se las llamaba “oscas”. San Urbez iba abriendo osquetas  en las orejas de las ovejas, para distinguirlas de otras. Por ejemplo a una oveja se le abría una osqueta en la oreja izquierda y a otra en la derecha. Pero las “oscas” o puertas enormes, las había  abierto el Señor en los pasos montañeros, como el Salto de Roldán, por el que se entraban, juntos con las aguas del río Flumen, los montañeses  en la ciudad de Osca o Huesca. Estas puertas las abría la Naturaleza, no sólo en Salto de Roldán, sino también encima del desaparecido pueblo de Salinas de Jaca, por donde pasaba Sebastián Grasa, cuando bajaba de la montaña, para asistir a la doctrina cristiana, que les daba el cura.

¡Cómo se ha olvidado la sociedad española de las comunicaciones con Francia!.  El pueblo pirenaico, sobre todo de pastores,   está  todavía soñando ver correr el ferrocarril, por la Puerta Central de los Pirineos. Es que los pastores del Pirineo convivían con sus vecinos y todavía se cumplen contratos, en que los franceses traen al Sur de los Pirineos, ganados a pastar, mientras los españoles, los lleva al Norte de los Pirineos. Quedan pocos pastores y no se sabe si volverá el hambre, pero hay unos jóvenes que se identifican con ellos y se hacen discípulos de San Urbez. Van recorriendo, parece ser que en una peregrinación para espantar a las brujas modernas, como las  que en aquellos tiempos  se aparecían a los pastores van desapareciendo. Parece ser que Satué con su libro, quiere despertar la vocación en los jóvenes para que practiquen el pastoreo.  Y coincide este sentimiento con el de muchos jóvenes que no es que quieran ser pastores, pero sienten  la necesidad de conservar su mundo espiritual,  divirtiéndose  en los caminos de los pueblos y ermitas.

 Efectivamente hay personas jóvenes que quieren imitar y conocer al antiguo pastor San Urbez y en este mes de Abril,  han recorrido en romería, desde la Ermita rupestre de Fanlo, quedándose a dormir en el pueblo de Buerba, hasta la también casi rústica Ermita de la Val d´Onsera, para aparecer a las cinco de la tarde, en la iglesia de San Pedro de Huesca. Ya iban preparando su peregrinación desde hacía varios días, pues me comunicó mi hijo Ignacio, que con sus otros compañeros, sobre sus costillas habían llevado leña a la Ermita de la Val D´Ònsera, para dormir y secar sus ropas mojadas en la Alta Montaña. Así pudieron aparecer secos y limpios apoyados en sus largas varas, en la que a mi hijo, le habían tallado un porrón, recuerdo del que su abuelo don Manuel Almudévar, le estrelló tirándolo por el balcón, porqué de niño, de un modo inconsciente se había emborrachado con sus cinco años. Parecían pastores, con sus boinas puestas, sus chalecos, los pantalones de pana y un color que les había pegado en su piel, la Naturaleza y con sus sonrisas limpias por el recuerdo que San Urbez les había dado en toda la Montaña y Somontano.

Tiene una explicación el acabar su peregrinación en este templo de San Pedro el Viejo de Huesca,  porque en él se guardan recuerdos de San Urbez de Nocito y cuya Cofradía tiene en Huesca su centro.

¡Como se va notando la identificación de los peregrinos con su venerado San Urbez!, porque mirándolos van vestidos de antiguos pastores, y vienen a rezarle a la Iglesia de San Pedro. Pero no sólo era pastor San Urbez, sino que era el remedio de la falta de agua en las tierras del Alto Aragón. San Urbez demostró el día y la hora, a saber las cinco de la tarde, en punto, que ha sido el que ha influido ante el Señor, en la donación a la tierra del agua de lluvia fecundante. Aparecieron  puntualmente, como tenían anunciado, los discípulos de San Urbez, en la Plaza de San Pedro y nada más pisar dicha Plaza, se oyó en el cielo un sonido de truenos, que hacía días no habíamos  escuchado y a continuación, cayeron seis litros de agua de lluvia fecundante, que algunos contemplaron dentro del Claustro, donde yacen Ramiro el Monje y Alfonso el Batallador. Antecedentes de esta lluvia ”milagrosa”, me los contó Segundo Nasarre, que me dijo, no acordarse exactamente del año ,en que ocurrió, lo que así me contó: el año 1944,en el Somontano reinaba tal “sequero”, que no podían abrevar los ganados de ovejas ni siquiera las caballerías. En el mes de Julio no podían plantar en los huertos”. Se pusieron de acuerdo en convocar unas rogativas a San Urbez. Entonces “empezaron a venir vecinos de Bentué, de Used,  de Bara, de Angüés, de Rodellar y de Bierge. Estaba el cielo raso, pero aparecieron en la punta de Guara ”as boiretas llovederas” y empezó a llover de tal forma, que muchos se tuvieron que quedar a dormir en Nocito”. Yo escribí que en el sermón pronunciado por Jabierre, “con una expresión abierta,  explicaba que era posible que San Urbez hiciera milagros y beneficiara el trabajo en la tierra de toda aquella multitud de montañeses y somontaneses, que allí habían acudido a pedir agua”.

Hemos visto como San Urbez, llegó a la cueva de Sestral. La capital del ayuntamiento se encuentra en Fanlo, encima está Buarba y más arriba se encuentra Vio y sobre este pueblo se está la Ermita rupestre de San Urbez. A este santo se le hace una romería el uno de Mayo. En Buerba durmieron los Discípulos de San Urbez, al lado del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. No sólo pueden visitar a San Urbez los múltiples turistas que por allí acuden, pero podrían imitar a “Los Discípulos de San Urbez”, visitando los lugares de Fiscal y del Serrablo, en los que San Urbez, pastoreó las ovejas y dio luz a sus habitantes. A la ciudad de Huesca nos queda ir a rezarle al Santo al pequeño pueblo de Ola y acabar nuestra gira por la ruta de San Urbez, en San Pedro el Viejo, donde uno se encuentra a numerosos cofrades de este Santo.  

sábado, 20 de enero de 2018

El hijo de Castilla la Nueva o de La Mancha



Nació este grueso señor en Torre Nueva, donde comenzó a convivir con tres mil quinientos Quijotes manchegos. Es La Mancha una tierra en la que abundan el pan, el vino y el tocino. 
“Hay turistas que recorren La Mancha Quijotesca y exclaman: “¡No te alborotes porque vas a la Tierra  de  los  Quijotes!. Claro está que no son solamente los Quijotes los que recorren La Mancha, sino que abundan los que aspiran a ser sus colaboradores,  es decir los Sancho Panza.
El señor Berna, participa del temperamento del Quijote, idealista, ingenioso, amigo de la Humanidad, un tanto con el cerebro perdido y que tiene como misión “ Desfacer en ensueños”, para  reírse de la vida, a los Quijotes y a los Sanchos y contemplar con placer  a los numerosos Sancho Panzas, en la calle, en los Bares y en sus conversaciones amistosas y turísticas.
¡Parece una sorpresa este cambio de palabras y de sentimientos con los vecinos aragoneses, pero éstos le informan de la estancia  de  Don Quijote y de Sancho Panza, por las orillas del río Ebro!.
Por eso,  que aquí en el  Bar, no acaba de  sonreír e incluso de reírse con los aragoneses de las circunstancias de la vida y del gran humos, que no se pierde, sino que nos acompaña eternamente.
¡Qué caso tan extraño y tan bello, ver a un Manchego, compañero de mesa en un Bar y conversar y reírse, continuamente los manchegos con los aragoneses!.   

domingo, 14 de enero de 2018

El simpático colombiano, en un Bar


Hoy Domingo 14 de Enero del año 2.018, he entrado en el Bar de la Estación de Ferrocarril de Huesca. Yo, cuando voy a dicho Bar a tomar un “cortado”, me miro a las vías de ferrocarril, que se observan desde dicho Bar, a través de unas pantallas grandes de cristal transparente. ¿Qué es lo que en ellas veo?. A veces nada, sino un vacío de viajeros que no circulan por el Mundo. Otras veces, veo a señoras y señores ancianos, que unas veces van, y otras vienen, impulsadas por las grandes Máquinas del Tren, a Huesca o a sus residencias en los cercanos pueblos. Van y vienen, desde sus pueblos en los que nacieron, a la capital de Huesca, a comprar alimentos para prolongar sus vidas.
Pero otras veces observo viajeros extranjeros, que vienen a España a tratar de encontrar trabajo. Hay viajeros de color blanco, moreno, cobrizo, pero todos ellos vienen con un espíritu blanco, llenos de bondad.
En el mostrador del Bar, está sirviendo el colombiano Andrés, de una piel de un color blanco perfecto, no sólo de su piel, sino también de su espíritu y de su voz. Atiende a los clientes con una extraordinaria amabilidad, una sonrisa eterna y una voz de un sonido suramericano, que me da un enorme gozo escucharla con mis oídos.

¡ Andrés, que seas muy feliz, como muestras con tu figura, con tu amabilidad y con tu eterna sonrisa!. 

sábado, 13 de enero de 2018

El Saso Somontanés, encima de Huesca

Hay muchos Sasos en la provincia de Huesca, pero aquel del que se encuentra un espacio en el Monte de Siétamo, y otros al lado de Loporzano, de Tierz, de Monflorite, de Ola, de Alcalá del Obispo y de Argavieso, lo conozco bastante bien. Todos los días que subo desde Huesca a Siétamo, al pasar el río Flumen, empiezo a salir de la Fondura  u Hoya de Huesca y a subir por la carretera N-240, dejando el vértice Norte del Saso del Somontano, que mira fijamente a la Sierra de Guara y tiene, sobre  ella, erguida una Cruz, que recuerda la Guerra Civil de 1936.  Este Saso que mira fijamente a la Sierra es una Meseta, que por su extremo Norte, y desde lo alto, con su Cruz,  empieza con su punta sobre el trayecto carretero, con su mirada lanzada al  Pirineo, y con su Cruz, se mira fijamente al viejo y  derruido  Monasterio de Montearagón. Ese extremo Norte del Saso, desde el que se otea o mira al horizonte, comienza  en el  Monte de Loporzano, sigue por el de Tierz, luego  por Siétamo, luego por Ola y después por Alcalá del Obispo y Argavieso. Es este Saso o meseta,  una llanura con  algunas elevaciones en lo más alto,  está apoyándose sobre unas márgenes, más elevadas hacia el Oeste, que bajan hasta  Tierz  y no tan altas en Loporzano,  Siétamo, Ola, Alcalá y Argavieso.
Tierz se encuentra a 467 metros de altura y Ola, al otro lado está a 511 metros y en medio se encuentra la meseta del Saso, con más altura, alcanzando en la Cruz que mira a la Sierra, unos 584 y apoyada entre Tierz, Siétamo, Alcalá del Obispo y Ola.
Los Algares de Loporzano o Sietamo.

Este Saso es una gran llanura, con un manantial que  baja de la parte  de Siétamo, pero San Urbez,   lanzando su vara de pastor en Ola, la clavó en la tierra e hizo que  brotara una fuerte fuente de agua, que se llama Fuente de Valmayor. 

Edificio construido para conducir el agua al aeropuerto de Monflorite.

Fuente de Valmayor.

Ammonite encontrado cerca de la fuente del Señorio de Valmayor.


 Se subía desde Ola por un  camino,  que usaban los peregrinos  para ir a Santiago de Compostela, y por ella  subían   hasta el Saso   del monte de Siétamo. En el camino recogerían o beberían agua muy fresca y agradable, para seguir su marcha.
Como lo hicieron en la fuente arabe, de Ola aqui representada. 
En el Saso de Siétamo, al lado mismo de su  límite con Ola,  un vecino de Alcalá del Obispo de apellido Malo, levantó, hace poco tiempo,   una Granja de cerdos.
Yo he visto el agua correr por una acequia al lado de ese camino, pero no puedo dar un mapa, que indique exactamente su curso, pero bajando hacia Ola se notan pedazos de tierra, que están  empapados de agua. Un día, en Ola, me contó Ferrando, nacido en tal pueblo, y nieto de un abuelo de Siétamo de Casa Sipán, que en cierta ocasión llegó a Ola, una pareja de peregrinos de la parte oriental de la provincia de Huesca, y les ayudó, pero aquellos peregrinos iban con tanta fe, que se comieron un melón y bebieron un trago de agua  y se despidieron  de él,  prometiendo  rezar al Apóstol, cuando llegaran a Santiago de Compostela.
Cuando se encontraron esos romeros de la parte oriental de la provincia de Huesca, en la Vía Romana, ya en el Saso del Monte de Siétamo, con el granjero de Alcalá del Obispo, éste me dijo que se sintió obligado a darles alimentos de los  que había traído para él y de postre les obsequió con higos, que habían cogido en una higuera. Los de Siétamo estábamos muy lejos de la vía de peregrinación, que subiendo por Ola, pasa por el Saso, y yo no sabía que por él pasaban los peregrinos que van a Santiago de Compostela. En tanto los de Ola, estaban muy alegres de ver y hablar con los peregrinos, que subían al Saso.
Muy pocas construcciones había en aquel Saso, grande y con muchas plantas, porque en el Saso de mi familia, había y todavía está presente una carrasca gigantesca, a la que respetábamos. Con la Concentración Parcelaria ha cambiado de propietario la finca del Saso y su carrasca. 

 Aquella granja de mi amigo de Alcalá, dio nueva vida a un camino que va a Compostela y cuando yo subía a ver la carrasca, hablaba, con tal granjero. Me impresionó la Granja construida en aquel espacio del Saso, al que subíamos  desde la carretera N-240, saliendo a la carretera secundaria, que conduce a Alcalá del Obispo, y casi al principio de ella, subíamos por un camino de tierra,  amplio y recto, que sube directo al Saso de Siétamo y se encuentra uno con la Granja del granjero de Alcalá. Es un camino recto y amplio y lo cruza  el río Botellac o Botella y a continuación  lo hace  el camino que va desde Loporzano a Ola,  y desde él,  subíamos al Saso de  Siétamo por un buen camino.  También se alcanzaba el Saso, pasando por el empalme entre la carretera que baja a Alcalá del Obispo hasta el mismo pueblo de Ola,  ya que desde este pueblo también se sube hasta el Saso del monte de Siétamo. Cuando subes  a esta granja  desde Ola o bajas desde ella al citado lugar, hay agua de no mucho volumen, que a veces empapa trozos de tierra de labor.  Por un lado de este camino, baja agua del manantial hasta Ola.  Hace ya muchos años el agua buscada y hallada por San Urbez, no era la que bajaba justamente desde el Saso de Siétamo, sino la que mana más abajo en el Término de  Valmayor de Ola.  Allí he bebido agua fresca con Fernando Catevilla de Ola y hemos contemplado la Fuente de San Urbez, rodeada de diversos árboles y yerbas acuofilas, que ocupan toda la balsa, que en otros tiempos se usaba para guardar agua. Todo este ambiente está  acompañado por una hermosa Casa, que fabricaron, los Aviadores de Monflorite, para regular el agua que allí mana con abundancia y mandar al Campo de Aviación de Monflorite,  la necesaria. Sirvió agua a Ola y al Campo de Aviación de Monflorite, que se encuentra realmente en el Saso, en su Monte de Alcalá del Obispo. Es un agua fresca y agradable, que hemos bebido con Fernando el día 17  de Julio del  año 2016. Ahora suministra el agua no a Ola ni al Campo de Monflorite, si no que la despacha  al Barranco o río Botellac o Botella, en tanto otros lo llaman Pietaconera. Este barranco tiene dos trayectos, uno por el que todavía corre el agua y otro que permanece seco. Mi padre me explicó que hace ya muchos años, una gran tormenta convirtió un cauce del barranco en dos. Al nuevamente originado,  dice Fernando Cativilla que lo conocen como Barranco Segundo.
El Campo de Aviación de Monflorite se encuentra también en el Saso. Porque el Campo de Aviación de Monflorite, en Alcalá del Obispo, empezó a romper la soledad del Saso. Han pasado diversas crisis, pero  las va superando. Allí se han abierto Escuelas de Vuelos sin Motor y en su dirección ha habido notables aviadores. Cierto año, acudí al Campo de Aviación de Monflorite a vacunar un perro,  que era propiedad del Director del Campo. ¡Qué memoria la mía , que no recuerdo el nombre de tal señor, que andaba por la tierra, pero volaba por el aire!. Una vez vacunado su perro, el caballero sobre la tierra, convertido en un ave  o más bien en Piloto del Aire, me invitó a volar con él en un aeroplano, y yo quedé entusiasmado de su elevada generosidad, pero mi ánimo no pudo aceptarla, porque, sencillamente, me daba miedo subir en un ”caballo aéreo”. Este Saso, casi siempre desierto desde los años 700, está lleno de gentes que acuden a volar, incluso chinos,  que han estudiado en su Campo de Aviación.
¡Qué diferencia se da en este Saso, entre su desértica población y la actividad terrena y aérea entre esta parte del Saso, organizada por los aviadores y el Saso que está poblado por enormes carrascas, como la que ha vivido muchos cientos de años en la parte del Saso , que en otros tiempos perteneció a mi familia!.
Después de la invasión y expulsión de los  musulmanes “cubrieron la propiedad de la tierras, entre otros Martín Pérez, al que en el año 1287, Alfonso III de Aragón, le obligó a restituir el pueblo de Ola a Pedro Ladrón de Bidaurre. En el siglo XVI era las tierras de Carlos Heredia. En 1610 era el lugar de Martín Bolea. En 1641 se hizo el “Compromis y amojonación de la Alera de Loporzano y Sietamo”, que ya estaban ocupadas por sus vecinos y alcanzaron con dicho “Compromis” una situación legal.  En  aquellos viejos tiempos ni Siétamo ni Loporzano tenían parte en el Saso, como se ve en El Señorío, al que todavía llaman Señorío de Ola, que es un histórico miembro de dicho Saso, que en 1785, parte del Saso de Ola era un señorío secular.  Queda algún resto de una aldea en el Saso de Loporzano, que Fernando llama  O Cuarté, pero todo este Saso debe de hacer muchos siglos que desapareció, debido a pestes infecciosas. El pueblo que gobernó en tiempo de los romanos y que llamaban Plan de Quinto, formaba parte de la Vía Romana, que iba desde Huesca a Alquézar y estaba dominado por el Imperio Romano, y en su tiempo de dominio, su población se hizo cristiana.  También quedan restos del  pueblo romano de Quinto, cuyo solar se encuentra frente a dicho Saso y al lado de la carretera N-240. Tiene el nombre romano de Quinto por disponer desde la conquista romana  de una señal, muy bien labrada en piedra, es decir una V mayúscula, que como  número romano equivale a cinco. Quinto es el nombre de un miliar o milla romana, como Tierz   lo es del Tercer miliar y Siétamo del Séptimo. Yo  encontré ese cinco de piedra y de forma latina, pero mi excesiva vergüenza, no me lo dejó llevar, y a los pocos días, desapareció. También apareció un espacio muy pequeño de mosaico, formado con teselas. Yo conservo un número muy escaso de ellas, que me hará recordar, mientras viva, al pueblo romano de Quinto.  Al lado de la carretera  N-240 y de la Vía Romana que conduce a Alquézar, se encuentra una  colina, que no muestra nada a la vista del viajero, donde se alzaban los edificios de Quinto, pero allí estaba la V, que indicaba la quinta unidad de distancia, entre Huesca y Alquézar. Además recogí unas pocas teselas. Al lado de la Via Romana, se encontraba el Pueblo de Quinto y la distancia entre él y Sexto, era de una milla o un miliar; esa distancia entre uno y otro miliar era de 1.480 metros actuales. Esos miliares indicaban, aparte de la distancia entre dos distintas estaciones de la Vía Romana, el nombre de los postes, mojones o columnas, que marcaban las distancias, entre las antiguas Vías Romanas. En el Sexto miliar, recuerdo que había una casa y ahora es simplemente una ruina. Sus dueños vivían en Madrid, después de la Guerra Civil. Eran dos personas, marido y mujer, elegantes y han muerto los dos.Cuando venían a Siétamo, vivían en Casa de Martinico.  En el occidente del Imperio Romano, los últimos miliarios, se colocaron en nombre de los Emperadores Teodosio I, Honorio y Arcadio. Paralela a la carretera N 240, discurre la Vía Romana, que no sé, si desaparecerá, cuando acaben de hacer la Autovía desde Siétamo a Huesca.
Este pueblo de Quinto, tenía relación con el oculto monasterio, levantado unos años antes del ochocientos, continuación del eremitorio, que habitó   San Martín de la Val D´Onsera, entre los años de 702 a 802, durante varias temporadas.  San Urbez que vivió varios años en dicho lugar, pero no en un monasterio, pues era un eremita, que practicaba  esa forma piadosa de servir al Señor en  la ermita y más tarde fue  monje de varios Monasterios. Y con esta vida de santo, era ya sacerdote. Con este trabajo de cuidar ovejas, San Urbez tendría  el cuidado de hacerse pastor en el pueblo de Ola, que se encuentra a escaso pasos.
Iglesia de San Urbez de Nocito.

Había una dependencia entre Quinto y San Martín de la Val D‘Onsera, muy próximo a Ola,  porque Quinto   estaba habitado por cristianos. A continuación de su construcción en el siglo XII, estuvo convertido en Monasterio, pero más tarde, no sé la fecha, se acogieron mujeres viudas de los habitantes que morían en Quinto, a las que iban cuidando. Estos envejecían y morían por enfermedades infecciosas y sus mujeres eran acogidas en San Martín de la Val D´Onsera  por monjas. Más tarde, sin saber la fecha, fue atendido el monasterio por un ermitaño, luego olvidado y saqueado en la Guerra Civil. ¡Cómo va desapareciendo el eremitorio,  luego Monasterio de San Martín de Val D`Onsera y el pueblo de Quinto, que era un lugar donde estaba la V, que señalaba su distancia a Huesca de cinco teselas!. Ahora,  cuando abran la Autovia, ¿por dónde pasará?, no  sabemos los usuarios de la carretera N-240, si hará desaparecer la Colina, donde se asentaba el pueblo de Quinto.
Antiguas teselas del pueblo de Quinto en la Vía romana.
En el Saso de Siétamo, hasta que levantaron la Granja los hermanos Malo, de Alcalá del Obispo no había ninguna casa habitada aunque más hacia el Oeste hay una vieja Paridera de ovejas,  deshabitada y te impresionaba su soledad. Había subido multitud de veces a ver la gigantesca carrasca que se elevaba en nuestro Saso y nunca había encontrado ningún edificio, pero ahora hay a veces, ocasiones de hablar con algún vecino de Alcalá,  que cuida la Granja. Como acabo de decir, hay más hacia el Oeste una Paridera de Montori de Tierz, en la que cría corderos  una persona que pasa las horas en la soledad del Saso y que se llama Grasa de apellido. Un día acudió a Siétamo un musulmán, que vivía en Huesca y buscaba un cordero para sacrificarlo para su fiesta pascual. Lo acompañé a la paridera de Grasa a comprarse un cordero y me pareció recordar cuando los moros vivían en Ola y subían al Saso. Esta Paridera de Montori, se encuentra en el Saso de Siétamo, junto al los Sasos Bajo y Alto de Loporzano. Se vuelve al Saso de Loporzano, por donde sale un camino, que tiene ya trozos labrados y se lanzaba hacia Bellestar, que está debajo de Tierz, en plena Hoya de Huesca. Benedé bajó con un tractor y su remolque por aquel camino tan inclinado, bajando la pala para evitar una caída peligrosa. Ahora ese camino tan difícil, lo han hecho desaparecer.
¿Cuántos hechos habrán ocurrido a lo largo de los siglos en este Saso de Siétamo?. No lo sé, pero me acuerdo del señor Escartín, que ha muerto cerca de los cien años de edad y que conocía el Saso de Siétamo. Cuando iba a trabajar en bicicleta a Huesca desde Siétamo, madrugaba mucho y en la carretera N-240, subía al Saso, preparaba unos cepos para cazar perdices o conejos y después,  llegaba a Huesca a cumplir su horario de trabajo. Cuando volvía, subía de nuevo al Saso y se llevaba a su casa, las piezas de caza que habían  caído en los cepos.
Pero, ¿cuántos años pasaron desde que mi amigo Escartín cazaba en el Saso y aquellos en que San Urbez, cuidaba el ganado lanar de Ola, en aquella meseta?.  Pues creo que no sería decir ninguna exageración  que desde el día de hoy del año 2016 hasta el año en que nació San Urbez, el 702, han pasado 1384 años. En ningún libro de la  Vida de San Urbez, he leído las obras que este Santo, realizó en Ola y en el monte inmediato de Siétamo, pero en casa de mis parientes de Otal de Ola, siendo la fiesta Mayor del pueblo, hace ya muchos años, vi en la iglesia una estatua de San Urbez. Iba en alguna ocasión a celebrar las Fiestas de Ola, donde me llevaba mi buen padre y en la iglesia me fijé en una pequeña estatua de San Urbez, en un rellano de un altar. Le pregunté a mi padre que por qué razón veneraban en el pueblo de Ola a San Urbez y entonces él y mis tíos, dueños de Casa Otal, me contaron, que San Urbez era sacerdote o Pastor de almas,  pero también pastor de ovejas. Vivió San Urbez cien años y fue cambiando de residencia en la Montaña, pasando a morir en Nocito, pero antes dirigió el edificio de San Martín de la Val D´Onsera. Vamos a ver como no resulta extraño que San Urbez viviera cierto tiempo en Ola, pues casi en la base del Saso, en el camino que iba desde Loporzano a este pueblo y ahora cerca de la carretera N-240 y antes de la Cabañera, antes Vía Pública, desde Huesca a Alquézar, dividida en miliares, como Tierz, Quinto, Sexto y Siétamo y que ahora pasa  casi al lado del Pueblo desaparecido de Quinto, Y desde Quinto llevaron mujeres viudas a vivir a San Martín de la Val D´Onsera. Val D´Onsera, en plena Montaña, está muy cerca de Quinto, ya en la llanura, y al otro lado de la Vía Romana y ahora de la Carretera N-240, desde Quinto se subía inmediatamente al Saso, donde San Urbez  eremita- monje de este convento –monasterio, estuvo cuidando las ovejas. No se sabe en qué período de su vida estuvo San Urbez en Ola,  pues hay que adivinar en qué fecha exacta, pero antes del año de 802,  estuvo en este pueblo.  Los moros entraron en España en el año de 711; ¿estaban ya en Ola o no habían llegado con todo su poder, cuando San Urbez estaba en dicho pueblo?.  No es extraño que estuviese San Urbez en Ola,  que se encuentra muy cerca de San Martín de la Val D´Onsera, subiendo al Saso, en que pastoreaba el Santo. Ola, el año de 1104, tenía once fuegos y todos eran musulmanes. ¿Cómo se pasa de la época en que vivió San Urbez a la que volvieron los cristianos, que han conservado con tanta fe la vida del Santo?. Hasta la Expulsión de los moriscos, aquel Saso debía de ser un espacio para el pastoreo, pues  todavía se ven el corral de Isa, la paridera de Montori, el corral de Hilario, casa Coscojuela, etc. ¡Cuántos pastores con sus ovejas, han debido pasar por el Saso, a través de los siglos, unos cristianos y otros musulmanes, que fueron echados cuando la expulsión de España de los moriscos, del año de 1609!.
Pero en casa de Otal de Ola, en una antigua cuadra, se conserva una piedra rectangular, en la que dicen que dormía San Urbez, sobre pieles de oveja depositados encima de la piedra y otras pieles, que tapaban al santo. ¿Cómo se ha conservado tantos siglos en ese lugar, inspirando el respeto al Santo, como lo tuvo Don Antonio Otal, que al acabar la Guerra Civil, depositó en la iglesia parroquial de Ola, una figura de San Urbez, ya que la antigua la habían destrozado los que ocuparon Ola, para la Guerra Civil?. Hace muy poco tiempo, su hijo José María se mostró preocupado para conservar ese duro lecho, en que descansaba el Santo, porque me dijo que la piedra, que hacía de cama a San Urbez, se estaba estropeando.
La primera mención que se hizo de Ola fue en el año de 1104, en la Concordia que hicieron el obispo de Huesca y el Abad de Montearagón (según Ubieto Arteta en el Cartulario de Montearagón). Ola parece un satélite del Monasterio de Montearagón,  que parece que están eternamente  mirándose.
Montearagon.
Después de la invasión de los musulmanes, como he dicho anteriormente, que cubrieron la propiedad de la tierra, entre otros Martín Pérez, al que en el año de 1287, Alfonso III de Aragón, le obligó a restituir el pueblo de Ola a Pedro Ladrón de Bidaurre. En el siglo XVI eran las tierras de Carlos Heredia, según dice Durán (Canónigo de la Catedral de Huesca y gran historiador). En 1610 era el lugar de Martín Bolea. El 20 de Abril de 1334, Beatriz de Lauria entregó Ola a Teresa Jiménez y Gombaldo de Tramacet a cambio de Ibi,en Valencia. El 20 de septiembre de 1388, Juan I de Aragón vendió a Bernardo Galcerán de Pinós, la Honor de Blecua, con su lugar de OLA,  según dice Durán.  Todo esto ya no lo recordamos los ciudadanos actuales, pero todavía se sabe que hay un término llamado del Señorío, que está en el mapa y que recuerda a Ola en tiempos  pasados. Por la parte Norte el Saso de  Ola,  limita con el Saso de Siétamo, donde se encuentra la Granja de cerdos, de un vecino de Alcalá del Obispo. Por el Señorío corre el barrando que nace en Valmayor y repartía agua entre Ola con sus huertos y suministraba de agua al Campo de Aviación de Monflorite.
En 1641, se hizo “El Compromís y Amojonación de la alera de Loprzano y Siétamo”, cuando ya en el año de 1609, se dio la orden de expulsar a  los moriscos de Ola.   Once eran las familias moras que vivían en Ola y allí tuvieron que dejar el pozo de arquitectura árabe. Después tuvieron dificultades los oscenses de encontrar pobladores cristianos, pero los trajeron de la Montaña. Y allí están los Otal, los Guarga, Catevilla, los Escabosa, etc., que sustituyeron a los moros. En 1613 expulsaron a los moros de Ola y aunque todavía no habían venido los cristianos, que tenían que venir, hasta MIL SEISCIENTOS CUARENTA Y UNO, no se hizo “EL COMPROMIS, Y AMOJONACIÓN DE LA ALERA  DE LOPORZANO”. Cuando en el año de 1641, se redactó dicho documento, los habitantes de Siétamo y de Loporzano, ya habían distribuido las fincas del Saso, pues los Notarios redactaron la  “Mojonación de los términos de Loporzano y Siétamo, que abuegan con Olivito”, para legalizarla. Este documento estaba en mi casa y estando en Siétamo, los Trisán de Fañanás, para la Guerra Civil, cuando mi familia tuvo que huir de Siétamo, estuvieron haciendo la Guerra en Siétamo y vieron toda la Casa Almudévar, solitaria y se preguntaron, ¿que podríamos rescatar a los Almudévar?. El recuerdo de los Trisán de Fañanás,  me hace recordar a mi pariente   de apellido Almudévar y viuda de Vallés, y a su hijo de escasos quince años, que por aquellos días, hizo fusilar el alcalde analfabeto del pueblo. Los Trisán, como personas inteligentes, metieron en un saco todos los papeles antiguos que encontraron y los llevaron a Huesca a la Farmacia de Llanas, parientes nuestros. Así,  gracias a los Trisán de Fañanás, se rescató este documento, que está escrito, con su fecha de redacción de la siguiente forma: “ IN DEI NOMINE AMEN, manifiesto sea a todos que en el año contado del nascimiento  de nuestro Señor Jesucristo de MIL SEISCIENTOS QUARENTA Y UNO, día es a saber que se contaba a Diez y Seis del mes de Junio en los términos de la Villa de Sietamo y Lugar de Loporzano ante la presencia de nosotros Juan Crisostomo de  Canales y  Pedro Vicente Malo, Notarios de número de La Ciudad de Huesca y de los testigos abajo nombrados. Comparecieron y fueron personalmente Constituydos Pedro de Bal Banzo, Gobernador de la Villa, Baronía de Sietamo, domiciliado en dicha Villa, nombrado por la Iltsma.  Sra. Doña ANNA Pérez de Almazán y Heredia, viuda del Excelentísimo Señor DON MARTÍN ABARCA de BOLEA y CASTRO, MARQUESA DE TORRES (de Montes), domiciliada en la Villa de Madrid, Pedro Sipán, Justicia, Jaime Albero Jurado, Antonio Viñuales, Domingo  Linés, Juan de Alexandre, Juan Benedé, Martín Cabellut, Juan Foncillas y Pedro Linés Gobernador                  Jurado y vecinos de dicha Villa de Siétamo”.
“De otra parte los vecinos de Loporzano: Juan Bautista López, Jurado, Juan Franco , Martín de Seral, Martín Blasco, Pedro Monclús, Juan Barreal y Pedro Irazábal, Jurado y vecinos de dicho lugar de Loporzano y los Notarios en presencia de dichos testigos, dijeron que por  cuanto de común acuerdo, consentimiento, voluntad de dichas partes, debían conservar perpetua vecindad y concordia entre las dichas partes, han reconocido los términos comúnmente llamados de Olivito, que está incorporado en los términos de dicha Villa de Siétamo y Plan de Quinto que está incorporado ( a Loporzano) y para que cada uno de los dichos concejos y más entidades de la dicha  Villa de Siétamo y lugar de Loporzano, presentes, absentes,  advenideros, perpetuamente conozcan la parte de dichos Téminos y las aleras (mojones),  que cada uno de aquellos tiene en aquella mejorada vía, modo , forma, manera que de fuera dicho Vedado, hacerlo podrán y debían, para reconocer y amojonar en dichos términos y aleras que en aquellas hicieron y señalaron buegas”.
“Primeramente, desde la buega que divide los Términos de Loporzano Bandaliés (Puyal ) y el Término llamado Olivito, incorporado en los Términos de dicha villa de Sietamo, junto al Puyal del Vedado de dicho Lugar de Loporzano, (en este lugar al lado del Puyal del Vedado en Loporzano”.  Ittem, desde la buega que divide dichos Términos, (divide los términos de Bandaliés, Loporzano y Siétamo, donde hay un Tozaler) otra buega que confronta con campo de Martín de Ciprés, del dicho Lugar de Loporzano, y con campo vulgarmente llamado de Don Pedro de Castro. Ittem Desde dicha Buega , otra buega que está en medio del Barranco (río Botella), que divide dichos términos y confronta con términos comunes de Olivito y  Loporzano. Ittem. Desde dicha buega  o la buega al lado del Barranco que conjunta con dicho Barranco y con camino que va a Angüés.  Ittem,  desde dicha buega, otra buega que confronta con el Campo del Concejo de dicha villa de Siétamo (que hoy está cambiado por la Concentración Parcelaria, por la Costera), y con campo de Pedro Irazabal de Loporzano. Ittem, desde dicha buega , otra buega a las Peñas de Algar que conjunta los campos de los Concejos de Siétamo y Loporzano.  Ittem, desde dicha buega, otra buega en dicho Saso de dichos términos de Olivito y Loporzano y confronta con aquellos. Ittem, desde dicha buega otra buega en dicho Saso, que conjunta con dicho Saso de Olivito y con campo de Benedet de Loporzano y con campo de Benedet de Sietamo.( Hoy ya no es de Benedet y en ella se encuentra señales que indican la propiedad de Siétamo, allado de la de Loporzano). Ittem desde dicha buega otra buega en dicho Saso que confronta con campo de Juan Franco  de Loporzano y con término de dicho monte de Olivito”.
Sigue el documento citando todas las buegas o mojones que separan los términos de Siétamo y de Loporzano, pero es interesante el recordar y el aclarar otros mojones que se va citando a continuación. Por ejemplo.”Ittem desde dicha buega otra buega al lado del Barranco, y con camino que va a Angüés. Ittem desde dicha buega otra buega que conjunta con Campo del Concejo de Siétamo y con Pedro Irazábal de Loporzano. Ittem desde dicha buega otra buega a las “Peñas de Algar” que conjunta con los campos de los Concejos de Siétamo y de Loporzano”.
Paso a otras buegas o mojones, como la siguiente:”Ittem desde dicha buega otra buega que confronta con dichos términos y con carretera que baja de Loporzano a la Tierra Llana. Ittem, desde dicho lugar, otra buega al lado de dicha carretera, que confronta con dichos Términos de Olivito y con campo de Sebastián de Seral de Loporzano.
En la parte alta del Saso, dicho documento habla de “una buega que divide dicha alera de Olivito, correspondiente  a la buega de dicho Tozal, al lado del Camino de Siétamo,  que va a BELLESTAR. Ittem desde dicha buega, otra buega que divide dicha alera y confronta por una y otra parte, con dicho término de Olivito”. .. “Ittem , desde dicha alera otra buega de dicha alera, que confronta con dicho término de Olivito  con campo de Antón de Arnal de Sietamo”.
“Ittem prosiguen las buegas de la alera de dicho Lugar de Loporzano y aquellas que de lak Villa de Siétamo tienen en los Términos de Plan de Quinto y Loporzano.
Términos de dicho lugar de Loporzano y la primera buega de aquellas comienza desde la primera buega que divide los dichos  términos de Loporzano  Bandaliés y Olivito junto al dicho Puyal del Vedado”.
Ittem, desde dicha buega, otra buega de dicha alera, que conjunta con el campo de dicho Pedro Vitales y con campos de los herederos de Banzo.”
Por estas observaciones de los Notarios,  “fueron conocidas las dichas buegas y mojones”
“Según que nosotros dichos Notarios y testigos, abajo nombrados, ocularmente vimos y nos hallamos presentes a todo lo sobredicho. De las cuales cosas y cada una de ellas, dichas partes tiene presentes las sobredichas cosas y cada una de ellas se hallaron y requirieron por nos  a los dichos Notarios”.
A continuación está escrito: “Signo de mí Juan Crisóstomo de Canales, Notario Público de la Ciudad de Huesca y por autoridad Real por todo el Reino de Aragón, público Notario que a lo sobredicho, juntamente con Pedro Vicente Malo, Notario público de dicha Ciudad. Firma el comunicante y testificante et  per se testificantistas, de parte de arriba nombrados públicamente”. “Signo como Pedro Vicente Malo, habitante y Notario del número de la ciudad de Huesca y por Autoridad Real por todo el Reino de Aragón, público Notario que a lo sobre dicho juntamente con Juan Crisóstomo de Canales, Notario del Número de dicha Ciudad, simil Comunicantes et Testificantes et qui libra de per se, testificante, presente me halle et CERREX”.
“Son varios los parentescos más o menos lejanos que tengo en Ola, como Escabosa, Otal, López de Zamora, del que guardo en mi casa su escudo, además de Guarga, Cativilla, La Noguera, Baylo, Lalaguna, Lafragüeta y varios otros.
Escudo de casa Aysa cuya hija,  se caso con un Guarga.

 La casa Guarga, se llamó en otros tiempos casa Aysa, con su escudo, como el que está en Huesca subiendo a la Catedral desde la Escuela Pública, al lado de la Muralla de Huesca. El nombre de Aysa se cambió,  no por abandono de los Aysas, sino porque en una de sus  generaciones tuvo como heredera a una mujer, que se casó con un Guarga. La familia Aysa que es de origen vasco-ibérico y que quiere decir “buen pasar o bienestar”.Se levantó esta casa, al ser expulsados los moros, y pone la fecha encima de la entrada al cubo, en la que pone el año de 1659”. José María Almudévar, hermano de mi abuelo, se casó con una chica de Casa Sipán de Siétamo y tuvieron una hija, a la que  llamaron  Martina. A esta tía Martina, la conocí yo antes de la Guerra Civil, pues yo tenía cinco años y un día, atizando el fuego en el hogar de mi casa, se cayó en él,  pero no se hizo daño. Se reía con su pañoleta en la cabeza y con sus faldas o sayas. Al quedarse viuda vivió en en la casa de su padre José María Almudévar y viajaba a Lalueza  a visitar y ayudar a sus primas. Se casó con un Narbona y tuvieron un hijo, que se llamaba José María Narbona Almudévar. Este se casó con mi tía Concepción Guarga de Ola, de casa Aysa y tuvieron un hijo llamado José María Narbona Guarga, que estudiaba en el Seminario y murió en la Guerra Civil, en la provincia de Teruel y gracias a su primo Buisán, lo trajeron al cementerio de Huesca. Tuvieron además una hija llamada Pilar, muy simpática, que se casó con Jaime Vilaseca, hombre catalán, simpático y trabajador. Ambos tuvieron a Miguel y a Rosa. Esta Rosa, que todavía llama por teléfono a mi mujer, está casada con Juan Padilla de origen aragonés y  tuvieron a Irene, José Mari, Gema , Arancha….”
En 1646 ya estaban viviendo en Ola, dieciséis vecinos cristianos. Era parientes míos, los del apellido Aysa, Guarga, Otal ,Escabosa, y conocidos  los de apellidos  como Cativilla,  Noguera, Baylo, Lalaguna y varios otros. De casa Cativilla, tuve amistad con el abuelo, que murió cuando tenía noventa y cinco años de edad.  El respondía a cuantas preguntas le hacía sobre la historia de Ola. Me dijo que siendo vecino de Casa Guarga, antigua residencia de los nobles Aysa, cuyo escudo se alza en la fachada de casa Guarga, sólo había conocido a los Guarga. Se perdió el apellido de los Aysa porque se casó una joven de apellido Aisa con un Guarga. La historia hace que se acaben en Ola, los apellidos de los poseedores de las casa, como el de Casa Aysa, después, casa Guarga, posteriormente Casa España y ahora vive la familia Lafarga. Tengo un recuerdo muy grato y muy triste al mismo tiempo de José María Narbona Guarga, primero por verlo dar clases en Siétamo a mi hermana mayor Mariví y por alcanzar la muerte en la Guerra Civil, en la provincia de Teruel. Recuerdo su figura de simpatía y optimismo en su rostro.
La punta del Norte del Saso, todos los días cuando voy a Siétamo, me hace admirar la contemplación de las cadenas serranas, que dividen la Montaña y el Somontano de la Tierra Baja. Por arriba se ven la Sierra de Guara, la de Gratal, los Mallos del Salto Roldán, del río Flumen, por donde saltó el caballo de Roldán, guerrero al servicio  de Carlomagno. Este Militar  francés de Carlomagno, bajó arrastrado  su cadáver y el de su caballo, hasta Villanueva de Sigena, habiendo atravesado el Somontano y los Monegros del Alto Aragón. Entre dicha Sierra y la Cruz del Saso, se encuentra el Monasterio de Montearagón, que se miran hace ya siglos, como piezas  del Somontano, por arriba con la Montaña y por abajo con la Ciudad de Huesca, que el Rey Ramiro,  quería reconquistar, entre otras razones para que San Urbez, fuera  respetado también, debajo de la Sierra de Guara.
En esa punta del Norte del Saso,  se eleva un edificio de Radio Huesca, que en su principio era atendido por un señor mayor, pero ahora funciona automáticamente. Cerca de ese edificio hay una nave industrial, que se montó en aquellos años en que parecía que la industria iba a prosperar. Se ve desde el Llano de la carretera N-240, y pone en su fachada “MELTOR- Desguaces”. Cerca de ella hay una casa-chalet, donde vive un amigo mío. En ella he sido recibido  y mi amigo me ha enseñado libros de lectura, que le entretienen en los largos ratos pacíficos que pasa en su chalet. Fuera lo adornan varios árboles y los gatos le acompañan y que a veces son atacados por algún raposo silvestre. Muy cerca hay un huerto que cultiva un amigo suyo de Huesca. Y en aquel lugar, contempla, los Mallos de Salto Roldán, que el que está en el Este, representa los pies delanteros de un antiguo gigante, que habitaba las Montañas. Observa la figura de Montearagón, y éste, sustituye sus oraciones por otras dirigidas, por su torre,  directamente al cielo. Encima de la “muralla natural” que apoya al Saso, sobre Tierz, está localizado  un Observatorio de estructura metálica, desde el que se domina la Montaña, el Somontano, los viejos hombres gigantes de la Sierra de Guara, el Monasterio y por detrás de él, todo el Saso por arriba y la Hoya de Huesca por abajo. En lo alto de este Observatorio de estructura metálica, suele haber un observador de la Meteorología, que, desde lo alto de la torre metálica, observa lo alto de la Montaña, el Castillo Palacio de Montearagón, el Saso y la Hoya o Fondura de Huesca.
Pero esta tierra del Saso, prácticamente deshabitada, parece que no debía haber tenido en ella luchas, que no se pueden comprobar en otros países habitados, porque al acabar las guerras, sus habitantes han hecho desaparecer sus largos kilómetros de trincheras, algunas con galerías. Pero el Saso, donde a pesar de su vida principalmente agrícola y ganadera, ha sufrido terribles guerras, como se puede comprobar, viendo en  el Saso de Ola, las antiguas hoyas semiesféricas, que me llevó a contemplar mi amigo Cativilla. Fueron  escavadas  en las llanuras del Saso en las Guerras Carlista, para refugiar en ellas, los caballos de los Carlistas, que tenían un Hospital en la Ermita de la Virgen de Bureta, en Fañanás. Pero en la Guerra Civil de 1936, dejaron trincheras, búnkers y cuevas. En ellas se encuentran varias huellas epigráficas, muchas con firmas de los combatientes.
Del tiempo de las Guerras Carlistas, en la Plaza Mayor de Ola, se encuentra la casa del  señor Lafragüeta, cuya vida fue humillada por un Oficial Carlista. Estaban varios vecinos de Ola, preparando varios manjares, para celebrar la fiesta de su Santo. Aquella cocina  ardía y echaba una gran humareda. El dueño de dicha casa, el señor Lafragüeta, salió a la calle, como aquel que huye del humo, que molestaba sus ojos y le hacía toser. En seguida apareció por el camino que viene de la carretera que va desde la N-240,  un batallón de voluntarios carlistas, dirigidos por un Oficial, montado en su caballo. Iban desde la Ermita de Bureta, en Fañanás a Navarra. Le preguntaron al buen hombre que por donde se iba a Quicena. La verdad es que aquel problema no era fácil de entender, en aquel Saso, con sus salidas hacia el monte de Tierz, para llegar a Quicena, por unos caminos, que aun hoy día causan temor al que se encuentra con ellos. (Vicentico Benedé me contó que para bajar en su tractor por dichas cuestas, llevaba la pala de dicho tractor, echada en el suelo). Como no se entendían, le hicieron que los acompañara. Ante aquellas tropas, no le quedó más remedio que marchar por el Saso y por aquellas quebradas cuestas que bajan a Tierz y a Quicena. En Ola, aquellas buenas gentes que estaban invitados a un sabroso banquete, no encontraban al dueño de la fiesta y como locos,  se pusieron a buscarlo por el monte. Al día siguiente volvió caminando el guía de la tropa y recibido con gran alegría por sus paisanos. ¿Dónde te has metido?, le preguntaron y él respondió que fugándose del humo del hogar familiar, pero estaba alegre por un lado y humillado por otro y les dijo: “¡más vale humo que ir a Quicena!”.
El Saso está cerca de Huesca, desde el que se ve  aquella Hoya inmensa, pero la misión en la historia del Saso, le ha salido dura y ha dejado a veces de ser solitaria, para ser usado como un campo de batalla sangrienta.
La zona del Estrecho Quinto, que comparten Loporzano y Siétamo, fue empleada para colocar en ella multitud de instalaciones bélicas, como trincheras, bunkers y cuevas, con escritos en las piedras o sobre el cemento, unos patrióticos,  otros políticos, otros revolucionarios, otros de esperanza y muchos de nostalgia. Esta zona de Estrecho Quinto está llena de recuerdos de la Guerra Civil del año de 1936. Se levantó en el extremo Norte del Saso, una cruz, que se ve desde la inferior carretera N-240, como homenaje a los defensores que defendieron este lugar. Se puso en dicha Cruz una placa, que señalaba el sacrificio de los sublevados de la Guerra Civil. Hoy con buen criterio se ha borrado el texto de la placa, para recordar el sacrificio que supuso aquella Guerra sin sentido. He dicho que desde la carretera N-240, se ve la Cruz y desde lo alto del Estrecho Quinto se observa también dicha carretera. Por la cuesta que va desde el Llano de Loporzano  al río Flumen, bajaba el general Paul Lukács ( Matei Zalka, 1896-1937), judío húngaro, y le alcanzó  un disparo de artillería el día 11 de Junio de 1937.Esa Cruz inspira respeto a los que sufrieron las penas de la Guerra y nos recuerda la muerte y la resurrección de los que allí, en uno y otro lado, murieron y sufrieron las consecuencias de ducha lucha, y encontrándose resucitados los que salieron vivos de aquel infierno de luchas. Cuando subes a este Saso, hoy prácticamente un  desierto, invita a meditar entre la multitud de personas, que hay desde Huesca a Cataluña, en cambio  en  el Saso,  es muy difícil encontrar algún habitante.
Los defensores o sublevados, ya tenían costumbre de cavar trincheras en Siétamo, por fin se  refugiaron en el Castillo del Conde de Aranda, y desde allí huyerona al Estrecho Quinto, donde tuvieron que volver a cavar trincheras, en las que esperaban impedir la llegada Huesca de las columnas Milicianas, pero de la misma forma que tuvieron que salir del Castillo de Siétamo, lo tuvieron que hacer de las trincheras de Estrecho Quinto. Los defensores de Huesca en Siétamo tuvieron que marchar al Estrecho Quinto. El coronel Villacampa, mandó desde Siétamo a la señora Concha Ferrando, caminando desde Siétamo hasta el Estrecho Quinto, levantando una bandera blanca, pidiendo a los densores de dicho Estrecho, que se rindieran. La “Siña” Concha no recibió ningún mensaje de paz de los sublevados y no quiso volver a Siétamo. Allí, en Estrecho Quinto estaban muchos habitantes de Siétamo, como los de casa Sipán y el Doctor Coarasa de Torralba, como defensor contra los miembros de los sindicatos, entre los que destacaba el POUM.  Muchos años después coincidimos, él como Médico y yo como Veterinario, en las corridas de Toros de San Lorenzo.
Pero el ataque tan continuo de las milicias republicanas, que venían de Cataluña, era tan fuerte, que dejaron cercados a los escasos soldados y paisanos y paisanas sublevados. Estos,  como lo hicieron en Siétamo,  aguantaron hasta que acabaron con los alimentos y con las municiones. El día 30 de Septiembre de 1936 se retiraron por la noche, cruzando por las líneas republicanas.
Las tierras que comprenden el Saso de Siétamo y las que están a las orillas del Barranco o río Botella, han sido llamadas Olivito. Este pueblo estaba encima del Barranco, en su orilla izquierda y en orilla derecha, pasando este Barranco o río Botella por el camino o cabañera que baja desde las lomas, que separaban Siétamo de Olivito. Pasado este cruce del barranco, ahora, por un paso de cemento gracias a la “Concentración Parcelaria”, sigue este camino o cabañera en línea recta, que es cruzado con el camino que va de Ola a Loporzano, subiendo al Saso de Siétamo. Antes de llegar, bajando de Siétamo al Barranco de la Ripa, hay un campo llamado el Acunazo, que estaba rodeado de una pared de piedra de muchos años. En ese campo se encontraba el pueblo de Olivito, desde el que se ve Ola. Ola y Olivito. Esa construcción de piedra no parece normal que la construyesen lejos de un núcleo habitado. El individuo al que la tocó la finca del Acunazo, deshizo el muro y ahí, dentro del Acunazo, hay un pequeño tozal, en el que encontré algún sillar de piedra. Eran pocos y no se puede asegurar que ese lugar fuera el solar de Olivito. En el campo del Acunazo encontré, en dos veces, dos piezas redondas de piedra, de un molino de mano, que usaban aquellos hombres primitivos para moler cereales, para hacer pan.En la parte baja del Acunazo , a la izquierda y a la derecha, brota un manantial. Desde Olivito, mirando al Norte, se contempla Montearagón y antes, cuando las había, se oían sus campanas.En la Historia de Aragón de Ubieto Arteta, dice que Oliviyo es un despoblado, cerca de Siétamo. En Marzo de 1099, Pedro I de Aragón, dio al Monasterio de Montearagón la iglesia de ”Olevito”. Desde 1543 hasta 1646 tuvo un fuego, dicho Olivito y después se despobló.En 1616,marcharon los moros de Ola,que parece que tiene algo que ver con Olivito. Entre otras terminaciones de palabras,  se encuentran las de eto-eta y en ocasiones se transforma en –ito. Con Olivito se ve que hay una relación entre las palabras de Olit. Olite, Olive, Oliván y otras, como Oliveto como se llamaba al Conde Oliveto de Pamplona.Hay otras palbras con terminación en –ito o en –eto, como Nocito,Aineto,Cercito,Cheto y Echeto. Desde Olivito se ve en la Sierra, el accidente geográfico de Fragineto, según unos o Fraixinito, según otros. Se ve la relación entre la palabra ola y el nombre de Olivito.
Hay bastantes apellidos de Olivito en Aragón y estánr buscando el pueblo de donde procede la palabra. Este pueblo dominaba parte del Saso, el camino que va de Ola a Loporzano y el Barranco. Fue un lugar casi totalmente despoblado, que cogería bellotas en el Saso y cereales al lado del Barranco. Ola y Oliveto,tienen la misma raíz, Ola que quiere decir en vasco herrería y Olivito u Oliveto, que tal vez, quiera decir Etxea o Casa del herrero.


Qué grandeza tiene el Saso, con su extensión, sus carrascas, sus tierras de pastos, de las que gozó San Urbez, cerca de Plan de Quinto, de cereales, y con su Fuente de Valmayor, que suministró agua al Aeropuerto de Monflorite, cerca de donde está la Granja porcina de mi amigo, Abadías. Ha pasardo largas épocas de paz y se han dado en el Saso guerras, unas antiquísimas, otras Calistas y la guerra del año de 1936, con sus restos, que se han cuidado, con sus trincheras, bunkers, dibujos sobre la piedra y gran cantidad de nombres, escritos, recordando las glorias y las miserias del pasado.

Doctor Vicente Vanaclocha.

  Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Valencia (grado de Licenciatura de Sobresaliente), es doctor en Medicina, (apto cum...