miércoles, 29 de julio de 2020

Casa Vallés de Castilsabás, orientada hacia el Norte, con dos escudos.-


   
               
Esos dos escudos, sobre  la  puerta  principal  de  la  casa-palacio  son  uno  del  apellido  Vallés y otro del de Almudévar. Esos dos escudos miran hacia el Sur, tal vez porque la gran casa, está elevada sobre un monte, cuya elevación hacia el Sur, impide la visión desde Siétamo. Desde este pueblo se ve la cima del monte donde asienta Castilsabás. Estos días he querido recordar como se adivina el lugar en que se encuentra Casa Vallés de Bandaliés y he subido al último piso de mi casa, en Siétamo, a recordar su situación. He comprobado como se ve sobresalir de la cumbre de la Peña el Cementerio de Castilsabás y el resto de pueblo se esconde detrás de la Roca.  Efectivamente mi abuelo Manuel Almudévar Vallés se podían ojear con su hermana, uno con otra, desde Siétamo hasta la misma Sierra de Guara, donde vivía la abuela de Vallés, tal vez pensando en la lejanía que se encontraban uno de otra.   

Yo aún recuerdo a pesar de los muchos años pasados desde la vida de mi abuelo y de su hermana, su rivalidad entre ambos por la categoría arquitéctonica, alcanzada entre casa Vallés de Castilsabás y casa Almudévar de Siétamo.
“La planta inferior a la fachada sur, cuyo zócalo se construyó en piedra arenisca de excelente calidad, cuenta con la entrada principal, de arco rebajado y desplazada hacia el lateral izquierdo, y con otras siete ventanas con el mismo tipo de arco”. A los dos lados de la Puerta Principal se exhiben los dos escudos, uno de Vallés y otro de Almudévar.
Esta Casa-Palacio se encuentra en la misma Sierra de Guara, porque mira hacia la Montaña de Guara, con unas vistas de la vida montañesa, que le da una personalidad singular a Castilsabás. Con Castilsabás frente a Santolaria, separados y unidos por la misma carretera, forman una zona montañesa, común, donde Santolaria, se eleva a lo más alto de la Sierra. Desde Castilsabás se domina hacia el Sur la Hoya o plana de Huesca. En Catilsabás, junto a la carretera se encuentra un edificio donde se hacen excursiones pasando por la elevada y  serrana elevación de Santa Eulalia, en la altura de la Sierra.  
Mallos de Ligüerri

Aquel antiguo pajar, al pie de Castilsabás, su comprador lo convirtió en un enamorado de la Sierra de Guara, en que se encuentra Santolaria, que es una auténtica puerta de la misma, que condujo durante siglos a los peregrinos ganaderos, guerreros invasores y se enamoró se esta tierra, cuya capital era Nocito, con Su  Santo Pastor de hombres y de ovejas. Este Pastor fue San Urbez, que vivió cien años, que convivió cien años con los invasores moros.
 Escribí en “Refugio de Turistas en Castilsabás”: “Estuvo introducido en la misma Sierra, viviendo muchos años en el Monasterio de San Martín de la Val D,Onsera. El santo pastor, recorrió los pueblos, subiendo y bajando de la Sierra de Guara. “Este Santo, que vivió cien años y que convivió con los invasores moros y que desde el próximo pueblo de Castilsabás, San Julián de Banzo, introducido en la misma Sierra, vivió muchos años en el pequeño Monasterio de San Martín de la Val de Onsera. Y él recorrió subiendo y bajando por aquellos pueblos y montes, aquella tierra de la que se enamoró y que su amor a élla, superó al que también tenía a los Montes Pirineos. Bajó San Urbez hasta OLA, al pie del Saso, donde en Casa de José María Otal, guardan una losa  de piedra arenisca, en la que dormía el Santo, pastor de ovejas y de almas. Cerca de Ola, lanzando una vara al aire, hizo brotar una fuente, para que bebiesen las ovejas”. Ola formaba parte con Siétamo de la misma unidad administrativa. Y en la iglesia de Ola yo conocí la imagen de San Urbez, que fue  destruida  para la Guerra Civil y substituida por una imagen nueva por Don José Otal de Ola.
San Urbez bajaba de la Sierra y donde estaba la aldea ibérica de Quinto, subía al Saso a cuidar el ganado.
Hoy los turistas, en Castilsabás, al pie mismo de la Sierra, que se han inscrito en el parador, contemplan el  pueblo  de Santolaria. Desde el comedor de Castilsabás ,se distingue ese pueblo que era cristiano, cuando por debajo de su altura se extendían por abajo los cristianos y moros, por Castilsabás, Arbaniés, Siétamo y Ola.
En aquella zona , alrededor del Pantano de Vadiello se encuentra nombres vascos como los Mallos de Ligüerri y de Lazas y del pueblo de Isarre. 
Frente a Castilsabás aparece la Romántica y bella ermita de Nuestra Señora del Viñedo o del Viñero , en aragonés. Esta ermita se encuentra de estilo barroco, porque el pueblo quiso conservarla, cuando su creador, a saber el Monasterio de Montearagón, fue entregado al el Estado. El pueblo sencillo, colgó en la iglesia de Nuestra Señora, una poesía escrita en Fabla Aragonesa. Dentro de la iglesia, en sus muros, leí unas letras en que daba noticias piadosas de la señora Almudévar, nacida en Siétamo, hermana de Manuel Almudévar y casada con el amo de casa Vallés de Castilsabás.
Un carpintero, no sé si del próximo pueblo de Santolaria o de Castilsabás,escribió en el año 2.002 en un hermoso cuadro, lo siguiente:”En esta sagrada ermita-siendo tiempos de algarada-con la Virgen s’alcontraron-de todos aquí olvidada-p’a que siguiera el olvido-mucho por Ella arriesgaron,-qu’en ese pozo d’a entrada-hasta d’os suyos guardaron”.Es la única iglesia donde se encuentra un cuadro en Fabla aragonesa.
Casi no quedan habitantes en la “redolada” de la Ermita, pero todavía queda con vida una señora, nacida en Castilsabás, que a punto de cumplir los cien años de edad, en lugar de vivir en su casa, lo hace en la misma Ermita.
Cuando uno va a Castilsabás, recuerda un pasado heroico, en que lucharon cristianos y moros y se queda uno extrañado de aquel mundo, en que se encuentra el Pantano,que recoge las aguas del río Guatizalema. Desde allí observa aquellas rocas de nombre vascongado y recuerda aquellas épocas heroicas de la conquista de la Sierra de Guara.
 Se consuela uno de la destrucción de Montearagón y se alegra de contemplar bella y hermosa aquella ermita de Nuestra Señora del Viñedo, y recuerda el parentesco entre la Sierra y el Somontano.  

domingo, 26 de julio de 2020

Las grullas en la Alberca de Marmoré de Montmesa.


     





En el pueblo de Montmesa, en sus orillas, se encuentra el Pantano de la Sotonera. Cuando yo estuve de  veterinario en Bolea, bajaba en ocasiones a Montmesa y contemplaba su iglesia  Mudéjar, de un bello y noble estilo árabe y a su alrededor se alzaban las casas de los agricultores, conocidos por mí. Vivían sus vecinos y cantaban, dicen que como unas doscientas especies de aves, que siempre permanecían  en aquellas tierras y otras,  como las grullas, descansaban en sus emigraciones en la Alberca de Alboré. Era un pueblo fecundo, pues no sólo criaban en él, las aves y los peces, sino que incluso existía una Parada de solípedos. Ahora no se ven recios caballos, y yeguas que llevaban a cubrirlas, porque  todo el cultivo es mecánico. En casa de Sarasa he visto fotografías de caballos y de yeguas. Al pasar por delante de una nave, donde depositan los labradores, la yerba y la paja, he visto dentro de ella un asno, que su  dueño conserva, como un recuerdo vivo de tiempos pasados.
Las personas con las que más nos hemos  tratado, eran Ernesto San Martín Campo, nacido el día cinco de Mayo de 1935, con el que estuvimos juntos en Huesca, haciendo el Servicio Militar, por el año de 1955. Somos además lejanos parientes, a través de los Vallés de Castilsabás.  Al llegar a Montmesa, te acuerdas de aquella época, en que hacíamos el Servicio Militar, hoy desaparecido, con Ernesto San Martín Campo y admirabas a su esposa María Teresa Reula, amiga de  Feli, mi esposa.  Siempre fue bella María Teresa y simpática con una sonrisa que hace felices a los que la rodean. Es hermana de Reula,  fuerte labrador y cosechador de ese medicamento sanitario,  al que muchos toman por placer, y que se llama manzanilla. Recuerdo también a Antonio Borderías Rasal,  que tenía un cuerpo grande y fuerte y un temperamento noble, y yo imaginaba  que esas cualidades provenían de alguna montaña, de las que se elevan  por allá arriba, por el Norte. Convivía toda la familia con la joven  María Pilar, que poseía una belleza singular, pero  que murió en plena juventud. ¡Qué recuerdos tan hermosos por un lado y tan tristes por el otro!.
Caminando desde casa de Ernesto, casado con Teresa Reula  pasaba por delante de la noble e infanzona casa de Omiste. Al llegar a ella, que se encuentra cerca de la casa  de Borderías, se ve uno admirado, porque el 27 de Marzo de 2016, me recordé de los padres del Veterinario Militar, Omiste, que amablemente me invitaron. Después de muchísimos años me acordé de mi compañero el Veterinario, que murió en accidente automovilístico, y tuve el triste recuerdo de un amigo desaparecido, no sólo de Montmesa, sino del mapa de los hombres vivos.
 Pero esta casa histórica de Fernando Omiste el día 27 de Marzo del año de 2016, exhibe al pasar por su fachada, medio pórtico, que descubrieron, pues estaba antes borrado por mezclas de yesos  que alguna construcción, hace poco tiempo y quedé sorprendido por su belleza y por aquellos casi olvidados recuerdos de los “lauburus” y otros diversos adornos de tres y de dos cabezas. Un “lauburu” es una palabra vasca, que significa “cuatro cabezas”. Se han encontrado “lauburus” en Aragón, sobre todo por la provincia de Huesca.  Por ejemplo yo los he visto en Coscullano, en Arbaniés, en Torres de Montes, en Velillas y en otros lugares de los que ahora, no recuerdo. Por ejemplo se exhibe uno en Casa Casalera en Pueyo de Broto. Se les ha dedicado más atención en el País Vasco, en su parte española y francesa, pero abundan en Aragón. Es un lauburu, una cruz de los brazos curvilíneos. Se han encontrado tetrasquetes  y trisquetes y otras variedades, como me quedé encantado cuando vi  que estaban algunas de ellas en la fachada de Casa Omiste. Omiste es una palabra vasco-aragonesa como puede verse en el antiguo libro de la familia de Omiste de Chimillas y  le dan al “lauburu” un origen vasco, que por su difusión por el Mundo, se ve que son de origen indo europeo. En latín identifican a los “lauburus” con los lábaros.
Recordé al veterinario Omiste, que siempre había tratado en aquellos primeros años de ejercitar mi carrera y agradecía al Señor, la unión de su defunción con los “tetrasquetes y trisquetes” de piedra que adornaban las puertas de su casa, haciendo una común unión entre el alma y la vida corporal  de los hombres.
El actual Fernando Omiste tiene un origen histórico, y sigue con él, pues es Alcalde del Ayuntamiento y además su apellido viene de varios lugares de la provincia de Huesca. Por ejemplo de Omiste, encima de Guara, como escribió Durán Gudiol, al que coloca a mitad del camino, en línea recta entre Anzánigo y Rasal. Le da  el sabio Durán Gudiol una fecha en la que estuvo vivo dicho pueblo, que es el siglo XII. Así mismo hay un despoblado, convertido en una explotación ganadera, en los términos de Montmesa. Hay una paridera, que fue un poblado a 462 metros de altura. Se encuentra el despoblado de Omiste, que conserva un oratorio, hoy ocupado por una explotación agropecuaria, integrada en los términos de Montmesa y Biscarrués.
Pero no sólo tiene un pasado histórico, sino que cultiva el futuro de Montmesa, porque ha construido un centro de interpretación ornitológica por la gran abundancia de grullas y otras especies, que visitan Montmesa, cada año. Fernando Omiste quiere evitar por procedimientos, que no perjudiquen a las grullas, los perjuicios que cada año hacen en algún lugar, en que duermen las aves. Y sigue Fernando Omiste trabajando por el desarrollo de las emigraciones de las grullas, por las orillas de Montmesa, apoyado por Ernesto San Martín, Presidente de la Sociedad de Alboré.
Al bajar al centro del pueblo, hemos ido a visitar a los dueños de Casa Sarasa de Montmesa. Han sido sus amos una familia, con la que siempre nos hemos tratado, porque el hermano mayor de su actual dueño, estudió en Huesca y en Zaragoza, acompañado por mi hermano Manolo, para ser Médicos. Tenía el médico Sarasa una gran amistad con mi hermano mayor. Manolo, que al akcabar la carrera, después de especializarse en Psiquiatría, marchó a los Estados Unidos. Pero su amigo Sarasa, se escribía con él y le preparó el camino para que cruzara también el Océano y trabajara en los Estados Unidos. Mi hermano desde América, quiso que antes de marchar a tal lugar, aprendiera inglés, pero no lo hizo, pero al poco tiempo, aprendió el inglés. Varias veces, cuando ha venido a España, hemos conversado y en cierta ocasión, el Médico Sarasa  vino a Siétamo, a darnos el pésame, cuando mi hermano Manolo, murió.  Como he escrito más arriba, ¡qué recuerdos tan hermosos por un lado y tan tristes por otro!. El tiempo va pasando, pasando y mientras viva, me podré acordar de mis amigos, todavía vivos y de los amigos y hermanos, que ya se fueron de este mundo.
He salido impresionado del viaje, que me ha dado mi esposa, hasta Montmesa,  porque  los campos, casi llanos, con las montañas que corren por el Norte, son de un intenso color verde y de una gran extensión;  yo creo que esta impresión ha sido producida por la Concentración Parcelaria, que se ha realizado, estos años anteriores.
La casa de Ernesto y de su esposa es de gruesas paredes, como son las casas antiguas de los pueblos, que defienden su interior del calor y del frío. El día de los últimos del mes de Marzo era caluroso y en el interior de la casa, se estaba fresco.
Se queda uno impresionado por una casa, que ha visto transformarse sus cuadras para alojar y cuidar a  los machos y mulas, con los que se labraban aquellas tierras, en que se unía la belleza de las aguas que las rodeaban y el cielo y las orillas de Alboré, donde millares de aves, volaban y cantaban. Eran y ahora son más grandes aquellas casas, con la transformación de las cuadras en salones, donde cuelgan instrumentos de los antiguos labradores, desde cabestros de cuero, adornados con clavos dorados, con los que escriben las iniciales de los nombres de los dueños de aquellas caballerías.  Se llena uno de optimismo al contemplar los viejos carteles que anunciaban las fiestas del pueblo  y otros de las corridas de toros en Huesca, capital.
Al otro lado de casa, se encuentra un huerto, del que están restaurando sus paredes de piedra, alguna tallada a mano y se levantan orgullosas unas acelgas verdes y altas, que se guardan en plena naturaleza, para el consumo de Ernesto y de Marité.
Al salir de su casa, se encuentra un edificio, que refleja el optimismo de aquellos hijos de Montmesa,  que levantaron,  hace ya una multitud de años.  En su fachada pone: “Fábrica de caramelos”. Hoy da tristeza ese afán por alcanzar un dulce porvenir, que se pasó y no volverá.
En una mesa de nogal y rodeados de antiguas rejas artísticas de hierro forjado, Marite Vitalla, esposa de Ernesto, nos hizo dar un delicioso bocado y un trago de buen vino, que duerme desde hace una multitud de años, en aquellos toneles, que hacen recordar a sus antepasados.


Salimos de su casa para dirigirnos a la de Sarasa y al pasar por la casa muchas veces cerrada de Omiste, descubrí  aquellos “lauburus” antiquísimos, que proclaman,  aunque casi nadie les hace caso, el paso de los eternos tiempos, en que el hombre buscaba y sigue buscando sus orígenes. Pero yo, fijándome en estos “lauburus”, en la desaparición de las cuadras, en la concentración parcelaria de los campos, y su color verde por el riego de sus cereales, los toneles de vino rancio, las acelgas del huerto, y en la que fue Escuela de Montmesa, donde se muestra un Centro de Interpretación de la Naturaleza y el deseo ardiente de los hijos de Montmesa, de conservar su iglesia Parroquial de estilo Mozárabe, me voy dando también cuenta de la disminución de la población, que vivía en Montmesa, pero me alegro enormemente de la  presencia de Sarasa con su esposa Pili y de Ernesto con la suya, Tere, que el año pasado nos juntamos en la Playa de Comarruga  y este año, volveremos a hacerlo..
Nos encontramos delante de la casa de los Sarasas y ante tal edificio, se me fue el recuerdo de la playa de Comarruga, al entrar en dicha casa, que era simplemente un gran palacio. Estaban salones enormes, en uno de los cuales, en su centro, estaba una gran mesa redonda, sobre cuyo tablero, y unos centímetros más alto, daba vueltas uno de menor tamaño. Era una obra de la imaginación humana, en la que no sabía uno si pensar en una mesa de algún juego, o de una mesa secundaria, sobre la cual darían vueltas con el  impulso de los invitados, los ricos platos de ternasco y las múltiples botellas y botellines de licores.  Era tan inmensa la riqueza de lo que en tal casa se guardaba, que al querer el dueño Sarasa de esta casa-palacio, seguir mostrándome otros muchos tesoros de la artesanía y del arte, yo le dije, que me quedaba muy agradecido a su interés por que yo conociera tanta obra del hombre, paro que ya no me sentía capaz de admirar más objetos, unos útiles y otros bellos.
Ernesto, al salir de la casa de Sarasa, abrió la antigua Escuela, convertida en un kauténtico Museo de un mundo de la Naturaleza del pueblo de Montmesa, con sus cielos, en ocasiones, llenos de grullas y generalmente, de pájaros cantores en número de unas doscientas especies, de aves, algunas tan sencillas y de tantos colores con la cardelina o jilguero.
Al montar en el coche,  para volver a nuestra casa, quedé enamorado de la torre mudéjar de la iglesia, que recibió desde hace siglos los recuerdos de paz y de guerra de otros tiempos y ahora parecía que nos saludaba amorosamente, diciéndonos que volvamos en alguna otra ocasión.
Pero aparte de recibir la bendición de una torre tan bella, sentimos en nuestros corazones, la alegría de habernos encontrado con la feliz pareja dueña de casa Sarasa, que cada vez que los veo,  me acuerdo de mi difunto hermano Manolo. También nos llenó de alegría el recuerdos de aquellos años, en que hicimos el Servicio Militar con Ernesto, en esos momentos acompañado por su alegre esposa María Teresa.

¡Luego estaremos juntos en Comarruga, recordando desde el Mediterráneo, la Alberca de Marmoré!.

jueves, 23 de julio de 2020

El río Guatizalema

                 Santa Eulalia la Mayor – Casbas de Huesca


Hay una antigua novela escrita sobre el río Guatizalema,en la que intenta casarse un musulmán de Argavieso con una vecina cristiana de Siétamo.No sabemos quien fue su autor.En esa obra se lee sobre la belleza del río .Y Sender describe la formación del árbol de Sobrarbe ,cuando unos pastores “marchando a los confines-de Ribagorza,su oración cantaban….Con el granizo de los horizontes-a los dos lados del Guatizalema,-el rayo sobre el árbol descendía-en cruz de oro y el nuevo rey decía:-arrodillaos,que este es nuestro emblema-.En la guerra civil,al llegar el ejército a las verdes orillas del río,se encontraron tan cómodos y tan frescos en un ambiente tan agradable que se echaron debajo de los árboles ,como aquel que ya ha alcanzado la felicidad.
Este río no ha sido despreciado por el pueblo de Siétamo,sino que ha intentado aprovecharse de sus aguas para regar;primero el año 1823,después el año 1915,cuando con otros pueblos de sus orillas firmo la construcción del pantano de Vadiello y en tercer lugar ,cuando iban a traer a Huesca el agua del pantano del Grado.Rectificaron la obra e hicieron el canal cien metros más abajo ,con lo que perdieron el riego ,entre otros pueblos Azara ,Angüés ,Velillas ,Siétamo Loporzano y en gran parte Huesca,que pudo pedir la construcción de una acequia más pequeña que el canal ,para suministrase de agua potable.
El pantano de Vadiello se construyó durante la Dictadura y sus aguas las entregaron en parte a Huesca capital ,que había despreciado rellenar el pantano de Arguis con las aguas procedentes del pantano de la Peña.
Siétamo se quedó sin regar su monte y sus aguas fueron a Huesca ,como antes habían marchado las de San Julián ,suministrando de agua ,con miseria a Loporzano ,a Sasa del Abadiado ,etc.
Ahora nos dicen que hay que protestar contra el trasvase del Ebro ,pero nosotros debemos callar porque nos han dejado sin río.
Yo me consuelo porque no se han debido acordar de nuestra ribera mas que para aprovechársela la capital ,mientras los pueblos van disminuyendo su población por falta de riego.
Se debieron de acordar porque alguien decía :”Las ciudades tienen un entorno rural,en el que hay muchas cosas que hacer valores ambientales, ecológicos ,etc.)”.La capital de Huesca no puede hacer la Concentración Parcelaria ,como la ha hecho Siétamo, en un esfuerzo por obtener los riegos.Un técnico comunica en cierta ocasión que se han hecho encuestas en la zona rural que rodea a Huesca ,pero se olvidaron de venir a encuestar a Siétamo.La Mancomunidad estudia con el pantano de Montearagón los riegos del Isuela y del Flumen,pero no los del Guatizalema,sino es para regar Novales y Sesa a través del trasvase de las aguas del Guatizalema al pantano de Montearagón.Y ahí viene la cuarta faena para Siétamo ,que en riego por boquera ,tiene derecho a ragar antes que todos los pueblos que están debajo de él.El riego por boquera es una palabra aragonesa que quiere decir que se empieza a regar por arriba ,para terminar por abajo,cosa natural ,como se ve en los pantanos que se construyen ,ya que a los vecinos del pueblo en que se encuentra situado dicho pantano se les conceden ventajas.A Loporzano le han propuesto regar cuatrocientas hectáreas por elevación ,como han pedido en la Mancomunidad de Huesca para ciertos terrenos ,que nunca han visto un río y a los de Siétamo que vivimos ya hace siglos en las orillas del Guatizalema ,parece que nos quieren dejar sin riego.

Con dinero y sin dinero


Se oye, con frecuencia cantar la canción mejicana, con letra y música de José Alfredo Jiménez “Con dinero o sin dinero, hago siempre lo que quiero y mi palabra es la ley. No tengo trono ni reina, ni nadie que me comprenda, pero sigo siendo el rey”. En España piensan igual algunos gitanos, que cantan: ”soy de la raza calé y el mundo dicta sus leyes, ¡hijo de padres gitanos!”, y éstos “llevan la sangre de reyes en la palma de la mano” y por tanto, ellos siguen siendo reyes, con sus sombreros y sus bastones elegantes, fabricados por ellos mismos. Cuando tienen dinero cantan y bailan y comen e invitan a sus vecinos y parientes de su misma raza y cuando no lo tienen, ayunan o se les plantea ir una huerta a coger alguna col o alguna fruta para seguir viviendo.En la puerta del cementerio de Huesca pusieron el año 1945, un cartel, que decía: “El que no sea estraperlista ni tenga huerta, este invierno pasará por esta puerta”. Este anuncio hace una advertencia al público sobre la necesidad del dinero, pues sin él, el que no tuviera huerta estaría en peligro de morir de hambre, pero si no la tenía, ya podía en los años cuarenta y cinco dedicarse al estraperlo, al contrabando o al robo. Se reflexiona sobre la necesidad del dinero, para comer y por tanto para vivir, y muchos discuten sobre la forma de adquirirlo. En una reunión en la que me encontraba, uno decía que con dinero se compra todo y sin dinero se pasa hambre. Afirmaba que casi todos somos honrados, por lo menos un noventa y nueve por ciento de personas, pero lo somos hasta que dejamos de serlo, vendiendo nuestra conciencia, según la cantidad que nos ofrecen. Este hombre, no pensaba como el mejicano que canta “Con dinero o sin dinero “ ni como los gitanos que prefieren ser reyes de su propia persona, que tener el dinero a millones. No sé si el moreno que no tenía trabajo y vendía pañuelos de papel a los automovilistas, entraría en el uno por ciento de hombres honrados, pero lo era, porque devolvió varios millares de euros que se encontró, entregándoselos a la policía. El perdedor le dio, al parecer, cuatro perras en agradecimiento. Estas cosas no son agradables de escuchar ni de leer, cuando se trata de las ventas de la honradez y es agradable escuchar el caso del moreno, que sin ninguna duda era honrado y que se dedicaba a vender pañuelos de papel, a los conductores en Madrid. El cartel del cementerio de Huesca tal vez lo colocara algún ciudadano que se veía obligado a pasar unas veces aceite y otras algún cordero por los Portales de la ciudad de Huesca. Me acuerdo del Portal de la carretera de Jaca, que estaba en casa Alegre, del de la de Zaragoza, situado en la actual Granja Anita, aproximadamente, donde un portalero le decomisó un cordero a un pueblerino, que se lo traía al Señor Retortillo; otro portal estaba al lado de la Cárcel y otro en Santa Clara. Uno de los asistentes a la reunión, que tal vez fuera el que colocó el cartel en la puerta del cementerio, tenía necesidad de dinero para mantener a su familia y con un coche “cuatro-cuatro”, compraba un botico de aceite en Los Molinos de Sipán y en combinación con un profesional portalero, pasaba por los Portales y le daba parte de lo que se ahorraba de pagar al Ayuntamiento. El que afirmaba lo de que el noventa y nueve por ciento de los hombres se venderían por más o menos dinero, contó como le pasó un cordero a un señor de Sasa del Abadiado, por el camino que va del antiguo Manicomio a la zona industrial, que está al lado del monte de Quicena. Cinco duros le dieron y además lo que le quedó al amo y el cordero, que se salvó de que se lo comiera el Portalero. Es peor el dinero chupado por altos cargos, que arruinan al pueblo o el que calculan las matemáticas del gran capital, que saben lo que gana un obrero en toda su vida y le venden en ese precio el piso en que ha de vivir. Un negocio judío se arruinó y los jueces dijeron que se había arruinado por dar a los que trataba más del veinte por cien de ayuda caritativa. Así daban el dinero exagerado de los créditos, que han arruinado a muchos españoles, con peligro, incluso, de arruinar a los mismos bancos.

La Almunia del Romeral está bajo la cima de Guara.-


 Huesca, está en una llanura, al Sur de la Sierra de Guara, y desde esta ciudad se encuentran sus habitantes, contemplando con cierta cercanía, la Sierra de Guara. Está dicha Sierra muy cercana a la capital y por Estrecho Quinto y Loporzano,  presenta a los ocenses con gran prontitud, “adorando” a Guara. Se encuentra la Sierra de Guara, con el pueblo de La Almunia del Romeral, a unos 630 metros de altura, cuando la cima de la Sierra se alza a 2.077.
La Almunia del Romeral, vive  en  un lugar tranquilo, unida la curso del río Guatizalema, por donde bajan de arriba abajo, sus aguas frías, que las han usado para suministrar el agua a muchos lugares de su curso. En 1.972 se aprovechó la ocasión para enriquecer el agua a la ciudad de Huesca  y más tarde de los pueblos que se situaron históricamente más al Sur. Para poder enviar el agua a Huesca y a los citados pueblos que se van escapando hacia el Sur, han tenido que construir en 1.972 el Pantano de Vadiello, que está elevado sobre el pueblo de La Almunia del Romeral rodeado de  rocas, muchas que conservan su nombre vasco.
El territorio donde se encuentra La Almunia del Romeral es vecino al de Santa Eulalia la Mayor y al antiguo y desaparecido pueblo de Isarre, de nombre vasco. Este pueblo fue destruido por los árabes, cuando Extremadura su líder estaba luchando más al Sur en la zona de Santolaria y la altísima cumbre de Guara que se elevan separadas por el río Guatizalema.
En Santa Eulalia la Mayor se hallaba encargado Martín de  Abós y Escario ,nacido el 6 de Octubre de 1.628 y casado con Isabel de Almudévar y Lueña, de la que nació en 1.669 Antonio de Abós y Almudévar, que se fue a casar a Huerto en 1.700, donde se siguió el linaje.
Hay numerosos apellidos en La Almunia del Romeral, pero en el siglo XIII, dos hermanos, al servicio de Jaime I, a saber los Urraca. Uno de ellos Martín Urraca casado con Margarita Almudévar,que tuvieron varios hijos,que ganaron ejecutoria de Infanzonía ante la Real Audiencia de Aragón. También se nombra en la Historia a Juan y Miguel Almudévar,se quedaron en la casa paterna,de la que fue segundo hijo el segundo en 1629.  
Pero siguió el pueblo habitado en los últimos años, por Joaquín Borruel Buil, descendiente de Caborbaya, que edificó Casa Almudévar de Siétamo en el año de 1.853.



Joaquín Borruel Buil es un descendiente de Caborbaya, albañil que edificó Casa Almudévar de Siétamo el año de 1853.Me habla de su  padre, cuando pasa gran parte del año en Siétamo, pero no recuerda menos a su madre, Francisca Buil Albero, a la que yo  conocí. Los recuerdos de su madre le llenan de sentimientos su corazón, de tal manera que los manifestaba describiéndome su vida entre las bellezas sobre las que se asienta La Almunia del Romeral. No pude pasar sin acordarme de las vivencias que pasé ejerciendo mi profesión de veterinario y de vivir los sentimientos de Joaquín Borruel y decidimos una tarde calurosísima del mes de Agosto, subir por las orillas del Río Guatizalema, desde Siétamo hasta el verdor, que manifiestan los litoneros, los romeros y las oliveras. El primer punto al que nos dirigimos fue a casa Escario, que fue de la madre de Joaquín y allí encontramos la puerta de hierro del corral, que estaba toda rodeada de una parra, que ofrecía unas uvas rojizas, de las que Joaquín no se atrevió a probarlas, pero yo, sumido en aquel ambiente somontanés del río Guatizalema, en la ladera del monte Miscón y desde donde se divisa Santolaria, con su atalaya restaurada e iluminada por la noche, cogí un grano de aquella uva para comulgar con aquella tierra que conduce el agua a Huesca capital y a los pueblos del Somontano, con su campo de aviación de Alcalá-Monflorite. Esos espejos producen una luz, que nunca apagan las boiras, que en invierno alcanzan a los pueblos próximos. Nos daba la impresión de que no íbamos a ver a ningún ser humano, pero nos encontramos con una pareja, que habita en Casa Sastre y formada por la señora Ester Loriente Abadías y por su marido José Ferrando Trallero. Ferrando ha sido cartero de la Sierra durante treinta y cinco años y yo lo conocí en casa de Lorenzo Zamora de Coscullano y su esposa Aurita de una casa en que durante cuatro generaciones tuvieron sastrería y más de cien arnales, emigró a Barcelona, donde trabajó y estudió, pues al hablar con ella, noté la claridad de sus palabras y la lógica de sus ideas, hasta que Joaquín me reveló que era Licenciada por la Universidad de Barcelona. Pero la miel de aquel “Jardín de romeros”, como llamó a la Almunia Don Fernando de Aragón, Abad de Montearagón, había influido en su corazón porque fue  toda  amor y caridad, ya que se llevó con ella a Barcelona a su madre y a cuatro tíos suyos. Cuando volvió a La Almunia se trajo los restos de sus difuntos  y no pudo menos que enseñarme su parroquia y el cementerio, donde duermen sus seres queridos. A Santo Domingo de Guzmán y a la Virgen del Rosario los sacan todos los años en procesión y en aquella tierra serrana, aunque están casi todos muertos, les cantan José Ferrando con su esposa Ester. Para San Vicente, celebran la Fiesta Pequeña  y en medio de la plaza encienden una hoguera, en la que asan panceta, longaniza  y tortetas, acompañadas por el vino de sus botas. El río Guatizalema baja de Nocito y es un punto, desde luego muy profundo. El punto más estrecho que me hizo contemplar Ester, subiéndome a la “demba” de Casa Aniés, fue el paso de Bolituero. Antes, cuando iban a Santolaria, colocaban varios maderos, fajos de “buchos” y barro, pero cuando llegaba una riada, lo arrastraba todo. Encima de Bolituero hay una presa para conducir el agua a Huesca y más arriba, por un túnel, corre el agua al Campo de Aviación de Monflorite y a los pueblos de abajo. Hay una zona más profunda que tenía un molino, una explotación de cobre y una papelera y cruzaban el río por unas vías ferroviarias que allí instalaron. La factoría de cobre se llamaba Martinete y en ella fabricaban calderos de cobre, tan usados en aquellos pueblos. Era La Almunia una potencia industrial gracias al río. Pero no sólo tenía la industria sino también la agricultura, que producía gran cantidad de aceite y por allí pasaba la ruta del vino y del aceite. Había dos rebaños,  uno de ovejas y otro de cabras, pero destacan las colmenas de abejas, que producían una miel transparente y clarísima, como la que destilan de su corazón las personas de La Almunia, donde todavía se encuentra  la llamada zona  de los arnales.





domingo, 19 de julio de 2020

Sello Quarto, Veinte Maravedís, AÑO de Mil Setecientos y ochenta y Tres.-


        
Buitres en Santa Cilia de Panzano , alimemtados en el pueblo.
                          
In Dei Nomine Amen: sea a todos manifiesto<,que yo Antonio Naya Labrador y vecino del Lugar de Panzano, al lado de presente en este de SIÉTAMO: De mi buen grado y ciencia cierta,  certificado de todo mi honor. Confieso haber recibido y cobrado a Pablo Segura, y de Francisca AZARA conyuges, y de don Joseph ALMUDÉVAR y doña FRANCISCA ESCABOSA (AZARA), también conyuges y vecinos todos del Lugar de SIÉTAMO , a saber es setenta y cinco libras Jaquesas en parte debajo de aquella cantidad que por razón de Dote por los mismos arriba nombrados fue mandada, a Ramona Escabosa para la  viuda y en contemplación del Matrimonio, que ésta contrajo conmigo el otorganta y que son por los Plazos Devengados,en que se incluye cualesquier recibos que hasta de presente hubiese otorgado, cuya manda, y Plazos aparecen en la Escritura de Capitulación Matrimonial.por nosotros y otros mandantes fue otorgada la misma que pasó por testimonio a RAMÓN CASTRILLO Notario Real y vecino de la ciudad de HUESCA, que la quero haber aquí,por calentada debidamente según Fuero.y por la verdad renunciando la excepción de fraude y engaño, non numerata pecunia y de respectivos consortes, Apoca legítima de las expresadas setenta y cinco libras Jaquesas a todos tiempos ,se halla la firme y valedera, y  ésta en cosa alguna no revocadera bajo la obligación que a ello hago de mi persona y bienes muebles y sitios habidos y   por haber donde quiere.


Hecho fue lo sobredicho en el Lugar de Siétamo a los nueve días del mes de octubre del Año contado del Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo mil setecientos ochenta y tres, siendo por Señores y por testigos Antonio Bescós y Pedro Antonio Giral , Labrador y vecinos del dicho SÏÉTAMO, hallados  a su otorgamiento, se halla continuada y firmada la presente escritura de Apoca en su Nota original según Fuero.

Signo de mí Joseph Cabrero Infanzón del Ayuntamiento y Juzgado de los Lugares de Torres de Montes, OLA, LOSCERTALES y SIÉTAMO, en éste ,que a lo sobredicho, me halle, Juez et Cerré. Firma.
Nota .De la presente  Apoca, hice entrega a la parte de don  Joseph ALMUDÉVAR, a fin de si quería se tomara en el oficio de Hipotecas de la Ciudad de Huesca sin embargo de no ser de las comprendidas con la real prag. De su Majestad en el día de hoy primero de Navidad.
Firma Jose Cabrero
"Se lo dedico a los Bescos actuales del pueblo de Santa Cilia de Panzano y de Panzano".

Andador por los Montes y sentado en una Residencia


             
                    .
He encontrado en un mirador de la Residencia de Ancianos del pueblo de Chimillas, desde el que se observa con claridad meridiana la Sierra de Gratal,  un hombre maduro, al que he saludado. Me ha contestado con esa alegría del que a veces querría hablar y no puede, porque no encuentra a quien dirigir su palabra o no es capaz de hacerlo, porque su presencia le impone respeto. Le he preguntado si le gustaba la visión de la que gozaba desde tal punto y me dijo que sí, que aquello le llenaba, porque él era Guarda de Monte jubilado y su visión le recordaba, los tiempos en que vigilaba aquellos montes y los recorría. Le pregunté que donde había ejercido tal misión y esforzándose en recordar el nombre de aquel pueblo, cuyos bosques, cuidándolos y vigilándolos, él no podía responderme del nombre de aquel pueblo de la Montaña del Alto Aragón; pero señalaba su frente con el dedo índice,  y al mismo tiempo me decía: ¡es qué sabe,  me falla la memoria!.
Estaba el anciano Guarda Forestal, sentado delante de una cristalera, a través de cuyos cristales, contemplaba, la Sierra desde el pico de Gratal hasta el pico de Guara a su derecha. Con su imaginación contemplaba aquellos montes que le recordaban el Pirineo de Benasque, que al fin recordó su nombre.
Recorriendo aquellos locales tan clásicos, ornamentados en sus pasillos de ánforas y de vajillas romanas, me daba cuenta del paralelismo que existía entre aquellos hombres y mujeres ancianos y los ornamentos más antiguos, que colgaban por las paredes de los pasillos. ¡Aquel edificio parecía un Bar inmenso, donde no se siente ni el calor en verano ni el frío en el invierno!.
Pero, sin embargo, la vejez sigue apoderándose de nuestros cuerpos y de nuestros espíritus. Así me lo decía el Guardia Forestal de Benasque, que los árboles nacen muy pequeños y viven creciendo muchos años, pero al fin, se apodera de ellos una vejez, que los conduce a que los abrasen en el fuego y a los hombres a pasar su vejez mirando los montes, que han recorrido durante toda su vida.

viernes, 17 de julio de 2020

El escracheo,” el esclafar y el escrachar”






Nos ha devuelto la República Argentina, hermosa y variada en montañas y  llanuras, la palabra escrache o escracheo. Los ciudadanos se han quedado extrañados al leer y escuchar tal palabra, cuando entre nosotros también existe. El Periodista Mariano Grondona dice que “el escrache es una agresión física que no llega a ser cruenta, contra aquellas personas a las cuales sus agresores procuran menoscabar simbólicamente delante de la sociedad”. Para algunos el escrache es un acto de violencia, que inclina a perder el respeto a la dignidad de los escracheados. Sí,  hay quienes no admiten el escracheo, pero es difícil no sentir simpatía o antipatía por el escrache o por el ofendido en este problema. Dicen que un 78 por ciento de la gente no ve ninguna acción mala en un escracheo, cuando éste se realice de un modo pacífico y un dieciocho por ciento cree que su acción es un delito contra los políticos.

Esta palabra de escrache no se encuentra en el Diccionario Espasa- Calpe ni en la Enciclopedia de Larousse, como tampoco se encuentra en ninguno de ellos la palabra esclache o esclachar y sin embargo se encuentra la palabra escachar. Escachar en Argentina quiere decir cascar o destripar y en la Enciclopedia Larousse: cascar, aplastar, despechugar; vulgarmente romper. En el Espasa- Calpe, pone resultados parecidos, como  escachar, cascar,  aplastar, despechugar, cachar o hacer cachos y romper.

Pero en el Diccionario de voces aragonesas de Don Jerónimo Borau, publicado en la Imprenta de la Diputación de Zaragoza el año de 1884, escachar  quiere decir despachurrar o mejor aplastar, machucar, chasquear y dejar burlado. Y la palabra esclafar, que aparece en la página 227 del mismo Diccionario de Borau, quiere decir machucar, chafar, quebrantar. También se dice esclafar los huevos, por cascarlos, partirlos o abrirlos. ¿ No está relacionada la expresión popular, que dice ¡vete a “cascala”, con esclafe o esclache, acción de cascar los huevos y las situaciones opresoras del pueblo?. Eso de romper o escrachar lo han tenido que hacer  durante toda la historia, pues basta ver que de las lenguas  occitano- romanas, procede el verbo escrachar. En la lengua francesa, se encuentra la palabra escrache, que a los franceses, les hacía estar encolerizados contra males físicos, como el “muermo y la úlcera”, pero otras veces hacía estar rabiosos a los franceses contra actos humanos, a los que se quería combatir con imprecaciones medievales. Dicen que hay justicia en el Mundo, pero queda un gran espacio que la busca y que no la encuentra y por eso hay hombres que escrachean.  Sí,  escrachean algunos con Teatro callejero, otros con pintadas frente a los domicilios de personas egoístas y criminales, aunque otras veces son búsquedas del arte que no pueden alcanzar los que las pintan. Arrojar  huevos frente a domicilios y contra individuos que han jugado con el dinero ajeno en los Bancos, teniendo en cuenta que esta forma de escracheo, ya viene desde siglos, “no se sabe si de los mismos huevos o de las gallinas”.

Dicen en la Argentina que el escrache, es un procedimiento del pueblo, para pedir la justicia, cuando ésta no se hace o por descuido o por imposibilidad de hacer una condena de un delito. Una Agrupación llamada Hijos, lanzó este lema: “Si no hay justicia,  hay esclache”

Algunos definen el esclache o escracheo como una demanda popular, contra personas que han cometido violaciones de los derechos humanos  o  que están hundidas   en la corrupción. Para llevar a cabo esa demanda, se realiza a veces con sentadas, canciones o pintadas, frente al domicilio particular e en lugares públicos. En Huesca, en la cuesta que sube a la Catedral, para la Fiesta de San Lorenzo, un grupo de amigos demandan al Ayuntamiento,  no sé si será contra la supresión de la circulación por ciertas calles o por cualquier otro motivo.

En España los afectados por la rotura de sus hipotecas, defienden el escrache como una pacífica forma de protesta por no hacer caso los poderes Político y el Bancario, a las personas que se han hipotecado con sus pisos. Los políticos que tienen la obligación de buscar el bienestar y la justicia, iniciaron la concesión de créditos para que el pueblo comprara pisos y después, al llegar la crisis, ¿cómo no adivinaron la llegada masiva de las hipotecas?. El periodista y escritor Isaac Rosa dice: “los antidesaucios no han empezado por los escraches, sino que antes de llegar hasta aquí, han ido subiendo todos los escalones previos: confianza en el sistema ( que los dejó tirados), denuncias en los juzgados (pero la ley hipotecaria los desampara judicialmente), peticiones a los gobernantes (oídos sordos), manifestaciones (ignoradas o reprimidas), paralización de desahucios (recibiendo a cambio más policía)…….y ahora, después de consumir todos los cartuchos anteriores, el escrache.

Está este mundo confundido con el escrache, el escracheo, el escachar y todas esas palabras con el mismo significado, cómo está confundida la política con la justicia y la hipoteca.

El último recurso que le queda al pueblo sencillo, es el escrache. 

Las carrascas color verde- obscuro, que pueblan el Monte.-




Las carrascas que pueblan el   Somontano, con ese duro sonido al partirlas con las astrales, es igual al del yerro. Eran en mi niñez, enanas y escasas en este Somontano, que está separado de la Montaña. Eran escasas porque su uso en los hogares, en que se cocinaba era continuado, ya que sus habitantes no tenían carbón abundante, ni calderas de calefacción y guisaban sus alimentos con el fuego que mantenían en los  hogares  qué por sus chimeneas, lanzaban el humo al espacio. Después de la Guerra Civil disminuyeron exageradamente las carrascas en el monte de Siétamo, porque el pueblo necesitaba su leña para cocinar sus alimentos y calentarse en el hogar. Este problema ya era conocido en aquellos antiguos años en que el Barón de Siétamo y  varios  otros nobles títulos, tenía su residencia en el Castillo. La tierra roja y pedregosa, estaba toda ella poblada de carrascas, dejando la más parda, para cultivar el trigo y la cebada. Aquella tierra roja la llamaban El Carrascal , que pertenecía al Marqués de Torres de Montes, más tarde Conde de Aranda. Esas “suertes” estaban paralelas  unas con otras y algunas de ellas, ya tenían las carrascas altas, a punto para cortarlas, mientras otras ,que ya habían sido cortadas hacía poco tiempo, estaba creciendo, sin que en ellas penetrasen los ganados. Era una forma de cultivar las carrascas,  que el hombre necesitaba para cocinar y para guisar sus alimentos. Hoy día han cambiado las costumbres y se han roturado grandes extensiones de tierra para sembrarlas. A aquellas parcelas que se cultivaban largos años para obtener leña, al principio de su  desarrollo, no se pastoreaba por  ellas y luego se dejaba correrlas por el ganado, que consumía bellotas. Hoy se ha acabado ese cultivo de las carrascas, pero ahora en su superficie se siembran cereales. Pero en los yermos y en las márgenes, han brotado multitud de carrascas que van creciendo y ensanchando sus copas y se llenado el monte de carrascas fuertes, que muchas de ellas van produciendo bellotas, unas menudas y otras gruesas y de buen sabor, que da gusto comerlas debajo de las carrascas y antes donde había alguna carrasca productora de bellotas, unas se recogían para su consumo en la viviendas  y otras se dejaban caer de las ramas del las carrascas, para satisfacer el hambre de aquel las ovejas y cabras. Cuando llegaba la ´fiesta de nadal o la Navidad, se recogían aquellas gruesas bellotas, para consumirlas los hombres, rodeados de sus familias.
Las carrascas de duro sonido ¿vasco o ibérico?, te han hecho los hombres árbol femenino, redondo,  afeitado. Mirando sus ramas, acribilla el cielo un vuelo infinito de gays, cardenales, cistras pachareles, petretes, lucanos, que acuden,  al árbol matriz de pájaros con múltiples huecos, que llaman barracas, úteros cavados por mano de hombre, en carne de árbol, llena de “palangas”, ligantes de liga o de besque, mucus vegetal, que vence hace siglos la vida elevada, volante y ligera del color y el canto de las avecillas.

martes, 14 de julio de 2020

El catalán qué en Arabia, comprendió al Mundo.



Es mi amigo un ilerdense o leridano, simpático y como catalán un gran trabajador y comprende al Mundo. Si, lo comprende porque ha sido un gran viajero, por   gran   parte  del  mismo, y este espíritu de peregrinación por el Mundo, no le ha impedido viajar por las fincas de Lérida y de Huesca, para trabajar la Tierra, obteniendo “pacas y más pacas” en las fincas donde se cultiva el trigo y la cebada, unidos a la tierra y a la ganadería de este Mundo.
Viene a Siétamo todos los años a empacar, es decir a reunir la paja que ha soportado el peso de las espigas, ya cosechadas y emplearlas para ayudar al ganado vacuno y al caballar, en su alimentación mezclada con granos o harina de cebada o de trigo. Pero además sirve esa paja para proporcionar a los animales un piso limpio de sus cuadras, en el que se acuestan dichos animales. En sus cuadras con el tiempo se convierte la paja pura en estiércol y se reparte por los campos para obtener una mayor producción de las semillas que en ellos se siembran.
Viene todos los años por el pueblo de Siétamo, desde Lérida o Ilerda, un individuo simpático, que sonríe casi continuamente, con una doble forma de expresarse, unas en castellano y otras en catalán. Estábamos desayunando en un Bar de Siétamo  y  en un velador, frente al nuestro, se encontraba una familia catalana, que al escuchar su forma de hablar en catalán, el amigo que estaba recogiendo en el monte de Siétamo, se dirigió hacia ellos y en su cariñosa lengua, les saludo con cariño.
José Miguel Serrano se encuentra en un patrimonio de Siétamo con su coche y con su máquina empacadora de paja. Por la mañana llega a Siétamo, desayuna y a continuación se hace cargo del funcionamiento de su máquina empacadora de paja y todo el día recorre el terreno del Somontano, limitado al Norte por la Sierra de Guara, de izquierda a derecha, y por el río Guatizalema, nombre moro o árabe, proveniente de la invasión islamista. ¡Cómo la geografía del terreno del Somontano, nos recuerda con ese nombre árabe de Guatizalema, donde estuvieron, hace ya siglos gobernando los árabes, en Huesca y en Lérida!. Existen recuerdos en Siétamo y en Ilerda de los moros que por allí pasaron en tiempos de la hija Petronila del Rey de Aragón Ramón II el Monje, pero no recuerda casi nadie que los moros vivieron en Cataluña y Aragón. Yo he vivido la emoción de ver en Siétamo, un cementerio moro que la llegada de los  tractores, había descubierto los cadáveres de moros y moras. Ramiro II, monje en Francia, renunció a su carrera monástica, para ser Rey de Aragón y en 1.035 heredó la Corona de Aragón.
Pero han pasado siglos de la ocupación por los moros de Aragón y de Cataluña, Y estas regiones han ido progresando, Cataluña en Industria y Aragón en Agricultura y el catalán JOSÉ MIGUEL SERRANO, que reside cerca de Lérida, ama a Cataluña, pero es amigo del Mundo, se preocupó de aprender a hablar en inglés. Y con su inglés aprendido decidió viajar a los Siete Emiratos Árabes. En DUBAY capital de aquella unión de pueblos árabes, está el edificio más alto del Mundo y su población está formada por seis mil  individuos de raza árabe que son los ricos dueños de aquellos inagotables pozos de petróleo, pero son muchos los hombres de color, que sirven a los árabes puros. JOSÉ MIGUEL SERRANO, regaló en el Hotel BUR ALARAT, una botella de licor que había traído de Ilerda. Allí está prohibido consumir bebidas alcohólicas, pero el receptor de la  botella,  estaba entusiasmado y  en el Hotel sus construcciones para recoger el petróleo son enormes. No pudo JOSÉ hacer otra cosa que entregar el regaló de esa botella de vino de Lérida, que recibió un empleado del Hotel, como un gran acontecimiento.
El petróleo nace a “chorros” de su subsuelo, para abastecer a medio Mundo. La  construcción  es  enorme y bella, como si quisieran representar la riqueza petrolífera de Kuwait. Y a José Miguel  Serrano  aquel  espectáculo arquitectónico y petrolífero le producían admiración. Y se acordó de su tierra de Lérida y de su vecina Huesca, donde habían luchado Carlomagno con los moros, que habían  dominado  muchas zonas de las mismas y quiso recordar aquellos trajes árabes, que se usaban en Kuwait y en viejísimos tempos se usaron en la España moruna.
 En Dubay se encuentra el edificio más alto de todo el Mundo, único Hotel del Mundo con Siete Estrellas, por cuya estancia en él pagó 148 Euros  y en él entregó una botella de licor de Ilerda. Miguel Serrano, quedó admirado del aspecto celestial de aquella población árabe y sintió la necesidad de identificarse con aquellos hombres, que en tiempos pasados, dominaron su tierra natal de Aragón y Cataluña Entró en un comercio donde se vendían trajes árabes, y se compró uno. Se lo puso y soñador se paseó por aquellas tierras árabes y soñó su lejano pasado, cuando en su tierra Natal, sus habitantes caminaban con su ropaje arábigo. Se vio rodeado por aquella población, procedente de habitantes del Océano Indico, que le rodearon admirados de su capacidad de transformarse en un árabe puro. Y Miguel Serrano gozó de su estancia en un País ,gobernado por árabes puros y servidos por habitantes del Océano Indico, que allí se encontraban para servir a un País endiosado por su riqueza petrolífera.

José Miguel Serrano entrega el obsequio su  botella de vino al Cocinero del palacio de Dubay.

José Miguel Serrano, convertido en un auténtico Prícipe Arabe.

JOSÉ MIGUEL SERRANO, se exhibe como un príncipe Arabe.

lunes, 13 de julio de 2020

Azara del Alto Aragón y de Vasco-Navarra.


                                                                                                                       Falta el escudo de Azara

El apellido Azara se encuentra en la “Enciclopedia Hispanoamericana de Heráldica y Genealogía”. Los apellidos vascos se adoptaban derivándolos  de los nombres de los lugares, donde nacían los antepasados.  Se indica esta costumbre del Pais Vasco-Navarro, sin indicar que en Aragón ha existido la misma costumbre y teniendo en cuenta que en gran parte de Aragón, se habló el vasco. El apellido Azara,  en Aragón, se tomó del pueblo de Azara, cerca de Barbastro. No hay que confundir el apellido Azara con el árabe La Zahara. La invasión de los árabes, hizo, por ejemplo que entre los ríos Flumen, de nombre latino y el Isuela, de nombre vasco-ibérico, se denominara en árabe Alcanadre al río que pasa por Angües o Guatizalema al que pasa por Siétamo.



Escudo de Azara en un armario de casa Almudévar en Sietamo.

Es curioso comprobar en mi tierra altoaragonesa, cómo muchos apellidos son isótonos con algún pueblo antiguo o desaparecido. Esta costumbre duró varios siglos, pues mi antepasado, que era bearnés, participó en la conquista a los moros del pueblo de Almudévar. En tiempos primitivos  se llamó Burtina, nombre vasco- ibérico, pero al nombrar a mi antepasado Bayle, que perdió el apellido bearnés, probablemente  vasco ibérico,  lo cambiaron  por Almudévar.  Pero mi amigo Belarre, se llama así porque algún antepasado suyo era natural del pueblo, encima de la ribera del río Belarra y situado en la Sierra del mismo nombre. El pueblo de Azara, cercano a Barbastro, dio su nombre a los aragoneses del Altoaragón, como dice Carrafa , que bautizaron con el mismo nombre en Navarra y el Pais Vasco, derivado de  algún poblado, río, monte o peña de su territorio. En Aragón existen, al menos una veintena de pueblos vivos o desaparecidos, montes y fincas, llamadas Javierre, antes Chavierre, que en vasco quieren decir Casanueva, y en Navarra que está, limitando con Aragón, Javierr, donde nació San Francisco Javier. Berri en vasco quiere decir nuevo, pero en Aragón se decía, igual que en Javier, bierre. Así como cerca de Huesca se encuentra el pueblo de Arbaniés, debajo de Pamplona se halla el de Arbuniés. Y de la misma forma que en  Huesca se encuentra el pueblo de Bescós de la Garcipollera, origen del apellido De Silvio Kostti o Manuel Bescós Almudévar, en Navarra también se encontraba el pueblo de Bescós y zonas de monte, donde se recogen plantas medicinales. Hay tres nombres de pueblo en el Altoaragón, que definen a Artasona de Almudévar  o del Llano, pueblo de Colonización,  construido en una finca llamada  Artasona. Hay otro Artasona cerca de Ayerbe, que ya quedó despoblado y un tercero, debajo de Torreciudad,  perteneciente al Ayuntamiento de El Grado.  En Navarra y cerca de Tafalla se  encuentra el Pueblo de Artajona.  Hasta en el pueblo de Artasona del Llano, vive una simpática señora, que se apellida Atarés, nombre de un pueblo cercano a San Juan de la Peña, cerca de Jaca.  
Aquí no hay que confundir el nombre del pueblo de Azara, palabra con un Azor en su escudo, mirando al sol, con la palabra árabe Azahara, que quiere decir flor. Basta mirar a la ciudad de Arabia Llamada Medina Azahara, que significa la Ciudad de la Flor.
¿Está relacionada la palabra Azara con el ave de rapiña azor?. Eso parece deducirse del escudo de Azara, donde se alza, un azor mirando al sol, azor del que alguna vez se ha dicho que se trataba de un águila, mirando la misma estrella.
La última hija de los Azara de Siétamo, Francisca Escabosa Azara, hija de Escabosa de Ola, se casó con José  Almudévar  Altabás de Barluenga. En la actual casa Almudévar, en una alacena, se exhiben paralelos  dos escudos, uno el de Almudévar y el otro el de Azor mirando al sol de
los Azara. Antes de la Guerra Civil, en la capilla levantada por Mosen Juan Azara, estaba expuesto en escudo de Azara, que fue destruido, en la Guerra Civil de 1936, en que se destrozaron  todos los altares en la Iglesia Parroquial.
En Huesca el 16 de Febrero de 1714, aparece el siguiente Escrito:” Nos el D.D. Carlos Alamán Canónigo de la Santa Iglesia de Huesca, Catedrático de Prima de Leyes en su Universidad y en lo espiritual y temporal y como Vicario General, del muy Ilustre Cabildo de dicha Iglesia. La Sede Episcopal Vacante por  muerte del Ilustrísimo Señor Dr. Francisco de Paula Garcés de Marcilla, último Obispo de Huesca. Por las presentes damos licencia y facultad al  Retor  o, Regente….. de  la Iglesia Parroquial de Siétamo, para que pueda hacer la bendición del Altar y Capilla que ahora, nuevamente se ha erigido, so (bajo) la invocación del Santo Cristo y también de la Virgen Santísima del Carmen y Animas del Purgatorio, que en ellos se pueda celebrar el Santo Sacrificio de la Misa, conformándose en todo con lo que el dicho Ritual Romano, dispone para dicha función, que procurará observar exactamente atendiendo a todo lo que previenen la Sagradas Escrituras. Assí lo fiamos de su virtud y Celo.
Alamán. Por Mandato del Ilustre Señor Vicario General- Antonio Ferrer Secretario”.  
En el alero de la casa de Azara y Almudévar, pusieron cuatro azores metálicos, de los que quedan dos y en casa Sipán, donde se casó un Escabosa  Azara, hermano de Francisca, heredera de los Azara, en un ángulo del tejado, se asoma otro azor, de madera.
El primer Azara del que se tiene noticia en Siétamo es MARTÍN AZARA y ALQUEZAR, que se casó en SIETAMO el día 16 de Septiembre de 1588 con María Salinas de Siétamo. Por el escudo se ve que provenía, como los Azara de Barbuñales, del pueblo de AZARA.
El segundo fue Don Felipe de Azara, que se casó con doña Martina de Lierta, de Siétamo, el 22 de Noviembre de 1610.
El tercero fue Pascual de Azara, que se casó con María Benedetes, hija de Pedro Benedetes y su heredera en 1627(¿). Benedé de Novales siempre que me veía me recordaba nuestro parentesco.
El  CUARTO, Don Pascual de Azara, hijo del anterior Pascual de Azara, tal vez nacido el 29 de Junio de 1628 y se casa el nueve de Junio de 1673, con doña TERESA DEL TORO de Siétamo. Don Martín Cavero, cura de Siétamo dice en el folio catorce del libro de casados,  lo siguiente: “Partida de casamiento. En veintinueve de Junio de mil seiscientos setenta y tres,  desposé yo Victorián Sesé Retor de Siétamo, a Pascual de Azara y a Teresa del Toro”.
Fueron los hijos de Don Pascual de Azara y de doña Teresa del Toro: Don Pascual de Azara ,el segundo, abogado en Zaragoza, Mosen JUAN DE AZARA y Don Felipe de Azara, cura de Ola, que en 1784 nombró sus herederos a su hermano Pascual de Azara, abogado de los Reales Consejos de Zaragoza, a su primo cura entonces del lugar de Almuniente, al Retor que es del lugar de Siétamo, a Antonio Beneded, su primo, residente en Novales y a MARÍA FRANCISCA Azara, su sobrina en Siétamo.
Tuvieron a Mosen Juan de Azara, capellán de la Capilla de Cristo Crucificado…1728.
El Quinto (5) JUAN DE AZARA casado con PABLA DE MUR, el año 1772 en el que ya estaba muerto el dicho Don Juan de Azara, capellán de la Capilla del Santo Cristo Crucificado.
Fue hijo suyo Miguel AZARA, religioso de la Orden Seráfica de San Francisco de Asís en el convento de Nuestra Señora de los Angeles de Hijar. En 1772, el Novicio de la Orden de los Franciscanos, Miguel AZARA hace testamento de lo que le ha de entregar su hermana y HEREDERA FRANCISCA AZARA, que a su vez recibirá las diez libras jaquesas de su tío Pascual de Azara (que era hermano de su padre JUAN DE AZARA), abogado y en su muerte a don Vicente AZARA  (primo de Miguel), hijo del abogado y primo del franciscano.
6- La Sexta AZARA, Doña Francisca AZARA y Mur, que fue heredera de Juan de AZARA, por haberse hecho fraile franciscano su hermano MIGUEL. Hizo Capitulación Matrimonial  con Pascual Escabosa Mancebo, en Siétamo el 15 de enero de 1672.
De esta FRANCISCA AZARA Y MUR, nacieron María FRANCISCA ESCABOSA AZARA, que se casó con JOSÉ ALMUDEVAR ALTABÁS de Barluenga  y otra hermana que se casó con un varón de CASA NAYA de PANZANO y su hermano  Mateo Escabosa Azara, que se casó con la heredera de casa Sipán. Se quedó Francisca Escabosa Azara viuda de ESCABOSA DE OLA y se volvió a casar con   Pablo Segura, que en su testamento dice ser enterrado en la Capilla Laical, creada por don Juan Azara.
“Cuando narra Severino Pallaruelo, las venidas a Siétamo de los Azara de Barbuñales, con las correspondientes visitas a los Condes de Aranda, se veían con sus parientes los AZARA de Siétamo. Había una gran amistad entre los Conde de Aranda y los AZARA, Pues al sacerdote Dom Juan AZARA, el Conde de Aranda lo hizo párroco del pueblo de Puy de Cinca, hoy desaparecido,  que le pertenecía. También los Azara de Siétamo pidieron ayuda al Conde, para que les dejara paso al actual corral de la casa, entonces de AZARA y luego heredada por los Almudévar, pues uno de ellos, JOSE ALMUDEVAR ALTABAS se casó con la heredera de los Azara,  sin conocerse la fecha  exacta de la boda de José Almudévar Altabás con Francisca
Escabosa Azara y que tal vez fue el año ¿1746?, fecha que me parece un error  porque en esta  me parece extraño que José Almudévar y Francisca Escabosa Azara se casaran en la misma, porque los padres Pascual Escabosa y Francisca Azara y Mur se casaron en el año de 1742.
En 1636, aparece una Apoca, en que es indudable que no podían conocerse José y Francisca, porque no habían ni siquiera nacido, pero se adivina el interés que pondría José por los documentos financieros de la familia Azara, al entrar en su matrimonio con Francisca Escabosa Azara, pues en un lado de dicha Apoca,  aparece su firma, escrita en un lado de una “Apoca de doscientos sueldos de pensión del año 1636 a favor de la casa de Almudévar”.                                  
En una “Comanda” de 1815, varios vecinos del pueblo de Siétamo, escriben: “de nuestro buen grado y cierta ciencia, confiados de todo nuestro derecho, reconocemos y confesamos tener y que tendremos en verdadera Comanda, puro llano y fiel depósito de don José Almudévar, vecino de dicho lugar de Siétamo, y de sus habientes derecho, la cantidad de ciento sesenta y dos libras, quatro sueldos y dos dineros jaqueses, que en el presente día de hoy en nuestro poder ha encomendado y aquellas en fiel depósito acercamos y confesamos haber recibido, cuya cantidad prometemos y nos obligamos satisfacer y pagar al nombrado don José Almudévar  o los suyos, siempre y cuando de nosotros y nuestros bienes recibir y recobrarlos, y está en moneda metálica sonante  y no en vales reales ni otro papel alguno, y si para la exación y cobranza de dicha cantidad, al nombrar Almudévar se le quitasen algunas costas, o se le rebajasen algunos perjuicios, unos y otros prometemos y nos obligamos pagarle íntegramente, sin que para ello necesite más prueba, que su mera aserción y palabra…………Hecho fue lo sobredicho en el Lugar de Siétamo a los quince días del mes de Diciembre del Año contado  del Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo mil ochocientos y quince, siendo a todo ello  presentes por testigos Don Vicente Mocinex, residente en el Lugar de Siétamo, y Antonio Lafuente, Vecino de la ciudad de Huesca, de presente hallado en dicho Lugar. Se halla continuador y firmada esta Escritura en su Nota  original según Fuero de Aragón”. José Azara fue también Alcalde de la Villa de Siétamo.
 Felipe de Azara, que fue  hermano de Mosen Juan de Azara, aparece en la Bendición en el Monasterio de Casbas, en la toma de posesión de la Parroquia de Puy de Cinca por su hermano Juan de Azara y hay un oficio de 1718, con el que se le nombra Limosnero para el Hospital de Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza. En 1711 están fechadas  las compras y corrales cercanos a la Iglesia y Plaza Mayor de Siétamo por Mosen Juan Azara, que pide al Señor Obispo permiso para levantar la casa y el 6 de Junio de 1713, le llegó el permiso. El 22 de Septiembre de 1783, reciben un papel del Administrador del Conde Joaquín de Urriza José Almudévar y Francisca Escabosa Azara, en el que reciben permiso para usar el riego tres o cuatro cahizadas de tierra del Tapiaded, junto al camino por el que pasan los de Torres de Montes a Moler al Molino del Conde, mi señor”. Esta carta   demuestra que ya estaban casados José y Francisca. Estas fechas indican que la construcción de la casa, entonces Azara y a partir de aquella fecha, se hizo con la presencia de José Almudévar.
Con José Almudévar y Francisca Escabosa Azara se acaban en Siétamo los hombres que poseían el apellido Azara.
Se celebran varios matrimonios de los Azara de Siétamo, como Don Francisco de Azara con Antonia de Arazo, de Aguas de Coscullano, el 21 de Octubre de 1734. Se casa también Don Francisco Antonio de Azara con Doña Rita Buesa de Arascués en Sangarrén el 18 de Noviembre de 1765.También se casa Don Gregorio Francisco de Azara con Doña Bárbara Calvo de Ibieca, el 12 de Marzo de 1770,”pero según el testimonio 7, el 28 de Mayo de 1791.
 Hemos visto que los Azara tenían capacidad intelectual, pues algunos estudiaron en la Universidad de Huesca, otros fueron abogados, Juan Azara, era amigo del Marqués de Torres y Barón de Siétamo, que le adjudicó la parroquia del hoy desaparecido Puy de Cinca. Miguel Azara al entregarse a la Orden de San Francisco,  dejó heredera a su hermana Francisca Azara, que ya no dejó el apellido Azara a su hija Francisca Escabosa Azara, que se casó con José Almudévar Altabás. No conozco la fecha exacta de la boda de José Almudévar y Francisca Escabosa Azara, (aunque se supone que fue por el año o años anteriores al 1783, pero, con  la carta enviada por el administrador del Conde de Aranda para “que pueda usar del riego de tres a cuatro cahizadas”, se ve que ya  entonces estaban casados, pues esa carta se escribió el  22 de Septiembre de 1783.
El sacerdote Juan de Azara y toda su familia se preocuparon de erigir en la Parroquia de Siétamo, la Capilla del Santo Cristo, en la que se podrían enterrar, los que idearon esta obra,  sus hijos y descendientes por línea recta. En 1508 llegó el permiso episcopal, pero por lo visto quisieron los Azara observar otras iglesias, concretamente en el Monasterio de Casbas, como dice un escrito en latín que se expresa así: “Nos D. Sr. Benedictus Linás sacrae Biologiae, et ser Abbas Regalis Monasteris Beata María de Escarpe, ordinis cisterciensis, et Beatus Generalis Cisterciensis congregacio Aragoniae et Navarrae,Vobis Mosen Juan de Azara, Pascual de Azara et Azaras Isabel, Juana la Plana, Josepho de Azara y Margarita de Azara… “Sigue el Beato General Cisterciense de la Congregación de Aragón y de Navarra, bendiciendo a los Azara.  
Acaba en Nuestro Real Monasterio de Casbas, en el mes de Febrero de 1606.
Firma el Magister Benedictus  Linás, Abad del Real Monasterio de la Beata María de Escarpe.
Hasta hace escasos años he visitado el Monasterio femenino de la Gloria, fundado en 1173. Fue la Condesa de Oria de Pallars, hija del Conde de Urgel, la que fundó este Monasterio cisterciense de Nuestra Señora de Gloria, pero después de tantos siglos, hace unos pocos años se cerró.
En la bendición que da el Abad a mis antepasados los Azara, no dice nada de que fuera dicho Monasterio un refugio femenino, y parece ser porque era D. Benedictus Linás el Beato General Cisterciense de la Congregación en Navarra y Aragón y esas misiones de bendecir a una familia, eran propias de los hombres, en esta caso del Abad cisterciense de Navarra y Aragón. Los Azara de Barbuñales y los de Siétamo, estudiaron en la Universidad de Huesca. Martín Azara de Barbuñales,  se hizo Graduado en dicha Universidad, Martín Azara en 1587, José Azara y Toro, de Siétamo en 1710, Francisco Mamés Azara Loscertales y Foncillas en 1722 y Pascual Azara de Siétamo en 1732. El mismo Don Pedro Pablo Abarca de Bolea Conde de Aranda fue investido Doctor en Leyes por la Universidad de Huesca, el dos de Septiembre de 1769. En las listas de los alumnos de la Universidad de Huesca, se ve a los Azara de Barbuñales y de Siétamo, parientes  y por la mistad con el conde de Aranda, pues como dice Pallaruelo en su obra, cuando los Azara de Barbuñales pasaban por Siétamo , se paraban a visitar al Conde o a su familia y fue el Conde el que adjudicó a Don Juan Azara de Siétamo,  la Parroquia del pueblo de Puy de Cinca, hoy desaparecido. En dicho apellido hay que destacar a, FELIPE de AZARA, natural de Barbuñales, que siendo militar, se dedicó en el Paraguay, en los límites con Brasil, a estudiar la Biología animal y vegetal, que lo han hecho un científico universal. Está enterrado en la Capilla de los Argensola de la Catedral de Huesca, con los que  les  unía la Historia. Como también los unía con la tía del Conde de Aranda, Doña  Francisca Abarca de Bolea, Abadesa de Casbas y escritora.   
En Sieso, que está al lado de Casbas, se instalaron los Almudévar que subieron desde la Villa de Almudévar y en Casbas todavía quedan individuos con tal apellido. José Almudévar nació en Barluenga y tenía sus antepasados en Sieso, siendo pariente de la Familia Claver, importante en la Historia de Aragón. A esta familia perteneció San Francisco Claver. Esta familia de Sieso tiene a Violante Almudévar, casada con un Claver y fue pariente del Conde de Aranda. En Sieso, limitando con casa de Almudévar, de la que todavía queda una parte del arco de piedras, por el que se entraba en casa de Almudévar, se encontraba Casa de AZARA, cuyos habitantes no sé qué  grado de parentesco tendrían con los Azara de Barbuñales o de Siétamo.  
Todavía vivía el Conde de Aranda, que nació en 1719, durante cuya vida se casaron  José Almudévar con Francisca Escabosa  Azara en Siétamo y viviendo todavía Pablo Segura (escritura de 1773),)  participó en la Historia de España, el Conde de Aranda, cuya vida dedicó desde muy joven a luchar por la grandeza de España, siendo trasladado ya de niño a Italia, donde estudió e incluso luchó y quedó herido. Murió en 1798, retirado en su nueva residencia del Palacio de Épila.
El año de 1795, hacen un tratado de arreglo José Almudévar Altabás  y doña Francisca Escabosa Azara con Mateo Escabosa Azara y su esposa Rosa Sipán,  conyuges (con un hijo a saber Ramón Escabosa Sipán). Manifestaba Mateo no estar conforme con la herencia recibida. Pretende recortar la herencia recibida de Francisca Escabosa Azara y la de su padre Pascual Escabosa, que ya se había muerto. También reclama por la disposición testamentaria de Pabla de Mur, abuela de Francisca Escabosa Azara y de Mateo. Protestaba también por el Testamento de su difunto tío, el cura de Ola, ya muerto Don Felipe de Azara. Reclaman finalmente la Capellanía Laical que poseía Francisca Escabosa Azara, como heredera universal de la Casa y bienes que fueron de sus difuntos padres y abuelos. En Junio del Año de 1725, se arreglaron y el 16 de Septiembre del año 1799, se acabó el pleito. El año anterior de 1798, murió el Conde de Aranda.
“El veinticuatro de Agosto del año mil setecientos quarenta y dos, en el Lugar de Siétamo, otorgaron Capitulación Matrimonial de una parte Pasqual Escabosa Mancebo y de otra María Francisca Azara, doncella. Fueron padres de la contrayente, Don Juan Azara, que hizo su testamento a veintiséis días del mes de Diciembre de Mil setecientos veintisiete y su madre fue Pabla de Mur”.
El año 1813, aparece el Testamento del segundo esposo de Francisca Escabosa Azara, a saber Pablo Segura, que ya estaba viudo de la misma. Pone en el mismo testamento lo siguiente: ”Item quiero que mi cuerpo hecho cadáver, sea sepultado en la Iglesia Parroquial  de Siétamo, y sepultura de mi casa, gastándose en mi Entierro, honras, novenas y cabo de año, y demás sufragios acostumbrados, aquel tanto que a los sujetos de mi clase se acostumbra, y todo a voluntad de mis infrascriptos herederos…y lo mismo la Limosna para el Hospital de Nuestra Señora de Gracia de la Ciudad de Zaragoza”.
Hace poco murió en Ola, mi pariente Otal Escabosa y su viuda, sin hijos, vendió la casa. Su hermana Carmen Otal Escabosa, casada con Rufino Blasco Puente, conocido como Rufino de Antillón, descendiente de una familia noble, adoptó a Elena Otal Otal,  hija de Otal de Ola, casada con un buen labrador de Esquedas, llamado Pascual Martínez Laguarta, de la  que a su vez crían nuevos descendientes de Escabosa. Carmen, poco antes de morir, me llamó por teléfono y se despidió de mí, su pariente, con el que tuvimos, durante nuestras vidas, comunicaciones con ella y con su marido Rufino, en las Fiestas de Ola.
José Almudévar Altabás, junto con su señora María Francisca Escabosa Azara, tuvieron dificultades para organizar su patrimonio, pues entre otras cosas el cuñado Mateo Escabosa Azara y su esposa Rosa Sipán, levantaron un pleito, que parece ser acabó de buena manera, pues en la escritura Apoca de 1776 dice “confesamos haber recibido de María Francisca , de Azara, nuestra Madre y Señora la cantidad de doscientas y treinta libras Jaquesas en parte de pago de las trescientas, que me mandó, y se obligó pagar a mí, dicho Mateo Escabosa en varios plazos, mediante escritura pública de dotación…….y a más confesamos y otorgamos haber recibido de nuestra madre los doce Basos de Abejas o Colmenas, que por la misma Escritura de Dotación me mandó y señaló…….Hecho fue lo sobredicho en el Lugar de Siétamo, a Diez y nueve días al Mes de Diciembre al año contado al nacimiento del Señor de Mil setecientos setenta y tres. Siendo a todo ello presentes por Testigos Don Antonio Los Arcos Cadete del Regimiento de Dragones del Rey, residente en la ciudad de Huesca, y Antonio Morcate Labrador residente en el Lugar de Siétamo”. Todavía queda un pequeño olivar, que está tapiado, donde estaban las colmenas de los Azaras, y se encuentra en la Costera de Siétamo.
En Zaragoza y en el año de mil setecientos ochenta y siete, el Abogado Don Pascual de Azara, dice haber convenido, que “los dichos Pablo Segura, Don José Almudévar y Doña María Francisca Escabosa y Azara, me han de dar  y entregar a mí el Doctor Don Pasqual de Azara o a los habientes mi Derecho, la cantidad de cien Libras Jaquesas ,las que he recibido luego, y de presente, y otorgo Apoca en la debida forma; y además la Canal de un Zerdo de cien o más libras de peso, que deberán entregar para la Natividad del Señor del presente año de MIL SETECIENTOS OCHENTA Y SIETE; y con dicha cantidad recibida, y el referido Zerdo, yo dicho Don Pasqual de Azara me separo, y aparto de cualesquiere  pretensiones, que me pertenecen, y puedan pertenecer en qualquiera manera a los Bienes de dichas Herencias, renunciando como renuncio de todas ellas a favor de la dicha María Francisca Escabosa y Azara, como heredera nombrada en la Carta Dotal para su matrimonio con el referido Don José Almudévar por la Difunta Doña María Francisca Azara, su madre……Y para que conste hicimos el presente por Duplicado en ZARAGOZA a veinte de Febrero de Mil Setecientos ochenta y siete”. Firma Pascual Azara.
¡Cómo el Abogado Doctor Don Pascual de Azara, vecino de la Ciudad de Zaragoza se acuerda de la Casa Azara de Siétamo, para reclamar cien libras Jaquesas, “que me pertenecen en los Bienes y Herencias de mis difuntos padres y hermanos!”. Pero ¡cómo se acuerda de los agradables bocados que tomaba en Siétamo con la dulce miel de la Colmena de la Costera y con la canal de los cerdos de cien o más libras de peso!, cuyo recuerdo le mueve a reclamar “el referido cerdo, que deberán entregar para la Natividad del Señor del presente año de mil setecientos ochenta y siete; y con dicha cantidad recibida,  el referido Zerdo”. Y satisfecho con sus dineros y con la canal de su cerdo: “Yo dicho Doctor Don Pasqual de Azara, me separo y aparto de qualesquiere  pretensiones que me pertenecen”.
Pero en 1771, Mateo Escabosa Azara pretendíó   “saber la cantidad de trescientas Libras Jaquesas, y doce vasos de COLMENA, o Abejar, los que el dicho Mateo se elegirá del  Abejar que tiene la otorgante….”Notas. Extraje la presente a requerimiento de Don Joseph Almudebar, hoy día veinte y dos de Agosto de Mil setecientos noventa y cuatro, en el presente pliego del sello segundo de la que le hice entrega”.
En estos papeles, que he revuelto, salen los alimentos de aquellos años de los siglos XVIII y XIX, como la miel que poseían los Azara y los Almudévar, en aquel Colmenar de la Costera y también se puede observar el interés del Abogado zaragozano de la familia Azara, por la canal de un cerdo, pero encuentro además una carta dirigida por el Alcalde de Siétamo, el día 25 de Septiembre del año 1813 al Señor de Jaso, de cuya personalidad no puedo dar explicaciones, y que esribe: ”Señor de Jaso, muy Señor mío, me hará Vd., el favor de decirme cuanto es cada ración de carne, en dinero, cuantas raciones por cada fanega de Judías, cuanto de Guijas, por ver si podemos completar el número de legumbres, a causa de haber dado 4.000 raciones en carne. Favor que espera de Vs. Su afto. Q. B. S. M. ¿No se trataría de abastecimientos obligatorios, para las tropas, en esos años de la Guerra de la Independencia?.
Vicente Benedé,  Alcalde, añade: ”Un señor llamado Bederrain, contrasta con las siguientes palabras: ”Cada ración de carne en dinero es 3 ¿reales?, y son en legumbres 36 raciones por fanega, no siendo admisibles las arvejas o guijas”.
Se adivina como en aquellos tiempos la alimentación del pueblo era un tanto pobre, lo que ahora hacía que la duración media del tiempo que vivían los seres humanos, fuera más corto que hoy en día.
A Francisca Escabosa Azara, ”le dieron y mandaron y donación propter nupcias, le hicieron a favor de María Francisca Azara , Mujer del dicho Pascual  Escabosa, es a saber la hicieron dueña de todos los bienes  “que fueron y pertenecieron al difunto Juan Azara”.
Era JOSÉ ALMUDEVAR (¿nacido en 1746?) un hombre de una gran actividad, pues cultivaba el negocio heredado de los Azara, referente a los seguros que hacían las Cofradías, cultivaba la tierra, atendía los juicios a los que fue llevado por su cuñado Escabosa, casado con Pepita Sipán…..  atendía a las peticiones de los Azaras para cobrar herencias de los antepasados, atendía también a la labranza con sus riegos y se preocupaba de crear un gran rebaño de ganado lanar. Con esta clase de ganado hizo ventas a algunos, como los de Casbas, que escribieron: “el ganado que nos vendió fue a nuestra satisfacción en el año de mil setecientos noventa y siete”. Se vio combatido por un Administrador del Conde de Aranda, viéndose obligado a arrendarle al Conde las yerbas de Rodellar,  que se encuentra en la Sierra de Guara.
Don Pedro Bezares, cuyo amo era el Duque de Hijar, por muerte del Conde Aranda en 1790, recibió lo que dice esta carta,  escrita por el Ayuntamiento de Siétamo el 27 de Enero de 1807, en que se quejan los miembros de dicho Ayuntamiento, diciendo que: ”No podemos persuadirnos haya juicio tan poco fundado, que de unos tales antecedentes saque por consecuencia que el Ayuntamiento de Siétamo ha vejado y provocado al Administrador. Vuestra Merced se confiesa amante de la paz y lo creemos, pero al mismo tiempo confesamos de buena fe, que mientras no tenga otros informes, que los que manifiesta la que motiva esta contestación o será más seguible o muy difícil que Don Josep Almudébar pidiese permiso para que sus cabras paciesen el carrascal, ni hace caso, porque cualquiera tiene derecho para pedir, en su juicio, cualquier cosa puede suceder. Que la primera vez ya le intimaron por causas, razones, litigios y averiguaciones, y ofreció a los Monteros veinte pesetas, que nunca hubiera dado, si ellos cumpliendo con su obligación, se hubieran negado a admitirlas, no es tampoco de la inspección presente. Si entonces el Señor Irigoyen hubiera obrado con arreglo a leyes y ordenanzas, Almudébar hubiera pagado su pena y hubiera callado. Lo que no admite disimulo  y parece fuera de toda razón es, que habiendo el mismo Almudebar, legado sus cabras al Ayuntamiento de Ola, o habiendo comprado para ellas el pasto, estando con ellas las de Ola y otras forasteras en un mismo  día, hora y lugar. Y a esto dice Vm., que si por cumplir el Sr. Administrador con su obligación, que no presenta otras pruebas de su cumplimiento, que una pasión dominante, un encono manifiesto y un odio declarado, porque siga Vm., si aquí hubiera obrado la Justicia no eran igualmente dignas de pena las demás cabras, y si las de Almudébar por forasteras estaban sujetas a la íntima, no había otras igualmente forasteras. Y si es que paciar (o pastar) un puesto prohibido no era puesto con razón que respondiesen los que habían reunido su contingente por pastarlas, y no el que ya había pagado el pasto. Nosotros, Señor, no hemos estudiado de propósito las leyes, pero sólo la luz de la razón nos presenta estas cosas como evidentes.
No es menos injusta la tercera pena con la que sólo fue castigado el ganado de Almudebar, estando junto y en el mismo puesto con otros, pero respecto a esto sólo tenemos que decir que precitado el Montano a señalar el punto donde le había intimado, juró que tal punta, la que no estaba vedada, pero que lo apenó porque no sabía por dónde iba la mojonación o muega de la dehesa. Esta sí que era obligación de Irigoyen, informarse si los Monteros saben los términos de su jurisdicción, y los lugares que saben cuidar. Esta especie de encono se mostró mejor cuando Irigoyen, informase  si los Monteros saben los términos de su guardición, y los lugares que saben cuidar. Esta especie de encono se mostró mejor cuando Irigoyen hizo juntar al pueblo algunas reses de Almudébar,  las que a instancia de la Señora Administradora dejó libres después de haber recibido por la pena, cuarenta Reales Vellones. Vm. nos  hace muy poco favor y hablando más propiamente mucho disfavor, en pensar que nos agraviamos porque Irigoyen cumpla con su obligación. Sabemos muy bien que con esto no debe agraviar a nadie, pero no alcanzamos y aun negamos que el que tiene obligación de cumplir con la Justicia, satisfaga su deber, obrando contra ella. Dice Vm. Que la calumnia se ha de descubrir, nosotros no deseamos otra cosa que el Señor Duque tiene sus archivos, esto ya lo sabemos, pero creemos que los tiene para dar la razón a quien la tenga, y contamos con el brazo de su clemencia para que nos mire como a los hijos y con la Justicia para que nos castigue si lo merecemos y para usarla con quien abusando de su nombre y autoridad, nos oprime.
Nuestra mayor satisfacción será que su Excelencia pueda llegar a informarse del enredo y de la “molanga” y juntamente de sus autores. Dice Vm. Es increíble que el Administrador haya dicho lo que referimos y nosotros a no decirlo. Nos, no entendíamos que podía Vm. persuadirse que mentíamos cuando tenemos tanto horror al enredo, al embuste y a la impostura, que solamente por desvanecerlas damos los pasos que somos y que son bien contra el amor que tenemos a la verdadera paz y tranquilidad. Por fin Señor,  si a Vm. No se le oculta lo ocurrido con los Administradores antecesores a Irigoyen, acaso se le ocultarán los motivos que para ello hubiera y esto no es del caso presente. Vino Irigoyen, era, como Vm., dice, hombre cabal, le recibió el ayuntamiento con música y se le hacía por las noches en su Palacio. Así es y ya es tan malo como los otros, dice Vm. Pero quien le tiene la culpa, si nada más fuera que tan malo no pasarían  tantas trapisondas. Nos pregunta Vm. que quien nos acomodará. Respondemos que un hombre cabal, íntegro, justo, imparcial, fiel observador de los derechos de su Amo y de los del pueblo. Y si un tal, dice Vm., que no hallará en todo el género humano, decimos que se hace  Vm., poco favor a sí mismo y a sus semejantes.
Si algún exceso se ha cometido contra Irigoyen, como fueron las piedras que se retiraron, lo primero es en algún modo pudo dar causa para ésta ( que según los efectos no fue más que chanza) la misma familiaridad suya con gente no del juicio más sentado, lo segundo no se sabe quienes fueron, lo tercero el no requirió a la Justicia para que se averiguara, lo cuarto nunca pudo ser motivo para que saliese por el Pueblo con los monteros animados, mandándoles que si alguno sabía,dispararan, lo quinto que la Justicia salió y en todo el Pueblo no halló otra puerta abierta que la de Irigoyen, a las siete se oyeron cerca del Palacio algunas escopeteadas, y no podremos sospechar( si) fueren los mismos Monteros que dispararon para abultar más la cosa. Y caso de que así hubiera sucedido( que es lo más probable  o creíble) tampoco estañaríamos hubiesen sido los mismos, los conductores del escaño, pero todo esto, ya conocemos, no es más que adivinar y conjeturar,pero nadie ignora que no se permiten otras pruebas, mientras ignorándose los líos, pero por eso mismo suplicamos que Vm. eche  mano de los medios que le parezcan más oportunos para ahogar unas disensiones tan perjudiciales al bien estar de Vm..de nosotros y de nuestro Señor Temporal que nada desea con má ansia que en paza interior y el mejor estar de estos sus fieles vasallos. Si a Vm. parece se presenten ahí las personas de quienes haya mayor satisfacción o venir Vm. a informarse boca a boca de la verdad, nosotros nos alegraremos lo haga. Y en fin, por el incomparable bien de la paz estamos prestos a someternos a cualquiera providencia que indudablemente haya de contribuir a la tranquilidad pública. Esto es lo que con mayor encarecimiento pide todo este pueblo al Señor que guarde la vida de Vm., tantos años como desea éste.
Ayuntamiento y Justicia de Siétamo
Añaden los miembros del ayuntamiento, lo siguiente: ”Pero esto aunque pruebe la atención de los Señores del ayuntamiento que entonces era, nunca sería una prueba de la bondad de su conducta sabiendo que este año también nos presentamos el día de Reyes, habiendo primero enviado al Escribano, y no se dignó este señor de acompañarnos y respondernos con la política que esperábamos, pero queremos conceder (pues no tenemos testimonio en contrario, ni queremos juzgar temerariamente) que fuera entonces buena  y ahora ya es tan malo.
Señor Don Pedro Bezares, Administrador General del Señor Duque, nuestro Señor”.
En un folio, que conservo por el interés puesto por un señor de Fañanás, encontrado entre otros muchos de la Familia Azara, pone lo siguiente: ”Año 1746, yerbas de Rodellar.- En el Escrito pone: “Valga para el reinado de S.M. de S.D. Fernando el VI”. Ante vuestras mercedes Señores Alcalde y Regidores y Ayuntamiento de este Lugar de Siétamo por eso Don Narciso de Arrieda residente en el mismo Lugar en nombre y como Procurador legítimo que es del Excelentísimo Señor Don Pedro Pablo Abarca de Bolea Ximénez de Urrea, Conde de Aranda, Marqués de Torres constituido en tal mediante Poder hecho en la Villa de Madrid a once de Enero del año mil setecientos cuarenta y dos y por Bernardino de Brenaga,vecino de ella, testificado el que se halla transubicado en la Real Audiencia de este Reino y Escribanía de Don Juan Antonio Ramírez Escribano de Cámara en el mismo mes y año y en dicho nombre requiriéndose que bien saben Ustedes a ignorar no pueden que otro Excelentísimo Señor Conde como Señor temporal de dicho lugar es dueño y  verdadero poseedor de sus terrenos Montes y entre ellos del Producto de Yerbas llamadas de la demba del  Rodellar arrendándolas a personas que le ha parecido y que por beneficiar a los vecinos de dicho Lugar les ha permitido, el subir a pastarlas con sus ganados, pagando el tanto de ese compense= Que al presente tiene dicho Excelentísimo Señor Conde su principal arrendador para dichas dembas que le da en cada un año cuarnta y seis Libras Jaquesas, quien no quiere admitir ganadero alguno de este Lugar: Por lo que requiero a Ustedes que si por al tanto quieren tomar a su mano los Ganaderos Vecinos de este Lugar, las referidas yerbas se les hará presente el arrendamiento correspondiente y de lo contrario se pasará a hacer a la persona que ofrece dar dichas cuarenta y seis Libras Jaquesas y será de cuenta y riesgo de ustedes, los perjuicios que en ello se causasen, lo requiere el Notario que presente está que de todo testifique acto público para los fines y efectos que convengan al Dueño de mi Principal=(B) Narciso Arviada= Concuerda esta copia con la original Célula, que menciona que por ahora quede a mi cargo a que me remito y doy fe de paz para que de ello conste de el Infrasquito Notario vecino de la Ciudad de Huesca doy el presente que signo y firmo en el Lugar de Siétamo, a cinco días de el mes de Octubre de mil setecientos cuarenta y seis años.

En testimonio de verdad”.
Martín de Asín y Almudébar.”
Pedro Bezares contestó a los Señores Junta y ayntamiento del Lugar de SIETAMO.
Muy Señores nuestros: La benignidad de mi amo que es incomparable quando se trata de proporcionar alivio y todo favor a sus vasallos, me manda de todo quanto me esribieron últimamente, que pase yo en persona a ese Lugar, y que a viva voz oiga y acuerde con los medios capaces de tranquilizar el Pueblo y de hacer renacer aquella dulce paz, que  es el manantial precioso de toda felicidad. En su consecuencias dispondré mi viaje el tercer día de la próxima Pascua, y no lo hago antes porque no ignorantes de la Semana Santa,es destinada la Iglesia y cuyos oficios podrán preparar nuevos ánimos para entrar de buena fe y con un verdadero propósito a tratar de un punto, que conseguirá proporcionar a todos la tranquilidad interior y exterior.
Repito a Vds. Mi fina voluntad y deseo de complacencia.
 Zaragoza 18 de Marzo de 1807.
 Pedro Bezares.”
José Almudévar Escabosa fue, como explica el Arbol de la Familia de Almdévar, de notorios infanzones del Solar, y Casal de Sieso, el quinto hermano de los hijos de Juan Francisco Almudévar con Magdalena Altabás de Grañén. Fue bautizado en Barluenga el uno  de Febrero de 1746. Un hermano suyo se casó en Torres de Montes, otro en Torres de Barbués, él se casó con Francisca Escabosa Azara en Siétamo, pero tuvo en hermano, que debió de ser sacerdote porque en casa Almudévar de Barluenga tenía objetos litúrgicos del Monasterio de Montearagón. Por cierto que al morir este hermano tan religioso, José devolvió al Abad de Montearagón, dicho objetos religiosos, a donde los llevó sobre los lomos de un asno. Cuando se casó en Siétamo con Francisca Escabosa Azara, siguió trabajando en el campo y con el ganado que lo subía a pastar a la Sierra de Rodellar.  
De la influencia en la vida del Monasterio de Montearagón pasó a vivir dependiendo del Palacio de los Condes de Aranda para pasar a la Administración de los Escribanos del Duque de Hijar. El Duque debió acabar su paciencia con los cobros  a los campesinos y decidió vender su Castillo- Palacio. De ahí se pasó a la compra por el descendiente de José Almudévar, a saber Manuel Almudevar Cavero, que compró el Palacio, que quedó destruido en la Guerra Civil de año de 1936.
Los hombres van pasando por la vida, trabajan unos, otros guerrean y todos acaban o acabaremos en este mundo.

CAROLUS REX Y LAS MUJERES

Estaban dos jóvenes varones al borde de la acera y a su altura, han parado su coche dos jóvenes mujeres. Entre risas de unas y entre bromas ...