martes, 29 de abril de 2025

La zurriaga, las mulas y el vino.

 


                                                       

Me regaló mi amigo y vecino de Siétamo, Fernando Bruis, ya difunto, la fotografía de un carromatero de Junzano, que con “a zurriaga” colgada de su cuello, conducía, no un coche, sino un carro tirado por una mula, un caballo y un enorme burro como delantero, Aquel carromatero lo conocí en Alcalá del Obispo y al recordarle su actividad, se sintió feliz, pensando en los kilómetros de carretera que recorría con el carro arrastrado por mulas ,asnos y caballos, donde tenía que echar algún trago de vino, de aquel que llevaba en unos toneles , desde Torres de Montes a la República francesa.

El hecho de que estas escenas se estaban acabando en esta tierra y que precisamente la foto estaba tomada en la carretera N-240, que pasa por Siétamo, en la parte conocida como Avenida de San José, delante del Mesón de Casa Calvo, me movió a enmarcar dicha fotografía y a colgarla en una pared de la escalera de mi casa. Lo mismo hizo el comerciante, hijo de Borau de Torres, que era el vinatero, que a Francia le vendía el vino del Somontano, pues colgó un periódico con la foto del carro con su conductor de Junzano, en el Restaurante que inauguró en el citado Mesón.

Antes del invento de la rueda, las mercancías se transportaban a carga sobre los lomos de las caballerías, luego se depositaban en una especie de trineo, que se arrastraba directamente por el suelo y este hecho que suena a tiempos prehistóricos, ha sido contemplado por vecinos de Siétamo, e incluso usado por algunos de ellos, cuando enganchaban el “estirazo”, sobre el que sacaban piedras de los campos para limpiarlos de ellas, o, de las canteras para que los “piqueros” tallasen las dovelas de los arcos de las portales de las casas, las piedras que convertían en forma de cruces de las plazas o caminos, los bancos, los altares, los escudos, las pilas de piedra para comer y a veces beber las caballerías, las ovejas y “os tocinos”, las piletas para las gallinas y las piedras de sillería para las fachadas y para los pilares, entre los cuales se levantaban paredes de tierra roja y paja. Yo tuve un estirazo, pero se rompió y ya no lo hevisto más, aunque no puedo olvidarlo.

Yo creo que la aparición del carro, comparado con el estirazo, supuso un mayor adelanto que el que han traído los vehículos de motor con respecto al carro. De la misma forma que hay muchos modelos de coches y camiones, era grande el número de los modelos de carro. Las tartanas eran, con su toldo arqueado, como carros coquetos en los que se exhibía la vanidad de sus dueños,  de la misma forma que hoy se “farda” con últimos modelos de automóviles. El motor siempre era delantero y de la misma forma que hoy puede ser de gasolina o de gasóleo, entonces podía ser de caballo trotón o de mula templada. La canción popular dice o canta: ”Doce cascabeles lleva mi caballo , por la carretera…” y ¡cómo se acuerdan nuestros mayores del sonido de los cascabeles, que les cuelgan del cuello a las caballerías! y que ahora, guardan, llenos de polvo, en las falsas de sus casas. Sería conveniente que alguno de nuestros organismos administrativos, por ejemplo la Diputación Provincial, recogiera para la posteridad y expusiera con dignidad, antes de que sea demasiado tarde, una diligencia, de aquellas que iban a Barbastro o a Panticosa, una galera con ”pugones” y todo, un carro de bueyes, un volquete,  una tartana y uno de cada clase de  aquellos medios de transporte, que los mayores de Siétamo, recuerdan mejor que yo, entre otras razones por haberlos usado, como los usó mi pariente Narbona Almudévar, que en Zaragoza, se le soltó la rueda del carro y lo mató. Yo todavía me acuerdo del carromatero de Junzano, que conducía el carro para llevar vino a Francia, envasado en toneles, colgados en la estructura del vehículo y cuando llegaba a Francia, antes de entrar en  ella, se lo rechazaban en algunas ocasiones por tener un exceso de grados. Claro, que mi amigo de Junzano, hombre inteligente, se los rebajaba echándole agua al vino.  

El enterrador


Canta una antigua canción: “Era Simón en el pueblo, el único enterrador” y explica como llevaba a su hija a enterrar al cementerio, porque la  llevaba, acompañado por otros amigos, sobre uno de sus hombros, pero lo que más le dolía, era su corazón. Así, cantando lo manifestaba, cuando  dándose a conocer, decía : “Soy enterrador y vengo de enterrar mi corazón”.
En cierta ciudad, conocí a otro enterrador, con el que tengo una gran amistad. Cuando nos saludamos, aprecio que la piel que cubre sus manos, es  áspera y dura, en contraste con el cutis que cubre su rostro, que es alegre y en armonía con su sonrisa. Hablamos de diversos temas, pero no sólo de  difuntos, de los que  unos,  entierra en sus nichos y a otros en mausoleos, en tanto a otros los entierra en plena tierra o lanza al aire o a la tierra los polvos que han quedado de la incineración de sus cuerpos. Ya dicen los Miércoles de Ceniza cuando la imponen sobre nuestras cabezas: “acuérdate hombre de que eres polvo y en polvo te has de convertir”. Tarda muchos años la conversión del cuerpo en ceniza, pero el hombre moderno quiere adelantar los hechos e incinera a sus difuntos. Ahora nos damos más prisa en quitarnos de delante a los difuntos. Pero está claro que antes también  las hubo, como la que puso en práctica un enterrador, que conducía los caballos negros del Hospicio y que se llamaba Pascual Montenegro. Y así lo tengo escrito en mi libro “Retablo del Alto Aragón”: “ Así  como Simón en el pueblo era el único enterrador, Pascual fue en Huesca el último que condujo a los difuntos en un  coche de caballos mortuorio, como una carroza en la que se hacía el último viaje y no triunfal precisamente… Pascual iba revestido de negra librea con alamares dorados, que concordaba con su rostro moreno y taciturno. A su paso por los Porches, la gente se levantaba de sus butacas del  Flor  o del Universal y unos inclinaban reverentemente la cabeza y otros hacían devotamente la señal de la Cruz. Años antes el difunto era conducido a hombros hasta los Porches, donde se introducía en la carroza…allí se disolvía el duelo y los más allegados iban al cementerio”.
Los había que no respetaban ni la muerte. Como “Carrusco”, que en cierta ocasión, cuado iba a ser introducido el féretro en la carroza, arreó a los caballos, que se arrancaron veloces”. El malintencionado, engañó a los caballos, a los que Pascual Montenegro amaba profundamente, ya que cuado tomaba café, les hacía lamer el azúcar a la que él renunciaba.
Pero mi amigo el enterrador de manos ásperas y cutis fino, también amaba con locura a un nieto suyo, pero así como a los caballos se les perdió la elegancia de su paso y de su trote, a su nieto, “Lorenzín”,  una enfermedad, le hizo perder su salud. A los caballos de Pascual Montenegro les gustaba el azúcar y al nieto de mi amigo le gustaban los pájaros. Por eso su abuelo, al darse la fecha en que el niño hubiera cumplido cuatro años, fue al cementerio  y le llevó un pájaro de colores, que compró en una juguetería. Al llegar la comitiva familiar al frente del nicho y mostrarle el pajarico, otro pajarico se puso a cantar sobre una rama próxima. Mi amigo, el de las manos duras, sintió reblandecerse su corazón al escuchar cantar al verderol y de sus ojos salieron lágrimas de felicidad.

domingo, 27 de abril de 2025

Llorar y cantar, sufrir y ser felices



No lloraba la gitana, al lado de la  chabola, sino que sonreía y el gitano andaluz, lucía su elegante sombrero, en tanto que en otras ocasiones, cubría su cabeza, con un pañuelo de colores, que la envolvía. En su sesera en la que guardaba sus ideas con los colores de una pañoleta policromada,  hacía siempre gritar  al   gitano,  con olés y olés y en otras ocasiones con los dedos de sus manos, golpeaba rítmicamente sobre una tabla, como golpean los gitanos con sus pies, cuando bailan. Había recogido un hueso de un jamón,  ya consumido, pero que conservaba alguna brizna de aquel músculo, que había satisfecho a otros seres humanos. No sé si se lo habían regalado en una carnicería o la había recogido  en algún contenedor. El gitano, armado con un hacha, golpeando sobre un madero viejo, golpeaba sobre el hueso,  para obtener trozos de él,  que cociéndolos en agua, sale de él, una rica sopa.
 Parecía que aquel gitano decía, “sólo quiero con el ruido de una taranta, repetir al mundo entero: yo soy minero”. Aquel gitano, que procedía de Almería, donde trabajaban sus hermanos de raza,  en aquellas minas, se acordaba de la taranta. Allí practicaban el “arte de un pueblo marginal”, que ¡cosa extraña!, recordaba un Romeo y Julieta gitano, por la repetición del amor entre un calé y una gitana. Tarantos llamaban a los habitantes de Almería y éstos con la taranta practicaban el arte del pueblo, porque esa taranta era una de las salidas  folklóricas del baile y el cante de los mineros.
Después de escuchar con gran placer a Antonio Molina, que decía: “La marca España son los escritores, poetas y directores de cine”. El creó películas de cine y cantó toda su vida cientos de películas como aquella que dice : ”Soy minero, soy minero”. Antonio Molina, nació en la provincia de Málaga en 1928 y murió en Madrid en 1992. Dijo que la marca España son poetas y directores de cine y él inundó el mundo de coplas y de flamenco, que hizo sonar en muchos espectáculos teatrales y películas en que su voz elevada de tono, ejercía una gran influencia.
Ya muy joven marchó a Madrid, creando un gran espectáculo, que debutó en el Teatro Calderón. Con su numerosa colección de Coplas, toca todas las actividades de los españoles. La canción más recordada en España es la de “Soy minero, soy minero”, pero nadie se olvida de “Adiós a España”, ”Soy un pobre presidiario”,  “Yo quiero ser mataor”, y ”Ni Alemania ni Francia”. También decía sólo quiero el ruido de una taranta para repetir al mundo entero “yo soy minero”, siendo un actor español, que iba por el mundo cantando coplas flamencas. Lo hacía con su elevada voz, con un tono alto y con un estilo que nadie podía imitar. El pueblo amaba contemplar sus espectáculos de teatro, así como las películas, en que su voz, pronunciaba con una habilidad vocal, que fue la principal llamada que atraía a ese pueblo. Murió de sesenta y cuatro  años de edad en 1992.
Hoy, en un Bar del Tubo de Huesca, he tomado café con el Almeriense o “taranto” José Martínez Nieto, alias el Wili. Se ha puesto a cantar una canción, que dice: ”Mi hermano está en Alemania-ganando buenos caudales-pero no olvida a su madre-ni olvida el nombre de España. La novia se desespera cuando –tardo en escribirle, porque siente los dolores, de la ausencia de su amante”. Y como en la calle no puede acompañarse con los zapatos en el suelo,  con sus dedos sigue el ritmo de su canción, acompañando la música que cantaba con su boca.
Este Almeriense Wili, es un hombre pobre en dinero,  pero tiene un espíritu, parecido al de Antonio Molina. Cuando le alabo sus  sentimientos, dice, “la vida es muy triste, pero es muy bonita, porque yo no he conocido a ningún hombre difunto, que me diera los buenos días”.
Cuando camino por la calle, siento la ausencia de personas, que tal vez estén trabajando y sólo se encuentra uno a parados y a hombres que ya tienen muchos años y yo me pregunto ¿esas personas lloran o cantan, son felices o sufren la carencia de calor en el invierno y de frescura en el verano o tal vez carezcan de alimentos que prolonguen su vida?.
Estos días  he contemplado la vida de esas personas, que viven al margen de la sociedad y a veces son despreciados por no bailar sardanas ni jotas, sino flamenco.
Francisco Ribera- Beleta, vio un paralelismo entre la pareja de Romeo y Julieta y otra pareja formada por calés de dos clanes  gitanos, que muchas veces se odian sin recordar los motivos. Y este Ribera- Beleta en 1966, creó la película “Los Tarantos”, con Carmen Amaya como actriz principal y Antonio Gades. Y la película “Los Tarantos” llego a ser nominada a los Oscar.

Yo no veo a Antonio Molina ni escucho a Carmen Amaya, porque ya están muertos, pero me emocionó cuando oigo cantar, aquí en Huesca, al sensible Willi, acompañando el sonido con el ritmo de sus dedos.

El “monstruo” de la Tierra Baja



Hoy día está de moda mirar al cielo por las noches para ver OVNIS, objetos volantes no identificados. Pero nos olvidamos de la existencia de otros seres, esta vez acuáticos pero también sin identificar. Yo había leído mucho sobre el Monstruo del Lago Ness y siempre me había parecido una “serpiente de verano”, de esas que se publican cuando no se sabe qué decir. Ahora me empieza a inquietar este tema, porque un buen amigo, el periodista Luis García Núñez, que trabajó conmigo en Piensos Escartín de Huesca, que fue  pescador incansable, me contó que en una balsa de la Tierra Baja, hay un “monstruo” acuático y misterioso. Mi amigo no lo ha visto, pero le ha picado, poniéndole como cebo barbos de medio kilo y rompía los hilos de la caña con una facilidad pasmosa, llevándose, no ya los anzuelos, sino los arpones. Me dice  Luis que él sólo no volverá a esas orillas,  porque si se trata de un animal anfibio, tiene miedo de que le ataque. Y Luis es un viejo conocedor de los peces, incluso tiene un amigo barbo, al que conoce hace más de veinte años y cuando lo ve, salta de alegría fuera del agua, como si se tratara de un delfín. ¡Lástima que no sepa hablar!, porque si lo hiciera nos contaría cómo ha resistido durante tantos años las catástrofes ecológicas, que ha sufrido el río. Una de ellas consistió en una crecida repentina del caudal, con cambio brusco de temperatura, bajando el nivel en muy poco tiempo. Las orillas aparecieron llenas de peces muertos y dicen que aquel año desaparecieron las anguilas. Otra mortandad enorme de peces tuvo lugar al resultar contaminado el río por el lavado de una cuba, que contenía productos químicos. Pero el barbo amigo de Luis, debe ser inmortal; no hay quien pueda con él. Debe ser bonito tener un amigo barbo de agua, tanto como desagradable resulta tener como amigos a personas que son unos barbos de cuidado.
Un conocedor de los peces como mi amigo, el pescador, no puede engañarme y me ha citado testigos. Uno de ellos bajó a la laguna  con su mujer y sus hijos y le vieron el lomo al monstruo. Quedaron horrorizados y ante el temor de perder a sus hijos, abandonaron el lugar. Otro día bajó con varios amigos, uno de ellos matarife, que llevó el gancho de sujetar cerdos para matarlos, pero el animal rompió la sirga antes de poder hacer uso del gancho, que dejaron entre unos juncos de la orilla, con intención de volver otro día. No han vuelto más y no se sabe si fue por la maldición del Monstruo.
Los aficionados a lo desconocido tienen, sin salir de la provincia, campo para investigar, pero yo les aconsejaría, que en lugar de intentar matarlo, trataran, con paciencia de obtener fotografías. Yo creo que así se librarían de la maldición del monstruo de la Tierra Baja y nos harían a todos partícipes de su contemplación.

viernes, 25 de abril de 2025

La cuadra de mi casa de Siétamo

He escuchado una conversación entre arquitectos, que están tratando de aprovechar todos los fenómenos naturales, para que los seres humanos vivan agradablemente. Yo siempre he gozado de las cosas naturales, como si soñara en estos goces de la energía del sol en los tejados, del calor que debajo de la tierra contribuye a calentar los pisos. Y yo conservo el cantaral de nuestra casa con sus cántaros y su botijo. Se puede encontrar también el encanto en cualquier lugar sencillo, incluso en una cuadra. Para el que por su condición de ciudadano o para ese joven de pueblo que conduce un tractor, puede sonarles algo extraño eso de que la cuadra tenía sus encantos. Quizá no se haya escrito mucho sobre este tema, pero cuando la Sagrada Familia se refugió en un establo, entre una mula y un buey, no sé si lo haría por encontrar en él ese humilde encanto del que he hablado o por la razón pragmática de gozar del calor que con su aliento y con la irradiación de su extensa piel, producían tan voluminosos animales, pero en todo caso se creó un ambiente encantador, tanto, que todo el mundo cristiano lo reproduce, después de dos milenios, en las fiestas navideñas.

En la cuadra languidecía la pobre luz de la bombilla de quince watios, un olor medio aromático de paja seca con fiemo caliente, vaporoso, evacuado por las mulas y un ambiente uniformemente templado hacía que en el establo se estuviera bien. En el resto de la casa el frío era glacial; en el hogar casi se había consumido la leña y el escaso calibo lo había tapado la abuela, para que al día siguiente, después de escalibado, prendiese la ramilla y los tueros recios para freír el almuerzo, calentar el caldero y la cena, secar los peducos del hombre al volver del monte y echar la última calentada. Aquel día, al enterrar las pocas brasas que quedaban con la ceniza, bajamos a la cuadra para mirar como las arañas se movían por sus telas, como las pocas moscas que quedaban, torponas con la estación fría, se enganchaban en las redes para ser devoradas y como la mula torda se echaba pedos; Jorge le levantaba la cola y le ponía una cerilla apagada cerca del “cagadero” y cuando salía el gas se encendía con un ruido de soplido que se acababa cuando la llama alcanzaba su apogeo, al oír el macho morico ese soplido, él resoplaba: brrrrrr……y batía ·a coda, mascando con un ruido característico los cuatro granos que le quedaban y que rebuscaba golosa entre la paja del pesebre. Dábamos volteretas los niños, mientras tanto, sobre la colchoneta de pinocheras del camastro y comprendía que el Niño Jesús hubiera querido nacer entre una mula y un buey. Jesús pudo haber nacido en un castillo pero prefirió el encanto del establo, de la sombra de las palmeras y el de una humilde carpintería al encantamiento seductor de los castillos encantados. El encantamiento de esos castillos, su maleficio, en unos casos producido por fantasmas, muchos de ellos revestidos con sábanas y sonorizados con cadenas ,pero Kafka entendió que en “El Castillo” se encerraba el fantasma del poder, muchos hombres quieren tener acceso a su recinto atraídos por un encanto no natural, que no llena de gozo los sentidos y el alma sino por un encanto alucinante y alienante producido por el encantamiento maléfico, que ejerce el fantasma del poder. Del encanto del establo hemos pasado al desencanto del Castillo a través del encantamiento; se trata de un desencanto por desengaño.

Fray Luis de León dice: ”Despiértenme las aves con su cantar sonoro, no aprendido; no los cuidados graves de quien siempre es seguido, quien al humano trato está atenido” y en estos versos queda definido ese paso del encanto al desencanto, pero muchas veces se encuentra uno con estadios intermedios, que reflejan o producen en el alma, asombro unos, angustia vital, melancolía o nostalgia otros.

En aquella cuadra, mejor dicho en el espacio empedrado que cubría el declive que iba desde la puerta hasta la cama de paja de las caballerías; al encender la mísera luz, descubría uno como caminaban torpemente las negras y pesadas cucarachas, que a pesar de su fealdad no producían la repugnancia de las marrones y ligeras que aparecen hoy en los mostradores o bajo las cafeteras de algunos bares.

Agujeros negros en la Tierra y en el Cielo



¿Qué es un agujero negro?. Según las teorías de Hawking, es una región del espacio-tiempo, que se encuentra provocada por una concentración de masa en su interior. Ese cuerpo genera tal campo de gravitación, ejerce tal atracción que ninguna partícula se resiste a esa fuerza,  incluso los fotones de la luz son incapaces de escapar a su atracción.  Ese enorme poder material de la fuerza de atracción, no permite que huyan de él, ningún objeto,  ni siquiera la luz. De la misma forma que la gravedad de la luna hace subir las mareas de las costas, ese ser material  atrae a las estrellas y con su “boca” las destruye. A esa maligna  “boca”, la llaman agujero negro. Pero son tantos los agujeros negros, que se encuentran lo mismo en el cielo que en la Tierra, que se pueden comparar con las bocas de los perros cazadores, cuando con sus dientes sacrifican a un conejo o a una perdiz, con la  “evidencia de un agujero negro súper-masivo en el acto de desgarrar a una estrella y consumir una porción de ella”. En el mes de Febrero del año 2004, la NASA logró obtener la fotografía de la destrucción de una estrella por un agujero negro o una  boca maligna, de cuya existencia no nos hemos enterado hasta hace muy poco tiempo. El perro de caza destruía a otros animales para alimentarse y el agujero negro, ¿no hace lo mismo   para crecer, absorbiendo a las estrellas vecinas?. Los perros consumen las piezas de caza, sin ningún cuidado, en tanto que los observadores vieron como un  agujero negro, calentaba la estrella con que se iba a alimentar.  El medio para calentar la estrella  que iba a ser víctima, fue una poderosa  explosión  causada por el gas de esa estrella “calentado hasta una temperatura de millones de grados centígrados antes de ser devorada por el agujero negro”. Esta observación,  nos hace ver como los agujeros negros, calientan sus alimentos antes de consumirlos, de la misma forma que hacemos los hombres. ¿No servirán tal vez los agujeros negros para prohibir el paso de las estrellas y de los planetas por lugares peligrosos?. Y digo esto porque en una nota científica, narra esta aventura de un agujero negro, diciendo:”Esta desafortunada estrella simplemente estaba paseando en el vecindario equivocado”. Agujeros negros en este mundo han existido muchos y todavía quedan, por ejemplo los pasos a nivel sin guarda. Cuando en un paso a nivel falta un guarda, la negra boca de un tren, consume la vida del que por ahí pasa.   En  un eclipse solar del año 1919 se dieron cuenta de que la Teoría de la Relatividad de Einstein, les hacía comprender mejor el universo. Pero hace escaso tiempo se ha observado que los neutrinos, partículas tan pequeñas,  pueden pasar por la materia sin casi provocar colisiones. Ahora, dicen que los neutrinos de escasísima masa y de escasa interacción con la materia, dicen que se desplazan  con más velocidad que la luz. Si esto se demuestra, sería un golpe terrible contra la Física, ya que la teoría de Eistein, dice que nada puede superar la velocidad de la luz. ¿Seguirá funcionando la Teoría de la Relatividad de Einstein?.  Dicen que los agujeros negros se tragan también la luz y los neutrinos que  son más rápidos, ¿tendrán los agujeros negros dificultad para ingerirlos? . Si los agujeros negros son un gigantesco WC, ¿quedarán los neutrinos como liberadores de las miserias del Universo?.  Mis opiniones sobre esta cuestión son absurdas, pero los científicos están estudiando la realidad o el error de la velocidad de los neutrinos.
Rodeando la ciudad de Ginebra, pasa un túnel a cincuenta metros de profundidad y en él hay un acelerador de partículas, el más potente de cuantos se han construido. Pero hay científicos que son partidarios de no utilizarlo, porque tienen miedo a que ese acelerador provoque la aparición de un agujero negro. El fin de los científicos es volver a crear los primeros instantes del Universo, y así conocer la última estructura de la materia. La máquina es enorme y algunos la llaman “La máquina de Dios”. Los protones se harán circular en sentidos opuestos, para que colisionen a una velocidad parecida a la de la luz. Hay quien cree que la Tierra podría ser destruida, si ese aparato diera lugar a la creación de agujeros negros.
Hay agujeros negros en el Cielo, en la Tierra y en todo lugar. Ahora vemos los del cielo con procedimientos astronómicos. Los de la Tierra están presentes en nuestras vidas, como vemos al perro devorar un conejo, igual que un agujero negro devora a una estrella. Están también en los Bancos, unos públicos y otros privados, que han puesto en peligro  que los hombres, la mayoría, mueran de hambre. Lo mismo puede pasar con la política y en cada aspecto de nuestra vida. No sé si fueron los agujeros negros los que hicieron desaparecer a los animales antediluvianos y los hombres de Neanderthal, pero todo puede  desaparecer, pues dijo el Señor:”Polvo eres y en polvo te has de convertir”. Da miedo la amenaza de destrucción de la humanidad, pero miremos al pasado lejano e inmediato y todos los humanos desaparecen o estamos a punto de hacerlo. ¿Por qué tenemos tanto miedo?.  Es que los hombres tenemos un espíritu de amor colectivo y no queremos que desaparezca nuestra especie. Hawking está con su cuerpo delicado y pide que los hombres busquen un planeta habitable para que puedan vivir en él, no sé si por los siglos de los siglos. El sabe que no podrá viajar a ese planeta de la esperanza, pero le duele ver que el hombre está amenazado con fenómenos de destrucción. No niega la existencia de Dios, pues dice que Él,  creó las reglas que rigen los movimientos en el Universo.
 Un grupo de estudiosos griegos dice que el asunto de los agujeros negros es apocalíptico y tienen razón porque si lees el Apocalipsis, nos damos cuenta de cómo  San Juan nos describe escenas que recuerdan las destrucciones que ejecutan dichos agujeros negros. El Señor es el principio y el fin del Universo y el hombre busca el secreto principio  de la materia desde sus orígenes. Lo busca por medio del acelerador de partículas, el LHC, que se espera pueda permitir aclarar ese secreto de la materia en sus principios. Yo, “sólo sé que no sé nada”, pero los biólogos estudian los haces de neutrones, que parece que a veces se identifican con la materia viva, porque tienen algo que ver con las moléculas de adhesión de las células neuronales.
¿Cómo se relacionan la materia y la energía? y ¿qué es el espíritu?. Los biólogos ya se han fijado en las adhesiones de células neuronales. San Juan el Evangelista escribió el Apocalipsis, en el que define la actuación de los agujeros negros. Igual que un sabio definía el paso despistado de una estrella cerca de un agujero negro, los antiguos escritores, mezclaban sus acciones con los serafines, las trompetas y las fieras, como los leones o los monstruos. Pero, ahora, los astrónomos también representan figuras de Osas Mayores  y Menores, dragones y leones,  y llaman al acelerador de Basilea la Máquina de Dios, lo que aproxima al Creador con las criaturas. San Juan Evangelista en el Apocalipsis escribe: “  Vi otro ángel volando en el cenit, que tenía el Evangelio eterno para evangelizar a los que estaban sentados sobre la tierra, y a toda nación, tribu, lengua y pueblo, diciendo con voz potente ,temed a Dios y dadle gloria, pues llegó la hora de su juicio; y adorad al que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”…y otro ángel salió del templo, gritando a grandes voces al que estaba sentado sobre la nube:”Echa tu voz y siega, pues llegó la hora de segar, por estar ya madura la mies de la tierra”. “Y  el que estaba sentado sobre la nube echó su voz sobre la tierra, y fue segada la tierra”.
Dijo el Señor.”Yo soy el Alfa y la Omega, el primero, el principio y el fin” y para acabar con el Mal, en el fin del Mundo, profetizado por San Juan Evangelista dijo “”derramó su copa en el aire, y de dentro del santuario salió una gran voz, procedente del trono, que decía: Es un hecho. Y se produjeron relámpagos, y voces y truenos y sobrevino un temblor de tierra, cual no le hubo desde que existieron hombres sobre la tierra, semejante temblor  igualmente grande”.
¿Qué es lo que va a pasar con los agujeros negros?.¿Acabarán con el universo, tal como es actualmente, con su existencia ?. En el Apocalipsis, se hace un anuncio de los “tres  ayes”, que dice: “ y yo vi y oí un águila volando en el cenit, que decía a grandes voces:  Ay, ay, ay de los que habitan sobre la tierra, a causa de los restantes toques de la trompeta de los tres ángeles, que están para tocar”. 

miércoles, 23 de abril de 2025

Creer en el Futuro


Michel Eyquem de Montaigne


“Unamuno decía,  las manos son grandes fraguadoras de inteligencia, las manos crean espíritu”. No se conformaban los monjes con el estudio de los textos sagrados, sino que el trabajo manual constituía otra base de la vida monástica. Se daban cuenta de que las manos son fraguadoras de la inteligencia, ya que ellas crean espíritu, porque el diálogo mano-cerebro, ha tomado desde siempre parte en el proceso de la formación del hombre. El marxismo veía en el hombre una fuerza del trabajo y quería que el hombre trabajara más y más, pero los antropólogos han visto la grandeza del diálogo mano-cerebro. Los capitalistas tampoco se han fijado en la fuerza intelectual del trabajo, sino que  se han fijado únicamente en el dinero resultante del que quieren aprovecharse ellos mismos. En cambio al monje,  como dice Pilar Moreno Rodríguez,  “le une en solidaria armonía el trabajo de todos los humanos, y le permite compartir el pan con huéspedes y peregrinos”. Luego han sido muchos los hombres los que han creído ver la felicidad en el escaso trabajo y en el dinero  y este comportamiento nos ha conducido, como dice Jean Claude Trinchet, presidente del Banco Central Europeo a “tiempos verdaderamente dramáticos” para la economía, dejándola situada en “la más difícil” situación desde la primera Guerra Mundial.

 

He estado en una nave industrial a repasar el coche y en ella he encontrado un folleto en el que la Federación de Empresarios de los Polígonos Industriales de Huesca va a organizar  una conferencia de un Licenciado en Filosofía y Técnico Superior por el ISCEUM de la Universidad Complutense. Son muchos los objetivos, pero uno de los más importantes es “proporcionar a los asistentes, informaciones,  datos que permitan hacer un  autochequeo  de sus empresas y de su posicionamiento de cara al futuro inmediato”. Me ha causado este hallazgo una gran satisfacción el darme cuenta de que en estos momentos “qué son verdaderamente dramáticos”, la Federación de Empresarios de Polígonos Industriales de Huesca, no se entregan  al abandono del trabajo y de la producción, sino que filosofan sobre el pasado , el presente y el futuro. Lo que les importa en primer lugar es el futuro, pues dice el folleto esta frase de Victor Hugo: “El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad”. Se alegra uno al comprobar cómo  entre nuestros empresarios los hay valientes y no se desaniman en seguir su trabajo, que da alegría a los trabajadores. Esos empresarios quieren lo mismo que los  alemanes, después de la Guerra Mundial, que levantaron la casi anulada economía de su país. Añaden el pensamiento de Michel Eyquem de Montaigne: ”No existe el presente: lo que así llamamos no es otra cosa que el punto de unión del futuro con el pasado”. Nadie mejor que el conferenciante para alcanzar ese punto de unión, porque además de Técnico Superior, es Licenciado en Filosofía. Se ha dado tal vez en su cerebro el fenómeno que se daba en los cerebros de aquellos monásticos, que al desarrollar su trabajo, se elevaba su nivel intelectual.  

martes, 22 de abril de 2025

El ocaso en San Jorge.-(De mi libro Claroscuros)



Mi tía Luisa, Penélope para los leñadores, aseguraba que, según opinión de Zuloaga, las puestas de sol del Cerro de San Jorge eran las más bellas en variedad de color o de toda España. No tengo noticia de que llegara a conocer a tan eximio pintor; tal vez escuchara  esa opinión de boca de don Manuel Bescós Almudévar( Silvio Kosti), pintor además de escritor y rico en relaciones humanas de todo tipo.
De todas formas, no creo que se sacase la opinión de la manga, pues las mangas, por sí solas, constituían en aquellos tiempos una cuestión de moral conflictiva y que hacía que las pobres modistas unas veces tiraran de ellas hacia arriba y otras hacia abajo. En aquellos tiempos la moral se calibraba, se ponderaba escrupulosamente, y por tanto, el dejar al descubierto unos centímetros más o menos de tejido epitelial de las extremidades superiores constituía materia de consulta en el confesionario.
En cuanto al tejido epitelial de las extremidades inferiores, más vale no menearlo, porque mi tía se levantaría de su tumba para amenazarme como a los leñadores que talaban los populares y copudos árboles de la carretera de Zaragoza. De esta anécdota le vino que un sobrino la llamara Penélope por mal nombre; si se mete uno a redentor, sale crucificado.
¡Pobre tía Luisa!. Tenía una borrachera de belleza ambiental, a la puesta del Sol refulgente, se unía la frondosidad de aquellos enormes árboles y, sobre ellos, el ”triunfo de los pavos reales”, que con su rueda erótica, competían en color con el ocaso. Los pavos reales fueron uno a uno, aplastados por el tránsito en aumento de los vehículos de motor; los enormes árboles, cuya tala no pudo evitar mi tía, cayeron estruendosos, víctimas de la sierra, también de motor. En cambio su prima María Cruz Bescós consiguió que se respetase el plátano de Indias gigante que aún alza su ramaje frente a la puerta de su casa.
El ocaso sigue cada día teniendo lugar, y seguirá mientras exista el Sol, pero su colorido espectacular y cambiante se ve oscurecido y como emborronado por el humo que vomitan las altas y negras chimeneas que por aquella zona proliferan. Me queda el consuelo que tantas veces, y en plan irónico, se aplican las gentes entre ellas; ¡Ya vendrá el verano para que no se eleven esos humos negros que velan la hermosura de nuestras puestas de Sol en el Cerro de San Jorge!. Las más bellas de España.

lunes, 21 de abril de 2025

Federico Balaguer y otros oscenses.-



                                                                                                          Federico Balaguer.


 Ha muerto este año 2OO1, que inicia el siglo XXI, Don Federico Balaguer, gran historiador, pero con la cualidad de deducir siempre de sus estudios  históricos, consecuencias, que aplicaba al progreso de Huesca y su provincia. En la Nueva España del día de San Lorenzo del año 1976, aparece un artículo suyo titulado  "Los gigantes de Huesca", en el que después de analizar todos los datos que sobre ellos, le aportaban sus múltiples conocimientos, saca su consecuencia, diciendo:"Se dice que los aragoneses somos gigantes y cabezudos. No sé si es tópico o realidad. Quizá  el aragonés en general sea así. Pero ¿y los oscenses?.Dudo mucho que se nos pueda aplicar esa expresión, al menos, en nuestra manera de actuar colectivamente. A veces, en lugar de dedicarnos a empresas importantes, que hagan grande a Huesca, nos entretenemos con pequeños problemas  y con frecuencia la inconstancia  y no la tenacidad predomina en nuestra conducta ciudadana. Me gusta comparar la actitud de los zaragozanos  y la de los oscenses. Nuestros hermanos han sabido hacer de su ciudad amada una población hermosa y grande, casi gigantesca; nosotros nos hemos conformado con hacer de Huesca una ciudad de tercera, con aspiraciones de cuarta".


                                                    Maquina tren Magallanes en Huesca.

Han pasado veinticinco años y poco ha crecido Huesca en población y poco se ha hecho en Huesca por su progreso industrial, por crear nuevos regadíos, algunos aprobados en 1915, por convertir en Universidad Sertoriana nuestras incompletas realidades educativas, se ha conseguido unir a nuestra ciudad con Zaragoza por medio de la autovía, pero no se ha logrado todavía realizar, en su totalidad, la que nos ha de unir Valencia con Francia, ni se ha comenzado siquiera la de Lérida-Pamplona. Se nota en Huesca capital la transformación del ferrocarril de carbón y más tarde movido por el gas-oil, en eléctrico. Todos nos acordamos de haberlo utilizado alguna vez, tan lento y tan ruidoso, como describe María Cruz Bescós en su obra: "¡Que no se lo lleve el viento!”en la que le dice a la máquina del tren, llamada "Magallanes":"¡Hola! vieja amiga!.¡Cuantas veces en el curso de cuarenta años y en mis paseos al borde de la vía, te he visto pasar ligera arrastrando estas mismas cuatro unidades ya cochambrosas!.Y es que al cabo del tiempo, máquina, unidades y viajera, todos hemos perdido la lozanía. Ya pasaba la hora en veinte minutos y el tren no arrancaba, mas de pronto se estremeció convulsivamente y un estruendo espantoso se dejó oír; resoplidos, estampidos, choques, contrachoques, frenos y unos pitidos estridentes como gritos de angustia de clamor humano y un jadear y asma gigante, cual si todos los Saurios que en la tierra han sido, entregasen su vida...diré que en un tiempo record de dos horas la "Magallanes" nos dejó en Ayerbe".Pero falta la reanudación del servicio ferroviario entre España y Francia por Canfranc, que dicen estará  terminado para el año 2OO6,pero  ¡cuantos años tendremos que esperar todavía para ver correr el nuevo tren que nos comunicará  con Europa por Vignemale o tal vez por la cuenca del río Aragón o acaso por La Ainsa?.En este  caso el ferrocarril Zaragoza-Tolosa estaría relacionado con el AVE y Huesca estaría muy bien comunicada con Europa y con el resto de España. Como dice Balaguer, Zaragoza trata de resolver y resuelve todos sus problemas y en ello tenemos ejemplo en su suministro de agua, como podemos ver con el pantano de Yesa, con lo que se hace patente el desenvolvimiento de esa ciudad, que está  al borde de convertirse en una megalópolis. Pero Huesca se ha de ver favorecida por tal desarrollo, en el que debemos participar, no como pasó con el pantano de la Peña, buscando obtener las mejores ventajas para nuestra provincia, como por ejemplo haciéndola participar en nuevos regadíos. Ahora Huesca también está  a punto de lograr el suministro suficiente o más bien sobrado  de  agua, por medio del pantano de Montearagón.  

Parece que ahora Zaragoza trata de reconquistar el norte de Aragón, igual que en otros tiempos fueron los montañeses los que conquistaron la Capital. Tanto es así que Zaragoza pretende ampliar su influencia hacia el norte, como se está  viendo al pasar por Villanueva de Gállego y por Zuera, a través de la autovía que la une con Huesca. Parece quererse notar esa influencia en la villa de Almudévar, donde ya existen industrias modernas y además están preparando una zona industrial, con calles amplias. En Gurrea de Gállego también se han establecido industrias y en Alcalá  de Gurrea ya se están creando líos a causa de una industria, a la que acusan entre otras cosas de producir malos olores y contaminación. En Huesca capital pronto se notarán los beneficios del nuevo ferrocarril eléctrico, tan distinto a aquel que todos nosotros hemos usado alguna vez, como dice la descripción hecha por María Cruz Bescós en su citada obra, publicada en 1953:”¡Qué no se lo lleve el viento!.Es preciso continuar la autovía que por Monrepós llegue a Canfranc y a Pamplona y que acaben la que unir  Valencia con Francia, a través de Zaragoza y Huesca y esa vía de comunicación se sumará  a los beneficios del ferrocarril de Canfranc, de Vignemale o tal vez de La Ainsa. Añadamos a estas vías de comunicación, la creación de un aeropuerto en Alcalá -Monflorite, que bien aprovechado puede convertir a Huesca en un centro industrial, comercial y turístico. Estamos viendo el éxito de la Cuevas de Altamira, pero no pensamos en el que tendrían las de Chaves y Solencio, en el Parque de la Sierra de Guara y tan cerca de Monflorite. Vemos como la Cueva de Altamira tiene limitada la entrada hace ya unos años, en tanto nadie dice nada de poner en actividad nuestras cuevas de Solencio y de Chaves.

Pero no sólo están la industria y el turismo para enriquecer a nuestro pueblo, sino que la tierra ha de ser regada, más en estos momentos en que se van a llevar el agua del río Ebro, río que por otra parte nosotros no necesitamos, sino más bien debemos utilizar nuestros propios ríos antes de que viertan en el Ebro, como vemos que hace Zaragoza con el río Aragón por medio del pantano de Yesa.  Porque aquí, en Huesca siempre hemos estado haciendo versos, como los del tan oscense y tan querido Daniel Calasanz, que publicaron también en la Nueva España de San Lorenzo de 1976 y que decían así:"Como la sequía es grande-en infinidad de pueblos-del Norte, del Sur de España-y también del extranjero-y aquí podemos dar gracias-porque llovió muy a tiempo,-debemos de visitar-al invicto San Lorenzo-y decirle:¡Muchas gracias,-querido patrono nuestro!-¿Qué haría Huesca sin tí?".Si, a San Lorenzo le debemos muchos favores con las lluvias, pero nosotros nos hemos descuidado en regar nuestras tierras. El mismo día en que habló o escribió Federico Balaguer y Daniel Calasanz, el periodista preguntó al alcalde José Antonio Llanas:¿"El Ayuntamiento es partidario del "Canal de Huesca?"y éste le contestó "Huesca puede un día necesitar agua potable y se puede encontrar con todos los recursos hidráulicos comprometidos por concesiones. Huesca necesita regar su término municipal y le puede ocurrir lo propio y, por último Huesca precisa de una comarca rica y la riqueza de la comarca tiene que llegar por los riegos...Soy un convencido de que el mayor desastre que nos aflige es el haber quedado marginados totalmente del Plan de Riegos del Alto Aragón por las reformas últimas que tuvo este Plan.    

Uno de estos días leí que algún organismo de Zaragoza, "de cuyo nombre no puedo acordarme", ha declarado que es necesario extender el desarrollo del Valle del Ebro hacia el Norte. Parece ser que se han dado cuenta de lo que está  ocurriendo con las nuevas vías de comunicación, que unirán a Zaragoza con Toulouse, la convertirán en un extraordinario centro comercial de España y como la provincia de Huesca es necesaria para realizar tales programas, la zona central de los Pirineos se verá  enormemente favorecida, dejando incluso como de menor volumen comercial a los pasos occidental y oriental de la cordillera fronteriza. Pero como Don Federico Balaguer dudaba de nuestra condición de gigantes hay que darle la razón porque casi no nos quedan habitantes, pues cada año mueren en Huesca más seres humanos, que los que nacen.

Estamos tardando mucho tiempo en imitar a Carlomagno que pasó los Pirineos hacia Zaragoza, dejándonos a los oscenses bien visible el Salto de Roldán, que es un símbolo de las obras que hay que crear, para que todos podamos comunicarnos con Europa, a través del Alto-Aragón y de Aquitania, regiones hermanas.

He citado a Don Federico Balaguer, a Don José Antonio Llanas, a Don Daniel Calasanz y a la escritora doña María Cruz Bescós, para que como dijo Ortega y Gasset "la ejemplaridad de unos pocos se articule en la docilidad de otros muchos".  

domingo, 20 de abril de 2025

Fraga.-



La Historia de España sigue evolucionando, como nos lo demuestra el caso de Fraga y otras parroquias orientales de la provincia de Huesca, que han pasado de la diócesis de Lérida a la de Barbastro-Monzón.

Hay tres épocas en la historia que han influido en esta unión religiosa aragonesa: en primer lugar la anterior a los árabes, la época de dominio musulmán y posteriormente la de la reconquista, con la formación de Aragón y Cataluña.

En la época anterior a los árabes y durante la ocupación romana fue cuando nació Jesús y sus apóstoles y discípulos que  extendieron su fe, trayéndola a España y para facilitar un recuerdo, acordémonos de Santiago Apóstol y de la Virgen del Pilar, patrona de Fraga. La historia de las diócesis aragonesas arranca de esta época ya que San Valero fue obispo de Zaragoza en el siglo III y provenía de la ilustre familia de los Valerios.

Como no tenía facilidad para hablar, utilizaba al joven San Vicente para la predicación. Otros dicen que, como entonces todavía quedaban  ilergetes con escasa o nula cultura latina, por el Alto Aragón y que conservaban el vasco, del que San Valero, como romano de origen, desconocía, se servía de Vicente para traducir sus palabras.

Lorenzo era un joven oscense, que emigró a Roma, donde sufrió el martirio. No se tienen noticias escritas de si venía o no a Huesca, pero queda la tradición  que dice que efectivamente venía a Huesca, a donde mandó, cuando el tirano romano le mandó que le entregara las riquezas de la Iglesia, el Santo Cáliz. Parece muy natural hacer ese viaje en una época de colonización romana , en que hasta el ejército podía desplazarse en escasos días desde Tarragona a Zaragoza o a Huesca.

Más dificultoso hubiera sido hacerlo en épocas de moros, de guerras civiles y de bandoleros.

Y digo que san Lorenzo venía a Huesca porque un día paré en la ermita románica, que está al lado de la carretera, cerca de Velilla de Cinca y siendo fiesta, acudieron gentes del pueblo y en los alrededores se veían excavaciones romanas. Entré y en el altar mayor estaban las imágenes de San Valerio o Valero, San Vicente y San Lorenzo. Pregunté la causa y pudieron ignorarla, pero me contestaron que San Valerio y San Vicente, procedentes de Zaragoza iban visitando a los cristianos y se encontraron a San Lorenzo, que venía de Roma.

Con estas afirmaciones no se puede dar carácter totalmente verdadero al hecho narrado, pero la tradición por otro lado también dicen que tiene valor histórico, porque la buena gente que me lo contó, lo oiría a sus abuelos y estos a los suyos y así sucesivamente se llegaría a la época romana. No se habló de los motivos del viaje, no se narraron sus causas, pero parece evidente que se hizo.

En tiempos de los Moros ,Alfonso el Batallador,rey aragonés y hermano de Ramiro II,murió a consecuencia de las heridas que recibió en un intento de conquista de Fraga,operación que logró más tarde el catalán Ramón Berenguer IV ,que pasó de ser Conde a ser Rey por su boda con la hija de Don Ramiro,Doña Petronila.

Aquí,en estos hechos tenemos pruebas de que Fraga es aragonesa como pudo haber sido catalana,si no hubieran existido las tradiciones de San Valero,San Vicente y San Lorenzo ,entre otras numerosas causas.

Después de los moros,no sé si volvieron a construir en término de Fraga esta ermita de San Valero o fue obra de una nueva devoción;no sé si queda todavía,pero en mil ochocientos ochenta y nueve,escribía Don José Playán de Porta que iban a ella los de Fraga en romería,con un hombre que llevaba una hogaza de pan sin sal en la cabeza.

San Valero murió en Estada y aparecieron sus restos en Roda de Isábena,aunque su cabeza estaba en Lérida a cuyo obispo Guillermo Pérez se la pidió Alfonso II,que la entregó a Pedro,obispo de Zaragoza,donde dicen que se conserva en “una  de plata adornada con piedras preciosas”.Lérido entregó a Aragón la cabeza de San Valero y Roda de Isábena entregó su diócesis a Lérida.

Pero no para aquí todo,pues la provincia de Huesca ha tenido pueblos pertenecientes a otra diócesis catalana,por ejemplo Peralta de la Sal,donde nació en 1556,San José de Calasanz.Don Andrés Capilla,obispo de Urgel “le nombró vicario y visitador de Tremp y de su territorio”,el cual entraba parte de la provincia de Huesca.Pero como San Lorenzo,San José de Calasanz se fue a Roma,donde fundó los Escolapios.Después Peralta de la Sal pasó a ser diócesis de Lérida y ahora va  a ser perteneciente a la de Barbastro-Monzón.

Dicen que al hablar de las diócesis no mezclemos los intereses históricos,pero como hemos visto en este caso,la iglesia y el Estado han caminado paralelos en la formación de las regiones o autonomías.

Fraga y su zona han influido en la unión de Aragón y Cataluña y ahora les dolerá separarse a nivel de diócesis, pero a nivel político, económico, de forma de hablar, de conservar su forma de ser,  recordarán  siempre a San Valero, a San Vicente y a San Lorenzo.

Galileo y los Quebrantahuesos




Voy con cierta frecuencia al Bar “Galileo”, del que me acuerdo cuando lo abrieron. Entonces hablaba con cierta frecuencia con sus dueños, que ya eran mayores y que al correr unos años, traspasaron el Bar. Eran dos señores simpáticos y con cultura, lo que yo creo que les llevó a bautizar el local con el nombre de Galileo. Este fue como un padre de la ciencia moderna, pues aplicó las matemáticas a la Naturaleza, desde su invención del telescopio, que al principio le llevó a equivocarse, diciendo que en la Luna no había montañas, aunque se dio cuenta en seguida de su error. Esa equivocación al principio del uso del telescopio, se debió a la imperfección de un aparato recién creado, que luego fue perfeccionando e hizo desaparecer esos errores. Ocupado en esas investigaciones  astronómicas, observó que la Tierra daba vueltas alrededor del Sol. Entonces la Iglesia, dijo que el Sistema heliocéntrico iba contra la Sagrada Escritura.  Para defenderse expresó que San Agustín decía que los padres y los apóstoles, pretendían hacer cristianos  y no astrólogos, porque como tales podían adoptar una teoría u otra.
A Copérnico lo condenó el Tribunal del Santo Oficio en 1616, por su obra y obligó a Galileo a guardar silencio sobre el heliocentrismo. En 1623, sube al Papado, Urbano VIII, amigo de Galileo y de sus obras y de sus ideas liberales; este Papa lo liberó de la cadena perpetua, a que lo habían condenado  por herejía en 1633, en que  tuvo lugar el proceso a Galileo.
Siempre la humanidad recordará a Galileo  Galilei como modelo del enfrentamiento entre la autoridad vigente y la libertad de pensamiento de los hombres.
Fue Galileo opuesto a las ideas de Sarsi, diciéndole que en filosofía no hay que creer firmemente en las palabras de aquellos autores que con su firma creen hacer la verdad de su filosofía. Y añade que “la Filosofía está escrita en ese gran libro del Universo, que se está continuamente abriendo entre nosotros, para que lo observemos”. Se ve que Galileo es un gran matemático, “pues de sus caracteres triangulares, círculos y otras figuras geométricas sin las cuales es imposible entender una sola de sus palabras”. Al leer estas palabras se da uno cuenta de que Galileo es el padre de la ciencia moderna, porque cuando, observo un teorema escrito por mi amigo  Carlos, comprendo  cómo se entienden los científicos actuales  con los problemas matemáticos y físicos.
Decía Galileo que la filosofía está escrita en ese gran libro del Universo, que se está constantemente abriendo ante nosotros, para que lo observemos”. Y últimamente hemos observado como Higgs ha descubierto y hecho parcialmente visibles en el enorme Túnel de Francia y de Suiza, las partículas de Dios o bosones deHiggs.              . 
No sé si es verdad o no una leyenda que dice que cuando obligaban a nuestro sabio a negar el movimiento de la Tierra, alrededor del sol, mascullaba estas palabras: “E pur si mueve” y sin embargo se mueve. Por eso “Galileo será siempre recordado como un ejemplo del enfrentamiento entre la autoridad vigente y la libertad de pensamiento”. El pueblo piensa si ha sido la autoridad  la culpable entre la prosperidad y la ruina económica.

Han pasado años desde los dueños antiguos del Bar Galileo y el actual David, que es un joven de una amabilidad extraordinaria y así como aquellos meditaban en la historia y en el pensamiento del movimiento de los planetas, éste piensa en el movimiento de los seres vivos, como el quebrantahuesos. El gran físico Galileo siguió los vuelos planetarios y David,  el que dirige el Bar, es aficionado a la repoblación de los quebrantahuesos.
Es un aficionado a las carreras ciclistas y en Sabiñánigo acudía a una pista que llaman “Quebrantahuesos”, que tiene 400 kilómetros.  Ese nombre llamó su atención y se interesó por estos originales animales, porque esa pista cruza los Pirineos por España y por Francia y aunque no permite pararse a contemplar  los quebratahuesos, los puede ver,  en ocasiones por las alturas.
El Vultur Barbatus o buitre Quebrantahuesos, tiene este último nombre por dedicarse a quebrar los huesos de los cadáveres, que lanza sobre terrenos rocosos o “rompederos”,desde lo alto para destrozarlos y aprovecharlos. Esta especie estaba repartida por toda España, pero ahora uno de los lugares más habitados por ella, se encuentra en los Pirineos , por donde pasa David,del Bar Galileo de Huesca con su bicicleta, y va a Francia y vuelve de ella, desde Sabiñánigo.

El que cede su gran nombre  al Bar Galileo, hace pensar a los hombres en el progreso de las Ciencias, y su actual director David, participa en esa inquietud cultural, para reponer a los quebrantahuesos en nuestros Pirineos  y en el resto de España.  

sábado, 19 de abril de 2025

Mis lejanos parientes de la Argentina


Manuel Orus Almudévar
Armas de los Orus

Teresa Orus Almudévar












Doña Irene Almudévar Vallés, hermana de mi abuelo de Siétamo, de la Provincia de Huesca, Don Manuel Almudévar Vallés, que murió en el año de 1930, se casó con Antonio Orús Vallés, con el que eran parientes. Este era un joven comerciante del Coso Bajo de Huesca. Esa boda se realizó en el siglo XIX.

El apellido Orús tiene su origen  en el nombre de un pequeño pueblo de los Pirineos, que se encuentra  a unos diez kilómetros de Sabiñánigo, por la carretera de Yebra de Basa. En una casa de Javierre de Ara, en el Pirineo se exhibe sobre su puerta de entrada, un escudo, con un casco que mira a la izquierda y debajo se alzan dos, al parecer delfines, sobre  una raya que los divide de las cuatro barras de  Aragón. Desde este pueblo se extendió el apellido Orús por Aragón, más tarde por Barcelona y Antonio Orús Vallés, casado en 1881 en HUESCA o ¿Siétamo?, con mi tía Irene Almudévar Vallés y se marchó con ella, a la Argentina. Esta palabra Orús, es de origen vasco-ibérico, el mismo que tiene la palabra Javierre, que quiere decir “casa nueva” y Ara, que equivale a “valle”. En aquellos años de mil ochocientos  y pico del siglo XIX, la Argentina, con ese nombre tan bello, que despierta en los oídos del que lo oye, sonidos como los de una campanilla de plata era un País,  que atraía a los españoles e italianos. Huesca tenía un ambiente de escaso desarrollo y que no mejoraba, después del incendio provocado en el Monasterio de Montearagón, pasada la Desamortización de Mendizábal. En cambio Argentina era soñada por los españoles y los italianos, que emigraban a ella, llenos de esperanza. ANTONIO ORUS  VALLES y su esposa IRENE ALMUDEVAR VALLES, decidieron buscar su porvenir en aquella  gran tierra de La Pampa, la Patagonia, las Sierras y las elevadas cumbres de los Andes.

Tuvieron siete hijos e hijas, con el segundo apellido Almudévar.1ª- A-   María Teresa Orús Almudévar, nacida en Huesca en 1883; casó en Buenos Aires en 1913 con Julio Torino Solá, abogado y natural de Salta  en la Argentina.

2ª-B-Pilar Orús Almudévar, nacida en Huesca en 1886 y murió en Buenos Aires en 1899. Tanto María Teresa Orús Almudévar como Pilar Orús Almudévar nacieron en Huesca, la primera en 1883 y Pilar en 1886. Se deduce que emigraron a la Argentina ANTONIO ORUS e IRENE ALMUDEVAR, unos seis años después de casados.

3º-C-José María Orús Almudévar, nació en Buenos Aires, en 1889. Fue Cónsul argentino en Gijón, donde se casó en 1927, con María González Buhigas. Murió en Gijón en 1929, sin tener hijos. De este José María, conservo una carta,  dirigida a mi padre Manuel Almudévar Casaus, con una cultura inmensa, un gran humor y un cariño a los Almudévar, que al leerla conmueve mi sensibilidad.

4º-D-Antonio Orús Almudévar, nacido en Bellavista en 1891, que fue Ingeniero Civil. Murió en Buenos Aires en 1927.

5ª-E- Margarita Orús Almudévar, nacida en Bella Vista en 1894 y murió en Buenos Aires, en 1927.

6ª-F-María Magdalena Orús Almudévar, nacida en Bella Vista en 1897 .Murió en Buenos Aires en 1967.

 Primera Instancia en el Fuero Civil de la Capital Federal. De Manuel tengo, como me recuerda Manuel Torino en su carta del 24 de Julio de 1977, un retrato en carbonilla y una fotografía, que le adjudican una gran inteligencia y unos rasgos de nobleza.

¨Los hijos de JULIO TORINO SOLÁ y de MARÍA TERESA ORÚS ALMUDÉVAR, hija de ANTONIO ORUS VALLES  y de MARÍA TERESA ALMUDEVAR VALLES, fueron:

1-FRANCISCA TORINO ORÚS, nacida en Salta 1914; murió siendo niña.

2-MARGARITA TORINO  ORÚS nacida en Salta en 1916.Casó con OSCAR CORNEJO SOLA, médico, en 1939, y tuvieron siete hijos.  A saber: a)Oscar , médico, casado con María Isabel Colombres Pasquini, con tres hijos; b)Manuel, militar, casado con Amalia Jovanovics Figueroa, con cuatro hijos; c) Ramiro, ingeniero, casado con Gloria Cabanillas Urrestarazu, con cinco hijos; d)Margarita,profesora de inglés y bibliotecaria, soltera; e) Jorge, militar, casado con Margarita Jovanovics Figueroa , con cuatro hijos; f) María Teresa, profesora de letras, casada con Carlos García Pareja, con tres hijos y g) Fernando,ingeniero, casado con Claudia Becker Lastra, con cinco hijos.

3-JULIO TORINO ORÚS, nacido en Salta en 1919, fue abogado, presidente del Superior Tribunal de Justicia de la provincia de Salta y casó con Mercedes Escudero Gorriti en 1955.Tuvieron siete hijos.

4- MARÍA TERESA TORINO ORÚS, nació en Salta, en 1922, casó con Francisca Uriburu Michel y fue abogado. No tuvieron hijos.

5-MARÍA DEL PILAR TORINO ORÚS, nació en Salta, en 1924, casó con Julio Michel Cornejo, abogado en 1949.Tuvieron siete hijos.

6-MANUEL TORINO ORÚS, nació en Salta en 1926.Casó con Carmen Ortiz Sánchez de Bustamante, en 1947.Tuvieron cuatro hijos.

 

Mis abuelo, don Manuel Almudévar Vallés se casó con mi abuela doña Pilar Casaus López, nacida en el  pueblo de al lado de San Juan de la Peña, llamado Botaya y de donde guardo algún  libro del Padre Larripa, que al cerrar el Monasterio por la misma Desamortización que acabó con el de Montearagón, las habitantes de Botaya,  tomaron algunos, para guardarlos y leerlos en sus casas, impidiendo que fueran abrasados, como lo fue todo el Monasterio  de Montearagón y gran parte del de La Peña.

Siempre se comunicaron por correo los habitantes de casa Almudévar de Siétamo, situada en la Plaza Mayor de Siétamo, con el  matrimonio emigrado. En 1930, en que yo nací, murieron mis dos abuelos. Llegó la guerra Civil y casi todos los papeles, incluidas sus cartas, desaparecieron. No desapareció solamente la correspondencia familiar,  sino además sesenta y tres antiguos cuadros de pintura y libros históricos como Las Crónicas de Diego de Aysa. Yo tengo un borroso recuerdo de los cuadros y de los libros porque mi querida tía Luisa, nos entretenía jugando lejos de tan sagrados recuerdos, para que,  como niños, mis hermanos y yo,  no hiciésemos algún destrozo.

Pero, al llegar la Guerra Civil el año de 1936, tuvimos que huir a Huesca y en nuestra casa se destruyeron y se robaron  muebles, libros, cuadros y todo lo que allí se encontraba. Don José María Trisán de Fañanás, que estaba de chofer con los nacionales, un día, entró en mi casa y en un saco metió todos los papeles antiguos que pudo y los entregó en Huesca en la Farmacia de Llanas Almudévar.  Al volver a Siétamo mi padre,  una vez acabada la Guerra, encontró muy pocas cosas, de las que  se conservan algunas fotografías   disparadas por mi tío Don Feliciano Llanas, unas sacadas del saco del generoso  Trisán y otras de  la Torre de Casaus, que estaba debajo del cerro de San Jorge de Huesca, con su ermita dedicada al santo patrono, que ayudó a los cristianos a conquistar Huesca en 1096 y donde tenía mi familia una vivienda en la que se encontraron cartas de correspondencia, enviadas por los parientes argentinos y un hermoso látigo, que se conserva como nuevo y que también está fotografiado en manos de mi tío José María, vestido de gaucho de la pampa argentina. El látigo con su cámara escondida, en la que se aloja una especie de machete o espadín, que tenía por objeto, sacarlo, unas veces para atacar y otras para defenderse y siempre para domar el ganado y para bailar  Este látigo se guardaba en la Torre de Casaus y después en la casa de Siétamo, muchos años, pues en una fotografía aparece entre las manos de mi tío José María Almudévar, hermano de mi padre Manuel y estando mi tío revestido con un traje de gaucho, que ya está desaparecido. El látigo toda mi familia lo ha tratado con cariño y se conserva como nuevo y se venera como una reliquia, unida al traje de gaucho, de aquellos queridos parientes de la Argentina El bonaerense,  que   se llamaba JOSE ORUS ALMUDEVAR se escribía con mi padre y todavía he encontrado una carta suya escrita en Gijón (Asturias), donde mi padre me dijo que  estaba ocupando el cargo diplomático de Cónsul. Esta carta es de fecha once de Junio de 1926.  Comunica a mi padre que había recibido en Gijón, dos cartas, una para su madre y otra para él y dice que después de leídas, complacido, expidió la primera para América. Escribe con estilo y con gran sensibilidad, pues hablando de las cartas dice así:”De la primera me son particularmente agradables los recuerdos de los riquísimos Mariví (mi hermana mayor) y Lorenzín (primo hermano mío) con sus raras cualidades imitativas del tión lejano que una vez pasó por Siétamo, y que ahora les envía una porción de besos”. Luego escribe: “He encontrado en casa de un amigo de Gijón una obra heráldico-genealógica de colosales proporciones, y en ella, unas notas sobre nuestro apellido. De estas tomé copias literal y fotográfica que considero pertenecen de derecho a mamá y a vosotros, y por consiguiente envío a Buenos Aires y a Siétamo. Van adjuntas”.  Escribe, a continuación de “Nuestra querida Teresina, la que dejó los pinceles en abandono imperdonable, quizá tenga la ocurrencia de hacer, con los elementos que os envío, una copia colorida mucho más perfecta que la que os va. Ojalá sea”. Como escribe José María:”Nuestra querida hermana Teresina, que dejó los pinceles en un abandono imperdonable”, aprendió a pintar de niña, pues era  tarea que utilizaban las familias  para educar a sus hijas. Esta educación artística y disciplinada, le fue impartida en mil ochocientos y pico y en 1926,  José María Orús, escribe que Teresina “quizá tenga la ocurrencia de hacer, con los elemento que os envío, una copia colorida mucho más perfecta que la que os va”.  Lamentábase  el cariñoso pariente de que Teresina no pudiera pintarnos algún retrato de la familia o algún colorido paisaje. Aquella carta fue escrita en Gijón el once de Junio del año 1926, año en el que todavía no había venido yo  al Mundo. No sé si enviaría a mi casa, alguna obra en color, porque el año 1936, estalló la Guerra Civil, lo que no dio tiempo a mi familia para recoger nada, pues entre otras obras,  los “rojos” se llevaron sesenta y tres cuadros de nuestra casa. Esto no fue nada, porque salimos vivos todos los miembros de la familia, no como le ocurrió a Mosen Jesús Vallés Almudévar de Fañánas, doblemente pariente vuestro y nuestro, al que le fusilaron a su buena madre y a su hermano de unos dieciséis años. Mi hermana María, la única que conmigo queda de los seis hermanos, me dice que mi padre, después de la Guerra Civil, recibió una tarjeta de felicitación por haber salido de ella, sanos y salvos. No se acuerda María de quien fue el argentino que la escribió, pero yo creo que fue Manuel Orús Almudévar, que se murió hace pocos años. A Jesús Vallés, lo conocieron Manuel Torino  y sus hermanas Carmen y Pilar, cuando ya hace muchos años los recibimos en mi casa de Siétamo, enseñándoles la fotografía de su madre TERESINA ALMUDEVAR.  Sintió ella una emoción al encontrarse retratada a su madre, que la impulsó a decir toda emocionada: “¡mi mamá!”. Después fuimos a comer con José Antonio Llanas Almudévar y con Jesús Vallés, también Almudévar y pariente vuestro  y nuestro, con vosotros por los apellidos Vallés y Almudévar. Hace unos pocos años murió el sacerdote Jesús Vallés Almudévar, al que para la Guerra Civil, le mataron a su madre y un hermano. Teníamos apellidos comunes pero usábamos muchos nombres familiares en unos y en otros, como, por ejemplo Manuel, José María, Antonio, Margarita y Teresina.

El  retrato con carboncillo de MANUEL ORUS, nacido en 1889, que  fue abogado y Juez Nacional de Primera Instancia como pone en la parte posterior del mismo y escrito por mi padre, tiene veinticuatro centímetros de altura por dieciocho de anchura. Está dibujado sobre una recia cartulina y dibujado con lápiz, resultando un retrato de gran belleza. Tengo una fotografía de MANUEL ORUS ALMUDEVAR, enviada a mi padre y sacada en 1933 y un retrato dibujado a  lápiz y realizado  el mismo año de 1933. En la fotografía se ve la bondad de los  ORUS  ALMUDEVAR, su tranquilidad acompañada de un gran sentido de la justicia, su elegancia  y en el dibujo se cruza su mirada penetrante y serena con la del que siente la necesidad de interrogarle. No eran la fotografía  y el retrato de José María, pero al leer la carta que éste  escribe a  mi padre, estoy leyéndolo a él, pero representándose en mi cabeza la imagen de MANUEL ORÚS  ALMUDEVAR, dos hermanos gemelos en su físico y en su espíritu.

  José María, escribe desde Gijón una carta familiar, genealógica y moral, que dice del hermano de mi padre, eternamente soltero y conocedor del único oficio de  la vida en que no se trabaja, que es el de vividor.   Dice de él : ”Otro “imperdonable” tenemos en la familia: mi tocayo. Invítalo de mi parte a calificar su actitud de reiterado silencio ante mis cartas. Dile que yo no quiero hacerlo, por temor a subirme un poco en la calificación; pero que él, con mayor confianza consigo mismo, puede apretar cuanto quiera en los adjetivos, seguro de que nunca me parecerán exagerados”. ¡Dios mío,  qué razón tenía José María Orús Almudévar, al diagnosticar la “vagancia” de su primo José María Almudévar!.

No es que su primo y tío mío José María Almudévar fuera malo y no quisiera tratos con  sus familiares, sino que siempre estaba alegre y de conversación con todo aquel con el que se encontraba. Pero no quería obligaciones que le obligaran a trabajar o hacer el sacrificio, de simplemente, escribir una carta o contestarla. No fue el hermano heredero, pero tenía derecho a vivir en casa  Almudévar, sin trabajar ni manualmente ni administrativamente. Estuvo algún tiempo en Zaragoza, para estudiar la carrera de Ingeniero. No aprobó ninguna asignatura y al llegar a su casa de Siétamo, le preguntó su padre que era lo que prefería, si estudiar o no. El padre de José María, don Manuel Almudévar Vallés, fue un hombre trabajador, pues llegó a levantar la Fábrica de Harinas de Siétamo, pero a su hijo no le transmitió la cualidad de ser útil,  por medio del trabajo para la sociedad humana.  El, como si se encontrara en apuros, no se tomó la molestia de contestarle y allí se dedicó a vivir, primeramente  en Siétamo y después de la Guerra Civil en la Torre de Casaus de Huesca, cuando sus hermanos le ofrecieron la oportunidad de ser transportista, a lo que no contestó, como no contestaba a las cartas de su primo José María Orús. Pero siempre fue  acompañado y siempre servido por su hermana y tía mía, Luisa. Esta fue una santa mujer, pues siempre estaba sometida por el amor al prójimo. Cuando éramos niños, a mis hermanos y a mí, algunos montados en la burra torda, nos bajaba a todos a bañarnos al río Guatizalema, donde nos instalaba al lado de una fuente y nos servía agradables meriendas. En Huesca apoyaba a los que pasaban apuros económicos y llevaba alimentos a diversos conventos de clausura. A José María le ayudó a pasar una vida feliz. Montaba en su caballo y paseaba por el monte y en ocasiones cazaba algún conejo o perdiz, pero no se apeaba del caballo para recoger ninguna pieza, porque ¿cómo se iba a sacrificar?. En el hogar siempre estaba de conversación humorística y yo me acuerdo de cómo en una ocasión levantaba la cabeza y se miraba con cara de mal genio, torcía la boca y me  preguntaba que quien era aquel personaje, que estaba representando.  Me dijo  que era Musolini, el rostro del político, que estaba imitando y yo, con sólo cinco años, también imitaba la figura todopoderosa del dictador. Aquello, después me ha parecido una profecía de mi tío José María de la proximidad de la Guerra Civil,  que iba a llegar muy pronto.  En la Guerra Civil por no tener ya edad para ingresar en el Ejército, hacía por las noches vigilancia por las trincheras voluntariamente y no lo pasó muy mal, pues se consolaba echándose buenos tragos de vino. Fue feliz, mi tío José María, pues nadie de la familia le achacó ningún vicio ni  defecto. Sólo su primo y tocayo José María Orús Almudévar, lo quiso enmendar. En la carta que desde Gijón le envió a mi padre, le decía: “Otro imperdonable  tenemos en la  familia: mi tocayo, invítalo de mi parte a calificar su actitud de reiterado silencio ante mis cartas”. Acaba esta carta, escribiendo:”Sólo un temor me asalta en este caso, porque lo sé honrado; y es el de que imite a aquel prototipo de la honradez y de la justicia que, a puñetazos, se puso a sí mismo un ojo negro por haber descubierto que hacía trampas en un solitario”. Y después de esta anécdota moral le pone a su primo:”Que no te dé tan fuerte, José María y que me contestes, ¡concho!”. Mi tío José María, era feliz leyendo todos los días el periódico ABC y recibiendo tus cartas, unas procedentes de Gijón y otras desde la Argentina y lo demostraba, revistiéndose con las ropas de gaucho que le mandasteis desde la sonora Argentina y haciendo exhibiciones con el látigo precioso con el que hacía ejercicios como los hacían  los gauchos en la Pampa. Bueno, quizá exagere con esta afirmación, porque el látigo está igual que nuevo con los años que hace que su familia nos lo envió a Siétamo.  Don Feliciano Llanas sacó una  fotografía de José María con la ropa de gaucho y  agitando el látigo.

José María Orús Almudévar en su carta dirigida a mi padre el día 0nce de Junio de 1926, muestra un gran amor a su familia que se quedó en Siétamo, en tanto su madre unida con su padre, emigró a la Argentina. ¡Con qué delicadeza trata a mi hermana Mariví y a mi primo Lorenzín! y habla de “sus raras cualidades imitativas del tión lejano, que una vez pasó por Siétamo, y que ahora les envía una porción de besos”. Envió a los Almudévar de Siétamo “copias literal y fotográfica de una colección heráldico-genealógica”, diciéndoles que “pertenecen de derecho a mamá y a vosotros”. Hoy ,después de ochenta y seis años de recibir el dibujo del Escudo de Armas de los Almudévar y no queriendo ser tan poco cumplidor como mi tío José María, os envío una fotografía del escudo de los Orús.

El tiempo va pasando y de la misma forma que ya no podréis lucir lar Armas de Almudévar, quizá tampoco os den categoría las de Orús, aunque ya la poséis. Sin embargo, después de leer la carta de José María Orús Almudévar a mi padre Manuel Almudévar, me ha dado la impresión de que  el tiempo pasa para los hombres, por lo menos por sus cuerpos, pero nuestros espíritus, deben volar por los caminos de Dios, que es eterno. Y de la misma forma que yo he recibido una gran satisfacción con la contemplación del retrato y de la fotografía de Manolo Orús Almudévar y he aplicado su mirada a José María, ambos por los cielos se acordarán de nosotros,  aunque ya no tienen laringe ni boca para hablarnos, ni oídos para escucharnos; pero  tendrán medios para enterarse del agradecimiento que yo, Ignacio Almudévar les envío por sus rasgos y por sus palabras. Manolo Orús Almudévar, del que tú, MANUEL TORINO, en tu carta del 24 de Julio de 1977, me recuerdas que poseo su fotografía.

Pero conservo una fotografía, sacada en Buenos Aires, que el día uno de Enero de 1903, recibida en casa Almudévar de Siétamo, en la que aparece una bellísima y elegante dama, todavía muy joven, que representa a Doña TERESINA  ALMUDEVAR VALLES, casada con ANTONIO ORUS VALLES, tía de mi padre y madre de siete  hijos e hijas, con los apellidos ORUS y ALMUDEVAR. El año 1977, me escribió MANUEL TORINO ORUS y me decía:” Ayer día 23 de Julio, fui a visitar a MANOLO ORUS (¿recuerdas que tú tienes su fotografía?) y con unos pocos papeles que conserva y un mucho de su memoria, hemos compuesto los datos que te envío en hojas separadas. Puede haber algún error en las fechas, pero son, en general correctas y los que hubiese de menor cuantía).Dice a continuación que “desde que nos despedimos, continuamos nuestro viaje con CARMEN y PILAR….” Los tres coincidimos en que el hecho de “encontrarnos a  ti  y los tuyos y todos los primos con quienes estuvimos, fue lo que nos “hizo” del viaje, sin duda, lo más agradable que nos ocurrió”. 

Su hija se emocionó al contemplarla, con un cariño semejante al de mi padre, que guardaba esa fotografía, después de haber sufrido los dolores de una Guerra Civil y criminal, como quien conserva un santo o un antepasado suyo. A mí me da la impresión de que alguna devoción me transmitiría, porque al encontrar en la Plaza Mayor de Siétamo, a sus hijos, como una chispa me vino el recuerdo de la fotografía de TERESINA ALMUDEVAR, y corriendo los acompañé al despacho donde la guardaba y se la mostré. Les di una copia de esa emigrante española, bella, elegante  y  simpática, más animada  que mi tío José María Almudévar Casaus. Supongo que la conservaréis, como yo, pues también os la presento en este escrito. 

 Al despedirse no se olvida de nadie, pues escribe: ”Recuérdanos a Jesús, A Luis y  Mariví, a José Antonio y María Antonia y sus hijos, particularmente a María Teresa para que no nos olvide.

A Felisa y los chicos muchos cariños, muy especiales de CARMEN para la pequeña Pilar, y para ti un agradecido y cariñoso abrazo de CARMEN  y MANOLO.    

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