Mi sobrina Almudévar por primer
apellido y Arnal por segundo, viene del pueblo de Siétamo del Somontano, debajo
de la Sierra de Guara, y su segundo, viene del mismo Somontano. En el pueblo de
Sipán por el que corre el río Guatizalema se exhibe el escudo de Arnal y sigue bajando
el agua, por el pie del monte de Castejón. En lo más alto de dicho monte, se
encontraba la casa los Arnal, a la que lograron subir el agua del río
Guatizalema, con un aparato sin motor,
todo él compuesto con ideas físicas. Luego corren sus aguas por Siétamo hasta el
Alcanadre, cuyas aguas llegan hacia el río Cinca.
Marina encuentra muy satisfactorio, el peregrinar por
el Camino de Santiago de Compostela, para que el Apóstol le dé ilusión en esta vida y
esperanza en la otra, para que aprenda a formar a los niños, que acuden, en Zaragoza, a sus aulas. Cuando estuviste “en
la Catedral de León, ante semejante maravilla no me he resistido a quedarme a
escuchar la misa y pensar e todos y cada uno de los Almudévar y sus familias, desde el más mayor,
a la más pequeña, (Sabina,¿no).
Marina, mi sobrina, admira las
tierras, que desde Aragón, hasta las
llanuras castellanas por las que ha pasado para llegar a Santiago de
Compostela. Cómo también admira el mar,
porque ella vivió en su infancia en Irún y en Bilbao, a cuyos puertos acudía su
padre, mi hermano Luis, Capitán de Barco. Al morir su madre Pilar, nombre tan
aragonés, en Bilbao, y su padre en Huesca, se casó en Zaragoza. En esta ciudad,
en el Pilar, de la misma forma que el Apóstol Santiago habló con la Virgen en Zaragoza, Marina también escuchó sus
palabras, que le han indicado seguir su
sagrado Camino.
Tu, Marina, en el caminar por el
Camino de Santiago, en el ordenador escribiste:”Tío Ignacio, tú que sabes tanto
de los árboles genealógicos de las familias de la Hoya de Huesca: ¿Te suena
alguna rama de los Arnal que emigrara a tierras leonesas para establecerse como
tabernero en el camino de Santiago?”. ¡Ay, querida sobrina, son tantos los
Arnal, que salieron de Aragón a Cataluña, a Valencia, a Canarias y a tantos
pueblos de España, que no he sido capaz, de enterarme de donde llegaron a las
tierras de León, los Arnales, que os han proporcionado, comida y bebida a tu
marido Gabriel y a tí, en vuestra peregrinación!.
A Marina y a su esposo Gabriel, da
gusto contemplarlos caminar con alegre devoción, por el Camino de Santiago, con
su mochila cargada sobre sus espaldas y ellos gozan, porque dice Marina: “Hemos
pasado por pueblos con nombres, que ni en “La hora de José Mota”: Calzadilla de
la Cueza, Calzadilla de los Hermanillos, El Burgo Ranero, Mansilla de las
Mulas, Bercianos del Real Camino, etc., etc… Algunos parecen de broma, ¿no?”.
Escuchando misa en la Catedral de
León, Marina dice : “me he acordado especialmente de Tía María, Tío Ignacio, Tía Feli, Tía Isabel, las
Pilines, los Llanas… y de todos los primos y todas las primas, que hoy domingo,
en otra iglesia, haríais lo mismo que yo. También de los y de las que no están
aquí con nosotros y que seguro que allí donde estén, ya se habrán encontrado y
como nosotros, estarán siempre unidos. Algunos hasta habrán montado una Peña, el
Séptimo cielo y tía Mariví renegando: “Pero chicooos, ¿ qué hacéis?,
¡desustanciaos!.”
¡Qué psicología tiene Marina,
pues se acuerda del temperamento de mi hermana Mariví, como si hubiera vivido
toda su vida con ella!. Mariví, la hermana mayor de los hermanos Almudévar
Zamora, al morir nuestra madre tan
joven, se entregó a todos nosotros y a veces, tenía el genio un poco gritón!.
“Hemos dormido en litera de
arriba, de abajo, en el Convento de las Hermanas Clarisas, en Carrión de los
Condes (Burgos), anoche en un colegio mayor en y en León y en este plan. La
verdad es que sienta muy bien este “asilvestramiento”.
La verdad es que todo el camino
está siendo una experiencia. Y Castilla León y su gente maravillosas. España es
maravillosa y la gente más. No sé cómo nos dirigen siempre los peores. Ya queda
menos. Nuestra intención es simplemente andar hasta donde lleguemos el próximo
viernes 28 ó sábado 29. El sábado 29 ó
domingo día 30, coger un tren a Zaragoza, descansar un día o dos y
organizarnos. Y el martes 1 de Septiembre, ¡al trabajo con alegría y a tope!.
Seguimos en contacto. Muchísimos
besos y abrazaros a todos y a todas.
Aquí seguimos caminando. Cansados
a ratos pero super contentos y satisfechos”
En hora buena, Marina y Gabriel,
por haberos recreado en la Peregrinación que habéis hecho a Santiago de
Compostela, porque os ha hecho felices y ha aumentado vuestro deseo de trabajar
por los niños zaragozanos.
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