Nació este
grueso señor en Torre Nueva, donde comenzó a convivir con tres mil quinientos
Quijotes manchegos. Es La Mancha una tierra en la que abundan el pan, el vino y
el tocino.  
“Hay turistas que recorren La Mancha Quijotesca
y exclaman: “¡No te alborotes porque vas a la Tierra  de 
los  Quijotes!. Claro está que no
son solamente los Quijotes los que recorren La Mancha, sino que abundan los que
aspiran a ser sus colaboradores,  es
decir los Sancho Panza.
El señor Berna, participa del temperamento del
Quijote, idealista, ingenioso, amigo de la Humanidad, un tanto con el cerebro
perdido y que tiene como misión “ Desfacer en ensueños”, para  reírse de la
vida, a los Quijotes y a los Sanchos y contemplar con placer  a los numerosos Sancho Panzas, en la calle, en
los Bares y en sus conversaciones amistosas y turísticas.
¡Parece una sorpresa este cambio de palabras y de
sentimientos con los vecinos aragoneses, pero éstos le informan de la
estancia  de  Don Quijote y de Sancho Panza, por las orillas
del río Ebro!.
Por eso,  que
aquí en el  Bar, no acaba de  sonreír e incluso de reírse con los aragoneses
de las circunstancias de la vida y del gran humos, que no se pierde, sino que
nos acompaña eternamente.
¡Qué caso tan extraño y tan bello, ver a un Manchego,
compañero de mesa en un Bar y conversar y reírse, continuamente los manchegos
con los aragoneses!.   

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