domingo, 19 de febrero de 2023

OS DICHOS DE NUESTRA SRA. DE DULCIS (1982)

 

                                                   Buera , somontano de Barbastro (Huesca).

Viajando hacia la bella población de Alquezar ,me llamó la atención el pueblo de Buera y escuché el siguiente romance:

Güenas tardes, , Ayuntamientos y Curas, y a tos Ixos qu´están por os arboles y alturas.

No puyeis muito ta os tozals que crevaréis as calzillas, qu´as aliagas punchadoras fan sangre n ás pantorrillas.

Si después de bien comíus vas a bajarte os “calzons”, véstene lejos, bien lejos, pa que no haiga mal olor.

Si hay algún caramocano, que quiera barafundiar que s´en vaya derrepente, qu´aquí sólo yo he de hablar.

Hay aquí poscos  gabachos (Adahuesca) y berceros abundantes; (Huerta) algunos sucarracristos, (Bierg.) figóns que son poco listos (Buera) y cazoleros tunantes. (Alberuela).

También hay latacineros (Colungo) y tres de San Pelegrín y por icho que son poco , no les dejan canturriar.

Vinateros fanfarrons con boticos y porrons, (Salas) os cheseros pocos  vienen d'Azlor porque os viejos burricaus ni sin carga se sustienen.

Siñores:

Ayer tarde estuve en Huerta, a justar un fajo alfaz pa engordar a mi caballo, que ya ven que flaco está.

Hordio no puede comer porque ahora ha cumplido …..solo sus ventidós años.

Así qu´ajusté el alfalz, m´en subié ta casa Andresa, porque allí van a beber t´os arrieros de Alquezra.

A las seis salié de Güerta, y m´en subié hasta o molino, y a puro de caminar ya llegué al oscurecido.

Y me recibió muy bien aquel siño Bernardino que s´en bajó ta ó corral y agarró un gallo lucido.

Lo pelamos, lo cociemos, y después nos lo comiemos; cuando fuemos a dormir estábamos ya capinos.

Ya de día m´en fue a Güera; ya llegué noche cerrada y m´entré en casa de Ríos que tiene puerta n´a entrada.

Y m´aqüespedó muy bien aquel amigo del alma; ya se lo tendré presenta cuando él venga ta mi casa.

A lo que venía el día le dié prenso a mi caballo; pa sacar estas jornadas yé muy preciso cuidalo.

Ya montaba en mi caballo;  a las a las seis de la mañana; por os llanos de San Juan sintié unas campanadas, y se paró mi caballo, y era que las doce daban.

Allí me puse a pensar cómo feba yo as jornadas; si otra las fa en media hora, yo hi puesto seis horas largas.

Cualquiera lo pué comprar, cobrando tan güeña fama, pues p´a un viaje muy ligero yé cosa proporcionada.

Caballo ya estás contento, qu´has feito güen ejercicio; vestene ya a pajentar ta´iche cuatrón de panizos.

Quédense con dios, siñores, que m´en voy hasta Monzón y voy a llevar en ancas a María Perallón….

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