A
tres kilómetros de la capital de Huesca, en su Hoya se encuentra el Santuario
de Loreto. ¡Cuántos siglos han pasado desde que San Lorenzo, naciese en el
lugar sobre el que se alza el Santuario dedicado este santo oscense y
universal!. ¡Cuántas veces he subido a saludar y venerar a este santo tan amado
por los oscenses y por toda la Iglesia Católica!. Unas veces caminando por el
camino, en el que se encuentra, frente a la Torre de Farina, del que siempre
fuimos amigos mi tío José María y yo mismo. La proximidad de la Alberca de
Loreto daba al subsuelo de la finca agua abundante y era curioso, ver regar por
aspersión, las fincas de su propiedad, vecinas de dicha Alberca.
Al
lado del camino, frente a la Torre de Farina, se alza un pequeño y bello
monumento, hecho por el arquitecto Farina, padre de mi amigo. Al pie de dicho
monumento dedicado a San Lorenzo, se contempla un montón de guijarros de
piedra, que cuando pasan por delante del monumento, los van lanzando desde el
camino al piadoso monumento y ya llegan a formar un gran montón de “zaborros”.
Los que podemos afirmar que son peregrinos al Santuario de Loreto, yo no sé porque, para lanzar la piedra, se miran al
lado contrario de la parte delantera del monumento y dicen que si
aciertan un lugar próximo al mismo, el Santo bendecirá a los fieles, que lanzan
los zaborros. Más cerca de Huesca, por
el camino de tres kilómetros, que la separa del Santuario, hay unos huertos
regados con agua de pozo, uno de los que pertenece a la Profesora Pilar Godé.
La gente sube a Loreto a venerar a San
Lorenzo, a contemplar la hermosura de su Santuario, a gozar de las aguas de la
Alberca y a observar la belleza de las diferentes aves, que nadan y crían en
ella. A un lado del Santuario, en el
antiguo Convento, viven los dueños de él y de muchas de las fincas que
cultivan.
Fue
un acierto traspasarles aquel local , que garantizó el cuidado de la Iglesia y
ha permitido que todavía los oscenses podamos venerar y contemplar todo el
Santuario de Loreto.
Los
agricultores y devotos de San Lorenzo son la familia MARCUELLO, que ahora viven
en Huesca, pero MARCUELLO está siempre pendiente del Santuario de Loreto.
Mi
hermano Jesús posee cerca de Loreto una finca , que cultivan los Marcuello y
cuando estos trillaban, iba yo cuando me llamaban. ¡Qué buenas personas eran
los Marcuello, pues además de hacerme pasar u día agradable, me invitaban a
comer. Si alguno de los que les ayudaban, hacía alguna observación, uno de los
que ayudaban a realizar la faena de la recolección, había uno de los ayudantes
que decía: ¡parece mentira que haya uno que quiera privarle de comer!.
¡Cuánto
ha vivido la familia de Marcuello la vida de este Santuario¡. Me acuerdo de
cuando iba a ver las faenas de la trilla, que la hermana soltera del hermano
mayor de Marcuello, que buscaba la llave de la Iglesia y me abría su puerta
para que contemplara ese santiario. Desde luego que no estaba en muy buenas
condiciones, pero la tía del actual dueño Marcuello, sufría al ver la amenaza
que la antigua y monumental obra, estaba sufriendo.
El
agricultor y Ermitaño del Santuario, vive en Huesca, pero se le ve poco por
ella, pues él tiene en su corazón el recuerdo de Loreto y su amor a la tierra.
Este
Santuario,en lejanos tiempos fue una Villa
llamada Loret, dicen que en el siglo II,vivían en ella San Orencio y Santa
Paciencia, padres de San Lorenzo y de San Orencio. En el siglo XII, dependía de
Montearagón.
A
raíz de la batalla ganada por Felipe II a los franceses, este Monarca,dicen que
quiso construir un Monumento a San Lorenzo, porque ese fue el día de su triunfo
y construyó ese edificio de Agustinos Calzados en 1594. Es una construcción
Herreriana, que se pensó hacer en Loreto, lo que fue El Escorial.
En
el monumento en que se amontonan piedras, esperaba Santa Paciencia a su hijo Lorenzo.
En
distintas fechas se celebran dos Romería a este
Santuario, UNA EL DÍA 1 de Mayo y otra, que es conocida como la Romería de los Siete Lugares, a la que acuden Cuarte,
Banariés, Huerrios, Alerre, Chimillas, Banastás y Yéqueda,el segundo Domingo de
Mayo.
Estos
días antes de llegar la Fiesta de San Lorenzo, me ha llevado mi hijo al
Santuario de Loreto y allí antes de comenzar los actos religiosos, estaba un
eterno pergrino de Torralba de Aragón con un anciano sacerdote, que fue Capellán
del Ejército y mientras llegaban
constantemente peregrinos, un Coro Musical dirigido por una señorita, ensayaba
sonidos musicales, que conducían mi mente al recuerdo de San Lorenzo.
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