Bellestar es una aldea, donde es grato y bello estar. Y desde Huesca se accede por puente pontifical. El puente de los romanos, de la Santeta llamado, vio cortado su camino por el peso de los siglos y el puente de Bellestar, el mismo camino lleva, que no camino real. Bajo el puente, acomodado, lanza el pescador su caña y cerca, entre los carrizos, un nido de huevos pintos, pone nota de esperanza de nuevas y aladas vidas. Libélulas y mosquitos vuelan sobre la maleza y los gaviones ligeros volando bajo los arcos y con los picos abiertos, voraces los van cazando. Y sobre el dorso del puente van pasando los soldados, “que de Cataluña vienen , de servir al Rey”. Pasaron las diligencias y hoy pasan los autobuses, llenos de seres humanos con sus penas y alegrías. Los niños desde el pretil lanzan piedras en el agua, que hacen ondas concéntricas que se extienden a la orilla, de donde saltan las ranas. Sólo veo el río,río, río y agua, y agua por el mismo río. Puente, puente, puente: piedras sobre el agua en su devenir y arcos bajo el peso y el paso del hombre. Hay que tender puentes entre los caminos, hay que tender puentes entre los humanos, por comunicarse y por entenderse. Si al enemigo que huye, se presta puente de plata, ¡cuánto mejor fuera que entre los amigos, tendieran puentes de piedra!. Los ojos del puente siempre están abiertos y lloran constantes corrientes de aguas; a veces son claras y rozan potentes, otras son bravías, turbias y agresivas, arrastrando troncos y cantos rodados. Los ojos del puente reflejan sus arcos, que son ojivales o de medio punto, sobre los caudales que pasan cambiantes. Hay puentes de un ojo, como Polifemo, hay puentes de dos, como los humanos y los hay de tres,como los lagartos.Multitud de ocelos tienen los insectos, como algunos puentes que cruzan los ríos inmensos, tendidos encima de múltiples ojos. Las aguas del río pasan verticales a su arquitectura, que sostiene airosa, rutas jacobeas, calzadas romanas y vías de carros. Mil ojos tiene la noche, que se velan con los párpados nubosos y las nubes llueven aguas, que van a parar al río, que aumentando sus caudales, quisieran velar tus ojos ¡puente!, con sus raudales pluviales. Tender puentes sobre canales y ríos es obra de pontífices, Y si los puentes son bellos, de artífices pontificios. Y sí, es verdad: que los puentes son joyas de orífices y de artífices pontificios.
jueves, 26 de septiembre de 2024
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Que bonito ig nacio
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