He sido veterinario de Loporzano,
en el que entraba el pueblo de Aguas. Entonces estaba parada la obra del
pantano de Calcón y uno sentía la tristeza de ver el Tozal de Guara y las
tierras de Aguas, que se hacen llanas, en su parte más baja, sin poderse regar.
No es que sean tierras necesitadas de humedad para recoger cosechas normales de
cereales, pero el agua da riqueza a las fincas. Y esas tierras que se
encuentran debajo de los accidentes montañosos, se deseaban regar, porque Costa quería
convertir todo el Alto Aragón, en una tierra, que produjera muchos alimentos.
Tenía Costa amistad con un jefe de la
Guardia Forestal de Huesca, que vivía en el Castillo de San Román de Morrano,
al pie de la Sierra de Guara. Cuando Costa estaba ya retirado en Graus, el
Señor Buil, que era el padre de Alfonso
Buil, que ya tiene más de noventa años, lo iba a visitar y lo recibía con gran cariño, porque entonces, escarmentado de la Política,
ya no recibía a nadie.
Uno miraba, cuando circulaba por
la carretera que desde Coscullano, lleva a Aguas, un kilómetro antes de llegar
a este lugar, el desvío que se encuentra
a la izquierda, que conduce al embalse de Guara o de Calcón, el cual tenía
las obras paradas. Entonces yo sentía
nostalgia de la falta de riego en las tierras de debajo del pantano, es decir
de Aguas, de Ibieca y de Liesa, que forma parte esta última, del Ayuntamiento de
Siétamo. Ahora,se utilizan las aguas de
Calcón, para suministrar a Ibieca, al mismo Aguas,Junzano,Labata, Sieso, Casbas
y Bespén. Además del suministro de agua a los citados pueblos, está previsto
regar con las aguas del Calcón, algunas fincas, en Ibieca, Aguas y Liesa,
preparando tres balsas, una en cada pueblo citado. Estas balsas las prepararía
Concentración Parcelaria.
Por el desvío que he citado, se
llega a las casas, donde se encontraban las oficinas en las que se trabajaba,
en crear el pantano; debajo de esos edificios, se llega hasta la presa, desde la
que se domina un bello paisaje, con las
aguas que profundizan en la corriente
del río Calcón. Pero a partir de los citados
edificios, siguiendo el camino por su lado izquierdo, se pasa por la Casa del
Estebañón y se llega a la Tejería. ¡Cuántas historias se podrían contar de las
novillas “furas” o bravas, que allí llevaban a pacer o a “pagentar”!.
Se encargan de llenar el pantano,
los ríos de la Sierra de Guara, a saber el Calcón y el Formiga. El Calcón nace
en el Collado de Petreñales, al Oeste del Tozal de Guara, se unen sus aguas con
las del río Formiga y éste desemboca en el Alcanadre.¡Qué paisaje se divisa o
más bien se vive siguiendo el curso de estos ríos!. Arriba se divisa el Tozal
de Guara que alcanza los dos mil setenta y cuatro metros de altura y uno admira
el vuelo de los buitres, que parecen dominar los pinos, más abajo los “buchos”
y las carrascas. En el próximo pueblo de La Almunia de Panzano, les dan de
comer restos de carne de cerdos y de pollos, pero se ven volar por las laderas
de la Sierra, buscando la carne fresca. El Calcón sale de Petreñales y por
medio de un túnel, que conduce el agua del Río Formiga, al Calcón, se llena la presa.
Cerca del túnel, entre carrascas y
“buchos”, vuelan las golondrinas. Se pueden hacer excursiones, desde la
Tejería, siguiendo por Fabana, y cerca de esta ermita se encuentra el río Calcón,
que conduce sus aguas al pantano.
Son pocos los que ahora viven en
Aguas y gozan de la potabilidad de las buenas aguas,del pantano, pero yo me
acuerdo de cuando ejercía de Veterinario y paraba el coche en la Fuente, que se
encuentra al lado de la carretera. Allí
me esperaba el alguacil, que era un señor ya mayor y que con gran celo, me indicaba la casas donde me esperaban, para vacunarles los canes. Entonces conocí al
actual Alcalde de Loporzano, que es un
orador, lo cual afirmo, por haberlo escuchado
hablar en la Ermita de la Virgen del
Viñedo. Este Jesús Escario, con su trabajo, hace producir aceite al Molino de
Sipán. Sus padres eran dos personas, que
conocieron la belleza de Guara y trabajaron esa tierra, que cultivaron. Cuando
yo era veterinario, entré en su casa a tomar algún vaso de vino. ¡Cómo se da
uno cuenta del sentido turístico que tiene este alcalde!, porque se dio cuenta
con un hermano suyo, de la posibilidad de convertir a Aguas en un centro, en el
que el público podría contemplar bellísimos paisajes, gozar de un clima
atractivo y que además de vino, podría beber la tan agradable agua del Pantano.
Y uno se convence de que no se equivocaba en su apreciación del valor turístico
de Aguas, porque me he enterado de que la Casa de Laguna, de la que procede el Alcalde de Zaragoza Don Ramón Gómez Laguna,
que estaba dignificada por numerosos escudos de infanzón y que en aquellos
viejos años, me mostró el padre de Jesús Escario. Fue comprada por Jesús
Escario, con su hermano, y convertida en apartamentos, para aquellos que
sintieran la belleza de Aguas con su Sierra. No sé cómo
irá el turismo por el hermoso pueblo de Aguas, porque en Aragón, hay
pocos veraneantes, pero en el cercano núcleo de Alquézar, del que era
originaria la familia de Laguna, que se acuerden de la semejanza de puntos de turismo
de Aguas, con Alquézar. En Alquézar está
el río Vero y en Aguas los ríos Formiga y Calcón y así como en Alquézar se
encuentra el templo con sus murallas, al lado de Aguas están las ruinas del
Castillo – Iglesia de Arraro, que no está tan bien conservado como el de
Alquézar, pero que acongoja ver la antigüedad y el valor de aquellos reconquistadores
aragoneses. Arriba el Tozal de Guara con todos sus paisajes, como la Tejería y
la casa de Estebañón. Bajando por esos caminos se llega a San Cosme y San
Damián, lugar milagroso para los cuerpos y para las almas.
En ocasiones pasan por Aguas, peregrinos que van a pedir agua a Nocito, a San
Urbez y que vienen, de entre otros pueblos, de Bierge.
Yo tenía amistad en Casa Franco con
Antonio Ciria de Aguas y su esposa Nieves Franco, de casa Aniés de la Almunia del Romeral. Cada año nos
encontrábamos en Casa Otal de Ola, en sus fiestas, donde acudían Antonio Ciria de Ayera, Calvo de
Fañanás, Otal de Callén,Rufino de Antillón, casado con mi pariente de casa
Escabosa de Ola y otros somontaneses. Allí jugaban, amistosamente, a las
cartas. Sus partidas duraban desde después de cenar hasta que tocaban, al día siguiente las campanas, para asistir a
misa. Siempre he tenido amistad con la familia Val de Aguas, cuyo padre estaba
casado con Nieves de La Almunia del Romeral. Acabo de nombrar Nocito, cuando
los miembros de casa Aniés de La Almunia poseían casa Abarca de Nocito, con su correspondiente patrimonio, que todavía
conservan. Las dos hijas de Aguas y de La Almunia conservan, Nieves el
patrimonio de Aguas y Teresa el de La Almunia.
La Sierra de Guara, abarca desde
Aguas hasta Nocito y por ella pasan los que a San Urbez le piden el agua, desde
los pueblos serranos, por los que pasa el Flumen, el Guatizalema, el Calcón , el Formiga, el
Isuala por Bierge y el Alcanadre por Casbas.
Hay una casa, en la que nació un
jotero, que al escuchar su voz, se llenan los corazones de amor a estas
tierras, porque no en vano Carmelo Betoré cantó la Jota de Aguas. En esa
jota reina la belleza y por desgracia, después de la Guerra Civil, ha ido cayendo
poco a poco, pero el sonido de sus jotas, nos da la esperanza de que el
turismo, hará volver el buen vivir a
Aguas.
En la
parte alta de Aguas, vivía mi buen amigo Val, casado con Isabel Bescós de casa
Gaspar de Siétamo y su hijo Jesús en 1990 se marchó a Andorra. Su hija estudia
en Seu de Urgell, que hasta hace pocos años fue la Capital Diocesana de varios
pueblos de la provincia de Huesca. Es una vida de Montaña la de la Seu y la de
la Sierra de Guara. En el Gobierno de Andorra, se abría la puerta política con
varias llaves y en Nocito, al otro lado
de la Sierra de Guara, está Aguas, y se abría la tumba de San Urbez con tres
llaves. Andorra y la Sierra de Guara se parecen, pero como dicho Pais está
limitando con Francia, progresa y aumenta su población, en cambio Aguas y su
comarca, como no están comunicados con Francia, retroceden. Es preciso que la
autovía y el ferrocarril, crucen por la Montaña altoaragonesa, para que Aguas
sea visitada y conocida. Jesús, te repito lo que ya te escribí en cierta
ocasión: ”Te emocionan los recuerdos del Somontano y dedicas un recuerdo a la
amistad entre dos hombres nobles del Somontano, a saber, de Lorenzo Zamora de
Coscullano y la de tu amado padre de Aguas”.
“Me quedo muy agradecido de tu
carta, en la que se leen las inquietudes de un somontanés, que no se ha
olvidado de su tierra, como se olvidan los gobernantes españoles, de este
hermoso Somontano”.
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