Corren las nubes por el cielo y vienen del Sur lejano de
Badajoz, pasando por Madrid. Ahora sabemos de donde vienen las aguas pluviales,
pero antes cuando venían por abajo, decían que procedían de Pina, que se
encuentra en las orillas de Ebro. Pina
está en el Sur cercano a Huesca y allí llegaban las aguas de todavía más al
Sur. Las bocas de los Somontaneses no se cansaban de repetir aquel refrán, que dice : “Agua de Pina, moja la badina”.
Cuando llueve, no hiela, pero como decía Sieso de Castejón de
Arbaniés, ”cuando hace viento del Sur, es decir de Pina, se calientan as
boiras”. En Huesca, cuando llueve, a esa lluvia la ha precedido el Bochorno, viento
del Este. El Cierzo “espanta as boiras”, pero a veces va acompañado de unos
chaparones de agua fríos, que a veces llegan a convertirse en nieve.
Los antiguos tenían miedo a las inundaciones y por eso
construían sus viviendas en los terrenos altos, con lo que conseguían defender
sus pueblos de los ataques del enemigo, pero más tarde han edificado cerca de los ríos
y cuando menos pensaban, resultaban sus casas inundadas. Basta ver el mesón de
Siétamo, donde yo por dos veces he contemplado la entrada de las aguas. En la
parte baja del pueblo, al lado de un manantial eterno, ha ocurrido lo mismo.
En Huesca es fácil recordar cómo se inundaron las casas de la Alameda y como
el agua se llevó un “borguil”, que estaba construido al lado del puente del río Isuela, en
su orilla izquierda, junto a un almacén de muebles, que todavía está allí, a
pesar de haberlo inundado el río Isuela,cuyas aguas siguieron inundando
algunas huertas que hoy están ocupadas por viviendas. Recordemos también
cuantas veces se ha anegado la zona que está debajo del paso del ferrocarril
que sube a Canfranc.
He comentado estos acontecimientos con el Mayoral de los
Danzantes, Victorino Los fablos,que me ha dicho: El que al río le roba, a la
corta o a la larga ,el río se lo toma. ¿No pasó exactamente eso en Biescas?.
Por la mañana del día 6 de Noviembre, me miré hacia los cuatro puntos
cardinales y vi como al Norte las Sierras de Guara y de Gratal estaban vestidas
con copiosas nubes pardas,mientras que al Sur,desde Alcalá del Obispo se
divisaban ventanas en el cielo, que aparecía azul en su luz y se veían enormes
nubes blancas.¿Aumentará el tamaño de
esas ventanas,transformándose en gigantescos ventanales o llegarán a cerrarse a
media mañana,con lo que vendrá sobre nosotros la copiosa lluvia que anunciaron
los hombres del tiemo?.Esta pregunta me hacía yo mismo, pensando en las
inundaciones de Extremadura,que nos han recordado a los muertos de Biescas.
En nuestra tierra unas veces llueve de tal forma, que nacen
fuentes, hay arrastres de tierra y no se puede sembrar y otras sólo se ve
polvo, no sale yerba para el ganado y sembrar es tirar la semilla y el abono.
En los cortes hechos en las colinas de al lado de las
carreteras, las costeras que miran al Sur, están peladas y cuando llueve se
desprende la tierra y caen las piedras sobre las rutas de los automóviles.
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