En la Ley 14-1990 de 27 de
Diciembre de las Cortes de Aragón se declaró como Parque a las Sierra
y a los Cañones de Guara. La belleza de la Sierra de Guara no la han descubierto
ahora, pues ya Ana Francisca Abarca de Bolea, somontanesa criada en Siétamo y muy pronto en el
Monasterio de Casbas, donde llegó a ser Abadesa, le escribió un romance, que
dice así :”Pues eres serrana en todo,-con tu estado has de medir-tu condición,
sin que quieras-de señora presumir.-Si habitas casi en los cielos.-no tienes
más que adquirir;-advierte que tus grandezas –mendigarlas tal vez vi.-En el
estío te arrojas,- por avivar el matiz,-de las más incultas selvas,-hasta dar
en ellas fin.-A los arroyos tributas,- y a adquirir vienen por ti,-altos
nombres, que otros tiempos –que se ignoraban oí.-Desperdicias por las peñas-las
perlas, de mil en mil,-que en lagartos escarchados –se ven brillar y lucir.-
Osténtase en tu grandeza-ya el topacio, ya el rubí,-la delicada amapola-y el
sufridor alhelí”.Al ver Ana Francisca la Sierra desde abajo, es decir desde el
Somontano piensa en sus elevaciones y en sus depresiones, simas, surgencias, cuevas y sumideros. Entre
otras cuevas se encuentran la de Solencio, que se extiende por unos ocho
kilómetros, con salones que tienen en alguna de sus partes una altura de 110
metros y la cueva de Chaves.
Pero la poetisa, al llegar el
invierno dice :”Mas,¡ay!, que tu amenidad-hoy se llega a reducir-a verte ajada
y marchita-por un invierno civil.-Escarmienta, si eres cuerda;-lo vano procura
huir,-que te la jura el Enero-con toca larga y monjil.”
Así como el Pirineo tiene su
singularidad, también la posee la Sierra de Guara con su Somontano, es decir
con la tierra y los pueblos que en él se encuentran, como los escasos,
despoblados o que casi lo están, y que radican en la misma Sierra. El
Somontano, como su nombre indica está unido a la Sierra de Guara, formando una
misma zona geográfica y humana, siendo hermanas sus gentes, como lo son sus
ríos, de los que deben aprovecharse, siguiendo la costumbre del riego por
“boquera”, sus habitantes, como se hace con los pantanos, a cuyo consumo de
agua siempre se da preferencia a su vecindad.
El río Guatizalema lo aprovecha
sobre todo, la capital oscense y no es que nos sepa mal a los somontneses, sino
que no se acuerdan de donde hemos de sacar el agua para nuestros riegos, como
compensación por su aprovachamiento del río Guatizalema. Se han concedido aguas
del río Alcanadre para regar el Somontano, pero dicen que no van a dejar
construir una presa en Pedruel, para
desviar el agua al Somontano, porque la sierra es Parque Natural.
Al aprobar la ley del Parque no
se tuvieron en cuenta estas circunstancias que he citado de hermandad entre los
habitantes del Somontano y de sus ríos, como está ocurriendo en el Pirineo, en
el estudio de la ley para declararlo Parque, como muy bien escribe en el Diario
del Alto Aragón, Don León José Buil, que expone:”El Pirineo necesita una ley
específica para su territorio que le permita ser una reserva de valores
naturales y culturales, pero también una base de desarrollo futuro para hacer
justicia a unos pueblos, que con su permanencia en el medio han conservado y
nos han transmitido un formidable patrimonio natural “.Añade”Con la actual
reglamentación de la Unión Europea para las zonas de Montaña están
desapareciendo las actividades agrarias ante una discriminación de facto
evidente, y este efecto y otros igualmente perversos, deben corregirse, aunque
aparece que en algunos gabinetes de partido, no lo entienden así”.
Vemos como el Señor Don León José
Buil, sigue con los comentarios que hace sobre el Pirineo y nos advierte que
“También conviene recordar que el Parlamento Europeo”…expresa “que la
diversidad biológica y cultural, están estrechamente relacionadas y que dichas
zonas son con frecuencia el hogar de minorías tradicionales e históricas que
han desarrollado una cultura, un idioma y unos hábitos y costumbres
específicos. ”Hay un proyecto hecho por Albasini y presentado en la revista
Argensola de la Diputación de Huesca por Don Federico Balaguer, para bajar
desde Pedruel aguas del río Alcanadre, para regar el Somontano y ahora nos
dicen que no se pueden hacer obras en la Sierra porque es Parque Natural.
Al leer a Buil cuando dice que
hay “zonas …que han desarrollado una cultura, un idioma y unos hábitos y
costumbres específicos”, nos tenemos que acordar de Arnal Cavero y de López
Allué de Barluenga, que hablaba de aquellos “ancianos que blasfemaban de rabia”
y como dice José Damián Dieste “que oró…por todo aquel abigarrado conjunto de
paisanos nuestros que se fueron a los calcaños –tobillos de la eternidad y que
ya no serán anónimos porque el escritor de Barluenga incluyó a esos tipos de
montañeses-somontaneses en sus agudas fabulaciones”.
Ya Federico Balaguer decía que
los derechos humanos de los habitantes de la Sierra y de su Somontano, no deben
atacarse con la ley que la convierte en Parque, porque no atacan las presas su
belleza pero despachan a sus gentes, para que vengan los extranjeros. Igual
vendrían éstos y tal vez se divertirían
más de lo que ahora lo logran, pescando en esas presas, usando nuestras aguas,
con la misma libertad que las usarían los somontaneses.
Ana María Abarca de Bolea dice
que la Sierra “desperdicia por las peñas-las gotas de mil en mil” y nosotros
los somontaneses decimos que las aprovechen nuestras tierras, antes que
mandarlas a lejanas tierras, más allá del río Ebro.
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