domingo, 3 de agosto de 2025

Curas y labradores

 



Son las ocho y media de la mañana del último día de Agosto de este caluroso verano del año 2003. Aparco en la subida que está frente al jardín que hoy ocupa el solar en el que se encontraba edificado el cuartel, que estaba debajo del actual museo y frente a la parte lateral del Seminario. En ese cuartel cumplió el servicio militar de alférez, mi hermano Manolo, que atendió a mi amigo y paisano Cabrero, cuando le cayó un rayo en el Campamento de Igriés. Yo estuve con mi hermano, que fue a visitar a un soldado enfermo y me acuerdo del aprovechamiento de las antiguas construcciones, que hoy día  muchas de ellas se han derribado. Fui andando a la Catedral y al pasar por el seminario vi a Don José María, párroco de Coscullano, que por lo visto había madrugado, para ir a decir misa en diversos lugares, porque ahora son escasos los sacerdotes. No me vio, pero yo miré hacia la pequeña plaza, que está al lado de la puerta del Seminario, donde está el busto de Ramón y Cajal, que parece seguir meditando. Entra por dicha plaza el sol que brilla intensamente, a pesar de haber cambiado enormemente el tiempo, porque el calor ha cedido y el sol, a estas horas parece que me llama y me atrae, para que goce de sus rayos, mientras contemplo la ilustre cabeza de nuestro sabio y después me miro hacia el Monasterio de Montearagón, que parece estar paralelo a nuestra ciudad, a la que mira como la miró en los años de mil noventa y cinco y noventa y seis, con deseos de poseerla, pero los tiempos avanzan y todavía mira a Huesca, en la que ya no contempla el convento de San Bernardo ni el Cuartel ni tantos monumentos, pero que sin embargo la ve crecer. En cambio Huesca se mira a Montearagón con indiferencia porque se ha convertido en una ruina. Sigo por la puerta del Museo y entro por la calle de San Bernardo, oigo la cerradura de una puerta falsa y me parece que por ella, como otras veces, va a salir un labrador oscense, que vive en la calle del Suspiro. Sale por fin el esperado Claraco, saca su bicicleta y nos ponemos a hablar el uno con el otro. Tiene un año más que yo y a pesar de encontrarnos tantas veces, no hablamos de la Agricultura hasta el día de hoy, en que me dice que se va al huerto, porque ya no labra sino que tiene la tierra dada a cultivar por algún otro; es que se van envejeciendo los labradores y como los curas quedan ya muy pocos y pasa con los labradores que están abandonando el cultivo de la tierra y los sacerdotes al morir  no son sustituidos por otros que se dediquen al culto divino. ¡Qué dedicación la de los curas y de los labradores al culto divino del pueblo de la vecina Sierra y al cultivo de la tierra oscense!. Claraco conserva el apodo que, con gran honor, llevaba su familia desde siglos, como todas las casa de labranza de Huesca llevaban el suyo!, ya que su auténtico apellido es el de Sauqué.  Llego por la calle de Dormer a la Catedral y allí observo la cultura del hombre, por ejemplo en el arte del altar mayor, esculpido por Damián Forment y por su hija, cuyos bustos, como el de Cajal en el Seminario, se exponen a la contemplación de los visitantes  y de los fieles, que se quedan admirados por la belleza de la hija escultora. Al marchar, otra vez al lado del Seminario me encuentro a un anciano sacerdote, que casi siempre va sólo, como meditando. Me pongo a hablar con él y me llena de frases sagradas, como la siguiente: la Naturaleza inferior de los animales se rige por las leyes de esa Naturaleza, pero a los hombres Dios nos ha hecho libres y la libertad nos hace a unos, creer en Dios y a otros, como a Ramón y Cajal, dudar de El. El Señor nos dio la libertad.

sábado, 2 de agosto de 2025

La poesía


Fray Luis de León.

“¿Qué es poesía, me preguntas?, mientras clavas en mi pupila, tu pupila azul “, le decía  Gustavo Adolfo Bécquer a una bella joven y se había quedado tan extrañado, que tuvo que  añadir: “Y tú me lo preguntas… poesía eres tú”. Y de la misma forma en que Bécquer hace tal pregunta, nos la hacemos los hombres y mujeres, preocupados no sólo por unos bellos ojos, sino por mil motivos poéticos. Me regaló el matemático Carlos  Torres un libro, que presentaba la misteriosa poesía que se vive con los teoremas y con las distancias interplanetarias y con los múltiplos. Parece ser que la poesía es un secreto que guardan las Musas, pero que nunca se ha descubierto. T. S. Eliot dice que   “La crítica…nunca ha descubierto lo que es la poesía, en el sentido de lograr una definición adecuada”. Según el mejicano Arias de la Canal, hay sueños caprichosos o inspiraciones fantásticas que originan “la palabra  en el inconsciente humano y se transmiten al mundo a través del poeta médium”. Un poeta basa su creación en la inspiración y en su palabra poética, que es algo especial, ya que un prosista no puede utilizar el lenguaje poético. La poesía se basa en los traumas cerebrales,  que pertenecen al  inconsciente colectivo y el poeta-medium  los concreta con sus palabras. Mijail Bajtin(1895-1975) a las preguntas que le hacía Arias, contestaba: “Un poeta se apoya en su inspiración y en su especial lengua poética. Un prosista no dispone de semejante lenguaje poético, “distinto del que habla el prosista, que tiene sus argumentos, su experiencia, sus experimentos. Un prosista no dispone de semejante lenguaje poético”.
En cambio en el poeta Fray Luis de León parece que brota de su pluma un vocabulario poético, como cuando  escribe: ”Despiértenme las aves-con su cantar sonoro no aprendido;-no los cuidados graves,-de que siempre es seguido-quien al humano trato está atenido”. Y al recordar el huerto, nos hace soñar con el nuestro, pues dice.”El aire el huerto orea-y ofrece mil olores al sentido,-los árboles menea-con su manso ruido,-que del oro y del cetro pone olvido”. Se estaba materializando la sociedad y ya casi nadie cultivaba los huertos, pero ahora, que la gente ya no cree en las riquezas y en el poder, vuelve a gozar de la poética estancia en ellos.
León Felipe hijo de un notario, viajó por América y sintió en su cerebro todas las piedrecillas “del río Duero,-del enjuto  Manzanares,- del Hudson,- del Magdalena”. En una de sus poesías hizo  ver “ la hondura de la repulsa y el distanciamiento entre la España peregrina y la oficial”, a la que le dijo ”Tuya es la hacienda,-la casa,-el caballo  y la pistola.-Mía es la voz antigua de la tierra,-Tú te quedas con todo-y me dejas desnudo y errante por el mundo…-mas yo te dejo mudo…¡Mudo!-¿Y cómo vas a recoger el trigo-y alimentar el fuego-si yo me llevo la canción?.

Pero todavía quedan poetas y poetisas, que como la señora Josefa, exclaman:”la poesía es vida y yo amo la vida”. ¿Cómo no iba a amar la vida una señora que ha dado a luz a doce hijos e hijas”?. Después de lo anteriormente dicho, afirmaba que sigue amando la vida y la amará mientras pise la tierra, porque le agrada vivir el amanecer de cada día y la belleza del parque, donde cantan los pájaros, se agitan las hojas de los árboles y este gozar le deja el cuerpo frío como el mármol y caliente como los rayos del sol. Ama la vida, porque después de ver trabajando a sus doce hijos, cuida niños, que son hijos de la ciudad de Huesca.

miércoles, 30 de julio de 2025

TORO IBERICO


El Mediterráneo es un mar metido entre tierras llenas de color, de cultura y de vida. Toda su costa está ocupada por pueblos que constituyen el núcleo de la Cultura Clásica, como Roma, Grecia, Israel, Fenicia, Egipto, Cartago, Lyon y ¿cómo no hablar de la España Ibérica? Los iberos es probable que tuvieran su origen en el Mediterráneo o si no lo tuvieron, recibieron influencias de las culturas fenicia, griega, cartaginesa y romana, entre las cuales se la está reconociendo ahora. En el mes de octubre de 1997 se ha dado en París una selecta exposición sobre los iberos, exhibiendo más de trescientas piezas originales, encontradas en España y en la zona francesa del Mediterráneo. La cultura ibérica va del siglo VI al I antes de Jesucristo y sus conocimientos abarcan lo social, el arte, la escultura, los adornos, la cerámica y la escritura, afectando no demasiado a la arquitectura, que no destaca, aunque recientemente se ha encontrado en Valdetormo (Teruel), a orillas del río Matarraña, un fortín de esta cultura, con un torreón circular de doce metros de diámetro y cinco de altura. Don Ricardo Olmos opina de los iberos que "quienes labraron en oro diademas, como Javea,  o  esculpieron en piedra caliza las Damas de Elche y Baza no estaban lejos de aquellos otros artistas que crearon sus mejores imágenes para la Acrópolis de Atenas”.  Para demostrar esta afirmación se llevan a París el guerrero número uno de Porcuna, de los comienzos del siglo V a. e, objetos pertenecientes al tesoro de Tivissa (siglo II a.e), como un brazalete espiraliforme, la esfinge alada de Elche (no se lleva la Dama del mismo lugar) y un recipiente de cerámica que representa, en su superficie, la danza guerrera de Liria. Se han encontrado restos de muchas actividades humanas, de la caza, de los lobos, de la ganadería, entre los que se encuentra el toro de Porcuna (siglo VI a.e), otros toricos de Teruel y muchos más, que formaban parte, tal vez, de ganaderías que hubieran dado, artísticamente, origen al toro bravo español. En Navarra, en el pueblo de Artajona, se encontró una cabeza de loro en una columna, resto que puede ser fuera romano, que recuerda la ganadería de Karri-Kirri. En el Imperio de Tiberio, en las monedas de transición de! período ibérico al romano, salen toros en las de Calahorra, Cascante, Alfaro y Tarazona. Salen también en las monedas ibéricas de Tarragona, Sagunto, Cuenca y sobre todo en las andaluzas. Algunos de estos toros dan la sensación,  de ser verdaderamente bravos, porque en ocasiones están embistiendo. Pero hay una moneda de ITUCI (Tejada la Vieja de Sevilla), situada en la zona fenicia y que me regaló en Pamplona un simpático vendedor de la Plaza del Castillo, en cuya cara aparece un guerrero ibérico montado a caballo y portando un escudo, enfrentado a un toro. ”Ahora, al mirar la moneda, tengo dudas de si se trata de un toro”. Esta moneda no se encuentra en el libro Moneda Hispánica", publicado en 1992 y cuyo autor es Fernando Álvarez Burgos. Pudiera tratarse de un cuidador de toros, aunque parece extraño que un cuidador no estuviese en la moneda acompañado de más toros; parece, más bien, que es un precursor de "un caballero cristiano, que pide licencia, ufano, para alancear un toro " El hecho de estar sólo el ibero con un toro, da a entender que se trata de torearlo, pues Juan Belmonte escribe: "Es verdad, y todo el mundo lo sabe, que e! toro, en campo abierto, no embiste; sólo suele embestir el toro abochornado, es decir, que se separa de la majada después de una pelea” . "Se decide el toro a embestir cuando se le fuerza a ello, cuando no tiene más remedio, cuando ya está cansado de rehuir la pelea " De este texto podemos deducir que al toro de la moneda se le ha ~sacado del rebaño y se le ha buscado para que acometa”. Estamos, por tanto, en un precedente de la Fiesta Nacional de los toros, que seguira siendo la mayor afición del pueblo español en tiempos de Felipe II. "De los más de setenta mil habitantes de Madrid, las dos terceras partes acudían a la Plaza Mayor cada vez que se lidiaban cornúpetas, celebrándose el valor y destreza de los caballeros que se enfrentaban a los animales" (Arturo Pérez-Reverte). A estos caballeros les ayudaban los hombres de a pie, como el paje que sale representado en una tabla de Rodrigo de Osuna (siglo XVI), que está en Gandía, y que se sube a un árbol para evitar el ataque del toro. El toreo de a pie, durante el siglo XVI, era como una ayuda a los caballeros y en el siglo XVII,  como dice la Enciclopedia de los toros de Cosía, "acuden ya a las fiestas de toros verdaderas cuadrillas de profesionales navarros o andaluces”. Goya pintó mucho la fiesta de los toros e hizo un retrato del torero José Romero, vestido con un traje  regalado por la Duquesa de Alba. Hoy la fiesta taurina tiene amigos y enemigos, pero la moneda ibérica de antes de Cristo nos recuerda que va unida al pueblo español, desde siempre en el tiempo y geográficamente desde el norte en que se encuentra Pamplona hasta el sur donde se asienta Sevilla.


Los Ovnis de la Biblia, del Medioevo y los que hemos vivido




Cuenta Ramón J. Sender que tenía un niño amigo suyo, que se llamaba Froilán y  el año 1909, murió electrocutado, al contactar su pequeño cometa de trapos  y de cañas, con un cable de alta tensión. Los vecinos del pueblo afirmaban que aquello ocurrió por el influjo nefasto del Cometa Halley, como  el que también se atribuía a un tremendo terremoto ocurrido en Méjico y a la inundación  que causó la desgracia de la niña Omaira y de sus paisanos  colombianos, muertos unos por la erupción del volcán Nevado del Ruiz  y por las corrientes de lodo que dejaron sin vivienda a muchos ecuatorianos.”Sender esperaba la vuelta del Halley para el año 1985 y creía, más loco que yo, que Froilán volvería a visitarlo, montado en su cola”. Hasta Ramón J. Sender, sentía en su interior, como los campesinos más humildes, el paso de los ovnis o platillos volantes y creyó que su amigo el niño Froilán, marcharía por el espacio, montado en el cometa Halley.  Trató de esperar el nuevo paso de dicho cometa, pero Ramón J. Sender, no vivió hasta el año 1985. Pero así como Sender sintió en su mente las aventuras del cometa, tal vez fuera él mismo, el que influyó sobre mí y ese impulso me obligó a esperar la llegada de Froilán, para entregarle, una rana cogida en la balsa del monte, donde Froilán se supone había subido o lo habían montado en el Cometa. Y  hablando de la rana escribí lo siguiente: “¡buen regalo para Froilán , que también es anfibio, porque yo lo vi en la tierra de Huesca y venía e iba por el espacio, a otros espacios más lejanos”; efectivamente  lo vi en Huesca, pero a través de los escritos de Ramón J. Sender.  Sender y yo, estuvimos influidos por la inquietud, presente en la misma Biblia, por ejemplo del Carro de Fuego, del profeta Elías, que bajó del cielo para llevárselo. También,  seguramente, Ramón J. Sender conocería a la hermosa Julieta de Barbastro, mujer amada por todo el mundo, porque además de bella era poetisa y pintora. Un amigo convivió con ella en París y en Cuba y tuvo novios y amantes en Huesca y en Madrid. Pero ella tuvo amigos de lejos de la Tierra, como los gatos venusianos, como ella los llamaba, que de vez en cuando se ponían en contacto con ella y le decían que serían felices si se iba con ellos, en su Ovni. Amaba el arte porque pintaba cuadros al estilo Naif y se los presentaron, en una exposición, después de muerta. Ella nunca quiso dejar esta tierra, que unas veces la hacía feliz y otras la tenía durmiendo debajo de una escalera, en la calle Argensola. Tal vez fue una buena señora la que le dejó ese refugio. Siendo ya mayor, repartía periódicos por Barbastro.  Murió en 1979 a los ochenta años y todo el mundo la quería, sobre todo la juventud. No se sabe como era el Ovni en el que la querían llevar,  como tampoco se conoce la maquinaria del Carro de Fuego de Isaías. Todos los medios de volar por el espacio gozan del misterio de los ovnis, como hemos visto en el cometa Halley, en el Ovni de Barbastro y en el vehículo de Isaías. A Moisés le hablaba el Ser Supremo, desde una “Zarza ardiente”, que tal vez fuera una “nave”, dotada de una gran iluminación. Y ¿qué sería el Arca de la Alianza?, lo ignoramos,  pero pudiera ser un aparato con energía nuclear, con el que produciría el “maná”, alimento completo para subsistir en medios artificiales, como las pastillas que consumen actualmente los “astronautas”. Al llegar la Edad Media, cuando alguno se atrevía a confesar haber visto algún objeto volante, muchas veces perdía su vida, por obra de una justicia cruel. 
Pero el florentino Giotto en el siglo XIV pintó en un cuadro titulado “Adoración de los Magos”, la Estrella de Belén, que guió a los Reyes Magos hasta la cuna de Jesús, en el Portal de Belén. Pintó una estrella con una habilidad, que hace comprender la escasa velocidad que llevaba, para que los Reyes Magos,  no se perdieran. Pero no sólo es el pueblo el que se interesa por estos hechos, sino que los mismos astrónomos,  le pusieron el nombre de Giotto, a la sonda espacial europea (AEE), que lanzaron en 1986, para encontrarse con el cometa Halley.
La estrella de Belén influyó sobre todo el mundo cristiano, porque ¿hay alguna estrella que se desplace a la marcha de los camellos y que se pare al llegar al Portal de Belén?.
Hace unos cincuenta años, que en Siétamo ocurrió lo mismo que le pasó a Constantino, antes de entrar en Roma, es decir que se le apareció en lo alto del cielo una Cruz, con el grabado de “In hoc signum vinces”, que tal vez se lo concediera el Señor como premio a su lucha por el cristianismo en Roma. En Siétamo en una procesión,  cuando pasaba por la Paul, Antonio Bescós , alias Trabuco , observó en el cielo una cruz con ángulos rectos, no formados por gases, que hizo observarla a todos los que participaban en dicha procesión. Este hecho ocurrió hace unos cincuenta años y ya quedan pocos de los asistentes a esa procesión y unos de los que todavía viven se acuerdan de tal hecho y otros, ya lo han olvidado. Hará unos treinta años,  ocurrió un  caso como el  de la  aparición en Arbaniés, es decir de un Ovni o Aparato Volante, que se paró en la cara Sur de la Sierra de Guara, a la altura aproximada de Coscullano. Yo casi ni me acordaba pero Pascual Ordás de Arbaniés, me ha hecho recordar todo lo que allí ocurrió. Estaba dicho Pascual Ordás, nacido en Arbaniés, con Silverio Dueso Ferrando,  también de Arbaniés, pastor del rebaño de ovejas del pueblo, preparando la suelta del ganado. A primera hora de la mañana, empezaron,  en medio de su conversación,  a fijarse en un objeto, que les pareció ser volante, que estaba sobre la cara Sur del Pico de Guara, poco más o menos sobre Coscullano. Miraban y volvían a mirar para ver si hacía algún movimiento, pero estuvo mucho tiempo sin moverse. Pascual también se preguntaba : ¿quién o qué  estará  dentro de este aparato?.  Ellos estaban un tanto extrañados de ver aquel redondo aparato y pensaron si se trataba de un Ovni,  pero,  a pesar de su curiosidad, no esperaron a verlo circular, porque tal vez esperaran que se movería cuando salieran ellos de la paridera y  fueron a darse vuelta por ella,  para ver el ganado y al subir, ya no lo vieron, porque había desaparecido. A los dos o tres días, enterado por las conversaciones de los vecinos de Arbaniés y de Siétamo, subí a hablar con Pascual. Iba acompañado por José María Díaz Castán , hijo del Boticario de Almudévar, donde había nacido, que era muy amigo mío y que tenía una gran afición a estos vuelos misteriosos, pues una noche se llevó a una hija de “Manolotas” y a Pascual,  a San Cosme, donde él afirmaba que se veían Ovnis. Pero no vieron ninguno. Antonio Cano, pastor y gran amigo mío, que todavía vive, contaba que alguna vez, por las noches en San Cosme, veía a su “santero”, cruzando la Plaza, que está delante de la Ermita, por delante de ella, sin pisar el suelo. Así como el escritor famoso José María  Llanas Aguilaniedo,  escribió que una noche se acostó en una tumba vacía del cementerio de Huesca, para escuchar algún sonido de los muertos, el pastor Antonio Cano, afirmaba acudir por la noche al cementerio para intentar oír los mismos sonidos. Otra vez se demostró la preocupación del sabio y del hombre sencillo por los problemas de la humanidad.
Fuimos con Pascual Ordás a Radio Huesca, de donde nos habían llamado y estando en la entrevista, desde la Empresa Alvisa de los Hermanos Albajar,  constructores de cosechadoras de cereales, llamó alguien, que sería,  suponemos que un trabajador, afirmando que también él había contemplado el Vehículo Volante u Ovni de Arbaniés.
Durante la Edad Media fueron abundantes los hechos, por ejemplo Pedro III el Grande en el siglo XIII, en una marcha sobre los Pirineos vio “un terrible dragón de enormes dimensiones que volaba y oscurecía el aire con su aliento”. Un enorme avión en aquellos tiempos podía parecer un dragón, que oscurecía el aire con los gases de la combustión del petróleo que consumía. En el Renacimiento aparecen numerosos cuadros con aparatos volantes, como Fra Filippo de Lippi, que algo tuvo que ver y conocer para pintar una nave que volaba y se jugó la vida para defender lo que había visto.
 Cristobal Colón, no volaba, pero era un gran navegante y  se expresó en cierta ocasión sobre su viaje, inspirado por conocimientos superiores al conocimiento humano, pero no se saben los conocimientos de los que volaban en los Ovnis, que se ignora si fueron hombres o tal vez, ángeles. Pascual Ordás se preguntaba si dentro de aquel Ovni de Arbaniés, había hombres o seres de  otra especie o simplemente materias energéticas.
Teilhard de Chardin dice que el hombre está en evolución y si no ve todos los problemas claros, los intuye. Es el hombre la síntesis de la materia y el espíritu. Su cuerpo es material, pero su espíritu o alma,  tiene la capacidad de razonar y de abstraer, pero la materia no es capaz de tales acciones. Hay una síntesis de alma y cuerpo y el alma causa vida. El Señor dijo al hombre: polvo eres y en polvo te has de convertir, en cambio Cristo que es Hijo de Dios, vino de Él a la vida humana. Tal vez Teilhard de Chardin, contemplara el cuadro del pintor italiano, Paolo Ucello, que perteneció al Quatrocento y  conocido por “ La Thébaide”. El cuadro representa  a Cristo Crucificado y  a una persona rezándole, un tema como otros millares y millares, representados en cuadros, pero en la parte baja de este cuadro, hay un aparato volador, como un platillo volante, que está girando, como si diera vueltas alrededor de Cristo.
“Benedicto XVI ha opinado que Teilhard de Chardin tiene una gran visión, que culmina en una verdadera liturgia cósmica, en la cual el cosmos se convertirá en una hostia viviente”. Teilhard de  Chardin  pensaba:” En la escala de lo cósmico, sólo lo fantástico tiene posibilidad de ser verdadero”.

LOS OVNIS




La gente, en general, se muestra escéptica ante aquello que se propone a su consideración y no ve, otras veces se pone irónica, otras indiferente y no falta quien adopta una posición de desprecio total, como si fuese un dios del Olimpo.
En este caso, yo expongo a vuestra consideración el tema de los objetos volantes no identificados a los que, con la moda de las siglas, llaman ovnis.
Que existen objetos es obvio, que algunos de ellos vuelan, también y que no todos son identificables por todos, es tan evidente como que todas las aves voladoras no pueden ser identificadas por todos.
Vean con que sencillez un ciudadano oscense dijo que había visto ovnis sin mentar tal palabra, manifestó que había observado unos objetos plateados, cuyo brillo(era de día) le hería los ojos y que volaban a gran altura. Si los hubiera identificado, los hubiera llamado aviones, planeadores o les hubiera aplicado el nombre que creyera adecuado a su condición, pero exclamó:¡qué planeadores tan raros!.Es evidente que él se encontraba en presencia de objetos volantes no identificados, pero tal vez esos, para él, ovnis, no lo fueran para otros.¿Estarían pilotados por alguien?. Si ese alguien que los pilotaba o que los hacía volar, nos dijera de qué clase de objetos se trataba, automáticamente dejarían de ser ovnis para el ciudadano oscense, para mí y para "monsieur tout le monde".
Lo bueno del caso es que aquel señor no estaba viendo visiones, pues el mismo día diecisiete del presente mes, otros fidedignos ciudadanos contemplaron el mismo espectáculo.
Pero lo más curioso es que en fecha coincidente, sobre las siete y media de la mañana, por lo menos ocho personas ,hombres, mujeres y niños de Arbaniés divisaron un objeto volante sobre Coscullano, que se desplazaba hacia Panzano. A la misma hora, aproximadamente, un contratista de Apiés vio, no se sabe si el mismo objeto, desde Ayerbe, sobre el pico del Aguila. Por la tarde aparecieron dos jóvenes, en cuya furgoneta portaban una antena parabólica, diciendo ser miembros de una sociedad de seguimiento de ovnis. Alguien,no se quien, supongo que les habría avisado.
Pero no se acaba aquí la historia o cuento, según lo quieran calificar, pues a las diez y media de la noche se volvieron a ver, desde Arbaniés cinco de esos objetos, uno posado en Guara con intermitentes, que luego levantó, otro encima del mismo Guara,con luces rojas, verdes y azules, dos más confusos en su aspecto y más bajos y uno más, blanco de luna, sobre Ibieca.
Para observarlos usaron prismáticos, afirmando que uno era ovalado con luminaria y focos más potentes en los extremos.
No puedo hablar de videntes, visionarios o de veedores; he de hablar de que uno de los que los vieron, expresó su temor a que nos arrasaran, a otro se le puso carne de gallina, diciendo que hasta entonces, eso de los ovnis le parecía un cuento.
A raíz de esta noticia, ha habido personas en la redolada, que han revelado sus observaciones de hace dos años, que mantenían en secreto por temor a los escépticos, a los irónicos y a los del desprecio olímpico.
Yo trato de explicarme el fenómeno y me acuerdo de que durante estos días había movimiento de globos en Monflorite, pero entre tanto por el cielo del Somontano se han visto objetos volantes no identificados.
Para que dejen de ser ovnis es preciso que "hombres o mujeres, con conocimientos, autoridad, prestigio y capacidad de comunicación, que no dicen nada respecto a cuestiones importantes", digan y expliquen para que esos objetos volantes dejen de ser no identificados.
Entre tanto seguiremos creyendo en brujas de las que dice el gallego "que haberlas, hailas" y en ovnis, de los que dice el altoaragonés que "habene, en hay" y yo añado “¡que a sabelos cuantos!”. 

lunes, 28 de julio de 2025

La cuadra de mi casa de Siétamo

 

He escuchado una conversación entre arquitectos, que están tratando de aprovechar todos los fenómenos naturales, para que los seres humanos vivan agradablemente. Yo siempre he gozado de las cosas naturales, como si soñara en estos goces de la energía del sol en los tejados, del calor que debajo de la tierra contribuye a calentar los pisos. Y yo conservo el cantaral de nuestra casa con sus cántaros y su botijo. Se puede encontrar también el encanto en cualquier lugar sencillo, incluso en una cuadra. Para el que por su condición de ciudadano o para ese joven de pueblo que conduce un tractor, puede sonarles algo extraño eso de que la cuadra tenía sus encantos. Quizá no se haya escrito mucho sobre este tema, pero cuando la Sagrada Familia se refugió en un establo, entre una mula y un buey, no sé si lo haría por encontrar en él ese humilde encanto del que he hablado o por la razón pragmática de gozar del calor que con su aliento y con la irradiación de su extensa piel, producían tan voluminosos animales, pero en todo caso se creó un ambiente encantador, tanto, que todo el mundo cristiano lo reproduce, después de dos milenios, en las fiestas navideñas.

En la cuadra languidecía la pobre luz de la bombilla de quince watios, un olor medio aromático de paja seca con fiemo caliente, vaporoso, evacuado por las mulas y un ambiente uniformemente templado hacía que en el establo se estuviera bien. En el resto de la casa el frío era glacial; en el hogar casi se había consumido la leña y el escaso calibo lo había tapado la abuela, para que al día siguiente, después de escalibado, prendiese la ramilla y los tueros recios para freír el almuerzo, calentar el caldero y la cena, secar los peducos del hombre al volver del monte y echar la última calentada. Aquel día, al enterrar las pocas brasas que quedaban con la ceniza, bajamos a la cuadra para mirar como las arañas se movían por sus telas, como las pocas moscas que quedaban, torponas con la estación fría, se enganchaban en las redes para ser devoradas y como la mula torda se echaba pedos; Jorge le levantaba la cola y le ponía una cerilla apagada cerca del “cagadero” y cuando salía el gas se encendía con un ruido de soplido que se acababa cuando la llama alcanzaba su apogeo, al oír el macho morico ese soplido, él resoplaba: brrrrrr……y batía ·a coda, mascando con un ruido característico los cuatro granos que le quedaban y que rebuscaba golosa entre la paja del pesebre. Dábamos volteretas los niños, mientras tanto, sobre la colchoneta de pinocheras del camastro y comprendía que el Niño Jesús hubiera querido nacer entre una mula y un buey. Jesús pudo haber nacido en un castillo pero prefirió el encanto del establo, de la sombra de las palmeras y el de una humilde carpintería al encantamiento seductor de los castillos encantados. El encantamiento de esos castillos, su maleficio, en unos casos producido por fantasmas, muchos de ellos revestidos con sábanas y sonorizados con cadenas ,pero Kafka entendió que en “El Castillo” se encerraba el fantasma del poder, muchos hombres quieren tener acceso a su recinto atraídos por un encanto no natural, que no llena de gozo los sentidos y el alma sino por un encanto alucinante y alienante producido por el encantamiento maléfico, que ejerce el fantasma del poder. Del encanto del establo hemos pasado al desencanto del Castillo a través del encantamiento; se trata de un desencanto por desengaño. Fray Luis de León dice: ”Despiértenme las aves con su cantar sonoro, no aprendido; no los cuidados graves de quien siempre es seguido, quien al humano trato está atenido” y en estos versos queda definido ese paso del encanto al desencanto, pero muchas veces se encuentra uno con estadios intermedios, que reflejan o producen en el alma, asombro unos, angustia vital, melancolía o nostalgia otros. En aquella cuadra, mejor dicho en el espacio empedrado que cubría el declive que iba desde la puerta hasta la cama de paja de las caballerías; al encender la mísera luz, descubría uno como caminaban torpemente las negras y pesadas cucarachas, que a pesar de su fealdad no producían la repugnancia de las marrones y ligeras que aparecen hoy en los mostradores o bajo las cafeteras de algunos bares.

domingo, 27 de julio de 2025

La Urraca o Picaraza

 


Es un ave que vuela y vive en el campo, es una especie de ave paseriforme de la familia Corvidae que habita en Eurasia. Es una de las aves más comunes en Europa, habita hasta una altitud no superior a los 1500 m. La urraca común es una de las aves más inteligentes, y se cree que es más inteligente que la gran mayoría de los animales. La extensión del cuerpo estriado de su encéfalo tiene el mismo tamaño relativo que el de los chimpancés, orangutanes y humanos. Destaca por su cuerpo blanco y negro iridiscente, acabado en una larga cola de color azul o verde metálico dependiendo de cómo incida el sol, mide en torno a 45 cm de longitud con una envergadura de 60 cm. Es prácticamente inconfundible con otra ave. La urraca es el córvido más abundante y extendido en la Península Ibérica, donde cuenta con poblaciones que, si bien han ido en claro aumento hasta principios del presente siglo, durante los últimos tiempos ha pasado a estabilizarse e incluso a iniciar un moderado declive. Aunque en el pasado fue muy perseguida por sus supuestos daños a la caza y a los cultivos, la urraca ha alcanzado un notable éxito por su capacidad para adaptarse a los ambientes más humanizados. En Escocia una urraca en una ventana anuncia una muerte próxima en la casa. Según una leyenda de la mitología grecolatina, recogida por el poeta Ovidio en sus Metamorfosis, ​ las piérides, hijas del rey Piero de Macedonia, fueron transformadas en urracas al perder en un duelo musical contra las musas. La urraca habita principalmente en paisajes abiertos con prados, arbustos y grupos de árboles. Se encuentra tanto en las tierras bajas como en las montañas. Busca proximidad a los humanos, pues su presencia la protege de depredadores y asegura un acceso fácil a alimentos: los restos de comida que tiramos. Es especialmente ingeniosa cuando da la vuelta a piedras (hasta aproximadamente 10 cm de tamaño). La urraca también recoge fruta directamente de los árboles. Antes de comer avispas, las aplasta completamente con su pico. Las urracas crean depósitos de alimentos durante todo el año. Para evitar que otros animales los roben esconde la comida en lugares diferentes. Las urracas regurgitan la parte de la comida que no pueden digerir en forma de egagrópilas. Durante la temporada de cría las parejas reproductoras viven solas en sus territorios. Las aves no emparejadas viven en grupos con una estricta jerarquía. En invierno se unen todas las urracas de la zona en bandadas. Son muy dicharacheras. Las urracas nacen desnudas y con los ojos cerrados. Durante 12 días la madre no se aparta de ellas y el padre lleva comida para toda la familia. Con 24 a 30 días las crías abandonan el nido por primera vez. Aún no saben volar bien y los padres siguen llevándoles comida y protegiéndolos. Aproximadamente con 45 días las aves jóvenes comienzan a buscar comida en el suelo por sí mismas, pero siguen dependiendo de las aves adultas durante unas tres semanas más. Por tanto, si encuentras pequeñas urracas en suelo no hace falta que hagas nada. Sus padres cuidan de ellas. La urraca puede vivir hasta 16 años, pero debido a sus numerosos depredadores naturales, en estado salvaje habitualmente no supera los 3 años. Pero su relativamente reciente asalto a las ciudades no puede hacernos olvidar que su hábitat originario y óptimo son los paisajes agrarios en sentido amplio, con arbolado disperso. La urraca huye de las zonas densamente arboladas, claramente no es un ave forestal ni tampoco un ave puramente esteparia. Son aves sedentarias muy tolerantes a la presencia humana y seguramente comprendieron desde muy pronto que las comunidades humanas son fuente de abundante alimento. Fue esa tolerancia hacia los humanos junto con su extraordinaria inteligencia la que preparó a la especie para su relativamente reciente expansión hacia las ciudades, donde hoy son una presencia habitual en parques urbanos y zonas suburbanas, como en la piscina de mi casa, donde acude diariamente compartiendo agua y compañía con mi familia.




Curas y labradores

  Son las ocho y media de la mañana del último día de Agosto de este caluroso verano del año 2003. Aparco en la subida que está frente al ja...