lunes, 28 de octubre de 2019

Manuel Almudévar Casaus,¡mi padre!.-




Manuel Almudévar Casaus, hijo de Manuel Almudévar Vallés, nacido en Siétamo y de Pilar Casaus López de Botaya, perteneciente a una familia que tuvo relaciones con Francia por medio de una banca, que pusieron en el Coso Bajo, donde después se estableció la tienda de tejidos de Blecua. El apellido López viene del pueblo de Botaya, cerca del Monasterio de San Juan de la Peña. Tengo unos libros, que parece ser que tenían su origen en dicho Monasterio y que recogieron por aquellos pueblos, al ser abandonado, debido a la Desamortización de Mendizábal, evitando así que se los llevaran los forasteros o extranjeros.  Eran dos los tomos de Corona Real del Pirineo, escritos por Domingo la Ripa y editados en 1685 y encuadernados con piel animal. 
Nació, como he dicho en Siétamo,  el día veintiocho de Febrero del año 1885.   Su primera comunión la recibió, según el pequeño cuadro de recuerdo, que todavía se conserva en Casa Almudévar, el día diecinueve de  Abril de 1896.Asistió en Huesca a un colegio que se encontraba en el Coso Alto, cerca de la casa de sus parientes los Carderera, de cuya tía, hermana de su padre no tuvo un gran recuerdo. Este Colegio se llamaba de San José y el año 1897, el día 10 de junio tuvo la siguiente calificación Religión y Moral, a saber sobresaliente; Lectura: notable; Escritura : regular. No me extraña que tuviera esa nota, pues a pesar de escribir con mucha corrección y elegancia, su letra siempre ha sido, como dice en la calificación, regular. En aritmética obtuvo sobresaliente, así como en Gramática  Castellana,  en  Geografía e Historia y en Geometría. En Física e Historia Natural, Dibujo lineal, Música, Francés y Teneduría de Libros, obtuvo la calificación de Notable. Después asistió interno al Colegio de los Escolapios de Jaca, donde tenía a sus parientes los Ripa de Jaca, uno de ellos casado con una hermana de Pilar Casaus López ( de Botaya), esposa de Manuel Almudévar Vallés.
Su padre Manuel Almudévar Vallés había estudiado en los Escolapios de Barbastro  y  su hijo conservaba y yo guardo unas cartas que el niño escribía a sus padres. En una de ellas dirigida a su madre Doña Margarita Vallés Acebillo, escribe: Barbastro 18 de “Mi querida Mamá  he sabido por  Buisán estaban V.V. buenos de lo que me alegro mucho  pues yo disfruto de igual salud.
El objeto de escribirle a V. es para decirle que tengo muchos deseos de ver a uno de V.V. y así espero que para la comunión general vendrá V., con la niña pequeña.
Mucho sentí que no viniera Papá para la feria de la Candelera pues lo esperaba con mucha ansia.
Expresiones a todos los de casa y en particular a Papá y V. disponga  de  su muy humilde y amante hijo que le ama de todo corazón.
                                I.B. S. M.
                                Manuel  Almudébar.”
Su hijo o sea mi padre  añadió  con su  regular letra, Vallés, cuando su padre escribió aquella carta con una letra casi perfecta. Pero la sensibilidad de mi padre la manifestó conservando esas cartas del abuelo, cuando todavía era un niño. Quería a su padre, a pesar de que era un hombre bastante autoritario, no dejando a mi padre ejercer sus ideas, a pesar de ser trabajador, como se demuestra cuando en cierta ocasión se aproximó a una antigua máquina del campo arrastrada por mulas y al echar estas  a  andar, él tuvo que dar un salto gimnástico, que le salvó la vida. En cierta ocasión encontrándose en San Sebastián veraneando, mi padre hizo un pozo en la era, donde había agua y al volver, mandó, sin dar explicaciones, que lo rellenaran de tierra.
Era un hombre de una gran actividad, porque además de agricultor levantó una fábrica de alcohol o alcoholera y con el padre de Silvio Kosty,  a saber el ingeniero Don   Bescós Lascorz,  nacido en Panzano, levantaron la Fábrica de Harinas que se encuentra en Siétamo cerca del río Guatizalema, de donde provenían las aguas que movían las poleas con las que se molía el trigo. Hicieron una acequia, que todavía perdura y ahora se emplea para el riego, que viene desde lejos de dicha fábrica y llega hasta ella. Procuró que la salida de las aguas estuviera lo suficientemente elevada, para poder regar la finca del Tapiado, obra que no se realizó. Avelino Zamora y               Cabrero ,que estuvieron toda su vida trabajando de molineros, me recordaban con frecuencia esa circunstancia.
Tenía conciencia social, pues en el pueblo, que posee el título de Villa no había ni médico ni  Mairal  es decir veterinario, porque no tenían casa donde vivir y él levantó dos casas, al lado de la alcoholera y donde estuvieron viviendo el médico de Siétamo y el veterinario. Hoy dichas casas las poseen una, mi hija Elena Almudévar Bercero, que está ejerciendo de médica en Pamplona y otra Pilar Almudévar Bercero ,que es ingeniero técnico en Zaragoza. Ambas son hijas mías y de mi esposa Felisa Bercero Abril.
Cuando iba a ver el trabajo que realizaban los obreros, se acompañaba con un bastón y si estaban labrando, lo clavaba en la labor y  decía  cuando esa labor no era profunda:¡ah, puñeteros , ya podéis clavar más la reja del aladro! .Tengo  una fotografía en la que está de pie sobre la atalaya del castillo, donde nació el Conde de Aranda y que era de su propiedad y desde ella miraba al monte para ver a los trabajadores. Se ve al fondo el tozal que hay entre Fañanás y Pueyo de Fañanás y escasamente se ve alguna carrasca. Para la Guerra Civil no podían circular por él los milicianos porque se veían, pero hoy día está el cerro totalmente poblado de carrascas, porque casi no se usa la leña y los habitantes de esos pueblos han emigrado casi todos. En ese torreón del castillo –palacio tenían palomas, que durante el año se alimentaban solas y criaban, pero al llegar el invierno, para no gastar alimentos para ellas, me acuerdo que con mi tío José María, íbamos al palomar a quitarles los nidos para que no pudiesen criar.
Fue agricultor y sufrió como todos los habitantes de su pueblo, las consecuencias de la Guerra Civil. Su padre, además de agricultor, creó la Fábrica de Harinas y una >
los dos Hermanos Casaus, siendo ambos solteros y que tuvieron una banca en el coso Bajo.
 Manuel Almudévar Casaus nació el día veintiocho de Febrero  del año mil ochocientos ochenta y cinco y murió a los ochenta y ocho años de edad, el día uno de Julio de mil novecientos setenta  y tres. Hizo su Primera Comunión el día diecinueve de Abril del año mil ochocientos noventa y seis en la iglesia parroquial de Siétamo.
En un cuaderno, que titula: Nacimientos, defunciones y otras notas familiares, escribe: El primer Almudévar de la casa de Siétamo, fue Don José Almudévar y Altabás; vino de la casa de Barluenga a casar con Doña Francisca Escabosa y Azara de Siétamo.A Don José Almudévar y Altabás sucedió su hijo Esteban Almudévar y Escabosa,que casó con Doña Francisca Cavero y Abad. Los hijos de Esteban Almudévar y Escabosa y Doña Francisca Cavero, fueron, primera María Teresa, nacida el día 20 de Mayo del año 1803.Fue su madrina Doña Francisca Escabosa, su abuela. Segundo:Manuel José, Antonio, Esteban que nació el 17 de Diciembre del año 1805.Tuvo por padrinos a Don Marcos Cavero y a Doña Ignacia Abad. Tercera:Manuela Sebastiana,nacida el día 20 de Enero del año 1808 y fue su madrina Doña Manuela Escabosa, su tía. La cuarta María Francisca, nació el día 9 de Julio del año 1815 y fue su madrina María Teresa Almudévar. La quinta fue Agustina que nació el día 23 de Abril del año 1818 y fue su madrina Agustina Cavero. El sexto fue José María Dolores Esteban, que nació el día 9 de Febrero del año 1821 y fue su padrino el Doctor Don Joaquín Mayner.
A D.ESTEBAN ALMUDEVAR Y ESCABOSA, le sucedió su hijo MANUEL ALMUDEVAR y CAVERO,que casó con DOÑA MARGARITA VALLES Y ACEBILLO de Castilsabás.Don Manuel Almudévar y Cavero falleció en Siétamo el día cinco de Marzo de 1873. Su esposa Doña Margarita Vallés y Acebillo falleció el día once de Abril del año 1885,en Siétamo.
A Don Manuel Almudévar y Cavero sucedió su hijo MANUEL ALMUDEVAR Y VALLES, que casó con Doña PILAR CASAUS LOPEZ ,de Huesca y proveniente de Botaya. Tengo cuatro libros, editados ,uno titulado Teatro Histórico de las Iglesias del Reyno de Aragón,impreso en la imprenta de Joseph Longás el año milsetecientos noventa y dos, otro que contiene noticias del Reyno y de la Ciudad de Zaragoza y la apología de la venida de Santiago a España,editado el año milsetecientos ochenta y dos.Estos libros proceden ,según mi opinión , de San Juan de la Peña. Falleció Don Manuel Almudevar Vallés a la una del 17 de Enero de 1931, a los ochenta y ocho años de edad. Su esposa Doña Pilar Casaus López,falleció a las diecinueve del día 6 de Marzo de 1931, a los setenta y cinco años de edad.
A Don Manuel Almudévar Vallés sucedió su hijo Don MANUEL ALMUDEVAR CASAUS, que casó con Doña Victoria(nuestra madre de los seis hermanos) LOPEZ DE ZAMORA de Huesca en 29 de febrero de 1923.Don MANUEL ALMUDEVAR CASAUS nació en Siétamo el 28 de Febrero de 1885 y Doña VICTORIA ZAMORA LAFARGA nació en Huesca el 20 de Marzo de 1899.
Tuvieron seis hijos, a saber: MARIA VICTORIA ALMUDEVAR ZAMORA que nació en Huesca el 9 de Enero de 1924
MANUEL ALMUDEVAR ZAMORA, nació en Huesca el 8 de Mayo de 1927.
MARIA ALMUDEVAR ZAMORA nació en Sietamo el 29 de Enero de 1929.
IGNACIO ALMUDEVAR ZAMORA nació en Siétamo el 16 de Noviembre de 1930.
LUIS ALMUDEVAR ZAMORA nació en Siétamo el 3 de Abril de 1933.
JESÚS ALMUDEVAR ZAMORA nació en Siétamo el 6 de Octubre de 1934.
DOÑA VICTORIA ZAMORA LAFARGA,madre de los seis hermanos antes citado falleció en Huesca del día 8 de Noviembre de 1943, a los cuarenta y tres años de edad.
Victoria , a saber mi madre era hija de Don Ignacio López de Zamora Blasco.El López está presente entre comillas ,en una firma suya ,siendo todavía un muchacho joven. Se quitó el López  de, parece ser que por la moda liberal de aquellos tiempos, pero en la Infanzonía y en otros papeles de sus antepasados figura como López Zamora o López de Zamora. Eran una familia de Huesca capital ,al mismo tiempo que fueron, en tiempos anteriores, seguidores de una casa ,llamada López de Zamora en Bandaliés. Un López de Zamora se casó y le dio a su esposa del derecho de “casamiento en casa”.Murió sin hijos y el patrimonio pasó a su mujer, siendo en la actualidad la casa llamada deVallés de Bandaliés. En Huesca los antepasados de Don Ignacio fueron “esparteñeros y sogueros “, perteneciendo a la Comunidad de los mismos. En casa de mis primos hermanos ,hijos de Eugenia, hermana de mi madre, tienen un Cristo antiguo que fue de la Madre Berride ,que tiene adjudicada una calle en Huesca.Una hermana de la madre Berride se casó con un Zamora, antecesor de mi abuelo Ignacio.
Aquellos Comerciantes de su producción iban con cierta frecuencia a Barcelona a vender y cobrar sus alpargatas y esparteñas y al marchar iban a ver a la madre Berride, que les daba unas pequeñas estampas, para que los protegieran cuando pasaran por el río Cinca. Entonces no existían casi puentes para pasar dicho río y en varia ocasiones, estando el caudal crecido, tuvieron un gran peligro de ahogarse, pero se encomendaban a la Virgen que representaban las medallas ,que les había dado su tía y en cierta ocasión le llegó una rama de árbol a la que se agarró y salvó su vida. La madre de Don Ignacio, llamada Martina Blasco nos dejó una “imagen de la Santísima Virgen de los Dolores, tallada en madera, que como propiedad suya guarda y venera en su casa Doña Martina Blasco, y por delegación apostólica concedemos también la indulgencia plenaria aplicable única y exclusivamente a dicha Señora”.Esto pone en un documento del obispo oscense el Doctor Don Honorio María de Onaindia, con fecha dieciséis de Mayo de 1884.
Asistió al Colegio de Santa Ana y dejó varios adornos hechos por ella y tenemos dos cuadros de palomas formando unos paisajes muy bonitos. Parece ser que dichos paisajes los pintaban para aprender a hacerlos, pues mi hermano pequeño Jesús vio unos cuadros semejantes en una casa de la Montaña. Pero los de mi madre tienen un carácter especial de buen gusto. Su padre don Ignacio fue Diputado Provincial y tuvo parte en la reconstrucción de la Ermita de San Jorge. En una de las llegadas del Rey de España a Huesca para ver la obra de la Estación de Canfranc, yo no sé si en la Alfonso XII o Alfonso XIII, tuvo que dormir el Rey en Huesca y lo acomodaron en la Diputación Provincial y por lo visto Camo habló con mi abuelo Ignacio y éste le dejó usar su cama matrimonial, que hoy se encuentra en Siétamo.
La Madre Berride formó una comunidad de hermanas de Santo Domingo, pero no pudo reunirlas durante su vida. Pero su familia estaba pendiente de las intenciones de la Madre y a los trece? Años de su muerte, un sacerdote de la familia de López de Zamora, que estaba de párroco en Santa Eulalia la Mayor, compró una casa, donde actualmente se encuentra la iglesia de Santa Rosa o al lado y se la entregó a las hermanas de la madre Berride. Allí se fundó la Comunidad de Santa Rosa.
Tuvo un tío Carmelita ,que lo guardamos retratado en casa.
Asistió al Colegio de Santa Ana e hizo su primera Comunión en la Iglesia de dicho Colegio el día 7 de Mayo de 1911.Según su madre Doña Agustina Lafarga era una niña muy buena y piadosa. Su padre murió pronto a principios del siglo XX. Tuvo además de su hermana Eugenia , un hermano llamado           ,que también murió muy pronto ,pues era solamente un niño. En cierta ocasión lloraba y su padre  le  decía : los hombres no lloran.
Cuando murió mi madre, el día trece de Noviembre de 1943, yo estaba en Escoriaza (Guipúzcoa), donde había ido en Septiembre del mismo año, para estudiar y hacerme Clérigo de San Viator. No me dijeron nada de acercarme a Huesca para asistir a su entierro y ver a mi familia. Un día estando en oración en una clase, me entraron ganas de llorar y debí de hacer algún ruido y  el  padre  viatoriano  que dirigía aquello, me echó una bronca, como si yo tuviese intenciones de boicotear aquel acto. No lo he podido olvidar nunca, aunque perdonado se quedó el padre, porque yo no dije nada ni me entraron ganas de retirarme.

Mi padre Manuel, nació en Siétamo el día 28 de Febrero de 1885, casi quince años antes que su esposa o mi madre, que vino al mundo en Huesca, el día 20  de marzo del año 1899. No tengo muchos relatos de su niñez, pero su madre era muy buena y comprensiva con sus hijos. Tenía tres hermanas, la mayor se llamaba Pilar y se casó con Feliciano Llanas, farmacéutico y fueron padres del alcalde de Huesca José Antonio Llanas Almudévar. Cuando se murió Pilar se casó con su hermana Teresina, con la que no tuvieron hijos. Tuvieron también a Luisa que se quedó soltera toda su vida y fue un ejemplo de caridad con todo el mundo y luego tuvieron a José María que también se quedó soltero. Estaba estudiando Perito Agrícola en Zaragoza, pero no estudiaba nada. Lo suspendieron y su padre le preguntó que si estudiaba y él no contestaba. Entonces le dijo si no quieres estudiar, no vayas a Zaragoza. No fue y toda su vida la pasó sin trabajar. Era un hombre simpático y vividor, pero sin pretensiones económicas. Hasta que comenzó la Guerra Civil vivía en Siétamo, donde iba a cazar, pero  a  caballo y a veces ni se bajaba del caballo desde el que había disparado, para coger un conejo. También le gustaba conducir, pues en casa, antes de la Guerra Civil,  hubo  dos coches Ford y él los manejaba. Después de la Guerra se fue a vivir a Huesca con su  buena hermana Luisa y al  principio estuvieron en casa de Llanas y más tarde en la Torre Casaus. Iba a misa  todos  los  domingos  y estuvo en Acción Ciudadana para la Guerra, en que  cogió la afición a beber vino. Las chicas estuvieron en un colegio de monjas francesas, que habían sido expulsadas de Francia.
 Mi padre estuvo en el ya olvidado Colegio de San José, dirigido por Don Miguel Mingarro. Entonces en  Huesca  no  había  religiosos. El colegio estaba situado en el Coso Alto. El día 10 de Junio del año 1897, le dieron la calificación de su conducta, aplicación y aprovechamiento durante el curso y la calificación obtenida en los exámenes, que fueron Religión y Moral Sobresaliente, lectura : notable, escritura: .regular, Aritmética :Sobresaliente, Gramática Castellana: sobresaliente, Geografía e Historia: sobresaliente, Geometría: sobresaliente y notable en las asignaturas de Dibujo Lineal, Música, Francés y Teneduría de Libros. En Escritura le pusieron una nota regular y no me extraña porque durante toda su vida demostró tener mala letra. En música conservó sus estudios porque siempre supo tocar la guitarra. Cerca del Colegio estaba casa de  Carderera,  cuyo  dueño estaba casado con una tía suya,  e iba a verla, pero no le daba mas que una castaña de mazapán.
El año 1902 estuvo estudiando en Jaca, en el Colegio de Escuelas Pías de dicha ciudad. El uno de Abril del año 1902 es la fecha que llevan las notas que recibió durante el mes de Marzo de ese año, sacando en Conducta, Aplicación, Aseo, Catecismo, Religión y Moral buena calificación y en  Psicología,  Historia Natural y Agricultura  la calificación de bien. Conservo el papel del Colegio de Escuelas Pías de Jaca, donde estuvo interno. Estas notas las firma como director Mariano Landa. Se notaba en su vida diaria que había estudiado Aseo, porque se lavaba durante mucho rato y perdía tiempo en secarse y en mantenerse limpio. El 26 de marzo mi padre estuvo acatarrado y pasó dicho catarro en Siétamo, a donde este Mariano Landa le escribió una carta en la que decía entre otras cosas: ”si tomas la leche de burra procura no aficionarte mucho a ella no sea que te nos vayas a convertir en un pollino”. También lo saludaban en la carta varios condiscípulos suyos, como los hermanos Revuelta, Lorenzo Sanz, Enrique Lalaguna, Antonio Márquez y los hermanos Lazcorreta. Tengo un papel del Estado, correspondiente al pago por derechos de depósito del Título de Bachiller de mi padre, con fecha 27 de Diciembre de 1902.
En Religión sacó buenas notas y aquellos Escolapios se preocuparon de su formación religiosa, porque ese año de 1902, la dieron un pequeño folleto titulado Devociones Semanales de la Familia Cristiana, editado en el mismo año de 1902.En mi casa hay bastantes libros de piedad, pero éste lo guardó mi padre junto a las notas que había obtenido en el Colegio de Jaca y hoy ,día 19 de Septiembre de 2004,yo he rezado muchas de las oraciones que se encuentran en el folleto. No se sabe quien es el autor porque pone escrito por E.M .(Con licencia eclesiástica). Mi padre siempre rezaba y aunque yo no me acuerdo de verlo leer el folleto antedicho, leía otros libros piadosos, que tenía siempre en su habitación. Cuando iba por el campo y sonaban las doce del mediodía, rezaba el Ángelus y como yo lo sabía, si estaba yo con él, lo acompañaba. Al preguntarle por esta costumbre, me dijo  que  en su niñez, era lo corriente rezar el
Ángelus, pues a él se lo había enseñado su padre.


domingo, 27 de octubre de 2019

Nasarre y otros pueblos del Parque de Guara.-


 
Iglesia de Nasarre (Huesca).
Paseando por La Alameda he entrado en conversación con un señor y al escuchar su voz, me he dado cuenta de que era  montañés. Le he preguntado que de donde era y me ha contestado que de Nasarre. El me ha preguntado a mí, si  sabía dónde se encontraba su pueblo y entonces le he contestado que ya hace muchos años, yo iba por la carretera que sube de Huesca a Sabiñánigo y a la  derecha de La Manzanera que se encuentra sobre Arguis,  cogía una ruta, desde luego penosa, que pasando por Belsué, por su embalse de Santa María, cerca de Lusera y  siguiendo por Ibirque, llegaba al pueblo de San Urbez, es decir a Nocito. Desde  este lugar,  dejando a un lado Abellada y Azpe, pasando por  Used y  por la Pardina de Zamora,  se llegaba a Bara. Desde el Somontano, por Santolaria, subían los vecinos de Used, cuando volvían de llevar patatas para sembrar y subir aceite y vino para su consumo, en los lomos de sus caballerías. Subían por Cuello Bail y al llegar arriba, podían ir a Nocito o por la derrecha regresar a Used o a  Bara.   En Lusera se veía la iglesia en un lugar elevado, y en la parte baja, en un espacio amplio, estaban las comederas de ganado lanar y  en Bara   saludé a un ganadero, noble, que vivía en aquellas soledades, pero que conocía a todas las personas de aquellos pueblos de la Sierra y del Somontano, con un sentido de la hospitalidad, que por desgracia ya casi no existe en las ciudades. Leandro Campo de Nasarre también lo conocía y comprendía,  pues él también guardó ganado lanar en Nasarre y en Ola, en Casa de don Antonio Otal.  Estuvo como su paisano de la Sierra, San Urbez, cuidando el ganado, no sólo en sus montes, sino también en el pacífico pueblo de Ola. Para pasar de Bara a Nasarre y a Otín, hay que hacerlo por encima del río Alcanadre, cuyo paso sólo estaba protegido  por puentes de madera, que no ofrecían gran seguridad. Los niños de varios pueblos, como los de Letosa, Nasarre, Bagüeste y otros acudían a la Escuela de Otín. Entre los alumnos estaba Leandro  Campo de Casa Campo de Nasarre. Eran tres las casa abiertas en Nasarre, además de la de Campo, estaban Casa Laliena y Casa Español. Su hermano Pascual, el heredero marchó con su madre y con su esposa, a vivir a Barbastro, hace unos cuarenta y dos años. Leandro se fue de Nasarre a los veintisiete años a pastorear las ovejas  propias, junto con las de Otal de Ola y eran más pequeñas que éstas, con manchas negras en las orejas,  la cabeza y el resto de su cuerpo. No sólo iban a la Escuela, sino que tenían que pasar los puentes sobre el Alcanadre y sobre el Mascún, para aisitir a los entierros de sus paisanos, cuando se iban al otro mundo. Se conserva en Nasarre la iglesia del siglo XII, de estilo “Románico de la Montaña” y en la casa donde nació Leandro, en la dovela de la entrada  está esculpida una bella flor y al lado la fecha de su construcción. Recuerda con gran amor a su familia, pero se amaban con locura con todos los vecinos del pueblo y de los alrededores, pero ahora, que ha llegado la globalización a las ciudades,  ya casi no se conoce la gente. Pero al marchar cada uno por sus caminos, no se olvidan del pasado, pero tienen otros problemas, y  exclamó: ”¡qué bien se vive en Huesca!”. Se acuerda con nostalgia de aquellos tiempos,  pero vive bien en Huesca capital,  lo que le impide  derramar lágrimas.      


miércoles, 23 de octubre de 2019

PALACIO


 

En el extremo de la meseta, sobre la que se asienta Siétamo, se miraba a la Fondura, regada por la fuente de los seis caños, el castillo-palacio donde vivió tres años, Ana-Francisca Abarca de Bolea, que nació en Zaragoza. Colgada en una pared estaba la noble cuna familiar, donde puede ser que la niña soñase sus primeros sueños. Todavía me acuerdo de esa cuna, que me llamaba la atención y me parecía demasiado grande para una niña tan pequeña; pero hoy me parece pequeña para una aragonesa tan grande.
¡Cordero divino! me decía "mama" Concha, cuando me arrascaba las espaldas en la cuna. Y puede ser que su niñera le dijese lo mismo a Ana-Francisca, a ella que era como una cordereta saltona y juguetona, como los corderos que corrían alrededor de las ovejas kbarandilla de hierro forjado, de su cámara condal, miraba hacia el Molino que molía el trigo para hacer el pan y veía la balsa de la Paul -Saltadera, donde los tejedores mojaban el lino para hacer linzuelos, camisas y manteles para el altar. Le hacían compañía los petirrojos y los lucanos, que se acercaban a los niños sin miedo. La marinada, ya por la noche, traía un aroma a tomillo y a mies. La lechuza que criaba en la falsa de la torre del castillo, "chistaba" a los ronuecos, a las ranas y al ruiseñor nocturno, que canta en primavera en las zarzas de la huerta de su padre. En estas fechas aprendió las palabras aragonesas de niños y zagales, y además, de los viejos, que sentados en los trozos de piedra de la puerta del castillo, transmitían sus conocimientos a los  mozos hortelanos y les enseñaban las leyes forales y de riegos.
Pero su frescura de niña se fue de la fuente de Siétamo a la fuente de Casbas y del río Guatizalema a el río Forniga. Aquí estudiaba latín y castellano barroco, que perfeccionaba en las tertulias literarias más barrocas de Lastanosa de Huesca.
Sin embargo nunca pudo olvidar la ingenuidad de la fabla de su pueblo natal, y sus poesías en fabla aragonesa demuestran que siempre conservó fresca su identidad de niña, a pesar de que un día se vistiese con las solemnes tocas monjiles y alcanzase la dignidad de Abadesa mitrada. Cuando llevaba el báculo, su crisma visionario, veía en él, el bastón que cuando era niña le prestaba el repatán.
Y en sus últimos días cambió las parras centenarias de la huerta condal por las rosas místicas del huerto conventual. Al fin del camino recibió la eucaristía con pan de esos molinos que había en las riberas del Somontano, la vistieron con túnica de lino y en las palmas de las manos, con un rosario, le pusieron rosas de Jerusalén.


lunes, 21 de octubre de 2019

A Simeón García (1982)


Del río Vero al Alcanadre.

De los Amantes de Teruel, como eran tan románticos, decían que era tonta ella y tonto él. De los nacidos en Pedruel, no eran tontas ellas, ni él. Él era Simeón , que aprendió muy pronto a apreciar el ambiente puro del río Alcanadre, a pasar por sus pasarelas, haciendo equilibrios, que le servirían mucho, para más tarde hacer equilibrios, en épocas de guerra, de paz, de cierzo o de bochorno, se enamoró de las truchas para practicar con ellas amores que matan, pues las ha coger a uñeta, a forqueta, a cuchareta, a mosqueta y con anzuelo. Estos conocimientos le han sido útiles, porque siempre que ha podido ha vuelto a las orillas de los ríos, con lo cual ha conseguido llegar a la jubilación lleno de salud y tener a todas las truchas de la provincia medio atemorizadas. De aquel pueblo, aunque todavía era niño, había aprendido lo poco que valía la pena, pues aquellos de “o buco cornigacho no quereba  buquir  a la cabra roya” y, a él, ¡qué se le importaba”. Ya estaba harto de llevarla a “pagentar” por caminos y márgenes, sujeta con una cuerda en cuyo extremo iba una  clavija que a golpes de piedra, clavaba en tierra, pero estas clavijas eran muy bastas y él había oído que en Huesca había unas clavijas muy finas, que eran las de las de las centralitas telefónicas. Así que lo vieron venir por Huesca, le hicieron unas pruebas para comunicarse por teléfono con Castellón y entre lo que se había fijado y la facilidad que encontró con las clavijas modernas, mucho más manejables que la de la cabra roya, en seguida lo aprobaron.
 Y es que Simeón siempre ha tenido mucha vista, basta ver cómo le relucen los ojos detrás de esas gafas y dijo: ¡Si vuelvo a Pedruel, para días tengo teléfono!. Han pasado cincuenta años y ni en Pedruel ni en la Almunia hay todavía teléfono!. Vovió a decir; ¡Si vuelvo a Pedruel, tendré que seguir pasando el río por las pasaderas!. En cambio,  aquí en Huesca, tiene con sus vecinos un puente para pasar un río sin agua. El puente lo llaman del Diablo, pero Simeón , como tiene tan buen carácter, se ha hecho querer hasta del diablo de ese puente y no le gasta ninguna faena. Que no se pruebe porque así como en Pedruel tiraba de cadena para llevar “a craba roya a buquir”, ahora tira de la cadena para que los Doberman que tiene en casa, no se coman a un diablo crudo. En lo único que ha salido perdiendo Simeón , al marcharse de Pedruel, ha sido que ha cambiado un río de verdad por el Isuela, que no es río ni nada, pero hay que tener en cuenta que hasta en esto ha tenido suerte, pues si en el Isuela hubiesen proliferado los peces, Simeón que ha sido tan cumplidor, no hubiera hecho más que pescar, y hubieran llegado los diputados al pleno y se hubieran quedado en la calle  y ahora no podríamos los aquí presentes rendirle nuestro homenaje. A este homenaje yo creo que se sumarán todos los que han tenido la suerte de conocerle y de tratarle, pero hay unos seres a los que la feliz jubilación de Simeón, les habrá sentado como un tiro, y esos seres son “las truchas”.   

sábado, 19 de octubre de 2019

Antonio de Triste.-




El pueblo de Triste se encuentra formando un trío de ellos, con Santa María y la Peña, a las orillas del pantano del mismo nombre, es decir de la Peña. El pueblo de Santa María se encuentra en una elevación, subiendo ya a San Juan de la Peña y desde él se contemplan el agua y los árboles en las montañas. Triste está casi a las orillas del pantano, pero a pesar de estar situado tan bajo, también se ven sus aguas y los árboles están en el mismo pueblo, que casi no se ve hasta que a él llegas. Llama la atención la iglesia parroquial de estilo románico, que me dijeron que la habían restaurado hace unos pocos años. A mí me dio sensación de una belleza triste, porque estábamos en invierno y aquellos pinos que conservan sus hojas durante él, oscurecían el pueblo y la iglesia románica. Me quedaron ganas de volver a Triste un día de verano, en que la luz  del sol alegra a las personas que allí van a  veranear.
Aquella zona está más animada en el estío, con sus dos restaurantes, el puente y el túnel, la capilla a su lado y la estación de ferrocarril, cerca de la que se encontraba una fábrica de carburo; en cambio en invierno el restaurante mayor está cerrado y no se ve circular personas por el bello paisaje.
En el pueblo de Triste nació Antonier el año 1943 y le dieron por muerto a los tres meses  de su nacimiento, diciéndole el médico a su buena  madre: “si no aguanta se morirá”, pero Antonier aguantó, porque los que lo conocemos hemos comprobado que tiene con algunos clientes, un “aguante como un caballo”. A los pocos días dijeron que lo que le había sucedido era un ataque de epilepsia. De aquella zona bajaron  otros aragoneses y aragonesas, como mi abuela  paterna,  casada con el banquero Casaus del Coso Bajo de Huesca, que nació en Botaya, en casa López  y otros subieron como el Conde de Aranda  que allí yace. No fue sólo   Antonier el que bajó, porque él, sube y baja  con frecuencia. Su padre estaba encargado del funcionamiento de la fábrica de carburo. Yo me imaginaba a mi amigo haciendo experimentos con el carburo, como los hacíamos en mi pueblo de Siétamo, pero no jugó con dicho productor de gas, porque era muy niño cuando tuvo que marchar de Triste y su padre gran conocedor de tal producto no se lo dejaba usar, porque quería a su niño, al que supongo que llamaría  “o mocer”. Cuatro años tenía cuando fue a vivir a Jaca, pero él tenía que volver y lo hizo cuando llegaron los años 1965 a 70. Todavía conservaban su casa natal, que habían tenido alquilada, ocupándose su padre del cultivo de sus tierras por medio de arrendadores. Volvió a Triste Antonier, pero todavía sigue subiendo todos los domingos a gozar de sus recuerdos humanos y aragoneses
El es un gran aragonés porque ama su tierra, es trabajador y honrado y nunca deja insatisfecho a ningún cliente, porque si  le  llevan unas llaves recién hechas que no abren las puertas, él las coge y no se sabe como lo hace, pero cuando las tienes que usar funcionan como las primeras que compraste. En Jaca estudió en los Escolapios, orden fundada por el altoaragonés San José de Calasanz y entre sus padres, su origen en Triste, su proximidad al Monasterio de San Juan de la Peña y la formación religiosa y humana que recibió en Jaca, como también en los Escolapios mi difunto hermano Manolo, salió hecho todo un hombre al servicio de todos los hombres. 
Yo calculo que por el año de mil novecientos cuarenta y tres, en que nació, le  debe faltar ya poco para jubilarse. Entonces irá con más frecuencia a Triste, al que  convertirá en el pueblo de la alegría. Yo saco de su vida la conclusión de que si hasta ahora lo hemos llamado Antonier, de ahora en adelante hemos de decirle Don Antonio Estallo.

viernes, 18 de octubre de 2019

Atades.-


                
                                           
Hace ya muchos años que al pasar por la carretera que de Huesca sube a Jaca y antes de llegar a la ermita de Cillas, veía a mi derecha una casa ,que recordaba la forma de un grande y original chalet de estilo moderno y cerca de ella, se encontraba otra que parecía la iban a construir del mismo estilo ,que estaba empezada y lo  estaba por sus columnas de hierro y hormigón  y empezada se quedó durante varios años.
Pero un día me encontré con un viejo amigo del pueblo de Lierta, al que conocí en su casa, cuando yo, como veterinario, iba por allí a visitar algún animal enfermo. Se llama José Luis Laguna  y es el Gerente de Atades de Huesca. Ambos nos alegramos mucho; yo por ver a aquel niño de Lierta , convertido en un hombre de gran provecho para la Sociedad  y a él ,le ocurrió lo mismo ,porque sabía que a mí me gustaban esas obras sociales y me prometió que me enseñaría todas las actividades, que se realizan en Atades.
Atades es una Asociación Tutelar Asistencial para Deficientes, que radica en Huesca y que está unida mediante una Federación con todas las actividades del mismo carácter, que se realizan en España.
Es una bella historia la de esta asociación, porque empezó a funcionar en 1981, gracias a la donación de varias hectáreas de terreno por el doctor Don Manuel Artero, de su finca de Cillas. He visto su retrato en el vestíbulo y me ha llenado de emoción, pues me ha hecho recordar su buen trato y la sencilla amistad ,que teníamos entre los dos. Hemos hablado con el gerente que me acompañaba y me ha dicho que entra en sus proyectos, levantarle una estatua ,que por cierto se la merece.
Entre los muchos edificios de que consta esta obra, se encuentra la Residencia Manuel Artero, que consta de comedor y cocina, dormitorio, enfermería, despachos, salas de actividades y de ocio o de descanso. Todas las  habitaciones y las salas, donde se reúnen en dicha Residencia ,están adornadas con muñecos, videos ,televisión ,aparatos de radio, esculturas y cuadros, unos al óleo ,otros en acuarela o en cruceta y algunos con flores disecadas y todos ellos han sido realizados por los jóvenes, que los respetan de un modo extraordinario, dándose alguna vez el  caso raro de que alguno de ellos se pone nervioso y da una patada a cualquier cuadro o adorno. En el comedor hay un cartel colgado con una cadena, en el que pone.”Tengo necesidad  de pan, pero también de amor”y amor es lo que encuentran los disminuidos en tal lugar y que ellos mismos reparten entre aquellos, que los cuidan.
El fin de esta Asociación es normalizar la vida de los disminuidos físicos, tratando de hacerla  igual que la nuestra. Para ello se les facilita una calidad de vida mejor que la que gozaban en sus casas, donde si eran amados por sus padres, la gente de la calle no les hacía mucho caso y aquí se vive para ellos  y les procuran que se duchen, que se bañen en una piscina, que  se laven  diariamente, que se limpien los dientes después de sus comidas y  que tengan médicos para que cuiden su salud.
Les hacen darse cuenta de que son unos buenos trabajadores, porque han creado medios de producción, para que además de paraguas y sombrillas, de colchonetas de playa, de guantes o manoplas, bisagras y tubos fluorescentes, hagan crecer a los árboles y plantas ornamentales.  Y todo esto está basado en lo que  he dicho, que el fin de Atades es normalizar la vida de los deficientes, haciéndoles gozar, trabajar en ella, formarse y percibir algún dinero.
Y ellos muestran interés por su trabajo, como me demostró un joven, haciéndome ver que era un artista, obligándome a  contemplar como colocaba todas las piezas de un paraguas que estaba fabricando.
La encargada de un taller me habló de sus experiencias con los muchachos y muchachas y me dijo que su trato no es de seres minusválidos, sino de personas espontáneas, sentimentales, capaces, afectuosas, interesadas no sólo por su trabajo,sino incluso por el baloncesto, como comprobé al escuchar a una chica, que le preguntó a la encargada que cuando iba a tener lugar cierto partido. Es decir que les importa el deporte, el teatro, el arte, es decir el dibujo, la pintura, en una palabra cualquier cosa que nos interesa a todos los hombres, por cualquier estímulo.
Los encargados, a veces, sufren, porque tienen solidaridad con los minusválidos, y los aman.  Se dan cuenta de aquellos muchachos y muchachas son muy sensibles y de que   sufren con toda emoción, más que  los demás hombres y mujeres,  porque “son todo emoción”.Había una chica llorando y al preguntarle porque lo hacía, contestó:”porque van a operar a mi padre” y llevaba  ya dos días de llanto.
En una palabra el sufrimiento de los encargados es una forma feliz de vivir su humana vida, sentimental, de cariño ,de confianza ,en una palabra .Resulta por fin , una vida sentimental de emoción y de felicidad.
Pero, a veces, se encuentran con problemas que los minusválidos les plantean y no pueden resolverlos con rapidez sino que están llorando mucho tiempo  y también sufren los encargados.
Fina Chapullé, Directora del Centro y la encargada de los talleres Petri Vadillo, viven de una forma que, como afirman ellas, les enseña mucho; constantemente son abrazadas, saludadas, recibiendo muestras de satisfacción, como aquel muchacho que estaba feliz por el reloj , que le habían  regalado. Están los minusválidos agradecidos por el cariño que les manifiestan la directora y las encargadas, por el cariño que les manifiestan, como si de sus madres se tratara.
Reciben una pequeña aportación de dinero y algunos se muestran satisfechos porque llega la Navidad  y muchos irán a sus casas, con sus familiares, es decir con sus padres y hermanos a los que les enseñarán lo que hayan ganado.
No sólo estos minusválidos reciben beneficios de esta Sociedad, sino que también  reciben asilo algunos hijos de emigrantes, que lo necesitan y a algunos hasta se les busca empleo.
Se queda uno admirado al ver que son setecientos cuarenta y cinco los usuarios de los servicios  de Atades en esta provincia de Huesca.
Me acuerdo de Nuestra Señora de Cillas , a la cual acudían y todavía acuden peregrinos, hasta de las Cinco Villas a pedir su protección y para obtenerla se lavaban en sus fuentes y se cogían agua para beberla en sus casas Algunos recibieron algún favor que pedían,  pero ahora en los terrenos de al lado de la Ermita se ha hecho el milagro de que los minusválidos sean protegidos por sus hermanos, los hombres y mujeres ,muchos de ellos devotos de Nuestra Señora de Cillas. Don Manuel Artero, yo no se si creía en  ella o no creía ,pero amaba a su prójimo y estará al lado de  la Virgen en el Cielo.


jueves, 17 de octubre de 2019

Amor y muerte.-


   


Cuando uno visita los cementerios, encuentra una reproducción de la que algunos llaman, en la vida,  “lucha de clases” y es que esa lucha, camuflada y revestida por el amor de los vivos a los que mueren, está basada en el lujo que algunos dan a los panteones o monumentos funerarios de sus familiares o amigos. Lucha de clases, porque los que han destacado en su vida en el poder, en las riquezas o en diversos triunfos, como por ejemplo en el toreo, en la política, en el fútbol, en la literatura, en el arte o en alguna de las múltiples actividades, que en esta vida ejercen los hombres y mujeres, como el cine y tantas otras, pudieran ver a sus sucesores  levantarles monumentos, como  a  seres queridos o admirados, en tanto que la gente sencilla se conformaba con “enterrar a los muertos”.
La gran señora, al morir su esposo, quiso llenar de gloria el recuerdo de su vida y dentro de la sala o capilla, en la que descansaba, encargó un cómodo y lujoso sofá, para acompañarlo en las larguísimas visitas, que su amor le pedía; en aquel sofá vivirían acompañados mutuamente y allí recordarían aquellos pasados tiempos, en que fueron felices, aunque ella no podía recordar aquellas ocasiones ocultas en que él amaba a otras bellas mujeres. Parecía a la señora que así echarían nuevos planes para seguir gozando de una vida, que sin embargo ya no les daría más oportunidades de amarse, aquí en el suelo. ¿Por qué la señora quería o soñaba seguir triunfando en este mundo?, ¿ por qué no se acordaba de aquella familia que había perdido a su padre, dejando a sus hijos pobres y necesitados?. Tal vez con  los enormes gastos que hacía en su lucha contra la muerte, hubiera conseguido algún triunfo de aquellos niños en su educación, en su alimentación y en su felicidad. Varias veces pregunté a algún funerario si veía por allí a tan amante viuda y me contestaba, que no acudía al cementerio.
Hay, sin embargo, en unos una lucha por lo espiritual y en otros una lucha por la sensibilidad de los corazones. He visitado el cementerio de las Carmelitas de San Miguel y en él, en unos nichos, depositan, sin ataúd los cadáveres de las hermanas que mientras vivieron “desde el principio de la mañana hasta la noche, esperó su alma al Señor”. Por no lucirse ante nadie, ni siquiera ante sus hermanas, las que quedaron vivas en el Convento, rezan por ellas, pero no ponen en los nichos ni siquiera los nombres de las difuntas, porque el Señor ya las conoce.
Los corazones de los gitanos  tienen una sensibilidad especial con sus difuntos, porque cuando uno llega a una tumba de un gitano, ve flores abundantes y adornos, como su retrato o la imagen de la “Majarí” o de algún santo. Cuando, cualquier día va uno por la calle, se encuentra algún gitano que va al cementerio a ver a sus difuntos. En cierta ocasión, vi en el “fosal” un gran jardín de ramos de flores ante una tumba y frente a ella, sentado en el suelo estaba un gitano, con cara contristada y rodeado de muchos y muchas gitanicos y gitanicas, que le acompañaban. Quizá, para esta clase de hombres morenos, hubiera estado bien que tuvieran un sofá, en el que pasarían el rato acompañando a sus difuntos, mejor que para la gran señora, que después de comprado el sillón, no lo utilizó nunca.
En el cementerio de Las Mártires se levanta un monolito, en el que pone: ”Los republicanos del Alto Aragón, los de Egea de los Caballeros y de Sadaba …erigieron por suscripción pública este mausoleo en el año 1885, para perpetuar la ejemplar memoria de los martirizados héroes que aquí reposan”. Poco nos acordamos los oscenses de tales hechos, pero aquel pueblo del siglo XIX, quisieron perpetuar su memoria, sin orgullo pero con amor. Lo contrario pasó en nuestra Guerra Civil, en que unos y otros se mataban y si se enterraban, lo hacían en cualquier lugar y superficialmente, sin señalar quienes eran aquellos pobres difuntos, sin ponerles sus nombres, pero no por que creyeran en la otra vida, como las monjas, sino por odio o indiferencia 
De todos modos, en el fondo daba igual que trataran de identificar a los difuntos, porque en cualquier lugar del monte, se encuentran calaveras y huesos de otros tiempos y de los que ya nadie se acuerda. Ya nos dice la Biblia: ”Memento homo, quia  pulvis es et in pulverim reverteris”. Tal vez, entre otras razones por este recuerdo que Dios recomienda al hombre, ahora se practica la incineración. Es que para el Señor, no existe ni pasado ni futuro, todo está presente y todos pasaremos a un presente eterno, donde imperarán la paz  y el amor.

martes, 15 de octubre de 2019

A Estebané de Siétamo.-


Ermita Santa Lucia, al lado del Psiquiátrico (Huesca).

Hoy, día 25 de Marzo, de hace varios años, se  celebró en el Psiquiátrico de Huesca, un acto consistente en los funerales por Estebané Bescós, que señalaba el declinar de los vecinos antiguos de Siétamo y el comienzo de una época, en la que en este pueblo vivirán sus nuevos habitantes.
Es que se  murió Estebané a los 81 años de edad, el hombre más inocente de la Villa y el que más simpatías gozaba  por parte de sus escasos y antiguos habitantes. Cuando yo me marchaba al entierro, mi esposa me dijo: “ponte el abrigo nuevo y límpiate los zapatos”, porque ella quería que yo asistiera a acompañarlo con la mayor dignidad posible. Nació en Siétamo en 1923 y fue su madre la señora Dorotea Ramón y su padre el señor Esteban Bescós, siendo su hermano mayor el conocido en Siétamo y en Huesca, Antonio Bescós, por el apodo de “Trabuco”.
En la Historia hay un antes y un después y en la de Siétamo, el antes consistía en ver a Estebané recorriendo todas las casas del pueblo, que tenían sus puertas continuamente abiertas durante el día. En aquellos tiempos no asistían a la escuela los niños que sufrían algún retraso en su mente y por otro lado gozaba de una memoria fantástica, ya que ha recordado siempre  todos los nombres y apellidos de los habitantes de esas casas. Cuando entraba en alguna de ellas, decía: ”Joaquín Bruis y Joaquina Latre, ¡pastas y galletas!” y  la gente se las daba con la mayor satisfacción.
 Cuando hace ya unos años lo llevaron al Psiquiátrico, iban algunos a llevarle una torta y él exclamaba: ”Pascual Mas me da torta!,  y  cuando veía a mi hijo, decía .”Ignacio Almudévar, ¡pastas, pastas!”.
En dicho Psiquiátrico  era el encanto de enfermos y enfermeras, paseaba por los jardines del centro e iba hasta la ermita de Santa Lucía, donde  yo mismo lo vi, una vez que fui a visitarlo. Desde que él se fue de Siétamo, empezó a decrecer la población y cerraron las Escuelas y ahora se está repoblando otra vez de buenas gentes, pero que no conocían a Estebané. Consecuencia de este movimiento poblacional, a su entierro hemos ido los viejos habitantes, que desde siglos habitaban sus antepasados en él y nos ha recordado la historia de Siétamo, la para nosotros antigua y hemos fijado la vista en los nuevos pobladores, que verán con la nueva autopista la industrialización de la Villa de Siétamo. Si Estebané hubiera nacido en estos años, se le hubiera formado y hubiera llegado a ganarse la vida, haciendo trabajos manuales.
Se ha celebrado la misa en la capilla del Psiquiátrico y hemos visto el amor que le tenían desde el cura que celebraba, las enfermeras y un enfermo que durante la misa le dijo al sacerdote, ”mala cara, mala cara pone Manuel!”, como aquel que le recordaba el dolor que sentía. Efectivamente el cura habló de la frecuencia con que Estebané iba a visitar la capilla.
Los de Siétamo, aunque estaban lejos de su tierra, cantaban :”Juntos como hermanos, hijos de la Iglesia, vamos caminando el encuentro del Señor!”, ¡como  Estebané!.

lunes, 14 de octubre de 2019

A Don José Bispe mi primer maestro.-


A Don José Bispe mi primer maestro (1935)



Todo lo aplasta la prosa de la vida que va rodando como un alud creciente y aplastando implacable a su paso el olor de una rosa, el roce de los besos impalpable, la alegría del niño, el ideal del joven, la madurez fecunda de la mujer y el hombre,  la serena actitud ante la vida del anciano, que ya lo ha visto todo y está de vuelta de cuanto le rodea.
Hoy el niño está envuelto por la prosa, que contempla las cosas por su vulgar vertiente y por su aspecto más corriente. Se le muestra el amor anatómico cuando no su lado pornográfico, que le lleva a considerar a los humanos como objetos de placer inanimados, que se pueden cambiar por muñecos y muñecas de goma y de plástico.
Tal vez “Juanita o el niño bien educado”, fuera un tanto hipócrita y “repipí”; hoy conviene que el niño sea más sincero y espontáneo pero no que se convierta en un grosero, y agresivo, que se transforme, finalmente, en un vulgar gamberro.
Hay niños en las grandes capitales, que no conocen al gorrión humilde, al asno ya negro ya platero, ni a la vaca lechera, ni al pato ni a la oca, ni escuchado, jamás, el canto del gallo corralero.
El gorrión tan sencillo, con su pardo plumaje, igualmente se escapa del pueblo abandonado, que huye, como amigo del hombre al que ama, de multitudes grises formadas por individuos solos integrados en  masa.
Las fuentes de las aguas generosas esperan, vanamente, que las cabras, las aves y los niños sacien su sed en ellas; mientras, el barman de blanca chaquetilla deformado por la prosa del papel rectangular y el sonido del metal redondeado, niega el agua al pobre niño que con temor de la pide. A la prosa le gusta el volar de los papeles morados, verdes y marrones y el rodar de duros, pesos y doblones, pero como el niño no entra en este juego, se le niega el agua, asta que tenga una edad que le permita pagar un whisky, que el camarero le servirá sonriente, añadiendo si es preciso: “¡saca Cheli whisky para el personal!”.
Yo tuve en mi niñez un maestro poeta, vestido con prosaico guardapolvo, que guardaba su modesta ropa de polvos y lodo pueblerinos y vivía un poético vivir, que expandía poesía  a los niños campesinos.

sábado, 12 de octubre de 2019

Berbegal, observatorio del Somontano.


   

Cuando voy por el monte de Las Valles de Siétamo, al Sur-Este veo o más bien hace siglos que nos está mirando al Somontano de la Sierra de Guara, un enorme Tozal Redondo. Se encuentra a cincuenta kilómetros de Huesca y unos treinta y seis de Siétamo. Tozal en aragonés, quiere decir Cabezal, porque aquella mole es como una enorme cabeza, que también algunos la conocen como Gran Roca Redonda,  que domina un dilatado paisaje, entre los ríos Alcanadre, que pasa por el vecino pueblo de Pertusa y al oriente, el río Cinca, que corre por Barbastro y por Monzón. No es el nombre de Tozal Redondo una expresión nueva, pues existen varios entre otros,  uno que se encuentra al lado mismo de la carretera N-240, entre Huesca y Siétamo. Es más pequeño el Tozal de Siétamo que el de Berbegal, porque éste es una cabeza histórica de las más importantes del Reino de Aragón. Pero no sólo se encuentra esta definición de colinas, coronas, cerros, montes en lenguas románicas, derivadas del latín, sino en lengua árabe. Almudévar quiere decir  “La Redonda”,  definiendo con este nombre la Colina o la Corona Redonda, sobre la que se asienta la Virgen de la Corona en la Villa de Almudévar. Llaman también a este accidente geográfico  Cerro  de Berbegal, de forma redonda, de unos 520 metros de altura en la Hoya de Huesca, muy próximo  a Barbastro y a su lado pasa la Vía Romana que iba de Caesar Augusta a Tarraco o Tarragona. Por este lugar tan original pasa el Meridiano de Greennwich. Cuando te encuentras en lo alto de la circunferencia, por la que se observa un enorme paisaje, desde el que se pueden contemplar, dicen que más de setenta poblaciones y por arriba la Sierra de Guara y elevado como Berbegal, el Monasterio del Pueyo de Barbastro, te entra en tu cerebro una impresión de grandeza de Aragón. Los barbastrenses salvaron dicho Monasterio de la Desamortización de Mendizabal y de su destrucción,  como ocurrió en el Monasterio de Montearagón. También estos monumentos, a saber el Pueyo de Barbastro y  el Monasterio de Montearagón, están montados sobre dos tozales o cerros redondos. En medio del desequilibrio que se apodera de uno en los bordes superiores de la meseta  de Berbegal, se siente un poder divino, que influye sobre los hijos de Berbegal, pues parece que el Meridiano de Greenvich, que pasa por dicho Cabezón Comarcal, le transmite una fuerza superior. Ahora son cuatrocientos ochenta y seis los habitantes, que viven en esa eminencia  de quinientos doce metros  de altura. Por el Oeste   pasa por  Pertusa, el río Alcanadre y por el Este, por Barbastro y Monzón el río Cinca. El Peñón de Muyed es un menhir druídico, que se encuentra muy próximo al gigantesco Tozal, mientras en sus bases hay excavadas cuevas troglodíticas.
 Berbegal tiene como Patrono al antiquísimo San Victorián, que por más arriba, regía el Monasterio más antiguo de Aragón, pues entre sus fieles está un grupo de Infanzones, ligados con la raza germánica de los godos. Se emociona uno al ver la iglesia parroquial, empezada a construir en el siglo XII presidida por la Virgen Blanca, que es un Monumento de Interés Artístico Nacional. Pedro I cedería dicha iglesia a la  Diócesis de Huesca. En 1571, pasó a Lérida y en 1955, volvió a Huesca. Parece que en Berbegal, se abrazan las Virgenes del Pueyo, que en 1099, ya estaba en manos cristianas, con la Virgen Blanca y al notar la falta del Frontal de Berbegal, que se encuentra en el Obispado de Lérida y dicho Frontal está relacionado con la Virgen de Sigena. Los hijos de Berbegal están emocionados con la belleza del Frontal y están reclamando siempre su devolción a Lérida, para que los proteja, desde  la iglesia de Santa María la Blanca. En lo alto de Berbegal se encuentran pozos, aljibes y bodegas para que sus primeros pobladores pudieran suministrarse de agua y de vino. Y en aquel Tozal Redondo vivieron, desde los hombres primitivos, que en ciertos años, llegaron a ser más de mil hasta los cuatrocientos ochenta y seis, que sobre él gozan de la visión de paisajes serranos y de montes de unos sesenta o setenta pueblos, entre los que se encuentra Monzón.
Aquel Tozal o Cabezal ha albergado cabezas y vidas de muchos hijos suyos. Estuve invitado a contemplar la casa natal del que fue Presidente del Servicio Nacional del Trigo, es decir del Señor Cavero. Y al contemplar su vivienda, vi en una biblioteca una colección de libros con tapas de cuero amarillo y con letras entre sus páginas, impresas por antiguas imprentas. Sobre el Portal de su Casa, se exhibe el escudo de Cavero, con sus campanas sin badajo y dentro de la casa se goza de salones, con sus paredes adornadas por cuadros, que representan unas veces Vírgenes y Santos y en otras, caballos de lujo, de tiempos posteriores. En lo más alto de la casa, se encuentra un enorme salón,  construido hace muy poco tiempo al estilo clásico, desde cuyas ventanas se goza con amplitud del elevado paisaje de Berbegal.
Son muchas las obras de arte, conservadas en la casa, pero me impresionó el recuerdo de un cuadro, en que dos cabezas de caballo, me emocionaron ya hace unos dos o tres años, en que visité esa noble casona y que al volverlos a ver en este mes de Agosto de 2014, me pareció que sus ojos me reconocieron por su mirada.
 La dueña de la Casa de Cavero de Berbegal, Gloria Cavero, hija del antiguo Jefe del Servicio Nacional del Trigo, que contribuyó a la alimentación del pueblo español después de la Guerra Civil, nos mostró hasta el último rincón de esa Casa noble y de personas trabajadoras, con una amabilidad  extraordinaria y una educación recibida en el Capital de España. Los dos hijos que la acompañaban con su sobrina Carla, estaban impregnados de la belleza de Berbegal. De la Casa con el escudo, basado en el del Conde de Sobradiel, salimos a la calle y justamente enfrente de su noble puerta, entramos por otra, en un espacio amplio de paredes muy altas, revestidas todas ellas por verde yedra, que llegaba hasta las alturas de la pared. En algunos espacios estaban rodeadas por arbustos que mostraban sus flores de variados colores. ¿Qué misión tendría en tiempos pasados este espacio?. No lo sé, pero había un cubierto, donde tal vez se encerrara alguna máquina de uso agrícola. Ese día se acogía a su techo un automóvil descapotable, que había venido de Madrid, conducido  por un señor de pulso fuerte, que era amigo y pariente de la familia Cavero. Salimos de este gran jardín y a escasos metros penetramos en un lugar asombroso, donde en tiempos se encontraron las cuadras de caballerías, que se empleaban para hacer labores agrícolas. Hoy por su parte posterior se alzan edificios, pero su parte anterior, es un mirador maravilloso, al cual yo tenía miedo de aproximarme, porque me  parecía que perdía el equilibrio.
Al ver este cielo aragonés, que parece identificarse con el auténtico cielo, por ejemplo al contemplar el Monasterio del Pueyo de Barbastro, uno piensa que aquí en este pueblo,  ha tenido que haber personas que  se han intelectualizado y que han adquirido un espíritu nuevo. Y se acuerda uno de Jaime Callén, de Romualdo Doz y Porras, de Francisco Guarga,  de Joaquín Escartín y Carrera y de Loenzo y de Miguel Cavero. Pero al contemplar todo ese paisaje, en el que se ven pequeños pantanos, llanuras y montañas, que invitan a pasear por ese mundo maravilloso, me acuerdo de Mariano Bielsa y Latre,  conocido como “Chistavin de Berbegal”, que fue un famoso andarín aragonés, que se hizo famoso por sus andanzas. El veía los pueblos desde los bordes del  Tozal de Berbegal y desde aquellas alturas,  se lanzaba a recorrerlos.
En este día se me hace especialmente sensible el recuerdo de Cavero,  el del Servicio Nacional del Trigo, al que conocí, someramente, a través de mi amigo y pariente Ramonito Felipe Cavero. Igualmente conocí a través de Cavero de Siétamo a su pariente Cavero de La Perdiguera,  de donde procedían Cavero de Berbegal y Cavero de Siétamo. En la visita que hicimos a Cavero de Berbegal, ya hace unos años, nos acompañaron a ver la fabulosa casa de Cavero de La Perdiguera, que no pudimos ver por dentro, porque sus dueños vivían en Zaragoza.
No puede uno marchar indiferente de Berbegal, sin sentir tocado su corazón y su memoria por el templo románico de Santa María la Blanca, y por las ermitas de San Gregorio y de Santa Elena. No puede uno marchar sin recordar aquellos pensadores y guerreros del Temple, porque allí se ven las ruinas de un edifico, que dicen perteneció a la Orden del Temple. Tiene uno que recordar los problemas que ha padecido la tierra aragonesa, buscando el agua, que da vida, al beber en la fuente de San Gregorio, con su lavadero y abrevadero del siglo XVI .Siente uno el dolor de este pueblo, unido hace ya siglos desde Huesca con Ilerda,  hoy con una separación del Frontal de Santa María La Blanca, que en lugar de unir, separa. Han sido varias las razas de hombres que se han unido a lo largo de los siglos, pero no podremos olvidar el pueblo ibero de  “Las Coronas”.
Al llegar a Berbegal, aparcamos muy próximos al árbol que en primavera, todos años plantan los mozos en la Plaza. Cada primavera,  con una constancia secular los jóvenes van cambiando cada año el chopo viejo por un esperanzador chopo joven. Es que tiene la juventud esperanza en el futuro. Es curioso como el último árbol plantado está exhibiendo hojas verdes en sus alturas. Hay una fe en el pueblo en el futuro de Berbegal, porque quieren que la producción agrícola y ganadera se complemente con la industrial, que por el oriente, hacia Barbastro, Monzón y Binéfar se va desarrollando. Nos falta en Aragón que el Gobierno Central, se preocupe  de traspasar los Pirineos, pues las Regiones vecinas de Cataluña y Vascongadas, los pasan por Irún y por Gerona y esta tierra que mira al cielo desde Berbegal, está casi incomunicada con Europa.
 Había en Siétamo dos escudos de Cavero iguales, uno en casa de Domingo  Cavero, el descendiente directo de Casa Cavero de La Perdiguera y otro en la Casa de Cavero de la Calle Alta, en que se quedó a vivir uno de los hermanos Cavero, que vinieron de La Perdiguera. Ramón o Ramonito,  como todavía lo llaman algunos amigos, que vivió en Casa Cavero de la Calle Alta, me confirmó la llegada a Siétamo del heredero de Casa de Cavero de la Perdiguera, que venía a  Siétamo a saludar a su pariente Domingo Cavero. Los mismos habitantes de Casa Cavero de Bergegal, me llevaron a contemplar la de Laperdiguera, donde en aquellos momentos,  no estaba nadie. El escudo de Siétamo, fechado en 1806, es muy  completo y según Ramón de Casa Felipe Cavero, los que colocaron dichos escudos, pidieron permiso al Conde de Sobradiel y de Gabarda.
Estos días del mes de Agosto de 2014, invitados los Almudévar de Siétamo por Carmen Cavero, a la que se encontró en Huesca mi hijo Mariano, fuimos a visitar por segunda vez la Casa y la familia del Cavero, que hace años trabajó por los españoles con el Servicio Nacional del Trigo. Igual que los Cavero se emocionaron hace unos años ante la presencia del escudo de Cavero, los miembros de mi familia,  que llevamos en el interior el apellido de Cavero, nos emocionamos desde la alturas de Berbegal, con aquel territorio aragonés, que gracias,  entre otros a Joaquín Costa, se ven extensiones de tierra regadas por el agua del río Cinca que pasa cerca de él.
Queda poca población en esas históricas y bellas tierras, pero se nota la proximidad de la industria, a través de Binéfar, de Monzón y de Barbastro. Y esto es lo que debemos tratar de conseguir para nuestra tierra,  que contemplamos desde la corona de Berbegal.
Por el Oriente sale el sol y por el oriente se ve que puede llegar la Industria a nuestras tierras, pero hace falta un Gobierno Central, que una mediante ferrocarriles y autovías a Zaragoza con Francia , a través del Alto Aragón.Hace ya muchos siglos que el Emperador Carlomagno, estuvo a punto de conquistar Zaragoza. Si ahora se unieran con Tolosa, se crearía un importante núcleo industrial europeo. Que Cataluña siga con Port Bou y Vascongadas con Irún, pero que a Aragón, acordándonos de Carlomagno, le abran puertas en el Pirineo.
La familia de Cavero, tenéis un lugar cerca del cielo, que mira a la Virgen del Pueyo, pero os haría todavía más felices la comunicación con Francia,  para que penetrara en Aragón una industria moderna.

Fumar o no fumar

  Bajaba cierto día por las escaleras amplias de un edificio oficial y al llegar a uno de los vestíbulos de cualquiera de sus pisos, desde l...