sábado, 30 de noviembre de 2019

Barrio de San José.-



Los hombres siempre han estado contemplando puertas, por las que salir de un lugar o  entrar en otro. Osca, nuestra ciudad, está relacionada con la puerta que por la Sierra de Guara o Salto de Roldán, se abrió para que los cristianos de la Montaña entraran en la Hoya de Huesca. Osca quiere decir puerta o apertura y de ella tomó su nombre la capital. No se encuentra sola dicha puerta en Aragón, porque el señor Sebastián Grasa de más de cien años de edad y muerto hace muy poco en Siétamo, me contaba que  allá en Salinas de Jaca, la antigua, cuando subían por aquellas sierras, en ellas se encontraban varias osquetas,  aperturas o puertas por las que se veían obligados a pasar. Mi sabio amigo Julio Brioso conoció una de estas osquetas. Además todos nuestros ganaderos a sus ovejas les hacían osquetas o aperturas y todavía se las hacen en sus orejas, para identificarlas. Huesca siempre ha tenido en consideración las puertas, pues ahora se preocupa de abrir túneles en el Pirineo para crear las puertas a Europa y de Europa a Aragón.
Aragón  a lo largo de la Historia ha intentado abrir puertas con esos fines, como la del Canfranc, para hacer más fáciles aquellas difíciles puertas u osquetas por las que  antes ya pasaban  de España a Francia y de ésta a nuestras tierras. Entre el pueblo sencillo y los nobles, lo han hecho a lo largo de la Historia; han pasado y pasan por dichas difíciles puertas, pues  esa Historia, nos habla de  Carlomagno que cruzó los Pirineos para bajar a Zaragoza y del caballero Roldán, que saltó con su caballo el Salto de Roldán, es decir la osca  o apertura, que se abre encima de Huesca.
Los que vivimos en esta Huesca, también hemos visto abrir pasos o puertas y  hemos visto como han intentado  guardarlas, como la de La Porteta, con un fin no productor de intereses, sino de emociones y de recuerdos. Antiguamente se cerraban las puertas de la ciudad por la noche y todos, al anochecer, tenían que regresar al interior. Después se crearon nuevos barrios, como por ejemplo el de San José, con su Parroquia. Dicen que se comenzó a construir hace unos veinticinco años y entonces vimos como al hablar de puertas, se volvían a mezclar los nobles históricos y el pueblo también noble y trabajador. Igual que Alfonso XII y su hijo Alfonso XIII, visitaron las obras y saludaron a los obreros, entre los que se encontraba Andrés Lobateras de Siétamo, que trabajaban para abrir la puerta del ferrocarril de Canfranc.  No recuerdo  si subieron a Canfranc, a finales del siglo XIX o primeros años del XX, preocupados por la apertura de la puerta,  que si entonces era necesaria, más lo es ahora, ya que hemos entrado sin puertas en el Mercado Común Europeo.
En este Barrio de San José, al identificarse, hace ya veinticinco años, se sintió la necesidad de abrir puertas para que el pueblo se pudiera comunicar con los demás barrios oscenses. Esa necesidad se presenta por el Oeste, ya que el ferrocarril dificulta que se abran y se cierren puertas para pasar al  Barrio de La Encarnación y de éste al de San José. En aquellos tiempos en que yo iba a la Torre de Casaus, no existía el Barrio de San José ni siquiera su Parroquia y pasaba  y pasaban los que tenían que hacerlo por cualquier sitio, pero no hemos progresado en este tema, porque colocando redes que aislaban la vía, se cerraron  todas   las puertas y  como eso iba   contra  la buena  vecindad de uno   y otro Barrio,  luego abrieron puertas partiendo  las redes y hoy día   muchos vecinos nuestros han pasado y siguen pasando por esa puerta falsa. Este problema por obra del tiempo se arreglará, porque están haciendo una nueva vía que pasa cerca de la Universidad Laboral y cuando funcione, toda la vía férrea que separa a los dos barrios, desaparecerá, como desapareció el Muro de Berlín. Allí tienen ocasión los vecinos de San José de lanzar las ideas que les surjan sobre como acondicionar la antigua vía, como por ejemplo convirtiéndola en una Avenida de paseantes, como pasa por el Este, donde el pueblo pasea por el Parque.
 Por el Sur del Barrio y debajo de la Fuente del Ibón, se encontraba el campo de fútbol, llamado Villa Isabel, porque fue propiedad de la hace poco tiempo difunta Isabel de Cativiela, casada con el simpático y culto señor Castelar. Allí jugaba Garcieta, del que tengo un recuerdo simpático. Al lado del campo de fútbol se encontraba la Piscina de Almazán. Allí jugaban los oscenses en el frontón y yo veía a mi primo Roberto Pérez Almudévar, formar parte del equipo de Baloncesto. En sus proximidades se encontraba y gracias a los oscenses, todavía se pueden ver  el   Matadero Municipal, que ha cambiado su destino de suministrar alimentos a la población por el de hacer exposiciones de pintura y el de dar conferencias. Yo estuve ejerciendo mi carrera de Veterinario en el Matadero, cuya estructura era de estilo francés, donde se exhibían esculturas de cabezas de toros y de ganado ovino.
Y   llegando al Este del Barrio, se sigue hacia arriba por la Calle de Baltasar Gracián, acompañada por mis recuerdos y buscando las puertas que se abren para entrar por  el Parque, que vive  en los dominios o más bien servicios de San José y dejando a  la  derecha edificios y calles, que pertenecen a la Parroquia de San Lorenzo.
Subiendo hacia el Norte, por la arbolada Calle del Parque se encuentran varias   puertas del antiguo Parque Municipal, que se fundió con el Nuevo para   convertirlo en un Gran Parque y podemos recordar  los Jardines de Lastanosa en el antiguo y la Huerta del Barón de Naya, en el nuevo. Eran símbolos del descanso de la inteligencia y del espíritu aquellos jardines y la huerta, era un lugar, donde los ciudadanos trabajaban para alcanzar el “pan nuestro de cada día”
El Parque creado por don Vicente Campo tenía una superficie doblemente pequeña de la que tiene ahora y sin embargo todavía podía un muchacho perderse entre sus setos y las sombras de sus copudos árboles. Efectivamente, cuando de muy niños íbamos al Colegio de los Salesianos, “Chano Retortillo”, que llegó a ser Ministro en la Democracia, y yo, un día me pidió que lo acompañara a través del Parque a su casa, que estaba en la entrada de la Plaza de Navarra, desde la mía, que se encontraba en el Coso Alto, al lado de Santa Ana. Al volver, me perdí entre los límites del Parque y recorrí las puertas del Parque Nuevo, donde un guarda, llamado Liborio, me arreó un varazo en mis espaldas, ya que estaba inclinado para entrar en el interior de un arbusto, del que yo soñaba, como si fuese una habitación de hadas o de gnomos. Había un camino por donde se pasaba a las numerosas huertas, que por allí se cultivaban y por donde se escondían por las noches algunas parejas de novios. Debajo de la acequia que bajaba las aguas de riego, ahora adornada con sauces y con flores, se elevaba una pared.  La principal de dichas huertas era la  de Naya. El misterio del jardín de Lastanosa, con sus estatuas, sus flores, su laberinto de setos y su canal, por el que se deslizaban las barcas, había ya desaparecido, pero se iba a abrir la puerta para entrar entre otras,  en la Huerta de Naya. Naya es un apellido altoaragonés, que llevaron unos somontaneses de Labata y que alcanzaron la nobleza recibiendo en 1700 el título de Barones de Alcalá del Obispo, pero sin embargo su nobleza venía de su noble y generoso comportamiento con el pueblo. Antonio Naya fue el promotor del Banco de Crédito y Fomento del Alto Aragón en 1862, con un capital de 12 millones de reales, distribuido en 6000 acciones de las que el Barón de Naya,  poseía 150. Era un hombre que quería el progreso de su tierra, porque ¿a cuántos altoaragoneses prestaría el Banco dinero para comprar o levantar casas o industrias?. Ahora que  el Barrio de San José se encuentra lleno de Cajas de Ahorro y de Bancos, siguen haciendo préstamos, con intereses unas veces más caros y otras más baratos. Pero como se acabaron los Jardines de los Lastanosa, se acabaron los dineros y la vida del Barón de Naya. Ya hemos oído decir al pueblo que “todo tiene fin, hasta el violín”. El último Barón de Naya ha sido Don Santos, cuya esposa era pariente de la mía  y que murió con una gran dignidad, conservando su belleza,  en una residencia de Zaragoza, hará ya unos cuarenta años. Maruja, que tenía tal nombre, nació en  casa Bercero de Callén, también desaparecida como la de Lastanosa. Fueron  el  tiempo  y  los hechos humanos, de los que la Historia escasamente recuerda, realizados por  unos bandidos, como por ejemplo el Cucaracha, las causas de su ruina y al casarse con el Barón de Naya, se oía cantar al pueblo aquella copla,  que así decía: ”La hija de Bercero-la más pequeña-se casa con don Santos- por la moneda- la moneda se acaba y el viejo queda”.Mi suegro, que murió a los noventa y seis años, era muy callado pero tenía una gran sensibilidad y no podía pasar sin irla  a ver con cierta frecuencia a su residencia. No sé si vivía todavía Don Santos, que creo estaría ya en el otro mundo, pero serían sus herederos, que  con gran desprendimiento y generosidad, cedieron la famosa Huerta de Naya al Ayuntamiento, siendo entonces su alcalde mi primo José Antonio Llanas Almudévar, para ser convertida en el Nuevo Parque, cediéndoles a cambio la construcción de una casa, cerca de la Parroquia de San José y rodeada por el Norte y por el Este por la calle de Don Saturnino Baquer. En la esquina noroeste del Parque, se construyó el Pabellón Deportivo. Recuerdo como  uno de aquellos días en que se realizaban las obras de construcción, se desplomó su techumbre, sin pasar nada a ningún trabajador. Es que el patrono de la Parroquia, como también era un trabajador no consintió que pasara nada a nadie.
Por el Norte del Barrio hace ya muchos años, construyeron el edificio de la Seguridad Social, con sus oficinas y un obrero, al que yo conocía, aunque no me acuerdo de su nombre, en las excavaciones encontró, dentro de una vasija de barro, un número notable de monedas, no recuerdo si romanas o árabes españolas o moras. El era un infeliz  y, naturalmente, se las reclamaron y fueron llevadas a Madrid y no sé si le darían algún dinero como recompensa por el hallazgo. Es que en Huesca se abren las puertas para salir y sacar, pero no para venir a  traer y a devolver. Pero a pesar de esas circunstancias se van creando barrios, que hacen que la ciudad de Huesca, crezca. Viniendo del Coso Alto al Barrio de San José, se pasaba por el Arco de las Capuchinas, para ir a buscar agua a la Fuente del Angel, que también ha desaparecido, pero la han recordado, dándole ese bello nombre a una calle. Para la Guerra Civil, íbamos a esa fuente a buscar agua, ya que el terreno del Barrio abundaba en ella, pues además de estar situada al Norte la Fuente del Angel, al Sur y bajando  por la Calle de la Fuente del Ibón a la carretera de Zaragoza, cerca del paso a nivel se podía contemplar esa Fuente. Había necesidad de agua, porque durante la Guerra Civil, cortaron las tuberías de suministro a la ciudad. Yo, cuando era niño y más tarde un joven estudiante, iba a la Torre de Casaus y pasaba al principio  por el Parque, después  por caminos que, entre huertas, te llevaban  a la vía del tren y después por un campo que era de la familia Susín, estaban las paredes de la huerta de la citada Torre. Cuando volvía lo hacía por la carretera de Zaragoza y al llegar al paso nivel, se encontraba en un terreno más bajo, la fuente del Ibón.  Su figura me recordaba otras fuentes antiguas, como la de Siétamo o la de Abiego y a veces me encontraba con labradores amigos, que habían venido con sus mulas, a la fuente para abrevarlas. No me acuerdo del nombre de un labrador recio, al que vi hace poco tiempo y estuvimos recordando aquellos “viejos tiempos”. Me ayudó la memoria porque al tener este recuerdo me entraron ganas de cantar en mi interior aquella jota que dice así: “Viva Huesca que es mi pueblo- San Lorenzo mi patrón-  las mozas que van por agua- a la Fuente del Ibón”. Fuente pétrea, con sus caños de bronce y el agua manando por ellos y convertida en charcos por los suelos,  puedo recordarla más íntimamente con el sonido emocionante de la jota.
Cerca de la Fuente del ibón, se hallaron restos ibéricos, como una figura humana que se puede visitar en el Museo provincial. Ya verían aquellos antepasados nuestros, que hablaban el vasco-ibérico, que el Barrio de San José llegaría a repoblarse y ha tardado por las diversas invasiones y guerras que han retrasado a España.
Al lado de la vía del tren y casi encima de la Parroquia, se encuentra una extensa y todavía no gran plaza, en la que se asentó la Textil Bretón, obra realizada por el señor Bretón, ingeniero no sé si de Obras Públicas, que más tarde se cerró, pero que es un ejemplo de la inquietud de un hombre muy delgado y muy serio, por el progreso de una ciudad. A su lado estuvo la fábrica de Luna, en la que se montaban grúas, Carivín embotellaba el vino también cerca del viejo edificio de Textil Bretón y ahora queda el edificio de una carpintería de dos hermanos y que está cerrada, pero sin embargo en ella viven numerosos gatos, a los que gente sensible les lleva comida, para que vivan felices. Como he dicho que en el Barrio de San José hay mucha agua, ahora recuerdo que en dicha plaza hay un pozo.
Cuando recordaba la Fuente del Ibón, se ponían en movimiento las figuras visuales y aquellas llamaban a las auditivas. Estos recuerdos me aproximan a la Iglesia de San José, porque me parece que a esas visiones audiovisuales se añaden otras, espirituales, que abren puertas desde el Barrio de San José a la Eternidad  Es que en dicho templo, en la presencia de San José, santo y trabajador, recuerdas las vidas de los vecinos que murieron y que te acompañaron por la tuya, como por ejemplo nos acompañó el vecino de este Barrio, nuestro querido  Pepe Loriente, aparejador que trabajó desinteresadamente en la construcción de nuestra Parroquia y ves a tu patrono San José, al que de niños cantábamos: “ Levántate José y enciende una vela y mira quien pasa por la carretera. Los ángeles son que van de carrera y llevan un Niño vestido de seda. ¿De quien es ese Niño?, de María. ¿Dónde está María?, hablando con José. ¿Dónde está José?, hablando con San Pedro. ¿Dónde está San Pedro?,  abriendo  y cerrando las puertas del cielo”. 

jueves, 28 de noviembre de 2019

La Virgen de Septiembre se celebraba en jardines y ermitas, en Aragón




En Siétamo, frente al edificio, hoy Casa del Cura y antes de Antoñito el Herrero, situada al nivel de la Plaza Mayor, identificada  como  del año de mil setecientos cuarenta y cinco, frente al ahora campo de recreo y al Ayuntamiento de Siétamo, nos poníamos mirando al Sur-Este, para ver el Monte del Moncayo. No siempre veíamos este Monte, dada la gran distancia que lo separa del pueblo de Siétamo, ya que Zaragoza se encuentra a unos ochenta kilómetros de Siétamo y todavía faltan bastantes kilómetros para llegar a Tudela, que se encuentra al Norte del Moncayo.  Se encuentra Siétamo  en  el  Somontano Oscense, y está esta villa separada del Moncayo, primero por Huesca capital, debajo  por una gran porción de su provincia, luego por otra gran porción de la provincia de Zaragoza  y después, junto a la provincia de Soria, elevada por el monte Moncayo, debajo y muy próxima a la navarra Tudela, limita con la provincia de Soria.
¡Qué lejos está Siétamo del Moncayo, pero sin embargo, qué bien se divisa el Moncayo desde Siétamo!. Digo que se divisa bien ese Monte que está en la provincia de Zaragoza, debajo mismo de la localidad navarra de Tudela. Está muy cerca de esta ciudad navarra, toda ella ocupada por zonas agrícolas selectas, donde se cosechan espárragos, verduras y frutas. En cambio en el monte del Moncayo, se crían setas, que van a por ellas, entre otros, los navarros de Tudela y se oyen leyendas romanas.
En la superficie del Moncayo se observa el Monasterio de Veruela. ”En una celda iba consumiéndose el cuerpo de Gustavo Adolfo, pero en la Cruz vecina se agigantaba el espíritu de Bécquer, estimulado por esa constante majestuosidad de los montes”. Pero el Moncayo despertó la poesía de Gustavo Adolfo Bécquer y la inspiración de Ana María  Abarca de Bolea, tía del Conde de Aranda, que vivió ya desde muy joven en el Monasterio de Casbas. Escribió una obra teatral en el Monasterio de Casbas, desde donde se  ven  mutuamente el Monte del Moncayo y Siétamo y Casbas, al pie de la Sierra de Guara.
Mercedes Campo, hija de un Alcalde de Huesca, que fue Directora de la Escuela Normal y que consiguió el Título de Tesis Doctoral, escribió esa Tesis que tituló “Edicigón y Estudio de la vigilia y octavario de San Juan Bautista ”.Esta doctora descubrió el nacimiento en la ciudad de Zaragoza de Doña Ana  Francisca de Bolea, que estaba en relación intelectual y religiosa con el prócer oscense don Vicencio Juan de Lastanosa.
En esta época de la novela pastoril y campesina, fue cuando Lastanosa se cuidó de los maravillosos jardines que acogían su casa en una época en que Ana Francisca de Bolea escribió la “Vigilia y Octavario de San Juan Bautista”, en que representa  la poesía, la santidad, la tragedia y los MISTERIOS de la NATURALEZA, en aquel jardín maravilloso de los Montes del MONCAYO. En “La cultura del Barroco y sus jardines” escribió José Enrique Laplana  Gil que “muestra como en la prosa novelística se produjo en el Barroco, la sustitución lenta de lo pastoril por lo cortesano en la que  el cortesano-pastor  cede su puesto al  cortesano paseante”, porque como dice Fray Alonso Remón “pasear por los jardines es recreación propia de príncipes y poderosos”.
La mente de Ana Francisca Abarca de Bolea, era noble, pero amiga de la humildad y de la igualdad humana y espiritual entre los nobles y el pueblo, por eso escribe Don Ricardo del Arco, al que yo admiré en mi niñez, en “La erudición aragonesa en el siglo XVII”, sobre “El laberinto creado por Ana Abarca de Bolea en su Vigilia”, que se encontraba en un hermoso jardín situado en las laderas del MONCAYO…y el laberinto que tenía LASTANOSA en sus maravillosos jardines”.
“No se puede dejar separadas esa zona del Moncayo  y la de la Sierra de Guara, debajo de la cual se encuentra el Monasterio de Casbas, en el que Doña  Ana entró ya a los tres años”. “El contraste entre el comportamiento de los cortesanos y el rústico de los pastores lo pone Doña Ana en evidencia, en la corrida de toros que se celebra en el Moncayo, como una más de las fiestas que se celebran para honrar a San Juan Bautista. Aquí se ve la diferencia que se daba entre los caballeros que en la fiesta de los toros han tenido como herederos a los actuales rejoneadores  y los pastores a los toreros de a pie. A ambos, los asistentes a los toros del Moncayo, les manisfestaron su admiración por la bizarría  de los pastores, ya que todos, los cortesanos y los rústicos, iban vestidos de pastores. Ahora ya no hay diferencia entre una y otra clase de toreros”.
A Doña Ana Francisca de Bolea, no le llama la atención que hubiera gentes con posesión de bienes materiales, pues  dice  Doña  María Angeles Campo : “que a Doña Ana Francisca Abarca de Bolea , no le repugnaba que hubiera gentes en posesión de bienes materiales, pues dice que “para celebrar las  fiestas de San Juan  se unían gustosos desde el opulento ganadero hasta el menos crecido rabadán”. “El dinero ha sido y es necesario, pues en aquellos tiempos se creaban amparos para los necesitados” aunque siempre han tenido necesidades muchos ciudadanos. La misma Doña Ana Francisca de Bolea hace “ver como se unían gustosos desde el opulento ganadero hasta el más menudo repatán”.
El dinero era escaso ,y en el mismo Monasterio de Casbas, donde fue Abadesa Doña Ana Francisca de Bolea, se llegaron a pasar periodos de pobreza. “Estos fenómenos explican la evolución social, que pretendía Doña Ana Francisca, es decir que el hombre no sea cortesano o pastor, sino que todos sean hombres”.
Toda la sociedad lleva en su mente  y en su corazón el deseo de usar sus jardines ,que en tiempos pasados eran solamente unos pocos ciudadanos los que podían gozar de ellos y en muchas urbanizaciones se añade un jardín a una vivienda. Recordando a Ana María Abarca de Bolea, que pensó en crear un jardín en el Moncayo, para todos los ciudadanos.
“Podemos concluir, pues  que  la  síntesis  y  la  antisíntesis  entre lo natural y lo artificial, tan típica del Barroco,se manifiesta en  la Vigilia y Octavario  de San Juan Bautista en la presencia del paisaje artístico y en la ermita ruinosa y ornamentada, como primeros espacios sobre los que se desarrollan las fiestas pastoriles”.
El Parque de Huesca,ocupado en vida de Lastanosa, fue admirado su discípula Doña Ana Abarca de Bolea, que más tarde desapaeció.


viernes, 22 de noviembre de 2019

La familia de los Abarca de Bolea, desde Isabel Castro hasta el Conde Aranda.


                
  
Los Abarca de Bolea, dan su origen a la Nobleza de Navarra, pues este noble apellido fue originado por dos nobles familias, a saber una de los Abarca, procedentes de Navarra y de Aragón  y otra del apellido Bolea, que viene de este pueblo. Los Abarca de Bolea, vinieron de los antiguos ABARCA, Marqueses de Torres, Condes de Las Almunias, Barones de Clamosa, de los SEÑORES de SIÉTAMO Y de RODELLAR.(Septiembre de 1.548).
De los Abarca y los del apellido Bolea, vino el apellido compuesto por ABARCA y por BOLEA, que críó    a su sucesor don Pedro Martínez Abarca de Bolea “el Sordo”, que peleó bajo el mando de don Pedro IV de Aragón. Fue hijo suyo Iñigo Abarca de Bolea, que tomó parte en las Cortes de Aragón en 1.452. Su hijo fue (Fernando) ABARCA de Bolea y Garroz. Se casó con doña María de Portugal y de este matrimonio nació: DON IÑIGO ABARCA de BOLEA y PORTUGAL. Este fue un erudito anticuario. Escribió en el año de 1.547 una “Historia de los ínclitos Reyes de Aragón”. Murió  SIN TENER SUCESIÓN.  Cumpliendo una misión a Carlos V, pasó el mayorazgo de su casa a su hermano.
HEMOS LLEGADO AL COMIENZO de la residencia principal o PALACIO-CASTILLO de los nobles que dieron origen al CONDE de ARANDA, por ser el comienzo de la dicha RESIDENCIA PRINCIPAL, que iban a poseer los Marqueses de TORRES y los SEÑORES de SIÉTAMO.  Entró BERNARDO ABARCA de BOLEA y PORTUGAL con su boda con Doña JERÓNIMA  de CASTRO y PINÓS ,Heredera del Palacio- CASTILLO de SIÉTAMO, cuyo PADRE le vendió el CASTILLO en SIÉTAMO, y entre otras cosas la casa de los Condes de Guimerá y la hizo SEÑORA de SIÉTAMO.
La esposa de Bernardo ABARCA de BOLEA, doña JERÒNIMA DE CASTRO y PINÓS, era hija de FERNÁN SÁNCHEZ de CASTRO, HIJO BASTARDO o HIJO  ILEGÍTIMO  del REY de ARAGÓN DON JAIME I.
Carlos V,  adjudicó a don BERNARDO ABARCA DE BOLEA Y PORTUGAL, la Regencia del Supremo de Aragón  y FELIPE II la presidencia del Supremo Consejo de ITALIA, siendo Virrey de Nápoles y Gobernador de PORTUGAL. Al morir, sin hijos, JERÓNIMO ABARCA y PORTUGAL, su hermano  DON BERNARDO ABARCA de BOLEA y  PORTUGAL, con su boda con Doña JERÓNIMA de CASTRO y PINÓS, formaron el MATRIMONIO de los MARQUESES DE TORRES,  que formaron la PRIMERA PAREJA de los ,que más tarde se llamarían “LOS CONDES DE ARANDA”, que casi se identifican con el CASTILLO-PALACIO DE SIETAMO, pues aunque residían principalmente en el Palacio de SiÈTAMO,estaban siempre pendientes de su vida PÚBLICA en EUROPA y e incluso en América.
Al nuevo Don BERNARDO ABARCA DE BOLEA y POTUGAL,CASADO CON DOÑA JERÓNIMA DE CASTRO y PINÓS, que FORMARON LA PRIMERA PAREJA, que después dio la ocasión de que más tarde naciera el CONDE DE ARANDA, en SIÉTAMO, a saber Don PEDRO ABARCA DE BOLEA, que vivió desde el año de 1719,nacido en SIÉTAMO y que murió, acabando con el linaje el año 1798,en EPILA.
         A esta pareja de Don BERNARDO ABARCA de BOLEA y PORTUGAL y de su ESPOSA DOÑA JERÓNIMA de CASTRO y PINÓS, sucedió el Noble y SEGUNDO ABARCA DE BOLEA DON MARTÍN ABARCA DE BOLEA y  CASTRO, casado con ANA FERNÁNDEZ de HEREDIA Y DE HIJAR, que fue Vicecanciller  de CARLOS QUINTO y de FELIPE II. IÑIGO ABARCA de BOLEA, entró en la Universidad de Tolosa  y acompañó  al Príncipe Don Felipe a la misión en Flandes el año de 1.548. Ocupó después la plaza de Regente en el Supremo de Aragón por la voluntad de  CARLOS V y FELIPE II, y le encargó de la presidencia de varios altos cargos, siendo Virrey de Nápoles  y Gobernador de Portugal. ESTE MARTIN ABARCA de BOLEA Y CASTRO fué  un escritor original, que creó “Las lágrimas de San Pedro”,”Orlando determinado” (en Lérida,1.578) y entre otras la”Hosaistoria Oriental de Marco Paulo Veneto”.

Yo no sé donde está enterrado, pero alguien me dijo que está enterrado cerca del Altar Mayor de la Parroquia de Siétamo y no se sabe donde reposa con exactitud. Esta parroquia fue edificada en 1.572, que tuvo al Oscense  mártir San Vicente. “LLAMADO Y CONGREGADO EL AYU.NTAMIENTO del lugar de SIÉTAMO, DE ORDEN Y CON PRESENCIA DEL ADMINISTRADOR DEL SEÑOR CONDE DE ARANDA Y MARQUËS de TORRES, con la intervención del ALCALDE MIGUEL BENEDET, EL REGIDOR PRIMERO  PASCUAL DE ESCABOSA, nacido en OLA, que estaba casado con la sobrina de MOSEN JUAN DE AZARA, llamada FRANCISCA ESCABOSA AZARA. ESTA se casó con JOSÉ ALMUDÉVAR ALTABÁS de BARLUENGA, lo que promovió que la Casa pasara de llamarse CASA AZARA a CASA ALMUDÉVAR.
En mil quinientos setenta y ocho, PUY DE CINCA, era gobernada por el Señor de SiÉTAMO, también llamado MARQUÉS DE TORRES, que tenía el nombre de MARTÍN DE BOLEA Y CASTRO que Estuvo casado  con doña ANA FERNÁNDEZ de HEREDIA Y DE HIJAR, hija mayor del Conde de Fuentes. Tuvo un hijo que se llamaba LUIS ABARCA de Bolea y Fernández de Heredia, que fue su sucesor.  
En esta toma de posesión se ve claramente como Mosen Juan de AZARA, estaba relacionado con los ABARCA DE Bolea y con los AZARA de BARBUÑALES, con muchas ocasiones para hablar con ellos, porque convivía en Siétamo con el Marqués de Torres de Montes y era pariente cercano de los AZARA de BARBUÑALES. En CASA ALMUDÉVAR de SIÉTAMO, están grabadas en un armario los escudos de ALMUDÉVAR al lado del de los AZARA.
Esta familia estaba compuesta por una hermana y varios hermanos, todos  ellos famosos. Por ejemplo Félix de Azara, militar enviado a las Américas para estudiar las fronteras hispano- portuguesas, pero tuvo que esperar mucho tiempo y él enamorado de la Naturaleza, se convirtió en un Sabio Naturalista. Está enterrado en la Catedral de Huesca.  También hizo una gran amistad con el Conde de Aranda JOSÉ NICOLAS AZARA, que fue MARQUÉS y se escribió hermosas palabras con las  que se comunicó con gran cariño con el CONDE de ARANDA embajador en Roma.
 VIUDO de su primera esposa, don Martín ABARCA de BOLEA Y CASTRO, se casó nuevamente con Doña ANA DE MUR, hija del Señor de Pallaruelo y AMBOS TUVERON UNA HIJA, a saber ANA FRANCISCA ABARCA DE BOLEA y MUR, que nació en ZARAGOZA en 1.602 y vivió en el convento y en actos religiosos culturales en Huesca. A LA EDAD DE TRES AÑOS LA LLEVARON  AL MONASTERIO DE  CASBAS. La fecha de su muerte tuvo lugar sobre el año de 1.685.
A don Martín Abarca de Bolea, le sucedió DON LUIS ABARCA DE BOLEA Y FERNÁNDEZ DE HEREDIA, segundo MARQUÉS DE  TORRES, MILITAR Y POETA, favorecido por el Rey FELIPE IV con el Hábito de Santiago. Fue el escritor de la  Historia  de un “Poema”, dedicado. a la boda de Felipe IV y doña Mariana de Austria. Otra obra titulada “El genio de la Historia” ( en Zaragoza en 1.651) y un “Memorial genealógico”.
Se casó Don LUIS ABARCA de BOLEA Y FERNÁNDEZ DE HEREDIA , con Doña CATALINA BARBARA de ORNÉS, que tuvieron a don LUIS ABARCA DE BOLEA Y ORNÉS, MARQUÉS DE TORRES .
Como vemos fue sucesor suyo Don BERNARDO  ABARCA de BOLEA y ORNÉS, Marqués de TORRES, que se casó con doña FRANCISCA BERMUDEZ DE CASTRO Y MONCAYO: que tuvo como primogénito y sucesor a PEDRO ALCANTARA BUENAVENYURA ABARCA DE BOLEA, nacido en ZARAGOZA en 1.699, que HEREDÓ el CONDADO DE ARANDA por línea femenina y se casó con JOSEFA PONZ DE MENDOZA. La familia de Abarca de Bolea tenía su residencia principal en el CASTILLO- PALACIO DE SIÉTAMO, pero como hemos visto en el texto anterior, los MARQUESES DE TORRES DE MONTES, eran militares y políticos en toda Europa y en AMÉRICA y por tanto, amaban enormemente a SIÉTAMO pero estuvieron casi siempre viajando por el Mundo.   
Se casó la primera  vez  con doña ANA MARÍA del PILAR PORTOCARRERO, en Abril de 1.784 y en segunda vez con doña Josefa  de SILVA, después DUQUESA DE ARAGÓN.
ESTE Décimo CONDE DE ARAGÓN (nacido en SIÉTAMO en 1.719 y muerto en ÉPILA en 1.798) ha sido maltratado por una leyenda negra, pero se distinguió como Militar Artillero e Ingeniero, trayendo a España La MARCHA GANADERA, que se ha convertido en el Himno Nacional de España.
EN el ARTÏCULO ABARCA DE BOLEA, “ABARCA ILUSTRES”, dice :”Fue embajador en PORTUGAL, director general de Artillería, Embajador en Polonia, Capitán General,Virrey de Valencia, Presidente del Consejo de Castilla  y Capitán General de Castilla, dos veces   Embajador en Francia y primer Ministro del Rey Carlos IV. Obtuvo por dos veces la Gran Proeza de ESPAÑA de primera clase, reuniendo veintitrés títulos nobiliarios. HABIENDOSE OPUESTO A LA DECLARACIÓN de GUERRA CONTRA FRANCIA, FUE CONFINADO A LA ALHAMBRA DE GRANADA, Y DE ALLÍ MARCHÖ a su tierra natal,  donde falleció”.  Fue este lugar EPILA, lejos de SiETAMO en la provincia de ZARAGOZA.
En las Porcelanas de Ancora, que había fundado su padre, los obreros se jubilaban ya viejos, con el sueldo íntegro. Impulsó la flota IMPERIAL de ARAGÓN, intentando la NAVEGACIÖN DEL EBRO.
Se hizo anciano para poder conservar la entrada y salida de ARAGÓN por el MAR, y le faltó tiempo para que ARAGÓN tuviera entrada y salida al MAR MEDITERRÁNEO.
El oscense y Jesuita JOSË FERRER BENIMELI, profesor de la Universidad de Zaragoza, escribió “PARA fomentar el auge y desarrollo de ARAGÓN, en una nueva carta de 19 de Mayo de 1.777,intenta persuadir que la navegación del EBRO,era necesaria  para enriquecer y poblar el Reino de Aragón. Respecto a la posibilidad de llevar a cabo dicho proyecto ,el conde aportó pruebas y a pesar de las presas o “COZUDAS” de este río apuntando el modo de dejarlas intactas. MÁS aún, recordó también el Decreto del año 1.704, con el que la Reina Saboyana, como Gobernadora durante la ausencia napolitana de Felipe V, AGREGÓ AL REINO DE ARAGÓN la CIUDAD de TORTOSA y LOS ALFAQUES, con el fin de que  todo  el curso del EBRO, llegando a ser manejable, pudiera estar bajo las mismas manos y gobierno. Poco después regalaba ARANDA a la Sociedad Económica, los 25 tomos de los tratados de las ARTES del CANAL de LANGUEDOC y otros del Reino de Francia”.
“En la villa de  ÉPILA, el día nueve de ENERO del año 1.798, a las cuatro de la tarde murió a la edad de setenta y nueve años, el EXCELENTÍSIMO SEÑOR DON PEDRO PABLO ABARCA DE BOLEA, Ximenez de Urrea”. Estas notas las he tomado de “El X CONDE DE ARANDA y ARAGÓN” escrito por DON JOSÉ ANTONIO FERRER BENIMELI, profesor de la Universidad de ZARAGOZA.
El conde de Aranda tuvo muchas dificultades para convertir el río EBRO en una zona rica en agricultura y en comunicaciones de ARAGON con el MAR MEDITERRÁNEO, que fue el deseo de los aragoneses. En su labor a largo  del Ebro, no pudo acabarla, muriendo el día 9 de Enero de 1.798  por las dificultades que oponía el CAUCE del RÍO EBRO. Pronto se  vio el Partido Aragonés  encabezado por el Conde de ARANDA,luchando con Floridablanca, que en la Secretaría de Estado, luchaba por hacer desaparecer la zona por la que Aragón luchó por la igualdad de todas las zonas autónomas del antiguo Reino de ARAGÓN. Floridablanca apelaba por el progreso de Cataluña, despreciando el desarrollo continuado de Aragón, por las orillas del río EBRO ,buscando el Mar Mediterráneo.     La rivalidad entre unos ocho años de  su  muerte, se crearon las Regiones y se vio
cómo se adjudicaba a la REGiÓN CATALANA la desembocadura del río EBRO, al formar unos ocho años después de su muerte, un ARAGÓN, sin salida al Mar Mediterráneo.  Ahora los muchos aragoneses que veranean en la antigua desembocadura del EBRO, anuncian la venta  en  Cataluña de sus casas en aquella zona de Aragón.

Y observando la antigua Historia de ARAGÓN, nos damos cuenta del impulso de los aragoneses en aquel antiguo Reino de Aragón, en que era grande el citado impulso aragonés, pero que al morir el Conde de Aranda,  se hizo pobre y fue gran parte de su población a pasar de nuestro antiguo Reino a Cataluña.
Aquí se acaba la familia del los Condes de Aranda
A CONTINUACIÓN EXPONGO LA FUERZA QUE TENÍA ENTONCES EL IMPULSO  de ARAGÓN, EN TIEMPOS EN QUE  SE CASÓ LA HIJA DE  DON PEDRO DE CASTRO, A SABER SU HIJA Doña Isabel de CASTRO  Y PINÓS con Don BERNARDO ABARCA DE BOLEA. Empieza el desarrollo del ímpetu aragonés y se admira uno de ese entonces desarrollo de Aragón.
 El Señor Don PEDRO DE CASTRO, Y PINÓS, hijo ilegítimo del REY de ARAGÓN, adjudicaba a su hija Doña ISABEl, al precio de 800.000 J., el 13 de Septiembre de 1.548, a saber bendición de los lugares de SIÉTAMO, OLIVITO, LOS CERTALES, Clamosa, PUYDECINCA, Villaguardia, TORRES DE MONTES,VALLE de RODELLAR ,Espuglilla, Eripol, Almazorre,Santa Coloña y Hospitalet, para su hija DOÑA ISABEL. Escribe lo siguiente  “In DEI NOMINE AMEN; Sea a todos manifiesto que yo el noble Don PEDRO DE CASTRO Y PINÓS, SEÑOR de los CASTILLOS y lugares de SIÉTAMO, OLIVITO CERTALES, CLAMOSA y Pinós, y Señor de los castillos y lugares Certales,Clamosa,PUYDECINCA,Villaguarda y TORRES DE MONTES con otros,infraescritos de grado y de muy cierta cienci[WU1] a. “Et primo el Castillo y lugar de SIÉTAMO, y término de aquellos los cuales confrontan con términos de los  lugares de  OLIVITO, de ABRISÉN y de CASTillón de ARBANIÉS y con términos del lugar de OLA y términos de OLIVITO, que limitan con términos de los  lugares de LOPORZANO,BANDALIÉS, OLA el lugar y términos de Los Certales, los cuales  confrontan con términos de los lugares de SIPÁN, LA ALMUNIA, COSCULLANO y ARBANIÉS”. 
Acaba el noble hijo ilegítimo del REY de ARAGÓN, poniendo en un escrito: “VENDO A MI HIJA, LA NOBLE SEÑORA DOÑA ISABEL (o Jeronima)
 DE CASTRO y PINÓS, “FIYYA MÍA” LOS CASTILLOS LUGARES Y sus TERMINOS en el REINO de ARAGÓN Y dentro de sus Términos”.
 Fernán Sánchez de Castro, dueño del Castillo de SiÉTAMO, hijo ilegítimo del Rey de ARAGÓN Don JAIME I y padre de DOÑA ISABEL (o JERÓNIMA) de CASTRO y PINÓS, se casó con DON BERNARDO ABARCA DE BOLEA. Y este noble e intelectual unido a DOÑA ISABEL DE CASTRO y PINÓS, hicieron aparecer a través de los   REINADOS de CARLOS V y FELIPE II, un Imperio Español en EUROPA y en AMÉRICA.
En cambio Don PEDRO DE CASTRO Y PINÓS ,hijo ilegítimo de  JAIME I DE ARAGÓN y padre de Doña ISABEL DE CASTRO Y PINÓS, tuvo una vida de egoísmo y ambición.
PERO la HISTORIA DE ESPAÑA, se abrillantó a través de los ABARCA DE BOLEA, cuyo miembro Don BERNARDO fundó con ISABEL DE CASTRO y PINÓS.
Pero en la humanidad todos los períodos se acaban y en esta familia acabó LA GLORIA HISTÓRICA con la MUERTE de Don PEDRO PABLO ABARCA DE BOLEA, nacido en el CASTILLO PALACIO DE SIÉTAMO y  MUERTO en el PALACIO DE EPILA, donde asentó su residencia por haber llegado a la Categoría de CONDE de ARANDA .
Su obra por ARAGÓN fue su lucha por darle una salida al Mar Mediterráneo por el cauce del río EBRO. TRABAJÓ en el Río EBRO pero su vida humana no pudo llegar a conservar este punto de unión de ARAGÓN  con el MAR, porque se le acabó la vida en el año Mil setecientos noventa y ocho,a los setenta y nueve años de edad. Fue una pena que le faltara acabar el trabajo en el Río EBRO, porque a los ocho años de su muerte, se creó en España la división en Regiones y la comunicación por el Río Ebro, le fue cortada a ARAGÓN.
Estos hechos tan olvidados no los puedo olvidar yo, porque el SEÑOR PRESIDENTE DE LA DIPUTACIÓN PROVINCIAL, cuando  yo era Vicepresidente, me dijo que había recibido una comunicación de un habitante del DELTA del EBRO, que le pedía una reclamación de ARAGÓN, demandando  la desembocadura del EBRO.

jueves, 21 de noviembre de 2019

A Ramón Acín y a su hija Katia.-



He leído que en un folleto que “en época en que Huesca vivía un tanto de espaldas al arte, su nombre, a saber el de Ramón Acín, tácitamente omitido durante los años y las circunstancias políticas, han hecho que la figura de Acín, esta interesante figura, no solamente se haya valorado en su verdadera dimensión, sino que más bien sea totalmente desconocida, para la mayoría de los oscenses que no peinan canas”. Yo, que las peino, tengo que reconocer que mi conocimiento de Ramóm Acín, como artista, se limita a su obra “Las Pajaritas del Parque” y sólo tardíamente me enteré que tal monumento era producto de su arte, pero aunque luego he conocido lo polifacético de su talento, sólo las Pajaritas bastaron para que Ramón Acín, hiciera gran mella en mi sensibilidad , tanto que en cierta ocasión escribí : “ Aquí en Huesca, no podemos enseñar la Sirena Varada de Copenhague, pero cuando iba al Parque, me fijaba en las Pajaritas Paradas. ¡Qué difícil es ver a un niño o a una niña parados!. Mal augurio si esto sucede, porque están enfermos o muertos. Coquetas las Pajaritas, eligieron un lugar visible al fondo de la plaza, donde juegan los niños, como sintiéndose “mairalesas”   de la ilusión de ellos o grandes “vedettes” de un teatro infantil, al aire libre.
No sé si las pajaritas eran una o dos. Hay dos figuras idénticas, tanto que parecen una, que trata de conocerse a sí misma en eterna interrogación. La líneas curvas de la biología pajaril, se  han vuelto de una rectitud geométrica.
Unamuno en el Café, en sus ratos de ocio se entretenía haciendo pajaritas de papel y quizá por este azar, las Pajaritas, perdido su vitalismo, se ponen a pensar. Parece como si estuvieran en un largo diálogo racionalista. Las ideas suben por sus líneas verticales, bajan por las inclinadas y reposan en las líneas horizontales. La evolución va cambiando el aspecto de los seres vivos, pero parece como si el hombre quisiera acelerar esa transformación hasta convertir la vida en muerte; porque muerte es la sustitución de los pies en ruedas, de las plumas de los pájaros cambiarlas por alas metálicas, de las laringes de las personas y de las siringes de los pájaros por discos y casetes y para colmo los cerebros por computadoras.
¿No quiso tal vez Ramón Acín o tal vez Fray Acín, como gustaba llamarse a sí mismo, hacer crítica irónica del escamoteo de los derechos  y del encorsetamiento de las libertades?. Pero si tal era su intención, lo hizo al estilo de otro “Fraile”, San Francisco de Asís, con pajaritas metálicas, que siguen siendo poéticas y que posadas en el ambiente natural del Parque, siempre tendrán ocasión de renacer ellas y las libertades que representan, no sus cenizas como las del Ave Fénix, sino las de su pedestal, rodeado de follaje seco del Otoño y verde en Primavera. Pero no sólo era escultor, sino que uno se queda pensativo ante un óleo de la Feria, en el que sólo se contempla un conjunto luminoso, sino que se percibe un mensaje a un pueblo iluminado, individualizado por personas, que visten de múltiples formas y que hacen su papel ante  aparatos inmensos, como si fueran “aparatos oficiales”, de los que bajan todos en posiciones desairadas. ¿Cuántos monumentos a la chatarra se encuentran repartidos por las ciudades?. Parecen homenajes a los vehículos que,  de repente, se tornan chatarra en accidente. Es fácil con la chatarra hacer monumentos a hierros viejos. La Piedad del Crucificado se talló en madera y mármol, pero la del Vil Agarrotado la hizo Ramón con chapa metálica. Hay quien del hierro hace chatarra y quien a ésta la eleva a la categoría donde está el arte.
¿No has ido Katia, alguna noche de verano acompañada por alguno de tus nietos a ver si se ponían  las Pajaritas a cantar en la glorieta de tu padre Ramón?. Las puso en el Parque porque las quería libres, porque amaba la libertad y un detalle en la fotografía del matrimonio Acín lo denota, pues en la jaula que a su lado aparece, hay un pájaro de papel, como si le repugnara encerrar un pájaro vivo.

La “Casa Musical Arilla”, se encuentra en la Calle Zapatería.-




Ibamos  mi amigo Santiago y yo visitando Pamplona por esa calle por la que pasean numerosos ciudadanos. Esta calle en todo su recorrido tiene sus puertas abiertas, me refiero a las de las tiendas, que en todo su  trayecto,  sus escaparates se encuentran iluminados. Pero no sólo lo están los escaparates comerciales, sino que la luz pública contribuye a realzar el interés de los objetos comerciales que se exponen en los escaparates. Qué por cierto, encontramos con Santiago uno de ellos, presentando expuestos en el espacio interior de la tienda, multitud de instrumentos musicales, que no sólo producen placer en nuestro oídos cuando escuchamos su sonido, sino que con sólo verlos apoyados o colgados para ser vistos por los posibles compradores, como Santiago y yo, producían gozo en nuestros oídos. Las imágenes de aquellos violines y guitarras atrajeron nuestra atención, que de igual forma que nos dejaban ver sus imágenes. Si entrábamos en la tienda musical , nos harían gozar con sus sonidos. Además Santiago llevaba en uno de sus bolsillos, un instrumento sonoro, que yo había comprado ya hacía muchos años,  ya que   lo escuchaba hacerlo sonar a Pepe, Alguacil de la villa de Siétamo, cuando éste tenía la obligación de anunciar al público, unas veces la venta de objetos de consumo para los ciudadanos o algún aviso del Ayuntamiento para los ciudadanos que habitaban en el pueblo. Pero a esa pequeña trompeta  no sólo tenían los ciudadanos la obligación de hacerla sonar en las calles de los pueblos, para anunciar edictos para avisar a sus ciudadanos, sino que en las cacerías, un caballero la hacía sonar para que los cazadores avisados por el sonido de aquella pequeña trompeta, estuvieran atentos para disparar a alguna pieza de caza, como una raposa o un jabalí. A esas trompetas o trompetillas de uso municipal y de caza, a las que hacían sonar en las calles de los  pueblos, para anunciar servicios a los ciudadanos y ayudar con su sonar a los cazadores en el monte, yo las amaba y compré dos de ellas. Ahora que ya soy viejo, le he regalado una a mi nieto Ignacio y otra a mi cuñado Santiago, para que no se acabe su recuerdo en mi familia.    
Entramos con Santiago en el salón musical del señor ARILLA, en que los instrumentos musicales nos emocionaban, pero no pudimos ver ni oír a esa trompetilla de sonidos no tan altos y nobles como los del violín o el piano, pero que conmovían mi sensibilidad. No vi ninguna trompetilla de sonidos bellos, porque era la encargada de hacerme oír los sonidos que se producían en aquellos pueblos, en los corderos y en los jabalíes. Le pregunté al caballero todavía joven sobre ese primitivo instrumento, cuyos sonidos emocionaban a mi corazón y a este  señor  le saltaron sonrisas, que le hacían recordar el uso de una trompetilla de la que guardaba un recuerdo juvenil de cuando en su juventud, para las fiestas de San Fermín, que producía alegría en los que la escuchaban. En cambio, en mi compañero y en mí mismo aquella ausencia de la trompetilla, nos dejó entristecidos.        
Aquel señor no vendía hacía ya varios años trompetillas de las que yo buscaba, pero tenía en su cerebro el recuerdo de una, que para las Fiestas de San Fermín se la llevaba a la calle, vestido con su camisa y su pantalón blancos, y la hacía sonar, alegrando su corazón, pero ahora ,este comprador deseando conservar esa ”trompetilla”, no podía comprarla, porque ya habían variado las costumbres.
Nos quedamos el vendedor, señor Arilla, mi amigo Santiago y yo mismo, contándonos aventuras antiguas de las “tropetillas” y de los toros. Nos despedimos con tristeza por el pequeño fracaso de no poder arreglar la sonora “trompetilla”,que le quería regalar a mi amigo Santiago y nos despedimos amigos, pero tristes.   

martes, 19 de noviembre de 2019

Hispania o Iberia acoge a Cataluña.-


 




Estos dos nombres se usaron para designar a España en aquellos antiguos tiempos, en que en ella vivían los Iberos con sus escritos, con letra original, que adornaban las monedas con rostros elegantes. Un escritor romano, llamado Ennio, que vivió entre los años 239 y 169, antes de Cristo, usaba el nombre de Hispania y el de Iberia en su Historia Romana. Estrabón  en  su  Geografía dice que en el siglo I, se usaban indistintamente ambas palabras, que tienen el mismo significado, los nombres de Iberia e Hispania.
Siempre fue la Península Ibérica apetecida por pueblos extranjeros, como los cartagineses, que en escasos años fueron expulsados al acabar el siglo III a.C. Pero a Roma le costó casi doscientos años conquistar la Península Ibérica, luchando con valientes   guerreros celtíberos, lusitanos, astures y cántabros. Duraron las crueles luchas entre los habitantes de la Península y de los romanos, unos dos siglos. La derrota fue total, pues las culturas ibéricas fueron casi totalmente exterminadas. Tanto es así que el erudito don Vicencio Juan de Lastanosa (1607-1681), numismático, que reunió una colección de diez mil monedas griegas y romanas, escribió un “MUSEO DE LAS MEDALLAS DECONOCIDAS ESPAÑOLAS EN 1.645”. Pero entonces no se conocía la identidad de aquellas monedas ibéricas. El dominio de la cultura romana duró hasta que llegaron los Bárbaros en el siglo XV. Vicencio Juan de Lastanosa en su colección de antiguas monedas, poseía muchas monedas ibéricas, pero no supo traducir su significado En Cataluña han aparecido multitud de monedas ibéricas y ahora ya no quieren los separatistas catalanes, enterarse de que son monedas íberas, que corrieron por toda la península ibérica. El catalán y el castellano son dos lenguas hermanas o paralelas, como el aragonés o el valenciano, pero cuando se revisan las monedas primitivas de Cataluña, son las mismas que las del resto de España, iguales a las de ARAGÓN y ahora se desprecia el origen común del Catalán y del Castellano. Es cierto que en gran parte de Aragón se persiguió la enseñanza del aragonés y ahora se lamenta este hecho, cuando en el oriente de Aragón, todavía se hablan lenguas hermanas del aragonés con el catalán, como en Tamarite, Fraga, etc.
Después de la invasión árabe, se fueron formando las distintas naciones, que lucharon hasta que bajo los Reyes Católicos, toda España quedó unida. El Reino de Aragón, que luchó unido contra los árabes bajo la dirección de un mismo Rey, estaba formado por Aragón ,Cataluña, Valencia y Baleares. ARAGÓN POSEÍA SALIDA  AL  MAR  MEDITERRÁNEO  por la corriente del río EBRO Y SU GOBIERNO ORIENTADO  EN LA EDAD DEL CONDE DE ARANDA, ESTABA TRABAJANDO POR ESA SALIDA Y ENTRADA  AL MAR MEDITERRÁNEO. El Conde de Aranda, o Don Pedro Pablo Abarca de Bolea nacido en Siétamo 1719 y que murió, acabando con su linaje en Epila en 1798, pero ya  estaba el Conde de Aranda,  viejo para entrar en Guerra con Francia. Por esta oposición a entrar en guerra, asunto distinto del que llenaba su cabeza, que era modernizar la parte inferior del Río Ebro, que hubiese permitido hacer de Aragón una potencia marítima, fue confinado  a  la  Alhambra de Granada, de donde pudo volver, ya viejo a Epila, donde tuvo su Palacio. Sólo le faltaba en su vejez este destierro, para no poder acabar la modernización del río EBRO, pues en su vida se preocupó de la Flota Imperial de ARAGÓN. ”Se hizo anciano para poder conservar la entrada y salida de ARAGÓN por el Mar, y le faltó tiempo para que Aragón tuviera entrada y salida por el MAR MEDITERRANEO”.
El oscense y Jesuita  JOSÉ FERRER BENIMELI, profesor de la Universidad de ZARAGOZA, escribió: “Para fomentar el auge y desarrollo de ARAGÓN, en una nueva carta de 19 de Mayo de 1,777,intenta persuadir que la navegación del Ebro, era necesaria para enriquecer y poblar el Reino de Aragón. Respecto  a la posibilidad de llevar a cabo dicho proyecto, el conde aportó pruebas y a pesar de las presas o “cozudas” de este río apuntando el modo de dejarlas intactas. Más aún, recordó también el Decreto del año 1,704, con el que la Reina Saboyana, como gobernadora durante la ausencia napolitana de Felipe V, AGREGÓ AL REINO DE ARAGÓN LA CIUDAD de TORTOSA y los ALFAQUES,con el fin de que todo el curso del EBRO, llegando a ser manejable, pudiera estar bajo las mismas manos y gobierno. Poco después regalaba ARANDA a la Sociedad Económica, los 25 tomos de los tratados de las ARTES del CANAL de LANGUEDOC  y otros del Reino de Francia”.
“En la villa de Épila, el día nueve de ENERO del año de 1.798, a las cuatro de la tarde murió a la edad de setenta y nueve años, el EXCELENTÍSIMO  SEÑOR DON PEDRO ABARCA DE BOLEA, Ximénez de Urrea. ESTAS NOTAS LAS HE TOMADO DE “El X CONDE DE ARANDA Y ARAGÓN “ escrito por el jesuita y PROFESOR DON JOSÉ ANTONIO FERRER BENIMELI, nacido en HUESCA y PROFESOR DE LA UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA.
“El conde de Aranda tuvo muchas dificultades para convertir el río Ebro en una zona rica en agricultura y en comunicaciones de ARAGÓN CON EL MAR MEDITERRÁNEO que fue el deseo de los aragoneses. En su labor a lo  largo del Ebro, no pudo acabarla, muriendo el día 9 de Enero de 1,798.
A UNOS OCHO AÑOS DE SU MUERTE, SE CREARON LAS REGIONES Y SE VIÓ COMO SE ADJUDICABA A LA REGIÓN CATALANA LA DESEMBOCADURA DEL RÍO EBRO, AL FORMAR UNOS OCHO AÑOS DESPUËS DE SU MUERTE, UN ARAGÖN SIN SALIDA AL MAR MEDITERRÁNEO.”
Ahora LOS MUCHOS ARAGONESES QUE VERANEAN EN LA ANTIGUA DESEMBOCADURA DEL EBRO, ANUNCIAN LA VENTA EN CATALUÑA DE SUS CASAS en aquella ZONA DE ARAGÓN.
¡Cómo nos admira la Hristoria al contemplar a los aragoneses dominando en el amor al Mediterráneo!. Pero al envejecer el Conde de Aranda y debilitarse su fuerza física y su entusiasmo, se empobreció el valor de los aragoneses y pasó gran parte de su población a ser parte de Cataluña.
Aquí se termina el Conde de Aranda y se EMPOBRECE la Historia de Aragón. Su obra por Aragón fue una lucha por darle una salida por el mar Mediterráneo POR EL CAUCE DEL RíO EBRO. Pero la fuerza cada día más débil de su vida, ya envejecida, no pudo llegar a conservar esa unión de Aragón con el Mar, ya que se le acabó su vida en el año MIL SETECIENTOS NOVENTA Y OCHO, a los setenta y nueve años de edad. Fue, sin duda una pena, que  le desapareciera el poder acabar son suerte el trabajo de conservar el río EBRO, ya que a los ocho años de su muerte, se creó en ESPAÑA la división en Regiones y la COMUNICACIÓN CON EL MAR POR EL RÍO EBRO, LE FUE CORTADA A ARAGÓN.
Estos hechos tan olvidados no los puedo olvidar yo, porque el SEÑOR PRESIDENTE DE LA DIPUTACIÖN PROVINCIAL, cuando yo era VICEPRESIDENTE, me dijo que había recibido una comunicación de un habitante del DELTA DEL EBRO, que le pedía una reclamación de    ARAGÓN, es decir la desembocadura del EBRO.
No se puede olvidar la diferencia de opiniones entre el Conde de Aranda y Floridablanca, pues el Conde de Aranda, se enfrentó a la idea de Floridablanca de que la ejecutiva de la Secretaría de Estado, conservara el  dominio sobre la entrada y salida por el río EBRO, en la que tanto trabajó el Conde de Aranda, donde su vejez no le permitió acabar cierto grado de navegabilidad del río Ebro hasta el Mar Meditérraneo.
Pronto se  vio enfrentados al Partido Aragonés, encabezado por el Conde de Aranda cuando Floridablanca, gobernó la Ejecutiva de la Secretaría de Estado, y Aranda defendía el estilo tradicional, que representaban los Consejos. Pronto se vieron enfrentados el PARTIDO ARAGONÉS, encabezado por ARANDA con FLORIDABLANCA, que pretendía desde el año de 1.777 hasta el de 1.792, dar más poder a la MONARQUÍA por medio de los Secretarios de Estado, cuando el ARAGONÉS ARANDA,  defendía el estilo tradicional que representaba a los Consejos.
En aquellos años, caracterizados por ser acompañados de episodios atmosféricos extremos, acompañados por años de hambre y de enfermedades, que hicieron calificar aquel perí2odo de catastrófico. No creo que haya que culpar a Floridablanca de culpable, pues fue un buen agrarista, que actuó como un fisiócrata militante, pero hizo que Aragón abandonara su entrada y salida al Mar Mediterráneo,  
El Conde de Aranda, ya muy viejo, luchó en la Construcción del Canal Imperial de Aragón, y con una voluntad férrea no pudo luchar contra el mal tiempo. Cuando cesó Floridablanca, en 1.792, fue nombrado el citado Conde de una voluntad férrea, pero cerca ya de sus últimos años, que ya no aguantó en el cargo más allá de Noviembre  de ese mismo año.
LE SUSTITUYÓ Manuel Godoy.  Este Godoy ,que gozaba del poder por ser amante de la Reina, “se veía obligado a que Aranda permaneciera en La Alhambra, a Carlos IV pesar del mal efecto que el clima ejercía en su salud”. Ante las noticias del mal clima, “el rey  se decidió a trasladar a Aranda, a San Lucas de Barrameda, con la esperanza de mejorase su salud”.  “EL 25 DE NOVIEMBRE DE 1.794, a las siete de la mañana,DON PEDRO PABLO ABARCA DE BOLEA, dejaba para siempre LA ALHAMBRA” para llegar a ÉPILA , donde morirá en 1.795.
Don  Enrique Martínez Ruiz, escribió: “Hallar un carácter y encontrar una personalidad que no desmiente ni vacila, ni se arrepiente,ni muda, y hallarla en una de las épocas de más confusión, de más contradicciones, de mayor perturbación en los espíritus,es asunto digno de la atención del historiador, sobre todo si en ese hombre se personifican y encarnan las aspiraciones que fueron conquista de las generaciones posteriores:ESTA FIGURA ES LA DEL CONDE DE ARANDA.
“Tal vez puedan resultar discutibles estas palabras. De lo que no cabe duda es que ARANDA se vio perseguido en sus últimos años de su vida por no plegarse a las exigencias de la Corte, dirigida por un “advenedizo”; por mantener irreductiblemente su parecer contrario al del favorito de la Reina; por sacrificar su presencia en la política a unas convicciones que, tildadas de “inconveniencias”, resultaron confirmadas por los hechos. ARANDA, aun a sabiendas de lo que arriesgaba, jugó decidido su  baza que,tras enfrentarle decisivamente con Godoy, le granjea la antipatía de CARLOS  y le convierte en desterrado.
La Alhambra granadina no fue más que una estación en este viaje de desgracia que acabaría, como hemos dicho, en EPILA en 1.795).
Yo, Ignacio Almudévar, nacido en Siétamo en 1,930, he conocido y todavía conservo fotografías del Palacio del Conde de Aranda. Como el Conde de Aranda murió sin sucesión, sus sucesores lo vendieron a mis abuelos y estos hasta mi padre, mantuvieron dicho Palacio, con su belleza y viviendo en él, varias familias. El Doctor Cardús Llanas, investigó su salida secreta, bajo tierra. La Guerra Civil de 1.936 destruyó el Castillo-Palacio y conservo la escritura de venta que mi padre que hizo al Servicio del Trigo y en esa Escritura aparece en sus límites, el Almacén de propiedad de mi padre Manuel, sobre el que autoridades municipales, dicen que a ellos les corresponde su aprovechamiento.
¡ Como autoridades posteriores, quieren que las ruinas de dicho Almacén, no las pierdan, sino que las adopten!.

domingo, 17 de noviembre de 2019

RESUMEN DE CIEN AÑOS DE SOLEDAD.-




Cómo se desenvuelve la historia.
En primer lugar es necesario establecer unas cuantas directrices. Cien años de soledad da saltos hacia adelante y hacia atrás en el tiempo de una manera que te deja la cabeza dando vueltas. De modo que para simplificar las cosas, sintetizaremos los hechos de forma lineal, en lugar de seguir el orden en el que suceden en la novela. Eso sí, asegúrate de ya haber leído el libro de cabo a rabo para que no te destripemos nada.
Empecemos: José Arcadio Buendia y su prima, Úrsula, se enamoran y deciden casarse sin el consentimiento de sus familias. Úrsula está obsesionada con que el incesto no es algo bueno y que la llevará a tener un hijo con cola de cerdo, por lo que no quiere consumar el matrimonio. José Arcadio Buendía gana en una pelea de gallos y el perdedor, Prudencio Aguilar, se burla de él porque su mujer no cumple. Se vuelve loco, mata a Prudencio y después va a casa y se acuesta con su esposa. El fantasma de Prudencio Aguilar empieza a rondar a José Arcadio y a Úrsula hasta que deciden hacer las maletas y fundar un nuevo pueblo, Macondo, con algunos de sus amigos. Su idea es establecerse cerca del mar, pero no logran encontrarlo y con el tiempo dejan de buscar.
José Arcadio Buendía y Úrsula tienen dos hijos, José Arcadio (II) y Aureliano. Al igual que todos los futuros José Arcadios, este también es fuerte y duro, y al igual que todos los futuros Aurelianos, este también es retraído, aficionado a la lectura y clarividente. Prácticamente el único contacto que tiene el pueblo con el mundo exterior se produce a través de un grupo de gitanos itinerantes guiados por Melquíades, quien trae inventos reales y mágicos a Macondo, cosas tales como helados, alfombras voladoras, lupas e imanes. Normalmente, José Arcadio Buendía pretende convertir toda novedad en un arma.
Cansado de estar tan aislado de los avances que trae la modernidad, José Arcadio dirige a un grupo de hombres cuya misión radica en encontrar un camino que lleve al mar y así establecer contacto con el mundo exterior. Sin embargo, se pierden en la jungla, se vuelven un tanto chiflados y al final se dan por vencidos.
Mientras tanto, en el pueblo, José Arcadio (II) se acuesta con Pilar Ternera, la deja embarazada, se pone de los nervios ante la idea de su inminente paternidad, se enamora de una joven gitana y huye con la caravana. En un intento por encontrarlo, Úrsula deja Macondo y vuelve unos cuantos meses más tarde, después de hallar una ruta a otro pueblo y enlazar así a Macondo con el mundo. Nuevas caras empiezan a llegar al pueblo y el gobierno envía a una especie de alcalde, don Apolinar Moscote.
Pilar Ternera entrega su bebé a la familia Buendía. Se llamará Arcadio y crecerá sin saber quiénes son sus padres. También se unirán a la familia Rebeca, una huérfana que llega con una carta para José Arcadio y un talego con los huesos de sus padres, y Amaranta, hija de Úrsula y José Arcadio. Aureliano se enamora de Remedios, la hermosa hija de nueve años de don Apolinar.
De repente, una plaga asola al pueblo. Los síntomas principales son el insomnio y una pérdida total de la memoria. Al principio, José Arcadio y Aureliano intentan hacer frente a la enfermedad etiquetando todos los objetos con su nombre, y después crean una máquina de recuerdos, pero no sirve de nada. Al final, son rescatados por Melquíades, quien posee una poción que permite restablecer la memoria. Este afirma haber regresado de entre los muertos, se encierra en un cuarto de la casa para escribir manuscritos en un código secreto y enseña a Aureliano el arte de la orfebrería.
Otro recuerdo que aparece tras la plaga es el fantasma de Prudencio Aguilar, que se pasó años buscando a José Arcadio. Cuando lo encuentra pasa una larga noche con él y, al día siguiente, el patriarca se vuelve completamente loco. La familia lo ata a un árbol del patio trasero, donde parece feliz mientras habla en un idioma que nadie es capaz de entender.
Entretanto, a Aureliano lo atormentan sus sentimientos por la pequeña Remedios y se acuesta con Pilar Ternera para curarse las penas. Sin embargo, el truco no funciona y acaba dejándola embarazada, pero ella accede a ayudarlo a planear el enlace. Por fin, cuando a Remedios le baja la regla, ella y Aureliano se casan y él se siente inmensamente feliz por primera vez en su vida.
Úrsula decide animar la casa y organiza una fiesta. Uno de los preparativos consiste en comprar una pianola, que viene con un técnico llamado Pietro Crespi. Tanto Rebeca como Amaranta se enamoran de él, lo que las convierte en rivales de por vida. Pietro prefiere a Rebeca y se comprometen, mientras que Amaranta trama formas de evitar la boda. Cuando están a punto de casarse, Amaranta decide matar a Rebeca, pero reza para que ocurra otra cosa y no tener que llevar a cabo su plan. ¿Y qué es lo que ocurre? Que Remedios muere por una serie de complicaciones durante el embarazo.
José Arcadio (II) reaparece de repente, corpulento, tatuado y salvaje. Todo este tiempo se dedicó a navegar los mares. Cuando regresa al pueblo, la química surge instantáneamente entre él y Rebeca y se casan a pesar de que a todo el mundo le repugna el hecho de que sea casi incesto. Pietro Crespi se enamora ahora de Amaranta, pero ella lo rechaza y él acaba suicidándose.
Tras la muerte de Remedios, Aureliano se acerca cada vez más a la política. Al principio está de lado de su suegro, el alcalde de tinte conservador don Apolinar, pero cuando ve lo corrupto que es el gobierno derechista, decide unirse a los liberales. Resultan ser mejores, así que Aureliano empieza a llamarse a sí mismo coronel Aureliano Buendía y se convierte en líder durante la guerra civil entre los liberales y los conservadores. El coronel pierde todas las rebeliones que inicia por el país, pero siempre logra burlar a la muerte tras una serie de avisos e intentos de asesinato. Además, durante sus viajes, muchas mujeres hermosas entran en su tienda de campaña para pasar la noche con él, al parecer es lo que se hacía en aquella época, como en tiempos de los gladiadores. Acaba teniendo 17 hijos y todos reciben el nombre de Aureliano. Al final, es capturado y llevado frente a un pelotón de fusilamiento, pero su hermano José Arcadio (II) lo rescata.
Las guerras civiles son interminables e implacables. De vuelta en el pueblo, Arcadio, el hijo secreto de José Arcadio (II), se casa con Santa Sofía de la Piedad. Durante su embarazo, el coronel Aureliano Buendía pone a Arcadio al mando de Macondo. Resulta ser un tirano que busca vengarse por las humillaciones sufridas durante su niñez, y termina siendo ejecutado por un pelotón de fusilamiento. Él y Sofía tienen tres hijos: Remedios y los gemelos Aureliano Segundo y José Arcadio Segundo.
Cuando la guerra civil llega a su fin, el coronel Aureliano Buendía es obligado a firmar un acuerdo de paz desalentador, por lo que su depresión y sus ganas de estar solo se vuelven extremas. Regresa a casa y pasa el resto de sus días haciendo pescaditos de oro, derritiéndolos y dándoles forma de nuevo.
Pero bueno, la vida sigue, esta vez en forma de americanos y una plantación de bananas. Al principio, todos están contentos con la compañía, pero con el tiempo los trabajadores empiezan a quejarse de sus horribles condiciones laborales y se alzan en huelga. La multinacional finge convocar una reunión para llegar a un acuerdo, pero en lugar de eso, reúne a los 3,000 trabajadores en una plaza y les dispara con ametralladoras.
José Arcadio Segundo, que era un capataz en la plantación y uno de los líderes de la huelga, es uno de los pocos supervivientes. Cuando vuelve en sí después de la masacre, se encuentra en un tren lleno de cadáveres cuyo destino no es otro que el mar. Logra escapar por los pelos y cuando regresa a Macondo nadie tiene constancia de la matanza. Durante el resto de la novela, todos los habitantes del pueblo aceptan como buena la versión de los hechos transmitida por el gobierno, según el cual, la huelga terminó de forma pacífica y los trabajadores volvieron a sus hogares. Finalmente, la compañía bananera se marcha y la plantación cierra.
Mientras todo eso tiene lugar, Aureliano Segundo se enamora de Petra Cotes, pero termina casándose con una mujer superestricta, superreligiosa y algo loca llamada Fernanda. Después de la boda, divide su tiempo entre ambas mujeres. Mientras está con Petra Cotes, su ganado se reproduce descontroladamente y se hace extremadamente rico. Con Fernanda tiene una hija, Meme, y un hijo, José Arcadio (III).
Meme se enamora de un mecánico llamado Mauricio Babilonia. Fernanda los descubre, ordena matar a Mauricio por ladrón y envía a Meme a un convento. Un año después, una religiosa viene a Macondo con Aureliano (II), el hijo de Meme, quien se convierte en una persona non grata en la casa y es criado en semicautiverio mientras juega con Fernanda y la última hija de Aureliano Segundo, Amaranta Úrsula, sin saber que pertenece a la familia Buendía.
Después empieza a llover. Llueve durante casi cinco años sin parar. La mayor parte del pueblo está completamente destrozado, podrido y arrasado. Úrsula, la última de la primera generación de Buendías, muere. Todos los que están vivos comienzan a morir. Amaranta Úrsula se marcha a Bélgica y con el tiempo Aureliano (II) se queda solo en la casa. José Arcadio (III) regresa y comienza a llevar un estilo de vida desenfrenado con algunos de los muchachos locales, que acaban matándolo por su dinero. Después Amaranta Úrsula vuelve con su marido, un piloto flamenco. Tras un tiempo, ella y Aureliano (II) acaban teniendo una aventura y el marido se va. Conforme su amor crece, la casa y el pueblo se van hundiendo cada vez más en la nada más absoluta.
Amaranta Úrsula se queda embarazada y ni ella ni Aureliano (II) saben que en realidad son tía y sobrino. Ella muere durante el parto, después de dar a luz a un bebé con cola de cerdo, tal y como Úrsula había pronosticado en su momento, cerrando así el círculo de la historia. Completamente desolado, Aureliano (II) bebe hasta emborracharse. Cuando se acuerda del bebé, al pequeño Aureliano (III) ya se lo comieron las hormigas.

Aureliano (II) enloquece, pero ya no hay nada que pueda hacer excepto traducir los pergaminos escritos por Melquíades, que resultan contener toda la historia de la familia Buendía, desde el patriarca atado a un árbol hasta el bebé devorado por las hormigas. Al terminar de leer la historia, Aureliano (II), la casa y el resto del pueblo son arrasados por un huracán. Todo desaparece de la memoria, la historia y la existencia.

¡Mambrú se fue a la Guerra!, y siempre tendremos más guerras.

    Yo nací antes de la Guerra Civil, y tal vez los niños de Siétamo, tuviésemos un aviso profético  de que no faltarían nunca guerras en ...