viernes, 30 de abril de 2021

A Hermana Candelaria.-

 

                                     

Toca antigua de monja.
               

A hermana Candelaria ha veyito a luz adrento dó mes en que se celebra a fiesta d´a Candelera. Cuan plegaba ista , a os ninos ,nos feba ilusión de recibir una candeleta (una pequeña vela) n’a ilesia d’o lugar, y dimpués de bendita le pretabanos fuego y aparixeba como un echercito de lumbretas "lucecitas", parellano a o que formau por estrelas , alumbra as nueys d´agosto. ¡Cuantas de vegatas las e güellau dende a galería d’o Coso Alto, uey Colegio de Santa Ana!.

Añadida de zaga (detrás) d’atra, ¿cuántas de candeletas pasarban por as mans d’a chirmana Candelaria?. Pero a parti  d’as candeletas feitas de fer chustizia d’as abellas, atrás lumbres tos os diyas dá suya vida, feban lumbretas que no enluzernan pero que alumbran as almas. Cuan a Chustizia  plegue ta o Mundo, a Caridá, de que yera Hermana a difunta, estará precisa, y más mientres  que recorremos a larga endrezera que nos separa de dita Chustizia.

Yo no tenié conozenzia con era, pero dende un diya que la bié y la sintié n’o vestibulo  d’o Colegio, paré cuenta d’o suyo sentíu de l’umor. Cuan as atrás chirmanas, por ixo d’o achiornamiento, mudón d’abitos, era portaba ra viella toca d’a suya Comunidá. As atrás chirmanas, más  chobenas, li fazieron en tono alegre una alusión a ra suya ropa y era, gronxiándo-se, les dizié : “busatras séz chirmanas de San  Chuaquín, yo agún soi Chirmana de Santa Ana”. Yo no podié menos qu’árregui-me, tornando a cara, pa que no creyesen qu’en teneba poco de rispeto. L´abito  no fa a o monche; se pue estar güeno con abito  u sin er, pero prexino a ra Chirmana Candelaria n’o cielo con a suya toca.

San Chuaquín l’abrá perdonau y s’arreguirá con Santa Ana y con a Chirmana Candelaria.

jueves, 29 de abril de 2021

La eurogitana

 


Ay, Remedios!, te quisieron remediar de tu condición de pobre, pero no se dieron cuenta que tus lamentos gitanos no calarían profundo los corazones de Europa.No estaban en el Jurado los zíngaros yugoslavos ni los zíngaros de Hungría, tampoco los británicos, conocidos como “gypsis”.
Aunque abalan lenguas distintas,sin entenderte la letra, hubiesen vibrado todos al escuchar tus lamentos,tus quejidos ancestrales,que vienen de antiguos tiempos. ¡Qué sola que te dejaron con tu barquilla de remos, te dejaron “desvelada y entre las olas” tan sola!, descalza y con sayas largasen tierra de minifaldas, con tu piel de bronce viejo en tierras de pieles blancas.
¡ Ay minorías gitanas, de siempre tan oprimidas por los caminos de Europa!, por lo menos en España enviándote a Baviera, te han dado oportunidad de dejar oír la voz de las gentes de color!.
Con el cero que te dieron demostraron, que siguen sin escucharos, pero algún día tu cante resonará por Europa y en los tablados flamencos las gentes de pelo rubio seguirán tus movimientos, que llevan impresos dentro de tu sangre y de tus genes e imitarán torpemente tu ritmo vertiginoso.
¡Ay la Remedios Amaya, no te puedo remediar del mal que te están causando, pero te escribo estas líneas por si puedo “remediarte” un poco tus sufrimientos!.

miércoles, 28 de abril de 2021

Antonio Bueno, creador de cuchillos y navajas.-

                   



Hace tiempo que conozco a Antonio Bueno, cuyo apellido ha corrido España desde Navarra hasta Andalucía y las Islas Canarias y también se asentó en Aragón. Muchos fueron los navarros que, al echar de España a los moros, colonizaron los pueblos por ellos abandonados, Por ejemplo, en la provincia de Zaragoza  y comarca de Daroca, se encuentra Herrera de los Navarros y Villar también de los Navarros. Y de un punto de Aragón, el pueblo de Nuévalos, donde se encuentra el Monasterio de Piedra, salió su padre, cuyos antepasados habían bajado de Navarra, como emigrante de la tierra de Nuévalos  hacia Salou, donde trabajó como peón en la construcción de pisos y de chalets, para explotar el turismo. Nuévalos, se encuentra a veinticuatro kilómetros de Calatayud, a 724 metros de altura en medio de aquellas Sierras Ibéricas, y allí confluyen los ríos Piedra y Ortiz. Pero la altura de aquellas tierras “royas”, las hace frías y sin embargo se ven carrascales, árboles de color oscuro y triste. Pero en el Término Municipal de Nuévalos, se encuentra uno con unos lugares naturales impresionantes, el Monasterio de Piedra, que da la impresión de un oasis en medio de aquellas Sierras tan austeras. Este Monasterio de Piedra es de un románico impresionante, con sus bóvedas caídas por los suelos, debido a la Desamortización de Mendizabal, pero que tiene algunos rasgos mudéjares. No sólo tiene rasgos morunos el templo del Monasterio,  sino la tierra, que aquellos moros regaron con el agua de los ríos. En Nuévalos nació el padre de Antonio, que tenía una sangre ibérica, pero también  celtica, visigótica e incluso moruna, igual que el Monasterio conserva rasgos mudéjares. Estamos en España y los navarros Bueno, bajaron a Aragón,  a Andalucía, a las Islas Canarias y muchos están en las Américas. Cerca de Nuévalos, como he dicho,  se encuentran tres pueblos que se llaman de los Navarros, como Herrera y Villar.

En los alrededores del Monasterio, rodeado de murallas, brotan las aguas abundantes,  que circulan por los alrededores, formando cascadas que se precipitan, que se lanzan desde las cumbres y se pueden observar en medio de su caída, porque los visitantes pasan por caminos, creados por los organizadores del Monasterio y que unas veces están descubiertos y otras por pasajes cubiertos, con escaleras y otras por cuevas escavadas en la roca.  La catarata de la Cola del Caballo es la más alta de España. Abundan en aquellos parajes los árboles y allí se cuidan aves de rapiña, que cuando una joven las llama con sonidos a través del horizonte, se ven llegar a una plaza, en cuyos alrededores han instalado una fila de bancos para que los observadores contemplen  cómodamente,  como consumen los alimentos, que la chica les proporciona. Pero además hay piscifactorías en las que se crían truchas asalmonadas, que se encuentran rodeadas de árboles y una detrás de otra. Se pueden observar también las lluvias de estrellas en el cielo, que al contemplarlas  da la impresión de encontrarse en un lugar paradisiaco. Fue el Monasterio fundado en 1194 por trece monjes cistercienses,  procedentes de Monasterio de Poblet.

En el Parque que constituye el Monasterio de Piedra, trabajaron los íberos, los celtíberos y los hombres religiosos, unos discípulos de Mahoma y otros monjes cistercienses. Pero Mendizábal, con una revolución ciega, fue la causa de la destrucción total de monasterios como el de Montearagón, casi total del Monasterio de San Juan de la Peña  y del desplome de las bóvedas de la iglesia románica del Monasterio de Piedra. Se pudo hacer una desamortización pero no tan radical y no pensando tanto en destruir, sino en crear cultura entre los jóvenes, como decía José María Llanas Aguilaniedo. Con una revolución cultural se hubieran evitado las Guerras civiles, que mataron a muchos españoles y destruyeron edificios religiosos como el Monasterio de Piedra.

El padre de Antonio Bueno se llamaba Manolo y tenía poca cultura recibida del Estado, pero en Nuévalos, en aquellos viejos tiempos admiraba y reverenciaba estos pasajes del Monasterio  y aunque no sabía más que leer, su cerebro y su corazón, se acercaban al Creador, mirando los campanarios de la iglesia, las corrientes de agua y los vuelos serenos de las águilas. Aquel espacio monástico es como un oasis en medio de esas zonas de altura elevadas, en las que el frío combate a sus habitantes, es una tierra “roya”, seca y casi se va despoblando. Manolo habitante de estas tierras, emigró acompañado por su esposa a Salou, trabajando como peón de albañil en la construcción. Allí se enteró de que en Aragón, se estaban estableciendo pueblos de regadío y él enseguida se apuntó para ir a Valfonda de Santa Ana. En dicho lugar nació Antonio y tuvo como maestra a doña Mary Bercero,  guardándose mutuamente un grato recuerdo. Allí aprendió las letras, pero nunca olvidó su afición a los trabajos manuales, como la de crear cucharas y tenedores de madera, que servían para alimentar los cuerpos de los humanos y el cerebro y las ideas de Antonio. Pero pronto tuvo la necesidad de fabricarlas con madera de boj, que les confiere dureza, elegancia  y trabajo noble. Se parece Antonio a su padre Manuel, porque así como éste se acordó en Salou de la tierra de Nuévalos,  que le hizo emigrar a Valfonda de Santa Ana, Antonio desarrolló su imaginación por medio de la talla de cucharas y tenedores de boj. Las cucharas las empezó a fabricar por una apuesta de una amiga, pero la misma muchacha, al ver su habilidad, le dijo si sería capaz de hacerle un huso para trabajar en un telar o para tejer simplemente al estilo antiguo. Antonio le hizo el huso, la torcedera y poco a poco, empezó a crear paletas para abrir sobres, sin olvidar nunca las cucharas y tenedores, con los que además de nutrir a los demás, él alimentaba su imaginación.

Otro amigo le preguntó si sabía fabricar cuchillos y navajas. Antonio ante tal pregunta se quedó al principio,  como pasmado, pero luego pensó en las fraguas y en la metalurgia. Partió de cero en su carrera de cuchillos y navajas, porque no sabía nada sobre el manejo del acero.

Ahora te enseña filos de cuchillos y de navajas, con sus extremos que ha de poner dentro de sus mangos y en otros casos ha de lucirlos con una cómoda y bella envoltura. Conoce a los fabricantes de Albacete y es requerido por asturianos para que le hagan modelos, aquí desconocidos.  

Todo un mundo vive con los cuchillos y navajas, siempre con ideas pacíficas y utilitarias, pero siempre estéticas. Se acuerda de los cazadores, de los hortelanos, de los podadores, de los cocineros, de las señoras que preparan la comida a su familia, de los carniceros, charcuteros,  matarifes .También de los afiladores, que tanto pasaban por nuestros pueblos y ahora también pasan con su silbato y su  mobilette.

Antonio, eres un hombre feliz, envuelto en los problemas técnicos y estéticos, que algunos destrozaron con sus leyes físicas, pero que tú estás introduciendo de nuevo en los corazones y cerebros de la humanidad actual.


martes, 27 de abril de 2021

Rebrota en el mundo la Peste Negra.-

 

   


¡Cuantas pestes ha sufrido la Humanidad, a las cuales, han llamado Peste Negra!. Un equipo de investigadores ha extraído el genoma  de  la  peste  bubónica de cuatro cadáveres muertos por el año de 1.348. Estos sabios permitieron obtener el genoma de un patógeno, que hizo morir a unos 30 millones de personas. ¡Cuantas pestes han atacado a la humanidad y escasamente nos han informado a los humanos de las miserias y de las muertes que atacaron a la humanidad!. No es preciso narrar las luchas guerreras que se cruzaron entre los hombres ni siquiera las epidemias patológicas, que acabaron la población en varios lugares del Mundo, porque así no se acuerdan de los dolores que tuvieron que sufrir. Pero la Historia Universal, cuando a los humanos que quedamos por el Mundo, nos recuerda, hechos de enfermedad y de muerte, que pasaron por el Mundo, como los que están ocurriendo en estos momentos del actual año de 2.020. Se conoce el nombre que  causa  la “Peste” actual, como  el “Coronavirus”, causante de la muerte de un tercio de la población de Europa.
¿El cambio de clima que cada día parece que se van los  hielos de los Polos Norte y Sur, tiene algo que ver con esta enfermedad, que se declarado en gran parte del Mundo?, como si el cambio de temperaturas en el Mundo, ha podido ser la causa de la agresividad de la “Coronavirus”.
Mi padre, Manuel Almudévar Casaus nació al fin del siglo XIX y murió a los ochenta y ocho años de edad en el pasado siglo XX y todavía recuerdo los relatos que me contó, sobre aquella Pandemia de gripe de 1.918, también conocida como la “gran pandemia de la gripe o la gripe española”. Dejo esta universal infección una gravedad enorme, y sin embargo si no por mi padre, todavía no me hubiera enterado de ella. Mi padre no pudo olvidarse de esta  destructora y siempre nos la contó a sus hijos. Él todavía estaba soltero y fue afectado por aquella “gripe de 1.918”. Una vez habiéndose encontrado sano, se unió al Practicante Señor Jorge y se lanzo a combatir aquella enfermedad que amenazaba a los habitantes del pueblo de Siétamo. Iban a visitar a todos los  enfermos  del citado pueblo y les proporcionaban alimentos, consiguiendo de esta forma, que no hubiese ningún muerto por aquella Pandemia.   Pero no fue la última peste que llegó a Siétamo, porque ahora el año de 2.020, se está ensayando con el MUNDO, otra gripe, que ha cerrado las puertas de los domicilios a sus habitantes.

La tradición tiene sus argumentos entre Siétamo y Liesa. Hoy estos dos pueblos están unidos por más modernas carreteras, porque antes estaban unidos por caminos, por los que en ocasiones de lluvia es difícil de pasar. Iba desde Huesca hasta Alquézar un camino y a partir de Siétamo, se llegaba, pasando por el río Guatizalema. Yo pasaba muy poco por él, pero me acuerdo de su aspecto, al salir del Monte de Siétamo, de  espacios muy rústicos y rocosos. Por el Norte se contemplaba la Sierra de Guara, con terrenos  desnivelados con rocas y entre ellas nacían múltiples carrascas. Por el Norte además de contemplar la plenitud de la altura de la Sierra, a veces se divisaba algún pueblo como Castejón y de Arbaniés. Cuando salía de ese terreno quebrado, estaba entrando en los campos cultivados de Liesa. Tenía aquel terreno el aspecto de “BARRANCO MUERTO”  como tiene por nombre ese terreno, que le pusieron ese triste nombre, en el que echaron los cadáveres de una peste negra. Eligieron los sietamenses  ese terreno solitario, entre Siétamo y Liesa. Yo cuando pasaba por ese espacio de monte que se desprende la Sierra de Guara, procuraba ver algún triste cementerio que me hiciera recordar la tristeza de aquellos niños, hombres y mujeres, pero sólo recordaba una soledad de nuestros antepasados difuntos, de los que creo que el Señor, se sigue recordando.
Pero posteriormente al despojo de los difuntos de la  anterior  gripe, que acabo de situar en el Camino que va desde Siétamo a Liesa, como la llamaron en toda Europa, que la puso de luto a toda ella, llegó la Gripe de 1918, gripe española
Las muertes en el Mundo fueron incontables, pero España no se pudo escapar de que se le diera el papel de origen de la  gripe de 1918.
Cuando llegó la pandemia mundial de 1918, conocida con el nombre de  Gripe Española, se utilizaron cantidad de remedios: unos practicaron el arte de sangrar a los pacientes, otros aplicaban oxígeno. Fueron muchos más los remedios  utilizados , pero hubo un remedio terapéutico que demostró algún éxito: la transfusión de sangre de pacientes recuperados a nuevas víctimas.
 Yo cuando pasaba por “Barranco Muerto”, soñaba con la muerte, pero no podía salir de esa zona y me encontraba en la soledad, aquella en que se quedaron los antiguos vecinos de Siétamo, de los que nadie se acuerda. Aquel camino, que en viejos tiempos fue el paso por el que se pasaba desde Huesca a Alquézar, era muy utilizado por caminantes, que tenían en Siétamo la “CASETA De LOS POBRES” e iban a Alquézar pasando por Liesa y la Ermita de este pueblo, para seguir camino hasta el hermoso pueblo de Alquézar. Ahora ya no pasa nadie por él y por “BARRANCO MUERTO”. Van ahora por la carretera N-240 y suben por ibieca a Alquézar. Por aquella comarca, donde se encuentran la iglesia del viejo   el abandonado Monasterio de CASBAS, ya casi ni queda vida, pero el Pueblo de Alquézar, se ha convertido en un lugar de peregrinación, con su elevado Monasterio, su iglesia más abajo y la belleza de su comarca. Allí, en aquel paisaje de una belleza montañesa, dirige las oraciones del pueblo el Cura, nacido  en Siétamo, CABRERO.  En aquella iglesia elevada, se venera  al Señor, que ha creado esa zona tan maravillosa por su belleza.
Pero el camino desde Siétamo hasta Liesa, en estos momentos, me acuerdo de él, porque esconde debajo de tierra a tantos vecinos de Siétamo, olvidados, y que ya no podemos saber nada de sus vidas.

lunes, 26 de abril de 2021

Antonio Bescós o Trabuco, en la peregrinación a Roma


Cardenal Javierre


Hay muchas clases de ministros, aparte de los que forman el Gobierno de un país; tenemos sin ir más lejos a los sacristanes, que son ministros destinados en las iglesias para ayudar al cura en el servicio del altar y cuidar los ornamentos de la iglesia y sacristía.En el escalafón de las dignidades eclesiásticas se puede ascender desde acólito, monaguillo o escolano hasta la de Sumo Pontífice, pasando, no necesariamente por sacristán. Estos días encontré una  fotografía de mil novecientos treinta y cuatro, en la que aparecía el Maestro de mi pueblo, Don José Bispe, rodeado de todos sus alumnos. Don José era republicano, católico y sentimental y dejó en mí, un grato y profundo recuerdo. Su apellido quiere decir, traducido de la “fabla” aragonesa al castellano, obispo y entre los alumnos allí fotografiados hay uno que ha llegado a ser Arzobispo de Meta, con residencia en Roma; se trata de Don Antonio Javierre;  otro se quedó solamente en sacristán  y es Antonio Bescós. No está muy conforme mi amigo con haberse quedado en sacristán, pues por Radio Huesca declaró, que si no hubiera tenido necesidad, a los diez años de salir de su casa a servir de “chulo” a casa Ciria  de Arbaniés, hubiera llegado a ser Secretario del Vaticano. Se ve que es una vocación frustada; ayudó a misa en Siétamo con el entonces Anoñito Javierre y en Huesca también tuvo participación en diversas procesiones, entre otras la de San Lorenzo, en que portaba un farol a un lado de la Cruz Procesional, llevando el otro farol el famoso “Caragüey”, que al oírse insultado, contestaba con palabras de ningún modo litúrgicas. Cuando se encontraba en el lecho de muerte lo llamaban por su propio nombre y exclamaba el pobre:  ¡qué malo debo estar, cuando ya no me llama nadie “Caragüey”!.A Antonio por mal nombre, lo llaman “Trabuco”; observen que poco respeto demuestra la gente, llamando así a un ministro que está al servicio de la sacristía. De la misma forma que a un santo le sientan mal dos pitolas, a Antonio le sienta mal ese apodo. Aunque San Pablo dice que el que sirva al altar, viva del altar, hoy se ganan la vida en otros trabajos hasta los sacerdotes; calculen lo que habrán tenido que trabajar los sacristanes, sobre todo los de las parroquias pobres. Antonio iba a Huesca en bicicleta a su tarea de peón de albañil, pero de paso ejercía de recadedo y quizá por sus condiciones de sacristán, no admitía encargos poco decentes, atentatorios contra la natalidad. Entonces yo vivía en Siétamo y al encargarle cierto día un bote de leche condensada, no me lo quiso traer. Yo no debía de ser muy sagrado, porque a él le atraía todo lo relacionado con las cosas sagradas. Le atraía, incluso la predicación y a este respecto cuentan que, cuando trabajaba en la restauración de la iglesia de Siétamo, se subió al púlpito y comenzó a predicar a sus otros compañeros de trabajo; en estas estaba cuando, llegó el cura de forres de Montes, que lo apeó rápidamente de tan alta tribuna. No cesó en su vocación sagrada, a pesar del incidente y a pesar de que el mosen  le quiso cobrar un duro por el entierro de su padre; él había colaborado gratis en todos los entierros del pueblo, recordando a todos los difuntos de la parroquia, que a su vez, desde allá arriba, se acuerdan de él. El Señor se complace con los humildes y algo ha sucedido que ha venido a compensarle de su frustrada vocación. Los danzantes de Huesca han ido a Roma y si él no hubiera podido acompañarlos, seguro que revienta, pero su esposa, la señora María muy comprensiva, le ha permitido viajar a la Sede de la Cristiandad. Quería visitar la tumba de San Lorenzo, a quien en Huesca había acompañado procesionalmente y quería saludar a su compañero de escuela, Monseñor Javierre; allá fue y al encontrarse ante él , dijo: ”Monseñor,delante de Vuecencia, se encuentra, aunque sin arqueta (supongo se referiría a la naveta del incienso) ni incensario, el sacristán  de la parroquia donde fue bautizado. Depués se rompió el protocolo y abrazándo al Arzobispo, le entregó la vieja fotografía que he citado  y dos cajas de castañas de mazapán de casa Vilas, una para Su Santidad y otra para él. Dicen que por Roma se desenvolvió con soltura y no sólo por Roma, pues en Milán cuando un grupo de oscenses llegaron a lo alto de la torre de la catedral, con el aliento subido, se encontraron tan fresco a Antonio Bescós. ¿Cómo has subido?, le preguntaron, a lo que él, les contestó: ¡por el ascensor!. Esta anécdota me recuerda la del oscense Mur, hombre muy prudente, al que sus padres,  siendo niño, consideraban demasiado tímido. Lo llevaron en tren a Zaragoza  y allí lo abandonaron, a ver si se despabilaba. Cuando volvieron a casa, el niño les abrió la puerta y todos extrañados le preguntaron: ¿cómo has venido?, y respondió con sencillez, es que he cogido un taxi. Antonio ha vuelto de Roma, feliz, transfigurado, y me ha traído unas letras de la poetisa oscense Teresa Ramón, cuyos versos sobre el viaje; los esperaba con deseo, como deben esperarlos otros muchos oscenses. Le han asegurado a Antonio que las castañas llegarán a manos del Papa y que le mandará unas letras, pero lo más gordo viene ahora, y es que ha demostrado un celo podo común como sacristán; no se ha limitado a conservar los ornamentos sagrados, sino que pronto vamos a ver enriquecida nuestra sacristía con una casulla roja, que están bordando unas monjas romanas, regaladas por Monseñor, para la parroquia en que conoció a María Auxiliadora. Y aquí nos tienen a los feligreses de la parroquia de Siétamo, esperando la casulla roja, como al Santo Advenimiento y es que Trabuco es una “estraleta de mano”.

Binéfar (Pregones y pregoneros) jueves 12 de marzo de 2009

 



Pregonar, Señoras y Señores, es publicar, hacer notorio en voz alta, algo para que todos tengan noticia de ese algo. Para tal menester, estaban los pregoneros y todavía están, sin ir más lejos, en varios pueblos del Somontano, donde después de hacer sonar estridentemente el cuerno de latón, por orden del Señor Alcalde, se hacen saber, unas veces noticias malas como cuando anuncian que ha llegado “ o contrebucionero” y otras veces se hacen saber buenas nuevas, como cuando en verano anuncian la venta de “malacatones” del Cinca o en invierno la de sardineta fresca. Esta, en Santurce, según se oye en la canción, la anuncia una hermosa mujer con la falda remangada y luciendo la pantorrilla, en tanto que en otros pueblos, el pregonero lleva un mostacho como un gendarme y una barba como Matusalén.

Iglesia de San Pedro Apóstol de Binefar.

Hoy día se va substituyendo a los pregoneros por altavoces, que se colocan en las torres de las iglesias o en los balcones de los Ayuntamientos.
Pero la palabra pregonero tiene un significado más amplio, pues dicho señor puede también hablar elogiosamente en público, ya de una persona, ya de una ciudad, haciendo resaltar sus buenas prendas, celebrar sus hazañas, incluso cantándolas en verso y profetizando su futuro.
De este mi intento de clarificación de la palabra pregonero, me puedo introducir en pregonar las “las buenas prendas y celebrar las hazañas”, que se han producido en Binéfar, a lo largo de los siglos.
No es extraña la palabra pregonero para los binefarenses, porque ya hace siglos que en Binéfar existían unos pregoneros, que cobraban medio maravedí por cada mil del valor de la mercancía que anunciaban y otros a los que llamaban heraldos, que bien ataviados sobre sus caballos enjaezados, anunciaban la presencia de los magnates, después de hacer sonar su larga trompeta de la que colgaba un gallardete de múltiples colores.
Eran esos heraldos, para mí al menos, más elegantes que los que ahora anuncian a “os mainates” con bocinas o por medio de sirenas.
A un pregonero de esos que cobraba el maravedí, le ocurrió subir la tarifa por su cuenta y lo degradaron a verdugo; de aquí viene el refrán que dice: ¡Como subo, subo de pregonero a verdugo!, con el que daba a entender su lamentación , aquel que venía a menos.
El pregonero de la larga trompeta, al que llamaban heraldo, caballero en su caballo, tiene su réplica hoy día en el caballero de a pie de larga lengua al que sus vecino conocen por la gaceta, de donde viene el dicho de mientes más que la gaceta.
Hay que hacer un pregón que sea como un canto a Binéfar, a sus mairalesas y a sus fiestas. Para ello debían haber buscado un hombre como Ramón J.Sender, pero está muerto y por tanto habrá que emularlo en su aragonesismo.
Hay quien dice y sus motivos tendrá, al no haber encontrado documentos que enrolen a Binéfar en nuestras gestas, que vuestra villa no tiene historia. Yo, en cambio como vuestro pregonero afirmo que así como Sender se proclamaba con orgullo, ilergete, es decir un ibero de la tribu que ocupaba su espacio desde Lérida hasta Huesca. Binéfar puede proclamarse de la misma condición, pero ¡con escrituras!.¿Qué escrituras son esas?. Son escrituras en piedra escrita con caracteres ibéricos. Para saberlo basta mirar en la Enciclopedia Aragonesa la palabra que da nombre a vuestro pueblo y hallareis un apartado que habla del monumento de Binéfar. Se halla depositado en el museo de Huesca y data de mediados del siglo II antes de Jesucristo. El frente ofrece en la parte superior el típico escudo de los iberos (caetra) y la lanza y en el inferior figuras de cadáveres mutilados a los que devora un ave mitológica(el grifo) que llevaría, según sus creencias, las almas a la morada de los difuntos. Hay además una “espléndida inscripción en caracteres ibéricos, que como he dicho antes, testimonian la antigüedad de vuestra historia. El monumento se erigió en honor del dios de la guerra de los iberos: Neitin, equivalente a Marte.
No sé si Sender tendría conocimiento de lo dicho, pero creo que si lo hubiera sabido, hubiera escrito sobre ello, pues en alguna de sus obras habla de dioses griegos en nuestro Pirineo. Hay en el monumento manos cortadas que representan trofeos de guerra.
La historia no consiste solamente en el relato de los hechos de un pueblo, sino que este pueblo puede hacer su historia. Aquellos antiguos aragoneses decían: Non descendemos de reyes,  reyes descenden de nos.
Binéfar tiene su antigüedad escriturada en piedra, pero es que cuando nació Sender en 1901, tenía unos 1500 habitantes y en 1978 más de 7000. Binéfar está creando su propia historia, porque si miran las estadísticas ¿cuántos pueblos aragoneses que tenían mil quinientos habitantes cuando los tenía vuestro pueblo, están a punto de desaparecer?.
Esto significa que aquellas manos que nuestros antepasados cortaban, ahora se respetan, porque las manos sirven para que los hombres nos comuniquemos con gestos que acompañan a la palabra; sirven para el trabajo, que os ha hecho prosperar y sirven para chocarlas amistosamente, para estrecharlas en armónica convivencia y para brindar vuestras copas y vasos en honor de vuestras “mocetas”, que adornan estas fiestas y por el porvenir de vuestra Villa.
Entre los papeles del pregonero entra también el de augurar un brillante porvenir a aquel o aquello que se pregona y yo creo no equivocarme, estudiando la evolución de Binéfar, pregonando otra vez, que sois proa del barco altoaragonés.
Digo que Sender tiene méritos para que un hombre de su categoría lo cantase porque desde mi intuición percibo datos coincidentes y es que Sender nacido en la parte oriental del Altoaragón, en la que se asienta vuestro pueblo, siempre se enorgulleció de su ser aragonés y habiendo llegado a ser un escritor de fama universal y propuesto para el Premio Nobel, siempre recordó su patria chica y jamás se avergonzó de utilizar palabras aragonesas en sus novelas, de modo que si un altoaragonés se pusiera a leer una de sus obras de la que hubiera desaparecido el nombre del autor, caería enseguida en la cuenta de que ese relato había sido escrito por un aragonés.
¿Sería mucho atrevimiento por mi parte tratar de desvelar el proceso mental que se desarrollaba en el cerebro y en el corazón de Sender?. No lo sé, pero él se recrea en sus escritos con diversas palabras nuestras, explica su significado, por ejemplo en su obra Solanar y Lucernario aragonés habla del ibón, uno de esos lagos que embellecen nuestros Pirineos, de amprar por pedir prestado, de lurtes por aludes, de chandríos,  de carasoles, de andalocios,  de bateaguas, de bresca o miel con la cera, de calibo, de bolisas de nieve y de muchas, muchas más.
El sabía catalán porque estudió en Cataluña y el castellano lo elevó a la gloria; sabía por tanto distinguir nuestras palabras de las pertenecientes a otras lenguas. Teniendo en cuenta que en sus tiempos de estancia entre nosotros todavía no se tenía la inquietud de revivir nuestra “fabla” aragonesa, él parece que tenía, por lo menos, la de conservar sus palabras incorporándolas al castellano.
En su novela las gallinas de Cervantes, llega a incorporar la palabra “bateaguas” por paraguas, cuando en Tamarite se ha pasado a hablar de”paraiguas” en catalán y que conste que este retroceso lo he leído en una revista del vecino pueblo, en el que relacionaba un número considerable de palabras aragonesas, que han desaparecido.
Sólo un genio puede hacer humor negro de las desgracias de otro genio y por eso Sender en la obra que he citado antes, las gallinas de Cervantes en que introduce la palabra bateaguas, describe el proceso, poco conocido, de la separación del manco de Lepanto de su esposa; en el corral ésta tenía gallinas a las que manifestaba gran afición, que aumentaba cada día; su esposo la observaba desde el solanar y veía y oía como imitaba el cacareo de las aves; aquello era alarmante hasta que una noche al acostarse, llegó su esposa y en lugar de tenderse en el lecho, se posó en la cabecera de la cama, como una gallina se posa en la palanca.
Allí acabó todo, porque Cervantes la abandonó.
Esta anécdota la introduzco, porque aquí en Binéfar siempre ha habido muchas granjas y de su relato puede salir el escarmiento porque de los escarmentados salen los avisados y avisados por Cervantes y Sender, los granjeros deberán tener cuidado. No me explico cómo teniendo tal marido, aquella mujer se convirtió en gallina; más explicable sería que aquí, en vuestro pueblo, algún cincuentón como yo, se convirtiera en pollo, viendo las maravillosas pollitas que aquí viven.
Pero volvamos al aragonesismo de Sender y de la parte oriental de la provincia, como Binéfar, también tan aragonesa como he podido comprobar en mis conversaciones con sus habitantes y por diversas anécdotas que me han contado y que no creo oportuno sacar a colación; esa apreciación no se estudia en los libros, sino que se respira en el ambiente y yo personalmente he llegado a la conclusión de que Binéfar es la proa del barco aragonés enfilada hacia Cataluña e imitando al poeta en su verso que decía que San Saturio en Soria es la atalaya que mira hacia Aragón, yo digo que Binéfar es la atalaya de Aragón que mira a Cataluña.
He puesto también de manifiesto como Sender conservó su inquietud por nuestras palabras en unos tiempos en que eran despreciadas y ahora quiero añadir que muchos años antes un binefarense,  Don Benito Coll y Altabás,  apellido que aunque un poco lejano, yo también llevo, ”obtuvo el primer premio en los Juegos Florales de Zaragoza de 1901,con su trabajo “Colección de voces usadas en La Litera, que quedó inédita hasta que se insertó en la segunda edición del Diccionario de Voces Aragonesas de Jerónimo Borao, impreso en Zaragoza en 1908 por la Diputación Provincial” (Conte). A ese Borao hace referencia Sender en su comentario sobre la voz aragonesa ibón. Don Benito murió en Binéfar en 1930.
He manifestado que vuestro pueblo es muy aragonés, como Sender y que como él defendió nuestras palabras, un paisano vuestro que incorporó palabras al Diccionario Aragonés, pero la vida es un abanico muy amplio de diversas facetas, empezando por la cocina, por aquello de que “primum est manducare et deinde filosofare”, primero comer y después filosofar y a este propósito otro paisano vuestro Don Teodoro Bardají y Mas, fue maestro del arte culinario, que entre otras obras lanzó su Breve recetario de cocina, libro práctico en contraposición a su otra obra “La cocina para fiestas”, donde por lo visto, enseña a preparar platos que harían felices a Gargantúa y Pantagruel. ¡Qué bonito sería conseguir la copia de alguna de sus recetas para poderla hacer realidad en estas vuestras fiestas!.Es lamentable que habiendo alcanzado la obra de Don Teodoro, muerto en 1958, celebridad en el mundo de la cocina, no se conozca en nuestra tierra.
Aquí ha habido de todo: guerrilleros como Juan Miguel Barber, juristas como Don Joaquín Mozárabe y Ramón, que llegó a rector de la Universidad de Huesca en 1770 y una figura a la que Binéfar sigue queriendo, el Padre Llanas, a quien tenéis dedicad
Es notorio que de los tiempos ibéricos, se erigió en Binéfar un monumento en honor del dios de la guerra, al que adoraban, como los romanos adoraban a Marte.
No sé si Sender tendría conocimiento de lo dicho, pero creo que si lo hubiera sabido hubiera escrito sobre ello, pues en alguna de sus obras habla de dioses griegos en nuestro Pirineo.
Ese monumento puede verse en el Museo de Huesca y en él hay manos cortadas, que representas trofeos de guerra.
La Historia no consiste solamente en el relato de los hechos de un pueblo, sino que ese pueblo puede hacer su historia. Aquellos antiguos aragoneses decían: ”Non descendemos de reyes, reyes descenden de nos”.
Binéfar tiene parte de su antigüedad escriturada en piedra, pero es que cuando nació Sender en 1901, tenía unos 1500 habitantes y en 1978 más de 7000. Por tanto el pueblo está creando su propia historia, porque si miran las estadísticas, ¿cuántos pueblos aragoneses que tenían mil o mil quinientos habitantes cuando los tenía vuestro pueblo, están a punto de desaparecer?.Esto significa que aquellas manos que nuestros antepasados cortaban, ahora se respetan, porque las manos sirven parra que los hombres nos comuniquemos con gestos que acompañan a la palabra, sirven para el trabajo, que os ha hecho tan progresivos.
Del barco altoaragonés está Binéfar en la proa, en su trabajo tenaz su vida tiene la prosa y en el estudio y cultivo de los valores humanos encontrará poesía, como también la razón para ser todos hermanos.
Existe la poesía en la plaza donde se sientan los viejos, en los ojos refulgentes de aquestas donosas mozas que reinan en estos actos festivos, para volver a la prosa del trabajo y del estudio, que darán progreso y paz a la Villa de Binéfar.
Ignacio Almudevar

domingo, 25 de abril de 2021

Santiago y su educación familiar

 



Santiago , nació en la Provincia de Zaragoza, en el pueblo de San Juan de Mozarrifar, donde sus padres estaban encargados del cultivo de una finca agrícola. Allí respiró el aire rústico, que hace al hombre sentir un cariño especial por la Agricultura. Esa llamada del Campo la escuchaba su padre, pues desde esa finca de San Juan de Mozarrifar, al oír  la llamada de la tierra del “Castillo de San Luis”,  marchó su padre Bernardo, con toda su familia a esa finca cercana a la capital de Huesca, por arriba casi se ve esa capital y por abajo la villa de Almudévar.  Su padre , miraba el porvenir de su esposa Visitación y de sus hijos e hijas Santiago, Toño, Marta y Ester, y acompañado por ellos, se situaron en dicha Torre o Castillo. Ese nombre de San Luis, no era un nombre español, sino que procedía de un noble francés, devoto de ese santo. Su amor a San Luis procedía de su propia Patria, es decir de la “DOUCE FRANCE”. Era un noble francés y con gran sentido del porvenir de la economía, se enamoró de ese monte, que se encuentra a unos cien kilómetros de su patria francesa. El tenía una gran visión del porvenir del cultivo de las uvas, para obtener  el vino, que en Francia es tan apetecido como un licor que da energía a los franceses, entre otras cosas para luchar por su Patria y en estos momentos por Europa  con atención al porvenir de la Humanidad. Se daba cuenta el francés de que en el norte de Africa, por ejemplo en Argelia, se producía mucho vino, para el consumo de los franceses, pues dicho vino no estaba bien aceptado, por los pobladores mahometanos de Argelia. Tenía otro inconveniente, porque su traslado a Francia, resultaba económicamente  caro y al encontrar la Finca de San Luis, a sólo cien kilómetros de Francia, veía un gran porvenir para su economía, para elaborar el vino en San Luis y trasladarlo a Francia a través de Canfranc.
El noble francés creó un edificio que en Aragón llaman “Castillo”, al lado de la carretera, después convertida en autopista, que comunica Zaragoza con Huesca, para continuar su camino hasta Francia. Es un edificio original, pues su arquitectura es modernista, en medio de una tierra rodeada por una finca rústica, con árboles en los que anidaban,  en aquellos tiempos, cuervos negros con manchas irisadas,  semiocultas,  de varios colores. Los hijos de Bernardo amaban la naturaleza y en lugar de molestar a las aves, que por aquellos  árboles volaban y criaban en las ramas de los árboles, en aquellas soledades cultivaban sus corazones con esos cuervos, llegando a poseer una gran amistad con ellos. Convivían ,  pues les colocaron  a una pareja de ellos, un cascabel en una de sus patas y así , siempre se veían, al avisarles a sus dueños, haciendo sonar sus cascabeles. En verano, en la entrada a la vivienda de la familia de Santiago, que era un patio muy fresco, su madre cuidaba la cocina y sentados en sillas y bancos, alrededor de una mesa, echaban algún refresco, para combatir el calor veraniego. Allí entraban a hacerle compañía a la familia de Santiago, los  dos cuervos, que no eran malqueridos, sino amados por su familia, presidida por su abuelo, que descansa, hoy día, en el cementerio de Huesca, frente a los nichos de mis abuelos maternos, de mi madre y de mi tía Rosa y mi hermana Mariví.
Cuando llegaban los que con sus furgonetas, suministraban los alimentos y productos para la higiene del Castillo,  allí descansaban y se les invitaba a consumir algún bocado,  refrescado por alguna bebida. Era una vida de hospitalidad, en que se recibía e invitaba al que llegaba, a consumir algún producto, que buscaba además de su alimentación, la convivencia entre los “castilleros “ y los comerciantes, que por allí llegaban. ¡Qué ambiente tan fresco y tan agradable reinaba en dicho “recibidor”. Un día llegó al “castillo”, un chofer con su furgoneta llena de los productos necesarios para mantener a la familia de los dos esposos y sus hijas e hijos. Se le invitó, como era usual en aquellas ocasiones y la “dueña” le sirvió al chófer productos agradables al paladar, pero como conocía el vicio que tenía el chófer, le dio cerveza en lugar de vino. Aquel chófer era un alcohólico y se enfadó con la señora, que no quería que tuviese algún accidente a consecuencia de sus tragos de vino. Se levantó de la silla en que se había sentado al lado de una mesa y empezó a gritar, protestando porque la señora Visitación, no le acompañaba los bocados por ese vino, que hace unas veces felices a los hombres y otras los emborracha. Noé en la Biblia se dice que se emborrachó y el chófer quería, empujado por su enfermedad alcohólica, satisfacer su vicio. Pero el Señor busca la justicia y los dos cuervos negros , adornados con sus reflejos de los colores del arcoíris, no pudieron aguantar el enfado del chófer y se lanzaron contra él, picándole en sus espaldas y en su cabeza.
El abuelo de la familia de Bernardo, tuvo que intervenir en la pacificación del ataque de los cuervos, contra el alcohólico y los hizo retirar. El abuelo sólo quería paz y mandó a sus nietos, que mataran a los dos alegres y después enfadados cuervos, para evitar el sufrimiento del chófer.
¡Pobre abuelo, que prefirió que el alcohólico no sufriera a que fueran sus nietos los que perdieran el amor a la Naturaleza, manifestado  por el amor a sus dos cuervos, leales en su defensa de la familia de Bernardo y de Visitación!.
Los niños y niñas, perdieron además de sus amigos volanderos, el regalo que les estaba preparando su familia, que quedó anulado. ¡Pobre chófer alcohólico, pero causante de el derrame de lágrimas de los niños y niñas, provocado  por el sentido de Justicia y de caridad al enfermo de  alcoholismo, de su querido abuelo!.

Yo , cuando paso por la carretera, yendo a Almudévar, me miro al Castillo para intentar contemplar  a los cuervos negros y con colores irisados, haciendo sonar sus cascabeles. 

jueves, 22 de abril de 2021

Daniel Calasanz con sus noventa y seis años.-

 

                                


A las nueve de la mañana del día seis de Mayo del año 2010, subí por la carretera de Arguis hasta la ermita de Santa Lucía. Allí me paré y entré en la huerta que Daniel Calasanz entregó al pueblo de Huesca. Al lado de la casa, edificada por Daniel, con dos  a modo de astas de ladrillo y de tejas, se encuentra su huerto que,  sin necesidad, cultiva más bien por una vocación hacia la tierra, a la que todos iremos a parar y allá ,adentro, estaba con su azada “maigando” las plantas ,que puso hace escasos días. Estaba Daniel con su gorra, inclinado sobre los surcos, y recibiendo algunos rayos de sol,  pues  no todos podían pasar por las verdes ramas de los frondosos árboles, que se encuentran al otro  lado del camino de Jara, en la ermita de Santa Lucía. Con sus noventa y seis años y atento a su labor, no se daba cuenta de mi presencia y yo lo observaba y meditaba sobre la capacidad de trabajo de personas como él. Cuando se dio cuenta de mi presencia, vino  hacia mí y me dijo:  “por ahí tengo alguna azada, ¿si la quiere?”. Yo me eché a  reír y él continuó diciendo: “la vida exige trabajar por la sociedad con  ahínco  y dar sensación de honradez y buena fe. Una persona buena tiene siempre puertas abiertas, porque todos somos necesarios en la vida. Es bueno defender la bondad, la buena fe y respetar a los demás”. Entonces yo le dije: “debían contratarte a tí, que eres un sabio, para hablar a los gobernantes y a los gobernados sobre la crisis, que nos ha traído tantos parados. Lo de sabio no le debió de caer muy bien, pues me dijo:  ”yo no soy más que un hortelano de perra gorda”.  Me afirmó que lo que le agradaba era el chopo que se alzaba delante de nosotros. Estaba enamorado de un hermoso chopo que había nacido sólo con cinco o seis “brotones” y los muchachos que asistían a los cursos de jardinería los querían cortar, pero Daniel Calasanz les dijo: “no hay que cortarle las alas al árbol,  aunque lo podamos encaminar” y logró unificar varios pies y lo enderezó hacia lo alto y se ensanchó, quedando, como él dice, en el más bello chopo de Huesca.  Añadió:  “ se pueden buscar formas a los árboles,  pero no destruir los bosques”.” En la vida hay que tener ilusión e interés,  pero por los seres vivos más que por los intereses”. A continuación me di a conocer y él se acordó de mí y me empezó a contar las preocupaciones y los dolores que le produjo su estancia en la Guerra Civil en Siétamo.  Me dijo que una bala de fusil,  le había perforado su pantalón y no le había causado ninguna herida.

 Va a hacer cien años que Daniel nació en la Torre de Capuchinos, que era de Don Luis Mur Ventura, catedrático del Instituto, pero uno de los libros que escribió este profesor, estuvo inspirado en las ideas que le proporcionó el sabio padre del hijo también sabio,  Don Daniel Calasanz.

miércoles, 21 de abril de 2021

Barrio de San José.-

 

                                             
Discurso realizado en la Parroquia de San Jose (Huesca) por su 25 Aniversario en 2007.

Los hombres siempre han estado contemplando puertas, por las que salir de un lugar o  entrar en otro. Osca, nuestra ciudad, está relacionada con la puerta que por la Sierra de Guara o Salto de Roldán, se abrió para que los cristianos de la Montaña entraran en la Hoya de Huesca. Osca quiere decir puerta o apertura y de ella tomó su nombre la capital. No se encuentra sola dicha puerta en Aragón, porque el señor Sebastián Grasa de más de cien años de edad y muerto hace muy poco en Siétamo, me contaba que  allá en Salinas de Jaca, la antigua, cuando subían por aquellas sierras, en ellas se encontraban varias osquetas,  aperturas o puertas por las que se veían obligados a pasar. Mi sabio amigo Julio Brioso conoció una de estas osquetas. Además todos nuestros ganaderos a sus ovejas les hacían osquetas o aperturas y todavía se las hacen en sus orejas, para identificarlas. Huesca siempre ha tenido en consideración las puertas, pues ahora se preocupa de abrir túneles en el Pirineo para crear las puertas a Europa y de Europa a Aragón.

Aragón  a lo largo de la Historia ha intentado abrir puertas con esos fines, como la del Canfranc, para hacer más fáciles aquellas difíciles puertas u osquetas por las que  antes ya pasaban  de España a Francia y de ésta a nuestras tierras. Entre el pueblo sencillo y los nobles, lo han hecho a lo largo de la Historia; han pasado y pasan por dichas difíciles puertas, pues  esa Historia, nos habla de  Carlomagno que cruzó los Pirineos para bajar a Zaragoza y del caballero Roldán, que saltó con su caballo el Salto de Roldán, es decir la osca  o apertura, que se abre encima de Huesca.

Los que vivimos en esta Huesca, también hemos visto abrir pasos o puertas y  hemos visto como han intentado  guardarlas, como la de La Porteta, con un fin no productor de intereses, sino de emociones y de recuerdos. Antiguamente se cerraban las puertas de la ciudad por la noche y todos, al anochecer, tenían que regresar al interior. Después se crearon nuevos barrios, como por ejemplo el de San José, con su Parroquia. Dicen que se comenzó a construir hace unos veinticinco años y entonces vimos como al hablar de puertas, se volvían a mezclar los nobles históricos y el pueblo también noble y trabajador. Igual que Alfonso XII y su hijo Alfonso XIII, visitaron las obras y saludaron a los obreros, entre los que se encontraba Andrés Lobateras de Siétamo, que trabajaban para abrir la puerta del ferrocarril de Canfranc.  No recuerdo  si subieron a Canfranc, a finales del siglo XIX o primeros años del XX, preocupados por la apertura de la puerta,  que si entonces era necesaria, más lo es ahora, ya que hemos entrado sin puertas en el Mercado Común Europeo.

En este Barrio de San José, al identificarse, hace ya veinticinco años, se sintió la necesidad de abrir puertas para que el pueblo se pudiera comunicar con los demás barrios oscenses. Esa necesidad se presenta por el Oeste, ya que el ferrocarril dificulta que se abran y se cierren puertas para pasar al  Barrio de La Encarnación y de éste al de San José. En aquellos tiempos en que yo iba a la Torre de Casaus, no existía el Barrio de San José ni siquiera su Parroquia y pasaba  y pasaban los que tenían que hacerlo por cualquier sitio, pero no hemos progresado en este tema, porque colocando redes que aislaban la vía, se cerraron  todas   las puertas y  como eso iba   contra  la buena  vecindad de uno   y otro Barrio,  luego abrieron puertas partiendo  las redes y hoy día   muchos vecinos nuestros han pasado y siguen pasando por esa puerta falsa. Este problema por obra del tiempo se arreglará, porque están haciendo una nueva vía que pasa cerca de la Universidad Laboral y cuando funcione, toda la vía férrea que separa a los dos barrios, desaparecerá, como desapareció el Muro de Berlín. Allí tienen ocasión los vecinos de San José de lanzar las ideas que les surjan sobre como acondicionar la antigua vía, como por ejemplo convirtiéndola en una Avenida de paseantes, como pasa por el Este, donde el pueblo pasea por el Parque.

 Por el Sur del Barrio y debajo de la Fuente del Ibón, se encontraba el campo de fútbol, llamado Villa Isabel, porque fue propiedad de la hace poco tiempo difunta Isabel de Cativiela, casada con el simpático y culto señor Castelar. Allí jugaba Garcieta, del que tengo un recuerdo simpático. Al lado del campo de fútbol se encontraba la Piscina de Almazán. Allí jugaban los oscenses en el frontón y yo veía a mi primo Roberto Pérez Almudévar, formar parte del equipo de Baloncesto. En sus proximidades se encontraba y gracias a los oscenses, todavía se pueden ver  el   Matadero Municipal, que ha cambiado su destino de suministrar alimentos a la población por el de hacer exposiciones de pintura y el de dar conferencias. Yo estuve ejerciendo mi carrera de Veterinario en el Matadero, cuya estructura era de estilo francés, donde se exhibían esculturas de cabezas de toros y de ganado ovino.

Y   llegando al Este del Barrio, se sigue hacia arriba por la Calle de Baltasar Gracián, acompañada por mis recuerdos y buscando las puertas que se abren para entrar por  el Parque, que vive  en los dominios o más bien servicios de San José y dejando a  la  derecha edificios y calles, que pertenecen a la Parroquia de San Lorenzo.

Subiendo hacia el Norte, por la arbolada Calle del Parque se encuentran varias   puertas del antiguo Parque Municipal, que se fundió con el Nuevo para   convertirlo en un Gran Parque y podemos recordar  los Jardines de Lastanosa en el antiguo y la Huerta del Barón de Naya, en el nuevo. Eran símbolos del descanso de la inteligencia y del espíritu aquellos jardines y la huerta, era un lugar, donde los ciudadanos trabajaban para alcanzar el “pan nuestro de cada día”

El Parque creado por don Vicente Campo tenía una superficie doblemente pequeña de la que tiene ahora y sin embargo todavía podía un muchacho perderse entre sus setos y las sombras de sus copudos árboles. Efectivamente, cuando de muy niños íbamos al Colegio de los Salesianos, “Chano Retortillo”, que llegó a ser Ministro en la Democracia, y yo, un día me pidió que lo acompañara a través del Parque a su casa, que estaba en la entrada de la Plaza de Navarra, desde la mía, que se encontraba en el Coso Alto, al lado de Santa Ana. Al volver, me perdí entre los límites del Parque y recorrí las puertas del Parque Nuevo, donde un guarda, llamado Liborio, me arreó un varazo en mis espaldas, ya que estaba inclinado para entrar en el interior de un arbusto, del que yo soñaba, como si fuese una habitación de hadas o de gnomos. Había un camino por donde se pasaba a las numerosas huertas, que por allí se cultivaban y por donde se escondían por las noches algunas parejas de novios. Debajo de la acequia que bajaba las aguas de riego, ahora adornada con sauces y con flores, se elevaba una pared.  La principal de dichas huertas era la  de Naya. El misterio del jardín de Lastanosa, con sus estatuas, sus flores, su laberinto de setos y su canal, por el que se deslizaban las barcas, había ya desaparecido, pero se iba a abrir la puerta para entrar entre otras,  en la Huerta de Naya. Naya es un apellido altoaragonés, que llevaron unos somontaneses de Labata y que alcanzaron la nobleza recibiendo en 1700 el título de Barones de Alcalá del Obispo, pero sin embargo su nobleza venía de su noble y generoso comportamiento con el pueblo. Antonio Naya fue el promotor del Banco de Crédito y Fomento del Alto Aragón en 1862, con un capital de 12 millones de reales, distribuido en 6000 acciones de las que el Barón de Naya,  poseía 150. Era un hombre que quería el progreso de su tierra, porque ¿a cuántos altoaragoneses prestaría el Banco dinero para comprar o levantar casas o industrias?. Ahora que  el Barrio de San José se encuentra lleno de Cajas de Ahorro y de Bancos, siguen haciendo préstamos, con intereses unas veces más caros y otras más baratos. Pero como se acabaron los Jardines de los Lastanosa, se acabaron los dineros y la vida del Barón de Naya. Ya hemos oído decir al pueblo que “todo tiene fin, hasta el violín”. El último Barón de Naya ha sido Don Santos, cuya esposa era pariente de la mía  y que murió con una gran dignidad, conservando su belleza,  en una residencia de Zaragoza, hará ya unos cuarenta años. Maruja, que tenía tal nombre, nació en  casa Bercero de Callén, también desaparecida como la de Lastanosa. Fueron  el  tiempo  y  los hechos humanos, de los que la Historia escasamente recuerda, realizados por  unos bandidos, como por ejemplo el Cucaracha, las causas de su ruina y al casarse con el Barón de Naya, se oía cantar al pueblo aquella copla,  que así decía: ”La hija de Bercero-la más pequeña-se casa con don Santos- por la moneda- la moneda se acaba y el viejo queda”.Mi suegro, que murió a los noventa y seis años, era muy callado pero tenía una gran sensibilidad y no podía pasar sin irla  a ver con cierta frecuencia a su residencia. No sé si vivía todavía Don Santos, que creo estaría ya en el otro mundo, pero serían sus herederos, que  con gran desprendimiento y generosidad, cedieron la famosa Huerta de Naya al Ayuntamiento, siendo entonces su alcalde mi primo José Antonio Llanas Almudévar, para ser convertida en el Nuevo Parque, cediéndoles a cambio la construcción de una casa, cerca de la Parroquia de San José y rodeada por el Norte y por el Este por la calle de Don Saturnino Baquer. En la esquina noroeste del Parque, se construyó el Pabellón Deportivo. Recuerdo como  uno de aquellos días en que se realizaban las obras de construcción, se desplomó su techumbre, sin pasar nada a ningún trabajador. Es que el patrono de la Parroquia, como también era un trabajador no consintió que pasara nada a nadie.

Por el Norte del Barrio hace ya muchos años, construyeron el edificio de la Seguridad Social, con sus oficinas y un obrero, al que yo conocía, aunque no me acuerdo de su nombre, en las excavaciones encontró, dentro de una vasija de barro, un número notable de monedas, no recuerdo si romanas o árabes españolas o moras. El era un infeliz  y, naturalmente, se las reclamaron y fueron llevadas a Madrid y no sé si le darían algún dinero como recompensa por el hallazgo. Es que en Huesca se abren las puertas para salir y sacar, pero no para venir a  traer y a devolver. Pero a pesar de esas circunstancias se van creando barrios, que hacen que la ciudad de Huesca, crezca. Viniendo del Coso Alto al Barrio de San José, se pasaba por el Arco de las Capuchinas, para ir a buscar agua a la Fuente del Angel, que también ha desaparecido, pero la han recordado, dándole ese bello nombre a una calle. Para la Guerra Civil, íbamos a esa fuente a buscar agua, ya que el terreno del Barrio abundaba en ella, pues además de estar situada al Norte la Fuente del Angel, al Sur y bajando  por la Calle de la Fuente del Ibón a la carretera de Zaragoza, cerca del paso a nivel se podía contemplar esa Fuente. Había necesidad de agua, porque durante la Guerra Civil, cortaron las tuberías de suministro a la ciudad. Yo, cuando era niño y más tarde un joven estudiante, iba a la Torre de Casaus y pasaba al principio  por el Parque, después  por caminos que, entre huertas, te llevaban  a la vía del tren y después por un campo que era de la familia Susín, estaban las paredes de la huerta de la citada Torre. Cuando volvía lo hacía por la carretera de Zaragoza y al llegar al paso nivel, se encontraba en un terreno más bajo, la fuente del Ibón.  Su figura me recordaba otras fuentes antiguas, como la de Siétamo o la de Abiego y a veces me encontraba con labradores amigos, que habían venido con sus mulas, a la fuente para abrevarlas. No me acuerdo del nombre de un labrador recio, al que vi hace poco tiempo y estuvimos recordando aquellos “viejos tiempos”. Me ayudó la memoria porque al tener este recuerdo me entraron ganas de cantar en mi interior aquella jota que dice así: “Viva Huesca que es mi pueblo- San Lorenzo mi patrón-  las mozas que van por agua- a la Fuente del Ibón”. Fuente pétrea, con sus caños de bronce y el agua manando por ellos y convertida en charcos por los suelos,  puedo recordarla más íntimamente con el sonido emocionante de la jota.

Cerca de la Fuente del ibón, se hallaron restos ibéricos, como una figura humana que se puede visitar en el Museo provincial. Ya verían aquellos antepasados nuestros, que hablaban el vasco-ibérico, que el Barrio de San José llegaría a repoblarse y ha tardado por las diversas invasiones y guerras que han retrasado a España.

Al lado de la vía del tren y casi encima de la Parroquia, se encuentra una extensa y todavía no gran plaza, en la que se asentó la Textil Bretón, obra realizada por el señor Bretón, ingeniero no sé si de Obras Públicas, que más tarde se cerró, pero que es un ejemplo de la inquietud de un hombre muy delgado y muy serio, por el progreso de una ciudad. A su lado estuvo la fábrica de Luna, en la que se montaban grúas, Carivín embotellaba el vino también cerca del viejo edificio de Textil Bretón y ahora queda el edificio de una carpintería de dos hermanos y que está cerrada, pero sin embargo en ella viven numerosos gatos, a los que gente sensible les lleva comida, para que vivan felices. Como he dicho que en el Barrio de San José hay mucha agua, ahora recuerdo que en dicha plaza hay un pozo.

Cuando recordaba la Fuente del Ibón, se ponían en movimiento las figuras visuales y aquellas llamaban a las auditivas. Estos recuerdos me aproximan a la Iglesia de San José, porque me parece que a esas visiones audiovisuales se añaden otras, espirituales, que abren puertas desde el Barrio de San José a la Eternidad  Es que en dicho templo, en la presencia de San José, santo y trabajador, recuerdas las vidas de los vecinos que murieron y que te acompañaron por la tuya, como por ejemplo nos acompañó el vecino de este Barrio, nuestro querido  Pepe Loriente, aparejador que trabajó desinteresadamente en la construcción de nuestra Parroquia y ves a tu patrono San José, al que de niños cantábamos: “ Levántate José y enciende una vela y mira quien pasa por la carretera. Los ángeles son que van de carrera y llevan un Niño vestido de seda. ¿De quien es ese Niño?, de María. ¿Dónde está María?, hablando con José. ¿Dónde está José?, hablando con San Pedro. ¿Dónde está San Pedro?,  abriendo  y cerrando las puertas del cielo”. 

martes, 20 de abril de 2021

Plegaria por Lola Almudévar

 


Este título se lo puso el compositor Antonio Viñuales a su obra musical dedicada a Lola Almudévar y se hizo sonar en el acto inaugural de la Exposición de Fotografías de Bolivia, obtenidas por Lola. La exposición tuvo lugar en el Palacio de los Duques de Villahermosa y la Plegaria la interpretó el profesor Florencio Martínez con su guitarra, Presidía la sala una imagen del rostro de la homenajeada, enamorada de las próximas montañas andinas. Desde el alto puesto en que la habían colocado y a su alrededor, se encontraban los retratos de las cholitas paceñas o señoritas de La Paz, sentadas en el suelo con sus amplias faldas y cubiertas con sus típicos gorros bolivianos, entre unas rejas de hierro por su espalda y por delante de ellas, un grupo de mansas palomas, que se les acercaban con la confianza, que les inspiraban tan pacíficas “cholitas paceñas”.



Allí estaban conviviendo el ambiente de las montañas andinas y de sus planicies, individuos de distintas razas, como los aymarás, presididos por una mujer abanderada, los quechúas, indios con sus lenguas, con los gorros de Bolivia y los afrobolivianos de Yungas, de origen africano y cruzados con indios y con españoles, que, como los quechúas se cubrían con aquellos gorros típicos de Bolivia. Se veían plantaciones de coca, que les permiten resistir a veces el hambre y la fatiga que produce caminar por esas tierras tan elevadas. Conmueve la contemplación de la familia de Madidi, en la que al lado de su madre sonríen con inocencia, dos niños y dos niñas, sentados todos ellos en un banco, dentro de una casa de tablas. Pero impresiona la visión global de Bolivia que tenía la periodista Lola, porque retrataba junto a los niños inocentes a los hombres y mujeres, que bailaban, cantaban y hacían sonar sus flautas, pero no sólo retrató, sino que fue recibida, ella como única periodista extranjera, por el Presidente Evo, vestido con el indígena “traje del poder”. Hay una imagen del Jefe, que Lola titula:”Evo decide la entrevista”.Pero no eran sólo las figuras reales y llenas de colorido, que hacían compañía a Lola, sino que allí estaban presidiendo el acto, su padre, el Psiquiatra Doctor Mariano Almudévar, su madre Mónica Stoplemaw, perteneciente, según me dijo, a la raza judía europea de los asquenazis, el intérprete de la “Plegaria por Lola Almudévar” y muchos asistentes al acto, familiares y amigos. Y al sonar la música se podían contemplar lágrimas en muchos ojos y se percataba uno de la emoción que sentían, como a mí mismo me acongojaba, en los rostros de parientes y amigos de Lola, rodeados por la vida tan austera y tan sensitiva de aquellos bolivianos, retratados durante su corta vida. A Lola le regalé en los Porches de Huesca, el libro de la vida del judío converso y oscense, Moseh Safardí, que recibió el nombre de Pedro Alfonso, en el siglo XII. Tenía Lola sangre asquenací de la vieja Europa y recibió de su padre oscense, la influencia sefardita de Pedro Alfonso, que aumentó su imaginación y el sentido de hermandad a sus prójimos, en este caso a los bolivianos, que cantan y bailan y sufren en los Andes sudamericanos. No es extraño que el origen oscense de Lola la llevara a leer la vida de Moseh Safardí y se enterara de que en Huesca todavía se encuentra una antigua sinagoga, cerca de la Catedral y restos de otras en el Barrio de la Judería, ahora llamado Barrio Nuevo. En una casa particular hay dos capiteles judíos, procedentes de una sinagoga de Barrio Nuevo. Le pregunté a su madre si sabía algo del libro de Pedro Alfonso y me dijo que no. Sin embargo me dio explicaciones sobre sus apellidos y su nombre de Mónica, del que afirmó que era cristiano y me dio explicaciones sobre la historia y orígenes de sus antepasados. Su padre, Mariano, hablaba con amigos extranjeros y oscenses y miraba, de vez en cuando, las diversas fotos de su hija, como gozando de un éxtasis, en el bello ambiente que con la ayuda de Julia Lera y Enrique Torrijos, habían preparado para su hija con sus amigos vivos unos y vivificados los bolivianos con unos colores, que causaban admiración.

La muerte, la niña y el hombre caramelo

  ¿Tres años tiene la niña?, tal vez cuatro, no lo  se.  La conocí en el coro de San Pedro el Viejo, donde acude a una misa con su madre. El...