domingo, 28 de abril de 2019

LOS HERMANOS VALERO, POR LA RUTA DEL VINO Y DEL ACEITE



Dos son los hermanos Valero, del pueblo de Used, a 1.150 metros de altura y que rigieron un Bar en la Calle de Artigas, hasta que se retiraron. Pero lo más importante de su vida lo pasaron en el pueblo de Used, donde nacieron, vivieron y por la ruta del aceite y del vino, cruzaron la Sierra de Guara muchísimas veces. Vivían muy próximos los pueblos de Used, Bara y Zamora,que se encuentran en la cara Norte de Guara, pero están situados en la parte suroeste del Alto Gallego.   Por el Oeste están cerca de Nocito, perteneciente a la Hoya de Huesca y por arriba próximos   a Abellada y a Azpe. Estuvo poblada su tierra por vasco-ibéricos y más tarde llegaron los visigodos y por eso vivían en la Montaña bastantes individuos rubios. En el pueblo producían patatas, trigo para el gasto de pan, vacas royas o rubias en dos casas y ganado lanar. Lo mismo hacían en los pueblos de la comarca. Más tarde se fueron marchando sus habitantes, habiendo desaparecido el pueblo de Zamora y ¡cuántos poblaron con tan bello apellido y el de López de Zamora toda la tierra baja!.
Me parece que los Valero abandonaron Used el año de 1959, como también bajaron los de Casa Buil, de Zamora, de Urbez, de Nasarre, de Oliván, de Cañardo y de Binueste. Ahora en Used pasa temporadas un francés, en el edificio de la Escuela, que compró y allí debe gozar de la soledad de las altas tierras de Guara. 
Los franceses han demostrado una gran inquietud, antes que los solitarios altoaragoneses por aquellas tierras y hasta los escritores, como Lucien Briet , han dejado sus sapientes libros que han iluminado la soledad de Guara y de todo el Pirineo.
Los hermanos Valero abandonaron su casa , que algún visitante de Used la quemó , pero ellos no podrán jamás olvidar cuando participaban en la ruta del vino y del aceite, que subían desde Los Molinos de  Sipán. Desde este pueblo hacían el ascenso por Santolaria,  Cuello Bail , paso de ganado  por el que subían los hombres y los animales al que llamaban el Carnerage, en una de cuyas laderas se encontraba la Caseta de Bruna. Es un monte alto y en sus laderas se criaban patatas, que luego se vendían en el  Somontano  para  sembrar. Me acuerdo de una vez, que llevé al monte de Arguis al guardia municipal Baldomero  Ara, a ver una parcela en el monte, destinada a producir patatas.
Un año que nevó mucho, Faustino  Valero, cuando tenía catorce años de edad y con otro muchacho ,se vieron apurados para llegar a Used  y durmieron en la caseta de  Bruna.
En Castejón de Arbaniés, vive el señor Nicolás  Fañanás, que es descendiente de casa Bruno de Santolaria. En aquella caseta pasaban temporadas  vecinos de Santolaria  e incluso los hermanos Valero, participaron en el pastoreo de ganado lanar por aquellos montes. En la ruta del vino y del  aceite, bajaban patatas , para sembrarlas, sobre los lomos de unos mulos , aparejados con verdadero arte, con los que podían presumir. En el Somontano, aquellas patatas probaban muy bien y deban un buen resultado. Vendidos los tubérculos, compraban aceite y vino, el de los que unas veces cargaban con dos boticos de vino por macho y otras veces dos boticos de aceite.
El Camerage  era un monte de Vallés de Castilsabás y desde allí tenían que bajar a cruzar el río Guatizalema, para llegar a Used. ¡Cuantas veces encontraron los hermanos Valero nieve en sus expediciones por la ruta del vino y del aceite!. En una ocasión era tal la cantidad de nieve que dificultaba la marcha, que tuvieron que soltar los ramales que unían la cola de  un mulo con el cabestro del siguiente y dejarlos caminar solos.    Aquellos animales, además de tener una figura artística, kkeran inteligentes porque llegaban sanos y salvos a las cuadras de Used. 

sábado, 27 de abril de 2019

Capilla de casa Azara-Almudévar de Siétamo.-




Contemplo con frecuencia esta capilla, instalada en el norte de la iglesia parroquial de Siétamo, donde se refugiaban los soldados y los voluntarios, con sus heridas, que habían bajado del campanario de la torre de la iglesia, el año de 1936. Esta capilla en sus orígenes era más pequeña que ahora, pues Pascual de AZARA y su esposa Theresa del Toro, manifestaron ksu deseo de erigir en casa Almudévar en la parroquia de Siétamo un altar, bajo la invocación del Santo Cristo, ”que ha de estar situada en un nicho que hay  entrando a la iglesia a mano izquierda y enfrente y frontero al Altar, que hoy se intitula del Rosario”. Tuvieron que ampliar la pequeña capilla hacia la parte de afuera de la iglesia, hacia el corral de la casa vecina de Azara-Almudévar y tener el derecho de sepultura, dentro de esa capilla,” en donde pudieran enterrarse los hijos y descendientes por línea recta masculina, que vivieren en las casas de los dichos Pascual de Azara y Teresa del Toro.  
A  continuación escribo sobre la Capilla de Casa Azara- Almudévar, donde fueron enterrados varios miembros de dicha familia, copiado su contenido de un documento que se guardaba en Casa de Don Manuel Almudévar Casaus y que fue recogido y entregado a los Llanas Almudévar de la Farmacia de Huesca, por los hermanos Trisán de Fañanás, cuando entraron por muy poco tiempo en el pueblo de Siétamo, antes de la invasión total de dicho pueblo por los republicanos.
Ahora copio el contenido del este documento, que está así escrito:
“Nos A D. Dn. Joseph  Gomez de Mendoza Canónigo de la Santa Iglesia Cathedral de la Ciudad de Huesca  y   por el Iltre, Cabildo de dicha  Santa Iglesia  Visitador General en fede (sede) vacante por muerte del Ilustrísimo Señor D. Pedro Gregorio y Antillón de buena Memoria Obispo que fue de dicha Ciudad. Por parte de Pascual de Azara y Theresa del Toro conjuges vecinos de la Villa de Siétamo se nos ha representado desean  herigir  y fundar en la Iglesia Parroquial de dicha Villa de Siétamo un Altar so la inbocación del Santo Christo, que  ha de estar situada en un nicho que hay abierto entrando a la Iglesia a Mano Izquierda frontero al Altar que oy se Intitula del Rosario con la facultad de ampliar la capilla hacia la parte de afuera de la iglesia todo lo que conbiniere  para mayor decencia y hornato de dicha Capilla, en donde desean hacer retablo correspondiente a dicha capilla: Y también el tener derecho de sepultura dentro de dicha capilla en donde puedan enterrarse los dichos exponientes, sus hijos y descendientes por línea recta masculina que vivieren en las casas de los dichos Pascual de Azara y Theresa del Toro exponientes sobredichos .Y en la facultad de que se pueda enterrar en dicha sepultura Moshen Juan Azara por hijo de dichos exponientes residente en dicha Villa de Siétamo.Y Nos viendo ser justa su petición le concedimos dichos derechos de poder Herigir y fundar dicha capilla con la facultad de ampliarla lo que les pareciere hacia la parte de afuera de dicha iglesia y con la obligación de ornamentarla de todo lo necesario  apto para expensas  de dichos exponentes.  Y en su caso de sus herederos y herederas y de saber defender la lámpara que hoy está en dicho techo de capilla, y alumbrarla. Y de poderse enterrar en dicha sepultura todos los sobredichos y arriba nombrados. Y todos los hijos y descendientes por línea recta mayor que vivieren en las casas de los dichos Pascual de Azara y  Theresa  del Toro. Y mandar al Cura que de Presente es y por tiempo será de dicha Parroquial, no les impida los derechos, que Nos  por  las  presentes les concedemos. Dar en visita del Lugar si quiere Villa de Siétamo a    días del mes de Julio de 1.708.
D. D. Joseph Gómez de Mendoza Visitador.

Manifiesto de dicho Ilustre Señor Visitador  Matheo  Cabrer. Escribano del
Rey Nuestro Señor.”
                     Capilla de casa Azara- Almudévar de Siétamo.-
La Capilla de nuestra Parroquia que se encuentra entrando en ella a la izquierda, está presidida por el Santo Cristo y  acompañado el día de hoy por una hermosa imagen de la Virgen Dolorosa, su Madre, que regaló a la Parroquia de Siétamo, Antonio Tisner. Antonio era conocido por todos los habitantes de Siétamo como “Antoñito el Herrero”, que amaba a la Virgen que por lo visto hacía ya muchos años compró su madre,  la señora Teresa. Pero al pasar los años debió pensar: ¡qué sola se quedará la Dolorosa cuando yo me vaya de este mundo! Y la entregó a su Hijo el Cristo que preside la Capilla, que por cierto su imagen ya no es la que hubo durante muchos años, sino que ésta es obra de Loriente Pérez y ha sido restaurada por el ayuntamiento de Siétamo, siendo alcalde Vicente Benedé, después de la Guerra Civil de 1936.
¡Cuántas veces me he acordado de la historia de este Cristo!. Siendo todavía un niño, entraba en la falsa de mi casa, donde se encuentra la bóveda de la Capilla del Cristo, y veía, en medio de ella un cable que se metía por un agujero, que se encontraba en el centro de dicha bóveda. Se lo comenté a mi padre y me explicó que antes de la Guerra del año 1936, en nuestra casa encendían una luz que iluminaba la Capilla,  para que el Cristo se viera acompañado por los hijos de Siétamo y El se acordara de protegerlos.
Después encontré el siguiente documento escrito por el Ilustre Visitador Mateo Cabrer, Escribano del Rey Nuestro Señor en el año 1708, que dice lo siguiente:
 “Nos a D. Mateo Gómez de Mendoza, Canónigo de la Santa Iglesia Catedral de la Ciudad de Huesca y por el Ilustre Cabildo de dicha Santa Iglesia, Visitador en sede vacante por muerte del Ilustrísimo Señor Don Pedro Gregorio y Antillón de buena memoria, Obispo que fue de dicha Ciudad: Por parte de Pascual de Azara y Teresa del Toro, cónyuges y vecinos de la Villa de Siétamo, se nos ha representado desean erigir y fundar en la Iglesia Parroquial de dicha Villa de Siétamo, un Altar, bajo la invocación del Santo Cristo, que ha de estar situada en un nicho que hay abierto, entrando en a la Iglesia a mano izquierda, frontero al Altar que hoy se intitula del Rosario, con la facultad de ampliar la capilla hacia la parte de afuera de la Iglesia todo lo que conviniere para mayor decencia y ornato de dicha Capilla, en donde desean hacer retablo correspondiente a dicha capilla.  
Y también tener el derecho de sepultura dentro de dicha Capilla en donde puedan enterrarse los dichos exponientes, sus hijos y descendientes por línea recta masculina, que vivieran en las casas de los dichos Pascual de Azara y Teresa del Toro, exponientes sobredichos, de Siétamo. Y en la facultad de que se pueda enterrar en dicha sepultura Mosen Juan Azara por hijo de dichos exponentes, residentes en la Villa de Siétamo. Y Nos viendo ser justa su petición le concedimos dichos derechos de poder erigir y fundar dicha Capilla con la facultad de ampliarla lo que les pareciere hacia la parte de afuera de dicha Iglesia, y con la obligación de ornamentarla de todo lo necesario, apto para expensas de dichos exponentes, y en su caso de sus herederos y herederas y de saber defender la lámpara que hoy está en dicho techo de la Capilla, y alumbrarla Y de poderse enterrar en dicha sepultura todos los sobredichos y arriba nombrados. Y todos los hijos y descendientes por línea recta mayor que vivieren en las casas de los dichos Pascual de Azara y Teresa del Toro. Y mandar al Cura que de Presente es y por tiempo será de dicha parroquial, no les impida los derechos, que Nos por las presentes les concedemos.
Visité la Villa de Siétamo doce días del mes de Julio de 1708.”
                        D. D. Joseph Gómez de Mendoza, Visitador.
No sé desde cuando han ido dejando incumplidas las normas en casa Azara y Almudévar, pero ahora me acuerdo de que cuando visitó el hoy Difunto Cardenal Javierre la Parroquia de la Villa donde nació, miraba intensamente a la parte del Altar Mayor, donde se encontraba la imagen de María Auxiliadora. ¿Quién la regaló, como Antoñito del Herrero regaló la Dolorosa?, sencillamente Pilar Almudévar Casaus, hermana mayor de mi difunto padre y madre de los farmacéuticos Llanas.
Al Cardenal Javierre le debió impresionar la visión del Cristo y de la Dolorosa y mandó un hermoso cuadro, que también representa a Cristo y a las Santas Mujeres. Lo pusieron en la entrada de la Capilla de Cavero, pero el Señor Párroco lo ha trasladado a la Casa Parroquial, de la que vino a nuestra Iglesia la Dolorosa de Antoñito el Herrero.
Hoy, cuando entramos en la Parroquia, nos quedamos mirando el rostro de Cristo, tallado por el tío de mi amigo Loriente Pérez, después de la Guerra Civil, nos preguntamos ¿cuantos Azaras y Almudévar, están enterrados al pie de Cristo?.   No lo sé con exactitud.
Además de los miembros de los Azara y los Almudévar, parece que también en dicha Capilla, depositaron cadáveres de los que murieron defendiendo el edificio de la iglesia. Cuando se les acabaron las municiones, tuvieron los que quedaron con vida, salir por la parte trasera de la parroquia, rompiendo una pequeña reja de hierro, y escapando bajando a la zona de huertos, que se encuentra debajo del pueblo de Siétamo.  Pero quedó un guardia civil herido en la torre de la iglesia, que cuando escapaban sus compañeros, no pudo hacer lo mismo. Este guardia se llamaba Borruel y era hermano de Domingo del mismo apellido, del que era hermano. Al escapar sus compañeros de una muerte cruel, les pidió que acabaran con su vida, pero éstos en aquellos momentos en que la muerte estaba tan cerca de todos, no tuvieron conciencia, que les permitiera matarlo. Ya se encargaron de ello los milicianos, que cuando lo encontraron, le cortaron los testículos, haciendo de su muerte, un terrible martirio. Sus compañeros de lucha, concretamente el sargento Javierre, tuvieron dificultades para salir por la pequeñísima ventana trasera de la iglesia, y el sargento Javierre, que después de huido, volvió a luchar por las calles de Siétamo, y allí murió por los balazos que le alcanzaron.  
Los milicianos que ocuparon Siétamo, arrastraron el cuerpo de Javierre  por las calles e insultaron su cuerpo y  cerca  del Palacio, lo abrasaron.
¡Guerra Civil, que crueldad se puso de manifiesto con estas luchas entre españoles, sin compasión de unos con otros, aunque fueran  hermanos!. ¡Cómo se  cortaron las rejas de la pequeña ventana en la cara Este de la Iglesia, que cuando paso por delante de ella sufre mi corazón y cómo se hace sufrir a algún turista, cuando te encuentras delante de la  ventanuca  y les invitas a mirar la primitiva reja de hierro, que se conserva rota y ver cómo hay otra, que se puso después de acabada la Guerra Civil.

miércoles, 24 de abril de 2019

El fuego en el año de 1936 en la iglesia de Siétamo y en 2.019 en Notre Dame de París.



El culto divino fue abrasado en mi pueblo de Siétamo el año de 1.936, con la iniciativa de aquellos individuos, que sacaron al centro de la Plaza Mayor, al lado de la Cruz que se eleva en el  centro  de  la  misma, todas las imágenes de los santos y sus altares y allí, les prendieron fuego. Derribaron también la elevada Cruz que preside todavía el centro de la Plaza  Mayor,  ahora  levantada de nuevo.
Varios mecánicos, acudían a la iglesia, para restaurar vehículos y tanques guerreros, bajo su bóveda, que recordaba un cielo al que ellos odiaban.  Sus   espíritus   no se fijaban en el amor entre los humanos para restaurar sus vidas sino en sus averías mecánicas, pues no se preocuparon de las averías de las almas de aquellos hijos e hijas de Siétamo. El ambiente de este pueblo de Siétamo se llenó de muertos, unos hijos del pueblo y otros de muchos españoles, que acudieron con la orden de defender la República y que dejaron entre unos y otros   gran   parte  de  los  edificios  del  pueblo  destruidos  y el pavimento de tierra de sus calles, revestido con miles de balines de sus fusiles.
 Ahora ya no se acuerda  uno  de  ver  aquel  paisaje  destruido,  y se contemplan sus calles pavimentadas, con su iluminación que alegra los ojos de los ciudadanos por las noches. Yo cuando entro a rezar a la iglesia, no veo las imágenes de los santos ni el retablo, que presidía la iglesia desde el altar mayor. En la capilla que recrecieron mis antepasados Pascual de Azara y Theresa del Toro, vecinos de Siétamo, de los que yo desciendo.  En ella murieron voluntarios, que habían bajado de la torre de la iglesia porque estaban heridos. Se desprendieron de las imágenes sagradas,  altares,   púlpito y retablos dentro de la iglesia, para convertirla en un garaje para arreglar los coches y los tanques en aquel foso, sobre el que restauraban las averías de dichos vehículos.
Esta destrucción de la iglesia se extendió por todo el pueblo de Siétamo y su recuerdo aparece en escasas mentes de personas maduras. Hay que recordar al entonces párroco de Siétamo Mosen Marcelino Playán, natural del pueblo cercano a Siétamo, de Antillón,  que   en un rincón de la bóveda de la iglesia, depositó las joyas litúrgicas, escondidas a la ambición maldita.
Hoy, en el mes de Abril, festival   del año 2.019,   un   incendio   ha   destruido  una  Catedral gótica más antiguas de la historia.  Esta   Catedral   de   Notre  Dame de París es la sede de la Archidiócesis de París, capital de Francia. Está dedicada a la Virgen María, madre de Cristo.
“Víctor Hugo, que fue un gran escritor, poeta y dramaturgo francés, considerado como uno de los escritores franceses más famosos de todos los tiempos y nacido en 1.802 y muerto en 1.885, escribió El jorobado de Notre Dame. En su novela o historia describe la vida de un individuo, en que se observa lo feo y lo bello del hombre, lo feo y lo hermoso, la bondad y el buen corazón, al que llamaban Quasimodo.
Este hombre estaba condenado por su fealdad a vivir en la oscuridad de las bóvedas de la Catedral, pero con el alma tan limpia como nunca, se había visto fuera de la Catedral parisiense, un día de Quasimodo, que había estado oprimido por su estancia en esa celebración. Quasimodo conoció encierro, abandonó la torre del campanario, para ir a contemplar el Festival de los Bufones. ¡Qué feliz se sentía Quasimodo al darse cuenta de que era aceptado, a pesar de su presencia como el más feo!. Febo y Esmeralda la gitana, pudieron contemplar   en  Quasimodo la nobleza y la bondad de su alma y no dudaron en entregarle su amistad. Al contemplar estas escenas los distintos miembros de la gente, se dieron cuenta de premiarle en esta Fiesta, como Rey de los Bufones”. Su cruel compañero Frollo, que contemplaba la huida y traición de Quasimodo,    se  vio consumido por la rabia y el rencor, no aceptó la libertad de éste y así “la maldad y el egoísmo de Frollo no le permitieron comprender que  Quasimodo caminara libre por el Mundo, y mucho menos que pudiese ser feliz. De manera que decidió urdir un plan para alejar a Quasimodo de sus nuevos amigos. Fue como Esmeralda y Febo fueron apresados y encarcelados y Quasimodo conducido de nuevo al torreón de la catedral advertido de las consecuencias  que temía burlar y no obedecer las normas de su amo.”. “¡Qué rabia e impotencia sentía Quasimodo ante tanta injusticia!”. Y éste pensó que debía acabar con aquella situación de injusticia. Consiguió al fin acabar con la prisión de  tales  cadenas,  así como las de los amigos Febo y su enamorada liberales como él. Y sobre todo de la gitana Esmeralda.
La libertad de su enamorada Esmeralda y de Febo, consiguió embellecer su alma, que resultó ser la más bella de toda la ciudad.
 Además de recordarnos el amor de Quasimodo y de la gitana Esmeralda, nos recuerda que Notre Dame de París es una `'obra testigo   de  actos históricos, como la  coronación de Napoleón Bonaparte la beatificación de Juana de Arco y la coronación de Enrique VI de Inglaterra. Esta catedral,   construida  entre 1163 y 1245, ha sido una de la catedrales góticas más antiguas del mundo. Ha merecido ser denominada como Catedral de Nuestra Señora, a la que le dedicaron tal nombre. La obra de Notre Dame, de Víctor Hugo, escritor, poeta y dramaturgo se publicó en 1831 y escribió en ella sobre la arquitectura gótica, del patrimonio cultural y el amor, como por ejemplo  el  Quasimodo  o el Jorobado de Notre Dame, y de la gitana Esmeralda.
 La historia de  Quasimodo, está escrita por Víctor Hugo y parece unir su figura humilde a la Historia de Francia,  a pesar de su aspecto a veces grotesco, es un francés amigo de la libertad  y del amor al pueblo francés y a la religiosa catedral de Notre Dame. Han cambiado los tiempos de tal forma que parece mentira que la personalidad nacional de los franceses, se haya asociado a una catedral, cuando es tan sólo el tres por ciento de los hijos de Francia, practica la religión católica. Tal vez la vida moderna, con sus problemas sociales y monetarios, se olvida de acordarse de su futuro celestial y necesite  problemas  como  el fuego de Notre Dame, para mover sus cerebros y sus corazones, para recuperar su religión  cristiana. Y hay budistas o musulmanes parte de sus raíces.
Al ocurrir el incendio de Notre Dame ha producido en Francia la impresión  de  que  en este Pais, han sido exhibidas su identidad francesa y sus raíces católicas. Notre Dame siente dentro de sí mismo una pasión por ella,  pero ¿cómo pueden sentirla aquellos  individuos  budistas o musulmanes, que siendo franceses, tienen su origen lejano?.¿Están los franceses dándose cuenta de que dentro de ellos renace una revolución nacional francesa, con una nostalgia interior?.
Debajo de los Pirineos se encuentra Aragón, incomunicado con Francia  por  el  ferrocarril  y vemos  cómo   va disminuyendo su población. Lamentamos mucho el incendio de la Catedral de  Notre  Dame, pero no nos acordamos de la escasa población primitiva, que pobló París  y que no se olvida de la restauración de Notre Dame, asegurando  el  Presidente  de  Francia que se acabará en cinco años.
Me acuerdo de la destrucción de Siétamo y de su iglesia, que no fue fortuita, sino provocada y como fueron sacando las imágenes que protegían y adornaban la iglesia, tirándolas a la Plaza Mayor, depositándolas al lado de la Cruz, que presidía dicha Plaza, como tantas hay en los caminos   franceses.  Dentro de la iglesia cavaron una fosa de garaje, para restaurar coches y tanques, cuando ahora, en Francia, toda la Nación se une para restaurar Notre Dame.
En Francia los que menos aprecian el  cristianismo,  continúan  respetando  el bautismo, el matrimonio y el funeral. Esta misión es servida por las iglesias y su clero.
Ahora Francia se acordará de restaurar  Notre Dame de París, pero a España, que en el Mercado Común forma una unión con Francia, no se acordarán los franceses de unir a España con Francia por  Canfranc, que resucitará a Aragón y a toda España, hasta Africa.  

martes, 23 de abril de 2019

El ocaso en el Cerro de San Jorge de Huesca.-



                                    
Mi tía Luisa, Penélope  para los leñadores, era amante de observar los ruiseñores en las yedras del jardín de la Torre de Casaus  y aseguraba que,  según opinión del gran pintor Zuloaga, las puestas del sol del Cerro de San Jorge, eran las más bellas en variedad de colorido de toda España. No tengo noticia de que llegara  a conocer a tan eximio pintor; tal vez escuchara esa opinión de boca de su primo Don Manuel  Bescós Almudévar (Silvio Kosti), pintor,  además de escritor y rico en relaciones humanas de todo tipo.
De todas formas, no creo que se sacase la opinión de la manga, pues las mangas, por sí solas, constituían en aquellos tiempos una cuestión de moral conflictiva y que hacía que las pobres modistas unas veces tiraran de ellas para arriba, y otras para abajo. En aquellos tiempos, la moral se calibraba , se ponderaba escrupulosamente, y por tanto, el dejar al descubierto  unos centímetros más o menso de tejido epitelial de las extremidades superiores, constituía materia de consulta en el confesonario.
En cuanto al tejido epitelial de las extremidades  inferiores, más vale no “meneallo”,  porque mi tía, se levantaría de su tumba para amenazarme como a los leñadores que talaban los corpulentos  y copudos árboles de la carretera de Zaragoza. De esta anécdota le vino que su sobrino y primo mío José Antonio, la llamara Penélope por mal nombre; si se mete uno a redentor, sale crucificado.
¡Pobre tía Luisa, amante de la naturaleza y de la belleza visual y auditiva!. Tenía una borrachera de belleza ambiental cuando,  a la puesta del sol refulgente, se unía la frondosidad de aquellos enormes árboles y, sobre ellos, el “triunfo de los pavos reales”, que con su rueda erótica, competían en color con el ocaso. Aquellos pavos reales fueron uno a uno, aplastados  por el tráfico en aumento de los vehículos de motor; los enormes árboles, cuya tala  no pudo evitar mi tía, cayeron estruendosos, víctimas de la sierra también de motor. En cambio su prima la escritor María Cruz Bescós, consiguió que se respetase el Plátano de Indias gigante,  que todavía se alza frente a la puerta de su casa.
El ocaso sigue cada día  teniendo lugar, y seguirá mientras exista el sol, pero su colorido espectacular y cambiante se ve oscurecido  y como emborronado por el humo que vomitan las altas y negras chimeneas que por aquella zona proliferan. Me queda el consuelo que tantas veces, y en plan irónico, se aplican las gentes entre ellas: ¡ya vendrá el verano para que no se eleven esos humos negros, que velan la hermosura de nuestras puestas de sol en el Cerro de San Jorge!. Las más bellas de España.

viernes, 19 de abril de 2019

Recuerdos de la infancia de mis nietos.


Mi nieto Pablo Adiego Almudévar al que desde que nació hace ya doce años, he querido como también él,  a   me ama. Es nervioso y lleno de ideas y vaya  donde  vaya,  él  ha  de hacer mil cosas. En Siétamo juega al baloncesto con los niños, corre en la bicicleta, juega  en  el  corral,  donde se columpia y en el lugar recóndito,  donde estuvo enclavada una bala de cañón. un día Pablo con su prima que es mi nieta Belén Almudévar Zamora y con su hermanita María Adiego  Almudévar, colocó una cruz, que allí permanece y yo quiero que se respete siempre , para que aleje los odios de la guerra y nos llene de paz.
Hueco con la cruz de madera colocado por los niños.

Pablo toca la música en un piano, que era de su mamá y alegra los espacios de tiempo, que  con  mi esposa, abuela tuya, nos sentamos en el salón de  Zizur. Cuando acaba de hacer sonar el piano, coge un libro y lee y lee y va llenando su cerebro de ideas que junto con las que le muestran en el colegio de los Maristas de Pamplona, prepara su porvenir, el de su hermana y el de la humanidad, haciendo felices a sus padres, a sus abuelos de Huesca y a nosotros los de Siétamo, que esperamos que algún día los recibas en tu casa de la piscina de Siétamo.
Nuestra querida nietecita María Adiego Almudévar que tan solo con seis años, es una niña callada, pero siempre ocupada recogiendo sus juguetes y ordenándolos uno por uno. Ella sola en su habitación juega y juega y se divierte. Con su hermano Pablo bajan al sótano donde disponen de una amplia mesa con un ordenador para cada uno y donde aprenden a resolver problemas. Los asuntos de María son sencillos porque juega a muñecas y a pegatinas de Blancanieves,  los Siete  Enanitos,  el Gato con Botas, El Perro Pluto y el ratón Micky.


Hoy día siete de Abril,  María está con nosotros sus abuelos en Siétamo y tiene anginas pero cuando llegan sus primitos Ignacio y Luis Almudévar, juega con ellos y hace feliz al pequeño Luis. Otras veces vienen sus primos Eduardito y Merceditas Faleiro Tesa y juegan al escondite y al marcharse se abrazan y se besan repetidamente como si no fueran a volver a encontrarse en mucho tiempo.
Ayer llevamos a María al médico, pero no llora ni se queja. Ya se encuentra mucho mejor y ella siempre conserva la calma, habla poco, pero siempre se entretiene sola  jugando  a  princesas .
Un abrazo de vuestros abuelos que os quieren.

jueves, 18 de abril de 2019

PREGON DE LA SEMANA SANTA 1988





Coinciden, Sras. Y Sres., en el tiempo espacial, obra del Creador y en el Calendario hecho por los hombres, la llegada de la Semana Santa y la venida de la primavera, como si el Verbo que era el Único que existía en el Principio, quisiera hacernos partícipes de misterios: el sobrenatural de la Redención y el natural de la primavera, que como recreación que ocurre cada año, hace que las almas piadosas se pregunten:¿dónde está el Redentor?. San Juan de la Cruz se lo preguntaba así:¡Oh bosques y espesuras plantadas por la mano del Amado, oh prado de verduras de flores esmaltado, decid si por vosotros ha pasado!.
El santo escuchó así la respuesta de las Criaturas “Mil gracias derramando, pasó por estos sotos con presura, y, yéndolos mirando, con sola su figura, vestidos los dejó de su hermosura”.
Nos quieren liberar del Creador para hacernos esclavos de los sentidos, pero la “Verdad nos hará libres” y para recordárnosla, llega la Semana Santa, que nos muestra una balanza en que están equilibrados Dios y el hombre, Dios en el hombre y el hombre en Dios; están equilibrados la materia y el espíritu, y Cristo, Dios y hombre verdadero es el fiel, la Cruz de esa balanza, que nos indica el “Camino, la verdad y la Vida”.
Antagónicos al Hombre-Dios hay dioses hombres que pretenden quitarnos la fe, pero esa fe es definida por San Juan de la Cruz, de un modo que no ha perdido actualidad.”Es un saber no sabiendo que es de tan alto poder que los sabios arguyendo jamás la pueden vencer, que no llega su saber a no entender entendiendo, toda ciencia transcendiendo”. San Juan asimilaba la llegada del Amado a la primavera.
Otro poeta se puso a pregonar esa primavera y exclamó exultante:”La primavera ha venido, nadie sabe como ha sido”. El pregonero, al encontrarse con esta primavera, se quedó pensativo y se interroga: ¡cómo ha sido? Y yo, que inmerecidamente tengo que pregonar en Huesca la Semana Santa, me pregunto a mi vez ¿Cómo ha sido? ¿Cómo ha sido, qué?, que sea yo su pregonero, o, ¿cómo ha sido que la Semana Santa, inexorablemente esté a punto de llegar a Huesca? Es fácil responder a la primera pregunta, ha sido simplemente por culpa de Daniel Calasanz y de Teresa Ramón, aquí presentes, mas les pido que no tengan remordimientos de conciencia, porque me han hecho un bien al hacerme pensar en la pasión de Cristo, y, si recuerdan que se dijo que nuestros pecados serán perdonados, en Semana Santa, con mayor motivo. ¡Oh feliz culpa! , que reza el motete.
La segunda pregunta, ¿cómo viene la Semana Santa?, también tiene un doble aspecto. Si nos interrogamos sobre las celebraciones y más concretamente sobre la procesión del Santo Entierro o del Silencio, topamos otra vez con el buen Daniel, en cuanto Hermano Mayor de la Archicofradía de la Vera Cruz, que hace posible tal procesión, tal manifestación de fe, tal recordatorio de esa nuestra fe. La culpa, pues le corresponde a nuestra gloriosa Archicofradía y repito: ¡Oh Félix culpa!
Pero la contestación al meollo de la pregunta ¿cómo, por qué, llega la Semana Santa?, es más difícil de contestar.
Este Daniel, que tiene nombre de profeta, debía haber encargado la respuesta a un teólogo.
El, que es hortelano, nos podría explicar primorosamente cómo viene y por qué viene la primavera, pero él vive la Semana Santa como un oscense hasta la médula, me planea una respuesta difícil…
A mí que no puedo entrar en disquisiciones teológicas y tengo que apoyarme forzosamente en la Fe, en la Esperanza y en la Caridad (el amor).
¡Qué atrevimiento el mío, tratar de explicar por qué viene la Semana Santa cada año!
Recurro al Libro Sagrado, la Biblia y me recuerda que al principio de los tiempos, tuvo lugar un día en que se hizo la luz, en un segundo día, el Señor creó la tierra y le dio verdor y árboles con semillas y frutos.
El tercer día ordenó:”Haya lumbreras en el firmamento celeste para separar el día de la noche y hagan de señales para las solemnidades, y para los días y para los años”.
El cuarto día dijo:”Bullan las aguas de bichos vivientes y revoloteen aves sobre la tierra contra la faz del firmamento celeste”. Y los “bendijo Dios”. El quinto día creó los ganados, sierpes y alimañas. Después creó al hombre a imagen suya; macho y hembra los creó.
El 7º día descansó.
¿Quién dudará de que nos encontremos ante la primera Semana Santa de la humanidad? Santa, porque el Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, de cuya gloria están llenos los cielos y la tierra, creó al hombre a su imagen y semejanza; macho y hembra los creó.
El Señor es la Verdad y la Verdad os hará libres y libre creó Dios al hombre y en esa libertad está su grandeza y su miseria, porque Adán y Eva hicieron mal uso de ella y nos llevaron al pecado.
El Señor que ama al hombre, quiso enviarnos a su Hijo unigénito para redimirnos de ese pecado y El que el Séptimo día descansó, decidió recrear una nueva Semana Santa, aquella en que tuvo lugar la pasión y Resurrección de Cristo: una nueva primavera para las almas.
Dios es intemporal y para él, no hay pasado ni futuro; todo está presente y nos abarca. Al principio con la Semana de la Creación y cada año con la Semana Santa, para que las nuevas generaciones queden abarcadas en su obra redentora.
Hay antropólogos que sólo ven la parte material de la vida y pretenden descalificar a la iglesia, diciendo que ha suplantado a las divinidades paganas de la luz, del aire, del fuego y de la tierra por santos y ángeles, pero basta repasar la Biblia para encontrar el equilibrio espíritu- materia.Basta repetir la frase que he mencionado.”El tercer día ,ordenó :Haya lumbreras en el firmamento celeste para separar el día de la noche y hagan de señales para las solemnidades para los días y para los años”.
Y las lumbreras celestes cumplen su papel de avisar,de pregonar la Semana Santa,por medio del Equinoccio de Primavera,en el que se establece el equilibrio entre el espíritu,hoy tan despreciado y la materia,hoy tan enaltecida.
La primavera con su color verde nos da la esperanza de los frutos, como la Semana Santa nos transmite la esperanza de los frutos de la Salvación.
He recurrido a la fe y a la esperanza,pero me falta hacer alusión a la Caridad, al Amor, y el Señor, al que los hombres no dejamos descansar, en lugar de destruirnos, nos amó tanto, que sacrificó a su propio Hijo por nosotros.
Por todo lo antedicho, viene la Semana Santa y de la misma forma que llega cada año, llega a cada lugar y llega a Huesca y Huesca la va a recibir con el mismo amor, con el mismo cariño con que la recibe desde hace siglos, pero a pesar de tan continuada tradición y de que las Semanas siguen siendo tales y de qué Semana Santa sigue siendo Santa, a nivel de celebración popular la semana se reduce en el tiempo, aunque no en la fe.
Se reduce, repito, la Semana en el número de sus manifestaciones externas, pero las que quedan son un momento, que invita a los hombres a reflexionar sobre el misterio de la Salvación.
Se podría establecer un paralelismo, día por día, entre la primera Semana y la que cada año nos llega, a través de los rituales de la Iglesia, que además de Santa, la llaman Semana Grande o Semana Mayor.
Datos no faltarían al que quisiera hacer tal estudio, pues ya una española, la monja Eteria, abadesa gallega del Monasterio del Bierzo, viajó a los Santos Lugares, visitando entre otros el Sinaí y el Monte Jabán, tumba de Job, con lo que demostraba poseer profundos conocimiento bíblicos.
Volviendo de su viaje, escribió en Constantinopla el Libro de peregrinación a Tierra Santa en el que describe la liturgia de los cristianos orientales, deteniéndose especialmente en los de Jerusalén. La monja viajera señala que aquellos ritos le recordaban los de su tierra, si en Galicia ya se celebraban estas conmemoraciones de la Semana Santa, es de suponer que en Huesca, la Osca romana de entonces, también tendrían lugar.
Pero estos ritos, como la procesión de las palmas y adoración de la Santa Cruz, que nos descubre Eteria, deban ser anteriores a ella que murió en 388.
San Atanasio nos habla de “los seis días santos y grandes, anteriores a la Pascua, que son símbolo de la Creación del mundo”. A este mismo antiguo simbolismo parece aludir el martirologio del rey Alfredo (año 331). Abonan también por el origen antiquísimo de la Semana Santa una carta de Dionisio Alejandrino(año 260) , la Homilía de San Juan Crisóstomo y hasta el Libro VII de las Constituciones Apostólicas. Y yo que he tenido el atrevimiento de proclamar ese paralelismo entre la Semanas de la Creación y la Grande, Mayor o Santa, quedo confortado para seguir mi disertación al encontrar esa tesis en un padre de la iglesia como San Atanasio, Patriarca de Alejandría. Ambas semanas nos abarcan y en el espacio que va de la Creación a la Redención, está el Antiguo Testamento. No podemos relegarlo al olvido y en esto me da la razón nuestra procesión del Silencio o del Santo Entierro, pues en ella desfilan Isaac, Abraham, Melquisedec, Moisés, Aarón y David, que según Del Arco y según todos ustedes han podido ver, visten trajes magníficos de época, que en el año 1914 fueron confeccionados conforme a los diseños del notable pintor oscense Hermano Jesuita Martín Coronas. Este mismo diseñó también, en 1915, los vestidos de las Sibilas, esas doce jóvenes, que a pesar de ser profetisas paganas, anunciaron la Vida, Pasión y Muerte de N.S. Jesucristo. Ciñen su cabeza con corona dorada, signo de distinción, rematada por una estrella, que significa el don profético. Llevan pequeños estandartes con las profecías de Cristo y cantan melodías, ajustadas a ellas.
No se ceñía, pues, la esperanza en el Mesías al mundo judío, sino que había por todas partes una necesidad de algo nuevo.
El Antiguo Testamento está lleno de símbolos y profecías. El Profeta Daniel anuncia la venida del Señor, a las setenta semanas de años. Parece que quisiera incluir las semanas del Antiguo Testamento, entre la primera y la que habría de venir y sigue viniendo cada año.
En el Introito de la misa del Lunes Santo, el salmo XXXIV, David, odiado, calumniado, perseguido y maltratado, pide a Dios justicia contra los que hacen cuanto pueden para labrar su ruina. Nada hay que se adapte tanto a Jesucristo, que va a ser inmolado.
La segunda epístola de la Misa del Jueves Santo “parece ser no tanto una predicción del profeta Isaías, cuanto una historia de la Pasión de Jesucristo y cualquiera diría, al leerla, que habla un historiador sagrado que refiere lo que sucedió, más bien, que un profeta que predice lo que ha de acontecer al Salvador del Mundo”.
“Empieza el miércoles el oficio de tinieblas y durante el mismo se pone un tenebrario, que consiste en un candelabro triangular y en él once cirios, que se van apagando sucesivamente al final de cada salmo”. Muchos nos acordamos como al final del oficio todo el mundo procuraba hacer ruido golpeando los bancos o haciendo sonar carracas y matracas y dicen que , en tiempos hasta las calles de Huesca eran un sonoro retumbar.
Dice Arnal Cavero:”En la torre suena la matraca grande”.”Es monótono y angustioso su canto, como si dentro de él vibrase un corazón, que dejase en lo hueco de cada vibración una gota de sangre y una gota de llanto”.
Dicen que esos sonidos se producían para denotar el caos y la confusión que surgió en todo el orbe a la muerte del Salvador y el que existiría en los espacios en los días de la Creación.
Las matracas estaban hechas con martillos de madera, más o menos numerosos, que golpeaban sobre una tabla y las carracas consistían en una rueda estrellada que al girar percutía con sus dientes en una lengüeta de madera, lo cual constituía para los niños una diversión que teníamos que prolongar el día de Jueves Santo. En ese día de la institución de la Eucaristía, sigo percibiendo el paralelismo entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, al leer en los oficios de Semana Santa y en la Lección IX, ”Moisés,después que hubo leído todos los mandamientos de la Ley a todo el pueblo, tomando de la sangre de los novillos y los machos de cabrío, mezclada con agua y lana teñida de carmesí y el hisopo, roció al mismo libro de la Ley, y también a todo el pueblo, diciendo:Esta es la sangre que servirá de sello al del Nuevo Testamento que Dios os ha ordenado, o hecho a favor vuestro. Y así mismo roció con sangre el tabernáculo y todos los vasos del ministerio. Y según la ley casi todas las cosas se purifican con sangre.
Y sin derramamiento de sangre no se hace la remisión”.
El Antiguo Testamento es imponente, pero duro y aunque Schopenhauer lo encuentra más optimista que el Nuevo, ”no tiene en cuenta la redención, la glorificación de la carne, la resurrección, la vida perdurable, la participación filial en la Vida Eterna”, que son los misterios que dan vida al hombre. El Nuevo Testamento da sentido al Viejo, de aquí deriva la importancia de la Semana Santa que celebra esos misterios, tanto que al Jueves en Oriente se le llama día de los Misterios.
Para que el Testamento tenga validez ha de morir el testador y Dios se hace hombre para morir por nosotros, y con su sacrificio sufre todos los sacrificios sangrientos e introduce la Eucaristía con la transubstanciación del pan y del vino. ¡Evidentemente el Nuevo Testamento nos devuelve el optimismo!.
El pueblo sigue preparando hermosos monumentos para acoger la Eucaristía y me acuerdo que los niños en mi pueblo, queriendo prolongar durante el Jueves el uso de las matracas,decían: “ver el monumento, que Cristo está dentro” y a continuación, haciéndolas sonar gritaban: “ el diablo de rodillas, a romperle las costillas”.
¡Qué emulación existía para adornar los monumentos !,todos íbamos a visitarlos y a comentar su belleza, todos con nuestras mejores ropas, que en los pueblos olían a membrillo y a espliego y en las capitales muchas señoras y jóvenes lucían su mantilla y su peineta españolas.
En los pueblos existía una costumbre que no tengo constatada en Huesca, que consistía en la colocación, como adorno, de las melenas vegetales.
Ya con tiempo, sembraban distintas semillas de gramíneas o de leguminosas, como lentejas, garbanzos, judías, bisaltos o pepitas de calabaza, en macetas, dentro de las bodegas. En la media luz brotaban las plantas, formando unas largas melenas de un color amarillo, que se colocaban como adornos del monumento, que en mi pueblo se ilumina con tantas velas como familias,que se llevan al acabar los ritos, a su casa para “esconjurar as tronadas” a lo largo del año.
Llega, por fin, el Viernes Santo, el día del dolor, el día en que la muerte da principio a nuestras vidas. El día en que desde los tiempos apostólicos se adora la Cruz.
Ecce lignum crucis in quo salus mundi pependit.Venite ,adoremus.
¡Popule meus, quid fecit tibi,aut in quo contristabi te!, responde mihi.Venite , adoremus. Y a esta llamada acudió, ya hace siglos, la Cofradía de la Vera Cruz, que se formó en 1587, lo que demuestra que existía antes y todavía antes existía la del Santo Cristo de los Milagros. El pueblo, los artesanos constituyeron la Archicofradía de la Vera Cruz, para sacar a la calle, al Coso y a las callejas que rodean la Catedral en desfile procesional, de imponente solemnidad, las imágenes veneradas en el interior de los templos. Esa procesión del Silencio o del Santo Entierro es la síntesis de la Semana Santa y aparecen ante el pueblo las imágenes, en su doble sentido, la imagen que subyace en todo hombre y la imagen de madera, obra de los imagineros.
Las imágenes “son representaciones espirituales”, elemento constitutivo indispensable de la vida psíquica, se hallan en todos los pueblos que gozan de una conciencia ya algo liberada.
Por eso, “su ausencia parcial o incluso su negación incidental en los pueblos civilizados deben considerarse como un signo de decadencia”. Yo digo que de decadencia religiosa. Las imágenes físicas de los imagineros con cuya presencia, en la Profesión del Viernes Santo, nos regalan las cofradías presididas por la de la Vera Cruz, siempre que no sean objeto de adoración, nos aproximan a las imágenes latentes en nosotros, que nos vienen desde la primera Semana de la–creación, a través de las Sagradas Escrituras, la Tradición, los Padres y el Magisterio de la Iglesia. La Vera Cruz está cristianizando y re cristianizando.
He dicho que la carencia de la imagen nos trae la decadencia de los pueblos; por eso ahora que quien hacer desaparecer los Cristos y los Sagrados Corazones de los lugares públicos, quieren crear nuevas imágenes. Estamos en el mundo de la imagen; muchas veces se trata de imágenes de nuevos becerros de oro u oropel.
Se crean hoy nuevas imágenes de dioses hombres políticos, se crean imágenes de productos comerciales, que nos llevan al consumismo materialista, se crean imágenes de utopías que nos llevan al materialismo por convertir al hombre en objeto de producción sin alma. “a estas imágenes se les atribuyen caracteres ideales, a veces las virtudes del héroe, del sabio o del padre, las virtudes que la masa necesita para seguir a alguien, para admirarle, para entregarse a él “.Es comprensible que ante tal campaña de imágenes, haya personas que no quieran ver las de Semana Santa, de la misma forma que Julián Marías en su última conferencia, en este mismo lugar, se lamentaba de que las gentes no quisieran oír hablar del amor, no creyeran en la ternura, ni en otros valores no constatables con detectores mecánicos, como no se pueden demostrar empíricamente los valores religiosos.
El alma existe y las gentes sencillas constatando que necesitan sus atributos, buscan la honradez y la dignidad, el amor y la verdad, en tanto que el materialista busca la dignidad en la carrocería de su coche.
Al principio he señalado el equilibrio entre la Creación y la Semana Santa, entre el espíritu y la materia y se está rompiendo ese equilibrio.” De la disgregación original en Espíritu y Naturaleza, el mundo occidental ha salvado la Naturaleza, en la que cree por temperamento y en la que se ve cada vez más enredado a través de todas sus tentativas dolorosas y desesperadas de espiritualización”.”El mundo oriental, por su parte, ha elegido el espíritu (fonéticamente) y se ha entumecido en un sueño en medio de la miseria y de la suciedad asiáticas”.
Hay que buscar el equilibrio y Cristo es el fiel de la balanza. Coinciden en la Semana Santa la primavera y la Redención.”La verdad sensorial le basta, acaso a la razón, pero no revela jamás un sentido de la existencia humana. Cuando las fuerzas del corazón no acuden en ayuda de nuestra razón, ésta queda las más de las veces impotente”.¿ Acaso la razón nos preservó de guerras e injusticias?,¿ acaso de la razón han nacido las mayores transformaciones espirituales y sociales?
Sigamos, en espíritu los pasos que nos marcó Cristo y sigamos procesionalmente los pasos que para Huesca los imagineros construyeron y que los sufridos costaleros va portando con ritmo, con cariño, como meciendo a Cristo. Dios contempla desde el cielo satisfecho, el culto popular de unos hombres que con su sacrificio voluntario, con sus pasos penitentes y solemnes colaboran recreando la Pasión de Cristo y caminan al futuro, paso a paso, al tiempo que desvelan los velos de los ojos a otros hombres, a los cuales les estorba la verdad.
Yo recuerdo un costalero, cuyo premio consistía, cuando el mazo percutiendo en la peana señalaba una parada, en ver el rostro de Dios en los ojos atónitos de los viejos, las mujeres y los niños, un reflejo espiritual del Cristo que portaba. Hay quien nos quiere quitar su presencia y su consuelo.mas aún queda cofradías, penitentes y personas que no lo quieren perder. Quien también recordar a la joven profesora que durante mes y medio, compuso, con sus alumnos, de humilde barro como a Adán hizo el Señor, a la Virgen Dolorosa y los pasos del Entierro, de Jesús el Nazareno y del Cristo del Perdón.
Ya llegan los romanos, ya se oyen chocar las herraduras contra el pavimento, que cuando era de adoquines hacía que brotaran chispas de ese choque violento, como ocurría, cuando los de a pie golpeaban al unísono las conteras de sus lanzas.
El hombre siempre ha estado o sometido a los imperialismos o sometiendo a otros pueblos, pero el Hombre Dios, cuya procesión abre los romanos vino sin ejércitos y sin centurias “a construir un reino en cada corazón”.
Los équites romanos cabalgan, pero el que vino a conquistar corazones se aproxima montado en un humilde asno. Ya había bendecido el padre a los animales, después de creados y Jesús también los amaba, pues cuando mandó a sus discípulos a buscar la burreta y su pollina, les dijo dónde se encontraban y que el dueño no se negaría a entregárselas. ¡Cuantas veces, al pasar por delante de la puerta, se pararía con él y le hablaría de esos animales!
En la pascua Florida, es la primavera y con sus ramos y palmas, los niños de los Hebreos proclaman el Triunfo de Jesús, al que luego sus padres harán traición. Hace falta que esa Pascua Florida la celebremos no sólo con ramos en las manos sino también con buenas obras. He comentado que cuando el hombre se tornó materialista, trata de buscar la espiritualidad en la Naturaleza; ya los mismos hebreos en el desierto, olvidándose de Dios, adoraron un becerro.
Conocí un compañero en la Universidad, que en aquellos lejanos y duros tempos ya fumaba tabaco rubio, que decía no creer en nada y que su única biblia era el libre “Platero y yo”. Había caído en la adoración de un asno. No sé si habría leído el capítulo del Angelus, en que Juan Ramón Jiménez, le habla a Platero:”Parece, mientras suena el Angelus, que esta vida nuestra pierde su fuerza cotidiana, y que otra fuerza de adentro, más altiva, más constante y más pura, hace que todo, como en surtidores de gracia, suba a las estrellas”.
Si mi amigo lo hubiera leído, tal vez hubiera caído en la cuenta de que el poeta, caminaba hacia Dios por la belleza, como otros caminan por el sufrimiento, el trabajo o la dedicación a los necesitados.
En todas las Sagradas Escrituras y en las bendiciones del agua, de los óleos, de los ramos, ritos eclesiales, se intuye el amor a la Naturaleza, criatura de Dios. Hemos vuelto al equilibrio del Espíritu y la materia. En mi pueblo, después de la Procesión de los ramos, colgamos éstos en nuestros balcones y ventanas. Estamos ante una imagen pero no adoramos un ramo sino que nos acerca a Dios, igual que a San Juan de la Cruz, lo acercaban los bosques y praderas.
Se va Jesús montado en su burreta, de la que su imaginero Vicente Vallés, me dijo hace unos días, que no estaba terminada.
En este suceder o devenir de pasos, se aproxima uno que trasciende de paso para llegar a la categoría de escenario, porque la escena que en él se representa es grande en el tamaño y grandiosa en su tierra. Recuerdo entre sus restauradores al imaginero Larruy, autor de tantos bustos de ingenuidad medieval, al tiempo que profunda. Es una muestra de cómo la imagen subyace en nosotros y en su caso la plasmaba en madera, y otros hombres las colgamos, en el cuello, en la pared o la plasmamos en las alturas de los montes. Cristo es hombre y quiere despedirse celebrando un ágape, igual que se despiden los quintos con lifaras, lava los pies de sus discípulos como la Magdalena se los ungiera con perfumes.
Es Dios y del pan y del vino, que es fruto de la vid y del trabajo de los Hombres, hace el milagro de una eterna permanencia entre nosotros. Aquello sí que fue “un me voy pero no me voy, me marcho pero me quedo”, un milagro divino por la solución eucarística dada a ese quedarse, eliminando los sacrificios sangrientos y tratando de evitar los derramamientos de sangre, en adelante.
Pero nos encontramos como en la primera semana de la Creación: Dios creó al hombre libre y Jesús dijo: el que quiera que me siga y el hombre sigue matando, cuando tiene el recurso de beber la sangre pacífica y divina del cáliz. Pasa ante nosotros un acto humano, el del ágape, la “lifara” amistosa, con el agua, el pan y el vino de un ecosistema creado por Dios, el mayor ecologista. ¡Cómo nos avisa el imaginero Mendoza, creador del paso, del peligro del dinero, tallando a Judas con su bolsa!. Hay quien trata de desequilibrar; el hombre es libre, ¡que busque su equilibrio en la imagen profunda que nos hace patente la imagen de madera del imaginero!.
Suena la música fúnebre de los ministriles, sublimación estética de los alaridos, plañidos y quejas de las plañideras, que en nuestra tierra existían a nivel institucional y que se siguen “plañendo”, palabra nuestra, a nivel particular.
Se siente uno como sobrecogido, al escuchar esas notas que aparentemente misteriosas, se hacen tales por introducirnos en los misterios sacrosantos, por convertirnos, a los que las escuchamos, en partícipes del Misterio con que el Verbo nos abarca desde la Creación, hasta el momento mismo en que uno vive en la acera del Coso, como viví en otras ocasiones en un balcón de la Calle de Cuatro Reyes, cerca del de Marieta Pérez. Se siente uno dentro de un equilibrio, amando a Dios, a Cristo, a la Virgen y a los hombres, que conmigo contemplan el paso de los pasos, reflejando en sus ojos una luz que es muy antigua, teniendo al mismo tiempo la esperanza del que tiene futuro, estoy también amando a aquellos penitentes, que soportando el peso y empujando las sagradas carrozas, son como nuevos Cristos con sus cruces a cuestas.
Pasan los penitentes que descalzos y arrastrando cadenas, piden al cielo que libere su espíritu de otras cadenas que oprimen de dolor, como Cristo en el paso en que se queda solo, rodeado de olivos, pide a su vez al Padre, ser liberado de trago tan amargo.
Ya viene el prendimiento, cuya imagen tallara el grausino Coscolla, y el buen Jesús se entrega como manso cordero, para ser sacrificado.¿ Cuántas víctimas humanas han sido y son prendidas todavía por dioses-hombres, que se creen poderosos en sus soberbias mentes?.Si Cristo no les sirve de consuelo a los primeros, y si Cristo no les sirve de modelo a los segundos, para que nunca ocurran estas cosas, ¿qué sentido podremos darle a nuestras vidas?. Ya viene Cristo atado a una soberbia columna y acompañado de penitentes con vistosas túnicas. Ha sido el hombre atado a los árboles y a piquetes infamantes de los que aún se ven los restos de uno de ellos en el camino de San Jorge. Los olivos dan paz, los cipreses reflexión y las columnas equilibrio en los grandes edificios, pero el hombre sigue atado a columnas y estructuras injustas y humillantes y es flagelado Cristo y llevan luto los cofrades de la Vera Cruz y brotan las lágrimas de las santa mujeres, y el arrepentimiento en los corazones, pero todos dejamos para más adelante el poner en práctica su doctrina. Su doctrina, que es Camino, que es Verdad y que es Vida y sin embargo van sucediéndose a lo largo de los siglos doctrinas opresoras de los hombres y la nuestra permanece en el corazón de las buenas gentes y los niños, pero no reina en el corazón de los hombres poderosos. Pasa la Coronación de Espinas y me acuerdo del respeto de los niños a las golondrinas; no dejábamos nido sano y, sin embargo veíamos a esas veloces aves como seres sagrados, porque decían haber librado a Cristo de las crueles espinas. La semilla de Cristo caía en nuestros corazones en terreno abonado, como el observador se da cuenta como el sucesivo paso de las escenas del dolor de Cristo caen profundas en el corazón de las gentes sencillas que están viendo pasar la procesión.
¿Qué cizaña impide que el ejemplo de Cristo cale más en la convivencia de los hombres?. Se tiene uno que rendir a la evidencia de que aquello que nos enseñaron: mundo, demonio y carne sigue vigente entre nosotros.
Estamos en la apoteosis del dolor ,van pasando el Ecce Homo, tallado por Marqués y pasa el nazareno del escultorOrduna, oprimido por el peso de la Cruz. Los claros clarines quieren anunciar la muerte del condenado, y no saben que están anunciando su triunfo sobre la muerte, a pesar de la crueldad del furioso golpear de conteras de lanzas sobre el pavimento de las calles. Y golpea, reiterativo, el dolor a Cristo,que cae con la Cruz a cuestas y la masa humana que contempla su dolor, aquellos hombres que hace tan sólo cinco días lo aclamaban con ramos y con palmas, ahora callan, pero Cristo ha empezado a reinar en algunos corazones y el Cirineo le ayuda a pesar de exponerse a ser mal visto por el poder, en tanto la Verónica pone su delicada nota femenina que alivia la existencia de los hombres y Cristo además de Dios y hombre verdadero, poeta ensangrentado, artista e inspirador de artistas, deja plasmado su rostro dejándole a ella y a nosotros un recuerdo.
Sonarán luego los golpes del martillo percutiendo tonantes y con cueldad inusitada, a través de las manos en el leño, implacables como suena las lanzas en el suelo.
Pende Cristo del Arbol de la Cruz y se queja ante el pueblo:Popule meus, quid fecit tibi au in quo posuit contristare tibi.
Y el pueblo no responde, responden sólo golondrinas a las que Dios bendijo y vuelven a cada primavera, no son libres, pero los hombres, que lo son, hacen que el hombre Dios se sienta sólo: Padre ¿por qué me has abandonado?, pero seguimos abandonando a Cristo, al dejar abandonados a otros Cristos, que, con nosotros, recorren cada día su calvario. Pero sí que responden al dolor de Cristo algunos Cirineos y muchas Verónicas.
A nuestros pasos, sobre todo a los más pesados, se les fueron colocando ruedas para hacerlos más llevaderos y los ciudadanos hemos hecho lo mismo; nos hemos provisto de ruedas de automóvil para, según algunos aumentar el martirio de la vida ciudadana y según otros para hacer más llevadero el paso de la vida.
Aquí tengo dos programas de la Semana Santa, el de la Vera Cruz, del Arbol de la Vida y otro que anuncia viajes, algunos sin retorno, aunque no lo comente que sería el de otro árbol, parecido al que en el paraíso estaba: el Arbol de la Ciencia, en que se encuentran juntamente, el bien y el mal. Recordemos, ante la alternativa de estas dos clases de arboles, a Venancio Fortunato cuando dice: “¡Oh cruz fiel, el más noble de los arboles; ningún bosque produjo otro igual en hoja, ni en flor ni en fruto!”
Algunos irán a Andalucía, a contemplar la fe de un pueblo, que manifiesta de un modo más ruidoso su amor a Cristo y a María y tratan de aliviar su sufrimiento con saetas. Otros irán a la mar, a la montaña, a gozar de las cosas que el Señor, en la primera semana, nos creará.
Tal vez se pongan a rezar un Padre Nuestro al recordar, el Viernes Santo que en Huesca está pasando el Santo Entierro. Algunos por desgracia pasarán un calvario en la misma carretera. ¡ Que esté con ellos la Virgen Dolorosa!.
Yo acudiré en la ciudad de Huesca a contemplar, desde cualquier rincón, acompañado de la gente, el paso del Cristo del Perdón para pedirle ese Perdón que necesito, por haberme atrevido a pregonar esa Semana Santa que va a llegar a Huesca.


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