sábado, 30 de abril de 2022

A San Urbez, padre de las lluvias



Desde hace cerca de mil doscientos años, se ha venerado a San Urbez y se han escrito numerosos temas sobre su vida y milagros. Son conocidos los libros de don Mariano Orús Villacampa y del Obispo don Damián Iguacen. Pero yo conozco temas de la vida, la muerte y la quema de su cuerpo el 17 de Octubre de 1936. Los conozco salidos de las siguientes fuentes de hijos de Nocito y de todo el Somontano.
Hace unos días me encontré en el Hospital de San Jorge a Segundo Nasarre, natural de Nocito y seguidor ferviente de San Urbez. En cierta ocasión en Hostal de Ipiés atropelló con su camión a un niño, al que en el Hospital daban por muerto y Segundo con su esposa se despojó de los zapatos y andando subió al Santuario de San Urbez, para rogar por la salud del niño. Cuando bajó ya había pasado el peligro y sanó como si hubiera nacido otra vez. Siempre han creído los montañeses en los milagros de su patrono montañés y le han pedido la lluvia cuando la sequía amenazaba las cosechas.
A los pocos días me encontré a Urbez Nasarre, hijo de Simón Nasarre Lardiés, “santero” toda su vida de la iglesia dedicada a San Urbez, en Nocito. Este escribió el día quince de Julio de 1962, una carta a Don Mariano Orús, que residía en Barbastro, explicando lo que allí hicieron unos “autores que no eran conocidos”, pero su madre estuvo viendo toda la quema que encendieron sus autores, “pues la hicieron estar allí hasta que se marcharon”. Al acabar la carta dice de “San Urbez que es el patrono de la Montaña y Abogado de la lluvia, que muchas veces le vinieron a pedir agua y siempre fuimos socorridos, cosa que me lo vi yo”. Me preguntó el amigo Urbez si yo iba a asistir a fin de Julio a los actos que se van a celebrar en honor del Santo. Le dije que mi hijo asistiría seguramente, pues además de ser gran devoto del santo, éste estuvo en Olivito, pequeño pueblo entre Siétamo y Ola. En casa Otal de Ola guardan una piedra en la se acostaba San Urbez y dicen en el pueblo que en cierta ocasión ante la necesidad de agua para beber el ganado, lanzó en el Saso su vara, que se clavó en la tierra y surgió una fuente en la zona denominada El Señorío, que todavía suministra agua a los de Ola. En el entierro de Antonio Otal de Ola, me recordó su hijo José Mari estos hechos.
Me dijo Urbez que su padre y su abuelo eran santeros en el Santuario de San Urbez y que su hija tenía un libro escrito por su abuelo sobre el Santo. Este acto de quemar al Santo tuvo lugar el 17 de Octubre de 1936.
Hablando con un joven, nacido en Siétamo hijo del matrimonio de Vicente Benedet con la señora Nieves Izquierdo Nasarre, me dijo que en su casa tenían una placa con la que podía oírse a la señora de Nocito, Germana Albás( Ortás) de casa Lardiés y a su hija Joaquina, que era la madre de Nieves Izquierdo y abuela suya. Me dijo que esa placa estaba grabada en 1980, cuando Germana tenía noventa y ocho años y que murió a los cien. Esta señora era la madre de siete hermanos y hermanas, entre los que se encuentran el que antes he citado, a saber Segundo Nasarre y Joaquina madre de Nieves Izquierdo Nasarre, que es la poseedora de la placa sonora.
Interrogaba a la abuela Germana Albás y a su hija Joaquina, un bisnieto de la primera y nieto de la segunda y contestaban a cada pregunta haciendo ver la influencia de San Urbez en la caída de las lluvias, sus períodos de devoción popular alrededor de la Sierra de Guara y del desprecio que recibió el santo y sus fieles devotos cuando lo abrasaron. Describe como en cada rogativa de lluvia, acudían desde Bierge y de Rodellar, pueblos que poseían cada uno su bandera y para agitarla hacía falta la fuerza de dos hombres. Dice Germana que “ni Angüés, ni Serrablo ni Nocito” tenían bandera. En cierta ocasión, mirando desde Nocito a la “punteta de Guara”, se veían las procesiones que venían a rogar al Santo” y cuando entraba la última procesión, ya llovió”, “ en Angüés llovió dos veces y a los dos días volvió a llover”. Con tales lluvias “los de Rodellar, Angüés y Bierge, se quedaron a dormir dentro de la iglesia y les mataron tres corderos para darles de comer. Marcharon al otro día, después del mediodía. Losrepartieron también por las casas”.
En la carta de Simón Nasarre a Don Mariano Orús Villacampa, de Barbastro, explica que su madre estuvo todo el tiempo que duró la sacrílega cremación de San Urbez, pero uno no se aclara si asistió alguien más. Pero de la placa sonora de la señora Germana Albás, se deduce que estuvieron cuatro mujeres, una, ella misma, otra su hija Joaquina y dos mujeres más, una de “casa Alta y otra de casa Baja”. También asistieron algunos niños, como por ejemplo Segundo Nasare, hijo de Germana y hermano de Joaquina.
Pero hay que tener en cuenta que fueron tres los intentos de abrasar al Santo. Y del primero dice Joaquina, madre de Nieves izquierdo y casada con Vicente Benedet de Siétamo, que posee la placa sonora, que “los rojos lo sacaron del arca y salieron volando dos palomas”.”No tuvieron valor de tocarlo y lo dejaron como estaba”. Joaquina dice que lo quemaron en el prado de Ariel, frente al templo de San Urbez, el día 17 de Octubre de 1936.
Una segunda vez intentaron quemarlo, pero al preguntarle a la señora Germana, quienes fueron, ésta contestó: ”No se sabe, cuatro espellejaus”. Pero ¿Quién lo quemó?, “eso no se sabe”.
El pueblo sabía y sabe muchas cosas sobre tal suceso y unos dicen que los “espellejaus”, que lo abrasaron lo hicieron porque su jefe los emborrachó y más tarde dicen que murieron también abrasados algunos de ellos.
Pero se acabó la Guerra Civil y Joaquina, madre de Nieves Izquierdo, casada en Siétamo, sigue narrando en la placa sonora, como se pusieron varias mujeres a recoger los restos de la quema, como por ejemplo la “rodeta” metálica con un ruedo de oro, que el cuerpo de San Urbez tenía en una rodilla, para que la besaron los fieles, ya que todo su cuerpo estaba amortajado con siete capas de tela.
”Cuando estaba el cuerpo convertido en cenizas, en el prado, recogió las reliquias, a saber huesos y polvo”. Añade “Recogí las macetas de la Purísima Concepción y otras cosetas de la Virgen”y “las guardó dentro d’o pajar”. Cuando llegó a Nocito mosen Vicente, al que salvó la vida, al avisarle de que llegaban “espellejaus”, el cura en agradecimiento por las reliquias y tal vez por su propia vida, le compró un rosario de nácar y se lo regaló.
Estamos en plena celebración de la fiesta del agua en Zaragoza, pero falta recordar con más entusiasmo a San Urbez. Cuando uno ha visitado Santa Cruz de la Serós o San Juan de la Peña y visita Nocito, a uno le entra una gran pena, porque Nocito tiene su encanto y dentro de él, se encuentra uno con el placer de vivir en plena Naturaleza, sin aglomeración. Zaragoza dentro de sus museos, puentes y corrientes de agua, debía haberse acordado de San Urbez, Sol de la Montaña y Padre de la Lluvia.
Así como el pueblo sencillo recuerda la historia de San Urbez, Aragón debía hacer una carretera por Vadiello, para que se conocieran más su vida y milagros.

jueves, 28 de abril de 2022

De los orígenes del hombre


Charles Darwin


Un día cualquiera de este mes de Junio del año 2007, revisando una vieja maleta de madera, llena de libros, encontré una revista del año 1896, titulada La Controversia, en la que trataba de la Evolución de los humanos, que según Darwin, vienen de los monos. Y leyendo alguna de sus páginas, decía: “Recordemos, por otra parte, que la distribución tan característica (de razas) en el hombre hace de él un tipo apartado de la serie animal, y no recuerda el tegumento velludo de ninguna especie inferior”. La escasez de pelo en el hombre, lo hace un tipo aparte en la vida animal, pues no recuerda el tegumento velludo de ninguna especie. Parece ser que la Evolución del mono hacia el hombre, ha ennoblecido a éste, haciéndole perder el cabello. ¿Qué tendrá que ver la evolución del hombre con la pérdida del cabello?,  por  que   existen hombres barbudos y hay otros, como me dijo mi amigo el sesudo Angel, en un bar, que se depilan con pinzas. ¿Para qué?,   pues   según podemos ver, hay hombres barbudos,  que consideran que la posesión de una barba y de un bigote es un síntoma de humanidad y de elegancia, en cambio los hay , que obedeciendo a su subconsciente, consideran  la carencia de cabello, como una relación con el progreso de los hombres. Ese progreso, para unos es una pretensión de suprimir el sexo o  una tendencia a la eliminación de dicho sexo de los humanos, como para ascender los hombres a la categoría de ángeles, para convertirse en espíritus, carentes de sexo y para otros es simplemente un cambio psico-fisiológico de su sexo.  Orígenes nacido en Alejandría el año 185 y gran cristiano se castró y se convirtió en eunuco, tal vez para no tener ocasión de faltar al sexto Mandamiento; por tal causa no fue canonizado,  a pesar de ser un gran teólogo. Se lo tengo que consultar a Angel, que piensa y piensa, y algo me dirá, para aclararme o para confundirme.Vuelvo  a  leer la página 145 de la “Controversia”, que dice: “todo católico partidario de la evolución aplicada a nuestra especie, debe admitir que un sólo mono ha servido al Creador para la formación del primer hombre”. Pero otros pensaban, en los años finales del siglo XVIII, según la Controversia, que se suponía “por ciertos evolucionistas, que  el origen de la vida fue dado directamente por el Creador a varios tipos bien definidos. ¿Qué diremos entonces de las ramas distintas de aquella de la que el hombre ha salido?”. Sencillamente, que ahora les dan la razón, porque están haciendo una investigación, con el fin de conocer el genoma de los hombres de Neandertal, que eran hombres, como nosotros y que sin embargo, se quedaron en el fin de su evolución , porque desaparecieron. ¿Cómo se enteraron en el siglo XVIII, de la desaparición de algunos predecesores del hombre?; pues de la misma forma que Julio Verne escribió “De la Tierra a la Luna”, muchos años antes de que nadie creyera la posibilidad de que el hombre pudiera subir a la luna. Lo intuían. Hoy en día, hay más medios científicos para la investigación y de estos medios se ha llegado a la conclusión de que coincidimos el hombre actual y el de Neandertal en un 99’5 por ciento, Ahora habrá que estudiar ese 0’5 % que falta, para conocer qué fue lo que nos convirtió a nosotros en “homines sapientes”, aunque procedíamos del hombre de Cromagnon y no del de Neandertal. Hace poco tiempo leí que en una isla de Oceanía, había unos hombres, que al parecer procedían de los hombres de Neandertal y ahora vienen las lamentaciones de no haberles apoyado para evitar su desaparición. El hombre actual se preocupa de la alimentación de sus miembros y de su salud, pero ¿después qué pasará?. Dios es eterno y ha hecho que el hombre se preocupe de buscarlo, ya en  los medios de subir  a la luna o a Marte o que estudie las nuevas normas de la geometría, para alcanzar a comprender las rutas para llegar a esos planetas. Es difícil saber cosas del Universo para obtener respuestas de confianza, que nos aparte de la incertidumbre. Por eso, sin la ayuda de la Fe, como de la intuición en la Ciencia, será difícil conocer al Señor.

Creer en el Futuro

 


Michel Eyquem de Montaigne


“Unamuno decía,  las manos son grandes fraguadoras de inteligencia, las manos crean espíritu”. No se conformaban los monjes con el estudio de los textos sagrados, sino que el trabajo manual constituía otra base de la vida monástica. Se daban cuenta de que las manos son fraguadoras de la inteligencia, ya que ellas crean espíritu, porque el diálogo mano-cerebro, ha tomado desde siempre parte en el proceso de la formación del hombre. El marxismo veía en el hombre una fuerza del trabajo y quería que el hombre trabajara más y más, pero los antropólogos han visto la grandeza del diálogo mano-cerebro. Los capitalistas tampoco se han fijado en la fuerza intelectual del trabajo, sino que  se han fijado únicamente en el dinero resultante del que quieren aprovecharse ellos mismos. En cambio al monje,  como dice Pilar Moreno Rodríguez,  “le une en solidaria armonía el trabajo de todos los humanos, y le permite compartir el pan con huéspedes y peregrinos”. Luego han sido muchos los hombres los que han creído ver la felicidad en el escaso trabajo y en el dinero  y este comportamiento nos ha conducido, como dice Jean Claude Trinchet, presidente del Banco Central Europeo a “tiempos verdaderamente dramáticos” para la economía, dejándola situada en “la más difícil” situación desde la primera Guerra Mundial.

 

He estado en una nave industrial a repasar el coche y en ella he encontrado un folleto en el que la Federación de Empresarios de los Polígonos Industriales de Huesca va a organizar  una conferencia de un Licenciado en Filosofía y Técnico Superior por el ISCEUM de la Universidad Complutense. Son muchos los objetivos, pero uno de los más importantes es “proporcionar a los asistentes, informaciones,  datos que permitan hacer un  autochequeo  de sus empresas y de su posicionamiento de cara al futuro inmediato”. Me ha causado este hallazgo una gran satisfacción el darme cuenta de que en estos momentos “qué son verdaderamente dramáticos”, la Federación de Empresarios de Polígonos Industriales de Huesca, no se entregan  al abandono del trabajo y de la producción, sino que filosofan sobre el pasado , el presente y el futuro. Lo que les importa en primer lugar es el futuro, pues dice el folleto esta frase de Victor Hugo: “El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad”. Se alegra uno al comprobar cómo  entre nuestros empresarios los hay valientes y no se desaniman en seguir su trabajo, que da alegría a los trabajadores. Esos empresarios quieren lo mismo que los  alemanes, después de la Guerra Mundial, que levantaron la casi anulada economía de su país. Añaden el pensamiento de Michel Eyquem de Montaigne: ”No existe el presente: lo que así llamamos no es otra cosa que el punto de unión del futuro con el pasado”. Nadie mejor que el conferenciante para alcanzar ese punto de unión, porque además de Técnico Superior, es Licenciado en Filosofía. Se ha dado tal vez en su cerebro el fenómeno que se daba en los cerebros de aquellos monásticos, que al desarrollar su trabajo, se elevaba su nivel intelectual.  

miércoles, 27 de abril de 2022

MONTEARAGÓN Y EL FUEGO

 



"Traducido de la Fabla Aragonesa al Castellano".


Fuentes de Marcelo y Jara,
Ruinas de Montearagón,
Sierras de Gratal y Guara,
Huesca de mi corazón.
Todos los días contemplo las ruinas de Montearagón.  Sí, todos los días las veo, porque todos los días, las miro. Desde niño le preguntaba a Huesca, a Loporzano y a Siétamo, que forman parte de la Tierra de mi corazón, quien fue el que le prendió fuego a este Monasterio, que mira al cielo. Todos me respondían que el comprador del expropiado Monasterio, le prendió fuego y las llamas de tan amado monumento, que miraba y siguen sus ruinas mirando al cielo, en una enorme hoguera, subían danzando hasta el cielo. Danzaban no en forma de Jota, sino en un dance diabólico hasta el cielo. Todas  las cimas de las Sierras de Gratal y de Guara, estáticas contemplaron el fuego rodeado de horribles manchas de humo. Se veía la tenebrosa luz de sus llamas desde Huesca, por todo el Abadiado, como me contó mi padre, nacido el 28 de Febrero de 1885, al que se lo había contado su padre.   
El Abad se quedó,cuando ya era viejo,secularizado en Siétamo,hoy capital del Arciprestazgo de Montearagón. Después de muerto dicen que se aparecía a la gente desde una ventana de Casa Lobaco.Los tirantes y el rosario del Abad se conservaron  hasta el año de 1936,en casa Almudévar del pueblo.¿Fetichismo?. No, yo creo que era por agarrarse a un pasado, a las raíces de un Aragón que en cien años ha perdido su sentido histórico y su personalidad.Una señora,llamada de apellido Ballarín,tenía en su casa unos relicarios, de los que uno decían que contenía sangre de Cristo; no se  si la contenían o no, pero se puede saber porque los tienen los herederos,que los guardan en un pueblo , próximo a Siétamo.
Muerta la Abadía,muerto el Abad, el Abadiado caminó también hacia la muerte. El esqueleto del castillo- monasterio se resiste a caer, parece no ceder pero , ¿hasta cuando?.
Cuando la Desamortización de Mendizábal, Huesca perdió la oportunidad de rescatar Montearagón, en tanto que Barbastro se esforzó en conservar el Monasterio del Pueyo, de donde los benedictinos se marcharon, pero vinieron frailes de otra orden. ¡Qué lección, qué vergüenza para Huesca! nos dio Barbastro en aquella ocasión,recuperando el Monasterio del Pueyo. Con muchos motivos, la zona donde se asienta dicho Monasterio, se sigue llamando el Somontano de Barbastro.
Los frailes de Montearagón huyeron, descolgándose por una soga y buscaron acomodo e otros lugares. El Abad estuvo de ayudante del párroco de Loporzano, hasta que se quedó a vivir en Siétamo, alguno de cuyos habitantes todavía se mira a la ventana, que se orienta al Este en casa de Lobaco,con la lejana esperanza de verlo asomado a ella.
El comprador del Monasterio subastado, se vendió lo que pudo y después le prendió fuego. A este hombre los labradores de aquellos montes, pudieron  llamarlo : “aliagueta, encendallo”. Los somontaneses de Montearagón, deseaban al comprador incendiario del Monasterio “un grano tan grande como de Huesca a Loporzano”
Castillos en el aire ,dice el refrán que hacemos los españoles, pero los que tiene sus cimientos en nuestra  tierra, los dejamos caer. Un día y no fue un sueño, vi el castillo de Montearagón, volando por el aire, la niebla rastrera llegaba  justo debajo de sus muros y por algunos momentos creí en milagro.Pero cuando volví a la realidad, deseé que las boiras se lo llevaran para quitarnos esa vergüenza.
¿ Cuando se empezará de verdad la reconstrucción de Montearagón?. Hoy muchos dicen que estas cosas son tonterías caras, porque no son rentables. Si el Castillo-Monasterio estuviese en Cataluña, donde se mira la rentabilidad, ¿estaría así?.
Pero parece que los oscenses han cambiado de opinión y piensas que el Castillo de carácter a la Comarca, a Huesca y a Aragón y se han unido para reconstruirlo, labor que ya empezaron, pero que ha parado. Si estuviera reparado el Castillo- Monasterio, como los frailes plantarían árboles en sus laderas.
Si ahora las ruinas muestran historia con su elevada presencia, ¿qué enseñarán el día que Montearagón esté reconstruído?.

Entonce dejará de ser “lastimosa reliquia solamente de su invencible gente”.

martes, 26 de abril de 2022

Las aguas huelen a “carnuz”.-

 



Cuando iba a la escuela repetía, cantarinamente y a coro, con mis condiscípulos: “ Las lagunas de España son: Gallocanta en Zaragoza; de Ruidera en Albacete y Mar Menor en Murcia”. En el Alto- Aragón siempre nos hemos acordado de lo ajeno y hemos olvidado lo nuestro. ¿Por qué no nos citaban la Laguna de Sariñena?. No tenían visión de futuro, No se daban cuenta de que nuestra laguna iba a ser más cantada que la de Gallocanta, pero no por gallos sino, sino por ecólogos, zoólogos y  políticos  de indudable buena voluntad. Estos señores, llevados por un exceso  se  han  constituído  en redentores de Sariñena, sin contar con la opinión de esta villa, que hace mucho tiempo que sabe lo que le conviene. Han hecho más “ruiedera” con la laguna de Sariñena con la que sólo hace ruido de nombre en Albacete. Y tienen intención de convertirla no en Mar Menor,sino en un pequeño océano, con su Atlántida sumergida , que sería Sariñena. Esta siempre ha amado a su laguna; convivieron en armonía ecológica durante siglos, pero un día así como el reloj del abuelo, de tan viejo se paró, y la higuera, del mismo  mal, se secó,el alcanduz de tan antiguo, se “esclachó”. Este sobradero o aliviadero daba paso a las aguas sobrantes y aliviaba de residuos la laguna.
Fue todo así de sencillo y nadie de Sariñena ha descubierto que los patos, al elevar el vuelo tuvieran cuatro patas. Ha venido la confusión, pues algunos han equivocado las patas de andar y, en este caso, también de nadar, con las posiblemente numerosas patas, esposas de los patos.
Al cegarse la salida de cerámica vieja de las aguas, éstas empezaron a extender sus dominios salir con intención de meter a Sariñena en la laguna, como ocurre con la ciudad de Méjico. Y al son de las aguas, un romántico ecólogo, no sé si patoso, pero sí amante de los patos, cantaba: “¡ Guatizalema  en un llano, Sariñena en una laguana, me he de comer…,me he de comer a esa tuna!”. Sariñena que es muy tuna, pero no tunante, se defiende aunque le cueste la vida. Porque es suya. Si no lo hiciera, en lugar de hablar de la laguna de Sariñena, se hablaría de Sariñena bajo el lago.
A las gentes de Sariñena no las confunden así como así, pues tienen las ideas claras. Ellos aman su laguna porque es suya y les gusta ver a los ánades nadar tan ágilmente como torpemente andan con su plumaje irisado. También les gusta observar los nidos, con huevos pintados, de las polletas de agua, y de entre sus idos puede salir un ecólogo, acostumbrado a tanta belleza.
De la misma manera que “si cantan os porpuz, cal quitase o capuz”; si las aguas de la laguna huelen a “carnuz” es preciso darles salida por el alcanduz. Este es el problema: que arreglen el desagüe, y si se resuelve esto convivirán hombres y aves juntamente. En lugar de discutir, que le hagan caso al profeta del Alto Aragón, Joaquín Costa, poniendo en riego a todos los Monegros. Estos se llenarán de pequeñas lagunas, que serán un paraíso para aves, para ecologistas y para todos los aragoneses.

domingo, 24 de abril de 2022

LAS BRUJAS

 



Para aquel pueblerino esa mujer tan flaca era una escoba vestida, pero las escobas desnudas para otros, son culebras con cola abundosa o serpientes con enorme cabellera.

En su posición normal, es decir en la verticalidad, con el mango hacia arriba, las escobas han estado durante largos años relacionadas con la mujer, de igual modo que a ésta desde Eva, se la relaciona con la serpiente. Algo hay común entre la mujer, la serpiente y la escoba: el misterio. Algo hay concerniente a la escoba y a la mujer: los cabellos largos, y algo concierne simultáneamente en la mujer y en la culebra, porque aunque la culebra carece de cabellos, según los campesinos hay alguna con pelos y tiene sinuosidades como las tiene la mujer.

Después de que nuestro primer padre Adán, alentara al soplo divino, con su barro convertido en carne, se nombra en el Libro a la mujer y a la serpiente, pero ¿dónde estaba la escoba?. Caín fue labrador y en el lugar, más tarde llamado era, en que se separaba la paja del grano, la tierra y los guijarros obstaculizaban esta labor, pero en las noches que salían las parejas humanas al sereno, observaban el rápido paso de unas brillantes y largas cabelleras de luz y eran como escobas(los cometas),que barrían de guijarros y polvo luminoso formado por las estrellas, el firmamento. La mujer, que sabía que provenía del palo de una costilla, cayó en la cuenta de que la hoja de la palmera bajo la que dormía, unida a un palo, formaría un cometa, especie de escoba terráquea, sin luz ,pero con ella se podría limpiar el reducido espacio que se necesitaba para majar o golpear dos o tres haces de trigo. Así la escoba se integró en la antigüedad de la mujer y de la sierpe tentadora. Más tarde Moisés convertiría los palos en serpientes, como del palo de la costilla de Adán surgió Eva con sus cabellos y al palo defensivo del hombre le colocó la mujer, largos cabellos vegetales. Sierpe, mujer, escoba, tentación, reproducción y arma.

"Está la escoba preparada y ya tiene burro que la roya". Unas escobas están hechas de tatay, otras de retama, las hay de brezo o de "senera" y ya tienen burro que las roya.¿Qué quiere decir eso de que la "roya"?, que ya hay alguien dispuesto a morderla, a roerla o que ya hay alguien dispuesto a desgastarla con un uso normal?.No iban a desgastar las escobas ni la diosa Pirene, que dio nombre a nuestros Pirineos, ni la Andramaría de los vascos que tiene perpetuado su nombre en una zona de Ansó; la iban a desgastar las mujeres asidas a su mango como los hombres iban a desgastar la azada ("al mango la jada, que viene cansada de trabajar, pegar sin reír, pegar sin hablar...).

Las mujeres estaban atadas a la pata de la cama y barrían, barrían, escobaban en el Alto-Aragón. Los mangos eran de caña, de flexible caña en la Hoya y en las riberas y las barrenderas, las escobadoras eran flexibles y sumisas, pero los mangos eran de madera de palo en la Montaña y en el Abadiado y algunos hombres probaron el mango de las escobas, como muchas mujeres habían probado el mango de la jada.

Desde los tendederos y solanares, veían subir las escobadoras a las cabras peñaceras a lo alto de los riscos y el Gran Cabrón las protegía contra el lobo, colocándose agresivo en posición erecta. Una mujer machorra, que no tenía hijos subió a la Peña Ezcaurri, allá entre Navarra y Aragón, otra también por la noche y a la luz del plenilunio subió cerca de San Cosme a la Cuca Roya, los búhos reales o bobons acudieron a las cumbres a "aguaitarlas" y el Gran Buco accedió a ellas lascivo; asustadas se lanzaron ambas mujeres desde la altura, agarradas a la escoba que no habían abandonado nunca y ¡oh
Milagro de Satanás! se vieron volando, la montañesa con la somontanesa, sobre la Güarguera.

Las mujeres no habían podido, a lo largo de los siglos, hacer la revolución por el amor y ahora acababan de descubrir la revolución de las escobas, de la brujería, concretamente.

Julio Casabona, un veterinario aragonés en Mauthausen



Cuando uno visita los cementerios, no oye el sonido de las palabras ni los lamentos ni las risas de los seres humanos, allí enterrados, pero uno, sin embargo, escucha los amores, las alegrías y las penas de la vida de aquellos que ahora están muertos. He pasado por el camposanto de Sariñena, donde está enterrado con su esposa María Cruz Anoro Barrieras, Julio Cesáreo Casabona Marías. ¿Quién era este Julio Casabona? Era el hijo del veterinario Julio Felipe Casabona y Gracia, nacido en Monegrillo, en 1882. Ingresó en 1896 en la Escuela de Veterinaria de Zaragoza, acabó la carrera y estuvo ejerciéndola en Sariñena. Ahora parece extraño que los estudiantes que querían hacerse veterinarios fuesen a estudiar a centros denominados Escuelas. A mí no se me hace extraña tal denominación, porque aunque estudié toda mi carrera en la Facultad de Veterinaria de Zaragoza, me matriculé en el edificio donde se asentó dicha Escuela y que estaba cerca de las ruinas de la Puerta del Carmen. Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero yo creo que nuestras vidas están llenas de risas y de lágrimas, que se hacen eternamente presentes al Señor. Esto le pasó también al veterinario Julio Casabona, porque fue feliz en Monegrillo en la casa de labrador de su padre y de su madre, después se casó, en 1904, en Sariñena con Ascensión Marías Allué, en tal pueblo nacida, con la que tuvo dos hijos, a saber, Antonio y Julio Cesáreo.


Como a tantos y tantos españoles, nos estaba llegando la profecía del poeta, que dice así: “Españolito, que al mundo vienes, te guarde Dios, que una de las dos Españas, ha de helarte el corazón”. Daba igual que uno fuera monárquico o republicano y el veterinario Julio Casabona Gracia, “el día 14 de Julio de 1936 escribía a D. Diego Martínez Barrio, lamentando, entre otras cosas, el asesinato de Calvo Sotelo y comentándole la tensa situación que se vivía en Sariñena ... recordando una carta que, un año antes, había dirigido a su compañero y correligionario, el veterinario Félix Gordón Ordás, sobre el desprestigio de la clase política española”. Le recordaba también la “necesidad de imponer la autoridad y el cumplimiento de la Ley”. A los pocos días llegó la Guerra Civil y fue incorporado en el Ejército como Alférez Veterinario y sus dos hijos también participaron en la contienda y acabada ésta, huyeron a Francia y estuvieron internados en un campo, a orillas del Mediterráneo. ¡Bienvenido mal, si vienes solo!, pero no les llegó sólo el mal de nuestra guerra, sino que en la segunda Guerra Mundial y siendo voluntarios en los servicios de la Línea Maginot, fueron detenidos por los nazis y enviados al campo de exterminio de Mathaussen. En este campo había unas porquerizas, donde al tiempo que los humanos adelgazaban, tenían que engordar los cerdos. Su propietario era el comandante Ziereis, que cuando se enteró de que había un veterinario prisionero, lo puso al frente de la granja. Al darle tal encargo le dijo al veterinario Julio: “La vida de un prisionero español me importa muy poco al lado de uno de mis hermosos cerdos. Para mí, un cerdo de éstos está muy por encima de cualquiera de vosotros, porque sois unos subhombres”. No era Julio un subhombre, sino un hombre entero, pues ayudado por sus dos hijos y por su amigo Cabezas, se dedicó, durante los cinco años que estuvo sometido al terror de ese campo de muerte, a organizar un grupo de auxilio a sus compañeros, salvándoles la vida a muchos. Encargó a su hijo llamado como él, Julio, que transportara patatas y remolachas, destinadas al alimento de los cerdos, a un escondrijo de las porquerizas para dar de comer a los compañeros más extenuados, evitándoles la muerte. Al acabar la Guerra, se dispersaron por el mundo, muriendo Don Julio en Montevideo el año de 1961. Su hijo Julio Cesáreo no pudo resistir a la llamada de volver a España y regresó, desde Montevideo a Sariñena, donde murió el año de 1994. Allí está en el cementerio y no se le oye hablar, pero uno escucha los gestos nobles de unos aragoneses monegrinos, amigos de la humanidad y Julio, como veterinario, de los animales.

viernes, 22 de abril de 2022

El licor de Don Feliciano Llanas

 


Ayer día 4 de Mayo de 2012, murio Paquita Isarre de 104 años de edad. Escribí el articulo sin saber que había muerto.

Soy ya, muy viejo y mi hija la pequeña, ha encontrado un botellín, de cristal y de color azul, en el que el Farmacéutico Don Feliciano Llanas, introdujo un licor. Acuden a mi memoria, las figuras antiguas, para los ciudadanos actuales, de Don Feliciano Llanas, de su ayudante, Don Joaquín Santafé, que murió hace muy poco tiempo, con más de cien años y cuya segunda esposa, nacida en el pueblo de Apiés, todavía vive con más de cien años. La aman sus dos ahijadas y la esposa de José Antonio Llanas Almudévar, María  Antonia. Son varias las ocasiones en que la he visto entrar en su casa, en la parte más alta del Coso. No le he preguntado nada, pero yo sé que se guardan un cariño viejo, pero verdadero. El segundo ayudante fue mi primo Angel  Morlán, del que éramos parientes y a mí, que era un niño me trataba en la Farmacia con un humor extraordinario. Alguna vez nos hemos saludado con su esposa y con su hija y hemos recordado la figura de un ser humano, que repartió alegría entre su familia y los clientes, a los que servía los fármacos de la Farmacia.

Don Feliciano Llanas, estaba casado con doña Pilar Almudévar, hermana mayor de mi padre, Manuel. Al quedarse viudo se volvió a casar con mi tía Teresina, hermana de Pilar. Entre ambas criaron y educaron a Feliciano, que se mató cayendo por unas escaleras, por la prisa que tenía de ir a Siétamo,  a Pablo, a José Antonio, a Lorenzo ,que murió cuando sólo le faltaba una asignatura para ser, como su padre, es decir farmacéutico. La última fue Lurdes, mujer buena y bella, que se casó en la Iglesia de Siétamo y que ha dejado varios hijos e hijas. Era Don Feliciano un auténtico señor, con sus trajes de color negro en contraste con sus cabellos y bigote de color blanco, que destacaba su figura. Era un hombre sensato y equilibrado y era aficionado a la pesca, a la fotografía  y los automóviles, tan escasos en aquellos tiempos. Murió  en los años de mil novecientos treinta y cinco o treinta y seis, cuando yo debía tener unos cinco años. Mi padre me llevó a  su casa para despedirlo de esta vida y a pesar de mis pocos años, me impresionó su figura, porque volvió su rostro hacia mi pequeña persona, me sonrió y me pronunció algunas palabras, que no recuerdo. Detrás de su cabeza, se veía el escudo de los Almudévar, tallado en la cabecera de su lecho, en aquellos momentos de muerte, de Siétamo, al que él quería y al que acudía a pescar en la balsa de la huerta, que fue del Conde de Aranda.

En la rebotica, se juntaba con intelectuales, entre los que se encontraba su hermano , José María Llanas Aguilaniedo, uno de los más elevados literatos españoles, que casi se llegó a olvidar. Allí este literato,  hablaba de que la humanidad tenía la necesidad de sacar una obra perfecta, pero recordaba que en el Quijote, se encuentra lo más perfecto que hasta ahora se ha publicado. No creo que en esas reuniones se consumiesen copas de licores, porque se ve en el botellín azul,  un gran interés en alcanzar licores de gran sabor, pero que no alcoholizaran a los que lo bebieran. Esta consideración se deduce de la nota escrita a máquina por “Los mismos”, que son Joaquín Santafé y Angel Morlán, que reza así:” Un licor. Este licor fue hecho por D. Feliciano, teniendo unos veinticinco años en la fecha 21/8/59, ha sido probado por los mismos y parece a lo primero un poco descompuesto, pero al final es delicioso. “Los mismos” José Antonio, Joaquín  y Angel.”.Si tardaron veinticinco años en abrir la botella para probarlo, poco enviciados estarían en la bebida. En la etiqueta de la Farmacia Llanas, Ramiro el Monje, 29-Tno. 32, pone Un licor hecho por D. Feliciano Llanas.- Abierto el 22/8/ 57.

Si se abrió la botella,  para probar el sabor de el licor, el año 1957 y se había embotellado veinticinco años antes, éste sería el de 1932, poco más o menos. Esa fecha era casi coincidente con la que se llevó a D. Feliciano Llanas. Pero su hijo José Antonio Llanas Almudévar con los dos ayudantes, Joaquín Santafé y Angel Morlán, el día 22 de Agosto de 1957,  recordaron a su padre y a su maestro, Don Feliciano Llanas.

Esta botella me la regaló mi primo José Antonio y aquí la conservo, con su licor dentro de ella, ligeramente gastado hace ya muchos años y con la garantía de que no se vuelto a probar, porque la boca de la botella está cubierta por lacre, azul, un poco más oscuro que su casco y me entran ganas de probar ese licor, al que mi primo José Antonio, Joaquín Santafé y Angel Morlán, califican en la misma botella de delicioso.  

A veces se nos van olvidando los gratos recuerdos del pasado, pero en este caso mi hija la pequeña, guardaba el licor, no para recordarlo, pues no vivía cuando Don Feliciano lo fabricó , pero si que había en su corazón un sentimiento del pasado de su familia y con todo el cariño del mundo lo ha conservado.

Yo no lo abriré si no resucitan mi primo José Antonio, el gran Santafé y el alegre Angelito, porque si así ocurriera, yo prometo que abriría el botellín y unidos los cuatro, consumiríamos este viejo licor.

jueves, 21 de abril de 2022

Saber y pensar

 


Año 2002
La noche del día veinticinco de Septiembre, viendo la Televisión, salió Stephen Hawking y entre otras muchas cosas de pensamiento profundo, dijo que habría que buscar otro lugar distinto a la Tierra, para que los hombres pudieran habitarlo. Tenía razón porque en este mundo se está masificando la población, como vemos por ejemplo, con el pueblo chino, que se extiende por el mundo y parece ser que resultará difícil que la vida de los hombres sea justa y pacífica. Eso ya lo tenía bien pensado mucha gente, como mi amigo Carlos Torres, que va también en silla de ruedas e igual que Hawking tiene el cuerpo lento,  pero la cabeza rápida y con rapidez pensó que allá arriba o allá abajo o donde quiera que estuviese el hombre, volvería a reproducirse y a masificarse otra vez. ¿Por qué el hombre, que no ha de vivir mas que un pequeño espacio de tiempo a nivel  individual, se preocupa tanto de la Humanidad en su conjunto y de la conservación de su especie ?. Si nuestra vida es tan corta, que el porvenir de toda la Humanidad futura, no parece ser que nos afectará, tiene que existir al menos una solidaridad entre todos los hombres. ¿De qué  naturaleza?, ese es un tema para pensar. Yo pensé en el Diluvio Universal, porque de la misma forma que Hawking, se daba cuenta de que el hombre tiene que cambiar de planeta o de lugar para seguir su existencia, el Señor, creador del hombre, pensó en acabar con su especie, porque no se portaban bien. Dios perdía la paciencia de aguantar el mal comportamiento de los hombres a los que había creado libres para que eligieran entre el Bien y el Mal. Y pensó en el Diluvio Universal, pero su gran bondad se dio cuenta de que había hombres buenos, como Noé y por salvarlo a  él y a su familia, le sugirió el Arca. Sobre ella se salvó, pero en tiempo posterior, se volvió a masificar la población y esta volvió a comportarse contra las normas de comportamiento divinas, pues en el Génesis, pone que “bendijo Dios a Noé y a sus hijos y les dijo: ”Procread y multiplicaros y llenad la tierra”.Se volvió a masificar la población humana sobre la tierra y decidieron sus miembros levantar la Torre de Babel, para evitar ahogarse con otro diluvio.Y el Señor, según la Sagrada Biblia, exclamó:”He aquí que forman un solo pueblo y tienen todos una misma lengua…Ea, bajemos y confundamos allí su lengua, a fin de que nadie entienda el habla de su compañero” y cesaron de construir la ciudad”.”Sem tenía cien años  cuando engendró a Arpaksad, dos años después del diluvio. Y vivió Sem después de haber engendrado a Arpaksad, quinientos años”. Un estilo bíblico parecido debe tener Hawking, pues intentó que sus días durasen cuarenta y ocho horas y quería ir a descansar cada dos días“.Hawking dijo que a él no le importaba llevar unos cuarenta años soportando la enfermedad y Carlos Torres, el oscense, sentado en su silla de ruedas afirmaba, como buen estudiante de Matemáticas, que era más importante pensar que saber. En España se sabe lo que pasó con el diluvio y con la Torre de Babel, pero no se ha pensado que la multiplicación de lenguas, todas al mismo nivel, podrían acabar con España, como acabaron con la Torre de Babel. Sabemos que en el mundo se dio el diluvio, pero ha vuelto otro de abundante dinero, que todos los hombres deseamos y buscamos Los grandes constructores y los bancos se  preguntaron : ¿Cuánto gana un trabajador en toda su vida?.Para algunos calcularon que cincuenta millones de pesetas, para otros setenta y los constructores se los pedían a los que necesitaban piso y los bancos se las dejaban en su ciento por ciento y a veces más. Sabían la máxima cantidad de dinero que podrían obtener pero no pensaron que después subirían los intereses y se arruinarían los que habían obtenido tales créditos y algunos bancos también las iban a pasar mal. Hawking por eso, entre otros motivos dice que es necesario buscar otro planeta para que la Humanidad viva en paz y Carlos Torres, autor de un magnífico libro de Matemáticas, dice que no le importa sacar dinero de él, que lo que quiere es que lo estudien los sabios, para buscar un mejor futuro para la Humanidad.

Ha muerto Don Vicente Benedet Bruis, que ha sido alcalde de Siétamo durante doce años.-



El apellido BENEDET lo poseyeron como Linaje de la Corona de Aragón, cuando  sus  nobles tomaron la ciudad de Monzón. Entre otros nobles aragoneses destacaron los Benedet de Siétamo, de Angüés, de Santolaria la Mayor, de Nocito, de Sieso y de varios pueblos del Somontano aragonés. El hijo de Don Vicente Benedet Bruis, conoce por antiguos papeles a la familia de los Azara de Barbuñales, vecinos en aquellos tiempos, de la  familia de Almudévar. Cuando subo desde Siétamo a Sieso, veo los restos de la casa Almudévar, al lado de la vivienda de los Azara, que acabaron de dueños de la gran finca del pueblo de Barbuñales. En esa compra tomó parte VICENTE BENEDÉT BRUIS.

Se sabe que el hijo de Siétamo Benedet estuvo casado con una señora de los Azara, apellido en el  que tomó parte, y su figura de propietario, se extendió por el Somontano.

El Señor Benedet, era una figura, relacionada con el Conde de Aranda, con los Azara de Barbuñales y de Siétamo. Existía una relación de amistad entre el Conde de  Aranda, con los Azara de Sieso y de Barbuñales y con el Señor Benedet. Cada familia acabó su preocupación por las épocas en que vivieron  la fauna en el Uruguay y en Paraguay, dejando hombres importantes en la Historia, como  AZARA  de Barbuñales, enterrado en el Cementerio de la Catedral de Huesca, y que  todavía lo es en la memoria de los sabios de Aragón, pues escribió la Zoología de los animales, que la habitaban.  En estos momentos estamos con la tristeza de la muerte de Vicente Benedet Bruis, que fue un hombre activo que trabajó de Maestro en Barcelona, pero se sintió siempre amante de Siétamo y cuando tuvo ocasión, se entregó como  alcalde  a este su pueblo natal. Y lo fue durante doce años. Fue Diputado  en la Provincial durante  los años de 1.995 al de 1.999, con la misión de cultivar el área de cultura, que influyó en el  desarrollo de la Comunidad de la Hoya de Huesca por el PAR . 

Es Vicente Benedet Bruis uno de los pocos que todavía han vivido en Siétamo y han tratado de hacerlo progresar en una sociedad que trata de adelantarse en el progreso, que lo han convertido en un pueblo en que viven muchos trabajadores industriales modernos y ha hecho una vida política tratando de aumentar el volumen poblacional de  Siétamo. Ha trabajado por el progreso de su pueblo y ha acabado su vida, trabajando por un porvenir de bienestar de su amado pueblo de Siétamo.  Acabo dando el pésame a su esposa, que conoció en Nocito y sus dos hijos que lo adoraron durante su vida.

miércoles, 20 de abril de 2022

Un Señor Andaluz en Huesca.-

      

     

Cuando acudo al Bar, vecino de mi casa, me encuentro sentado delante de su velador, a un Señor Andaluz, cuyo aspecto noble y tranquilo, hace su consumición de media mañana. Elige alguna dosis para recordar sus desayunos  andaluces y lo que le atrae y él ama, son unas olivas o aceitunas negras, servidas en una pequeña taza, que él va consumiendo poco a poco. Tiene un rostro medio serio, medio alegre que te da alegría al recibir su oferta de consumir alguna oliva, que el último día que lo encontré en el Bar, me invitó a probar  ese vendito fruto, que me hizo consumir como un delicado placer. Consumí hace unos días una de esas olivas negras o aceitunas y le di las gracias.

Estaba él consumiendo poco a poco , pero con placer, ese almuerzo con olivas como primera consumición y estaba sentado delante del velador, con tranquilidad, gozando del placer de aquellas negras aceitunas. No tenía prisa porque, como demostraba apoyando su espalda en la silla en que estaba sentado, y sus manos las tenía asidas a su bastón, mientras contemplaba los amigos que iban entrando en el tranquilo Bar.    

Cuando yo entraba en el Bar, levantaba una mano del asidero del bastón y mi invitaba a participar de su popular almuerzo. Yo, conmovido por su amabilidad, cogía una negra oliva o aceituna, la daba las gracias y le deseaba un buen provecho.

Pero él, acostumbrado a recorrer durante muchos años, en edad más juvenil, aquellos verdes que no molestaban a sus ojos, sino que un  tanto  más  oscuros, que el verde de los prados, en que él se había acostumbrado durante muchos años, le inclinaban a que alguno de los hombres  jornaleros, que le acompañaban, tendiesen mandiles debajo y alrededor de los troncos de las oliveras. Luego golpeaban con largas  varas  las olivas, que caían sobre los extendidos  mand¡les, en que se recogían.

Con la caída de las olivas, caían con los golpes que daban los hombres con las largas baras además de las olivas , muchas hojas de olivo, que luego se separaban de las olivas y  se daban como rico alimento a las ovejas en sus corrales.    

Pero el jubilado jienense, ahora sentado en el Bar, aquello le recordaba aquellos viejos tiempos, consumiendo olivas negras, que le recordaban con placer, aquellos ya olvidados viejos tiempos en que las recogía en sus olivares.   

martes, 19 de abril de 2022

El gato sobre los hombros de una joven




Paseando entre las ajardinadas balsas del Parque de Huesca, paisaje en el que se contemplan los cisnes negros, los patos grandes y pequeños, unos volanderos y otros que no saben volar , pero nadan con más facilidad que las canoas, y que conviven con los niños. Los ánades al verlos llegar a las orillas, con sus cuellos parece que los saludan, como pidiéndoles que les echen algunas migas de pan. Pero hoy, al mismo tiempo que observaba este juego de la Naturaleza entre los niños y los patos, he contemplado un espectáculo maravilloso. Sí, maravilloso, porque cerca de las balsas ornamentales, alrededor de las cuales, cada día varios gatos abandonados, esperan que alguien les dé de comer, pasó una jovencita de unos veinte años, que no sólo amaba la Naturaleza, sino que se identificaba con ella. Y ¿cómo?, pues sencillamente porque pasaba airosa, con su hermoso cuerpo juvenil y su amoroso aprecio a la paz de los seres de la Naturaleza, y además se identificaba con ella, llevando sobre uno de sus hombros un gato rubio, con su collar y una campanilla, para conocer siempre su presencia, cuando en su casa, se esconde debajo de los sillones y de las camas. Me fijé que al gatico le faltaba la mitad de su cola y al preguntarle la causa de tal pérdida, me dijo que lo encontró  en la calle cerca de su casa, atacado por un cruel perro, que le mordía de tal forma que le hizo perder su rabo. Sabina que así se llama la joven, amante de la paz, cogió el gato y tanto lo contempló, que lo ha convertido en su compañero, con el que pasea por el Parque. En tiempos de los faraones, adoraban a los gatos y ahora Sabina es el trono amoroso de un gato rubio.   

lunes, 18 de abril de 2022

Jaca, San Juan de la Peña y los Abarca

 



San Juan de la Peña (Huesca).

Yo tengo necesidad, de vez en cuando, de subir a San Juan de la Peña, y es que desde niño, ya antes de la Guerra Civil, frecuentaba el castillo  donde nació Don Pedro Pablo Abarca de Bolea, Conde de Aranda y Barón de Siétamo. En aquel castillo vivían varias familias del pueblo y, cuando acompañado por mi tío José María recorría el atrio, veía como en su  interior se alzaba una horca, que era como un símbolo de que el poder dependía del Barón. Pero  todos decían que no se usaba dicho artefacto mortuorio, lo que  me consolaba al comprobar que el Conde de Aranda no fue cruel. Después subíamos por las amplias escaleras de piedra, iluminadas por ventanas también de piedra sin cristales de las que en el patio de mi casa  guardo  una. Cuando llegábamos a la parte alta del castillo, entrábamos en el palomar, en el que mi tío José María criaba  palomas, a las que les daba de comer y les ponía nidos. Desde tal altura, las aves se lanzaban a volar por los cielos y dominaban el paisaje del Valle de la Fondura del Guatizalema. Yo siempre añoraba la ausencia del Conde y  por eso, sentía la necesidad de ir a verlo donde estaba enterrado. Hace unos días subí a San Juan de la Peña y contemplé  su sepulcro que habían cambiado de lugar, porque antes estaba en la Capilla Real y ahora está fuera. A su lado, se muestra un escudo de un Abarca de la Garcipollera consistente en dos abarcas. Ese escudo era común a Don Pedro Abarca y al noble caballero ahí enterrado, porque los orígenes del primero estaban en la Montaña y el nombre de Abarca es nombre vasco-ibérico y se da mucho también en Navarra. Subí en el coche a San Juan de la Peña y lo hice por Triste y otros pueblos hasta que llegué a Botaya. En este último lugar, entré y al oír cantar en la iglesia, penetré en ella, donde estaban celebrando la misa, porque era la fiesta de San Bartolomé. Botaya está muy cerca de San Juan de la Peña y allí vivía mi bisabuela, que había nacido en Casa de López, antiguamente Lope y se casó con un Casaús, que era banquero, en Huesca, en el Coso Bajo. Allí recé por ella, igual que en San Juan de la Peña pediría por el Conde de Aranda que sería igual que pedir por Aragón. Después de realizar la visita al Barón de mi pueblo, bajé a Santa Cruz de la Serós y en esta vertiente del Monte Pano, hacia el norte, ya se veían los pueblos más cuidados y con más casas nuevas que en la cara sur, lo que se explica por la mala carretera por la que se comunican. Comí en un restaurante y medité sobre Echo, Ansó, la Canal de Berdún, Javierregay, Embún... En tiempos toda esta comarca constituyó el Viejo Aragón, nombre del río Aragón que equivale en vasco al valle o río que viene del día. Fui a Jaca y después de ver la cantidad de nuevas construcciones y reformas que se están realizando en ella fui a visitar a Mariano Lagrava, nacido en Echo y casado con Miguela Gastón, natural de Ansó. Son dos habitantes auténticos de la Montaña, como el Conde de Aranda, y que residen en Jaca donde cultivan su cultura con música clásica en la Coral de la Catedral. Igual que el Conde de Aranda cuando se retiró fue a su residencia de Épila y se dedicaba a hacer cultivos experimentales en la agricultura, Mariano, en su huerto, tenía un corte de alfalfa que parecía estar destinado a mantener un gran número de animales rumiantes. No pude verlo y después me he enterado de que lo sintió como yo siento ir a visitar al Conde de Aranda, no poder verlo y no  escuchar sus palabras.

En una fotografía de 1936, se ve a Lluis Companys, presidente de la Generalitat, que camina hacia el castillo donde nació el Conde de Aranda y daba la impresión de que iba a hablar con él, pero no se hablaron, dado que el Conde de Aranda ya había expresado sus ideas hacía muchos años, antes que los catalanes, cuando dijo:“Aragón es una Nación”.

sábado, 16 de abril de 2022

Las golondrinas

 



Cuando iba a visitar o a vacunar algún animal doméstico por el Somontano, me fijaba  en las golondrinas, que anidaban en los cubiertos, debajo de los maderos y allí, cuando criaban, uno  podía ver y oír a las crías, que al recibir de sus padres el alimento, piaban y sacaban sus cabezas de los nidos, abriendo sus fauces para recibirlo. Es la golondrina un ave elegante que en el Otoño se marcha al Sur, pasando al Africa del Norte y al llegar la primavera, alegraba los corazones de los habitantes del Somontano, que la amaban y no las perseguían ni deshacían sus nidos. Las respetaban, ya que de niños les habían contado que cuando Cristo estaba colgado en la Cruz, ellas revoloteaban a su alrededor y le quitaban la corona de espinas, que cruelmente se clavaban en su cabeza, amargando más los ya pesados dolores, que había sufrido y estaba todavía sufriendo.
Por eso se originó el refrán que dice: ”el que mata una golondrina, mata a su madre”.Al oír sus cantos, se sentían los somontaneses  inclinados a la paz e imitaban dicho canto, diciendo: ”mosquito comí, comí, mosquito comí, comí, a otro que no a mi”, dando el sonido a estas palabras igual al  del canto de las bellas golondrinas.
Me contaba una mujer joven del Somontano que estuvieron en la cuadra de su casa, haciendo obras para transformarla en un hermoso y amplio salón de estar y se encontraron que en los nidos había “crietas de golondrina”.Estuvieron a punto de interrumpir las obras hasta el Otoño, pero al fin cogieron dichas pequeñas golondrinas y, con cuidado las depositaron en otros nidos, que se hallaban cerca de los de la cuadra. Triunfaron porque criaron muy bien aquellas golondrinas a las pequeñas, que les habían echado los dueños del salón.
Todos los años las esperan para verlas felices, cazando insectos, haciendo sus nidos de barro y lanzando al aire sus bellos sonidos, para alegrarse por haber  creado nuevas generaciones de su especie.
Este verano he observado más de lo que acostumbro, la emigración de las aves pertenecientes al género Hirudo, del que forman parte las golondrinas. Me habían dicho que el veinticinco de Agosto se marchaban de nuestra tierra, las “falcetas”, ”falciños” o vencejos y me sorprendió que marcharan en tal fecha, pero, cada año compruebo que se van volando con sus poderosas alas. En cuanto a la golondrinas clásicas, que anidan en Siétamo, se solían por ir el quince de Septiembre, todavía en verano, pero yo el día once ya no la ví; sin embargo mi afición a unas aves tan románticas y útiles por su eliminación de insectos como mosquitos, me hizo observar el cielo y hasta el día catorce seguí viendo pequeños grupos de ellas. Desde ese día ya no ví más, pero el día veintitrés de Septiembre, ya en el Otoño, a la hora del mediodía, pude observar un grupo de ellas, detrás de mi casa; se posaban en los cables de la luz unas cuantas, en tanto las otras volaban y giraban por el aire cazando insectos, luego se posaban y eran las otras las que se lanzaban a buscar su alimento.
Estas golondrinas pertenecen a la especie clásica que viene a Siétamo desde no se sabe cuantos años. Tienen el pecho blanco y el dorso azul oscuro totalmente, al contrario que otra especie muy parecida a ella, que lleva la parte posterior del dorso de color blanco. Hay quien no distingue ambas especies, pues son casi ta iguales y se bañan en las balsas y piscinas en pleno vuelo. Yo había visto a estas golondrinas que vienen a Siétamo, desde hace pocos años, en Monflorite, concretamente, haciendo sus nidos de barro, en los edificios, casi completamente cerrados, excepto un agujero que les sirve de entrada y salida en su nido. Ahora, en la calle alta de Siétamo,están sus nidos , unos al lado de otros, cuando antes para ver nidos de golondrinas, digo de las clásicas, había que mirarlos en el interior de los edificios, casas, cubiertos, etcétera, abiertos por completo por su parte superior y que nadie tocaba, porque tenían a las golondrinas como unas aves sagradas, que le quitaron a Jesús su corona de espinas. Por eso se originó un refrán, que dice así: ”El que mata una golondrina, mata a su madre”. Y es que al oir sus cantos, se siente uno inclinado a la paz. Este canto que también la gente interpreta, también cantando, poco más o menos, con estas palabras: ”Mosquito comí, a otro que no a mí” Hay personas  que tienen un gran oído e imitan, dando sonidos a estas palabras, el canto de las bellas golondrina. Aquellas que aparecieron por detrás de casa, posándose en los cables eléctricos por espacio de unas dos horas, ¿de dónde vendrían y a dónde irían?. No lo sé,  pero han dejado en mí su recuerdo y el de todo el género Hirudo. Las esperaré, para verlas felices, cazando insectos, haciendo sus nidos, en los que crían nuevas generaciones de su especie y aquí , en nuestros cubiertos o debajo de nuestros aleros, dejan de recuerdo sus nidos de barro.
Esperando que lleguen, observaré a los estorninos, que se posan en los mismos cables en que se posaban las golondrinas, aunque de vez en cuando se ven masas de ellos, que vuelan, unas veces con palomas, otras con cuervos y solos cuando van a los olivares o a dormir a las altas arboledas.

Miguel Ruiz Orús, Maestro en la Escuela de Siétamo

  Me he encontrado, paseando por el Parque de Huesca, con mi antiguo amigo Miguel, al que conocí, cuando ejercía de Maestro Nacional en la E...