miércoles, 27 de febrero de 2019

Sancta Maria, Mater Dei.



El pensamiento de Teilhard de Chardin - Cognotecnología y consciencia 

Al rezar el Ave María, le pedimos a la Virgen : Ora pro nobis pecatoribus. La humanidad se conoce como una especie débil, que cae con frecuencia en el pecado. En la Primera Epístola Universal de San Juan Apóstol (I Juan, 4), dice : “Dios es amor” y “el que permanece en el amor, permanece en Dios, y Dios en él. En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio”. Porque Dios nos ama, nos perdona nuestros pecados.
Estamos en el mundo y observamos distintos animales, unos nos complacen  y otros nos parecen nuestros enemigos. Unos vuelan como las golondrinas, otros viven en el agua, otros nos son útiles y otros están siempre atemorizando a los hombres. Pero los animales permanecen en el mundo por su anatomía y su fisiología y parece que por un principio de amor, pero no tienen una mente libre, que les de facultades para obrar el bien o el mal. Cuando uno observa las golondrinas, en sus nidos, en la Ermita del Viñedo, al lado de Huesca, ve en ellas una creación del amor de Dios.
Nos damos cuenta de las virtudes de unos y de otros animales, pero NO PIENSAN con profundidad, y uno saca la conclusión de que han sido formados a base de materia y que han sido creados para que el hombre aprenda sus costumbres y sus usos, como la natación, el vuelo, etc.  Los hombres observando el vuelo de las golondrinas, ha imitado al Creador, consiguiendo volar sobre nuestros cabezas.
En los animales se ve su composición más material, que en el hombre, pues San Pablo, en la controversia de Antioquia, dijo: “El reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo”(Rm 14,17). En esta afirmación de San Pablo se adivina que la naturaleza del hombre es superior a la de los animales, cuya vida está totalmente dedicada a alimentar materialmente sus cuerpos, en cambio el hombre, además de alimentar su cuerpo, “tiene una misión superior, porque el Reino de Dios se basa en la fe en Cristo y se concreta en el servicio a sus hermanos. Estas actividades se hacen no con la materia, sino con el espíritu”. Nosotros encontraremos “el núcleo más profundo de la Ley: el amor a Dios y al prójimo”. El hombre será LIBRE cuando “ame a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo”.
Pero en Mat.26; 26, pone: “y mientras comían, tomó Jesús el pan y lo bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad y comed; esto es mi cuerpo”. Pero la composición del Cuerpo de Cristo “ no es comida ni bebida, sino JUSTICIA,  y  PAZ  y GOZO en el Espíritu Santo) ,(Rm 14, 17).km.
 “El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día” (Juan 6:51-58).En el 58, dice: “Este es el pan bajado del cielo, no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre”.
El hombre está investigando la antimateria, la materia oscura y la energía también oscura.”Todavía no se han encontrado totalmente las partículas de Dios o bosones de Higgs, pero tan pronto se encuentren, dará lugar a una Física nueva, que nos llevará más allá del Modelo Estándar, a la Materia Oscura, igual que al origen del Universo”.
 De la misma forma que una persona es un sistema y dos un proceso, en que se activan una persona con otra, Dios quiere ser con su autoridad, parte de un proceso, que está organizado entre Él mismo y la humanidad y en ese proceso el hombre aprende a colaborar con Dios, igual que descubrió el vuelo en los aviones, mirando el vuelo de las golondrinas.
“Teilhard de Chardin sostiene que la materia del Universo está organizada en una larga cadena de complejidad creciente. La cadena comienza con las partículas elementales, sigue con los átomos, las moléculas, las células y los organismos individuales, se extiende finalmente a los agrupamientos complejos  constituidos por las asociaciones humanas”. Con los Bosones de Higgs,  no se ha encontrado todavía su misión, pero parece que Teillhard de Chardin, estaba dándose cuenta de que el conocimiento pleno de dichos Bosones, iba a dar la aparición de una Física Nueva.
Dice Teilhard de Chardin , “que por educación y formación intelectual, yo pertenezco a “los hijos del cielo”. Pero por  temperamento y por estudios, yo soy “un hijo de la Tierra”. Dice Teilhard de Chardin que: ”Entre las infinitas modalidades en que se dispersa la complicación vital, la diferenciación de la substancia nerviosa se destaca…..como una transformación significativa. Da un sentido, y por consiguiente demuestra que hay un sentido en la evolución”. La  Evolución nos lleva hacia una etapa de  espiritualización de la humanidad. Este es el sentido de la frase, que se expresa asi´: “El hombre que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día”. Estas palabras nos llevan a un sentido de espiritualización humana, pues el cristianismo es una religión natural. Hay profecías bíblicas que predicen una etapa de espiritualización humana, que hablaban de una Segunda Venida de Cristo, que equivale a la Parousia, pues Cristo dijo: “Yo soy el alfa y la omega, el primero y el último…”
Ahora vemos como coinciden la “Revelación” del Apocalipsis, con la preocupación que ha traído al hombre, junto con las situaciones de felicidad, lo mismo que ha pasado con el hallazgo del Bosón de Higgs.
El Apocalipsis prevé lo que ahora dicen que puede ocurrir con el conocimiento perfecto del Bosón de Higgs, que dará lugar a una entrada de Física Nueva. Con esta Física se podrá llegar a la perfección en la vida humana. Se podrá encontrar una vida mejor, entre otras cosas porque se  crearán “agujeros negros”, de un tamaño que permitiría echar basura en ellos. Se facilitaría el acceso a los planetas, ya que se podría usar la “gravedad artificial”. De la misma forma que los Fotones carecen de masa y pueden viajar a la misma velocidad que la luz, con los Bosones se podrá alcanzar la misma velocidad. Se podrá hacer uso de la “Gravedad Artificial”, con la que se podría acceder a los planetas. Pero se pueden esperar situaciones dolorosas.
El Apocalipsis y el encuentro total del Bosón de Higgs, crearán un mundo invisible, ”separado de nosotros como un vidrio, que es opaco de nuestro lado, pero transparente del lado invisible”. El Apocalipsis es un libro profético, que anuncia el Bien, con beneficios para la humanidad, pero avisa de persecuciones de los hombres buenos por parte del Mal y Higgs es como un profeta, que sobre un sencillo papel y un lapicero, anuncia bienes para el hombre, pero que deja prever un temor a la bomba de los Bosones, que puede causar grandes males.
¿Será el Mundo un Reino de Justicia y de Gracia, un Reino de amor y de paz?.El Mundo se perfeccionará con las profecías del Apocalipsis,que previene futuras acciones de persecución de los hombres buenos por parte del Mal y Higgs habla de la pequeña bomba de los Bosones.
Y los hombres nos acordamos al principio del artículo,  que dice: “Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis pecatoribus” y para acabar del “Regina Caeli”, que reza : “Reina del cielo, alégrate, aleluya. Porque el que mereciste llevar en tu seno, aleluya, resucitó como dijo, aleluya. Ruega a Dios por nosotros,  aleluya.

martes, 26 de febrero de 2019

Los toros ibéricos en Navarra y Aragón.-




Viniendo de Navarra a Huesca por Carcastillo,  ¡cuántas Fiestas me he encontrado en este pue- blo, con sus novillos bravos, corriendo por las calles del mismo!. Al salir de Uncastillo, se pasa  por Figarol, pequeño pueblo navarro y por Ayera, en Aragón, se sigue hasta Sadaba. Una vez llegado a Sadaba, un día de fiesta, te encuentras por sus calles con caballeros  que  dirigen unos bravos novillos. En las calles del pueblo no se ven vallas de madera para evitar ataques de los novillos, porque éstos corren rodeados por caballos, montados y dirigidos por sus jinetes.
Estamos en la zona navarro-aragonesa, donde el toro bravo se mantiene por sus montes. Al salir de Navarra, se observa a la derecha un lugar donde habitan los toros.  Se  trata  sencillamente  de una ganadería de toros, al norte de España, que en Navarra y Aragón proporciona esos clásicos astados, que han divertido durante muchos siglos a esos pueblos del norte de España. Se encuentra esta ganadería entre el navarro pueblo de  Carcastillo  y el aragonés de  Sadaba. A la derecha de la  carretera  se ven  las  tierras  semidesérticas de Las Bárdenas  Reales.   
Yo en cierta ocasión cuando volvía a Huesca desde Pamplona, al llegar a Carcastillo, no pudimos pasar por el mismo pueblo,  sino  que  tuvimos que apartarnos de su núcleo y coger la carretera que continúa a Sadaba. Parecía que había llegado alguna fiesta de los habitantes humanos de Carcastillo, con las figuras bravas de los toros navarros y aragoneses. Parecía que el Señor, en aquellos años de la Creación había poblado estas tierras con hombres y mujeres con un dominio sobre el mundo y unos toros, que poseían un deseo de no dejarse dominar por los hombres. Más cerca de la carretera se ve el pueblo navarro de  Figarol,  con un fondo en el horizonte de las  Bárdenas Reales y más abajo, se luce el  pueblo aragonés de Alera. De éste pueblo conozco un albañil. director de obras, que trabajó en La Paul de mi pueblo, Siétamo. ¡Qué aragonés tan abierto, que me contó la romería que hacían en su pueblo, para venerar una   ermita  y  beber  las aguas de una fuente.



Llegamos al aragonés pueblo de Sádaba, donde en sus calles, cuando llegan sus fiestas se ve una manada de toros, pero no se encuentra uno con vallas protectoras de sus vecinos. Se ven en la foto, jóvenes que se agarran a las rejas de las casas, para subiendo por ellas, salvarse de las cornadas de los novillos.
Estamos en una zona, donde en lugar de alejarse los navarros y los aragoneses, da la impresión de que te encuentras en una misma forma de vida.
 Porque desde Sádaba se sube  a  Uncastillo  y  éste es un caso singular, porque en el siglo XII, entre los ríos  Riguel  y Cadenas, se alza el Castillo de la Peña Ayllón, en el término municipal de Uncastillo, que se levantó en el siglo XI. Este  Castillo de Sibirana,  consta de dos fortines paralelos, que se levantaron para la defensa del Islam, y en terreno más bajo y casi arruinada se encuentra, con una belleza singular la iglesia románica de Santa Quiteria.
Allí se encuentra una larga historia, que el Gobierno de Aragón debía proceder a restaurar esa zona de una gran belleza y que hasta hace muy pocos años se ha oído hablar el euskera.  Por el monte de Salvatierra de Esca, se encuentra el río Gabarre, nombre usado en Aragón, con muchos otros. Se encuentran por la provincia de Huesca nombres vascos, como Escabosa, Escanero, unidos todos ellos al nombre del río Esca. Estos nombres confirman la existencia del euskera en la provincia de Huesca, como el nombre propio de Huesca, que llamaron Wolskan.
A  quince   kilómetros  de Huesca  capital,  se encuentran los Mallos  de Ligüerri, el Barranco de   Lazas con sus  mallos  y las ruinas  de Isarre o de Isuarre. En la reconquista de la provincia de Huesca, cerca del Pantano de Vadiello, existía un pueblo,  ya desaparecido, que tenía el nombre de Isuarre y hoy queda este nombre por las ruinas. En esa zona abundan los nombres vascos, por aquella Sierra de Guara.  Hubo quien pidió a Don Federico Balaguer ,historiador oscense y de su Ayuntamiento, que buscase algún documento,  lo que logró con el encuentro de un papel de la segunda mitad del siglo XVI, de 1567,en el que se prohíbe los comerciantes hacer mercadurías en euskera. Ha quedado demostrado por la documentación hallada que en el siglo XVII, se hablaba euskera en Huesca .



 Leo en Wikipedia el artículo Euskera en Huesca que dice:  “Así mismo hemos de citar los cartularios del Monasterio de San Juan de la Peña, importantísimo Monasterio cercano a Jaca, fundado por el rey pamplonés Sancho III el Mayor, en donde aparece abundante toponimia vasca, documentado en el Volumen II del “Cartulario de San Juan de la Peña” del historiador  Antonio Ubieto Arteta en 1963”.
Los ciudadanos nos olvidamos de lo que pasó en Huesca en el siglo XVI, con la lengua vasca,  pero nos damos cuenta que en San Juan de la Peña, todavía aparece abundante toponimia vasca, que como acabo de escribir, está documentada en el “Cartulario de San Juan de la Peña” por el historiador Don Antonio Ubieto Arteta en 1963. Y debajo de San Juan de la Peña se encuentra el pueblo de  Uncastillo, en el cual todavía se enseñaba antes de la Guerra Civil el vasco a los aragoneses de ese hermoso pueblo. ¡Cómo se van olvidando las distintas generaciones de la lengua vasca, tan sonora y tan bella!. Ahora en Aragón se va olvidando su participación en la lengua vasca y tampoco nos acordamos del progreso material de las nuevas generaciones.
En la iglesia de Uncastillo, se encuentran dibujos y escritos en vasco, que se han usado para enseñar tal lengua a los niños de la localidad y que se ha abandonado tal enseñanza. No se enterado el pueblo aragonés por la difusión de tal acontecimiento, sino que se ha ido olvidando poco a poco la vida de esa antigua lengua vasca en Olivito. No me extraña que ese fenómeno se haya dado en Navarra y en la casi totalidad en Aragón.
Cuando te vas enterando del abandono del uso del vascuence en Aragón, da la impresión de que quisieron desterrarlo de este mundo, sin recordarlo para siempre como parte de la historia de estos pueblos. Son muchos otros los temas que hay que cultivar para desarrollar Aragón, pero aquí, en nuestra Tierra, nos hemos olvidado del desarrollo económico y vemos como muchos de sus pueblos dan la impresión de que se van acabando.No encontramos el apoyo de otros pueblos de origen vascongado, ni del Estado Español en la construcción del ferrocarril que por Canfranc, desenvolvería el desarrollo de Aragón, de cuya historia nos hemos casi olvidado y nos encontramos como indiferentes ante ese desarrollo. 
¡Qué lástima que muriera don Federico Balaguer  y  su  discípulo, gran amigo mío  Julio Brioso.!.
¡Qué ejemplo hemos de sacar de Navarra para alcanzar el desarrollo!. Cuando pasas desde Carcastillo en Navarra a Sádaba en Aragón, la carretera que une a ambos pueblos no es modélica, pero es la misma tierra y la misma ganadería de novillos bravos, pero hay ,tal vez un abandono en Aragón del  desarrollo  industrial, por el que se lucha en Carcastillo , ayudado por Pamplona. Pero cuando llega el viajero a Ejea de los Caballeros, se alegra al darse cuenta del impulso   que   esta   Villa, puede  dar a todas las Cinco Villas.
Pero la principal obra que debe hacer Aragón consiste en la pobre y renqueante vía férrea, que comenzó hace muchísimos años.
¡Aragón Aragón lucha por el Ferrocarril de Canfranc, para que nuestra Tierra, consiga prosperar!.


domingo, 24 de febrero de 2019

El ayer de Paternoy



No nos parece fácil encontrarnos con el ayer, pero sin embargo lo es; si por ejemplo pasamos por Ayerbe y al subir desde Huesca, nos introducimos en el pequeño pueblo, ya sin habitantes, de Paternoy y que ni siquiera tiene, en la carretera que sube a Pamplona, una señal que indique su localización. A pesar de estas dificultades, aún resulta fácil llegar a él y pienso en lo difícil que sería si no hubiesen construido la carretera que sube a la Ermita  de Santa Bárbara, que está a 866 metros de altura. Paternoy  está, poco más o menos a la altura de San Juan de la Peña. Al bajar de la altura de la  Ermita, se encuentran los conductores con el pueblo de Bailo, por el que se puede subir a San Juan de la Peña. Desde Paternoy ya se podía alcanzar  en tiempos pasados, San Juan de la Peña.
Una vez en el pueblo, resulta imposible hablar con sus desaparecidos habitantes, pero uno se encuentra con el ayer que le hace recordarlos, al ver la iglesia, las paredes de los huertos y de las casas, unas sin tejado y otras todavía con él, aunque con las puertas abiertas por algún curioso. Yo  soy curioso, pero no abro puertas y me meto por  ellas cuando están abiertas y me acuerdo de las mujeres, que en verano y en el patio de la casa, se sentaban sobre esas pequeñas sillas, que llevaban a la iglesia para usarlas en las misas ya festivas ya de funeral, mientras otras veces, en sus casas, cosían o limpiaban la verdura para dar de comer a aquellos montañeses, que hablaban castellano y aragonés y cuyos antepasados lo hacían en vasco. Por aquella zona se encuentran, entre otros pueblos de nombre vasco: Belarra, Bara, Ibirque y Zamora. En un patio, como llamamos aquí al lugar que en Castilla lo llaman el pórtico o zaguán, junto a un viejo banco de madera y posadas en el suelo se encontraban dos abarcas, como en el escudo de los Abarca, aragoneses y navarros de sangre real, que por estos pagos tuvieron sus señoríos. La palabra abarca, con k, está en el diccionario euskera y con el significado de calzado, que llevaban casi todos los habitantes de estas tierras. Pero no sólo las usaban los nobles, sino todo el pueblo, entre el que se encuentran todavía muchas personas que lucen tal apellido. Eran dichas abarcas enormes, como si pertenecieran a un gigante y pensé en comunicarme con él y lo hice, pero con pensamientos a través de las abarcas, que allí dejé, pero pienso que tal vez hubiera debido llevarlas al Museo de Sabiñánigo, diciendo su procedencia. Allí en dicho museo se encuentran otras, unas fabricadas con cubiertas de automóvil y también se exhiben otras, más antiguas, hechas con cuero.
Las antiguas civilizaciones dejaron bellas esculturas, que  los Abarca dejaron en Huesca en su casa-palacio, con un hermoso escudo con dos abarcas esculpidas, para luego ser derribada. Tenía el Abarca de Serué además de su casa-palacio en la calle de Sancho Abarca, un hermoso jardín del siglo XVII, aproximadamente por la casa del Barco y allí encontró Eliseo Carrera un escudo de cuatro lados, que tiene depositado en su casa de Huesca. En cambio el pobre hombre gigantesco de Paternoy, sólo dejó sus abarcas de cuero, que yo acabé de perder.
Uno se pregunta y ¿por qué desaparecen los hombres, los que dejan su arte y los que dejan sus miserias?.Ya nos contesta Rilke, cuando dice: ”Tierra ¡Marina!, somos tierra, somos mil veces primavera, como alondras que una canción fugitiva arroja a la invisibilidad”.
Si uno va, por la misma carretera a Nocito,  todavía encontrará gentes con las que podrá hablar, pero a mí no me hizo falta tal desplazamiento, pues el día veinticinco de Agosto de este año dos mil, me encontré en el parque de Huesca a un señor nacido en tal lugar, que se casó en Torres de Montes y hoy viudo, vive en la capital. Estaba con dos ancianos, uno de Castilsabás y otro de Fañanás y riéndose hablaban de aquella “chulla tan güena “, que calentaban en otros tiempos con aliagas encendidas, después de coger toda la mañana fajos de “garba”.”Escurriba a grasa d’a chulla y cayeban as gotetas en o pan”. Después, envueltos en humo, cogían la bota y se echaban “güen chaparrazo”, ”tres engullidas y a boca llena “. Los pastores en verano, lo tenían más fácil, porque la grasa se derretía, sólo con el calor, al llevar “a chulla" en una fiambrera. Este era el almuerzo, pero al llegar el mediodía, ya no tenían ni pan. Como no tenía pan aquella buena mujer, que al ver como un vecino suyo le echaba a un gran perro, un enorme trozo de ogaza, se lanzó sobre él y se lo llevó a sus hijos. El perro no reaccionó y el vecino le regaló un pan entero.
El viudo, al quedarse solo, se marchó a Huesca, pero con frecuencia va de una casa a otra, para llevar a la vieja lo que no emplea en la nueva; por ejemplo los vencejos los depositaba en la casa del pueblo, al no ser usados, porque allí no había ratas y con la esperanza de utilizarlos algún día, como si tuvieran oportunidad de resucitar, como si el ayer hubiera de volver, pero el mismo contradecía esa esperanza diciendo: ¡déjalos que se pudran!.
Se siente viejo, como la casa vieja, en cambio la nueva pone su esperanza en sus hijos.
En el fondo identifica su vejez con la de los vencejos y al decir que se pudran, debe pensar: yo también me podriré, porque, como dice Rilke: ”Tampoco en el tiempo menguante, tampoco en las semanas del cambio nadie nos ayudará más a alcanzar la plenitud, nadie sino nuestro propio paso solitario sobre el paisaje insomne”.

viernes, 22 de febrero de 2019

El bovino ibérico y la memoria de los españoles

He estado hablando con José María Puyuelo Sorribas, natural de Ibieca y luego me he puesto a pensar y a recordar tiempos pasados y he llegado a la conclusión de que el pueblo español tenía necesidad de las capeas, de los encierros, de las corridas de toros y de la intervención de los caballos en esas luchas. Porque esos actos eran peleas entre dos especies, que se temían mutuamente y así como los hombres se amaban con el caballo y el asno, con el toro no encontraron formas pacíficas de tratarse. Han desaparecido en Ibieca, de donde habla Sorribas, los novillos enteros y los castrados, convertidos en bueyes, como además en casi todas las provincias de España. Ahora se habla de las vacas holandesas berrendas en negro, pacíficas y lecheras y el hombre no tiene necesidad de defenderse de su acoso, con lo que va disminuyendo la afición a las corridas de toros. Así como las vacas lecheras eran un gran negocio, sobre todo unidas a un “buen pozo de agua”, los vacunos ibéricos eran un problema como me contó Sorribas, al cantarme estas coplas: ”La vida del boyatero -es muy fácil de contar-todos los días labrando y el domingo a “pajentar”.- Lo primero es ir a misa-lo segundo es almorzar- y lo tercero es pensar donde es preciso ir a hacer mal”. Tenían aquellos animales para labrar y sus hembras para parir, pero además tenían aquellas vacas y novillos el “morro furo” o morro de fuego y había que tratarlas con mucha precaución, ya que sobre todo cuando parían, nadie se podía arrimar a ellas, porque atacaban. En cierta ocasión yendo a abrevar a la fuente se encontraron con varias mujeres de Ibieca con sus cántaros para llevar agua a sus domicilios, y las derribaron por el suelo con sus cántaros incluidos. La vaca más “fura” de ellas era originaria de Fuencalderas, al lado de Biel, en las Cinco Villas y cerca de Navarra, donde tenían sus raíces los pequeños toros ibéricos, de los que todavía le quedan algunas ganaderías. Y en aquellas zonas todavía celebran en sus fiestas las vaquillas y los encierros, que se celebran también en Egea. Este verano pasé por Carcastillo, último pueblo del Reino de Navarra y tuve que desviarme con el coche por que por las calles andaban sueltas las vaquillas. Dice José María que los novillos que traían de Lumbier de Navarra, daban muy buen resultado. Los tres últimos novillos de unos tres o cuatro meses, que compraron en su casa los trajeron de Tardienta, a donde los había llevado un tratante, que llamaban “Campando”. Desde Tardienta hasta Ibieca tuvo que conducirlos José María “Sorribas” y uno se imagina las dificultades que tendría que pasar por Sangarrén, por Albero Alto, por Fañanás para llegar al empalme de Liesa y de allí Ibieca, sin llevar trabas o estorbos, como se les ponía a muchos novillos cuando tenían que conducirlos lejos. En el corral de mi casa, antes de la Guerra Civil, me acuerdo de ver un pequeño rebaño de novillos con una cuerda atada en el cuello y en el otro extremo iba atada a un trozo de madero, que les impedía correr y atacar. Se iban haciendo grandes y tenían que castrarlos, porque se iban haciendo peligrosos. Los empleaban para labrar y para tirar de carros. Estos consistían en una plataforma, en este caso de cuatro ruedas, con una vara o lanza para enganchar a los bueyes. El carro lo hizo Pablo Bibián de mi pueblo, Siétamo, padre del Párroco de Pertusa, que por cierto es un gran amigo de los animales. Dieron un buen resultado dichos bueyes, porque cuatro mulas no supieron subir una trilladora a una era, pero José María con dos bueyes, la subió. Empleaban tiempo y ejercicios de educación con aquellos animales, por ejemplo para uncirlos con un yugo, se lo ponían y los dejaban ocho días sin soltarlos, en un campo donde crecía el pipirigallo, con lo que lograban ponerse de acuerdo para bajar y subir sus cabezas. José María Sorribas ha pasado de ser hijo de una modesta familia de labradores a regir un buen negocio, pero lo que no ha podido olvidar nunca es su trato con los novillos y bueyes, que le han clavado profundamente en su espíritu la afición a los toros, como a tantos otros españoles.

jueves, 21 de febrero de 2019

El choque entre el hombre y el toro.




En el castellano pueblo de Tordesillas, ha chocado la tradición de los amantes del Toro de la Vega y las autoridades. Es una tradición que la iglesia Católica no logró eliminar de España y es que esa tradición tan antigua y tan unida a las costumbres de la Tierra, da la impresión de que el pueblo  siente anulada su personalidad, ante la anulación de la fiesta de los toros. El Papa Pío V, en su pontificado ya prohibió las corridas de toros “con su crueldad”. En Portugal, más diplomáticos, obligan a que en las corridas de toros, se corten las puntas de los cuernos, para evitar graves peligros a los toreros y se evita la muerte del toro por la espada, al acabar su toreo.  En Francia se suprimieron las corridas en casi todo el País, menos en el Midi, al lado de España. En Méjico se debatió la prohibición de la muerte de los toros por los Obispos, sin intervención de los Poderes Públicos. 
Cuando era niño, recuerdo como el corral de casa Almudévar de Siétamo, se llenó de novillos,  que no recuerdo a donde caminaban, es decir si iban a algún mercado ganadero, o los llevaban a pastar al Pirineo o a la Sierra de Guara. A mí,  me producían,  no sé si un respeto o un auténtico miedo por su aspecto totalmente rústico. Unos eran negros y otros royos y todos ellos llevaban colgando de su cuello, unas cadenas, que arrastraban unos maderos, que les impedían acometer a sus pastores. Al día siguiente, los soltaron y por la cabañera, que está muy próxima, se fueron alejando. Los animales, que sufrían con  aquellas  cadenas y tablas no podían poner mala cara, porque no creo que supieran mostrar rabia u odio por el mal trato, que recibían con aquellas cadenas penitenciales. Pero .no sé si les dieron de comer o no les dieron y marcharon agitados del corral de casa Almudévar.
Después de la Guerra Civil, en Huesca capital se contemplaron  escenas de rebaños de novillos bravos, que bajaban de la Sierra de Guara, propiedad de los Duques de esta Sierra, a la Estación de Huesca. Al llegar a la Plaza de San Lorenzo, coincidieron con la salida de los fieles oscenses  de Misa a la Plaza del Santo. Se armó un lío tremendo, pues los fieles chillaban y los novillos, miraban por los ventanales de los Comercios a su interior, consiguiendo uno de ellos romper la luna de una tienda, en el Coso Bajo, frente a la Plaza de San Lorenzo. Se pasó un rato de confusión y de miedo y por fin llegaron a la estación, donde los hicieron entrar en los vagones, para ser conducidos al Matadero.
Entre Carcastillo, pueblo navarro y Sadaba, aragonés  se ven las Bárdenas y allí se encuentran dos pueblos de Colonización, el navarro  Figarol y a unos cinco kilómetros, el aragonés Alera. Cerca de este pueblo se encuentra el pueblo de Layana con  Los Bañales, que consisten en manantiales de aguas calientes. En este pueblo se encuentra el santuario de la Virgen de Layana.
En Alera no se encuentran iglesias antiguas ni ermitas, pero todos los años suben en Romería a visitar a la Virgen de Layana. “Por aquellas tierras aragonesas se encuentra, cerca de Alera, un monte, donde se crían vacas bravas, cuyos novillos se llevan a las Fiestas de los pueblos para divertir a su juventud”. Por Tarragona hay ganaderías de toros bravos y novillos,  que hacen divertir a la gente en sus días festivos.
I, intentó condicionar al Papa, cuando éste le pidió su ayuda para expulsar a los turcos de su enorme intervención en el Mediterráneo.  
Dice el Canon 285 : “Absténgase los clérigos por completo…” de asistir  a las Corridas de Toros. Hay que estudiar las costumbres taurinas en Colombia , por ejemplo, para darse cuenta de la unión de la mitología pagana, con las múltiples figuras, que en América, San Miguel sacrifica al dragón, que algunos identifican con el toro bravo. También en Méjico aparecen numerosos dragones. La antiquísima historia, cuenta que de  Europa se apoderó el Blanco Sol y llamó a Júpiter, que era el Toro Blanco y sensual, representativo del  Señor de la muerte, llamado por los aztecas Huemac, con el fin de que salvara del exterminio a los pueblos de los que había sido su madre. El señor del Sol salvó a los niños de color lunar de la tierra de Méjico.
Han desaparecido de Europa los bisontes primitivos, pero en España y en el Midi francés, se creó una vida, con Ganaderías Taurinas, de toreros a caballo y otros más humildes, que toreaban a pie, entrando, como podían en aquellos campos, unas veces para torear y “cubrirse  de gloria en aquellas soledades”, otras veces morían heridos por aquellos toros y toreando por las plazas de toros, con sus trajes de toreo, con su espíritu de valentía y con sus viajes por España,  que llevaron hasta América. ¡Qué espíritu tenían aquellos hombres, que se emborrachaban de placer, con los pases que daban a esos toros!.
¡Qué vida tan dura llevaban aquellos hombres de tiempos de Felipe II!, pero qué espíritu más identificado con el honor y con la poesía. Iban aquellos hombres por las plazas de los pueblos y querían mostrar su honor, toreando aquellos bravos animales taurinos. Manifestaban su valor y exponían ante los ojos de la multitud del pueblo, la belleza de sus arriesgados pases. Era motivo de su teatro entre la vida y la muerte, muchas veces el hambre o la necesidad de comer “el pan nuestro de cada día”. ¿Qué culpa tenían aquellos toreros, arriesgando su vida ante los cuernos de de esos toros españoles, de los que ya no quedaban en el Mundo, esos toros bravos, que también toreaban los caballeros , montados en sus nobles caballos?.  
Los toreros de a pié arriesgaban toda su persona ante aquellos toros bravos. Parecía que aquellos toreros pobres,  idealizaban el riesgo ante el toro, como una defensa de la vida humana,  muchas veces para poder comer y los  rejoneadores,  que montaban sus caballos, intentaban poner de manifiesto la lucha del bien, representado por el caballo y el mal representado por la agresividad de aquellos crueles cuernos o astas, que dirigían la testuz de los toros. Eran  los toros animales inocentes, pero el sacarlos de su ambiente, los convertía en toros bravos.
Los hombres siempre han estado en guerra y los toros han entrado en ella cuando han sido provocados para luchar. Los hombres no han sido formados para vivir en Paz y tampoco  han sido ellos los que han provocado muchas veces,  la lucha defensiva de los animales, si no es en prácticas de pastoreo de aquellos animales.
Han existido multitud de especies de animales y una,  como la de los caballos, educada por el hombre ha sido una portadora  del bien en las personas y otras veces ha sido el mismo hombre el que ha considerado agresivos a los toros, provocándoles su agresividad.
Hay que educar el comportamiento del hombre con sus prójimos y hay que corregir  toda agresividad entre ellos, pero para suavizar el comportamiento agresivo,  hay que buscar el convencimiento de la paz, a los que cometen actos agresivos, acompañándolo  por la suavidad.
Todavía se trata, a veces, a los animales con crueldad, pero todavía no es el amor el último trato que se les proporciona. Deben ser palabras suaves las que se dirijan a la crueldad de algunos tratos, porque la guerra, suele acabar con muertes y con heridas. Si, es duro el trato en el encierro del toro por muchas gentes que intervienen en  el lance, pero es más cruel el encerrar en una jaula a un pájaro,  amante de la libertad. Y así luchan con palabras los que quieren o no quieren el mal trato a los animales.
No cabe duda de que los que discuten sobre el trato bueno o malo a los animales, sufren con esos tratos malos.
Desde que antes de la Guerra Civil de 1936, entraran en el corral de Casa Almudévar, sometidos con cadenas y tablas de madera, unidas al cuello, he visto otros moentos de crueldad con los animales. Pero el año de 1936, en Siétamo murieron tal vez cientos de personas, unas en el frente y otras fusiladas. En toda España fueron alrededor de un millón de víctimas. Está muy bien que después de la Guerra, se originaran enfrentamientos entre unos y otros por las víctimas animales. Pero ahora que estamos en el año de 2016, siguen muriendo hombres, mujeres y niños, en Irak, en Siria y en  Africa  del Norte. ¡E incluso en Francia y en España!.
Juan XXIII, expresó en su Encíclica Mater et Magistra, que : “La Doctrina de Cristo,une, en efecto, la Tierra con el Cielo, ya que considera al hombre completo, alma y cuerpo, inteligencia y voluntad, y le ordena elevar su mente desde las condiciones transitorias de esta vida terrena hasta las alturas de la vida eterna”.” Un mundo nuevo había brotado setenta años después de la “Rerum Novarum”. Pero las bases sobre las que se erguía la civilización cristiana y la ética del catolicismo , seguían en pie, debiendo reconducirse tras el desaliento y la confusión de las décadas que siguieron a la Gran Guerra. Por ejemplo, la urgencia de denunciar la escandalosa distribución de la riqueza, cuando el impulso del progreso técnico ofrecía tantas opciones de bienestar. Por ejemplo, el requerimiento a los gobernantes a comprometerse con el bien común, lo único que legitimaba de acuerdo con la doctrina política clásica del catolicismo.” Debía asegurarse que “le sea posible al hombre asumir la responsabilidad de lo que hace y perfeccionarse a sí mismo”.

sábado, 16 de febrero de 2019

La belleza arquitectónica arruinada y el amor humano, ha quedado muerto.




Cuando desde la casa número 61, del Coso Alto, donde se alza la vivienda en que vivía con mi abuela Agustina Lafarga Mériz, bajaba yo mismo hacia los Porches, y por esos pasos, en medio del camino, siempre me acordaré de contemplar la Casa Carderera, donde podía ver en el verano a la hermana de mi abuelo Manuel Almudévar Vallés. Se llamaba Rafaela con los mismos apellidos que su hermano. No podía verla siempre, ya que su esposo era Don Joaquín Carderera Potó, que nació en Huesca el día 18 de Agosto de 1835 y que murió en 1878. Mi padre Manuel Almudévar Casaus, era sobrino carnal de la elegante Rafaela Almudévar Vallés. Mi padre estaba estudiando, en un colegio privado del Coso Alto y se alojaba con su tía en su casa- palacio  Carderera. En dicha casa se alojó durante un curso y al siguiente su padre lo trasladó al internado de los Escolapios de Jaca.
La educación en aquellos tiempos era muy autoritaria y su padre no lo trataba con todo el cariño o lo mimaba, que ahora se ejerce con los hijos. No estaba mi padre muy satisfecho del trato de su tía Rafaela, pues en aquellos tiempos era muy autoritaria y su padre, como me contó a mí, no lo trataba con todo el cariño que ahora se ejerce con los hijos. La tía Rafaela Almudévar Vallés lo acomodó durante un curso, pero su trato no fue mejor, pues le daba, según me dijo mi padre, para merendar una porción de chocolate con un trozo de pan. Pero mi bisabuelo Manuel Almudévar Vallés, estuvo estudiando interno en Barbastro y según cartas que poseo, tampoco su padre le hacía mucho caso.
Yo  no  puedo  acordarme  de aquellos ratos que mi padre pasaba en la casa-palacio, pero yo sí que revivo en mí, los ratos que acompañando a mi tía Luisa, hermana de mi padre, encontraba en el palacio de mi tía a  la dueña de Casa Carderera, Pilar Almudévar Vallés, casada con Don Joaquín Carderera, nacido en Huesca en 1935 y muerto en 1.878, propietario de Casa Carderera y esposo de Doña Rafaela Almudévar Vallés de Siétamo. Y yo escuchaba las conversaciones que entre sí, mantenían la tía Pilar con su prima, mi tía Luisa.

Yo escuchaba, pero no hablaba, quizá por el aspecto señorial de los Carderera como Doña Pilar  Almudévar Vallés, esposa de Don Joaquín Carderera Potó  y escuchaba las conversaciones que entre sí mantenían la tía Pilar con su prima, mi tía Luisa. Me fijaba en ella y la escuchaba y no le perdía el respeto, pero en lugar de hablar, porque  ella no  me  decía  nada,  me fijaba en su figura señorial antigua. A mí me parecía esa figura, una reina inglesa, con su pecho y espalda, cubriendo su tórax, con un pequeño manto y desde la cintura para abajo, con sus faldas largas y anchas, que le llegaban hasta el suelo. Su cuello estaba protegido por un tejido trazado con hilos blancos, que debían ser de seda y su cabeza peinada como una gran dama.
Estas visitas, en las que yo participaba, fueron por los años de 1939 o de 1940. Hacía estos encuentros en Huesca y en el invierno regresaba a Madrid.
Y de Don Joaquín Carderera Potó ( 1835- 1878) y de su esposa Doña Pilar Almudévar Vallés, era la propiedad de Casa Carderera, asentada en el Coso Alto y en la Plaza del Teatro. Su  hermano Eduardo Mariano Carderera Potó(1815- 1893), que fue un gran pedagogo, tuvo a Mariano Carderera Ponzán (1846- 1916) que se casó con Matilde Fernández Bellamy, que fue un gran arquitecto, que levantó la casa- palacio de Carderera en Huesca y su hijo Eduardo Carderera Ponzán,se casó como acabo de escribir, con Pilar Carderera Almudévar.  
Pero un día de estos en el Museo Provincial de Huesca,en la Paza donde se encuentran el antiguo Seminario y viejo Hospital, convertido en Colegio Universitario, en este recién nombrado Hospital, he encontrado un cuadro que señala un retrato de Pilar Carderera Almudévar, acompañada por su novio, con su consiguiente escrito: “ Un pintor que trabajaba para el Sr. Carderera, se enamoró muchísimo de su hija, la  Srta. Carderera.

El padre le dijo que ni hablar de casarse con ella, porque era pobre y la casó con otro.
El pintor le hizo este cuadro como regalo de bodas, en el que se representa a la Señorita Carderera, con su prometido, si lo ves de cerca.
Si te alejas se ve una calavera…. Que representa lo que cada uno quira pensar: “Ahí te quedas”.
“Te esperaré hasta después de la muerte”.
“Te vas a morir en vida, con ese hombre que no te quiere”.

“Yo no tengo comunicación con la actual familia Carderera y sólo tengo recuerdos anteriores, que me hacen ilusión, pero que no me dan autoridad para escribir toda la historia de los Carderera, pues aquí se podrán encontrar errores y escasa precisión en las fechas”.

Pero yo no tengo recuerdos de los hechos, que ocurrieron antes del año de 1930, en que nací, pues tuvieron lugar en 1926. La familia de Silvio Kosty, es decir de Manuel Bescós Almudévar estaba emparentada con la familia de Carderera, ya que a la madre de Silvio Kosti, que era muy piadosa, tanto que la llamaban “La Beata” y con sus apellidos era Almudévar Vallés. Pero también Rafaela Almudévar era hermana de ambos. Pero hay otra hermana de mi abuelo Don Manuel Almudévar Vallés,  llamada Irene,que se casó con Antonio Orús Vallés, también pariente del abuelo por su apellido Vallés y que era comerciante en el Coso Bajo de Huesca. En casa se conservan cartas y fotografías de Antoni Orús Vallés Almudévar, tambié2n pariente del abuelo por su apellido Vallés y que era comerciante en el Coso Bajo de Huesca.
Fue la familia de Irene Almudévar Vallés, la que nos proporcionó la fotografía del magnñifico coche, propiedad de los Carderera y que no comprende como se comunicaban las hermanas Rafaela e Irene, a través del océano entre España y Argentina, a la que habían emigrado Irene Almudévar y Antonio Orús.
En 1.927, el Director de Cine,Nemesio Sobrevila, rodó la película “Al Hollivod Madrileño” en el monte de Torresecas. En esta película participó la bella señorita Rafaela Almudévar de la familia de los Carderera con Silvio Kosti o Manuel Bescós Almudévar,que era primo hermano de Rafaela Almudévar. Murió Silvio Kosti en 1928.
La dueña del coche , Pilar Carderera Almudévar , en el umbral de la puerta de casa Almudévar de Sietamo. Aparecen también los abuelos de Ignacio Almudévar Zamora y su madre Victoia y su  hermana mayor  María Victoria ( Mariví).


En mi artículo “Personas de mi familia en la película de Nemesio Sobrevila”, en 1927,escribo: “El año de 1926, el uno de Enero de  en el día del santo de mi abuelo Don Manuel Almudévar Vallés,es decir el Día de Año Nuevo, un coche propiedad de los Carderera, parientes de los Almudévar de Siétamo, se paró delante de la puerta de Casa Almudévar. Allí en el coche se encontraba Pilar Carderera, sobrina  Almudévar de Don Manuel y casada con Eduardo Carderera Ponzán”. Y ¿Quién nos ha hecho recordar la escena de “aquella gente optimista que estaba celebrando en la puerta de la Casa Paternal de Almudévar, una fiesta patriarcal?. La dueña del coche Pilar Pilas Almudévar, casada con Eduardo Carderera Ponzán, trajo la fiesta,que resaltaba con su belleza el portal y la fiesta”.
“Nuestro común pariente con los Carderera y con los Almudévar, el sacerdote Don Jesús Vallés Almudévar, me dijo, ya hace algunos años que había aparecido anunciada la venta del hermoso retrato de Rafaela,en su casa de Madrid. Intentó comprarlo, pero su elevado precio se lo impidió. Yo saqué una fotografía en colores del mismo y le encargué a una artista pintora que me lo reprodujese. No me lo ha reproducido, pero tengo dentro de mí, el recuerdo de mi tía Rafela, cuya sucesora Pilar Carderera Almudévar, en el año de 1.927, ya participaba en la filmación de esa película llamada “Al Holliwood  Madrileño”.
Mausoleo de los Carderera en el cementerio de Huesca.

El 13 de Junio de 2.015 he vuelto a visitar el Cementerio de Huesca,donde se encuentra el mausoleo, donde yacen varios Carderera Almudévar. Esta visita a los difuntos de casa Carderera, me hizo recordar cuando el año de 1963, murió mi pariente Pilar Carderera
Almudévar, a los 83 años de edad. Su hijo Don Fernando Carderera, movido por el amor a su madre y recordando los tiempos pasados por las familias de Carderera y de Almudévar, acudió a casa Almudévar de Siétamo a hacer a su familia participe del dolor por la pérdida de una auténtica señora,que era portadora de esos dos apellidos. No estaba yo en casa y don Fernando, le encargó a mi esposa Feli Bercero Abril, que me avisase para que al día siguiente acudiera al Hotel Pedro I de Huesca.
Así lo hice un día del año de 1963 y encontré a varios miembros de la familia Carderera, que estaban haciendo el velatorio por su madre y por mi tía Pilar Carderera Almudévar.Me quedé conmovido por el cuadro de personas con apellidosdiversos, todos vestidos de negro y casi lloré porque Fernando Carderera Carderera. Mesaludó con una gran cortesía y un amor a nuestra común, entonces famila Carderera-Almudévar.
Desde entonces sólo he visto la noble casa Carderera de Madrid,cuando he pasado por ella, casi a las puertas del Museo del Prado. Últimamente, hace pocos meses, asistía ala presentación del magnífico libro “Viaje artístico por Aragón” de Valentín Carderera,escrito por mi sabio y buen amigo José maría Lanzarote e Itziar Arana. Allí estaba Pilar Carderera Carderera, hija de pilar Carderera Almudévar, Presidenta de la Asociación de los amigos del Museo del Prado. Nos saludamos mi hermana María y yo con nuestra inteligente prima Pilar, pero la numerosa aistencia del público, nos impidió conversar más de unos escasos minutos. 
 Estos días he contemplado en el Museo de Huesca un cuadro donde la novia Carderera con su novio, parecen convivir con felicidad. Pero según sube o baja la luz,que ilumina dicho cuadro, desaparece la feliz pareja y aparece una calavera, que hace desaparecer esa feliz visión, porque se ve un calavera,que representa la muerte de esa feliz pareja.
¡Qué triste es la vida, que cada instante se convierte en muerte, y que nos hace pensar en un tiempo feliz,que se convierte en muerte!.

miércoles, 13 de febrero de 2019

¡Qué pena, que desaparezca la moral!




Me he sentado al lado de una amiga, en un velador y me ha dicho, como aquella que quiere saludar en un entierro: “¡qué pena que esté desapareciendo la moral !.  Ella es una mujer, que de niña, iba al catecismo de la parroquia de San Pedro el Viejo y al Colegio de Santa Rosa, pero al crecer se puso de catequista en la misma Parroquia. Ella buscaba el camino de la vida, pues su padre se separó de su madre y ella se separó de él. Pero su padre amaba a su hija, porque la iba a buscar, desde Barcelona a Huesca y en la gran ciudad,  la llevaba a pasear por el Parque de Güell y le compraba cuentos y muchas veces, cosas que a ella le apetecían, al pasar por ciertos escaparates. Cuando ella se quedaba mirando esos  escaparates, donde se exhibían  bolsos bonitos, si la niña exclamaba:”¡qué bolso tan hermoso!, él entraba en el comercio y se lo compraba.
Es curioso contemplar en la vida, las situaciones de abandono y de soledad, producidas por la falta de moral, que algunos hombres y mujeres, muestran por medio del divorcio.
Se puede perdonar el pecado cometido, pero hay que acordarse de la debilidad, que tenemos los hombres, concretamente en materia sexual. Pero no sólo es el sexo un enemigo del amor, sino que también lo son el alcohol y el juego.
La niña crecía y crecía,  además de con su cuerpo, con su espíritu, pues le preocupaban los valores, entre los cuales el que había abandonado su padre. En cambio su madre era virtuosa, porque cuando volvió de Barcelona y contempló a su marido como un amor difícil, en lugar de abandonarlo con rapidez, esperó a que naciera la niña, a la que le pondría el nombre de  María Pilar. Por eso nació la niña en Barcelona y la Virgen del Pilar no pudo evitar la separación del matrimonio. Pero la niña María Pilar fue educada por su virtuosa madre, con mucha riqueza interior y María Pilar, que acudía cada día a la catequesis, a preparar a los niños y niñas de primera comunión, se estaba formando a sí misma con un celo extraordinario. Pilar fue creciendo y sentía el amor, de tal manera que  a  los  diecinueve  años, se casó con su novio, que era mucho mayor que ella,  pues tenía treinta y siete años. ¡Qué suerte tuvo el caballero casándose con una mujer hermosa y joven, que lo cuidaba y le tenía un gran cariño, pues llegó a tener seis hijos e hijas, frutos de su amor !.  Él estaba acostumbrado a la vida libre con sus treinta y siete años, pero Pilar, lo amaba y no le echaba broncas ni riñas, para dar buen ejemplo a sus hijos. Hace once años que  falleció, pero sigue teniéndole el mismo amor, recordándolo con mucho cariño. Las dos hijas son enfermeras, un hijo es periodista y los demás son camareros. Esta mujer tan trabajadora, tan honrada, tan honesta  y tan amante de sus hijos, no se ha vuelto loca, sino que tiene un carácter, que hace feliz al hombre,  que tiene la suerte de hablar con ella, o más bien de escucharla, cuando habla de su amante y refiere su vida. Me la encuentro alguna vez, sentada en un velador, tomándose un cortado, para acompañar a su analgésico, porque dice que está muerta de dolores. Yo, hoy me he sentado al lado de ella y me ha contado todo lo que acabo de referir.
No se siente pesimista, sino  que es feliz, porque encuentra felices a sus hijos y como Job, ha sufrido todo lo que el Señor le mandó en la vida, pero ella sigue amando a sus difuntos y a sus hijos  e hijas.

martes, 12 de febrero de 2019

Carta que recibí desde Irún en 1980.-

     
                     
La sangre nos viene a la familia de Don Paco Ripa y a la mía, de Botaya, en plena Montaña del Monasterio de la  Peña,  encima  de Jaca. En Casa de López de Botaya, buscó el Banquero Casaus una hija para contraer matrimonio, llamada Pilar López de Botaya  y  ésta  fue bisabuela mía y de mis hermanos. Tuvieron el Banquero Casaus y su esposa retratos pictóricos en casa de Llanas, donde yo los he contemplado muchas veces. Yo  todavía  conviví con su hija, llamada Pilar y abuela mía  en Siétamo, aproximadamente durante un año, pues yo nací en 1930 y ella murió en 1931. Don  Paco Ripa de Jaca se casó con una hermana suya, que tenía por nombre Apolonia Casaus  López de Botaya. Este nombre lo contemplé en Casa Ripa de Jaca, escrito en un vidrio del salón, donde en varias ocasiones, entré a saludar a Don Paco Ripa.

Tumba del Conde Aranda.

Tengo recuerdos de Casa Ripa de Jaca, en la cual se encuentra, aunque no  sé con seguridad si se conserva  esa sagrada capilla,  con los instrumentos litúrgicos que en ella se usaron. Los Ripa formaron una  familia  noble,  que  en tiempos pasados, en aquellos bancos se asentaban los asistentes a sus ceremonias religiosas. Fue Don Paco Ripa Alcalde de Jaca.
Pero la Guerra Civil de 1936, a mi familia nos hizo huir a Jaca, donde Don Paco Ripa y su hijo Luis nos recibieron con cariño, proporcionándonos incluso colchones y mantas. Nos llevó mi tío Don Paco Ripa a contemplar un acto religioso, del que el Himno religioso a Santa  Orosia,  canta :”Todos los pechos aragoneses- y los de Yebra en la Montaña- a  Orosia claman con frenesí”.
Allí estaban reunidos muchos habitantes de Yebra de Basa con los jacetanos y un día en el Almacén de Sorribas, almacén que posee mi amigo en el término de Quicena, junto al Hotel Montearagón, saludé a Santiago Villacampa, natural de Yebra de Basa. ¿Cuántos siglos han unido a Yebra de Basa con el pueblo de Ibieca que se encuentra limitando con el de Siétamo?.
Yebra de Basa , en la Montaña Pirenáica e Ibieca debajo de Sierra de Guara, son dos poblaciones unidas por la Historia por Santa Orosia y ese parentesco espiritual hacía que los vecinos de Yebra se amasen con los de ibieca. Desde hacía una multitud de años Santiago Villacampa de Yebra, danzante de Santa Orosia, se reunía con mi amigo hijo de Ibieca, en el Almacén, junto a las Harinas de Porta y almorzaban unidos por la historia, invitándome a mí en algunas ocasiones.


Yebra en la parte de la Montaña,  cerca  de  Jaca, acudía cada año a Jaca, cerca de la actual estación de Autobuses, donde contemplábamos a la santa, llamada  Orosia, protectora de los endemoniados  que la acompañaban a una elevada torre, desde donde un sacerdote los bendecía contra la locura, que en esos momentos de una Guerra Civil, parecía haber aumentado en número de endemoniados.
 No se acabó el trato familiar entre los jacetanos y los hijos de Siétamo, pues la hija de esta noble familia  pirenáica  de los Ripa, tiene todavía una hija a la que el aspecto de Jaca, de San Juan de la Peña y de aquel país, que formó parte del País Vasco, le dio una personalidad especial. Se bautizó a sí misma como “La Ripaldi”. El apellido de Ripa se extiende por Aragón, Navarra y el Midi francés.
El día 24 de diciembre de 1980, recibí una tarjeta navideña, escrita por la Ripaldi que dice: ”Muy querido tío, Ignacio y familia: Oigo cantar a mi padre “ Las flamas de lo fogaril” a la par de la “cassete” que se ha comprado del grupo Subordán, con estas melodías rememoro desde Irún, la maravillosa tierra de Aragón con sus fiestas familiares. Paso estas fiestas en Irún junto a mis padres y mis hermanos, probablemente no suba a esquiar con mi hermano Paco,  pues  estoy  muy  feliz  sin salir de casa, encendiendo la chimenea y leyendo libros. A ver si un día de estos me escapo de Zaragoza y subo a veros.
Por cierto, Ignacio, no sé si te lo dije, pero hará cuestión de tres semanas, tropecé con Julio Brioso “más dinámico que ayer, pero menos que mañana”, que me comunicó su próximo destino laboral: Méjico, ¡sensacional!, ¿no?. Aprovecho estas letras para desearos a vosotros felicidad y a la cosecha que venga copiosa en este año entrante. Un fuerte abrazo, ¡Ripaldi!”.
La “Ripaldi”, gozaba de un cerebro inteligente, que venía de “La Corona Real del Pirineo”, establecida y disputada. “ Escribíala  el  Doctor Don Fray Domingo de La Ripa, Monge Benito Claustral, Enfermero, Prior Conventual, que fue del Sagrado, y Real  Claustro de San Juan de la Peña y Visitador General de la Congregación Tarraconense, y Cesaraugustana: Examinador Sinodal en el Obispado de Jaca, y Coronista Creado por su Magestad, y Cuatro Brazos, en las Cortes del Reyno de Aragón”. Esta escrito este texto, el Año de M.DD.LXXXVIII.
El recuerdo de este  Abad de los antecesores de la familia don Paco Ripa, le dio a conocer  a las hermanas Pilar y Apolonia Casaus y López de Botaya, que salieron de una casa noble de la pequeña llanura,  que se asienta en la cima de San Juan de la Peña, que era como una llanura montañesa, en la que se encontraba además el pueblo de Botaya, el Monasterio Nuevo de San Juan de la Peña. El Monasterio Viejo se encontraba en la ladera Norte del Monte de San Juan. Tanto era  así,  que  desde éste más antiguo Monasterio, en cierta ocasión, nos subieron allá arriba, es decir al Nuevo, en autobús. Al encontrarse el Monasterio Viejo en la alta  ladera  de  la  Montaña  de San Juan, tenía, imágenes de pórticos y de esculturas, grabados en la misma piedra.
Pero al llegar al Monasterio Nuevo, nos acercamos al pueblo de Botaya, donde nacieron la esposa de Don Paco Ripa de Jaca y su hermana con el apellido de Ortega y López de Botaya.  La casa en que nacieron ambas, estaba representada en una pequeña plaza, con datos de familia y dibujos de la vida de dicha casa. La esposa de mi abuelo Manuel Almudévar Vallés se llamaba Pilar Casaus y  López de Botaya  y casada con Manuel Almudévar Vallés.
En la Torre Casaus de Huesca, dejó dos libros de 1.638, que recogieron en el Monasterio de San Juan  de  la Peña, escrito por  Fray Domingo de La Ripa, pariente de Paco Ripa. Estos libros se guardaron en la Torre de CASAUS, debajo del Cerro de San Jorge y yo los recogí al morir mis tíos Luisa y José María y he gozado con su lectura. Al ser expulsados los monjes del Monasterio de San Juan de la Peña, mi abuela Pilar Casaus y López de Botaya, recogió  alguno  de  esos libros y los guardó en la dicha Torre de Casaus.  Al morir mis tíos, yo guardé esos libros que ahora alegran mi vida.
El Conde de Aranda, Don Pablo Abarca de Bolea, tiene el apellido Abarca, palabra ésta que es de lengua vascuence e hizo todo lo que pudo, para ser enterrado en San Juan de la Peña. Hubo peleas o discusiones sobre si lo enterrarían en el Centro de España o en el antiguo Monasterio de origen vasco –ibérico como el próximo de Navarra Monasterio de Leyre, que es fronterizo con Aragón. El escudo de los Abarca se encuentra incluso en Pamplona, en el Monumento que  encuentra al lado del Ayuntamiento de Pamplona. Nació el Conde de Aranda en mi pueblo de  Siétamo. Aquí en España se formó la Nación Española y ahora hay quien sueña en dividirla, cuando en el siglo XVI, todavía se hablaba el vasco en gran parte de Aragón en incluso de Lérida. El Conde de Aoranda, cuando todavía vivía, estudió su Patria antigua y quiso ser enterrado en el Monasterio de San Juan de la Peña. Era devoto de Aragón y escribió a veces de la Nación Aragonesa, pero siempre preocupado de Cataluña, de Valencia, de Portugal y de toda España.
 Tengo un recuerdo del pueblo de Botaya y me acuerdo de él como de todo el Monasterio de San Juan de la Peña y a pesar de que el tiempo ha ido pasando por aquel antiguo Monasterio, en mi corazón ,siento las emociones antiguas y las conecto con mi vida actual. Es que en cierta ocasión observando los recuerdos que el turismo ha dejado en la Plaza en que se encuentra la Parroquia de Botaya, recordaba, como actual, y miraba el recuerdo de mi abuela Pilar Casaus López de Botaya. Yo también recordaba a mis lejanísimos parientes los López de Botaya y observaba, al mismo tiempo aquellas  chimeneas pintoresca, elevadas en viejísimos tiempos y aquel silencio me hacía pensar en otros tiempos. Pero en un momento dado me dio la impresión de escuchar una suave y celestial música, que parecía venir del cielo. Pero me di cuenta de que aquellas antiguas melodías, provenían de dentro de la antigua parroquia. Sin dudarlo ni un momento, penetré en la iglesia y me pareció haber entrado en un cielo santo,donde los escasos fieles que acudían a la celebración de una Misa,cantaban con el sonido de una música armoniosa y te trasladaban al otro mundo,en el que te unirías con los miembros de tu antiquísima familia. Cuando acabó la Misa, saludé a un sacerdote pequeño de cuerpo y elevado de espíritu y me encontré con una familia que había acudido desde Huesca, a las fiestas de su pueblo, capital de aquel artístico monumento.
Después de gozar de esta romería a la Historia de Aragón, cogí el coche y me volví a Huesca, por el Sur del Monasterio y pasando por el Pantano de la Peña, llegué a Siétamo  

San Urbez o SANTURBEZ desde Villalangua

  La vida de San Urbez se ha venerado en el Alto Aragón y se venera hoy en día, pero desde aquellos años en que los moros, invadieron nuestr...