miércoles, 31 de marzo de 2021

PREGON DE LA SEMANA SANTA 1988

 




Coinciden, Sras. Y Sres., en el tiempo espacial, obra del Creador y en el Calendario hecho por los hombres, la llegada de la Semana Santa y la venida de la primavera, como si el Verbo que era el Único que existía en el Principio, quisiera hacernos partícipes de misterios: el sobrenatural de la Redención y el natural de la primavera, que como recreación que ocurre cada año, hace que las almas piadosas se pregunten:¿dónde está el Redentor?. San Juan de la Cruz se lo preguntaba así:¡Oh bosques y espesuras plantadas por la mano del Amado, oh prado de verduras de flores esmaltado, decid si por vosotros ha pasado!.

El santo escuchó así la respuesta de las Criaturas “Mil gracias derramando, pasó por estos sotos con presura, y, yéndolos mirando, con sola su figura, vestidos los dejó de su hermosura”.

Nos quieren liberar del Creador para hacernos esclavos de los sentidos, pero la “Verdad nos hará libres” y para recordárnosla, llega la Semana Santa, que nos muestra una balanza en que están equilibrados Dios y el hombre, Dios en el hombre y el hombre en Dios; están equilibrados la materia y el espíritu, y Cristo, Dios y hombre verdadero es el fiel, la Cruz de esa balanza, que nos indica el “Camino, la verdad y la Vida”.

Antagónicos al Hombre-Dios hay dioses hombres que pretenden quitarnos la fe, pero esa fe es definida por San Juan de la Cruz, de un modo que no ha perdido actualidad.”Es un saber no sabiendo que es de tan alto poder que los sabios arguyendo jamás la pueden vencer, que no llega su saber a no entender entendiendo, toda ciencia transcendiendo”. San Juan asimilaba la llegada del Amado a la primavera.

Otro poeta se puso a pregonar esa primavera y exclamó exultante:”La primavera ha venido, nadie sabe como ha sido”. El pregonero, al encontrarse con esta primavera, se quedó pensativo y se interroga: ¡cómo ha sido? Y yo, que inmerecidamente tengo que pregonar en Huesca la Semana Santa, me pregunto a mi vez ¿Cómo ha sido? ¿Cómo ha sido, qué?, que sea yo su pregonero, o, ¿cómo ha sido que la Semana Santa, inexorablemente esté a punto de llegar a Huesca? Es fácil responder a la primera pregunta, ha sido simplemente por culpa de Daniel Calasanz y de Teresa Ramón, aquí presentes, mas les pido que no tengan remordimientos de conciencia, porque me han hecho un bien al hacerme pensar en la pasión de Cristo, y, si recuerdan que se dijo que nuestros pecados serán perdonados, en Semana Santa, con mayor motivo. ¡Oh feliz culpa! , que reza el motete.

La segunda pregunta, ¿cómo viene la Semana Santa?, también tiene un doble aspecto. Si nos interrogamos sobre las celebraciones y más concretamente sobre la procesión del Santo Entierro o del Silencio, topamos otra vez con el buen Daniel, en cuanto Hermano Mayor de la Archicofradía de la Vera Cruz, que hace posible tal procesión, tal manifestación de fe, tal recordatorio de esa nuestra fe. La culpa, pues le corresponde a nuestra gloriosa Archicofradía y repito: ¡Oh Félix culpa!

Pero la contestación al meollo de la pregunta ¿cómo, por qué, llega la Semana Santa?, es más difícil de contestar.

Este Daniel, que tiene nombre de profeta, debía haber encargado la respuesta a un teólogo.

El, que es hortelano, nos podría explicar primorosamente cómo viene y por qué viene la primavera, pero él vive la Semana Santa como un oscense hasta la médula, me planea una respuesta difícil…

A mí que no puedo entrar en disquisiciones teológicas y tengo que apoyarme forzosamente en la Fe, en la Esperanza y en la Caridad (el amor).

¡Qué atrevimiento el mío, tratar de explicar por qué viene la Semana Santa cada año!

Recurro al Libro Sagrado, la Biblia y me recuerda que al principio de los tiempos, tuvo lugar un día en que se hizo la luz, en un segundo día, el Señor creó la tierra y le dio verdor y árboles con semillas y frutos.

El tercer día ordenó:”Haya lumbreras en el firmamento celeste para separar el día de la noche y hagan de señales para las solemnidades, y para los días y para los años”.

El cuarto día dijo:”Bullan las aguas de bichos vivientes y revoloteen aves sobre la tierra contra la faz del firmamento celeste”. Y los “bendijo Dios”. El quinto día creó los ganados, sierpes y alimañas. Después creó al hombre a imagen suya; macho y hembra los creó.

El 7º día descansó.

¿Quién dudará de que nos encontremos ante la primera Semana Santa de la humanidad? Santa, porque el Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, de cuya gloria están llenos los cielos y la tierra, creó al hombre a su imagen y semejanza; macho y hembra los creó.

El Señor es la Verdad y la Verdad os hará libres y libre creó Dios al hombre y en esa libertad está su grandeza y su miseria, porque Adán y Eva hicieron mal uso de ella y nos llevaron al pecado.

El Señor que ama al hombre, quiso enviarnos a su Hijo unigénito para redimirnos de ese pecado y El que el Séptimo día descansó, decidió recrear una nueva Semana Santa, aquella en que tuvo lugar la pasión y Resurrección de Cristo: una nueva primavera para las almas.

Dios es intemporal y para él, no hay pasado ni futuro; todo está presente y nos abarca. Al principio con la Semana de la Creación y cada año con la Semana Santa, para que las nuevas generaciones queden abarcadas en su obra redentora.

Hay antropólogos que sólo ven la parte material de la vida y pretenden descalificar a la iglesia, diciendo que ha suplantado a las divinidades paganas de la luz, del aire, del fuego y de la tierra por santos y ángeles, pero basta repasar la Biblia para encontrar el equilibrio espíritu- materia.Basta repetir la frase que he mencionado.”El tercer día ,ordenó :Haya lumbreras en el firmamento celeste para separar el día de la noche y hagan de señales para las solemnidades para los días y para los años”.

Y las lumbreras celestes cumplen su papel de avisar,de pregonar la Semana Santa,por medio del Equinoccio de Primavera,en el que se establece el equilibrio entre el espíritu,hoy tan despreciado y la materia,hoy tan enaltecida.

La primavera con su color verde nos da la esperanza de los frutos, como la Semana Santa nos transmite la esperanza de los frutos de la Salvación.

He recurrido a la fe y a la esperanza,pero me falta hacer alusión a la Caridad, al Amor, y el Señor, al que los hombres no dejamos descansar, en lugar de destruirnos, nos amó tanto, que sacrificó a su propio Hijo por nosotros.

Por todo lo antedicho, viene la Semana Santa y de la misma forma que llega cada año, llega a cada lugar y llega a Huesca y Huesca la va a recibir con el mismo amor, con el mismo cariño con que la recibe desde hace siglos, pero a pesar de tan continuada tradición y de que las Semanas siguen siendo tales y de qué Semana Santa sigue siendo Santa, a nivel de celebración popular la semana se reduce en el tiempo, aunque no en la fe.

Se reduce, repito, la Semana en el número de sus manifestaciones externas, pero las que quedan son un momento, que invita a los hombres a reflexionar sobre el misterio de la Salvación.

Se podría establecer un paralelismo, día por día, entre la primera Semana y la que cada año nos llega, a través de los rituales de la Iglesia, que además de Santa, la llaman Semana Grande o Semana Mayor.

Datos no faltarían al que quisiera hacer tal estudio, pues ya una española, la monja Eteria, abadesa gallega del Monasterio del Bierzo, viajó a los Santos Lugares, visitando entre otros el Sinaí y el Monte Jabán, tumba de Job, con lo que demostraba poseer profundos conocimiento bíblicos.

Volviendo de su viaje, escribió en Constantinopla el Libro de peregrinación a Tierra Santa en el que describe la liturgia de los cristianos orientales, deteniéndose especialmente en los de Jerusalén. La monja viajera señala que aquellos ritos le recordaban los de su tierra, si en Galicia ya se celebraban estas conmemoraciones de la Semana Santa, es de suponer que en Huesca, la Osca romana de entonces, también tendrían lugar.

Pero estos ritos, como la procesión de las palmas y adoración de la Santa Cruz, que nos descubre Eteria, deban ser anteriores a ella que murió en 388.

San Atanasio nos habla de “los seis días santos y grandes, anteriores a la Pascua, que son símbolo de la Creación del mundo”. A este mismo antiguo simbolismo parece aludir el martirologio del rey Alfredo (año 331). Abonan también por el origen antiquísimo de la Semana Santa una carta de Dionisio Alejandrino(año 260) , la Homilía de San Juan Crisóstomo y hasta el Libro VII de las Constituciones Apostólicas. Y yo que he tenido el atrevimiento de proclamar ese paralelismo entre la Semanas de la Creación y la Grande, Mayor o Santa, quedo confortado para seguir mi disertación al encontrar esa tesis en un padre de la iglesia como San Atanasio, Patriarca de Alejandría. Ambas semanas nos abarcan y en el espacio que va de la Creación a la Redención, está el Antiguo Testamento. No podemos relegarlo al olvido y en esto me da la razón nuestra procesión del Silencio o del Santo Entierro, pues en ella desfilan Isaac, Abraham, Melquisedec, Moisés, Aarón y David, que según Del Arco y según todos ustedes han podido ver, visten trajes magníficos de época, que en el año 1914 fueron confeccionados conforme a los diseños del notable pintor oscense Hermano Jesuita Martín Coronas. Este mismo diseñó también, en 1915, los vestidos de las Sibilas, esas doce jóvenes, que a pesar de ser profetisas paganas, anunciaron la Vida, Pasión y Muerte de N.S. Jesucristo. Ciñen su cabeza con corona dorada, signo de distinción, rematada por una estrella, que significa el don profético. Llevan pequeños estandartes con las profecías de Cristo y cantan melodías, ajustadas a ellas.

No se ceñía, pues, la esperanza en el Mesías al mundo judío, sino que había por todas partes una necesidad de algo nuevo.

El Antiguo Testamento está lleno de símbolos y profecías. El Profeta Daniel anuncia la venida del Señor, a las setenta semanas de años. Parece que quisiera incluir las semanas del Antiguo Testamento, entre la primera y la que habría de venir y sigue viniendo cada año.

En el Introito de la misa del Lunes Santo, el salmo XXXIV, David, odiado, calumniado, perseguido y maltratado, pide a Dios justicia contra los que hacen cuanto pueden para labrar su ruina. Nada hay que se adapte tanto a Jesucristo, que va a ser inmolado.

La segunda epístola de la Misa del Jueves Santo “parece ser no tanto una predicción del profeta Isaías, cuanto una historia de la Pasión de Jesucristo y cualquiera diría, al leerla, que habla un historiador sagrado que refiere lo que sucedió, más bien, que un profeta que predice lo que ha de acontecer al Salvador del Mundo”.

“Empieza el miércoles el oficio de tinieblas y durante el mismo se pone un tenebrario, que consiste en un candelabro triangular y en él once cirios, que se van apagando sucesivamente al final de cada salmo”. Muchos nos acordamos como al final del oficio todo el mundo procuraba hacer ruido golpeando los bancos o haciendo sonar carracas y matracas y dicen que , en tiempos hasta las calles de Huesca eran un sonoro retumbar.

Dice Arnal Cavero:”En la torre suena la matraca grande”.”Es monótono y angustioso su canto, como si dentro de él vibrase un corazón, que dejase en lo hueco de cada vibración una gota de sangre y una gota de llanto”.

Dicen que esos sonidos se producían para denotar el caos y la confusión que surgió en todo el orbe a la muerte del Salvador y el que existiría en los espacios en los días de la Creación.

Las matracas estaban hechas con martillos de madera, más o menos numerosos, que golpeaban sobre una tabla y las carracas consistían en una rueda estrellada que al girar percutía con sus dientes en una lengüeta de madera, lo cual constituía para los niños una diversión que teníamos que prolongar el día de Jueves Santo. En ese día de la institución de la Eucaristía, sigo percibiendo el paralelismo entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, al leer en los oficios de Semana Santa y en la Lección IX, ”Moisés,después que hubo leído todos los mandamientos de la Ley a todo el pueblo, tomando de la sangre de los novillos y los machos de cabrío, mezclada con agua y lana teñida de carmesí y el hisopo, roció al mismo libro de la Ley, y también a todo el pueblo, diciendo:Esta es la sangre que servirá de sello al del Nuevo Testamento que Dios os ha ordenado, o hecho a favor vuestro. Y así mismo roció con sangre el tabernáculo y todos los vasos del ministerio. Y según la ley casi todas las cosas se purifican con sangre.

Y sin derramamiento de sangre no se hace la remisión”.

El Antiguo Testamento es imponente, pero duro y aunque Schopenhauer lo encuentra más optimista que el Nuevo, ”no tiene en cuenta la redención, la glorificación de la carne, la resurrección, la vida perdurable, la participación filial en la Vida Eterna”, que son los misterios que dan vida al hombre. El Nuevo Testamento da sentido al Viejo, de aquí deriva la importancia de la Semana Santa que celebra esos misterios, tanto que al Jueves en Oriente se le llama día de los Misterios.

Para que el Testamento tenga validez ha de morir el testador y Dios se hace hombre para morir por nosotros, y con su sacrificio sufre todos los sacrificios sangrientos e introduce la Eucaristía con la transubstanciación del pan y del vino. ¡Evidentemente el Nuevo Testamento nos devuelve el optimismo!.

El pueblo sigue preparando hermosos monumentos para acoger la Eucaristía y me acuerdo que los niños en mi pueblo, queriendo prolongar durante el Jueves el uso de las matracas,decían: “ver el monumento, que Cristo está dentro” y a continuación, haciéndolas sonar gritaban: “ el diablo de rodillas, a romperle las costillas”.

¡Qué emulación existía para adornar los monumentos !,todos íbamos a visitarlos y a comentar su belleza, todos con nuestras mejores ropas, que en los pueblos olían a membrillo y a espliego y en las capitales muchas señoras y jóvenes lucían su mantilla y su peineta españolas.

En los pueblos existía una costumbre que no tengo constatada en Huesca, que consistía en la colocación, como adorno, de las melenas vegetales.

Ya con tiempo, sembraban distintas semillas de gramíneas o de leguminosas, como lentejas, garbanzos, judías, bisaltos o pepitas de calabaza, en macetas, dentro de las bodegas. En la media luz brotaban las plantas, formando unas largas melenas de un color amarillo, que se colocaban como adornos del monumento, que en mi pueblo se ilumina con tantas velas como familias,que se llevan al acabar los ritos, a su casa para “esconjurar as tronadas” a lo largo del año.

Llega, por fin, el Viernes Santo, el día del dolor, el día en que la muerte da principio a nuestras vidas. El día en que desde los tiempos apostólicos se adora la Cruz.

Ecce lignum crucis in quo salus mundi pependit.Venite ,adoremus.

¡Popule meus, quid fecit tibi,aut in quo contristabi te!, responde mihi.Venite , adoremus. Y a esta llamada acudió, ya hace siglos, la Cofradía de la Vera Cruz, que se formó en 1587, lo que demuestra que existía antes y todavía antes existía la del Santo Cristo de los Milagros. El pueblo, los artesanos constituyeron la Archicofradía de la Vera Cruz, para sacar a la calle, al Coso y a las callejas que rodean la Catedral en desfile procesional, de imponente solemnidad, las imágenes veneradas en el interior de los templos. Esa procesión del Silencio o del Santo Entierro es la síntesis de la Semana Santa y aparecen ante el pueblo las imágenes, en su doble sentido, la imagen que subyace en todo hombre y la imagen de madera, obra de los imagineros.

Las imágenes “son representaciones espirituales”, elemento constitutivo indispensable de la vida psíquica, se hallan en todos los pueblos que gozan de una conciencia ya algo liberada.

Por eso, “su ausencia parcial o incluso su negación incidental en los pueblos civilizados deben considerarse como un signo de decadencia”. Yo digo que de decadencia religiosa. Las imágenes físicas de los imagineros con cuya presencia, en la Profesión del Viernes Santo, nos regalan las cofradías presididas por la de la Vera Cruz, siempre que no sean objeto de adoración, nos aproximan a las imágenes latentes en nosotros, que nos vienen desde la primera Semana de la–creación, a través de las Sagradas Escrituras, la Tradición, los Padres y el Magisterio de la Iglesia. La Vera Cruz está cristianizando y re cristianizando.

He dicho que la carencia de la imagen nos trae la decadencia de los pueblos; por eso ahora que quien hacer desaparecer los Cristos y los Sagrados Corazones de los lugares públicos, quieren crear nuevas imágenes. Estamos en el mundo de la imagen; muchas veces se trata de imágenes de nuevos becerros de oro u oropel.

Se crean hoy nuevas imágenes de dioses hombres políticos, se crean imágenes de productos comerciales, que nos llevan al consumismo materialista, se crean imágenes de utopías que nos llevan al materialismo por convertir al hombre en objeto de producción sin alma. “a estas imágenes se les atribuyen caracteres ideales, a veces las virtudes del héroe, del sabio o del padre, las virtudes que la masa necesita para seguir a alguien, para admirarle, para entregarse a él “.Es comprensible que ante tal campaña de imágenes, haya personas que no quieran ver las de Semana Santa, de la misma forma que Julián Marías en su última conferencia, en este mismo lugar, se lamentaba de que las gentes no quisieran oír hablar del amor, no creyeran en la ternura, ni en otros valores no constatables con detectores mecánicos, como no se pueden demostrar empíricamente los valores religiosos.

El alma existe y las gentes sencillas constatando que necesitan sus atributos, buscan la honradez y la dignidad, el amor y la verdad, en tanto que el materialista busca la dignidad en la carrocería de su coche.

Al principio he señalado el equilibrio entre la Creación y la Semana Santa, entre el espíritu y la materia y se está rompiendo ese equilibrio.” De la disgregación original en Espíritu y Naturaleza, el mundo occidental ha salvado la Naturaleza, en la que cree por temperamento y en la que se ve cada vez más enredado a través de todas sus tentativas dolorosas y desesperadas de espiritualización”.”El mundo oriental, por su parte, ha elegido el espíritu (fonéticamente) y se ha entumecido en un sueño en medio de la miseria y de la suciedad asiáticas”.

Hay que buscar el equilibrio y Cristo es el fiel de la balanza. Coinciden en la Semana Santa la primavera y la Redención.”La verdad sensorial le basta, acaso a la razón, pero no revela jamás un sentido de la existencia humana. Cuando las fuerzas del corazón no acuden en ayuda de nuestra razón, ésta queda las más de las veces impotente”.¿ Acaso la razón nos preservó de guerras e injusticias?,¿ acaso de la razón han nacido las mayores transformaciones espirituales y sociales?

Sigamos, en espíritu los pasos que nos marcó Cristo y sigamos procesionalmente los pasos que para Huesca los imagineros construyeron y que los sufridos costaleros va portando con ritmo, con cariño, como meciendo a Cristo. Dios contempla desde el cielo satisfecho, el culto popular de unos hombres que con su sacrificio voluntario, con sus pasos penitentes y solemnes colaboran recreando la Pasión de Cristo y caminan al futuro, paso a paso, al tiempo que desvelan los velos de los ojos a otros hombres, a los cuales les estorba la verdad.

Yo recuerdo un costalero, cuyo premio consistía, cuando el mazo percutiendo en la peana señalaba una parada, en ver el rostro de Dios en los ojos atónitos de los viejos, las mujeres y los niños, un reflejo espiritual del Cristo que portaba. Hay quien nos quiere quitar su presencia y su consuelo.mas aún queda cofradías, penitentes y personas que no lo quieren perder. Quien también recordar a la joven profesora que durante mes y medio, compuso, con sus alumnos, de humilde barro como a Adán hizo el Señor, a la Virgen Dolorosa y los pasos del Entierro, de Jesús el Nazareno y del Cristo del Perdón.

Ya llegan los romanos, ya se oyen chocar las herraduras contra el pavimento, que cuando era de adoquines hacía que brotaran chispas de ese choque violento, como ocurría, cuando los de a pie golpeaban al unísono las conteras de sus lanzas.

El hombre siempre ha estado o sometido a los imperialismos o sometiendo a otros pueblos, pero el Hombre Dios, cuya procesión abre los romanos vino sin ejércitos y sin centurias “a construir un reino en cada corazón”.

Los équites romanos cabalgan, pero el que vino a conquistar corazones se aproxima montado en un humilde asno. Ya había bendecido el padre a los animales, después de creados y Jesús también los amaba, pues cuando mandó a sus discípulos a buscar la burreta y su pollina, les dijo dónde se encontraban y que el dueño no se negaría a entregárselas. ¡Cuantas veces, al pasar por delante de la puerta, se pararía con él y le hablaría de esos animales!

En la pascua Florida, es la primavera y con sus ramos y palmas, los niños de los Hebreos proclaman el Triunfo de Jesús, al que luego sus padres harán traición. Hace falta que esa Pascua Florida la celebremos no sólo con ramos en las manos sino también con buenas obras. He comentado que cuando el hombre se tornó materialista, trata de buscar la espiritualidad en la Naturaleza; ya los mismos hebreos en el desierto, olvidándose de Dios, adoraron un becerro.

Conocí un compañero en la Universidad, que en aquellos lejanos y duros tempos ya fumaba tabaco rubio, que decía no creer en nada y que su única biblia era el libre “Platero y yo”. Había caído en la adoración de un asno. No sé si habría leído el capítulo del Angelus, en que Juan Ramón Jiménez, le habla a Platero:”Parece, mientras suena el Angelus, que esta vida nuestra pierde su fuerza cotidiana, y que otra fuerza de adentro, más altiva, más constante y más pura, hace que todo, como en surtidores de gracia, suba a las estrellas”.

Si mi amigo lo hubiera leído, tal vez hubiera caído en la cuenta de que el poeta, caminaba hacia Dios por la belleza, como otros caminan por el sufrimiento, el trabajo o la dedicación a los necesitados.

En todas las Sagradas Escrituras y en las bendiciones del agua, de los óleos, de los ramos, ritos eclesiales, se intuye el amor a la Naturaleza, criatura de Dios. Hemos vuelto al equilibrio del Espíritu y la materia. En mi pueblo, después de la Procesión de los ramos, colgamos éstos en nuestros balcones y ventanas. Estamos ante una imagen pero no adoramos un ramo sino que nos acerca a Dios, igual que a San Juan de la Cruz, lo acercaban los bosques y praderas.

Se va Jesús montado en su burreta, de la que su imaginero Vicente Vallés, me dijo hace unos días, que no estaba terminada.

En este suceder o devenir de pasos, se aproxima uno que trasciende de paso para llegar a la categoría de escenario, porque la escena que en él se representa es grande en el tamaño y grandiosa en su tierra. Recuerdo entre sus restauradores al imaginero Larruy, autor de tantos bustos de ingenuidad medieval, al tiempo que profunda. Es una muestra de cómo la imagen subyace en nosotros y en su caso la plasmaba en madera, y otros hombres las colgamos, en el cuello, en la pared o la plasmamos en las alturas de los montes. Cristo es hombre y quiere despedirse celebrando un ágape, igual que se despiden los quintos con lifaras, lava los pies de sus discípulos como la Magdalena se los ungiera con perfumes.

Es Dios y del pan y del vino, que es fruto de la vid y del trabajo de los Hombres, hace el milagro de una eterna permanencia entre nosotros. Aquello sí que fue “un me voy pero no me voy, me marcho pero me quedo”, un milagro divino por la solución eucarística dada a ese quedarse, eliminando los sacrificios sangrientos y tratando de evitar los derramamientos de sangre, en adelante.

Pero nos encontramos como en la primera semana de la Creación: Dios creó al hombre libre y Jesús dijo: el que quiera que me siga y el hombre sigue matando, cuando tiene el recurso de beber la sangre pacífica y divina del cáliz. Pasa ante nosotros un acto humano, el del ágape, la “lifara” amistosa, con el agua, el pan y el vino de un ecosistema creado por Dios, el mayor ecologista. ¡Cómo nos avisa el imaginero Mendoza, creador del paso, del peligro del dinero, tallando a Judas con su bolsa!. Hay quien trata de desequilibrar; el hombre es libre, ¡que busque su equilibrio en la imagen profunda que nos hace patente la imagen de madera del imaginero!.

Suena la música fúnebre de los ministriles, sublimación estética de los alaridos, plañidos y quejas de las plañideras, que en nuestra tierra existían a nivel institucional y que se siguen “plañendo”, palabra nuestra, a nivel particular.

Se siente uno como sobrecogido, al escuchar esas notas que aparentemente misteriosas, se hacen tales por introducirnos en los misterios sacrosantos, por convertirnos, a los que las escuchamos, en partícipes del Misterio con que el Verbo nos abarca desde la Creación, hasta el momento mismo en que uno vive en la acera del Coso, como viví en otras ocasiones en un balcón de la Calle de Cuatro Reyes, cerca del de Marieta Pérez. Se siente uno dentro de un equilibrio, amando a Dios, a Cristo, a la Virgen y a los hombres, que conmigo contemplan el paso de los pasos, reflejando en sus ojos una luz que es muy antigua, teniendo al mismo tiempo la esperanza del que tiene futuro, estoy también amando a aquellos penitentes, que soportando el peso y empujando las sagradas carrozas, son como nuevos Cristos con sus cruces a cuestas.

Pasan los penitentes que descalzos y arrastrando cadenas, piden al cielo que libere su espíritu de otras cadenas que oprimen de dolor, como Cristo en el paso en que se queda solo, rodeado de olivos, pide a su vez al Padre, ser liberado de trago tan amargo.

Ya viene el prendimiento, cuya imagen tallara el grausino Coscolla, y el buen Jesús se entrega como manso cordero, para ser sacrificado.¿ Cuántas víctimas humanas han sido y son prendidas todavía por dioses-hombres, que se creen poderosos en sus soberbias mentes?.Si Cristo no les sirve de consuelo a los primeros, y si Cristo no les sirve de modelo a los segundos, para que nunca ocurran estas cosas, ¿qué sentido podremos darle a nuestras vidas?. Ya viene Cristo atado a una soberbia columna y acompañado de penitentes con vistosas túnicas. Ha sido el hombre atado a los árboles y a piquetes infamantes de los que aún se ven los restos de uno de ellos en el camino de San Jorge. Los olivos dan paz, los cipreses reflexión y las columnas equilibrio en los grandes edificios, pero el hombre sigue atado a columnas y estructuras injustas y humillantes y es flagelado Cristo y llevan luto los cofrades de la Vera Cruz y brotan las lágrimas de las santa mujeres, y el arrepentimiento en los corazones, pero todos dejamos para más adelante el poner en práctica su doctrina. Su doctrina, que es Camino, que es Verdad y que es Vida y sin embargo van sucediéndose a lo largo de los siglos doctrinas opresoras de los hombres y la nuestra permanece en el corazón de las buenas gentes y los niños, pero no reina en el corazón de los hombres poderosos. Pasa la Coronación de Espinas y me acuerdo del respeto de los niños a las golondrinas; no dejábamos nido sano y, sin embargo veíamos a esas veloces aves como seres sagrados, porque decían haber librado a Cristo de las crueles espinas. La semilla de Cristo caía en nuestros corazones en terreno abonado, como el observador se da cuenta como el sucesivo paso de las escenas del dolor de Cristo caen profundas en el corazón de las gentes sencillas que están viendo pasar la procesión.

¿Qué cizaña impide que el ejemplo de Cristo cale más en la convivencia de los hombres?. Se tiene uno que rendir a la evidencia de que aquello que nos enseñaron: mundo, demonio y carne sigue vigente entre nosotros.

Estamos en la apoteosis del dolor ,van pasando el Ecce Homo, tallado por Marqués y pasa el nazareno del escultorOrduna, oprimido por el peso de la Cruz. Los claros clarines quieren anunciar la muerte del condenado, y no saben que están anunciando su triunfo sobre la muerte, a pesar de la crueldad del furioso golpear de conteras de lanzas sobre el pavimento de las calles. Y golpea, reiterativo, el dolor a Cristo,que cae con la Cruz a cuestas y la masa humana que contempla su dolor, aquellos hombres que hace tan sólo cinco días lo aclamaban con ramos y con palmas, ahora callan, pero Cristo ha empezado a reinar en algunos corazones y el Cirineo le ayuda a pesar de exponerse a ser mal visto por el poder, en tanto la Verónica pone su delicada nota femenina que alivia la existencia de los hombres y Cristo además de Dios y hombre verdadero, poeta ensangrentado, artista e inspirador de artistas, deja plasmado su rostro dejándole a ella y a nosotros un recuerdo.

Sonarán luego los golpes del martillo percutiendo tonantes y con cueldad inusitada, a través de las manos en el leño, implacables como suena las lanzas en el suelo.

Pende Cristo del Arbol de la Cruz y se queja ante el pueblo:Popule meus, quid fecit tibi au in quo posuit contristare tibi.

Y el pueblo no responde, responden sólo golondrinas a las que Dios bendijo y vuelven a cada primavera, no son libres, pero los hombres, que lo son, hacen que el hombre Dios se sienta sólo: Padre ¿por qué me has abandonado?, pero seguimos abandonando a Cristo, al dejar abandonados a otros Cristos, que, con nosotros, recorren cada día su calvario. Pero sí que responden al dolor de Cristo algunos Cirineos y muchas Verónicas.

A nuestros pasos, sobre todo a los más pesados, se les fueron colocando ruedas para hacerlos más llevaderos y los ciudadanos hemos hecho lo mismo; nos hemos provisto de ruedas de automóvil para, según algunos aumentar el martirio de la vida ciudadana y según otros para hacer más llevadero el paso de la vida.

Aquí tengo dos programas de la Semana Santa, el de la Vera Cruz, del Arbol de la Vida y otro que anuncia viajes, algunos sin retorno, aunque no lo comente que sería el de otro árbol, parecido al que en el paraíso estaba: el Arbol de la Ciencia, en que se encuentran juntamente, el bien y el mal. Recordemos, ante la alternativa de estas dos clases de arboles, a Venancio Fortunato cuando dice: “¡Oh cruz fiel, el más noble de los arboles; ningún bosque produjo otro igual en hoja, ni en flor ni en fruto!”

Algunos irán a Andalucía, a contemplar la fe de un pueblo, que manifiesta de un modo más ruidoso su amor a Cristo y a María y tratan de aliviar su sufrimiento con saetas. Otros irán a la mar, a la montaña, a gozar de las cosas que el Señor, en la primera semana, nos creará.

Tal vez se pongan a rezar un Padre Nuestro al recordar, el Viernes Santo que en Huesca está pasando el Santo Entierro. Algunos por desgracia pasarán un calvario en la misma carretera. ¡ Que esté con ellos la Virgen Dolorosa!.

Yo acudiré en la ciudad de Huesca a contemplar, desde cualquier rincón, acompañado de la gente, el paso del Cristo del Perdón para pedirle ese Perdón que necesito, por haberme atrevido a pregonar esa Semana Santa que va a llegar a Huesca.

 

La Reversión de Jánovas (Navidad 2011)

 





Es triste comprobar  cómo  en el Alto Aragón, han ido despareciendo en estos pasados años un sesenta por ciento de sus aldeas y pueblos. Es más triste comprobar que algunos de esos pueblos los han hecho desaparecer por maniobras injustas o violentas, como el corte de la luz, del suministro de agua, e incluso, se llegó en Jánovas a dinamitar varias casas   Don León Buil el ocho de Julio del 2008, dijo que “la expropiación de Jánovas,  Lacort y Lavelilla, fue un factor de abandono de gran parte del Valle Medio del Ara, y de toda la Solana”… “ la expropiación en Jánovas fue brutal” y las valoraciones bajísimas, porque, tal vez, previendo una expropiación del pueblo y de sus tierras, con el fin de gastar poco dinero en ellas, dijeron  a los pobladores de Jánovas, Lacort y  Lavellilla, que la contribución que pagaban era excesiva y se la bajaron. Con esta bajada de la contribución  tuvieron que valorar muy poco el precio que tendrían que abonarles  por la incautación de casas y terrenos, que la Compañía eléctrica necesitaba para crear el pantano.    Hicieron desaparecer, hace ya muchos años, concretamente en el BOP del día 28 de Diciembre de 1961,  Jánovas,  Lacort y  Lavelilla.  Al ver los nombres de las distintas casas de estos pueblos, siente uno que son aragoneses del Sobrarbe, donde reinaron los reyes de Navarra, como Iñigo Arista. Uno se enfada el ver el trato que recibieron, en casa Ramón, casa Chaquis, Frachín,  Puyolé, Piquero, Garcés y tantas otras. Vivían en el Valle del Ara mil seiscientas personas y ahora, ¿cuántas quedan?. Según el censo de 1951, eran 1787, que debido al proceso expropiatorio, según el censo de 1981,quedaron 346 en los municipios de Burgasé, Albella-Jánovas y Fiscal, capital del único término municipal. En este Valle del Ara,  diez pueblos quedaron casi despoblados, desapareciendo la identidad de aquellas gentes, que habitaban estas zonas, con el escudo de Aragón erigiendo el Arbol de Sobrarbe, con su identidad nacida, hacía siglos, de los navarro –aragoneses. Se dejaron casi de escuchar jotas, de recordar a Lucien Briet, con las bellas fotografías, que obtuvo en Lavelilla, sus bailes folklóricos, los rituales del Carnaval,   llevando figuras de viejos en los hombres, en procesión  carnavalesca,  igual que siguen haciendo en Torres de Montes, mucho más abajo. En Lavelilla casi ha desaparecido la iglesia lombarda del siglo XI. Por el río Ara, contaba el tenaz Emilio Garcés, muerto el día 17 de Septiembre de este año de 2011, que bajaban las maderas formando las “navatas”, hasta Tortosa.
Pero los vecinos expulsados de Jánovas, de Lascort y de Laveliila, pintaron en las paredes destruidas de los  edificios : ”Jánovas no rebla”.  Esas pintadas no eran más que un reflejo de la fortaleza de unos corazones sobrarbenses, que han luchado durante cincuenta años, para recuperar sus solares, sus tierras y su identidad.  No “reblaban” aquellos habitantes de Jánovas, de Lascort y de Lavellilla, es decir que no cedían ni se doblegaban ante el trato antihumano, que les aplicaba aquel propósito de quienes han casi destruido una gran parte del Sobrarbe. Inhumano fue el trato, incluso con los niños y su Maestra, a la que sacaron de la Escuela agarrándola por los pelos y a los niños los hicieron salir a patadas. En Febrero de 1967, quedaban en Jánovas,  el difunto Emilio Garcés Frechín, Antonio Buisán Lacort, que fue el último que falleció en Jánovas  y Miguel Pera. Este, al año siguiente, se fue a Barcelona, donde trabaja con un alto cargo en una empresa que vende lija pacífica, con fines creadores,  no como la “lija salvaje”, que utilizaron para borrar a su pueblo del mapa del Sobrarbe. Lo reconocí, hace unos escasos días, lo que me decidió a escribir otro artículo sobre la recesión del pantano, en las oficinas de José María Puyuelo Sorribas, con el que tiene una gran amistad. Anteriormente  lo había conocído,en las mismas oficinas  y allí me dio datos para escribir “El Pantano de Jánovas”.  Miguel Pera Antín se acordaba  del artículo que ya hace unos años escribí con los datos que él me dio sobre Jánovas. Me saludó, recordándome con cariño debido al interés que yo demostré con mi escrito. Esta fue una de las escasas satisfacciones que me da mi afición a las letras. Nació Miguel en Jánovas. Ha luchado por su Tierra y sigue con esa lucha, porque después de conseguir el triunfo, ahora tiene que perfeccionar los medios para alcanzar la propiedad porque me habló de que el B.O.E. del cuatro de Febrero de 2009, había proclamado la Reversión a sus originales propietarios de aquel nefasto “pantano de papel”.
Jánovas , Lascort y Lavellilla formaban parte de una  zona geográfica, que para muchos es desconocida, pero, para sus hoy, ausentes hijos, es una auténtica maravilla. Lucien Briet fue un escritor francés que recorrió el Pirineo y entre otras muchas noticias, explica la belleza de Lavelilla, sacando hermosas fotografías, con su parroquia  lombarda del siglo XI, otros  edificios y sus dos torres defensivas, ya destruidas. Por el Norte, aparece  el cielo de Sobrarbe, con los Parques Naturales de Posets-Maladeta, el Parque Natural de Ordesa y Monte Perdido y por el Sur limita con la Sierra de Guara. Yo cruzo por Monrepós  dicha Sierra y sigo por la orillas del río Guarga, que me lleva a L’Ainsa y a Boltaña. El río Ara de nombre vasco-ibérico, nace en la frontera con Francia, recibe en su orilla derecha al río Arazas, desciende por Bujaruelo, pasa por los pueblos de Torla y de Broto, sigue por Fiscal, Lacort, Lavelilla, Janovas y Boltaña y desemboca por L’Ainsa en el río Cinca. Pero aquella zona, sobrada de belleza e invadida por el turismo,  se ha convertido en la más deprimida de Aragón, donde a pesar del derecho al voto de los ciudadanos, que aquí no valen para nada, porque no hay personas para emitir su voto. Pero como dice mi amigo Pera:¡queremos volver!. Y el Sobrarbe renacerá.
Ese es el pensamiento de todo el Sobrarbe, pues La Ronda de Boltaña,cantaba :” Y aunque han pasado muchos años – no podré olvidar nunca, aquella mañana-en que descubrí que no sólo en los cuentos-siguen existiendo piratas”. “A Jánovas digo adiós,-a Lavellilla y Lascort;-adiós barquitos hundidos, adiós;- mi pobre Pais,  adiós”.¡”Mi pobre Pais, adiós”!.
Desde el nacimiento del río Ara, iban sus aguas al Mediterráneo, impulsando las “navatas”. Por lo visto era fácil, la comunicación de Francia por España, cuando ahora es tan difícil ir a Francia por el Pirineo Central. Pero ¿cómo no ha de ser difícil el camino a Francia, cuando  es más difícil el camino de vuelta  a Jánovas, Lascort y Lavelilla para sus propietarios, que allí quieren volver?. Parece ser que les piden unas treinta veces más de dinero, que el que a ellos les pagaron. Los miembros de la Asociación de Afectados de Jánovas dicen, que “no es lo mismo un terreno baldío que en producción, y no es lo mismo una casa en ruinas que una casa habitable”.
Van a cumplirse cincuenta años de la expropiación, acompañada de la consiguiente emigración  de los habitantes de Jánovas, Lascort y Lavelilla, quedando  destrozados diecisiete pueblos, y  un valle convertido en un terreno desolado. Pero no se han devuelto los terrenos expropiados, en los que no se ha creado ningún pantano. El que compuso la Habanera triste, que pronto pueda cantar:”Un barco de piedra en el Valle,-anclado hace siglos a orillas del Ara,-frente a la isla de Lavelilla- y entre las costas de Fiscal y Boltaña”.

martes, 30 de marzo de 2021

El Pantano de Jánovas

 




En “otros tiempos” quisieron levantar el Pantano de Jánovas, pero pasaron aquellos tiempos y dicho embalse está,  ni siquiera, comenzado. ¿Devolverán las casas o más bien sus ruinas y las tierras que expropiaron a aquellas buenas gentes a las que  les pertenecían?. En sus mentes y en sus corazones todavía consideran como suyo aquello de que se les desprendió. Por eso la devolución de las casas, ya en ruinas y de sus tierras  las llenaría de ilusión,  como ha hecho felices a los hijos del pueblo de Lanuza, que no han perdido tiempo en restaurar sus casas y en convertir el lugar en un centro turístico.
Existen otros recuerdos que afectan a sus espíritus, como la iglesia parroquial de Jánovas, cuya torre se alza, como pidiendo justicia al de arriba. Pronto podríamos contemplarla restaurada y llena de fieles retornando a ella el día de su reinauguración. Así ocurrió con la parroquia de Lanuza.  A todos les llenaría de satisfacción, como a aquel que me ha explicado la expropiación, cuando todavía era un niño. Sentiría la impresión  de que le  pedían  perdón por los diversos actos injustos de humillación a sus paisanos antepasados y a él mismo.
En casos como el que nos ocupa, hay que pagar más cantidad de dinero de su precio, ordinario, para que aquellas pobres gentes, participen también en los beneficios que van a sacar los empresarios o del progreso que van a procurar  al pueblo en general. Pero les pagaron poco dinero por las viviendas y por las tierras y con “cuatro perras” tuvieron que marchar unos a Barcelona, donde alguno tuvo que coger el volante de un taxi y luchar por conseguir una licencia de taxista, en tanto que otros se fueron a Zaragoza y en ambas ciudades, con gran sacrificio,  sacaron sus hijos  adelante.
Pero, según me siguió contando el entonces niño, les hicieron una faena, que si hubiera sido preparada, hubiera merecido la sociedad privada que les expropió, una ruina, como la que causaron a los pobres más de doscientos habitantes de Jánovas, de Velilla y de Lascorz. Consistió la trampa en que en el Ayuntamiento les dijeron que la contribución que pagaban, era muy elevada y que se la iban a rebajar. Así lo hicieron y después de cierto tiempo, les anunciaron la expropiación y  les asignaron su precio  de acuerdo con el valor simbólico de la contribución que les habían rebajado. Algunos vecinos se fueron marchando, pero la despedida más triste sucedió un sábado, en que llegaron hombres armados con  metralletas y, acongojados, tuvieron que hacer lo mismo. Pero sin embargo quedó uno, el señor Garcés, que no quiso abandonar y hubiera resistido hasta que lo sacaran del pueblo a la fuerza. Por fin, trataron con él y marchó cuando le dieron una casa en Campodarbe.
Han publicado un libro titulado Jánovas en que se ven unas veinte hermosas mozas un día de la Fiesta y acompañadas por algunos mozos. Esas jóvenes conmueven los corazones del  que admira su belleza y su amor a los demás y recuerda como fueron premiadas esas cualidades. Con ellas, seis niños asistían a la escuela.   Juntos todos,  los  
 mayores con  los niños, niñas, mozos y mozas y asistidos por los ancianos, se resistían a marchar. Aquel pantano lo querían para producir energía eléctrica a costa de los esfuerzos, que durante siglos habían hecho los habitantes de los pueblos citados, pero sin compensarles para que pudieran pasar a un género de vida sin tantos sacrificios que tuvieron que hacer en las grandes ciudades, con el poco dinero que les abonaron por sus queridas casas y por sus benditas tierras.
Si “en otros tiempos” hubo quien abusó de los habitantes de Jánovas,  ahora lo que se debería hacer, es devolver su dignidad a los que todavía no han perdido sus vidas y que no harían más que recibir lo que les quitaron a la fuerza.

lunes, 29 de marzo de 2021

La máquina de vapor o el malacate

 


He vuelto a estar en el Castillo de San Luis. La primera vez, como veterinario a visitar la granja de conejos, que allí tenía la señora Visitación, esposa del señor Bernardo, que estuvieron en dicho “castillo” durante quince años. Allí vivía el abuelo de Santiago , mi yerno. Este había recogido en su niñez dos cuervos, que parecían negros, pero en realidad eran de un color azulado, con reflejos de colores irisados en su plumaje. Hacían una vida libre, pero acudían a dormir al “castillo” y se apreciaban mutuamente con la familia del castillo. Cierto día un visitante alcohólico se enfadó, en uno de esos ratos de convivencia y los cuervos se lanzaron sobre él. Aquellos cuervos hijos de la Naturaleza sólo querían el orden y el progreso de los hombres. Aquel “castillo” tenía que ver mucho con el vino, pero con un vino que hiciera aprovechar los alimentos que el hombre comía, pero no aprobaba escenas como la de Noé, cuando perdió por un rato, la razón. En el fresco ambiente de aquel patio se respiraban recuerdos del año 1882 en que, una vez establecido el Barón Guy de Contenson, en el “castillo” de San Luis, lo bautizó con el nombre del patrono de su hijo, San Luis. Conocedor de las tierras de Huesca, quiso aprovechar el placer que producía en Burdeos y en París el buen sabor del vino español y pensó en producirlo y en facilitar las comunicaciones por ferrocarril entre Huesca y Canfranc, que parece que se duda de su nacionalidad española, cuando los motivos de tales dudas están más en Irún y en Gerona. Entonces se exportaba gran cantidad de vino a Francia. Por Siétamo pasaba un carro adaptado a llevar toneles de vino. Era de Casa Borau de Torres de Montes y está representado en un cuadro en el bar del Mesón, ya cerrado, con comentarios míos. Me contaba el difunto Borau, que cuando llegaban a la frontera, encontraban los franceses aquel vino tan fuerte, que tenían que retirarse y añadirle agua. En aquellos tiempos mi abuelo Manuel Almudévar de Siétamo, producía enormes cantidades de vino que guardaba en una bodega, granero y almacén, que había sido del Conde de Aranda, del que tratan de confundir la propiedad sobre su corral y terreno de sus alrededores. Son tantos los motivos del olvido de nuestro pasado, que añadiendo la Guerra Civil y en ocasiones la Dictadura, que han hecho perecer honor y propiedades de honrados hombres. En aquellos tiempos el Barón Guy de Contenson, trajo de Inglaterra dos locomóviles, que consistían en dos máquinas de vapor, que puestas a una distancia conveniente, arrastraban por medio de un cable un arado de vertedera. Trajo además el Barón a Thomas Noddings, como maquinista especializado en tales máquinas. Más tarde fue contratado por el Conde de San Juan, siendo asesinado en 1890. Yo recordaba que en el Cementerio Civil había una tumba de un inglés, allí me dirigí y contemplé una tumba de Mr. Thomas Nodding, fallecido en 1890. 



El señor Oliver, Conde de San Juan, perdió su finca en año 1895, por una deuda al Banco Hipotecario de España. En una fotografía de 1883, al lado de un arado de Oliver, aparece un labrador completamente vestido de aragonés, con su cacherulo incluido, pero a pesar de eso, han seguido acabándose los labradores. Aunque ellos también han luchado con el malacate, que es un cable tirado por motores eléctrico o sistemas hidráulicos con el que se arrastran cargas, como me contaba que hizo Torres de Ibieca para arrancar carrascas en un bosque que iba a cultivar. Yo no sé si tiraba de los cables con motores o con caballerías. La Duquesa de Medinaceli daba un banquete en honor de Oliver, Conde de San Juan y el Rey le recibía en audiencia privada, mientras el Barón de Contenson veía a Huesca a cien kilómetros de Francia y murió sólo siete años antes de inaugurarse la Vía internacional por Canfranc. Ahora ha entrado en el “castillo” mi amigo el varón, con minúscula, como yo, Luis Acín, al lado de la Autovía Mudéjar, que va a Francia. ¡Qué los cuervos irisados, hijos de la Naturaleza, te den suerte para que dicha autovía se abra a Francia, donde un aragonés como tú, tal vez pueda redimir a Aragón, más que el Barón de Contenson!.

domingo, 28 de marzo de 2021

Bar Universal en los Porches de Huesca, frente al antiguo Palacio Romano .-

 

             


Huesca a la que llamaban Osca en tiempos de los romanos, no se ha apoderado de ningún signo Universal, pues en primitivos tiempos ya estaba comunicada con el universo Romano y  que llamó Universal  al  gran  Gran  Bar,  que fue por su influencia latina. Si, porque cruzando Los Porches, enfrente del Universal se encuentra la Diputación Provincial, y en su seno estuvo el Convento de los Franciscanos y antes del convento franciscano se encontraron grandes piedras cortadas por los romanos y que ¿cuántas veces las ha contemplado usted en su Planta Baja, recordando su tamaño y la belleza del Imperio Romano?, donde siguen permaneciendo esas piedras romanas, recordando que Osca, tuvo arquitectura romana y siendo objeto de la mirada de los visitantes y poco a poco, les suena en sus miradas y en sus recuerdos, la Imperial Ciudad de discípulos de Roma, como San Lorenzo, que pasó a ser fundador de la iglesia católica en Roma.   

Pero frente a la Diputación Provincial, protegida por los Arcos de los Porches se encontraba una Arcada gemela,  que también protegía a los Cafés, como el Universal, que debajo de sus arcos protegía a los oscenses el placer de invitar a los ciudadanos a tomar algún capricho de su paladar. No tenían muchos años los Porches cuando don José Galindo inauguró su gran Café Universal, pues la familia de su hermano don Vicente, inauguró un gran bar y habitaciones en la salida del Arco de los Porches. Este restaurant  cayó durante la  Guerra Civil, por una bomba de la aviación, muriendo en él los dueños y parte de la servidumbre.

Y mi primo hermano José Antonio Llanas Almudévar  relató lo siguiente: “ Mi pariente Mariano Vallés de Bandaliés, que en lugar de hallarse en el comedor aún estaba en hora tan tardía en la cama, bajó en ella al piso de abajo en medio de polvo, cascotes y maderos, como él decía: la pereza me salvó la vida y luego dicen aquello de que al que madruga… Si mi pariente llega a madrugar entendiendo por ello levantarse a las once y a su hora hubiera estado en el comedor, seguro que hubiera corrido la misma suerte que los demás que en él se hallaban”.

Don José Galindo seguía todas las novedades que se le ofrecían a todas sus iniciativas y levantó cerca de la Fuente El Angel, una fábrica de hielo, para que Huesca estuviera servida de suministro de Hielo. Además creó la primera cafetera exprés que sirvió a Huesca, de la que podía sacar hasta 24 cafés simultáneamente.

Por el año de 1.930, cuando yo nací, me contaba José Antonio que cuando el matrimonio acababa su trabajo hotelero, salía a la terraza “y allí estaban en su mesa, él con su gruesa cadena de oro… y ella enjoyada y dándose aire con su precioso abanico”.

“En la terraza del Universal, actuó por primera vez en la ciudad un conjunto de jazz, manejado éste, como entonces era indispensable, por un negro, que nos impresionaba a los niños, tanto que  al  pasar  por delante mirábamos de reojo y acelerábamos el paso”.

Pero de lo que más me acuerdo, cuando era un simple niño, de conversar en este Bar Flor con labradores y ganaderos Estos hacían tratos, tal vez más que Ferias Públicas, en la terraza del Bar, donde además de tratar la compra de alfalfa, “se podía adquirir desde un burro hasta mil cabezas de ganado, pasando por cerdos, caballerías,  estiércol, abono, pastores, tractoristas, etc”.

Aquel Bar parecía haberse convertido, bajo la sonrisa de don José Galindo en una feria agrícola-ganadera, centralizada en torno al mismo, que siempre sonreía. Era tanta la gente que entraba en aquel Bar que en otra situación se hubiera convertido en un hombre muchas veces millonario.

Allí yo tenía conversación con el Alcalde de Vicién, que era la persona más simpática del mundo o con los hermanos Escario que eran notables tratantes en vacuno, que en cierta ocasión, en  la Feria de Santander encontré al hermano mayor, vestido con blusa de tratante. Debajo de los arcos de los Porches estaba limpiando zapatos un gitano, que algunas veces me los limpiaba a mí mismo y siempre era alegre y comunicativo.

Delante del Bar Universal y del Flor, las carrozas fúnebres cuando iban a Cementerio a dejar depositados en sus tumbas a los oscenses que cada día morían, paraban y en su “capilla fúnebre”, depositaban a los difuntos. En aquella parada de la negra carroza, los que sobre sus hombros portaban, depositaban a los difuntos en tan negro y triste vehículo y en los Porches se deshacía el cortejo funerario y el “serio caballero” que lo conducía, volvía a arrear a la pareja de negros caballos, que partían ligeros hacia el cementerio.

En estos momentos muchos de los que estaban sentados en los veladores de los Porches, se ponían de pie unos hacían la señal de la Cruz y otros inclinaban sus cabezas.

Pero en cierta ocasión un gamberro, que se “cachondeaba de los muertos”, igual que de los vivos, se puso en medio de la Avenida de los Porches y al pararse la Carroza, se puso a dar gritos que le indicaban al conductor de los caballos negros de la misma, que ya habían introducido al difunto en la Carroza y arreó a los caballos, que marcharon presurosos hacia el Cementerio , pero sin ningún cadáver.

viernes, 26 de marzo de 2021

Valle del Ara, por Jánovas, hasta Ainsa.-

 

                                


El río Ara, que corre por el Noreste de España, por el Sobrarbe, de la provincia de Huesca, convierte el Valle por el que pasa, en una de las zonas más bellas del Pirineo. ¡Qué vistas más maravillosas ofrece al que tiene la curiosidad de contemplarlo!. Nace en la vertiente Sur del monte  francés de Vignemale, que alcanza los tres mil doscientos noventa y ocho metros de altura. Se une con el río Arazas, que viene de las Tres Sorores y corre por el Parque Nacional de Ordesa. Pasa por el destruido pueblo de Jánovas, por Lacort y Lavelilla, cuya visión hace llorar,  a veces, a los viajeros, porque esos hermosos pueblos, han sido destruidos  por el hombre. Quisieron crear un pantano a la entrada del Cañón de Jánovas, con el deseo de aprovechar el agua para regar los secanos de la Tierra Baja y para obtener energía eléctrica, pero no pensaron, que había que respetar el Pirineo, para que por su belleza, diera vida a aquellos pueblos,  que serían visitados por los españoles y los europeos, desde su Unión Europea. Los Pirineos son y han sido y tienen que volver a ser un gran País, pues hasta ahora, sólo  han sido víctimas de la separación y del contrabando, al privar a estos terrenos montañosos,  de  un comercio libre, entre ambas vertientes de la Cordillera.

Como escribí en mi artículo “El Pantano de Jánovas”: “en otros tiempos (1950), quisieron levantar dicho Pantano, pero pasaron aquellos tiempos y dicho embalse está, ni siquiera comenzado”. ”¿Devolverán las casas o más bien sus ruinas y las tierras que expropiaron a  aquellas buenas gentes?”. Este verano pasado subí a Lanuza, donde también acabaron con el pueblo, pero han hecho felices a los hijos de Lanuza,  ”que no han perdido tiempo en restaurar sus casas y en convertir el lugar en un centro turístico”. En mi artículo “La reversión de Jánovas”, afirmo: “ En este Valle del Ara, diez pueblos quedaron casi despoblados,  desapareciendo la identidad de aquellas gentes, que habitaban estas zonas, con el escudo de Aragón , erigiendo el Arbol de Sobrarbe, con su identidad, nacida hacía siglos, de los navarro-aragoneses. Se dejaron casi de escuchar jotas, de recordar a Lucien Briet, con las bellas fotografías, que obtuvo en Lavelilla, sus bailes folklóricos, los rituales del Carnaval, llevando figuras de viejos en los hombros, procesión carnavalesca, igual que la siguen haciendo en Torres de Montes, en el Somontano.



Mal trato recibieron los vecinos de esos tres pueblos, pues a la Maestra la sacaron de la Escuela agarrándola por los pelos, en tanto que a los niños los hicieron salir a patadas”. Contaba el valiente Emilio Garcés, que murió el día 17 de Septiembre del año de 2001, como bajaban los maderos, formando las “navatas”, hasta Tortosa. ¿Qué gente!, los del Valle del Ara, que estando limitando con Francia, tenía que llevar, las “navatas”, hasta el Mar Mediterráneo”. Y el año 1950, estuvieron a punto de hacerlos desaparecer.

Los vecinos de Jánovas,  Lacort y Lavelilla,  pintaron en la paredes de sus edificios, ”Jánovas no rebla”, pero la ronda de Boltaña cantaba: “Y aunque han pasado muchos años-no podré nunca olvidar, aquella mañana en que cantaba:”A Jánovas digo adiós,-a Laveliila y Lacort; adiós barquitos hundidos, adiós; mi pobre País, adiós”.”Mi pobre País,  adiós”.

Qué maravilloso es el Valle de Ara, ya que por su parte superior aparece el cielo de Sobrarbe, con los Parques Naturales de Posets-Maladeta, el Parque Natural de Ordesa y el Monte Perdido, y por abajo limita con la Sierra de Guara.”El río Ara de nombre vasco-ibérico, nace en la frontera con Francia, recibe en su orilla derecha el río Arazas, desciende por Bujaruelo, pasa por los pueblos de Torla y de Broto, sigue por Fiscal, Lacort, Lavelilla, Jánovas y Boltaña y desemboca por L´Ainsa en el río Cinca”.

Durante los primeros días de Febrero de esta año de 2012, me han mostrado la Urbe, más antigua y más bella, a orillas del río Ara, donde ese río besa al Cinca. L’Ainsa es el contraste entre Jánovas, Lacort y Lavelilla, porque en la Urbe de L’Ainsa, no podemos hacer otra cosa que acordarnos de la  destrucción de los pueblos, bañados por el río Ara. Al llegar a L’Ainsa, se aparca en una enorme llanura y al bajar hacia el Castillo, los fosos, las murallas, la Iglesia y la Plaza arqueada, mi nieto Luis, halló un coche Ferrarari, y se posó, ante él y le hicieron una fotografía. ¿De quién  era ese soberbio coche?, tal vez de un andorrano, pero más probablemente de un hijo de la Fueva, que se fue al Pirineo Andorrano a buscar el progreso, que habían matado en el Valle del Ara. En aquel paisaje urbano, tan seductor, estaban las gallinas y los gallos  de la Fueva, las vacas rubias y en  pequeños puestos, se servían sabrosos bocadillos, apañados con trufas de color negro, y sabor que encanta al que las consume. Estas trufas las cosechan valiéndose de perros, a los que ya tenían  acostumbrados a cazar liebres y conejos. En los fosos se veían líneas repartidas con material de plástico, para hacer ejercicios caninos. En la pintoresca Plaza, vendían de todo, en puestos repartidos por ella. Allí se exhibían chorizos y longanizas de distintas zonas de la Península, igual que variedades inmensas de quesos .

Me paré en un mostrador, donde un hombre  pequeño de estatura y largo en simpatía, vendía vino y que allí vivía en el número 21. Me empezó hablar  él y yo no pude menos que recordarle la Pasión y casi muerte de Jánovas, Lacort y Lavelilla y él reaccionó con un salto en su interior, porque me dijo “espere, porque le bajo una poesía de Jánovas”. Me dejó allí , sólo, gobernado las garrafas de vino y por cierto, que llegaron unos posibles compradores y estuvimos hablando de sus cualidades, porque era un vino producido en L’Ainsa, No tardó mucho en volver y dejó ante mis ojos, el recuerdo de cincuenta años de dolor y de retraso en Jánovas, Lacort y Lavelilla. Sentí en mí un disgusto enorme y un juramento en trabajar por qué  esa gente del Valle del Ara, en medio de los Montes Pirineos, por los que bajan  los ríos que llenan los pantanos, estaban demostrando una capacidad de creación, que volverán sus paisajes pirenáicos,  en Andorra. Yo he leído mucho sobre el Pantano de Jánovas,pero lo que no podía esperar,que cincuenta años más tarde, en una Feria de L’Ainsa, MANUEL ONCINS BUIL, en la Plaza Mayor, me recitara su poesía ”Jánovas”, que así se expresa:” ¿Qué tendrá este pueblo-que va tan de boca en boca?.¿Què tendrá este pueblo-que vuelve a la gente loca?.Toda España lo conoce- y lo quiere como el agua, para su boca. Aunque lo hayan  derruido, sus gentes sois como rocas. Por el maldito Pantano- las casas dinamitaron  a arrojaron de su pueblo- a quienes tanto lo amaron. –Pueblo de verdes praderas,-y con su colgante puente,- dio cobijo y vida- a su trabajadora gente. De la ribera del Ara- tu fuiste siempre el primero,-y aunque os rompieran las casas-en vuestro corazón leo,-todo el amor que sentís y que apoya el mundo entero.-¡Cuánto me gustan sus gentes!.- ¡Cuánto me gusta este pueblo!.- Las Fiestas que allí se hacían- no se pueden comparar.-Con los borricos, los pollos se ganaban a trotar.-En una percha colgados los guardaba el mayoral- y había que subir a ella-por lo alto el animal.

Antes de llegar aquí,-de a cien metros se salía,-con la albarda del revés- y sin atarle la cincha.-Corriendo iban los borricos con quienes los cabalgaban,- y en un pequeño descuido-en el suelo los tiraban, -luego al reemprender la marcha,-un par  de coces les daban.

Esto era como un Teatro,-siendo actor el animal.- Nacisteis tras de la roca,-gran ejemplo al mundo dais- del amor a vuestro  pueblo–que en el corazón lleváis.-Yo os admiro con mi alma y todo mi corazón,- por luchar como luchais,- al estilo de Aragón.

Dios quiera que pronto vea,- por qué mis día se acaban—ver reconquistado al pueblo,- por quienes tanto lo amaban.-Se espera un día de gloria,- y la tormenta domada,-para volver a Jánovas,- por toda la eternidad.-

Los que perdieron su vida,- por qué al otro mundo fueron,- -un poquito de Jánovas,- se llevaron hasta el cielo.

Con todo cariño: Manel Oncins Buil.

Siempre se ha tenido  a Aragón, fuera de los Pirineos y Cataluña y País  Vasco han sido privilegiadas en su industrialización. ¡Ya vale de que a Aragón se le mantenga separado de Francia y de España!.  Es preciso que Europa se dé cuenta del trato que ha recibido y que por Aragón entre el Tercer Paso desde Africa a Europa, desde Portugal por Madrid  y que desde Valencia a París, se transporten las naranjas y limones, que comuniquen a Europa, la sangre española, con la fuerza que le transmite la Vitamina C.

Rebrota en el mundo la Peste Negra.-

        ¡Cuantas pestes ha sufrido la Humanidad, a las cuales, han llamado Peste Negra!. Un equipo de investigadores ha extraído el genoma  ...