sábado, 8 de noviembre de 2025

Desde Carlomagno, ha habido una atracción entre Tolosa y Zaragoza


Toulouse (Francia).

Zaragoza es la capital de Aragón, Reino, al que le viene el nombre  del  río, que dicen que nace en el mismo límite  con Francia. Tolosa es la capital del Alto-Garona, a cuyas orillas se asienta, siendo capital de los Bajos Pirineos. El río Garona que baña a Tolosa, nace en España. Ninguna de las dos ciudades llega a tener un millón de habitantes, pero su influencia en el Midi francés de Tolosa y de Zaragoza en los Pirineos, son enormes. Pero, siempre los Pirineos han constituido una barrera, que nos ha separado cruelmente a españoles y a  franceses. Sin embargo la lucha del hombre contra las penas de las montañas, el frío,  la nieve, los puertos, ha conseguido mantener siempre una emigración mutua, a veces temporal y  otras, duradera. Otras veces han sido los Pirineos una cordillera por la que se refugiaron políticamente los de uno y de otro lado. Mi abuelo, Manuel Almudévar Vallés, era carlista y tuvo que huir a Francia, acompañado por el famoso confitero de Huesca, Vilas y por Borau, un agricultor de Liesa. Durante la Guerra Civil, mi padre, mi madre, mi abuela y su hermana Rosa, nos llevaron a los seis hermanos a Ansó, huyendo de la Guerra Civil y estuvieron en Zuriza, para ver la posibilidad de cruzar la frontera, en caso de que dicha Guerra Civil, se extendiera por Jaca y Ansó.

¡Cuántos sacerdotes y religiosos franceses huyeron a España, igual que en  tiempos de la Guerra Civil, se fueron a Francia o lo intentaron, porque el que no lo consiguió murió fusilado, como el “ Padre Jesús” que, lo mataron en Siétamo, cerca del río Guatizalema!.  En la Guerra Civil fueron miles y miles de españoles acogidos en Francia, como lo fueron los habitantes de Bielsa y cuando ocuparon los alemanes dicha nación; yo conversé con varios jóvenes franceses y con un judío, en Escoriaza de Guipuzcoa. Cuando estudiaba el primer curso de la carrera de Veterinaria, en Zaragoza, un francés que estaba refugiado, me dio clases de francés.  Hay poblaciones españolas, que llevan a pastar a sus ganados a la parte de los Pirineos franceses y ganaderos de Francia, que traen a los prados españoles su ganado vacuno. Hay gran número de apellidos comunes, que tal vez vengan del occitano y durante siglos pasaron altoaragoneses a Francia y desde Francia viajaron a España. En el Bearn se tenían parientes al otro lado de los Pirineos y un representante del Señor del Bearn,  hizo visitas en varios pueblos, como a Secorún, a casa López de Ara, en el siglo XIX,  donde se le dio una fiesta nocturna, acompañada por los sonidos de las guitarras. En el siglo XX, accedieron a Huesca congregaciones religiosas, como la de San Viator, que fundó un colegio, que todavía funciona. Entre los Clérigos de San Viator, figuraba el Padre Leygues y los hermanos Alberto e Hipólito. El Conde de Aranda, Barón de Siétamo, además de ser Embajador en París, tenía el apellido pirenaico de Abarca, nacido en Siétamo y por amor a esos Pirineos, iba a tomar las aguas, a un balneario del Midi Francés. Pero a pesar de la gran Cadena Montañera, Aragón y el Midi,  tuvieron épocas históricas comunes. Ramiro el Monge residía en un Monasterio  del Sur de Francia, hasta que fue llamado a reinar sobre Aragón, a la muerte de Alfonso el Batallador.  Esa enorme cordillera, de 171 kilómetros, igual que impide el paso de las boiras  lluviosas, que vienen del Atlántico y hace lluviosas  a Vascongadas y al Norte de Navarra, dejando al Alto Aragón sometido a las sequías, ha impedido también el paso de ideas políticas y de revoluciones.  No cabe duda de que a pesar de la comunicación continua entre los aragoneses y los del Midi, no se pudieron comunicar los adelantos técnicos ni las ideas, igual que si el terreno hubiera sido llano, sin dificultades. El Barón de Betanson, trajo al castillo de San Luis un “malacate” y roturó sus tierras para plantar viñas, para consumir en Francia el vino que produjera. Estaba la finca a unos cien kilómetros de Francia, pero separada por los altos Pirineos. Se encuentra el Castillo de San Luis, al lado de la Autovía Mudéjar y llega a Francia. Cuando la contemplas y pasas por ella, te preguntas ¿cuándo podremos por ella subir a Francia? . Siempre hubo que estar guardando nuestras fronteras de doctrinas heréticas y de intentos de invasión. Había edificios para defender la independencia de España, como las Ciudadelas  de Jaca y de Pamplona, así como la fortaleza de Canfranc.  Pero los medios de comunicación fueron usados desde tiempos de los romanos, como la Vía que desde Zaragoza, pasaba por Hecho para llegar a Francia. Pero por todo el Pirineo había pasos y puertos, por los que se comunicaban españoles y franceses. Ahí están Zuriza, Canfranc,  Bielsa, Benasque y tantos otros lugares por los que pasaban los contrabandistas, conduciendo machos y mulas, grandes y fuertes , como las que había en tantas cuadras de la Tierra Baja y de los pueblos de Guara, con los que bajaban  al Somontano a llevar patatas, judías y a subir aceite y vino. Ahora las cuadras de mi casa están vacías y no puedo escuchar los “muesos” o mordiscos, que le daban a la paja y a la cebada, ni oír las explosiones intestinales de aquellos pacíficos y trabajadores animales. Allí descansaban los mulateros, arrimados al calor que desprendían aquellas fuertes mulas y machos. Por todo el Pirineo se escuchan aventuras de los tratantes, a los que llamaban contrabandistas y que estaban procurando energía para el trabajo de aquellos sufridos labradores. Por Navarra se escuchan aventuras de tratantes de mulas,  que las llevaban de Francia a Tudela. España y Francia estaban separadas por los gigantescos Pirineos, pero sus habitantes, unos vasco-ibéricos y otros celtas siempre buscaban vía para comunicarse, pero es que ahora,  en estos tiempos, están unidos ambos países por Puigcerdá y por Irún, pero el centro aragonés, que siempre ha luchado por comunicarse con Francia, está incomunicado,  porque se destruyó el ferrocarril de Canfranc y no se abre la comunicación de Francia con Africa, de Portugal, del Sur de España y de Valencia por Aragón. Siempre ha luchado Aragón por crear pasos para comunicarse con Francia. Cuando estuvimos mi familia y yo, viviendo para la Guerra, en Ansó,  mi padre y mi abuela materna buscaron salida por Zuriza. En cierta ocasión quise visitar la carretera por la que tuvo lugar la  terrible huida de los belsetanos a Francia y con mi hijo Mariano, pasamos por el túnel de Bielsa, entramos en Francia y salimos por Canfranc.  Canfranc,  constituyó una lucha de los aragoneses para comunicarse con Francia. Allí estuvieron trabajando hijos de Siétamo, que sufrieron y se quejaron al Rey de España, no sé si fue Alfonso XII o Alfonso XIII. Con su sacrificio quedaron unidos Aragón con Francia, pero las abominables guerras impidieron que prosperaran España y Aragón. Se hundió un puente ferroviario y Francia cortó la comunicación entre dos zonas, que históricamente fueron hermanas. Ahora son los franceses los que están restaurando parte de aquel ferrocarril, pero España , ¿qué hace para lograr unas comunicaciones, que nos integrarían realmente en Europa?.  Alfonso XII y su hijo Alfonso XIII, visitaron la construcción del ferrocarril de Canfranc  y  el Diputado oscense, compañero del también diputado Ignacio Zamora,  acomodó a uno de ellos en la Diputación Provincial y a falta de lecho, les proporcionó la cama matrimonial, que poseía   Don Ignacio Zamora Blasco con Doña Agustina Lafarga Mériz. En Benasque el alcalde me llevó a un principio de túnel, con unas piezas férreas, que ya se habían oxidado. Desde cerca de él se veía brillar la belleza de un pueblo o ciudad francesa, de cuyo nombre quisiera acordarme, pero que he olvidado, como el gobierno se olvida de las comunicaciones de Aragón, paso de España, Portugal y Marruecos para ir a Francia e integrarse en Europa. He estado recordando la vida dura de los aragoneses, en aquellas montañas por las que pasan miles y miles de peregrinos a lo largo de los siglos. Comunicaciones  apetecidas por Europa con Carlomagno,  primer Emperador que soñó con una  Europa unida y por el Sur por los moros, que llegaron a penetrar durante cierto tiempo en zonas del Midi francés. Uno se acuerda de la batalla de Tolosa, en que el Duque de Aquitania venció a los sarracenos. Desde Roma se unieron las orillas y las naciones del Mar Mediterráneo y el Emperador de la barba florida, es decir Carlomagno, quiso recrear la civilización de los pueblo indo- europeos  y  estableció en Aquisgrán, situada en Alemania la Capital de ese imperio. En ella juró el puesto de Emperador, Carlos Primero de España y Quinto de Alemania, que demuestra que España a lo largo de su historia, ha buscado su convivencia con Europa.  Los españoles no podíamos quedar fuera de Europa y los aragoneses en los Pirineos, teníamos que modernizar los Caminos de Santiago que de Francia venían a España por Aragón y por Navarra. Había que “destruir” los Pirineos y Carlomagno estuvo a punto de conquistar Zaragoza y llegó con sus ejércitos a esta ciudad. Llegó acompañado por los Pares Roldán, Oliveros y Turpin. Unas tropas bajarían por Eunate, cerca de Mendigorría, donde se encuentran los restos de aquella ciudad vasco-romana de (Andelos) y otras por Echo, por  el río Aragón y por el Flumen descenderían a Cesaraugusta. Esteban Sarasa Sánchez escribe: “ …el hecho de que la segunda columna del ejército carolingio del 778, formada por milicias de las tierras orientales del futuro imperio de Carlomagno, cruzaba los pirineos por el Este (le Pertus) y  atravesando Gerona, Barcelona, Lérida y Huesca llegaba a las proximidades de Zaragoza, para reunirse con el ala occidental mandada personalmente por Carlomagno, lo que  hace suponer que su regreso se hiciera no por occidente(Roncesvalles) sino por oriente(¿Valle de Arán?). Ahora se pregona que la aventura de Roldán tuvo lugar en Navarra, donde el paso de Roncesvalles, punto por el que pasan y han pasado miles y miles de peregrinos europeos, que iban y van a Santiago de Compostela. Allí se recuerda, cada día la Batalla de Roncesvalles. Pero no se nombra la batalla de Echo.  Carlomagno no era un guerrillero, sino un Emperador Europeo con grandes unidades militares. El catedrático de la Universidad de Zaragoza. Ubieto ha descubierto restos de una gran batalla en Hecho. Hay que tener en cuenta que el Alto Aragón era la parte oriental de los  vascos, pues en siglos posteriores se  prohibió hablar en vasco en las Ferias de Huesca. El pueblo ha hecho de Roldán un personaje mítico y sus aventuras, se darían en distintos lugares de los Pirineos, que separan a Francia de Aragón y de Navarra, que en otros tiempos fueron un mismo reino. Cerca de Benabarre,  se encuentra el pueblo, ahora aragonés, de Navarri. Constituían Navarra y el Alto Aragón un mismo país. En el Libro de 1688, “Corona Real del Pirineo establecida y disputada”,   escribía el Doctor don FR. Domingo de la Ripa…… prior Conventual,  que fue del Sagrado y Real Claustro de San Juan de la Peña, en el Preludio II.S.I.: “..estando Carlos Magno en Paderbruno, Lugar de Sajonia, tres Reyes de los Moros de España llegaron a pedirle socorro. Era el año 788:”. Aunque con una circunstancia, que omitieron los demás,  hizo la entrada por dos partes y con dos Ejércitos, el Rey con Ejército de francos por Pamplona, de donde pasó a Zaragoza, y allí se le juntó (habría hecho la jornada por Cataluña, en que poseían mucha tierra los francos) el otro Ejército, que se amasó de gentes de Borgoña, Austria, Babiera, Provenza, Lenguadoc, y gran multitud de Longobardos.”Viniendo Carlos de Francia a España, pasó el Garona, límite de los aquitanos y vascos, venció lo inaccesible del Pirineo, entró en España por Pamplona y penetraron sus armas hasta Zaragoza”. Por lo visto el Rey moro que lo reclamó,  no lo dejó entrar en Zaragoza, aunque dice el escritor aragonés La Ripa, que dejó Carlomagno feudatario al Rey moro. Así describe la ruta de Carlomagno y su ejército: ”... prosiguió Carlos su jornada, pasó el Garona, límite de los Aquitanos y  Vascos, venció lo inaccesible del Pirineo, entró en España  por Pamplona, y penetraron sus armas hasta Zaragoza y a la vuelta tuvo el suceso infeliz en el Pirineo de Roncesvalles”. Huesca también soportó las crueldades de las guerras , pues cuenta el Domingo La Ripa en su libro “Corona Real” del año 1688, que a Ludivico Pío, hijo de Carlomagno, “le hallamos personalmente el año 797,ocupado en el cerco de esta ciudad (de Huesca)…Añade que el Régulo, que entonces gobernaba  a Huesca, se llamó Azan; y que éste envió las Llaves de su Ciudad, con otros dones, al Emperador Carlomagno, prometiendo entregarlas en sus manos, llanamente, teniendo oportuna ocasión”. El Imperio Europeo que Carlomagno fundó, había que extenderlo conquistando Zaragoza y extendió sus tropas por Huesca, por Pamplona, por Cataluña, como dice un Testimonio del Cronicón del Monasterio de Heldenshein.”Carlos en la expedición, que hizo el año778, hasta Zaragoza, a la entrada de España, conquistó a Pamplona, sacándola del poder de los Sarracenos, y  Abutauro Rey de aquellas Comarcas, entregó las Ciudades y dio en rehenes a un Hermano suyo; con que Carlos marchó seguro a Zaragoza, llevando consigo a Iben  Alarabo su Rey. Toda la zona pirenáica, estuvo en guerras entre Carlomagno y los sarracenos, pues como dice el libro de la Ripa del año 1688:”esta libertad que dice el padre Moret, que cuatro navarros, con algunos sobrarbienses  se opusieron a la potencia de los Francos y a la violencia de los bárbaros, reteniendo su libertad contra Francos y Sarracenos”. Aquí el navarro Moret habla de los sobrarbienses, de los que está la Historia, llena de muchas dudas y grandes interrogantes. Sobrarbe como dice Moret, luchó con sus hijos en estas peleas. En Sobrarbe se encuentra un Monasterio creado en el siglo VI, que le da la categoría de ser el más antiguo de toda España. Lo destruyeron los musulmanes , pero lo reconstruyó Sancho III el Mayor de Navarra, en el siglo XI. Con Monasterios como el de San Victorián,  parece imposible que Aragón no recuerde las luchas entre musulmanes y Francos en esta tierra nuestra. Este Monasterio se halla a catorce kilómetros de Aisa, en Los Molinos, que pertenece al Ayuntamiento de Pueyo de Araguás. Está situado a mil doscientos metros de altura, en las laderas de la Sierra Ferrera. Se convirtió en panteón de los Reyes míticos del Sabrarbe. No se conoce bien la Historia de este Monasterio, donde dicen que está enterrado Iñigo Arista, que seguramente será otra persona que el Iñigo Arista que está enterrado en Leyre. ”Pamplona alternó varios dominios,  como Barcelona; entonces con facilidad se mudaban Señoríos; las conquistas no eran permanentes en aquellos tiempos, como notó el Investigador,Fol.40., hablando de las que experimentó Calahorra de los Vascones en diferentes tiempos”. Zaragoza fue el objetivo de Carlomagno por el Sur, pero Tolosa ya sufrió el ataque de los sarracenos, pues ya en los Anales de Francia, se narra la lucha entre el Duque de Aquitania y los suyos, contra esos invasores, y los Anales declaran así:”Perdida Tolosa, y otras Plazas de la Aquitania, le recibió de Batalla Entre los ríos Garona, y Dordona, y roto en ella,se retiró a unirse con el resto de las fuerzas destrozadas”. Zaragoza bañada por el Ebro y Tolosa por el Garona, nacido en España, fueron objetivos de los sarracenos y de los Francos, cuyo Emperador Carlomagno, habiendo creado la Capital de Europa en Aquisgrán, quiso unir el lado Sur de los  Pirineos a este conjunto de naciones europeas, que después de muchos siglos, se está intentando que no fracase la  Gran Nación Europea. Carlomagno quiso incorporar  en el Imperio europeo esas tierras, separadas por los Pirineos de Francia. Se habla en el Alto  Aragón del mismo Roldán y la brecha que produjo éste lanzando su espada sobre una roca. Dicen que si este hecho se produjo en el Valle de Ordesa. Huesca u Osca contempla siempre el Salto de  Roldán y canta romances populares. Y entre tanto muchos tienen por apellido el nombre de Roldán. Quedan en España muchos romances sobre Carlomagno y sobre los Pares de Francia, como Roldán y otros, que se han hecho públicos al paso de los tiempos. De Lanzarote se cantó un romance que se hizo muy popular, tanto que Cervantes lo publica varias veces, en el Quijote, cambiando a Lanzarote por el Quijote. Este romance dice así:”Nunca fuera caballero- de damas también servido- como fuera Lanzarote cuando de Bretaña vino-que dueñas cuidaban de él-doncellas de su rocino. Esa dueña Quintañona- esa le escanciaba el vino. La linda reina Ginebra-se lo acostaba consigo—y estando el mejor sabor-que sueña no había dormido-la reina toda turbada –un pleito ha comunicado:-Lanzarote, Lanzarote, si antes hubieras venido-no hablara el orgulloso-las palabras que había dicho- que a pesar de Vos, Señor, se acostaría conmigo-Ya se marcha Lanzarote de gran pesar conmovido,-se despide de su amiga-pregunta por su camino”. Cervantes en el capítulo XIII de la primera parte del Quijote, describe como era un caballero andante y a Lanzarote lo convierte en Don Quijote, cuando escribe:”Nunca fuera caballero de damas tan bien servido, como fuera Don Quijote, cuando de la Mancha vino”. En este  libro, convierte al caballero andante en un ideal ridículo,  con el bueno de Don Quijote,  montado en su caballo Rocinante, tan viejo, cansado y despreciado por otros protagonistas de esa obra. A mediados del siglo XIII, compusieron en Navarra un Cantar de Gesta, con el nombre de Roncesvalles y que lo cantan en algunas ocasiones. El año 1916 se encontraron dos hojas, en las que estaba escrito una parte del Cantar de Roncesvalles, que debía ser del siglo XIII. En dichas hojas se narra cómo  Carlomagno, estaba revisando restos mortales de muertos en la Batalla de Roncesvalles y como reconoció a Roldán al encontrarlo y contemplar todos los restos cadavéricos de alrededor, se le escapaban las lágrimas. El Cantar de los Infantes de Salas, pues la Ermita de Salas está situada en el monte de Huesca, no se sabe en qué año ocurrió, pero   por la proximidad a Roncesvalles y a Francia,  no se puede dejar de ver la influencia de la épica francesa en este Cantar de los Infantes de Lara y en el Cantar de Roncesvalles. El Cantar de los Siete Infantes de Lara, se puede leer en la Primera Crónica General de Alfonso el Sabio. En el siglo XVI, se encontraban en Salas, ocho cabezas, de las que siete pertenecían a los Siete Infantes y una a su ayo. Dicen que Mudarra, encontró esas cabezas en la iglesia de Nuestra Señora de Salas. Son multitud los escritos y los Cantares de la Marca Hispánica, creada por Carlomagno y de las aventuras de los Príncipes y Pares de Francia. He escrito sobre la “reflexión milenaria e impersonal” de los hombres de los Pirineos, pues  al Norte y al Sur,  uno recuerda la atracción entre Tolosa y Zaragoza. Tolosa está rodeada por un círculo en que trabajan muchas industrias y en Zaragoza también hay industrias. Habría que crear las autopistas y los ferrocarriles que las unieran, para que ese círculo industrial abarcase con Tolosa por el Norte y Zaragoza por el Sur, una gran zona, incluidos los Pirineos. Malos momentos económicos, pero hay que hacer, para empezar, el ferrocarril de Canfranc.

viernes, 7 de noviembre de 2025

Vida material y espiritual de Eliseo Carrera Blecua




Yo he contemplado la vida activa y laboriosa de los padres de Eliseo y de Alberto Carrera Blecua. A su padre lo conocí cuando coincidimos en el Kiosco que vendía periódicos, frente a la Comisaría de Policía, en la ciudad de Huesca. Era un hombre inteligente con el que hicimos una amistad profunda. Me llevó a su casa-chalet, donde vivía con su esposa y madre de los Carrera Blecua. El se preocupaba de la materia humana, pues me enseñó las llagas, que una enfermedad diabólica, se le iba comiendo su cuerpo y ella era y sigue siendo una santa, amante de Dios, como demostró en su niñez en el Monasterio de Villanueva de Sigena, cantándole al Señor y escondiendo en un montón de trigo, los cálices, para evitar que fueran profanados por los “rojos”. Cuando murió el padre de Eliseo, yo asistí al entierro y al acabar dicha triste obligación, yo acudí a transmitirle mi dolor. En aquel templo, nos sentimos amigos uno de otro y ya no hemos interrumpido nuestra amistad. En cambio yo, no conocí a su hermano Alberto Carrera, hombre singular en el arte y en la intelectualidad, que ha muerto en el mes de Marzo de 2017. Pero, como he dicho hice amistad con su padre, del que todos los días me acuerdo, cuando  paso  por delante de un Garage, que se dedicaba a restaurar coches en la Avenida de Juan XXIII, frente a la Fuente del Parque. Ya lleva muchos años cerrado y yo me acuerdo del señor Carrera, cuando paso por su puerta. Vivía tal señor en un chalet, donde todavía vive su viuda, doña Carmela, mujer inteligente, amante de la historia pasada. Basta con mirarse a su jardín, donde se exhibe un gran capitel con el escudo del primo del Conde de Aranda, Don Pedro Pablo Abarca de Bolea, que con su familia exhibió en un huerto-jardín, debajo de los Salesianos de Huesca. Este huerto fue en tiempos pasados propiedad de un Abarca de Bolea, primo del Conde de Aranda. Vivía éste en la calle de Sancho Abarca, que va desde los Jesuitas hasta la Plaza de Lizana, donde hace poco tiempo se restauró su casa, que todavía tiene una belleza antigua. Nació la madre de Eliseo en Villanueva de Sigena, donde siendo todavía una niña, cantaba en el Coro del Monasterio. Conoció la belleza y la antigua historia del Monasterio, a cuya vera corre el río Alcanadre. Tiene en su casa un cuadro,  que pintó Eliseo, en que se ven los cadáveres de Roldán en el río,  acompañante de Carlomagno y de su caballo, que murieron encima de Huesca, al caer por el Salto de Roldán. Ella, es decir la madre de Eliseo, también vivió luchando en la Guerra Civil, para conservar aquella bella historia con toda su nobleza y su belleza, pues al ver la madre de Eliseo, el peligro que corrían aquellos cálices e instrumentos litúrgicos, joyas del Monasterio en el que ella cantaba, ocultaba con las Monjas del Monasterio, algunas joyas en el trigo, acumulado en el granero.

Ahora se escribe mucho de la ruina del Monasterio de Santa María de Sigena, del siglo XVII, pero no se habla del heroísmo de multitud de ciudadanos, como el de la niña,  que llegó a ser madre de Eliseo Carrera y que se arriesgó a ser descubierta de ocultar las bellezas de la Virgen de Sigena del antiguo Monasterio, a la ambición de los ateos, enemigos del dinero,  pero ambiciosos de las joyas que los pueblos recogieron en tiempos pasados. Eliseo Carrera,  allá en Tudela,  entró en numerosas empresas donde ha permanecido durante muchos años. Ha sido una ocupación muy dominante sobre su persona, pero que ha sabido aliviar, usando diversas motos que le distraían corriendo por el mundo. El día 24 de mayo de este año de 2.017, la alegría me ha llenado el corazón, pero igual que en la Catedral de Tudela se contemplan escenas angelicales, que costrastan con los diablos, que se mezclan con los Pecados Capitales, y en una casa vieja ,en una ventana colgaban unos ramos de pimientos picantes, en la Ciudad más moderna ,se contemplaban en las paredes de los edificios,de una Gran Plaza, escenas taurinas, y en un Bar ,vimos y escuchamos a los danzaris vascos. Pensé mucho en verte, pero no pude alcanzar esa gracia del Señor, porque estaban conmigo y con mis hijos, una familia que nos acompañó constantemente. Sin embargo fueron contantes las imágenes modernas, que contrastaban con las contempladas en la esculpida Catedral. Uno de mis deseos era la contemplación, que no pude contemplar, de tu persona, dirigiendo la multitud de actividades industriales y comerciales, alternadas con la contemplación de tus paseos en moto. Pero el recuerdo de la Catedral penetró en mi memoria, porque toda su fachada exhibía escenas diabólicas, empeñadas en destruir la felicidad que mostraban los Coros Angelicales. Y allá, en Tudela y en la provincia de Tarragona los diablos, seres malditos, se apoderaron en alguna ocasión, de los movimientos que  hacíais los hombres con las motocicletas y con los coches. Hay ocasiones en que los hombres, olvidan las virtudes angélicas y se mueven convirtiendo  en diabólicos los movimientos de los automóviles en aquellos caminos, en que se matan tantos hombres. Uno de ellos ha sido muerto, que era tu hermano y no sabemos si lo han matado los hombres o los diablos. Tú Eliseo vives y has contemplado con inmenso dolor, la muerte, sin duda diabólica, causada por la mala condición del chofer del vehículo, que mató a tu hermano Alberto. Porque los pensamientos de Alberto no eran los de un discípulo del demonio, sino las ideas artísticas de un soñador en el Arte. El ya había subido y bajado en múltiples ocasiones por la carretera serrana, que conduce a Santolaria, que sube a la misma Sierra de Guara, por una carretera estrecha con curvas y cuestas y bajadas. Tú, Eliseo todavía vives y has contemplado con dolor la muerte de tu hermano Alberto. Pero no puedo olvidar la figura de tu buena madre, que todavía vive, a pesar de haber sufrido en su niñez, en el Monasterio de Villanueva de Sigena, y de ver morir a su querido esposo y a su sabio hijo Alberto. A  su esposo lo conocí, comprando el periódico en el Kiosko,  que se encontraba frente a la Comisaría de Policía. Recuerdo con cariño, aquella ocasión en que con tu madre me viniste a visitar  casa Almudévar de Siétamo. Y no puedo olvidar los escudos pétreos de los Arandas, que se exponen en tu chalet de Huesca. Yo no puedo olvidar las virtudes angelicales de tu madre, que cantaba antes de la Guerra Civil en el Monasterio de Villanueva ni a los ·demoniacos, con su alma de color rojo, que destruyeron  la belleza de dicho Monasterio. Esa Santamujer vivió las virtudes angelicales, pues acabada la Guerra Civil, acompañó a las monjas de Sigena a Barcelona, y tuvo que sufrir  los dolores diabólicos, de los que se llevaron  los cálices y el arte del Monasterio de Sigena. Veamos como acaba esta devolución de las bellezas asaltadas en la Guerra Civil.

martes, 4 de noviembre de 2025

Carletes en San Andrés.-


 
A Carletes lo buscaban para preguntarle por las clásicas ferias de San Andrés, pero no lo encontraban.¡Cómo iban a encontrarlo si estaba en el Hospital!.Se cayó de un árbol, al que se había subido; él sabrá para qué. Con las veces que se ha subido, a lo largo de su vida a caballos, mulas y asnos y nunca se rompió nada.
Las estadísticas nos enseñan que el que a los dieciocho años obtiene el carnet de conducir, debe esperar, aún tomando precauciones, un cierto número de golpes, que mi memoria no retiene. Nuestro amigo sacó su licencia de conducir “abríos, bajes, bestias” o mejor dicho solípedos, a los doce años. Sólo lo derribó un caballo salvaje, que no había sido domado, a pesar de haberlo intentado el desbravador de Infantería, pero volvió a montar y aunque se puso rampante y braceando,  no pudo con Carletes.
Los coches además de despistarse, atropellan a los peatones y las mulas además de derribar, atropellaban con sus coces y eso es lo que pasó, que le arreó al amigo tal par de coces, en las ferias de Ayerbe, que se la salieron dos costillas y sangraba por la boca.
Estadísticamente ha salido bien librado pues por los años cincuenta, en cada feria de San Andrés, pasaban por sus manos unas quinientas bestias, sólo para ponerlas guapas con las tijeras, la crin formaba una media luna, la cola quedaba igualada por abajo, por los lados rayada hasta el maslo y por arriba quedaban dibujo de rayas, como las que  hacían los godos en sus armas y adornos de bronce. Adornaba las ancas, las bragadas y los lomos, dejando a los animales, según su expresión como "mujeres bien acicaladas”.
No ha podido Carletes contar sus aventuras en las ferias, allá por San Andrés, porque estaba mal herido; se ha repuesto y me ha contado que se ha portado peor con él, un árbol, que los miles de caballos, de mulas y de asnos que han pasado por sus manos y sus piernas.
Has salido bien, Carletes, de la aventura de tu vida, porque además de “que tanto va el cántaro a la fuente, que al fin se rompe”, había bestias que “calciaban, tociaban y esmosegaban”.

domingo, 2 de noviembre de 2025

Aranda y su castillo-palacio


Torreón Castillo de Sietamo.

Un número del Heraldo de Aragón dice en un número del mes de marzo de 1992, lo siguiente:”En el sur de la Hoya de Huesca, a muy pocos kilómetros de la capital, varios castillos viven el abandono, la ruina o la restauración de urgencia para evitar su derrumbe. Las construcciones militares y defensivas de Siétamo, Monflorite, Novales, Barbués, Argavieso, Sangarrén, Corvinos…, ofrecen un variopinto panorama de este apartado del patrimonio aragonés. Desde el edificio al borde de la ruina al monumento en restauración, pasando por la construcción conservada en aparente buen estado, todos forman parte de la historia regional. Paradójicamente, la comunidad autónoma carece de un inventario de arquitectura militar, aunque todos los castillos de España fueron hace tiempo dotados del carácter de monumento nacional. La ley de patrimonio los convirtió automáticamente en bienes de interés cultural, por lo que gozan de la máxima protección legal y las instituciones regionales tienen, en teoría, la obligación de preservarlos de la ruina”. Y sigue Mariano García, ”En la parte sur de la Hoya de Huesca, en un puñado de kilómetros, se alzan varios castillos señoriales construidos en piedra durante el gótico tardío, siglos XV y principios del XVI. Las fortalezas de Siétamo, Monflorite, Novales, Barbués, Argavieso, Sangarrén  o Corvinos ofrecen un variado muestrario de la situación del patrimonio histórico aragonés. Hay castillos abandonados, en restauración, rehabilitados y ominósamente perdidos. Muchos de ellos no responden a las características típicas de los castillos. Se trata en muchos casos, de mansiones señoriales con diverso grado de fortificación, aunque en algunos de ellos se descubren restos de fosos y murallas”.
Muy poco se puede salvar del primitivo castillo de Siétamo. Unicamente queda en pié un largo lienzo de su barrera exterior, pero en él se encuentra un torreón cilíndrico con almenas apuntadas. Es un detalle arquitectónico importante, ya que es prácticamente único en la provincia de Huesca. Está a punto de desmoronarse…La construcción, dañada en la Guerra Civil, fue demolida años después para utilizar sus piedras en la reconstrucción de los pueblos de alrededor de Huesca, aunque es imposible recuperarlas, los trabajos arqueológicos resultarían muy interesantes, ya que la localidad recibe el nombre, por ser el “Septimum miliarium” de la vía romana de Osca. La presencia árabe en la población, avalada por varios documentos históricos, pervive también en algunos sillares del lienzo de la muralla. Según Julio Brioso, ”Que hubo sarracenos en Siétamo parece probado por el documento fechado el día 5 de Mayo de 1093, en que el rey Sancho Ramírez y su hijo Pedro dotan a la Real Casa de Montearagón con las iglesias de Siétamo, Olivito, Arbaniés, Castejón de Arbaniés y Alcalá, con todas sus décimas y primicias, así como sus mezquitas y todos los bienes de los moros
“Cristóbal Guitart asegura que era uno de los castillos más representativos de las baronías oscenses. En él nació Pedro Pablo Abarca de Bolea y Ximénez de Urrea, IX conde de Aranda y uno de los políticos más notables de la Ilustración. Guitart señala que era un palacio cuadrangular, de piedra y macizo, cuya torre miraba hacia la Plaza Mayor y conservaba sus matacanes continuos. Por un arco lateral se llegaba a una plaza de armas donde estaba la fachada principal, con puerta semicircular, balcones modernizados y una galería aragonesa de arcos semicirculares de ladrillo, posterior al edificio”.
En las almenas de los torreones de la muralla, en su cima había unas bolas de piedra, que uno no sabe dónde fueron a parar.
Don Antonio Naval Mas en el Diario del Altoaragón del 5 de marzo de 1995, en un artículo, escribe:”El palacio del Conde en fachada respondía a casa entre dos torres que al tiempo de su desaparición estaban desmochadas, si es que alguna vez fueron terminadas lo cual el lo más probable. Estas torres enmarcaban una galería de arquillos de ladrillo que recorría todo el alto de la fachada sosteniendo el alero según solución muy corriente en casa distinguidas aragonesas. Con toda probabilidad esta parte del edificio existía al menos a principios del siglo XVI. Los balcones serían abiertos con bastante posterioridad pues uno de ellos se interponía entre la entrada y el matacán o balconcillo defensivo, que fue colocado sobre ella para la protección del acceso. La casa-palacio estaba yuxtapuesta a una enorme torre que en el momento en que fue hecha la fotografía(Foto publicada en el libro”Huesca en imágenes”, editado por la CAZAR) todavía conservaba las ménsulas del matacán que rodeó todo su entorno. Obviamente sería la parte más primitiva, la medieval, que comenzaría estando exenta para despiués ser ampliada con la casa que se apoyó en ella.
“Todavía quedan las bases de esa torre, de la que se dice va a ser restaurada en algunos metros.
Don Ricardo del Arco escribió lo siguiente:”La gran torre es robusta, de fuertes sillares, ligeramente rectangular. Mide 20 metros de altura por once de ancho, su cara mayor. Tiene matacanes en lo  alto y estuvo almenada. Junto a ella hay un arco por el que se entraba al castillo desde el pueblo, pasando antes por otra puerta abierta en la muralla, sigue un típico pasadizo con dos arcos y se entra a un descubierto o plaza de armas. A mano derecha está el palacio que ostenta ventanas góticas con mainel, hoy cegadas y matacanes sobre la puerta de entrada…
La puerta de entrada a aquel es de arco circular; en el patio hay dos arcos robustos, uno de medio punto y otro ojival, que arrancan del pavimento y sustentan las vigas del techo…a mano derecha está la escalera. En su primer rellano hay una mazmorra. Acaba en otro rellano con galería arqueada y antepecho de yesería. Acaba en otro rellano con galería arqueada y antepecho de yesería. Estos son adición del siglo XVII. A la izquierda, una gran puerta de entrada a las habitaciones palaciales, espaciosas, aunque divididas hoy por tabiques. Enfrente de la escalera hay otras habitaciones. Se conserva la sala y la alcoba(con molduras doradas) donde nació el conde de Aranda, el célebre ministrote Carlos III. Hay otra del siglo XVIII también con azulejos en el zócalo y una chimenea”(La casa aragonesa, 1919,pág. 22).
El palacio tuvo su ruina a raíz de la Guerra Civil. Este edificio estaba habitado, según Cardús, por dos familias, pero según mi padre llegaron a vivir en él hasta catorce familias. Para la Guerra fueron bastantes los vecinos de Siétamo que allí se refugiaron, al ser atacado el pueblo de Siétamo por el Frente Popular, pero al quedar cercados huyeron por la huerta a la Costera y otros se quedaron en el pueblo. La fecha de su huída fue la del día del Santo Cristo de los Milagros. Los rojos se vengaron desvalijando el edificio y además lo incendiaron. Acompaño testimonio escrito de Isidro Artero que lo esenció desde su casa en la calle Alta. Después de la Guerra primero la casa y más tarde la Torre fueron empleadas para reponer de piedras a Siétamo, Apiés, Banariés, Chimillas,Huerrios y otros pueblos de la Hoya de Huesca ,que quedaron destruidos.
En este castillo vivieron unas seis generaciones de los Aranda, que tomaron posesión del mismo por la boda de un Abarca de Bolea con la hija del Señor de Castro, que trasmitió sus bienes a dicha hija y cuyos documentos poseo.
Los Condes de Aranda tuvieron casas en muy diversos lugares, como Epila, Zaragoza, Huesca, etc. En dichas casa pasaba largas temporadas y en la de Zaragoza nació, como ha descubierto Angelines Campo, Ana María Abarca de Bolea, que llegó a la categoría de Abadesa del  Monasterio de Casbas y a escritora y poetisa castellana y en aragonés.
En Huesca poseían varias casas, que no hay que confundir con la de sus parientes los Abarca, que estaba en la calle Sancho Abarca, sobre los almacenes Simeón, que derribaron el año 2002 y han edificado, imitando a la antigua.
La desaparición del castillo-palacio de Siétamo es verdaderamente lamentable, pero consecuencia de la Guerra civil y Antonio Garrigues Diaz-Cañabate dice de esa oportunidad:”La guerra civil no fue una cruzada, sino acaso dos cruzadas, una religiosa y otra laica. Y ambas impuras en cuanto a su fe respectiva, puesto que entraban y participaban en ellas otras pasiones e intereses humanos, bien humanos. Fue una lucha fanática, heroica, en la que se jugaban la vida o muerte dos formas de ser, dos ideales, dos
Credos, no sólo los consabidos de las dos Españas sino de otros muchos pueblos, que con eso vinieron a luchar y a morir  aquí, y a uno y otro lado de la cambiante frontera estratégica y la lucha por muchas cosas :dinero, fama, honra, prepotencia y otras mil vanidades, pero sólo se muere por unas pocas en las que se cree. Esas creencias, ya divinas  ya humanas, fueron el núcleo genésico de la Guerra Civil española. La marea universal de las publicaciones en todas las lenguas, revela que no se trató sólo de una guerra civil más entre las dos Españas, sino de algo muy profundo, muy universal. Esto es lo que da su grandeza, su sentido histórico, y, si hay-dudosamente –guerras justificables, su justificación.
En la Escritura de Capitulación matrimonial de Don Manuel Almudévar y Vallés  y Doña Pilar Casaus y López, vecinos del lugar de Siétamo, autorizada por el Notario de Huesca Don Pablo Linés y Sarrate, el día 24 de Julio de 1881, se dice en el nº 66, Tomo 146, Folio 3, Fº.n.166: Un edificio llamado el Palacio, sito en dicho pueblo de Siétamo
,en la calle baja, señalado con el número 16, de nuevecientos metros cuadrados de superficie, lindante por la derecha entrando con campo de esta herencia, y por la izquierda con camino y por la espalda con calle y casa de Ramón Laguarta: estimado en dos mil quinientas pesetas y no tiene cargas.
En la Escritura de Capitulación matrimonial de Don Manuel Almudévar Casaus con Doña Victoria Zamora Lafarga, ante el Notario de Huesca Don Félix Marquínez y Ruiz del Burgo, de fecha diecisiete de Febrero de 1923, viene la misma escritura.

En el Testamento de don Manuel Almudévar Cavero, a cuatro de marzo de mil  ochocientos setenta y tres, ante Don Pablo Linés Notario, se lee una escritura igual a las dos anteriores, pero a la que añade: Que dichas cuatro fincas(huerta de Palacio, Tapiado,  un Horno de pan cocer, que limita por la derecha entrando con casa y corral de Joaquín Aquilué, por la izquierda con casa y corral de Pascual Carilla y por la espalda con casa y corral de Ramón Laguarta y un edificio llamado Palacio) las adquirió el expresado Don Manuel Almudévar y Cavero por compra que de ellas hizo según escritura otorgada en veinticinco de octubre de mil ochocientos sesenta y cinco ante el Notario de Barluenga Don Sebastián Ferrer, la cual se halla inserta en el Registro de la propiedad del Partido, Tomo ciento cuarenta y seis, Libro tercero de Siétamo, Folio, tres, seis, doce y quince, Fincas número ciento sesenta y seis, ciento sesenta y siete, ciento sesenta y nueve y ciento setenta, Inscripción primera, con fecha nueve de Diciembre del mismo año(1865), según consta de la nota puesta al pie de su primera copia de la calendada escritura que se me ha exhibido. 

sábado, 1 de noviembre de 2025

Caminos recorridos desde la niñez a la vejez


Belsue (Huesca).


Yo estuve en Belsué cuando no había carretera para llegar a dicho pueblo y en la Ermita de Aniés conocí a pastor José María Aquilué, para bajar con él a Belsué a vacunar sus ovejas. Lo conocí cuando ambos éramos jóvenes, vacunando sus ovejas en el citado lugar. Aquella tierra yo la amaba, porque mi abuelo materno, que fue Diputado Provincial de Huesca, descendía del próximo pueblo de Zamora, desaparecido hace ya muchos años. De ese pueblo de Zamora, heredó el apellido de López de Zamora.   Se encontraba entre Used y Bara, en plena Sierra de Guara. El tuvo su familia cerca de esos pueblos, en casa Zamora de Caminos recorridos desde la niñez, hasta la vejez.
El domingo, día dieciséis de Octubre de este año de 2016, subí al pueblo de Belsué a acompañar a mi nieto Pablo, para que conversara con el pastor José María Aquilué, para hacer un estudio sobre el ganado lanar, ya que José María había sido pastor toda su vida.  Yo conozco a dos de los últimos  habitantes de Used. Estos me han contado varias veces los caminos difíciles que recorrían para bajar a Huesca y subir desde ella a Used.
Entonces todos los transportes los hacían con mulas y subiendo aquellas laderas de la Sierra, cuando llovía o nevaba, resbalaban por aquella tierra en la que vivían. En cierta ocasión, en que el tiempo estaba totalmente revuelto, los vecinos de Used, tuvieron que soltar las riendas con las que ordenaban la marcha de las mulas, pero ellas, totalmente conocedoras del camino, subían aquellas laderas, en ocasiones de lluvias o nevadas enormes, obedeciendo a su conocimiento de aquel territorio, casi sin camino.  
Aquellos dos serranos, se cansaron de recorrer aquellos que no eran caminos, y abrieron un Bar en Huesca en la calle Artigas, paralela al Coso Bajo, con su entrada por la Calle de Villahermosa y allí estuvieron trabajando hasta que se jubilaron. Ahora los encuentro paseando por las calles de la Capital y siempre nos detenemos, para recordar tiempos pasados.
Si,  recordamos tiempos pasados, unos en Siétamo y ellos, mis amigos en Used y vemos como se  han despoblado los pueblos de la Sierra, y se han abandonado las casas, que se fueron demoliendo, han disminuido los rebaños y se está convirtiendo la Montaña en un lugar de turismo, porque ya casi no queda población fija.
Los vecinos de Used, ya no van casi nada por su pueblo natal y han aumentado la población de Huesca capital. Dice la prensa de estos días del año 2016, que en España van a disminuir sus pobladores en cinco millones de personas en unos pocos años. Esto se explica por la despoblación de muchísimos pueblos y la repoblación de las capitales. Los vecinos de las capitales suelen tener pocos hijos y además ha aumentado el número de divorcios. En las fincas grandes ya no hay trabajadores  y los tienen que ir a  buscar a las capitales, siendo muchos de ellos inmigrantes, que han llegado aquí, provenientes de otros países.
En Belsué queda tan sólo el pastor José María Aquilué, que conserva la llave de la iglesia y está pendiente de que nadie se lleve objetos litúrgicos. Yo subí a Belsué acompañando a mi nieto Pablo   a visitar al buen pastor José María y pude encontrarlo en el monte,  donde estaba apacentando sus ovejas, gracias al interés que demostró Vicente Laliena, que nos acompañó, hasta que lo encontramos. A Vicente lo encontré rodeado  por su familia, entre cuyos hijos se encontraba un doctor en Medicina y como Vicente me conocía por haber trabajado en la Gasolinera de Siétamo, no me abandonó en ningún momento. Vicente es de Belsué y ha  reconstruido  su casa, con muy buen gusto y allí pasa muchos ratos gozando de la Naturaleza y huyendo del mundo. El,  con su coche recorrió terrenos, hasta que encontró a José María.
José María es el guardián de Belsué. En cierta ocasión llegó a pedirle la llave de la iglesia, un canónigo de la diócesis de Huesca, vestido de paisano, para ver su interior y el custodio del pueblo desierto, dudaba si aquel individuo sería canónigo, como le afirmó. Al fin,  al darse cuenta de que era un hombre honrado, lo acompañó a contemplar aquel templo, que era su Iglesia Parroquial, dedicada a San Martín de Tours. Están decorados sus muros con pintura mural, que recubre el “testero” de la Capilla Mayor. Parece ser de estilo Románico. Esta Iglesia es un templo románico – lombardo del siglo XI. A José María Aquilué, lo conozco desde que yo estuve soltero, dedicado a cuidar ganado lanar y cabrío y está identificado totalmente con aquella tierra, donde vivían los cristianos en la Edad Media, siendo su iglesia de estilo mozárabe. Vivían entonces escondidos de los árabes en aquellas montañas de más cerca de dos mil metros de altura en la Punta de Guara y de unos valles  profundos.  Pero siguió durante muchos siglos una tierra escondida y mal comunicada con la Hoya de Huesca.
 Yo estuve de veterinario en  la villa de Bolea y tenía que subir a Belsué a vacunar las ovejas contra la Basquilla. Entonces no existía la elevada carretera que une Belsué con el turístico pueblo de Arguis y los vecinos del citado pueblo de Belsué, arreglaron mi llegada a su pueblo para vacunar sus rebaños. A la Ermita de la Virgen de Aniés, en una gran elevación,  suben de peregrinación, habitantes de pueblos como Bolea y Aniés, que miran desde el Sur de la Sierra, como acuden los habitantes de los pueblos del Norte de ella, como los de Belsué. Me convocaron en dicha Ermita, el día de la Virgen en plena romería y desde allí me bajaron los vecinos de Belsué a vacunar su  ganado. Yo me monté en una mula y cabalgué por aquellos terrenos casi completamente inclinados. Los vecinos de Belsué me invitaron a apearme de la caballería, pero yo me sentía orgulloso y no quise bajarme. Si la mula hubiera dado  un  traspiés, yo hubiera bajado por aquellas laderas montañosas, para morir en ellas. Estos casi caminos eran los mismos que usaban los vecinos de Used y de Bara y estas situaciones me hacen recordar, la dificultad que tenían los habitantes de la Sierra de Guara, para vivir durante siglos caminando con enormes dificultades, como Cristo , camino del Calvario.
¡Qué bien lo pasé en Belsué, vacunando aquellas ovejas, con un cielo claro, pero yo desprecié la bondad de aquellos serranos, que me invitaron a dormir en el pueblo, para marchar al día siguiente!. Pero yo recordando la peligrosa venida al pueblo de Belsué, me dio miedo el estar por más tiempo en él  y tenía ganas de acabar esa marcha con aquellos maestros  de camino en la Sierra de Guara. Para volver de Belsué, monté en una mula y me bajó dirigida por un belsetano, hasta la Ermita de la Trinidad de Bolea. Aquí se acabó mi aventura para ir y volver a  Belsué.
Han pasado unos cincuenta años de mi viaje a Belsué, pero he tenido ocasión de repetirlo de nuevo, pero por una carretera, que construyeron hace unos años, que sube por Arguis  y pasa por el Molino Nuevo. Este Molino Nuevo está en lo más alto de la carretera y cerca del Túnel de la Manzanera. Pero no subimos por ese camino y seguimos por el camino asfaltado, que nos lleva al valle de Belsué y a Nocito. Es un camino sinuoso y estrecho, por el que hay que circular con gran prudencia  y más cuando vienen otros vehículos en dirección contraria. Descendiendo de la altura del Molino Nuevo, se ve Belsué, con sus casas construidas con piedra, muchas de ellas en ruinas, y con tejados de pizarra. Cerca se ven las aguas del Pantano de Belsué, que le proporciona el río Flumen.
Llegué a Belsué para que mi nieto Pablo , conociera al sabio pastor José María Aquilué. Subimos primeramente a su casa, y frente a la puerta de su casa, estaba atado a su caseta un perro de pastor, que casi no nos ladró y entre la puerta de su casa y la caseta del perro, caminaba con pasos que suelen dar los ánades e iba y venía, desde el perro a la puerta de su casa. Los que van por el mundo huyendo del trabajo, para vivir en plena Naturaleza, dos o tres días antes, habían penetrado en su casa, ya que José María, no tenía la costumbre de cerrarla con llave y allí los encontró, como preparando su refugio natural , sin tener que construir con ladrillos y tejas. Es curioso que José María Aquilué tenga que defender de ahora en adelante su domicilio de la invasión de algunos  que huyen de las ciudades.
Era difícil para nosotros encontrar ningún “carrilano” en su pueblo de Belsué, pero gracias a Vicente, encontramos a José María a orillas del río Flumen o de una corriente que desemboca en el dicho Flumen. Es curios que por pueblo tan norteño corra un río con nombre latino, como las cabezas de mármol romanas,  encontradas en Nocito.
Mi querido nieto Pablo estudia en Pamplona una Carrera, que hace que los que la estudian, hagan películas de cualquier espacio del Mundo. Algo tenían tratado  entre el pastor José María y él mismo. En cuanto se encontraron estuvieron hablando y quedaron en  verse el siguiente domingo. En tanto hablaban el bueno de Vicente y yo comentábamos mi antigua visita a Belsué y él me habló de su emigración del pueblo y de su amor a tal lugar, que le llevó a reconstruir su casa natal y yo gozaba viendo su casa y hablando con su simpática esposa y con sus jóvenes hijos.
¿Qué tiene este rincón montañoso de este lugar casi vacío , que me produce recuerdos emocionantes y que he tenido la suerte de volverlo a pisar y a hablar con mi viejo amigo José María Aquilué y gozar de la compañía de Vicente, que trabajó en la Gasolinera de Siétamo?.

viernes, 31 de octubre de 2025

El último molinero



José  Mairal  Ferrando, se considera a sí mismo como el último molinero de esta Provincia  de Huesca. Yo no sé si quedará en toda ella  alguno más, pero, cuando uno se acuerda del Molino de Pertusa, del molino de Quinzano  y de tantos otros, le resulta fácil acordarse de distintos molineros, que en su vida conociera. Yo me acuerdo de ver a José Mairal Ferrando, de molinero durante catorce años en Los Molinos de Sipán. En el río Gustizalema, que baja a través de la Sierra de Guara, desde Nocito, debajo de Vadiello, donde se asentaba un pueblo con dicho nombre, ahora convertido en un pantano, que suministra  agua  a Huesca capital, hay un pueblo encantador, que muele olivas  y  muele cereales, y que lo llaman,  Los Molinos de Sipán.  Allí, a orillas del Guatizalema, vive la viuda de José María Calvo “de Los Molinos”, Doña Aurora, con cerca de cien años de edad, amante y amada por sus hijas, y con recuerdos del pasado, como el de su esposo José María, conservador de los Molinos  y de la gran figura humana su hijo. Le quedan nubes oscuras, es decir de lo que pasó para la Guerra de mil novecientos treinta y seis, de la que conoció entre otros muchos, a Fillat  de Santolaria, padre de los “zapateretes” de la Plaza de San Lorenzo, que fue asesinado durante la Guerra Civil. En los siglos pasados, en medio de aquellas aguas, que convertían las olivas en aceite y los trigos en harinas, que parecían cantar,  a la Naturaleza, bajando de las alturas, con sus músicas frescas, unas veces alegres y otras tristes. Nació cerca de Los Molinos, en el pueblo de La Almunia del Romeral, y se casó al lado de las aguas del río, pasando por el Molino. Yo, personalmente,  acudía a  su Molino a buscar el aceite, resultado de la molienda de unas olivas que le llevé, y Aurora,  ponía todo su interés en servirme un aceite, suave, pacificador y brillante.
Además del Molino de Aceite, estaba muy cerca de él, el Molino de Harinas  y ambos  molían en aquel lugar, a orillas del río Guatizalema.  El Molino aceitero, todavía funciona, bajo la dirección del Alcalde de Loporzano,   Jesús Escario Gracia, natural de Aguas, con cuyo padre tenía yo,  una gran amistad.
 Pero en el Molino de Harinas, conocí a su molinero, que me dijo:  ”Yo, José Mairal Ferrando , me considero como último molinero de la Provincia de Huesca. Mi origen, procede del Molino de Alquézar y por tanto yo soy molinero, mi padre molinero, mi abuelo molinero, mi bisabuelo molinero y sus antecesores eran también molineros”. Añade que nació en el Molino de Almuniente, el día diez de Agosto, de mil novecientos  veintiueve,  de modo que va a cumplir dos días antes de la Fiesta de San Lorenzo, ochenta y cuatro años.  De Almuniente  pasó a moler  al Molino de Nueno, pero acabó por hacerlo en Los Molinos de Sipán, donde trabajó hasta el año de mil novecientos cincuenta y nueve, después de pasar catorce años y con esta fecha se convirtió en el último molinero, según se considera él mismo. Yo lo conocía porque frecuentaba aquellas carreteras, unas veces por ir a buscar aceite y otras porque las recorría, como Veterinario. Ahora nos vemos con frecuencia, porque vive en la capital de la Provincia, al lado de donde vivo con mi familia.
 José Mairal Ferrando, se considera a sí mismo como un Molinero de cereales, pero sin embargo, recuerda la Almazara de los Molinos de Sipán, que permite gozar de las cualidades organolépticas  tan notables y tan agradables,  como las tajadas de pan, empapadas de aceite puro. De esta agradable bocado me acuerdo de haber gozado de él, en Quinzano, en el Molino de mi contrapariente Juan Lino y de sus socios, que siendo yo veterinario de Bolea, me quisieron obsequiar.
No se acuerda sólo el Molinero de Los Molinos de Sipán, de su buen trabajo, moliendo trigo con unas piedras circulares, importadas de Francia, sino que recuerda a San Martín, al que todavía ama como Patrón de los molineros. Me dice que este santo, al encontrarse a un pobre, helado de frío, partió su propia capa,  para vestirlo con media de ella y abrigarse a sí mismo, con la otra mitad. Recuerda la fiesta que celebraban el día del santo y me dice, que encima de Vadiello, se encuentra, camino de Nocito, una Ermita de San Martín. San Martín partía su capa para repartir calor entre los que lo necesitaban y José Ferrando se ponía a partir los granos de trigo,  hasta convertirlos en harina, para que los seres humanos no pasaran hambre.
Desde la Hoya de Huesca se divisan las dos enormes alpargatas de piedra que dicen eran las de San Martín. Cuentan que cuando bajaba por los montes de la Sierra de Guara, huyendo de los gigantes de la Montaña, que ocultaban a los hombres del Somontano las diversas artes de la Agricultura, se cayó San Martín y se le llenaron las alpargatas de granos de trigo. Con esa semilla, empezaron los  somontaneses  a sembrar trigo, para obtener el pan de cada día. Más tarde San Martín fue copiando las diversas herramientas para el cultivo y aprovechamiento de sus productos. José María Mairal Ferrando y sus antepasados, se especializaron en hacer moler a las piedras,  en las orillas de los ríos, y de la misma forma que algún día algún hombre empezó a moler, ahora se ha quedado ese  José María María Mairal Ferrando,  declarandose “el último molinero”.
Y esta vida molinera no se pudo escapar de las canciones que  cantaban en los molinos los molineros y que esperaban las molineras.  Wilhein Müller escribió “La bella molinera”, que nos hace leer y escuchar  unas veinte canciones que nos hacen sentir el optimismo alegre hasta la desesperación. Eso nos ocurre cuando pensando en el amor, vemos como el molinero espera a la molinera, unas veces nos conduce a la alegría, otras a la desesperación, pero siempre animados por la Naturaleza, como en Sipán, donde en Casa Arnal, derribada por la Guerra Civil, se contempla un escudo,  que parece no ser de armas, sino de paz, porque en él , están representadas en piedra un “arna” o colmena, de donde salen unas abejas que reparten el polen por las plantas herbáceas y los árboles frutales.
El “último molinero” sabía y sabe algunas de estas canciones, como la siguiente, que me escribió en la hoja de una libreta y que así dice: “No vayas, niña al Molino y no pienses en moler, porque te puede pasar, que con el trigo que lleves, todo lo puedes perder. Perderás trigo y dinero y tu virtud, escaldada quedará por el Molino. Es mejor que ser soltera, salir casada  del templo”. Cuando paso por el río, me parece que el conductor de sus aguas, me está confiando las bellezas de la vida molinera, con las orillas del agua, que son la Naturaleza. 

Desde Carlomagno, ha habido una atracción entre Tolosa y Zaragoza

Toulouse (Francia). Zaragoza es la capital de Aragón, Reino, al que le viene el nombre    del    río, que dicen que nace en el mismo límite ...