Monasterio de Sigena (Huesca ). |
Me he encontrado con un oscense, que vive en Huesca, donde se jubiló
de un cargo que dependía de la Hacienda Pública. Empezamos nuestra conversación
y sus primeros comentarios, fueron aquellos que recordaba, de cuando iba a
cazar a los Monegros. Pero yo, que
esperaba detalles divertidos y agradables, me sentí como avergonzado de lo que
me contó, que: “le causaba dolor, vergüenza y una impresión que atacaba su personalidad, cuando recordaba las
visitas que hacía a Pallaruelo de Monegros o a Alcubierre, Villanueva de Sigena
o a Sena, para comprar una tarjeta de caza menor, es decir de conejos, de
liebres y de perdices”. Cuando llegaba a una de esas oficinas, por no llamarla
guarida, salía un aragonés monegrino, que parecía sentir tentaciones de hacerse catalán o “poseedor
del dinero”, porque al ver llegar a un individuo del Alto Aragón, parecía que
se le hinchaba el pecho y salía de la oficina, impulsando sus manos hacia el
monte, como haciendo huir al cliente y le interrogaba, diciéndole: ¿a qué
vienes tú aquí?, ¿no te das cuenta de que no posees el dinero que tienen los
barceloníes?.”
El vendedor aragonés de tarjetas
de caza, estaba perdiendo la generosidad de su condición aragonesa, pues se
estaba apoderando de él, uno de los siete pecados capitales, es decir el vicio
capital de la avaricia. No es que la avaricia sea un vicio particular de los
catalanes, pues hay ejemplos de generosidad entre ellos, igual que ahora se ven
catalanes a los que gustan mucho los intereses económicos del tres por ciento,
en capitales no comprometidos, pues no debiéndoles nada a ellos, tienen que cobrar, constantemente, intereses, intereses
del 3%.
Pero existen catalanes de una
generosidad inmensa, que en lugar de ser esclavos de la avaricia, son
practicantes de la virtud de la generosidad. Pertenece Pau Gasol al Comité
español de la Unicef. Ayuda a Haití, el País más pobre de la Tierra,
protegiendo a sus niños. Pero su amor al prójimo se extiende por 150 países.
Pau Gasol está inspirando un mundo mejor para los niños, con la grabación de
una versión de una canción para los mismos.
Los encargados aragoneses de los Cotos de
Caza, se sentían mimados, como niños, por aquellos ricos catalanes, incluyendo
entre ellos, a algún jugador del Club más importante de Barcelona, en aquellos
tiempos. En aquellos lejanos años, había una buena amistad entre Cataluña y
Aragón, porque aquellos catalanes eran ricos de verdad y los españoles de algunos
de aquellos pueblos, no tenían ni agua corriente. Vivían algunos monegrinos de
una “amistad limosnaria”. Entonces, también los catalanes se llevaron muchas
obras artísticas del Monasterio de Sigena. Entonces los pobres habitantes de pueblos como
Pallaruelo, no pasaban vergüenza por tratar bien a los catalanes y de
despreciar a los aragoneses, como el oscense licenciado de un Ministerio.
Aquellos catalanes eran ricos y los monegrinos eran pobres, pero se hacían felices unos a otros.
Pero, más tarde, aquellos
catalanes, que venían a cazar, no eran todos “unos auténticos catalanes”, sino
“Charnegos”, como llamaban a los
auténticos individuos nacidos en Cataluña y originarios de todas las regiones
españolas. Los primeros “charnegos” de aquellos tiempos, no tenían dinero para ser
los conquistadores de los Monegros. Tenían vergüenza, pero ahora que sus hijos,
que ya han nacido en Cataluña, orientados por políticos, que tienen su origen
en un “terreno dinerario” y están bien provistos de dinero, se declaran
auténticos separatistas. Antes les daba
vergüenza ser llamados “charnegos”, pero ahora que ya tienen dinero”, se
declaran auténticos separatistas”, olvidándose de que Colón, desembarcó en uno
de sus viajes a América, en Barcelona, unida en la Corona de Aragón.
Yo conozco amigos, que conocen aquellas tierras monegrinas, que aman el arte, pues alguno ha estudiado música en Barcelona y ha practicado estudios de pintura en esta ciudad.
Muchos de ellos aman a Cataluña,
porque su madre era catalana y llevan sangre en sus venas. Yo creo que tienen
motivos claros para sentir que son hermanos
de los catalanes, aragoneses y de todos los españoles. Yo creo que hay
que amarse con todos los ciudadanos del mundo y entrar en la convivencia
pacífica, con los moros del Norte de Africa y de Asia, para no romper su
hermandad con el resto de los españoles.
En estos momentos, muchos catalanes se sentirán
además europeos, cuando se ha producido una auténtica guerra entre los europeos
y los asiáticos, como casi ha ocurrido lo mismo entre cierto número de catalanes
y el resto de los españoles. Los africanos del Norte, muchos de ellos, ya se han hecho europeos,
pero a los catalanes, dicen los europeos que no los admiten como tales, si no se
reconocen españoles seculares.
Ahora que el Mundo busca el
gobierno de países mayores, algunos catalanes, se introducen en la pequeñez de
un País, que de una gran economía, está pasando a no tener dinero para pagar
los medicamentos al pueblo llano.
¡Qué respeten el ferrocarril de Canfrán, que
unirá a Marruecos y a España con toda Europa!.
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