viernes, 7 de noviembre de 2014

La Carrodilla de Estadilla

Santuario de la Carrodilla ( Estadilla- Huesca )


No es Estadilla un lugar para pasar por él apresurados, sino que es digno paraje, para una larga estada, estancia o estadía. Desde el caudaloso río Cinca se pasa por huertas de frutales acodados, por prados artificiales y olivares centenarios para llegar a un pueblo de infanzones donde tienen solar casas como la de Sichar, auténtico museo de arte y de historia aragonesa.
Desde el pueblo por camino agreste, abundoso en rocas, enebros y romeros, se asciende hasta la Sierra. Vamos acompañando a un peregrino argentino que en lugar de conchas y bordón va provisto de cámara y de una doble devoción: a la Virgen de la Carrodilla y al mundo de la Hispanidad. Cuando avistamos la ermita, preso de gran emoción, hace detener el coche, para plasmar un retrato de la Ermita desde lejos. Una vez ante la Imagen se llega a la conclusión de que la Virgen Serrana, si no tiene más altares que su hermana del Pilar, tiene, en cambio más coronas que todas las de este mundo, porque parece que el Señor acordándose de su Madre, derramó alrededor de la Ermita, miles de piedrecillas, cada una con su corona.
El pórtico está empedrado con guijarros esféricos, que al abrirlos patentizan coronetas  sinnúmeras, concéntricas, en homenaje a la madre de Estadilla; de Estadilla y de Mendoza de la lejana Argentina. Está cuidada la Ermita, a pesar de la distancia y es que los estadillanos, que progresan en técnica no olvidan la tradición ni su “fabla” aragonesa.
¡Qué ejemplo le ha dado a Huesca, a cuya Ermita de las Santas Nunila y Alodia, la rodea el abandono, una náusea de basuras y de huesos profanados!. Gracias al celo de las autoridades actuales, se está convirtiendo el conjunto de la Ermita de las Mártires, en un recuerdo divino y al mismo tiempo humano.
El pedestal de la Virgen lo adorna el eje de un carro con sus respectivas ruedas. Los gauchos en Argentina dicen que cantan del carro: ” porque no engraso los ejes me llaman abandonao ,si amí me gusta que suenen, ¡pa qué los quiero engrasar!”.
Eso les pasa a los oscenses con su Ermita, en cambio los de Estadilla y los mendocinos de la República hermana, cuidan de su Carrodilla, y así fomentan a un tiempo una devoción mística y una devoción hispánica.
Te envío un Ave María, Virgen de la Carrodilla y mis saludos a todos los vecinos de Estadilla.


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