¿Cómo no se va a convertir en leyenda, la vida convertida en muerte, violentamente, de ese sacerdote, retratado en Siétamo, por el judío-alemán Hans Gutmann, que se nacionalizó español y que cambió su nombre por Juan Guzmán, y que ha conmovido a multitud de hombres y mujeres, que han contemplado su fotografía?. Y además, yo mismo, para nombrar al mártir, me he inventado el nombre de “Jesús”, que lo exhibo en el título de este artículo. A todos admira la figura santa de este mártir con su sonrisa, que cuando lanzó al aire su grito de ¡Viva Cristo Rey!, sabía que le iba a costar su propia vida. Pero nadie sabe su nombre verdadero, ni su apellido, ni el origen del convento, del que provenía, porque, para mí, era un miembro del clero regular, por su recogimiento, devoción y piedad. Yo soy del pueblo de Siétamo, provincia de Huesca, de la que lo separan doce kilómetros y sin embargo, nadie lo conocía en dicho pueblo. Es natural, porque el río Guatizalema, separaba las fuerzas gubernamentales y las fuerzas de los diversos sindicatos, que fusilaban a los miembros de la iglesia y a los defensores de Siétamo, que al fin conquistaron. En ambos lados del río, eran distintas las verdades y las mentiras y no se enteraban los defensores de Siétamo de los muertos, que iban cayendo al otro lado del río Guatizalema, pero cuando entraron los conquistadores en el pueblo, de vio con claridad la cantidad de muertos que se produjeron por ambas partes, pero se vio sin claridad la muerte de “Jesús”, de quien nadie se acordaba. Ahora, sin embargo, nos acordamos muchos de él, al contemplar la fotografía, de un hombre de mirada firme, con los brazos en jarras, por llevar los brazos atados, detrás de su cintura, que lo convirtieron en un hombre firme y valiente.
Yo creo conocer el lugar donde fue fusilado, pero no puedo asegurarlo, porque la Sierra de Guara que está al fondo de la fotografía, está en parte oculta por las nubes o boiras, como aquí las llamamos. Hasta el tiempo colaboró en la creación de esta leyenda, impidiendo identificar el fondo de la fotografía, que es la Sierra de Guara.
Hay en España un interés enorme por la identificación del mártir, fotografiado en Siétamo, a punto de morir, por Hans Gutmann, que después se cambió el nombre por el de Juan Guzmán. Del fotógrafo conocemos dos nombres y del fotografiado, ninguno. Muchos españoles llevan consigo o cuelgan en sus casas, la fotografía de este mártir, al que yo llamo el “Padre Jesús” y otros lo identifican con el Beato Martín Martínez,natural de Valdealgorfa (Teruel), perteneciente a la diócesis de Zaragoza. Llamar “Jesús” a este mártir, se debe a encontrarme en él, un hombre que se parece a Cristo en su pasión y muerte, pero llamarlo Beato Martín Martínez, es debido a la identificación espiritual, pero no material, de este Beato con el también mártir, al que yo llamo “Jesús”. Yo sueño con el nombre del mártir de la fotografía y el Decano de la Facultad de Teología de San Dámaso, Pablo Domínguez, fallecido en accidente de montaña en 2010, después de conseguir la foto en Moscú (ahora ya no sólo se encuentran sus fotos en España), tenía la fotografía de “Jesús”, la tenía en su despacho y tal como informa Alfa y Omega, al verla, le gustó y “ al leer las frases del recuadro, se interesó mucho más”. Se sentía emocionado y con ganas de imitarle. Le parecía que se trataba del sacerdote español, Beato Martín Martínez, de Valdealgorfa, pero tan sólo se le parecía. Estaba admirado de los dos mártires, a saber de “Jesús” y del Beato Martín Martínez, pero estaba en la duda, porque en el retrato ponía el nombre de éste, pero acompañado por un UN INTERROGANTE. ESTABA LEGENDARIAMENTE ENAMORADO DE LAS VIRTUDES DE AMBOS MÁRTIRES. Y ahora al que todavía no conocemos su verdadero nombre, le han surgido dos, a saber, uno el de “Jesús” y otro el de Martín. Es que su historia se ha convertido en leyenda.
Desde este momento, son muchos los devotos del “Padre Jesús” que lo identifican con el Beato Martín Martínez y le dedican oraciones al “doble mártir”. Su duda se ha corrido por las mentes y los corazones de multitud de españoles, para convertir la historia en leyenda.
Han sido varios los que me han interrogado sobre la personalidad del “Padre Jesús”, pero yo no puedo resolver el problema porque soy un ignorante de su origen, de la Orden religiosa a la que pertenecía y de su nombre. Pero lo que sé, es que no es la misma persona que el Beato Martín Martínez. En el artículo escrito por mí, en el blog “http:// www.escritosde ignacioalmudevar.blogspot.com/”, se lee, que en las fotos que mando, “el “Padre Jesús” poseía una cabeza barbada y triangular con una amplia frente, bajando por los dos lados de su cara para casi coincidir en punta en su barbilla. Su cabeza está revestida por un pelo largo, rebosante y con tendencia a ser rizado, una frente noble y enorme, y con el pelo que parece de color claro y el rostro del Beato Martín Martínez es como un paralelogramo, de pelo negro, corto y con su barbilla más amplia que la puntiaguda del “Padre Jesús”. En la fotografía se ve al “Padre Jesús”, con una camisa sin cuello, porque el traje de su Orden, se lo había quitado, hacía ya días, lleva el pelo muy largo y en cambio el Beato Martín Martínez, iba con el pelo corto y con su figura limpia en lo físico y sin una abandonada barba. Se ve al Norte la Sierra de Guara y el campo donde fue fusilado está espeso de plantas de anís, como ahora. En la parte Sur se halla ¿un enterramiento?, pero no se pueden sacar los restos para comprobar el ADN, porque no se conoce a su familia, Pero también en esta descripción le queda una entrada a la leyenda, porque resulta difícil identificar a la Sierra de Guara, porque cubren sus alturas, oscuras nubes y al enterramiento.
Se ha investigado la personalidad del mártir “Jesús”, por ejemplo un señor de la provincia de Alicante, de cuyo nombre “no puedo acordarme”, pero con el que espero volver a conversar, que consultó con el canónigo e historiador de los mártires de la Guerra Civil, don Damián Peñart y Peñart. Estuvo en el Monaterio de El Pueyo de Barbastro, del que asesinaron a los frailes del convento. Estuvo consultando en la Diócesis de Lérida y más tarde en la de Barcelona, de las que no pudo obtener ningún resultado.
En cierta ocasión, cuando yo, acompañado por mi nieto Pablo, y por el cofrade del Viñedo, Joaquín Borruel Buil, bajaba de ver a la Virgen de dicho santuario, al llegar a la carretera N-240, tuve con el Doctor Don Luis Chiva, que viajaba con sus numerosos hijos y con su esposa, un pequeñísimo accidente. Al mostrarnos mutuamente las documentaciones, apareció la fotografía del “Padre Jesús” y allí se acabaron las palabras relativas al incidente y comenzamos a hablar de los misterios del Mártir. El día cinco de Septiembre del año 2010, me escribió lo siguiente: “La fotografía del sacerdote fusilado en Siétamo es para mí una verdadera intriga y en internet se pueden encontrar muchas referencias que hacen pensar que se trata del sacerdote Martín Martínez Pascual”. En el artículo “El Doctor Don Luis Chiva y El “Padre Jesús”, escribo “No creo que conociendo sólo un poco el martirio del Beato Martín Martínez Pascual y comparándolo con el del “Padre Jesús”, como yo lo llamo, se concluya que son ambos la misma persona. En su martirio el Beato Martín Martínez Pascual iba rodeado de milicianos con otros seis sacerdotes. Los hicieron subir en un camión y éste marchó en dirección al cementerio de Alcañiz, donde fueron fusilados. Alcañiz está situado a unos ciento cuarenta kilómetros de Siétamo y el mártir sacrificado en Siétamo, murió solo. Se conoce el lugar, muy aproximado, de su fusilamiento. Y parece ser que su lugar de enterramiento está allí mismo, sin seguridad”. Entonces no perdían el tiempo ni gastaban las energías en enterrar a los que asesinaban. Sigue Don Luis dando su opinión, que es la siguiente:”Existen algunas contradicciones entre esta referencia, como que no fue fusilado en Siétamo sino en Alcañiz; yo he visto una fotografía del sacerdote de Valdealgorfa y no los veo parecidos. Mira a ver si tu puedes ayudar a deshacer este enigma”. Al Doctor Don Luis Chiva se le plantea un enigma, de la misma forma que a mí, me parece una leyenda.
Mirando la fotografía de ambos mártires, se ve claramente que no eran la misma persona pues el Decano de Teología, que vivía en Madrid, consiguió la foto del “Padre Jesús” en Moscú. Murió en la Montaña aragonesa con la duda de si se trataba del Beato Martín Martínez Pascual, porque la foto iba acompañada de un interrogante, sobre si sería él o se trataría de aquel al que yo nombro como el “Padre Jesús.
El día uno de Julio de 2009, me escribió Don Fernando Hernández Surmann, desde Palma de Mallorca, que entre otras cosas me decía:”No sabe la alegría que me dio con su llamada….Le contaré un poco la historia de mi interés por nuestro común amigo “Jesús”…….Como le contaba por teléfono, un buen amigo, Don Pablo Domínguez Prieto, decano de la Facultad de Teología de Madrid, tenía esta foto en su despacho. La tenía gran devoción y decía que quería que su sacerdocio fuera vivido con esa intensidad que se aprecia en la mirada del mártir. Él creía, no sé por qué, que era de un operario llamado Martín Martínez Pascual, mártir beatificado recientemente. No sé por qué creía que era esta persona, pero lo cierto es que tenía su nombre escrito entre interrogantes en la foto. Al fallecer en trágicas circunstancias, tratando de ayudar a una amiga montañera que acababa de precipitarse por las laderas heladas del Moncayo, se ha llevado su secreto a la tumba. He visto que se ha hecho muy famosa la foto en cuestión tras publicarse en Alfa y Omega, suplemento religioso de ABC que seguro que usted conoce de sobra. Y, al llevar la referencia de Don Pablo, pues se ha difundido en Internet esta identidad, que como le mostraré es falsa. El beato Martín Martínez Pascual fue martirizado el martes 18 de Agosto de 1936. Lo fusilaron camino del cementerio de su pueblo, Aldealgorfa, que está en Teruel. En el proceso de beatificación se recogen muchos testimonios de su martirio, pero en ninguno se recoge el que fuera fotografiado por un fotógrafo de las Brigadas Internacionales. Además la foto no se parece a nuestro “Jesús”, pues no lleva barba y parece menos esbelto. Yo tengo un ejemplar del libro que recoge los testimonios de su martirio, llamado “Testigos de su sacerdocio” de Juan de Andrés, publicado por Ediciones Sígueme en 1990. También me puse en contacto con los Operarios Diocesanos, a cuya congregación pertenecían estos mártires, y le mandé nuestra foto a Don Feliciano Villa, sacerdote de dicha congregación. Me contestó que no creía que la foto fuera del Beato Martín. Por otro lado, mis pesquisas se dirigieron al autor de la foto. Juan Guzmán es el nombre que se puso Hans Gutmann, comunista alemán nacido en Colonia, de probable origen judío, que vino a España a combatir el fascismo internacional”, a la paraolímpiada obrera de Barcelona del 36,que no llegó a celebrarse por adelantarse el Alzamiento Nacional. Creo que Ricardo de la Cierva dice que esta olimpiada, reacción a la de Berlín, fue un pretexto de los rojos para hacer llegar revolucionarios simpatizantes con la República, para acelerar la revolución que ya estaba en marcha. El caso es que Gutmann no tardó en unirse a una columna llamada “Thaelmann”, en honor del comunista alemán matado por Hitler. La llamaban la “Columna judía Thaelmann”, porque la mayoría de sus miembros eran judíos alemanes. Como no debían ser muchos, se unieron a las columnas que PSUC,POUM y FAI mandaron a Huesca. Entre las fotos de Gutmann que muestran que estuvo en Siétamo (además de la nuestra) hay una que se titula “Milicianos de la columna del Barrio-Trueba en Siétamo”. Gutmann se casó con una española y españolizó su nombre por el Juan Guzmán, no sabemos si antes o después de casarse. Adquirió pasaporte español e hizo fotos del bando nacional. En 1939 se exiló a Méjico con su mujer (no se ha logrado saber su nombre).Mantuvo contacto con círculos troskistas (Diego Ribera y Frida Kahlo, comunistas de ascendencia judía).Llegó a fotografiar a Trotsky antes de su asesinato a manos estalinistas. Siguió su trabajo de fotógrafo profesional para la revista Life y otras. Ocultó su ascendencia alemana y evitó el contacto con alemanes; en una ocasión hasta se hizo el sordo y mudo para no delatarse. Su archivo salió a la luz en los 90, cuando la agencia EFE adquirió los negativos de su viuda”.
Este es el artículo mejor redactado y con más conocimientos de todos los que he leído sobre el nombre real, del nombre de “Jesús” o del nombre de Martín con qué rebautizaron al mártir de la famosa fotografía. Igual se rebautizó Hans Gutmann con el nombre de Juan Guzmán.
Y quiero acabar este artículo con las palabras de Don Fernando Hernández Surmann, cuando escribe:” Créame que estoy de acuerdo con usted en esa visión de fe, sin la cual todos estos hechos se hacen completamente incomprensibles. La grandeza de los mártires es, precisamente, que murieron por su fe, que murieron perdonando, y que completaron en su carne el sacrificio redentor de Cristo. Por eso me ha gustado tanto que llamara a nuestro hombre “Jesús”. No podía llamarse de otro modo porque, de alguna forma, es Él mismo”.