Al pueblo de Pertusa, lo
colocaron en una profunda península, rodeada por el río Alcanadre, al que se baja por un camino, a uno de cuyos lados, se conservan unas tristes
murallas. Preside esta pequeña península,
una iglesia, proyectada, como el
Monasterio del Escorial, por el arquitecto Herrera. En aquel lugar, se siente
uno entre los Monegros y el Somontano, entre la sequía y el riego del Canal,
que hace con sus aguas, reverdecer amplias extensiones de maíz. Porque el Canal
de Monegros, ha cambiado el aspecto de aquellas secas tierras. Desde el fondo del río Alcanadre, que forma
una península abrazando a Pertusa, se oyen correr sus aguas, que hacen
sonar una música primitiva, que canta al templo herreriano, con sus esculturas
quietas y tranquilas, que se encuentran rodeadas, por arriba por el cielo, con la
elevada y vigilante ermita, desde la que se ven llanuras de inmensos maizales y
que hacen pensar que la Virgen, se está mirando al río Alcanadre, con su península
que abraza a Pertusa, escucha su corriente y desde la altura, protege a sus
hijos de Pertusa.
Ahora ya no se escuchan los
sonidos continuos que marcaba el viejo Molino de Pertusa, pero todavía andan por el mundo, antiguos hijos de la
historia, que en otros tiempos hizo
sonar esos cloc-cloc, de las losas del Molino,
impulsadas por el agua del río Alcanadre.
Existen algunos descendientes de
los molineros de Pertusa, pues de ellos, he recibido, las siguientes
observaciones, a través del aparato, que
llamamos ordenador: ”Como todos los artículos de Ignacio Almudévar Zamora, me
ha encantado, pues además de dar una visión de Huesca, la Hoya, el Somontano
durante el siglo XX, también incluye datos históricos de siglos anteriores. Hay
otras razones que me han hecho muy agradable este artículo, pues aparecen datos
sobre las familias Borruel y Azara, ya que mi abuelo se llamaba Antonio Borruel
Azara, nacido en Pertusa. Hay otra circunstancia, estudié en Villaba con JESÚS ALMUDÉVAR
ZAMORA, hermano de Ignacio en Siétamo”.
Gracias ANÓNIMO que te has dignado
escribir este pasaje, nombrando a mí hermano Jesús. Era éste un caballero amante
del pueblo y de un corazón generoso. ¡Gracias, amigo Anónimo, que espero conocerte con todos
tus nombres y apellidos!.
Pero no sólo me
escribió esta noticia agradable, sino
que me mandó otro día, la siguiente:”El artículo muy interesante, pues nos
muestra la vida en los Molinos de Huesca. Lo que más me ha congratulado es que
habla mucho del mismo Molino de Pertusa, debido a que mi abuelo Antonio Borruel
Azara, nacido en Pertusa, trabajó o regentó dicho Molino, quizá con mi
bisabuelo Jaime Puyol Molinos, todo esto pudo ocurrir hacia 1890. Hacia 1895 Antonio
Borruel estuvo regentando el Molino de Sesa. En 1900 regentaba el Molino de
Novelles. En 1914 el de Sadaba. En 1918 el de Uncastillo. Si alguien me puede
dar noticias, sobre el Molino de Pertusa, estaría muy agradecido. Mi correo es
abopamplona gmail,con teléfono 9482545512, en el Molino de piedra”. El amor y
el entusiasmo por su antiguo pueblo de Pertusa y por sus apellidos, me han
empujado a conocer a este descendiente
de los molineros de Pertusa. Me encuentro ignorante del nombre y de los
apellidos del señor Anónimo, amigo de mi hermano Jesús, pero el mismo escribe
que su abuelo se llamaba Antonio Borruel
Azara, que había nacido en
Pertusa. Pero el señor anónimo, ya me ha enseñado el nombre de un antepasado
suyo, a saber el de Borruel AZARA.
En Linajes de
Aragón, pone: ”Pedro , después que mudó el apellido de Azagra por el de Azara, trasladó
su residencia al vecino pueblo de Pertusa, donde levantó casal en sus
inmediaciones, que debe ser el Casal de Barbuñales, teniendo en cuenta que este
pueblo , en la antigüedad fue un barrio de Pertusa, y esto parece confirmarse
por no haber noticia en Pertusa de que existiese allí, la familia de Azara”.
Pero “cuando empieza a vislumbrarse alguna claridad sobre este asunto es en el
siblo XI.
“Azagra es una villa de Navarra,
que se supone fundada o conquistada por alguno de los campeones de esta
familia”.” Azara es un pueblo situado a dos leguas de Barbastro, que la
tradición sostiene que fue fundado por uno de la familia de este nombre, que al
conquistarlo a los moros y poblarlo de
cristianos le dio su nombre de Azara”. ¿Sería un hombre nacido en la navarra Estella, que siendo habitante de Barbastro, para diferenciarse de su sobrino, se quitó la
letra g de su apellido?. De tal forma
quedó convertido el apellido Azagra en Azara, aunque en el mundo todavía
existen unos y otros.
El Azagra, que convirtió esta
palabra en Azara, se llamaba Pedro y “trasladó, tal vez de Barbastro su residencia
al pueblo de Pertusa, y en sus
inmediaciones, levantó el que tal vez sea el casal de Barbuñales, teniendo en
cuenta que este pueblo en la antigüedad fue un barrio de Pertusa, y esto parece
confirmarse por no haber noticia en Pertusa de que existiese allí la familia
Azara”. Ese Pedro completaba su nombre con el apellido Rodríguez de Azara.
A continuación, leo en los
Linajes de Aragón que entre los hijos del capitán de caballos, Pedro Rodríguez
de Azara, en el reinado de Don Jaime, que conquistó Valencia, conservaron el
uso del apellido Azara, y entre ellos, encontramos a Don Emilio Rodríguez de Azara. Este tomó la vecindad en
Pertusa, que se encuentra a una legua de Barbuñales.
Entre otros Azara ,descendientes
de Don Emilio , encontramos a otro Don Pedro, casado con Doña Ana de Monguel, también
capitán de caballería y premiado por el Rey Alfonso V de Aragón, como noble
Infanzón de Barbuñales. En este barrio de Pertusa nació, pero se avecinó en
Sieso (Huesca), con propiedades en Pertusa y Peraltilla. En mis viajes a Sieso,
al lado de Casa Almudévar, me informaron que se encuentra un huerto, en el que
se asentaba la casa de Don Pedro Azara y de doña Ana de Monguel, frente a una
pequeña Plaza.
De casa Almudévar de Sieso, salió
hacia Barluenga una parte de la familia y allí quedó Doña Violante Almudévar. En
esta casa vivió casada con su marido de la familia, que en la Edad Media, ganó
la Batalla del Alcoraz en el Cerro de San Jorge. Era montañés y bajó a vivir a
Sieso. Esta familia Claver tuvo un miembro, que fue San Francisco Claver, que
evangelizó las Américas. Violante fue también pariente de los Abarca, a los que
perteneció el Conde de Aranda.
En Sieso estaban los Azara, al
lado de la casa de los Almudévar, pero ignoro qué grado de parentesco habría
entre éstos y los Azara que fueron a vivir a Siétamo. Se casó Martín Azara y
Alquézar el dieciséis de Septiembre del año de 1588, con María Salinas de
Siétamo y aquí se volvieron a encontrar los Almudévar con los Azara.
Casa Almudévar de Sieso fue
comprada a los Almudévar por el esposo de Violante Almudévar, Miguel Claver en
1540, quedando últimamente en propiedad de Violante Almudévar.
Los Azara que se fueron a vivir a
Siétamo, como acabo de escribir en 1588,
debieron acudir desde el pueblo de Azara. Procedían de dicho pueblo, como
se ve en el escudo de dicha población, que es igual al que fue destruido en la
Parroquia de Siétamo y que todavía se exhibe en una alacena de casa Almudévar.
De las distintas generaciones de
Azaras, “se asentaron algunos hijos de Don Pedro Monserrate de Azara y Anduaga,
noble de Barbuñales, que contrajo matrimonio con Doña Antonia López, con la que
procreó, entre otros a Pedro y Martín, que juntos probaron de nuevo su infanzonía,
obteniendo su confirmación del Justicia Mayor de Aragón el trece de Junio de
1587. Uno de ellos se trasladó al pueblo de Lascellas”. Allí pude contemplar el
antiguo escudo de los Azaras. En Linajes de Aragón, pone:” En Arbaniés también
había un casal de infanzones del apellido Azara. En la casa no hay escudo, pero
en un mosaico pone “Casa de los Azaras”. Este apellido subió a Arbaniés desde
Casa Azara de Siétamo, como expongo en un artículo.
Siguen después de Pedro
Monserrate de Azara y Anduaga, varios Azaras, entre los que figura Mamés de
Azara, nacido en Barbuñales el 17 de Mayo de 1698, que fue sacerdote y canónigo
de la Catedral de Huesca y catedrático de la Universidad de Huesca y “Como
pretendiese en su tiempo el conde de Aranda, el señorío temporal de la Baronía
de Pertusa, a la que pertenecía Barbuñales, se opusieron los cinco pueblos que
la componían, y Don Mamés tomó a su cargo la defensa del pleito, logrando no
sólo vencer al Conde en cuantos Tribunales se presentó el asunto, sino que
también dejó exenta la Baronía del pago
de 50 libras a Zaragoza, por considerarse como barrio de dicha ciudad, declarándoles
realengos, por lo que se le denominó el libertador de su país. Murió de cerca
de setenta y cinco años en Huesca el 23 de febrero de 1773”.
Con Don Alejandro Azara y Doña
María Perera viene la parte de la familia Azara, más conocida, y que abrieron una brillante historia con su
numerosos hijos y una hija. Esta nació de la citada pareja en Diciembre de 1739
y se casó con el Señor de Bardají y de Graus,
para ser más tarde madre del Cardenal Bardají.
El seis veces embajador en
Europa, José Nicolás de Azara y Perera, fue hermano de la hija de
Alejandro Azara y de María Perera y que
nació el 5 de Diciembre de 1730. Estudió en la Universidad de Huesca, donde
también lo hicieron los Azara de Siétamo. En mi trabajo “Casa Azara convertida
en Casa Almudévar”, escribí “Ambos Azara,
los de Barbuñales y los de Siétamo estudiaron en la Universidad de Huesca, por
ejemplo Martín Azara de Barbuñales obtuvo el título de Graduado en dicha Facultad, Martín Azara en 1587, José
Azara y Toro de Siétamo en 1710,
Francisco Mamés Azara Loscertales y Foncillas en 1722, Pascual Azara de Siétamo
en 1732. El mismo Don Pedro Abarca de Bolea, Conde de Aranda, fue investido
Doctor en Leyes por la Universida de Huesca, en Siétamo, el dos de Septiembre
de 1769”.
Fue un gran hombre, influyendo en
la política europea, pues Napoleón “quiso hacerlo Gran Maestre de Malta,
preeminencia que no aceptó”. Fue premiado por su conducta ejemplar con el
título de Marques de Nibbiano. Murió en 1884.
Hemos visto como Mamés de Azara,
que murió en 1773, ganó un Juicio al Conde de Aranda por el título de Barón de
Pertusa. Pero a pesar de tal pequeña lucha, con Don Pedro Abarca de Bolea,
mantuvo una amistad ejemplar. En mi artículo “Casa Azara convertida en Casa Almudévar”,
escribo lo siguiente:”y las cartas que se escribían José Nicolás de Azara con
el Conde de Aranda, que en sus altas misiones buscaban el bien de España, no
sólo escribían los acontecimientos políticos en nuestro País y en Europa, sino
que también comentaban el tiempo atmosférico en Aragón, en sus respectivos
pueblos de Barbuñales y Siétamo, cuando perjudicaba la sequía en alguna época
del año. No podían olvidar sus orígenes del secano de Aragón, se alegraban
cuando la lluvia caía sobre estas secas tierras”. No podían tampoco olvidar a
sus amigos de Barbuñales y de Siétamo, como a todos los Azara de aquellos
pueblos del Somontano. ¡Cómo no se habían de olvidar del Juicio, que en tiempos
pasados tuvieron sobre la Baronía de Pertusa!
Destaca en la Ciencia del Mundo
Félix Azara Perera ( 1742-1821), que fue militar y Naturalista de fama
Universal, que estuvo en Paraguay durante veinte años y que regresó a España en
1801. Se le ofrecieron en España ocupaciones notables, pero él se refugió en
Barbuñales y fue enterrado en la capilla de la Catedral de Huesca, en compañía
de los sabios oscenses, los Lastanosa. En Linajes de Aragón se lee: “Su retrato
obra de Goya, se conserva en la casa Azara de Barbuñales, y el que obra en la
Academia de Segovia está sacado de dicho retrato y mudados los uniformes”
Estuvo como profesor de la
Universidad de Huesca Don Lorenzo Azara Perera
(1744-1771) y además Dean de su Catedral. Este iba y venía a Barbuñales
y mantenía la amistad con el Conde de Aranda y con los Azara de Siétamo.
Todavía queda en Barbuñales una carroza de caballos, con la que viajaba a Huesca e incluso Don José
Miguel de Azara, con esa carroza se desplazaba a París. Don Eustaquio Azara
Perera (1727-1757) fue Obispo de Barcelona.
Todos los hijos e hija de Alejandro
Azara y de María Perera, fueron personas notables e inteligentes, destacando
Don Félix de Azara, Gran Naturalista y José Nicolás de Azara, Diplomático,
Embajador en Roma y Marqués de Nibbiano, que cultivó una gran correspondencia
con el Conde de Aranda, que estuvo muchos años en París. El Conde de Aranda,
viajaba por Europa y por España, pero no perdía la oportunidad de encontrarse
en su Palacio de Siétamo con Don Lorenzo Azara Perera, Deán de la Catedral de
Huesca y con los vecinos de Siétamo. El Conde de Aranda recibió el título de
Doctor en Leyes, en el mismo pueblo de Siétamo. ¡Cómo se acordaba de su pueblo el
Conde, que siempre viajaba por el extranjero, de su pueblo de Siétamo!.
El apellido Azara procede de
Navarra, concretamente de Estella. Se asentó en Aragón y conquistaron pueblo de
Azara, donde se conoce el escudo más antiguo de los Azara. Se extendieron por
Italia y por la zona de Huesca, como Peraltilla, Loscertales, Barbuñales y
Pertusa. Se encontraron apellidos Azara en Siétamo , Arbaniés , Coscullano y
diversos pueblos más. Destacan en la Historia los Azara de Barbuñales, unos en
las guerras, otros en la Iglesia y muchos desconocidos actualmente, en el
trabajo. Parece ser que algunos Azara se dedicaron moler cereales en los Molinos,
sintiéndose antecesores de los industriales modernos.
Cuando ya Francisca Azara era la
última heredera de los de su apellido en Siétamo, se casó con Pascual Escabosa
de Ola, con el que explotaron un Molino en el río Guatizalema. Esta afirmación
se demuestra con los documentos que yo, como descendiente, de los Azara, poseo
en Siétamo. En la Memoria que los Azara dirigieron al Conde de Aranda, dicen:
Excelentísimo Señor, Pascual Escabosa y Francisca Azara conyugues vecinos del lugar de Siétamo y Vasallos de
Vuestra Excelencia, se presentan y dicen que para la construcción de un nuevo
Molino en el dicho Lugar, ha sido preciso el abrir la nueva acequia anualmente
y que mucho tiempo estuvo cargada por dentro de una viña de los Suplicantes… y
piden que esta gracia se ponga en anotación de los Libros de la Casa de V.E.,
para que conste de los motivos porque V.E.,
fue servido hacerla”.
Hemos descubierto el apellido
Azara entre la nobleza de Aragón, así como entre la Infanzonía de Barbuñales,
en otros tiempos dependiente de Pertusa, en la de Siétamo, en Sieso y en Peraltilla,
Loscertales, Coscullano y tantos otros. Hemos visto llegar al Título de Marqués
de Nibbiano, y veneramos en la Catedral de Huesca al amigo de Goya y Hombre de Ciencia, Félix Azara. En casa Azara de Barbuáles, se
expone un retrato suyo, pintado por Goya. Además se encontraban Azaras en
Monflorite y en un pequeño pueblo
próximo a Huerto.
Pero llama la atención la
evolución de los Azara, que trabajaron en la industria de los Molinos en los
ríos, como Francisca Azara, casada con Pascual Escabosa, que renovaron el
funcionamiento del Molino, impulsado por el río Guatizalema. Las aguas de este
río desembocan en el río Alcanadre, que, en Pertusa, tu antepasado abuelo,
molió cereales. Tu abuelo fue Antonio Borruel AZARA y nació en Pertusa. ¡Qué
cerca estaban los Azara, unos de otros!. Trabajan en las mismas aguas de ambos
ríos.
Desde los Azaras pertenecientes a
la nobleza, los Militares, los Obispos y otros miembros del Clero, se
encontraban los agricultores, los ganaderos y aquellos como mi antepasada
Francisca Azara y tu abuelo Antonio Borruel AZARA, que se dedicaron a la
industria de los Molinos.
La actividad de los Molinos casi
ha desaparecido, pero como escribo en mi artículo “Molinos y molineros”,
algunos de ellos han conservado la molienda en grandes Fábricas o Molinos
Industriales, porque “el molino es una máquina y sin embargo conserva poesía y
además de dar trabajo, conlleva humanidad. El trabajo de las Fábricas de
Harina, reparte trabajo, que combate el ocio, resultando sublime ante el paro”.
Me acuerdo de Don José Porta, creador de la Fábrica de Harinas de Huesca, que
ya trabajó de niño en el Molino de Quicena y que tuvo molineros parientes en el
Molino de Pertusa, como Antonio Borruel AZARA.
Quedamos nostálgicos de los
Molinos, tu y yo, que tenemos algunos genes de los Azara y otros muchos que ya
no se sabe de dónde vienen. Mi abuelo Manuel Almudévar Vallés levantó con el
padre de Silvio Kosti, es decir con Manuel Bescós Almudévar, la Fábrica de
Harinas de Siétamo. En esta trabajó el esposo de una tía de Don José Porta y en
Pertusa molió trigo, otro pariente de Porta, cuando marchó Antonio
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