Este relato fue escrito por un
señor del que conocemos las letras iniciales de su nombre y apellidos, que son
J.P.L., del año de 1840. Sin embargo, mejor conocemos el nombre de su sobrina,
Doña María Teresa Adriani Rossigue de Cavero. El caballero de nombre encubierto
por las tres mayúsculas J.P.L., iba a visitar
a su sobrina al Castillo de Argavieso, pueblo que se encuentra debajo de
Alcalá del Obispo y encima de Novales, a escasos kilómetros de Huesca, a unas
tres horas caminando. Pero no le era ajena su vida a esta fortaleza,”resto bien
conservado todavía de antes de la Edad Media, la imponente y elevada cordillera
del riscoso Guara, los infinitos pueblos situados en su falda, los fértiles
valles por donde corre, a veces manso y otras como un torrente, el delicioso
río Guatizalema, sus bellas cascadas, las fuentes saludables que brotan por dó
quiera, la Peña llamada la Mora encantada…”.”Su esposo, sobrino del escritor J. P. L., se llamaba Félix Cavero
y era un caballero de Alta Alcurnia, que fue el heredero del antiguo Castillo
de Argavieso, cerca de la ciudad de Huesca, según está escrito en un relato del
año de 1840. El río Guatzalema que nace en la Sierra de Aineto a 1.370 metros
de altitud, sigue por el valle de Nocito, pasa por Vadiello, bajan sus aguas
hasta la Almunia del Romeral y una vez en la llanura, desemboca en el río
Alcanadre.
El río Guatizalema lleva sus
aguas por Nocito, las acumula en el Pantano de Vadiello y bajan a la Tierra
Plana por Almunia del Romeral, por
Arbaniés, por el pueblo de Siétamo, en que yo nací, sigue por Pueyo de Fañanás,
regando los términos de Fañanás, de Alcalá, de Ola, de Argavieso (que se encuentra a tres horas
de camino de la capital de Huesca) y de Novales, hasta desembocar en el río
Alcanadre.
En la misma Sierra de Guara, se
encuentra en el pueblo de Nocito, un templo dedicado a San Urbez y una ermita
más pequeña. De la misma Sierra de Guara, salía un camino muy primitivo, al
pueblo de San Julián de Banzo. Y desde
este pueblo, bajaba San Urbez por Loporzano al pueblo romano de QUINTO, hoy al
lado de la carretera N-240, y desde éste corría todo el Saso, hasta OlLA. San Urbez vivió en la Montaña y en
su Somontano, cuando los moros ya habían invadido OLA y el SASO. Se dedicaba a
cuidar ovejas y a cultivar su fe en el
Dios del Cielo, a la Virgen María y de Cristo crucificado. De vez en cuando
subía a San Martín de la Val D’Onsera, donde
todavía se encuentra un templo, en el que oró San Urbez. Aquí vivió muchos
años, pero fueron unos cincuenta los que pasó en Nocito. El Santo se hizo de cien años de edad.
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Ermita de la Valdonsera. |
San Urbez, cristiano en aquellos
años de invasión de los Moros, vivió unos años en San Martín de la Val D’ Onsera,
pero en aquella Paz, muchas veces interrumpida por las diferencias entre el
mundo islámico y el cristiano, conservaba su vida en aquel antiguo Monasterio
de la Sierra de Guara, al que resultaba casi imposible llegar a los moros.
Vivía el Santo en el mismo lugar en que
los moros vivían en OLA y en los pueblos del Sur de la Sierra de Guara, pero
tenía su posible refugio en San Martín de la Val D’Onsera. En casa OTAL DE OLA,
conservan con todo respeto y cariño, una LOSA DE PIEDRA ARENISCA, en la que dormía San Urbez. Antonio
Otal no sabe qué hacer para que esa losa
pétrea- arenisca, no se vaya descomponiendo.
Hay una larga época desde que los
moros invadieron España hasta que el Rey Cristiano Sancho Ramírez, en el año de
mil noventa y seis, conquistó con sus tropas, el pueblo de Argavieso y los que
estaban en la orilla del río Guatizalema, debajo de la Sierra de Guara. San
Urbez tenía su “nido” en San Martín de la Val D’Onsera, pero cuidaba las ovejas
en el Saso, que va desde la gran Cruz que mira al Monasterio de Montearagón,
hasta Argavieso. Pero esta vida de lucha entre dos religiones, cristiana y la
de Mahoma, era común en toda la orilla del río Guatizalema.
No se sabe en qué años vivió
Guati, pero se daba a la actividad agrícola y ganadera, entre moros y
cristianos.
Tenemos el ejemplo de San Urbez,
cuidando en el pueblo moro de OLA, ovejas, y también estaba Guati, que era
cristiano y se enamoró de la mora Zalema. La madre de Guati vivía para estar
segura, en plena Sierra de Guara y él vivía en las tierras de Siétamo y con sus
ganados. No coincidió la época en que estuvieran en OLA, al mismo tiempo, San Urbez y Guati, el
cristiano.
Bajaba San Urbez desde la Val
D’Onsera y llegaba al pueblo, fundado por los romanos al que llamaba Plan
de Quinto. Marcaba el Quinto Miliar en
la Vía Romana que iba desde Huesca a Alquézar. Todavía se conserva el Miliar
del pueblo de Tierz y después el de Siétamo o Séptimo Miliar. Su población era cristiana durante el tiempo de
dominio romano, pero su mayoría de pobladores, al llegar los moros se hizo discípula de Mahoma. Todavía quedan restos
del pueblo romano de Quinto, cuyo solar se encuentra en la carretera N-240,
frente al más elevado Saso, que ocupan los pueblos de Loporzano, Siétamo, Ola,
Alcalá del Obispo y Argavieso. Hace ya muchos años encontré en Quinto, lo que
demuestra que era romano, una V (uve mayúscula), muy bien labrada en piedra,
que coincide con el número romano cinco, que indicaba que ese cinco equivalía a
Quinto. Quinto es el nombre de un millar o milla romana, como Tierz, lo es del
tercer miliar y Siétamo del séptimo. Yo encontré esa V, número y letra, de
piedra, pero mi excesiva vergüenza, no me lo dejó llevar y a los pocos días
desapareció. También apareció un pequeño espacio, cubierto de mosaico de
teselas. Por lo visto había sido descubierto por un oscense, que tenía más vergüenza que yo y dejó allí las
teselas. Yo conservo un número muy escaso de ellas, que me harán recordar
mientras viva, al pueblo romano de Quinto. Al lado de la carretera N-240 y de
la Vía Romana, que conducía a Alquézar y hacia el Este, se encuentra una
colina, que no muestra nada a la vista del viajero, en la cual se alzaban los
edificios de Quinto. En esa colina estaba la V tallada en piedra, que indicaba
la quinta unidad de distancia entre Osca (Huesca) y Alquézar. La distancia
entre uno y otro miliar era de 1.480 metros de distancia actuales.
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Argavieso (Huesca). |
La zona del río Guatizalema
estaba desde debajo de la sierra de Guara, dominada por los moros, mientras los
cristianos dominaban, desde la Sierra de Guara hacia el Norte. Sin embargo San
Urbez tenía su convento en la misma Sierra
y bajaba al Saso, extensa llanura, que va desde el Estrecho Quinto hasta
Argavieso. Vivió por tanto en las dos partes enemigas, a saber en el convento
de San Martín de la Valdonsera y se comunicaba con el pueblo de OLA. En este
pueblo todavía se conserva en Casa de OTAL DE OLA, una piedra arenisca sobre la
que dormía y que a su actual dueño JOSÉ MARÍA OTAL, le preocupa la conservación
de esta piedra arenisca.
La zona Norte del Guatizalema
está gobernada por el pueblo de Nocito, hasta debajo de San Martín de la Val D´Onsera
y hasta Vadiello, encima de la parte mora, es decir con el pueblo de La Almunia
de San Juan. Unas veces se comunicaban, como lo hacía San Urbez entre la parte
Mora de San Martín de la Val D’Onsera y
el Saso de OLA, pero en ocasiones, Guati agricultor de la parte cristiana, no
podía comunicarse con su madre, que
vivía en la parte mora.
Desde el año en que murió San
Urbez a los cien de edad, el año de 802 y nacido en Burdeos el año 702, hasta el rey Pedro I que conquistó Huesca, y las orillas meridionales del Guatizalema, pasaron
muchos años. En 1096, Pedro I ganó la Batalla del Alcoraz y tuvo ocasión de
conquistar los pueblos moros que he citado. Ya se ve como los cristianos
habitantes de la parte baja del río Guatizalema, estuvieron dominados por los
moros, desde el año 802 hasta el año de 1.096. Pero sí eran dominantes los
moros, pues vivían en los terrenos dominados por ellos, los cristianos, como Guati y los judíos.
“Al Oriente de la Ciudad de
Huesca, cabeza de la Provincia del mismo nombre en el Reino de Aragón y a la
distancia de tres horas, y frente a la punta más culminante de la Sierra de
Guara, hay un lugar llamado Argavieso, que se halla situado en una pequeña
colina, con forma de media luna con descenso hacia el medio día, y en cuyo
ángulo derecho se alza antiguo y majestuoso Castillo, todo de piedra con su alta
barbacana, y en ella sus lunetas a la antigua”.
Todo el Castillo recuerda una
figura del tiempo de los Moros y más atrás, de tiempo de los Godos. En esta
Castillo vivía como Gobernador el moro Abenheya. Había nacido en Africa, pero
se quedó viudo en España de su esposa, que murió por mano de los perseguidos
cristianos. Le había quedado una hija, llamada Zalema, de una gran belleza. Su
padre no le permitía ningún contacto con nadie, excepto con la familia del
Gobernador moro de Novales. Este Gobernador moro era una buena persona, que
tenía dos hijas, llamadas Zalmira y Fátima, muy amables y educadas. Estas
jóvenes moras salían con su madre a pasear un rato hasta la Fuente de las
Canales. Allí, para encontrarse con ellas, acudía Zalema y a la orilla de la
fuente se narraban los hechos que sucedían en aquellos lugares. En esos días
llegó el moro Zair, natural de Siétamo, que además de contarles datos, a las
muchachas moras, les dio muchas y buenas noticias del cristiano Guati. A causa de estas noticias, Zalema ya se puso
mejor. Por la mañana ya estaba haciendo sus labores en la reja que mira al
camino que va a Huesca. Qué casualidad cuando vio venir a un caballero de
gracioso tipo, que a su vez no paraba de mirar a su reja, como siguió mirando
después de pasar su caballo por delante de ella.
Zalema, que estaba enterada por
el mor Zahir de Siétamo, de la personalidad de Guati, en unos días de tormenta,
al leer “un manuscrito árabe, le hacía la siguiente reflexión: Hay en los
corazones humanos, un sitio destinado a inspirar en las criaturas los presagios
de su ventura o de su desdicha”, con lo que su corazón se enteraba de lo que la
suerte le tenía preparado. Al día siguiente recibió una carta de su amiga, la
de Novales y Zalema recibió esa carta, que le decía: “Alá te guarde, amiga
Zalema. La casualidad de haber estado mi hermano (moro de Navales) en Siétamo,
me ha puesto en situación de satisfacer los deseos que nos manifestaste, de
saber quién era ese caballero, que te
saludó, cuando pasaba con su caballo por debajo del Gobernador moro de Novales.
Su esposa y sus dos hijos y dos hijas, HABÍAN INVITADO A COMER A ZALEMA Y A GUATI en su Palacio de Novales. Se celebró de una
forma cordial la comida y a los postres se suscitaron diversas cuestiones, la
principal el canto de la excelencia de las mujeres sobre los hombres”.
Se oía una conversación fluída y
GUATI callaba, pero fue preguntado por los comensales y se expresó así, aludiendo a su madre, recién
muerta:”Convengamos en que cada cosa tiene por la Madre Naturaleza, su destino
particular, y bajo este principio, todo
es bueno y todo es malo….No obstante, en las mujeres, siendo así que nacieron
para distinto empleo que los hombres, hallo visibles rasgos en que
positivamente nos exceden…El ser moral de las mujeres, nos aventaja a los
hombres en mucho… Y después de hacernos
a los hombres tanto bien, como que sin ellas, quizá las guerras y los bandos
nos hubieran transformado en fieras…confieso pues, sin avergonzarme de ello,
que la mujer nos excede en la mayor parte de las prendas, y que nos compensa
con otras, aquellas, en que le aventajamos los hombres”. “Hubo de disolver tan
gustosa reunión, para marchar unos a Novales y Guati y su amigo moro Zair, para
Siétamo”.
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Castillo de Argavieso (Huesca). |
Después de este banquete aumentó
el amor de Guati a Zalema y bajó a
Argavieso, escribiendo en la corteza de un árbol el siguiente verso:
”VES CUAN DURA ES ESTA PEÑA-
ZALEMA, PERLA ORIENTAL,-
PUES EL AMOR CON QUE TE AMO-
CUAL ELLA, SERÁ ORIENTAL”.
Pero enfermedades, tal vez del
amor, invadían la espera de ambos a la
muerte, pues Zalema escribió a Guati lo siguiente: “Veo la muerte y no me
espanta, Guati mío, por qué no puedo darte gusto en tus deseos…A Dios, amigos,
llorad la muerte de Zalema… Y MURIÓ A LOS POCOS MOMENTOS, BESANDO EL ÚLTIMO PAPEL
QUE LE HABÍA ENVIADO GUATI.
Guati se había retirado al pueblo
de OLA, y cuando se enteró de la prisión de Zalema, por su padre, “pusosé a
morir tan de veras que hizo llamar a un Confesor…se echó en cama y se despidió
de los muchos amigos, que le seguían…mis días eran para Zalema y si ella no
existe, mis días están de más. “Habíase hecho pública la cruel persecución y cantó el siguiente romance: de
Zalema y de Guati y por supuesto también se publicaron sus amores”. Los jóvenes
se declararon en favor de los amantes “y buscaban a Guati y por un alarde atrevido querían librar a la
amada…Las muchachas oyeron lo de los arboles del río, y todas acudían con
cestillos de flores y coronas, con que adornaban los nombres de Guati y de
Zalalema”. De estos gritos de Guati y de Zalema, “después corriendo el tiempo, vino a llamarse
todo, el Río Guatizalema”.
Guati se concertó, con sus
partidarios, y disfrazados, y bien armados, se movieron a OLA… a las diez de la
noche…llegaron al Castillo, donde se encontraba el cadáver de Zalema…y al ser
la noche tan oscura, llegaron sin ser vistos ni oídos.”Al llegar a la reja…hizo
resonar sus cuerdas y con voz suave y desmayada, cantó un romance, que se
expresaba así:
-“Gime en estrecha prisión-
Desventurada beldad,-
Y llora vigor tan duro-
Su caballero leal-“.
“Ya el lucero matutino asomaba
por la inmediata Sierra de Guara, y ninguna señal había dado Zalema. Por lo
cual dijeron a Guati, que pensase bien en lo de liberarla por fuerza, y que se
haría por la siguiente noche, debiendo a la sazón retirarse porque venía la Aurora”, Guati estaba
acabándose porque se desmayó en estos momentos.” A cada momento perdía el sentido, y en volver preguntaba,
que le anunciaba de Zalema”. En poco espacio de tiempo, se volvieron a cerrar
aquellos hermosísimos ojos y una contracción general de nervios indicó que ZALEMA,
DEJABA EN AQUEL MOMENTO DE EXISTIR. Guati quiso leer el último papel que le
había escrito Zalema, que decía :”Veo la muerte y no me espanta, Guati
mío…Ahora soy verdaderamente digna de tu amor. ¡Ay! Las fuerzas me abandonan…Siento
el hielo de la muerte y mi corazón arde aún por ti……Alá nos perdonará ……. Y él
nos reunirá también…..yo …..Guati……Guati…….Después de leer estas frases,
exclamó Guati. “Zalema me llama y debo yo obedecerla……… A Dios, amigos, llorad
la muerte de Zalema, Y explicándose en él
furiosas convulsiones, MURIÓ A
LOS POCOS MOMENTOS, besando continuamente el papel y ofreciendo un espectáculo
triste y desolador.
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Río Guatizalema. |
Los que más sintieron la muerte
de Guati, fueron el moro, hijo de Siétamo, Zahir, que se expresó así: “Dejemos
a los Cristianos cumplir con Guati, el desgraciado los últimos oficios de su
Religión”. Al marchar de OLA, encargó a los parientes del difunto, que dejasen
sin cerrar la urna, en que se colocara su cuerpo y marchó a Novales a ver a
Zelmira y a sus hermanos. Los hijos del Gobernador moro le informaron de cuanto
en el Castillo pasaba, como por ejemplo que su padre había ordenado depositarla
sola en la Huerta.”Así en que sonaron las doce de la noche, encaminó sus pasos
a la difunta Zalema…y ayudado por sus compañeros, tomó el cuerpo de Zalema y
sin ningún obstáculo lo CONDUJO HASTA OLA. Y en lugar de descansar, de tan
continuadas fatigas, se ocupó EN COLOCAR
SECRETAMENTE EN EL SEPULCRO Y URNA DE GUATI, su cuerpo, hacerlo cerrar y
en poner por vía de inscripción lo siguiente:
GUATI Y ZALEMA
LA TIRANÍA y LA SUPERSTICIÓN,
LOS SEPARÓ,
LA AMISTAD Y LA MUERTE LOS UNIÓ
PARA SIEMPRE.
El moro de Siétamo ZAHIR, se dirigió a ARGAVIESO y se dirigió a la
Huerta del Castillo, en la cual entraron varias personas sin franquear sus
puertas, “ Y tomando el cadáver, se subieron al cabezo de enfrente, colocando
una figura blanca, pero de menos corpulencia, la cual era la figura de la
difunta Zalema”. Pero al salir del Huerto del Castillo, “todos distinguían el
peñasco, el cual, dice el cronista árabe, tal vez mucho antes se divisaba, pero
no había llamado la atención de las gentes al ser observado, como ahora… lo que
al ir algún forastero al pueblo, veía el cuerpo de Zalema, convertido en la
PEÑA DE LA MORA ENCANTADA”. Su padre lleno de odio, destruyó la sepultura que
había preparado para su hija.
Distinta era la situación del
amigo de Guati, natural también de SIÉTAMO,
Zahir. “Este recibía continuos parabienes de amigos, y aún de extrañas
personas que miraban, como causa de humanidad, el desagravio a los amantes, y a
ZAHIR, mi paisano, como el instrumento de la venganza del Cielo… ZELMIRA la
amiga de ZALEMA, de ARGAVIESO, oraba a ALÁ. Habían organizado un campo para que
ZAHIR con el Francés, partidario del padre de Zalema, lucharan sobre sus
caballos.
De cristianos sobre todo, era el
número prodigioso, y así de todas partes acudían a contemplar la lucha, como si
se tratase de un torneo. Se hallaban entre otros muchos asistentes MENDIOZA, cuyo
apellido cambió con el tiempo por
MENDOZA. Este apellido se conserva en Novales y en los pueblos cercanos.
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Castillo de Sietamo. |
“En el campo de lucha, estaba el
FRANCÉS con toda la disposición de un arriesgado combatiente, y en él se notaba
el orgullo y la altanería de su NACIÓN … en cuanto a ZAHIR, no menos se
ostentaba grande serenidad y confianza”. Lucharon sin descanso y como no salía
ninguno de ellos triunfante, exclamó ZAHIR: elegid el arma para vuestro
sacrificio…el francés eligió el venablo….el francés arrojó presuroso el venablo, que dio de soslayo en el
muslo a ZAHIR, causándole ancha aunque no temible herida…. Y Zahir disparó su
venablo, que dio en el pecho del FRANCÉS, venciendo y destrozando todas sus
defensas, pasó hasta salir por la espalda”. Al bajar los Jueces de sus asientos,
declararon al Francés, vencido y muerto. Zahir recogiendo su alfanje le cortó
la cabeza.
El moro de Abenheya, que fue el mal padre de ZALEMA, que dirigía el
Castillo de Argavieso, huyó y fue a pasar por un Pórtico Cristiano, cuando una manada de lobos aullaban,
y el caballo se puso a correr y al pasar por el citado Portal del citado Santuario,
recibió un golpe en la frente, y al caer fue arrastrado por el caballo, porque
tenía el caballero un pie, agarrado en un estribo y arrastraba su cuerpo por
“los jarales y las quiebras del terreno, sin cesar de correr el caballo, fue
despedazándose”.
Al morir este cruel Abenheya,
ocupó el Gobierno del territorio del Guatizalema, el Padre de ZELMIRA, y se
traslado toda la familia al Castillo de ARGAVIESO.
Pusieron en libetad a todos los presos que tenía ABENHEYA en dicho Castillo.
En ese Castillo vivieron felices
durante muchos años ZAIR, el hijo moro de mi pueblo de Siétamo y su esposa ZELMIRA.
La felicidad de esta pareja lo atribuye el pueblo al celo, que mostraron en
socorrer y en vengar, como causa del Cielo, la virtud demostrada por GUATI y
por ZALEMA, perseguida y oprimida, por Abenheya y por su ayudante el Francés.
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Castillo de Novales. |
Acaba esta Leyenda:”Por qué es
constante, que nunca deja el Eterno Dios, llamado Alá por los musulmanes, sin
un premio, las buenas acciones de los humanos, bien que a las veces no son bien
conocidas sus obras, como quiera que aún, nos son más desconocidos sus
misteriosos designios”.
Muchas veces escuchamos con gusto
lo que ocurre lejos de nuestra tierra y no nos interesamos por lo que pasa o pasó en la nuestra.Hemos visto
relatos y visto películas sobre Romeo y Julieta, italianos, que se amaron tanto,
que murieron por su amor. Asi lo relata la canción: “Nosomos ni romeos ni
Julietas, aquellos que murieron por su amor….”, que con su pegadiza música nos
recuerda aquella historia de amor.
Como aragoneses todos conocemos
los amores de Diego y de Isabel, los amantes de Teruel, que los llevaron a una
trágica muerte. El pueblo, que está en posesión del sentido común, los recuerda
con simpatía, pero piensa que todos los excesos son malos y lo explica
diciendo, ”los amantes de Teruel, tonta ella y tonto él” y es que el amor entre
un hombre y una mujer, debe conducir a la vida y no a la muerte.
Como he dicho, conocemos muchas
historias de amor, pero no sabemos cosas nada de la que sucedió entre Guati, cristiano
de Siétamo y Zalema, mora del pueblo de Argavieso. Ahora ya la conocemos,
gracias a una novela histórica, de autor
desconocido. Se sabe que las iniciales de su autor,son J.P.L. y que la publicó
el año de 1.840.Se podrían aplicar esas iniciales a algún miembro de la Casa Noble
Zaragozana de los Pignatelli de Aragón: Gonzaga, Manrique de Lara, Marqués de
Coscujuela, Grande de España, Príncipe de Castel Glioni, Duque de
Solferino,Conde de Fuentes, Barón de Huerto, Argavieso, de Riesi y Cepulla, con sus nueve feudos en Sicilia, nueve
feudos en Sicilia,Jefe de la noble casa de Gonzaga en Mantua y dela Aborca en
Cerdeña Casó con Adelaida Belloni y Meroni. No se encuentra relación directa
con las iniciales de 1.840. Pero se adivina la presencia de su primer apellido
Pignatelli con las Baronías de Huerto, de Argavieso y las italianas de Riesi y
de Cepulla.
Como he dicho, conocemos muchas
historias de amor, pero no sabemos nada de la que sucedió entre Guati,
cristiano de Siétamo y Zalema, mora del pueblo de Argavieso. Ahora ya la
conocemos, gracias a una novela histórica, de autor desconocido. El río
Guatizalema se presta a los amores, como habéis podido comprobar al recorrer
durante el verano sus orillas. Y esa misma cualidad de nuestro río, intuyó el
autor de la dicha novela histórica, cuando escribía:”¿Cómo era posible, decía
yo, que entre estos sitios tan amenos, tan pintorescos, tan poéticos, dejasen
de amarse locamente sus habitantes en aquellos siglos románticos y
caballerescos?. Ya lo creo que se amaron los ribereños del río Guatizalema,
pues lo hicieron hasta la muerte.
La fe en Dios por parte de Guati
y la fe en Alá, por parte de Zalema, ha hecho que vivan juntos en el cielo.
Bueno sería que esa fe monoteísta en un
solo Señor, nos sirviera para convivir con judíos y moros, no sólo en el cielo,
sino que aquí abajo, pues nuevamente regresan a España, después de ser expulsados,
hace quinientos años, cuando aquí en SIÉTAMO, todavía persiste el cementerio
musulmán, que mira al Oriente. Siempre ha habido en el Mundo
varias religiones, que apartaban a unos hombres de otros, porque no se sabía
leer. Ahora, en cambio se reúnen varias autoridades religiosas distintas en el
Vaticano y se elevan oraciones todos juntos. Pero hay que reconocer que hay hoy
en día musulmanes, que persiguen, por ejemplo a Coptos, en Egipto. Somos seres
humanos compuestos de cuerpo y de alma y hay casos en que se cultiva sólo el
cuerpo y el alma se queda abandonada.
En mi pueblo, SIÉTAMO, nadie
sabía donde se encontraba el cementerio moro, pero estos últimos años se ha
descubierto un cementerio en que las tumbas, formadas debajo con piedras, que
miran a Oriente. Salieron los moros de estas tierras y nadie se ha acordado de
ellos, porque siempre estaban luchando, como lucharon Guati cristiano de
SIÉTAMO, contra los moros y viceversa.
Hay algunos musulmanes que está
en Guerra contra el Cristianismo y parece que quieren obligar a todos los
hombres a formar parte del Islam.
Guati y Zalema, uno cristiano y
otra musulmana se amaron como dijo el Señor: Amaos los unos a los otros , como
yo os he amado.