jueves, 31 de agosto de 2017

El Paseo de la Alameda, hace ya muchos años

Rio Isuela.
Por el sol saliente rodea a Huesca la Isuela, nombre de un río con reminiscencias ibéricas, hoy el río pudiera ser llamado la cloaca, que lanza emanaciones putrefactas.
La Isuela era un río; yo me acuerdo de pescar con caña en él y tenía a sus orillas un paseo: La Alameda. Sigue la Alameda al río desde el Puente de San Miguel y hasta el otro puente que cruza al otro lado de Santo Domingo. En medio está el Puente del Diablo, pues en esta tierra nuestra, santos y diablos se mezclan en místicas peleas, orgías y romerías, tal como Goya las pintó en sus aguafuertes. Lame el río la Alameda por su ribera izquierda y por la derecha se alzan las murallas romanas y moriscas. A la izquierda de la Alameda se eleva el Pueyo de Don Sancho, la Ermita de las Santas Nunila y Alodia y el cementerio donde reposa Manolín Abad. Alineados los Álamos formaban la Alameda, que era el Paseo elegante de Huesca. Allí, a la sombra de los pópulos albus y trémulus, las señoritas de blancas pamelas, botines de cañas finísimas y mirada picaresca, paseaban su porte y temblaban sus corazones de amor, por primera vez.
Florinda con sus amigas llegaba a la Alameda por el puente de Santo Domingo, después de haberse tomado su horchata de trufas, para iniciarse en las lides del amor.
De Flora decían si había pasado o no el puente del Diablo a altas horas de la noche. Tal vez se la quiso “llevar el río creyendo que era mozuela” o tal vez tuvieran que ver “las lenguas de doble filo”, pero “nadie supo de fijo saber” si en alguna torre, Flora había comido churros con chocolate. Tuvo lugar un duelo bajo las Murallas para aclarar el honor de Flora y los álamos que eran los únicos que sabían la verdad, estiraban sus copas, curiosos. Por el puente de San Miguel,  cruzaba Floripondia, que bajaba de la calle de la Malena con su corte ruidosa, porque se iban a las choperas a beber cazalla y ron. Las Choperas son las Alamedas, pero en basto y en ellas no hay que guardar etiquetas para beber en sus fuentes, ni para folgar en sus sombras.
Floripondia guisaba, Floripondia cantaba, alcahueteaba y engordaba y los días veintinueve de cada mes, una vela encendida le ponía a San Miguel. ¿Qué hace San Miguel a la orilla de un río? porque San Miguel Arcángel es más propio para un monte altivo. Pero ¡oh paradoja!, tiene un puente alado y entrañable donde los soldados rompen el paso marcial al pasar y debajo el puente es como una cueva, más propia de San Martín. Allí se alojan gitanos y gitanas. Encima del puente un azud retiene la corriente, para desviarla hacia el Almériz. En el remanso se mira la luna blanca y en ese remanso se reflejan las caras negras de las gitanas y las caras tordas de burros y mulas. Pasa de noche Don Pepe, caballero en su jaca castaña por encima del puente, ladran los perros, se inquietan las bestias y para calmarse beben el agua de la ”badina”, se mueve el agua, riela y ríe la luna en la cara del río, la gitana se mueve, brilla el blanco de sus ojos negros en la enramada. La jaca vuelve por el camino de las tres cruces y tres sombras se confunden en una. Yo les he preguntado a los peces del río, a los chopos del soto y a la luna lunera. Los ladridos del perro se los llevó el aire, a los peces de plata se los llevó el agua, las hojas del chopo se fueron con el otoño, pero siempre ha existido una respuesta de gitanillos rubios. ¡Cuántas cosas pasaban por el puente y el Ermita, por la Ermita y las eras, por éstas y las cuevas! Se oía un silbar de sílfides en el río (hoy léase ratas), de silfos en los chopos, de flechas de sátiros, de sagitas de Cupido y de arcos matadores, como el que hirió a Don Sancho.
¡Alameda, hoy te recuerdo pero no te reconozco!


domingo, 27 de agosto de 2017

Desde Carlomagno, ha habido una atracción entre Tolosa y Zaragoza


Toulouse (Francia).

Zaragoza es la capital de Aragón, Reino, al que le viene el nombre  del  río, que dicen que nace en el mismo límite  con Francia. Tolosa es la capital del Alto-Garona, a cuyas orillas se asienta, siendo capital de los Bajos Pirineos. El río Garona que baña a Tolosa, nace en España. Ninguna de las dos ciudades llega a tener un millón de habitantes, pero su influencia en el Midi francés de Tolosa y de Zaragoza en los Pirineos, son enormes. Pero, siempre los Pirineos han constituido una barrera, que nos ha separado cruelmente a españoles y a  franceses. Sin embargo la lucha del hombre contra las penas de las montañas, el frío,  la nieve, los puertos, ha conseguido mantener siempre una emigración mutua, a veces temporal y  otras, duradera. Otras veces han sido los Pirineos una cordillera por la que se refugiaron políticamente los de uno y de otro lado. Mi abuelo, Manuel Almudévar Vallés, era carlista y tuvo que huir a Francia, acompañado por el famoso confitero de Huesca, Vilas y por Borau, un agricultor de Liesa. Durante la Guerra Civil, mi padre, mi madre, mi abuela y su hermana Rosa, nos llevaron a los seis hermanos a Ansó, huyendo de la Guerra Civil y estuvieron en Zuriza, para ver la posibilidad de cruzar la frontera, en caso de que dicha Guerra Civil, se extendiera por Jaca y Ansó.


¡Cuántos sacerdotes y religiosos franceses huyeron a España, igual que en  tiempos de la Guerra Civil, se fueron a Francia o lo intentaron, porque el que no lo consiguió murió fusilado, como el “ Padre Jesús” que, lo mataron en Siétamo, cerca del río Guatizalema!.  En la Guerra Civil fueron miles y miles de españoles acogidos en Francia, como lo fueron los habitantes de Bielsa y cuando ocuparon los alemanes dicha nación; yo conversé con varios jóvenes franceses y con un judío, en Escoriaza de Guipuzcoa. Cuando estudiaba el primer curso de la carrera de Veterinaria, en Zaragoza, un francés que estaba refugiado, me dio clases de francés.  Hay poblaciones españolas, que llevan a pastar a sus ganados a la parte de los Pirineos franceses y ganaderos de Francia, que traen a los prados españoles su ganado vacuno. Hay gran número de apellidos comunes, que tal vez vengan del occitano y durante siglos pasaron altoaragoneses a Francia y desde Francia viajaron a España. En el Bearn se tenían parientes al otro lado de los Pirineos y un representante del Señor del Bearn,  hizo visitas en varios pueblos, como a Secorún, a casa López de Ara, en el siglo XIX,  donde se le dio una fiesta nocturna, acompañada por los sonidos de las guitarras. En el siglo XX, accedieron a Huesca congregaciones religiosas, como la de San Viator, que fundó un colegio, que todavía funciona. Entre los Clérigos de San Viator, figuraba el Padre Leygues y los hermanos Alberto e Hipólito. El Conde de Aranda, Barón de Siétamo, además de ser Embajador en París, tenía el apellido pirenaico de Abarca, nacido en Siétamo y por amor a esos Pirineos, iba a tomar las aguas, a un balneario del Midi Francés.

Pero a pesar de la gran Cadena Montañera, Aragón y el Midi,  tuvieron épocas históricas comunes. Ramiro el Monge residía en un Monasterio  del Sur de Francia, hasta que fue llamado a reinar sobre Aragón, a la muerte de Alfonso el Batallador.

 Esa enorme cordillera, de 171 kilómetros, igual que impide el paso de las boiras  lluviosas, que vienen del Atlántico y hace lluviosas  a Vascongadas y al Norte de Navarra, dejando al Alto Aragón sometido a las sequías, ha impedido también el paso de ideas políticas y de revoluciones.  No cabe duda de que a pesar de la comunicación continua entre los aragoneses y los del Midi, no se pudieron comunicar los adelantos técnicos ni las ideas, igual que si el terreno hubiera sido llano, sin dificultades. El Barón de Betanson, trajo al castillo de San Luis un “malacate” y roturó sus tierras para plantar viñas, para consumir en Francia el vino que produjera. Estaba la finca a unos cien kilómetros de Francia, pero separada por los altos Pirineos. Se encuentra el Castillo de San Luis, al lado de la Autovía Mudéjar y llega a Francia. Cuando la contemplas y pasas por ella, te preguntas ¿cuándo podremos por ella subir a Francia? . Siempre hubo que estar guardando nuestras fronteras de doctrinas heréticas y de intentos de invasión. Había edificios para defender la independencia de España, como las Ciudadelas  de Jaca y de Pamplona, así como la fortaleza de Canfranc.  Pero los medios de comunicación fueron usados desde tiempos de los romanos, como la Vía que desde Zaragoza, pasaba por Hecho para llegar a Francia. Pero por todo el Pirineo había pasos y puertos, por los que se comunicaban españoles y franceses. Ahí están Zuriza, Canfranc,  Bielsa, Benasque y tantos otros lugares por los que pasaban los contrabandistas, conduciendo machos y mulas, grandes y fuertes , como las que había en tantas cuadras de la Tierra Baja y de los pueblos de Guara, con los que bajaban  al Somontano a llevar patatas, judías y a subir aceite y vino. Ahora las cuadras de mi casa están vacías y no puedo escuchar los “muesos” o mordiscos, que le daban a la paja y a la cebada, ni oír las explosiones intestinales de aquellos pacíficos y trabajadores animales. Allí descansaban los mulateros, arrimados al calor que desprendían aquellas fuertes mulas y machos. Por todo el Pirineo se escuchan aventuras de los tratantes, a los que llamaban contrabandistas y que estaban procurando energía para el trabajo de aquellos sufridos labradores. Por Navarra se escuchan aventuras de tratantes de mulas,  que las llevaban de Francia a Tudela.

España y Francia estaban separadas por los gigantescos Pirineos, pero sus habitantes, unos vasco-ibéricos y otros celtas siempre buscaban vía para comunicarse, pero es que ahora,  en estos tiempos, están unidos ambos países por Puigcerdá y por Irún, pero el centro aragonés, que siempre ha luchado por comunicarse con Francia, está incomunicado,  porque se destruyó el ferrocarril de Canfranc y no se abre la comunicación de Francia con Africa, de Portugal, del Sur de España y de Valencia por Aragón.

Siempre ha luchado Aragón por crear pasos para comunicarse con Francia. Cuando estuvimos mi familia y yo, viviendo para la Guerra, en Ansó,  mi padre y mi abuela materna buscaron salida por Zuriza. En cierta ocasión quise visitar la carretera por la que tuvo lugar la  terrible huida de los belsetanos a Francia y con mi hijo Mariano, pasamos por el túnel de Bielsa, entramos en Francia y salimos por Canfranc.  Canfranc,  constituyó una lucha de los aragoneses para comunicarse con Francia. Allí estuvieron trabajando hijos de Siétamo, que sufrieron y se quejaron al Rey de España, no sé si fue Alfonso XII o Alfonso XIII. Con su sacrificio quedaron unidos Aragón con Francia, pero las abominables guerras impidieron que prosperaran España y Aragón. Se hundió un puente ferroviario y Francia cortó la comunicación entre dos zonas, que históricamente fueron hermanas. Ahora son los franceses los que están restaurando parte de aquel ferrocarril, pero España , ¿qué hace para lograr unas comunicaciones, que nos integrarían realmente en Europa?.  Alfonso XII y su hijo Alfonso XIII, visitaron la construcción del ferrocarril de Canfranc  y  el Diputado oscense, compañero del también diputado Ignacio Zamora,  acomodó a uno de ellos en la Diputación Provincial y a falta de lecho, les proporcionó la cama matrimonial, que poseía   Don Ignacio Zamora Blasco con Doña Agustina Lafarga Mériz. En Benasque el alcalde me llevó a un principio de túnel, con unas piezas férreas, que ya se habían oxidado. Desde cerca de él se veía brillar la belleza de un pueblo o ciudad francesa, de cuyo nombre quisiera acordarme, pero que he olvidado, como el gobierno se olvida de las comunicaciones de Aragón, paso de España, Portugal y Marruecos para ir a Francia e integrarse en Europa.

He estado recordando la vida dura de los aragoneses, en aquellas montañas por las que pasan miles y miles de peregrinos a lo largo de los siglos. Comunicaciones  apetecidas por Europa con Carlomagno,  primer Emperador que soñó con una  Europa unida y por el Sur por los moros, que llegaron a penetrar durante cierto tiempo en zonas del Midi francés. Uno se acuerda de la batalla de Tolosa, en que el Duque de Aquitania venció a los sarracenos. Desde Roma se unieron las orillas y las naciones del Mar Mediterráneo y el Emperador de la barba florida, es decir Carlomagno, quiso recrear la civilización de los pueblo indo- europeos  y  estableció en Aquisgrán, situada en Alemania la Capital de ese imperio.

En ella juró el puesto de Emperador, Carlos Primero de España y Quinto de Alemania, que demuestra que España a lo largo de su historia, ha buscado su convivencia con Europa.  Los españoles no podíamos quedar fuera de Europa y los aragoneses en los Pirineos, teníamos que modernizar los Caminos de Santiago que de Francia venían a España por Aragón y por Navarra. Había que “destruir” los Pirineos y Carlomagno estuvo a punto de conquistar Zaragoza y llegó con sus ejércitos a esta ciudad. Llegó acompañado por los Pares Roldán, Oliveros y Turpin. Unas tropas bajarían por Eunate, cerca de Mendigorría, donde se encuentran los restos de aquella ciudad vasco-romana de (Andelos) y otras por Echo, por  el río Aragón y por el Flumen descenderían a Cesaraugusta. Esteban Sarasa Sánchez escribe: “ …el hecho de que la segunda columna del ejército carolingio del 778, formada por milicias de las tierras orientales del futuro imperio de Carlomagno, cruzaba los pirineos por el Este (le Pertus) y  atravesando Gerona, Barcelona, Lérida y Huesca llegaba a las proximidades de Zaragoza, para reunirse con el ala occidental mandada personalmente por Carlomagno, lo que  hace suponer que su regreso se hiciera no por occidente(Roncesvalles) sino por oriente(¿Valle de Arán?).

Ahora se pregona que la aventura de Roldán tuvo lugar en Navarra, donde el paso de Roncesvalles, punto por el que pasan y han pasado miles y miles de peregrinos europeos, que iban y van a Santiago de Compostela. Allí se recuerda, cada día la Batalla de Roncesvalles. Pero no se nombra la batalla de Echo.  Carlomagno no era un guerrillero, sino un Emperador Europeo con grandes unidades militares. El catedrático de la Universidad de Zaragoza. Ubieto ha descubierto restos de una gran batalla en Hecho. Hay que tener en cuenta que el Alto Aragón era la parte oriental de los  vascos, pues en siglos posteriores se  prohibió hablar en vasco en las Ferias de Huesca. El pueblo ha hecho de Roldán un personaje mítico y sus aventuras, se darían en distintos lugares de los Pirineos, que separan a Francia de Aragón y de Navarra, que en otros tiempos fueron un mismo reino. Cerca de Benabarre,  se encuentra el pueblo, ahora aragonés, de Navarri. Constituían Navarra y el Alto Aragón un mismo país.

En el Libro de 1688, “Corona Real del Pirineo establecida y disputada”,   escribía el Doctor don FR. Domingo de la Ripa…… prior Conventual,  que fue del Sagrado y Real Claustro de San Juan de la Peña, en el Preludio II.S.I.: “..estando Carlos Magno en Paderbruno, Lugar de Sajonia, tres Reyes de los Moros de España llegaron a pedirle socorro. Era el año 788:”. Aunque con una circunstancia, que omitieron los demás,  hizo la entrada por dos partes y con dos Ejércitos, el Rey con Ejército de francos por Pamplona, de donde pasó a Zaragoza, y allí se le juntó (habría hecho la jornada por Cataluña, en que poseían mucha tierra los francos) el otro Ejército, que se amasó de gentes de Borgoña, Austria, Babiera, Provenza, Lenguadoc, y gran multitud de Longobardos.”Viniendo Carlos de Francia a España, pasó el Garona, límite de los aquitanos y vascos, venció lo inaccesible del Pirineo, entró en España por Pamplona y penetraron sus armas hasta Zaragoza”. Por lo visto el Rey moro que lo reclamó,  no lo dejó entrar en Zaragoza, aunque dice el escritor aragonés La Ripa, que dejó Carlomagno feudatario al Rey moro. Así describe la ruta de Carlomagno y su ejército: ”... prosiguió Carlos su jornada, pasó el Garona, límite de los Aquitanos y  Vascos, venció lo inaccesible del Pirineo, entró en España  por Pamplona, y penetraron sus armas hasta Zaragoza y a la vuelta tuvo el suceso infeliz en el Pirineo de Roncesvalles”. Huesca también soportó las crueldades de las guerras , pues cuenta el Domingo La Ripa en su libro “Corona Real” del año 1688, que a Ludivico Pío, hijo de Carlomagno, “le hallamos personalmente el año 797,ocupado en el cerco de esta ciudad (de Huesca)…Añade que el Régulo, que entonces gobernaba  a Huesca, se llamó Azan; y que éste envió las Llaves de su Ciudad, con otros dones, al Emperador Carlomagno, prometiendo entregarlas en sus manos, llanamente, teniendo oportuna ocasión”. El Imperio Europeo que Carlomagno fundó, había que extenderlo conquistando Zaragoza y extendió sus tropas por Huesca, por Pamplona, por Cataluña, como dice un Testimonio del Cronicón del Monasterio de Heldenshein.”Carlos en la expedición, que hizo el año778, hasta Zaragoza, a la entrada de España, conquistó a Pamplona, sacándola del poder de los Sarracenos, y  Abutauro Rey de aquellas Comarcas, entregó las Ciudades y dio en rehenes a un Hermano suyo; con que Carlos marchó seguro a Zaragoza, llevando consigo a Iben  Alarabo su Rey. Toda la zona pirenáica, estuvo en guerras entre Carlomagno y los sarracenos, pues como dice el libro de la Ripa del año 1688:”esta libertad que dice el padre Moret, que cuatro navarros, con algunos sobrarbienses  se opusieron a la potencia de los Francos y a la violencia de los bárbaros, reteniendo su libertad contra Francos y Sarracenos”. Aquí el navarro Moret habla de los sobrarbienses, de los que está la Historia, llena de muchas dudas y grandes interrogantes. Sobrarbe como dice Moret, luchó con sus hijos en estas peleas. En Sobrarbe se encuentra un Monasterio creado en el siglo VI, que le da la categoría de ser el más antiguo de toda España. Lo destruyeron los musulmanes , pero lo reconstruyó Sancho III el Mayor de Navarra, en el siglo XI. Con Monasterios como el de San Victorián,  parece imposible que Aragón no recuerde las luchas entre musulmanes y Francos en esta tierra nuestra. Este Monasterio se halla a catorce kilómetros de Aisa, en Los Molinos, que pertenece al Ayuntamiento de Pueyo de Araguás. Está situado a mil doscientos metros de altura, en las laderas de la Sierra Ferrera. Se convirtió en panteón de los Reyes míticos del Sabrarbe. No se conoce bien la Historia de este Monasterio, donde dicen que está enterrado Iñigo Arista, que seguramente será otra persona que el Iñigo Arista que está enterrado en Leyre.

”Pamplona alternó varios dominios,  como Barcelona; entonces con facilidad se mudaban Señoríos; las conquistas no eran permanentes en aquellos tiempos, como notó el Investigador,Fol.40., hablando de las que experimentó Calahorra de los Vascones en diferentes tiempos”.

Zaragoza fue el objetivo de Carlomagno por el Sur, pero Tolosa ya sufrió el ataque de los sarracenos, pues ya en los Anales de Francia, se narra la lucha entre el Duque de Aquitania y los suyos, contra esos invasores, y los Anales declaran así:”Perdida Tolosa, y otras Plazas de la Aquitania, le recibió de Batalla Entre los ríos Garona, y Dordona, y roto en ella,se retiró a unirse con el resto de las fuerzas destrozadas”. Zaragoza bañada por el Ebro y Tolosa por el Garona, nacido en España, fueron objetivos de los sarracenos y de los Francos, cuyo Emperador Carlomagno, habiendo creado la Capital de Europa en Aquisgrán, quiso unir el lado Sur de los  Pirineos a este conjunto de naciones europeas, que después de muchos siglos, se está intentando que no fracase la  Gran Nación Europea. Carlomagno quiso incorporar  en el Imperio europeo esas tierras, separadas por los Pirineos de Francia.

Se habla en el Alto  Aragón del mismo Roldán y la brecha que produjo éste lanzando su espada sobre una roca. Dicen que si este hecho se produjo en el Valle de Ordesa. Huesca u Osca contempla siempre el Salto de  Roldán y canta romances populares. Y entre tanto muchos tienen por apellido el nombre de Roldán. Quedan en España muchos romances sobre Carlomagno y sobre los Pares de Francia, como Roldán y otros, que se han hecho públicos al paso de los tiempos. De Lanzarote se cantó un romance que se hizo muy popular, tanto que Cervantes lo publica varias veces, en el Quijote, cambiando a Lanzarote por el Quijote. Este romance dice así:”Nunca fuera caballero- de damas también servido- como fuera Lanzarote cuando de Bretaña vino-que dueñas cuidaban de él-doncellas de su rocino. Esa dueña Quintañona- esa le escanciaba el vino. La linda reina Ginebra-se lo acostaba consigo—y estando el mejor sabor-que sueña no había dormido-la reina toda turbada –un pleito ha comunicado:-Lanzarote, Lanzarote, si antes hubieras venido-no hablara el orgulloso-las palabras que había dicho- que a pesar de Vos, Señor, se acostaría conmigo-Ya se marcha Lanzarote de gran pesar conmovido,-se despide de su amiga-pregunta por su camino”. Cervantes en el capítulo XIII de la primera parte del Quijote, describe como era un caballero andante y a Lanzarote lo convierte en Don Quijote, cuando escribe:”Nunca fuera caballero de damas tan bien servido, como fuera Don Quijote, cuando de la Mancha vino”. En este  libro, convierte al caballero andante en un ideal ridículo,  con el bueno de Don Quijote,  montado en su caballo Rocinante, tan viejo, cansado y despreciado por otros protagonistas de esa obra. A mediados del siglo XIII, compusieron en Navarra un Cantar de Gesta, con el nombre de Roncesvalles y que lo cantan en algunas ocasiones. El año 1916 se encontraron dos hojas, en las que estaba escrito una parte del Cantar de Roncesvalles, que debía ser del siglo XIII. En dichas hojas se narra cómo  Carlomagno, estaba revisando restos mortales de muertos en la Batalla de Roncesvalles y como reconoció a Roldán al encontrarlo y contemplar todos los restos cadavéricos de alrededor, se le escapaban las lágrimas. El Cantar de los Infantes de Salas, pues la Ermita de Salas está situada en el monte de Huesca, no se sabe en qué año ocurrió, pero   por la proximidad a Roncesvalles y a Francia,  no se puede dejar de ver la influencia de la épica francesa en este Cantar de los Infantes de Lara y en el Cantar de Roncesvalles. El Cantar de los Siete Infantes de Lara, se puede leer en la Primera Crónica General de Alfonso el Sabio. En el siglo XVI, se encontraban en Salas, ocho cabezas, de las que siete pertenecían a los Siete Infantes y una a su ayo. Dicen que Mudarra, encontró esas cabezas en la iglesia de Nuestra Señora de Salas. Son multitud los escritos y los Cantares de la Marca Hispánica, creada por Carlomagno y de las aventuras de los Príncipes y Pares de Francia.

He escrito sobre la “reflexión milenaria e impersonal” de los hombres de los Pirineos, pues  al Norte y al Sur,  uno recuerda la atracción entre Tolosa y Zaragoza. Tolosa está rodeada por un círculo en que trabajan muchas industrias y en Zaragoza también hay industrias. Habría que crear las autopistas y los ferrocarriles que las unieran, para que ese círculo industrial abarcase con Tolosa por el Norte y Zaragoza por el Sur, una gran zona, incluidos los Pirineos. Malos momentos económicos, pero hay que hacer, para empezar, el ferrocarril de Canfranc.


domingo, 20 de agosto de 2017

Guati y Zalema o la Mora encantada.(Año 1840)





Este relato fue escrito por un señor del que conocemos las letras iniciales de su nombre y apellidos, que son J.P.L., del año de 1840. Sin embargo, mejor conocemos el nombre de su sobrina, Doña María Teresa Adriani Rossigue de Cavero. El caballero de nombre encubierto por las tres mayúsculas J.P.L., iba a visitar  a su sobrina al Castillo de Argavieso, pueblo que se encuentra debajo de Alcalá del Obispo y encima de Novales, a escasos kilómetros de Huesca, a unas tres horas caminando. Pero no le era ajena su vida a esta fortaleza,”resto bien conservado todavía de antes de la Edad Media, la imponente y elevada cordillera del riscoso Guara, los infinitos pueblos situados en su falda, los fértiles valles por donde corre, a veces manso y otras como un torrente, el delicioso río Guatizalema, sus bellas cascadas, las fuentes saludables que brotan por dó quiera, la Peña llamada la Mora encantada…”.”Su esposo, sobrino  del escritor J. P. L., se llamaba Félix Cavero y era un caballero de Alta Alcurnia, que fue el heredero del antiguo Castillo de Argavieso, cerca de la ciudad de Huesca, según está escrito en un relato del año de 1840. El río Guatzalema que nace en la Sierra de Aineto a 1.370 metros de altitud, sigue por el valle de Nocito, pasa por Vadiello, bajan sus aguas hasta la Almunia del Romeral y una vez en la llanura, desemboca en el río Alcanadre.

El río Guatizalema lleva sus aguas por Nocito, las acumula en el Pantano de Vadiello y bajan a la Tierra Plana por  Almunia del Romeral, por Arbaniés, por el pueblo de Siétamo, en que yo nací, sigue por Pueyo de Fañanás, regando los términos de Fañanás, de Alcalá, de Ola,  de Argavieso (que se encuentra a tres horas de camino de la capital de Huesca) y de Novales, hasta desembocar en el río Alcanadre.

En la misma Sierra de Guara, se encuentra en el pueblo de Nocito, un templo dedicado a San Urbez y una ermita más pequeña. De la misma Sierra de Guara, salía un camino muy primitivo, al pueblo de San Julián de Banzo.  Y desde este pueblo, bajaba San Urbez por Loporzano al pueblo romano de QUINTO, hoy al lado de la carretera N-240, y desde éste corría todo el Saso,  hasta OlLA. San Urbez vivió en la Montaña y en su Somontano, cuando los moros ya habían invadido OLA y el SASO. Se dedicaba a cuidar  ovejas y a cultivar su fe en el Dios del Cielo, a la Virgen María y de Cristo crucificado. De vez en cuando subía a San Martín de la Val  D’Onsera, donde todavía se encuentra un templo, en el que oró San Urbez. Aquí vivió muchos años, pero fueron unos cincuenta los que pasó en Nocito.  El Santo se hizo de cien años de edad.
Ermita de la Valdonsera.



San Urbez, cristiano en aquellos años de invasión de los Moros, vivió unos años en San Martín de la Val D’ Onsera, pero en aquella Paz, muchas veces interrumpida por las diferencias entre el mundo islámico y el cristiano, conservaba su vida en aquel antiguo Monasterio de la Sierra de Guara, al que resultaba casi imposible llegar a los moros. Vivía el Santo en el mismo lugar  en que los moros vivían en OLA y en los pueblos del Sur de la Sierra de Guara, pero tenía su posible refugio en San Martín de la Val D’Onsera. En casa OTAL DE OLA, conservan con todo respeto y cariño, una LOSA DE PIEDRA  ARENISCA, en la que dormía San Urbez. Antonio Otal no sabe qué hacer para que esa  losa pétrea- arenisca, no se vaya descomponiendo.

Hay una larga época desde que los moros invadieron España hasta que el Rey Cristiano Sancho Ramírez, en el año de mil noventa y seis, conquistó con sus tropas, el pueblo de Argavieso y los que estaban en la orilla del río Guatizalema, debajo de la Sierra de Guara. San Urbez tenía su “nido” en San Martín de la Val D’Onsera, pero cuidaba las ovejas en el Saso, que va desde la gran Cruz que mira al Monasterio de Montearagón, hasta Argavieso. Pero esta vida de lucha entre dos religiones, cristiana y la de Mahoma, era común en toda la orilla del río Guatizalema.

No se sabe en qué años vivió Guati, pero se daba a la actividad agrícola y ganadera, entre moros y cristianos.

Tenemos el ejemplo de San Urbez, cuidando en el pueblo moro de OLA, ovejas, y también estaba Guati, que era cristiano y se enamoró de la mora Zalema. La madre de Guati vivía para estar segura, en plena Sierra de Guara y él vivía en las tierras de Siétamo y con sus ganados. No coincidió la época en que estuvieran en OLA,  al mismo tiempo, San Urbez y Guati, el cristiano.

Bajaba San Urbez desde la Val D’Onsera y llegaba al pueblo, fundado por los romanos al que llamaba Plan de  Quinto. Marcaba el Quinto Miliar en la Vía Romana que iba desde Huesca a Alquézar. Todavía se conserva el Miliar del pueblo de Tierz y después el de Siétamo o Séptimo Miliar. Su  población era cristiana durante el tiempo de dominio romano, pero su mayoría de pobladores, al llegar los moros se hizo  discípula de Mahoma. Todavía quedan restos del pueblo romano de Quinto, cuyo solar se encuentra en la carretera N-240, frente al más elevado Saso, que ocupan los pueblos de Loporzano, Siétamo, Ola, Alcalá del Obispo y Argavieso. Hace ya muchos años encontré en Quinto, lo que demuestra que era romano, una V (uve mayúscula), muy bien labrada en piedra, que coincide con el número romano cinco, que indicaba que ese cinco equivalía a Quinto. Quinto es el nombre de un millar o milla romana, como Tierz, lo es del tercer miliar y Siétamo del séptimo. Yo encontré esa V, número y letra, de piedra, pero mi excesiva vergüenza, no me lo dejó llevar y a los pocos días desapareció. También apareció un pequeño espacio, cubierto de mosaico de teselas. Por lo visto había sido descubierto por un oscense, que  tenía más vergüenza que yo y dejó allí las teselas. Yo conservo un número muy escaso de ellas, que me harán recordar mientras viva, al pueblo romano de Quinto. Al lado de la carretera N-240 y de la Vía Romana, que conducía a Alquézar y hacia el Este, se encuentra una colina, que no muestra nada a la vista del viajero, en la cual se alzaban los edificios de Quinto. En esa colina estaba la V tallada en piedra, que indicaba la quinta unidad de distancia entre Osca (Huesca) y Alquézar. La distancia entre uno y otro miliar era de 1.480 metros de distancia actuales.
Argavieso (Huesca).

La zona del río Guatizalema estaba desde debajo de la sierra de Guara, dominada por los moros, mientras los cristianos dominaban, desde la Sierra de Guara hacia el Norte. Sin embargo San Urbez tenía su convento en la misma Sierra  y bajaba al Saso, extensa llanura, que va desde el Estrecho Quinto hasta Argavieso. Vivió por tanto en las dos partes enemigas, a saber en el convento de San Martín de la Valdonsera y se comunicaba con el pueblo de OLA. En este pueblo todavía se conserva en Casa de OTAL DE OLA, una piedra arenisca sobre la que dormía y que a su actual dueño JOSÉ MARÍA OTAL, le preocupa la conservación de esta piedra arenisca.

La zona Norte del Guatizalema está gobernada por el pueblo de Nocito, hasta debajo de San Martín de la Val D´Onsera y hasta Vadiello, encima de la parte mora, es decir con el pueblo de La Almunia de San Juan. Unas veces se comunicaban, como lo hacía San Urbez entre la parte Mora de San Martín de  la Val D’Onsera y el Saso de OLA, pero en ocasiones, Guati agricultor de la parte cristiana, no podía comunicarse con su madre,  que vivía en la parte mora.

Desde el año en que murió San Urbez a los cien de edad, el año de 802 y nacido en Burdeos  el año  702,  hasta el rey Pedro I  que conquistó Huesca,  y las orillas meridionales del Guatizalema, pasaron muchos años. En 1096, Pedro I ganó la Batalla del Alcoraz y tuvo ocasión de conquistar los pueblos moros que he citado. Ya se ve como los cristianos habitantes de la parte baja del río Guatizalema, estuvieron dominados por los moros, desde el año 802 hasta el año de 1.096. Pero sí eran dominantes los moros, pues vivían en los terrenos dominados por ellos, los cristianos,  como Guati y los judíos.

“Al Oriente de la Ciudad de Huesca, cabeza de la Provincia del mismo nombre en el Reino de Aragón y a la distancia de tres horas, y frente a la punta más culminante de la Sierra de Guara, hay un lugar llamado Argavieso, que se halla situado en una pequeña colina, con forma de media luna con descenso hacia el medio día, y en cuyo ángulo derecho se alza antiguo y majestuoso  Castillo, todo de piedra con su alta barbacana, y en ella sus lunetas a la antigua”.

Todo el Castillo recuerda una figura del tiempo de los Moros y más atrás, de tiempo de los Godos. En esta Castillo vivía como Gobernador el moro Abenheya. Había nacido en Africa, pero se quedó viudo en España de su esposa, que murió por mano de los perseguidos cristianos. Le había quedado una hija, llamada Zalema, de una gran belleza. Su padre no le permitía ningún contacto con nadie, excepto con la familia del Gobernador moro de Novales. Este Gobernador moro era una buena persona, que tenía dos hijas, llamadas Zalmira y Fátima, muy amables y educadas. Estas jóvenes moras salían con su madre a pasear un rato hasta la Fuente de las Canales. Allí, para encontrarse con ellas, acudía Zalema y a la orilla de la fuente se narraban los hechos que sucedían en aquellos lugares. En esos días llegó el moro Zair, natural de Siétamo, que además de contarles datos, a las muchachas moras, les dio muchas y buenas noticias del cristiano Guati.  A causa de estas noticias, Zalema ya se puso mejor. Por la mañana ya estaba haciendo sus labores en la reja que mira al camino que va a Huesca. Qué casualidad cuando vio venir a un caballero de gracioso tipo, que a su vez no paraba de mirar a su reja, como siguió mirando después de pasar su caballo por delante de ella.

Zalema, que estaba enterada por el mor Zahir de Siétamo, de la personalidad de Guati, en unos días de tormenta, al leer “un manuscrito árabe, le hacía la siguiente reflexión: Hay en los corazones humanos, un sitio destinado a inspirar en las criaturas los presagios de su ventura o de su desdicha”, con lo que su corazón se enteraba de lo que la suerte le tenía preparado. Al día siguiente recibió una carta de su amiga, la de Novales y Zalema recibió esa carta, que le decía: “Alá te guarde, amiga Zalema. La casualidad de haber estado mi hermano (moro de Navales) en Siétamo, me ha puesto en situación de satisfacer los deseos que nos manifestaste, de saber quién era ese caballero,  que te saludó, cuando pasaba con su caballo por debajo del Gobernador moro de Novales. Su esposa y sus dos hijos y dos hijas, HABÍAN INVITADO A COMER A ZALEMA Y A GUATI  en su Palacio de Novales. Se celebró de una forma cordial la comida y a los postres se suscitaron diversas cuestiones, la principal el canto de la excelencia de las mujeres sobre los hombres”.

Se oía una conversación fluída y GUATI callaba, pero fue preguntado por los comensales y se expresó así,  aludiendo a su madre, recién muerta:”Convengamos en que cada cosa tiene por la Madre Naturaleza, su destino particular, y bajo este principio,  todo es bueno y todo es malo….No obstante, en las mujeres, siendo así que nacieron para distinto empleo que los hombres, hallo visibles rasgos en que positivamente nos exceden…El ser moral de las mujeres, nos aventaja a los hombres en mucho… Y después  de hacernos a los hombres tanto bien, como que sin ellas, quizá las guerras y los bandos nos hubieran transformado en fieras…confieso pues, sin avergonzarme de ello, que la mujer nos excede en la mayor parte de las prendas, y que nos compensa con otras, aquellas, en que le aventajamos los hombres”. “Hubo de disolver tan gustosa reunión, para marchar unos a Novales y Guati y su amigo moro Zair, para Siétamo”.
Castillo de Argavieso (Huesca).


Después de este banquete aumentó el amor de Guati a Zalema y bajó a  Argavieso, escribiendo en la corteza de un árbol el siguiente verso:

”VES CUAN DURA  ES ESTA PEÑA-

 ZALEMA, PERLA ORIENTAL,-

PUES EL AMOR CON QUE TE AMO-

CUAL ELLA, SERÁ  ORIENTAL”.

Pero enfermedades, tal vez del amor, invadían la  espera de ambos a la muerte, pues Zalema escribió a Guati lo siguiente: “Veo la muerte y no me espanta, Guati mío, por qué no puedo darte gusto en tus deseos…A Dios, amigos, llorad la muerte de Zalema… Y MURIÓ A LOS POCOS MOMENTOS, BESANDO EL ÚLTIMO PAPEL QUE LE HABÍA ENVIADO GUATI.

Guati se había retirado al pueblo de OLA, y cuando se enteró de la prisión de Zalema, por su padre, “pusosé a morir tan de veras que hizo llamar a un Confesor…se echó en cama y se despidió de los muchos amigos, que le seguían…mis días eran para Zalema y si ella no existe, mis días están de más. “Habíase hecho pública la cruel  persecución y cantó el siguiente romance: de Zalema y de Guati y por supuesto también se publicaron sus amores”. Los jóvenes se declararon en favor de los amantes “y buscaban a Guati  y por un alarde atrevido querían librar a la amada…Las muchachas oyeron lo de los arboles del río, y todas acudían con cestillos de flores y coronas, con que adornaban los nombres de Guati y de Zalalema”. De estos gritos de Guati y de Zalema,  “después corriendo el tiempo, vino a llamarse todo, el Río Guatizalema”.

Guati se concertó, con sus partidarios, y disfrazados, y bien armados, se movieron a OLA… a las diez de la noche…llegaron al Castillo, donde se encontraba el cadáver de Zalema…y al ser la noche tan oscura, llegaron sin ser vistos ni oídos.”Al llegar a la reja…hizo resonar sus cuerdas y con voz suave y desmayada, cantó un romance, que se expresaba así:

-“Gime en estrecha prisión-

Desventurada beldad,-

Y llora vigor tan duro-

Su caballero leal-“.

“Ya el lucero matutino asomaba por la inmediata Sierra de Guara, y ninguna señal había dado Zalema. Por lo cual dijeron a Guati, que pensase bien en lo de liberarla por fuerza, y que se haría por la siguiente noche, debiendo a la sazón retirarse  porque venía la Aurora”, Guati estaba acabándose porque se desmayó en estos momentos.” A cada momento  perdía el sentido, y en volver preguntaba, que le anunciaba de Zalema”. En poco espacio de tiempo, se volvieron a cerrar aquellos hermosísimos ojos y una contracción general de nervios indicó que ZALEMA, DEJABA EN AQUEL MOMENTO DE EXISTIR. Guati quiso leer el último papel que le había escrito Zalema, que decía :”Veo la muerte y no me espanta, Guati mío…Ahora soy verdaderamente digna de tu amor. ¡Ay! Las fuerzas me abandonan…Siento el hielo de la muerte y mi corazón arde aún por ti……Alá nos perdonará ……. Y él nos reunirá también…..yo …..Guati……Guati…….Después de leer estas frases, exclamó Guati. “Zalema me llama y debo yo obedecerla……… A Dios, amigos, llorad la muerte de Zalema, Y explicándose en él  furiosas convulsiones, MURIÓ  A LOS POCOS MOMENTOS, besando continuamente el papel y ofreciendo un espectáculo triste y desolador.


Río Guatizalema.


Los que más sintieron la muerte de Guati, fueron el moro, hijo de Siétamo, Zahir, que se expresó así: “Dejemos a los Cristianos cumplir con Guati, el desgraciado los últimos oficios de su Religión”. Al marchar de OLA, encargó a los parientes del difunto, que dejasen sin cerrar la urna, en que se colocara su cuerpo y marchó a Novales a ver a Zelmira y a sus hermanos. Los hijos del Gobernador moro le informaron de cuanto en el Castillo pasaba, como por ejemplo que su padre había ordenado depositarla sola en la Huerta.”Así en que sonaron las doce de la noche, encaminó sus pasos a la difunta Zalema…y ayudado por sus compañeros, tomó el cuerpo de Zalema y sin ningún obstáculo lo CONDUJO HASTA OLA. Y en lugar de descansar, de tan continuadas fatigas, se ocupó EN COLOCAR  SECRETAMENTE EN EL SEPULCRO Y URNA DE GUATI, su cuerpo, hacerlo cerrar y en poner por vía de inscripción lo siguiente:

                                                      GUATI Y ZALEMA

               LA TIRANÍA y LA SUPERSTICIÓN, LOS SEPARÓ,

               LA AMISTAD Y LA MUERTE LOS UNIÓ PARA SIEMPRE.

   El moro de Siétamo ZAHIR, se dirigió a ARGAVIESO y se dirigió a la Huerta del Castillo, en la cual entraron varias personas sin franquear sus puertas, “ Y tomando el cadáver, se subieron al cabezo de enfrente, colocando una figura blanca, pero de menos corpulencia, la cual era la figura de la difunta Zalema”. Pero al salir del Huerto del Castillo, “todos distinguían el peñasco, el cual, dice el cronista árabe, tal vez mucho antes se divisaba, pero no había llamado la atención de las gentes al ser observado, como ahora… lo que al ir algún forastero al pueblo, veía el cuerpo de Zalema, convertido en la PEÑA DE LA MORA ENCANTADA”. Su padre lleno de odio, destruyó la sepultura que había preparado para su hija.

Distinta era la situación del amigo de Guati, natural también de SIÉTAMO,  Zahir. “Este recibía continuos parabienes de amigos, y aún de extrañas personas que miraban, como causa de humanidad, el desagravio a los amantes, y a ZAHIR, mi paisano, como el instrumento de la venganza del Cielo… ZELMIRA la amiga de ZALEMA, de ARGAVIESO, oraba a ALÁ. Habían organizado un campo para que ZAHIR con el Francés, partidario del padre de Zalema, lucharan sobre sus caballos.

De cristianos sobre todo, era el número prodigioso, y así de todas partes acudían a contemplar la lucha, como si se tratase de un torneo. Se hallaban entre otros muchos asistentes MENDIOZA, cuyo apellido cambió con el tiempo  por MENDOZA. Este apellido se conserva en Novales y en los pueblos cercanos.                     
Castillo de Sietamo.



“En el campo de lucha, estaba el FRANCÉS con toda la disposición de un arriesgado combatiente, y en él se notaba el orgullo y la altanería de su NACIÓN … en cuanto a ZAHIR, no menos se ostentaba grande serenidad y confianza”. Lucharon sin descanso y como no salía ninguno de ellos triunfante, exclamó ZAHIR: elegid el arma para vuestro sacrificio…el francés eligió el venablo….el francés arrojó  presuroso el venablo, que dio de soslayo en el muslo a ZAHIR, causándole ancha aunque no temible herida…. Y Zahir disparó su venablo, que dio en el pecho del FRANCÉS, venciendo y destrozando todas sus defensas, pasó hasta salir por la espalda”. Al bajar los Jueces de sus asientos, declararon al Francés, vencido y muerto. Zahir recogiendo su alfanje le cortó la cabeza.

El moro de Abenheya,  que fue el mal padre de ZALEMA, que dirigía el Castillo de Argavieso, huyó y fue a pasar por un Pórtico  Cristiano, cuando una manada de lobos aullaban, y el caballo se puso a correr y al pasar por el citado Portal del citado Santuario, recibió un golpe en la frente, y al caer fue arrastrado por el caballo, porque tenía el caballero un pie, agarrado en un estribo y arrastraba su cuerpo por “los jarales y las quiebras del terreno, sin cesar de correr el caballo, fue despedazándose”.                                  

Al morir este cruel Abenheya, ocupó el Gobierno del territorio del Guatizalema, el Padre de ZELMIRA, y se traslado toda la familia al Castillo de  ARGAVIESO. Pusieron en libetad a todos los presos que tenía ABENHEYA en dicho Castillo.

En ese Castillo vivieron felices durante muchos años ZAIR, el hijo moro de mi pueblo de Siétamo y su esposa ZELMIRA. La felicidad de esta pareja lo atribuye el pueblo al celo, que mostraron en socorrer y en vengar, como causa del Cielo, la virtud demostrada por GUATI y por ZALEMA, perseguida y oprimida, por Abenheya y por su ayudante el  Francés.
Castillo de Novales.


Acaba esta Leyenda:”Por qué es constante, que nunca deja el Eterno Dios, llamado Alá por los musulmanes, sin un premio, las buenas acciones de los humanos, bien que a las veces no son bien conocidas sus obras, como quiera que aún, nos son más desconocidos sus misteriosos designios”.

Muchas veces escuchamos con gusto lo que ocurre lejos de nuestra tierra y no nos interesamos por lo  que pasa o pasó en la nuestra.Hemos visto relatos y visto películas sobre Romeo y Julieta, italianos, que se amaron tanto, que murieron por su amor. Asi lo relata la canción: “Nosomos ni romeos ni Julietas, aquellos que murieron por su amor….”, que con su pegadiza música nos recuerda aquella historia de amor.

Como aragoneses todos conocemos los amores de Diego y de Isabel, los amantes de Teruel, que los llevaron a una trágica muerte. El pueblo, que está en posesión del sentido común, los recuerda con simpatía, pero piensa que todos los excesos son malos y lo explica diciendo, ”los amantes de Teruel, tonta ella y tonto él” y es que el amor entre un hombre y una mujer, debe conducir a la vida y no a la muerte.

Como he dicho, conocemos muchas historias de amor, pero no sabemos cosas nada de la que sucedió entre Guati, cristiano de Siétamo y Zalema, mora del pueblo de Argavieso. Ahora ya la conocemos, gracias a  una novela histórica, de autor desconocido. Se sabe que las iniciales de su autor,son J.P.L. y que la publicó el año de 1.840.Se podrían aplicar esas iniciales a algún miembro de la Casa Noble Zaragozana de los Pignatelli de Aragón: Gonzaga, Manrique de Lara, Marqués de Coscujuela, Grande de España, Príncipe de Castel Glioni, Duque de Solferino,Conde de Fuentes, Barón de Huerto, Argavieso, de Riesi y  Cepulla, con sus nueve feudos en Sicilia, nueve feudos en Sicilia,Jefe de la noble casa de Gonzaga en Mantua y dela Aborca en Cerdeña Casó con Adelaida Belloni y Meroni. No se encuentra relación directa con las iniciales de 1.840. Pero se adivina la presencia de su primer apellido Pignatelli con las Baronías de Huerto, de Argavieso y las italianas de Riesi y de Cepulla.

Como he dicho, conocemos muchas historias de amor, pero no sabemos nada de la que sucedió entre Guati, cristiano de Siétamo y Zalema, mora del pueblo de Argavieso. Ahora ya la conocemos, gracias a una novela histórica, de autor desconocido. El río Guatizalema se presta a los amores, como habéis podido comprobar al recorrer durante el verano sus orillas. Y esa misma cualidad de nuestro río, intuyó el autor de la dicha novela histórica, cuando escribía:”¿Cómo era posible, decía yo, que entre estos sitios tan amenos, tan pintorescos, tan poéticos, dejasen de amarse locamente sus habitantes en aquellos siglos románticos y caballerescos?. Ya lo creo que se amaron los ribereños del río Guatizalema, pues lo hicieron hasta la muerte.

La fe en Dios por parte de Guati y la fe en Alá, por parte de Zalema, ha hecho que vivan juntos en el cielo. Bueno  sería que esa fe monoteísta en un solo Señor, nos sirviera para convivir con judíos y moros, no sólo en el cielo, sino que aquí abajo, pues nuevamente regresan a España, después de ser expulsados, hace quinientos años, cuando aquí en SIÉTAMO, todavía persiste el cementerio musulmán, que mira al Oriente.     Siempre ha habido en el Mundo varias religiones, que apartaban a unos hombres de otros, porque no se sabía leer. Ahora, en cambio se reúnen varias autoridades religiosas distintas en el Vaticano y se elevan oraciones todos juntos. Pero hay que reconocer que hay hoy en día musulmanes, que persiguen, por ejemplo a Coptos, en Egipto. Somos seres humanos compuestos de cuerpo y de alma y hay casos en que se cultiva sólo el cuerpo y el alma se queda abandonada.

En mi pueblo, SIÉTAMO, nadie sabía donde se encontraba el cementerio moro, pero estos últimos años se ha descubierto un cementerio en que las tumbas, formadas debajo con piedras, que miran a Oriente. Salieron los moros de estas tierras y nadie se ha acordado de ellos, porque siempre estaban luchando, como lucharon Guati cristiano de SIÉTAMO, contra los moros y viceversa.

Hay algunos musulmanes que está en Guerra contra el Cristianismo y parece que quieren obligar a todos los hombres a formar parte del Islam.

Guati y Zalema, uno cristiano y otra musulmana se amaron como dijo el Señor: Amaos los unos a los otros , como yo os he amado.                      

jueves, 17 de agosto de 2017

La humanidad en La Almunia del Romeral




Joaquín Borruel Buil es un descendiente de Caborbaya, albañil que edificó Casa Almudévar de Siétamo el año de 1853.Me habla de su  padre, cuando pasa gran parte del año en Siétamo, pero no recuerda menos a su madre, Francisca Buil Albero, a la que yo  conocí. Los recuerdos de su madre le llenan de sentimientos su corazón, de tal manera que los manifestaba describiéndome su vida entre las bellezas sobre las que se asienta La Almunia del Romeral. No pude pasar sin acordarme de las vivencias que pasé ejerciendo mi profesión de veterinario y de vivir los sentimientos de Joaquín Borruel y decidimos una tarde calurosísima del mes de Agosto, subir por las orillas del Río Guatizalema, desde Siétamo hasta el verdor, que manifiestan los litoneros, los romeros y las oliveras. El primer punto al que nos dirigimos fue a casa Escario, que fue de la madre de Joaquín y allí encontramos la puerta de hierro del corral, que estaba toda rodeada de una parra, que ofrecía unas uvas rojizas, de las que Joaquín no se atrevió a probarlas, pero yo, sumido en aquel ambiente somontanés del río Guatizalema, en la ladera del monte Miscón y desde donde se divisa Santolaria, con su atalaya restaurada e iluminada por la noche, cogí un grano de aquella uva para comulgar con aquella tierra que conduce el agua a Huesca capital y a los pueblos del Somontano, con su campo de aviación de Alcalá-Monflorite. Esos espejos producen una luz, que nunca apagan las boiras, que en invierno alcanzan a los pueblos próximos. Nos daba la impresión de que no íbamos a ver a ningún ser humano, pero nos encontramos con una pareja, que habita en Casa Sastre y formada por la señora Ester Loriente Abadías y por su marido José Ferrando Trallero. Ferrando ha sido cartero de la Sierra durante treinta y cinco años y yo lo conocí en casa de Lorenzo Zamora de Coscullano y su esposa Ester de una casa en que durante cuatro generaciones tuvieron sastrería y más de cien arnales, emigró a Barcelona, donde trabajó y estudió, pues al hablar con ella, noté la claridad de sus palabras y la lógica de sus ideas, hasta que Joaquín me reveló que era Licenciada por la Universidad de Barcelona. Pero la miel de aquel “Jardín de romeros”, como llamó a la Almunia Don Fernando de Aragón, Abad de Montearagón, había influido en su corazón porque fue  toda  amor y caridad, ya que se llevó con ella a Barcelona a su madre y a cuatro tíos suyos. Cuando volvió a La Almunia se trajo los restos de sus difuntos  y no pudo menos que enseñarme su parroquia y el cementerio, donde duermen sus seres queridos. A Santo Domingo de Guzmán y a la Virgen del Rosario los sacan todos los años en procesión y en aquella tierra serrana, aunque están casi todos muertos, les cantan José Ferrando con su esposa Ester. Para San Vicente, celebran la Fiesta Pequeña  y en medio de la plaza encienden una hoguera, en la que asan panceta, longaniza  y tortetas, acompañadas por el vino de sus botas. El río Guatizalema baja de Nocito y es un punto, desde luego muy profundo. El punto más estrecho que me hizo contemplar Ester, subiéndome a la “demba” de Casa Aniés, fue el paso de Bolituero. Antes, cuando iban a Santolaria, colocaban varios maderos, fajos de “buchos” y barro, pero cuando llegaba una riada, lo arrastraba todo. Encima de Bolituero hay una presa para conducir el agua a Huesca y más arriba, por un túnel, corre el agua al Campo de Aviación de Monflorite y a los pueblos de abajo. Hay una zona más profunda que tenía un molino, una explotación de cobre y una papelera y cruzaban el río por unas vías ferroviarias que allí instalaron. La factoría de cobre se llamaba Martinete y en ella fabricaban calderos de cobre, tan usados en aquellos pueblos. Era La Almunia una potencia industrial gracias al río. Pero no sólo tenía la industria sino también la agricultura, que producía gran cantidad de aceite y por allí pasaba la ruta del vino y del aceite. Había dos rebaños,  uno de ovejas y otro de cabras, pero destacan las colmenas de abejas, que producían una miel transparente y clarísima, como la que destilan de su corazón las personas de La Almunia, donde todavía se encuentra  la llamada zona  de los arnales..

domingo, 6 de agosto de 2017

Equilibrio entre la luz y la oscuridad




A un amigo mío, que nació donde empiezan a elevarse los Pirineos, se le apagó la luz del amor y su ilusión, que expresaba con esta canción: ”Miruflí y Miruflá- se querían casar- y querían vivir, a la orilla del mar”, le desapareció la letra de esta canción de su espíritu y se subió en el corral de su casa, por unas escaleras de mano, y allí se puso a esperar la muerte. Y yo describí la caída de su amor a la vida,  diciendo: “Para los enamorados llegó el fin, cuando quebraron el ciclo de su amor. El hombre vendió todos sus bienes, tomó los billetes y los quemó en el Bar, delante de las gentes del pueblo. El no se quemó, porque no era partidario de interrumpir los ciclos; a él se lo habían interrumpido y simplemente se fue a esperar, en un corral de su familia, se subió por una escalera de mano a un cañizo, clavado sobre unos maderos, cubierto por teja vana, con el horizonte abierto por delante a las diarias puestas del sol, que le producían cierta envidia, porque indefectiblemente, el día cumplía su ocio y él tenía que esperar muchos ciclos, día tras día. Y, como sabía que él tenía cortado su ciclo, esperaba y esperaba el fin del mismo”

La falta del amor, hizo desgraciados a dos enamorados.

En cambio a Josán Rodríguez Zamora, con su segundo apellido, que viene de la Sierra de Guara del pueblo de Zamora, que ya ha desaparecido, pero que queda de segundo apellido en Josan Rodriguez y en Ignacio Almudévar y en muchos más. En algunos de primero.

Al hijo del pueblo, que vivió en un alto gallinero, le vino la parálisis de su espíritu, pero a JOSÁN RODRÍGEZ ZAMORA, las heridas sobre su cuerpo, llenaron de espanto a los que lo recogieron cerca de la Sala de Fiestas, en que el atropello de un coche, quitó la vida a algunos de sus compañeros y dejó el cuerpo de JOSÁN, destrozado, pero su espíritu conservó la fe en su vida. Quizá la sabiduría de sus Médicos, mantuvieron su vida sosegada por un sopor, que le influyeron en su biología, que permitió que aquella fe en su vida,  se le conservara. “Al hijo del pueblo, que vivió en un alto gallinero, la parálisis de su espíritu, provocada por la pérdida de su amor, redujeron su espíritu a la nada. En cambio a Josán,  las heridas terribles de su cuerpo, entre el sopor y el enamoramiento de las cosas de la vida, se la prolongaron acompañadas   “por luces y sombras que iban con él”. “Prefirió siempre Josán ver las cosas buenas que las malas”, que le llevaron al triunfo de su vida sobre la muerte.

Nació Josán el doce de Enero de 1976 en Huesca, capital, pero su familia vivía en Sesa y su madre era de Nocito. Estaban ambos pueblos unidos por el río Guatizalema. Tenía Nocito un territorio en contacto directo con la naturaleza. Tenía el pueblo de Sesa, una parte alta, en que había un convento, en el que en viejos tiempos, veraneaban los seminaristas de la Diócesis de Huesca. Muy cerca de él, se jugaba en el Campo de Fútbol. Cuando se trabajaba en las operaciones de riego del monte de Sesa, una niña, que conmovió a todas las personas de la provincia, cayó en un profundo pozo, que se estaba profundizando y producía lágrimas escuchar sus suaves quejas, con una voz angelical. Acudimos con la Doctora y Diputada Provincial, Doña María Dolores Santamaría y yo mismo a tratar de salvar a la niña, pero nuestro poder humano, era inútil para obtener su salvación. Siempre que paso por Sesa, recuerdo a la niña y a sus padres, llenos de carácter y de bondad.

Escribe Josán de los animales que vivían en Sesa y yo no puedo olvidarme de unos galgos, propiedad de unos labradores del pueblo, que llamaban la atención por su belleza y elegancia. Yo fui en varias ocasiones a una casa- herrería en la que nació el Canónigo Abizanda. Me bajaba desde Siétamo, a orillas del río Guatizalema, el mismo que pasa por Nocito,  por Siétamo y por Sesa, Don José Bara Abizanda, Maestro Nacional de Siétamo. Allí vivía una Maestra Jubilada, tía de Don José Bara.

Era Josán inteligente, “pero dejó de estudiar pronto, porque  pensaba que no era capaz. Más tarde, me arrepentí  muy rápidamente”.

Josán tiene un recuerdo de Nocito, el pueblo de su madre.”Al llegar a Nocito, lo primero era echar la vista a la plaza de la iglesia. Allí siempre había gente, y a vedes te encontrabas con las gallinas de Antonio, Martina y Vitoria, Aquellos tres hermanos me parecían de la familia, ya que muchas veces acabábamos en su casa”. Yo me acuerdo de esos tres benditos hermanos, porque cuando subía a Nocito a vacunar los canes de sus habitantes, el señor Antonio que era el Alcalde del pueblo, me mostraba sus ovejas, corderos y cabritos. Hice una gran amistad con ellos, pero poco a poco, se fueron muriendo.”También comprobaba siempre que bajo el puente, en los huecos de uno de sus ojos, siguieron guardados el cojín y el jabón de mi abuela, esos que tantas veces habían usado cuando bajaba al río a lavar”. El pueblo de Nocito, del que yo era Veterinario, era un paraíso para Josán y lo recordó siempre, incluso cuando bajó a la Tierra Baja, a ganarse la vida y a sufrir un terrible accidente.

Era un mozo inteligente y no quiso estudiar, pero valía para todo, pues ejerció una enorme cantidad de actividades. En el “Programa de fiestas de Nocito”,  escibe: ”hará unos diez años, estaba cortando el césped del jardín, cuando Segundo Nasarre entró a saludarme”. Este buen pastor, entre otras cosas, estuvo en Siétamo, con las yerbas del pueblo arrendadas y tuvimos con él, una gran amistad y Josán, a quien le gustaba tanto escucharlo, porque le hacía reír. Llegó el pastor Marino, nacido en Nocito, que fue amigo mío, porque lo conocí en Bandaliés, donde patoreaba sus ovejas. Como dice Johan :”Marino era otra persona, como Segundo, digna de ser escuchada…Segundo como Marino tenían sus formas de ver muy claras…y eran mis maestros sin darse cuenta”. Ambos han muerto y Marino tiene en el Cementerio de Nocito una Cruz de su familia, hermosa y que da fe.

Una noche, volviendo de una reunión de amigos, entramos en una Discoteca, recién abierta. Estuvieron  allí hasta que cerraron el establecimiento “momento en el que salimos para casa. MIENTRAS LOS CLIENTES NOS DESPEDÍAMOS Y ESPERÁBAMOS A QUE LLEGARAN   LOS TAXIS, UN COCHE SE ABALANZÓ SOBRE NOSOTROS, A MÁS DE  CIEN KILÓMETROS  POR HORA. EN ESTE MOMENTO MURIÓ MI AMIGO JAVI. TAMBIÉN BENITO, UN CHICO JOVEN. VARIAS PERSONAS MÁS FUERON ATROPELLADAS, Y ENTRE ELLAS, ESTABA YO”.

“Ese día supuso un antes y un después en mi vida. ERA LA ENTRADA AL TÚNEL MÁS OSCURO QUE DEBÍA ATRAVESAR. ME ESPERABA UN NUEVO CAMINO, PERO TAMBIÉN UNA NUEVA FORMA DE CAMINAR”.

Reconoce sus dolores, cuando dice.”Ninguna de las lesiones que he sufrido, como la falta de piernas o la ceguera, es comparable para mí con lo trágico y amargo que me resulta sufrir por amor”. Josán reconoce que su mayor sufrimiento le viene por la falta de amor, que él padeció en algún momento. Yo me acuerdo de aquel amigo mío de una Sierra cercana a Nocito, al que se le prohibió el amor, como dice la canción: “Miruflí, Miruflá se quería casar y quería vivir a la orilla del Mar”. Su “orilla de la vida fue un gallinero al que se desterró y en él se puso a esperar la muerte. ¡Miruflí, Miruflá!, ¿qué pasará?.

Pero, para Josán el amor es la solución de la vida en las personas, “y por eso se enamoran quienes son naturales y ante todo sencillos y viven felices en medio de las catástrofes diarias”.

Josán ama y es amado y es ciego y carece de sus dos piernas, pero acompañado por el amor , es feliz. He de adaptarme a “un cuerpo realmente nuevo, porque pienso que las únicas heridas han estado en la parte externa de mi persona. Mi interior no ha sido dañado, sino que ahora es mucho más fuerte. Me siento mejor al valorar todo lo que me rodea, y agradezco el hecho de no necesitar nada.Todo está en mí para ser feliz y disfrutar de cada instante, y lo mismo EN EL ÚLTIMO ALIENTO, DISFRUTARÉ DE LA MUERTE”.

sábado, 5 de agosto de 2017

CANTE HONDO




El cante hondo o jondo, o música flamenca,  hace sonar la estética y los sentimientos del pueblo andaluz. Su composición se origina, de pueblos primitivos, de pueblos judíos, árabes y de los pueblos cristianos, como los gitanos, que vienen unos detrás de otros, para formar, su composición  originaria y peculiar de Andalucía. Las coplas del cante jondo, dice el gran poeta Antonio Machado,"se cantan y se sienten; nacen del corazón, no de la inteligencia, y están más hechas de gritos que de palabras.....Sólo la costumbre de cantar llorando, propia de nuestro pueblo, es capaz de encerrar tanta pena y tantos amores en los tercios de una malagueña o en el canto llano de una seguiriya ".Y en una de sus composiciones añade: "Es el sabor popular,-que encierra todo el saber;-que es saber sufrir, amar,-morirse y aborrecer."

Sobre el origen del cante hondo hay distintas versiones. Pedrell, eminente musicógrafo español opina que lo trajeron a España los gitanos, procedentes de Siria y Egipto. Y  lo recargado del adorno de esa música y la repetición insistente de la misma, los quejumbrosos giros melódicos y sus lánguidas inflexiones, acusan una relación muy próxima con el arte popular  árabe, tal como era en su periodo de decadencia, entre los siglos X y XV. Hay también quien  cree su música, enteramente autóctona de  remota influencia, andaluza, y nacida en Cádiz, o,  en Jerez, el Puerto y Sevilla. Indiscutible es que en el pasado siglo, fue depurándose y enriqueciéndose por la creación y el estilo personal de grandes artistas de raigambre hondamente popular, conocidos muchos de ellos por los apodos, que forman legión, como el Fillo, el Perote, la Andonda, Silverio Franconetti, el Chato de Jerez; y sus continuadores en la verdadera traición del cante: Juan Breva, Antonio Chacón,  a quien llamaban el "Emperaor del cante flamenco". Y se escuchó después a  don Antonio, por considerarlo como la figura señera de este arte a la  Antequerana,  la Trini, la Paloma, el Canario, el Nitri, el Pollo Santa María, Andrés el Mellizo, Tomás el Papelista, Pastora la de los Tientos, Revuelta, Manolo Torres, Fosforito, Niña de la Cabra, Ramón el de Triana, el Mochuelo, Prada, etc. En Triana, uno de los barrios de Sevilla, tuvieron  sus cátedras: los cafés del Burrero, de Silverio, de la Marina, de San Agustín, Salón Filarmónico ... ; y también Madrid y otras poblaciones tuvieron sus cafés cantantes. Después se produjo la decadencia de estos y el cante se refugió en los colmaos y en las ventas andaluzas de postín, y pasó a los escenarios, por donde sigue caminando en espectáculos llamados folklóricos, que en opinión de los entendidos, si acusan la vieja estirpe, distan mucho del verdadero cante jondo, pues más que cante es canción. Los principales cantes de sabor castizo pueden clasificarse así: cantos sin guitarra, entre los que figuran, la emocionante saeta, que pone una nota de infinita ternura y de honda emoción religiosa en la Semana Santa de Sevilla y otras poblaciones; la tonada (chica y grande), la liviana y el martinete, cantos con acompañamientos de guitarra, pero sin baile: la petenera, caña, polo, soleares, seguidillas o seguiriyas, serranas, rondeñas y javeras. Cantos llamados por alegrías, para bailar: la alegría, sevillanas, bulerías y el tango, cantos llamados de levante: tarantas, malagueñas, murcianas, cartageneras, fandango y fandanguillo. Entre los cultivadores modernos del cante jondo o de la canción andaluza deben ser citados la Niña de los Peines, José Cepero, Antonio Mairena, el Cojo de Málaga, Vallejo, los Niños de Utrera y Marchena, Angelillo, Juanito Valderrama, Manolo Caracol, etc.

En Aragón se emociona uno al escuchar el bravo sonido de la Jota, pero cuando escuchas los cantes, que son alegría viviente o lágrimas de amor, de ausencia o de muerte de algún ser querido, se te encoge el corazón y sueñas con el otro mundo.

Pero hay que acordarse del judío Anan, que en estos tiempos se ha vivido  el folklore, procedente de la tradición sefardita, que le ha proporcionado reflexiones sobre la muerte, que interpreta como una forma más cercana y más sobria a la tradición. Cuando paso por la Judería o Barrio Nuevo de Huesca, sueño con los difuntos, que ya murieron, en viejos tiempos. ¡Qué raro que el flamenco está presente en mi corazón!. Así dice una canción sefardí:”Si cantara el ladino, como quiere la comunidad,  creo que podría seguir actuando en la cocina de mi madre y todos me escucharían, sabiendo que se interesa por el idioma que hablaban los judíos españoles”. La música de la seguidiya nos remite, a través de los versos lorquianos de “la guitarra”  a ese momento importante que vivimos en el  sepelio de Murante, con su mujer y sus hijos, abrazando el féretro.

Todo es emitir intenso, el sonido de la  seguiriya, con la voz de un Paco de Lucía, que casi nos hace olvidar la guitarra, de su sonar tan tenso, porque no es sólo música la de la seguidilla, sino “llaga”.

Al escuchar el cante jondo,  nos parece escuchar su origen gitano-morisco, el arte judío y gitano, músico judío sefardí y cristiano- mozárabe.



Juan Ramón Jiménez, recubre la poesía antigua y la renueva con la actual, que le llevó a escribir :”Cuando el amor se va-parece que se inmensa. Cómo le llena el alma- a la carne de pena!. Cuando se pone el sol, lo ahondan las estrellas.

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