jueves, 27 de febrero de 2025

Egeria, peregrina a Palestina, desde el año 381 al 384



La Historia hay que estudiarla para mejorar la situación de países, en los que el hombre y la mujer han de vivir. Pero los hombres, en lugar de prosperar, han buscado sólo sus intereses particulares, religiosos o ideológicos. Esta reflexión me viene al contemplar un mapa con el mar Mediterráneo en su centro, con vías romanas por todas sus costas, por las cuales Egeria noble mujer gallega, inteligente y creyente en Cristo, pudo viajar desde Galicia hasta Mesopotamia, con pequeñísimas dificultades. Por esas vías romanas, viajó Eteria, desde Galicia hasta Jerusalén. Salió en el 381 Egeria de Galicia, pasó a las Galias, siguió por Italia, para llegar a Constantinopla el año 384.De esta segunda Capital del Imperio Romano, entonces llamada Bizancio, partió hacia Jerusalén y así como los judíos hacía muchísimos años que habían regresado de Egipto a Palestina, ella visitó el mar Rojo, el Monte Sinaí, Alejandría y Tebas. Más tarde recorrió Antioquía, Edesa, Mesopotamia, el río Eufrates y Siria, de donde volvió a Constantinopla. Llama la atención el contemplar en tiempos tan pristinos, una mujer que utilizase su inteligencia para viajar y escribir el “Itinerarium ad Loca Sancta”, al que hoy llaman “ Viaje de Eteria”. En sus tiempos la doctrina del hijo de Gallaecia, Prisciliano, extendía sus ideas por España, especialmente por la parte Oeste. El año 396, tuvo lugar el Concilio de Toledo, en el que discípulos de Prisciliano abjuraron de sus ideas. Por todos estos motivos se dice por algunos que Egeria era priscilianista, mujer famosa por sus escritos llenos de sabiduría. Es cierto que las doctrinas priscilianistas admitían la igualdad de la mujer, pero Egeria, amante de Cristo, ¿se marcharía a la Tierra Santa para buscar salvarse de los errores a sí misma y a los cristianos?. Pero quedaron vigentes errores priscilianistas, pues en el siglo V, el monje bretón Pelagio, que pertenecía a los priscilianos, anunció el descubrimiento de la tumba de Santiago Apóstol. No cabe la menor duda de que Galicia ha sido un lugar lejano del Oriente, pero cercano a él, por su amor a Cristo y a sus discípulos, como Santiago Apóstol.

Se observa en el ambiente de aquellos viejos tiempos, que Roma era la que estaba cambiando la cultura. Egeria, parece ser que era de antecedentes romanos, porque en diversos documentos se le atribuyen parentescos con nobles del poder de Roma. Desde luego que ella buscaba el progreso de los hombres, pero se ven las dificultades que pusieron las ideas particulares, sectarias y religiosas y las invasiones de los hunos dirigidos por Atila, los ostrogodos de Teodorico, que sembraron el pánico en Constantinopla, entonces Bizancio, para arreglar la Historia del Mediterráneo. Entonces no se exigía al clero la separación con las mujeres y a Egeria se le atribuyeron ideas priscilianistas. Pero ella buscaba la verdad y por eso, tal vez como he dicho, iniciaría su viaje al Oriente Sagrado. En un escrito de Joan Perucho, cuenta que el griego Kosmas, que fue militar del Imperio, combatió los errores de los herejes, estudió derecho y se colocó en la Administración del Estado, llegando a controlar hasta un céntimo en todos los impuestos. En las Galias se encontró con Egeria, y ambos que habían viajado por el desierto de Nitria, en Egipto, conversaron sobre los anacoretas en su camino a Jerusalén”. Dice Perucho que Egeria escribió un libro titulado “Peregrinacio ad sancta loca”. Estos relatos de Perucho aclaran el modo de alojarse en sus largos viajes, en aquellos lugares, donde residían los anacoretas, con los que conversaba. En aquellos tiempos todavía no existían las monjas, pero sí, los y las anacoretas, entre las cuales se encontraría Egeria. Entonces existían los monasterios de los que se conoce poco, pero en ellos y en las casas de postas, se podría albergar Egeria, durante su viaje. No sé si esta extraordinaria mujer, como hizo Kosmas, visitaría cerca de Alepo a San Simeón, que estaba en lo alto de una columna de veinticinco metros.”Cuando Kosmas llegó, una muchedumbre rodeaba la columna del santo. Había griegos, armenios, sirios y negros africanos. Todo el mundo se hallaba postrado rezando”. La Historia se repite, pero con grandes cambios, porque en este mes de Febrero del año 2011, en El Cairo, una gran multitud, también postrada, reza para que Moubarac, señor que ocupa en su columna el poder desde hace unos treinta años, se baje de dicha columna y los deje en paz. A San Simeón, a pesar de las ayudas, entre otras las de Kosmas, no hizo falta echarlo, pues se murió. ¡Cómo cambia la Historia, pues aquella enorme superficie que ocupaba el Imperio Romano, se dividió en cristianos y musulmanes!.

El ambiente de la “Pax Romana”, aunque parece mentira, todavía es recordado en España, por ejemplo en Mendigorría, que se encuentra cerca de Pamplona porque viven el recuerdo de Roma, como escribo en mi artículo “La ciudad romana de Andelos, debajo de Mendigorría”, lo siguiente:”No me extraña que el pueblo de Mendigorría, guarde el recuerdo de Andelos. Cada año por el mes de Junio, saluda al Caesar romano, diciendo ¡Ave Caesar, yo te saludo!.”Se viste una gran parte de la población con túnicas romanas y celebran una cena, en la que lo hacen postrados como hacían los romanos Además preparan luchas entre gladiadores y representan obras de Teatro romano. En un pueblo de Galicia, celebran cada año la llegada de los romanos a la tierra en que nació Egeria. En Huesca y en gran número de poblaciones españolas, en Semana Santa se ven por las calles caballeros e infantes romanos. Llegaron los bárbaros y más tarde los musulmanes y estallaron las Cruzadas y aquella “Pax romana”, desapareció, pero esperemos que de la misma forma que los de Mendigorría se acuerdan de la paz de los romanos, los pueblos del este y del sur del Mediterráneo, olviden el fanatismo religioso y podamos venerar a Egeria en Palestina y en Egipto.

En el siglo VII, los pueblos bárbaros gobernaban en España y San Valerio de Astorga, escribió en una carta el viaje de Egeria. Se conservan en Europa, concretamente en Arezzo y Mario Ferotín, en el año 1903, adjudica a Egeria ser la autora de dicho relato del viaje a Jerusalén. ¡Cómo no se hacen películas y obras teatrales sobre la vida y los viajes de Eteria, pues a pesar de su antigüedad, representan mucho sobre la Historia del mundo!.

miércoles, 26 de febrero de 2025

Estelas discoideas, antiguas piedras funerarias


Es la Estela Discoidea,  una serie de piedras  de épocas antiguas, que fueron usadas como recuerdos funerarios, que unas veces señalaban la vida en el cielo y otras, la noche  y la muerte. Parece que esos más antiguos monumentos funerarios en el Mundo, al tiempo que se acogían a la luz del  Sol o al Fuego, fueron  los Lauburus. Estos aparecieron de una forma de brazos rectos, que representaban  la Cruz Gamada. Pero esas cruces gamadas, cambiaron su  aspecto al de los Lauburus, que huyen de la total rigidez  de los brazos de la   Cruz, pues se tornan, en unas cruces, que no son rígidas, sino   que sus cuatro brazos curvos, los hacen girar,  unas veces hacia la izquierda y otras hacia la derecha.
Del Lauburu, procede la estela cántabra,  de origen celta, llamada Lábaro o del Lábaro procede el Lauburu.  Aparecen también las Laudas para señalizar las sepulturas. Hasta principios del siglo XX, se ha conservado en Cantabria la costumbre de rezar un Padre Nuestro, mirando al Sol en el Ocaso, pues se creía que allí moraban los muertos. El Lauburu vasco remonta sus orígenes a las teorías vasco-cantábricas,  que fueron estudiadas por historiadores vascos durante los siglos XVI y XVIII. Según algunos el Lauburu vasco es una interpretación moderna del Labaro Cantábrico. Se llega a considerar que los cántabros y los vascos tuvieron una historia común, durante siglos. Este símbolo del Lauburu y el Lábaro,  no es absolutamente vasco, pues también se encuentran orígenes indoeuropeos, como también se muestran  en Santander y en Asturias. En cuanto a la Laura Funeraria, citaremos la que se exhibe en el Museo de Huesca.
Procede  de la segunda mitad del siglo VI, después de C., época en que se creó una Lauda Funeraria o Sepulcral,  en la localidad de Coscojuela de Fantova, en la provincia de Huesca. Es romana y está preparada por el sistema romano del mosaico.  La imagen tiene el tamaño del pavimento necesario para enterrar al fallecido, junto a símbolos cristianos, y la imagen está rodeada por un escrito en latín.  Los Lauburus son una variante curvilínea de la Cruz Gamada. Se encuentran en casi todo el Mundo, como China y la India. En España adorna sobre todo el Norte y en él,  las Vascongadas, Navarra, Aragón. Se encuentra también en Santander y Asturias. En  Vascongadas y Navarra  se ve el Lauburu con mucha frecuencia y en Aragón prolifera por la provincia de Zaragoza y por Huesca. En Arbaniés, a unos cinco kilómetros de Siétamo, con su nombre igual que el de Arbuniés en Navarra, se encuentra un espléndido Lauburu, apoyado en un corazón invertido. Como escribo en mi artículo “Lauburus y frontones”: “Además pertenece  al grupo de Lauburus, que simulan girar sus hojas de derecha a izquierda, que hace alusión a la vida eterna, al contrario que otros, que giran de izquierda a derecha, protegiendo los acontecimientos de la vida”. Muy cerca de Arbaniés, se encuentra el pueblo de Coscullano  y en casa de Mur, en un armario de madera,  se encuentra un  lauburu, que gira hacia la izquierda. De ahí  a unos cinco kilómetros de Siétamo, estuve en Velillas y ahí me llamó la atención un Lauburu de 1780, sobre la puerta de casa del “Ferrero”. Cerca de Velillas se ve el pueblo de Torres de Montes. En casa Mairal y en casa de Lera, se encuentran encima de las puertas de las casas, dos lauburus, de los que en cada domicilio,  uno gira hacia la derecha y otro hacia la izquierda. Pero aquí se colocó en una casa de Velillas un Lauburu en 1780 y sin embargo yo no he visto por los alrededores de Siétamo, Estelas Discoideas. El origen de esta clase de señalización funeraria es de la época del Medioevo, que en Velillas se prolonga hasta el año de 1780.
Estele discoidea Fuenteespalda (Teruel)
Las estelas de Fuentespalda, fueron expuestas en Teruel, en la Edad  Moderna. Se encontraban colocadas sobre las tapias del Cementerio local, como en su interior.  También existen Estelas Discoideas  en otras localidades de Valderroy y Cretas. El año de 2003 crearon en el Cementerio de Fuendespalda un lugar de carácter cultural e histórico. La colocación de estelas discoideas, ya lo muestran en documentos durante la Edad Media, pero no proliferaron hasta el siglo XVI. Las estelas discoideas de piedra tienen su parte superior en forma de disco o círculo, colocadas en una base en forma de trapecio, que se hincaba en la tierra, como sujeción de la Estela. Las Estelas de Fuendespalda  repiten  con frecuencia las cruces cristianas. Además hay una corona real, otra representando un tocado arzobispal y una tiara pontificia. José Antonio Benavente publicó unos comentarios sobre las Estelas Discoideas de Fuentespalda,en la Provincia de Teruel,”que por su iconografía, constituyen un claro ejemplo de perduración simbólica, ya que fueron construidas durante la Edad Moderna”. Entre esos comentarios Benavente, escribe: “Entre las Coronas se observa la presencia de Corona Real con bordura simple y Corona Real rematada con una cruz y ocho florones de acanto y diademas.Otros elementos símbólicos representados en las estelas con el Globus Mundi rematado por una cruz patriarcal con dos brazos superpuestos; lacerías o representaciones florales de cinco cuerpos e incluso herramientas como aperos de labranza y útiles de picapedrero que aluden a oficios”. ¡Como se observa el destino representativo de las Estelas de Guipuxcoa y las de Teruel¡. Aunque las Estelas, que se encuentran en el País Vasco u en Teruel son casi todas posteriores a las más antiguas ,como la de Amescoazarra, tal vez de origen celta; las de Liscar (Liédena), Arazuri y Soracoiz y eincluso de influencia ibérica. osea la del Castellara de Javier,anterior a la romanización. Pero la presencia de Estelas , más moernas, empiezan a ser las del siglo XV, del XVII hasta el XIX. En Teruel, las comarcas del Matarraña y del Bajo Aragón, se dieron ya en la época ibérica,las estelas funerarias de piedra, que representan lanzas, escudos, jinetes, buitres y orlas decorativas.
Estos días de mayo del año 2019, he estado en Pamplona y he visitado el Museo del pueblo de Lizoain y también el del Monasterio de Iranzu. En sus Estelas se ven en muchas de ellas su división en dos partes, una un disco circular, montadas sobre un cuello, muchas veces de forma trapezoidal. La Estela posee dos ofrecimientos, uno su forma plástica y su oferta espiritual, pues en muchas Estelas, aparece la Cruz de Cristo. Se han datado las Estelas de Fuentespalda (Teruel) y las dos de Navarra en épocas simultáneas, a saber los siglos XVI y XVII. También las hay del siglo XVIII e incluso del siglo XIX. Su decoración quiere hacer ver en las Estelas, la radiación solar, como haciendo visibles las almas de los difuntos, que intentan rendir respeto al Sol, que imita con su presencia,  la de Dios. Estas Estelas de piedra, adornan el ambiente con su belleza decoradora, pero es además una conservación en los cementerios, de la personalidad del hombre, que pone de manifiesto su fe y sus creencias. Unas veces se encuentran adornos geométricos y astros. Se ven en algunas Estelas signos solares, en otros la Luna. En varios cementerios,  como el de Lizoain, aparecen estrellas y signos solares. En Navarra se encuentran bípedos alados y serpientes. Otras veces son vegetales, como flores de Lis. En diversos puntos de Navarra se ven instrumentos de trabajo, como podaderas de viña, martillos, arados e instrumentos de cultivo, Se ven escenas de instrumentos de las hilanderas, carpinteros, leñadores y algunas armas de lucha. En Lizoain, me llamó la atención una estela en la que figuraban las letras griegas Alfa y Omega. Se observan otras estelas místicas, además del anagrama de Cristo, las iniciales de MA (María), la elipse, que simboliza al Ojo Divino. A veces coinciden en un cementerio de Navarra, el anagrama IHS, junto a una Cruz. Hay una simbología astral, que simbolizan el Sol, la Luna y las estrellas, que al hombre le inspiran un pensamiento mágico o religioso. El hombre tiene pensamientos de adorar a Dios, que lo identifica con el Sol. Los rayos solares iluminando una Cruz, inspiran una Luz Divina. La Luna es la luz de los muertos e inspira una mitología, que hace al hombre, junto al sol y a las estrellas, un símbolo que Dios ha inspirado en el Universo creado por El. Desde los lauburus, la Lauda funeraria y las Estelas,el hombre ha buscado su origen en Dios y las ha representado por todo el Mundo.

LA CASITA DE BLANCANIEVES



Un niño de cuatro años y medio,que vive fuera de Huesca,cada vez que viene a visitar a su familia,lo llevan de paseo por el Parque.Siendo muy pequeñito le enseñaron la Casita de Blanca Nieves y ahora cada vez que vuelve por tan precioso jardín ,pide que lo lleven a verla, preocupándose de mirar por una ventana, que tiene la protección de una reja, pero que carece de sus correspondientes ventanicos de madera. A continuación pregunta por Blanca Nieves, por sus enanitos y se interesa por el lugar donde están y por qué ya no están, con las ganas que tiene de conocer al personaje, que tantas veces ha visto en los cuentos . Repasa también las otras ventanas e intenta abrirlas, para ver que hay dentro, preguntando con gran interés por el pozo, de donde sacaban agua los enanitos. Hay un mural de mosaicos donde se encuentran retratados los enanos con su dama Blanca Nieves y me pregunta que quien es el que los ha puesto ahí, respondiéndole que el Señor Wald Disney, que está retratado al lado en un bronce cilíndrico. Lo mira entusiasmado y dice: ¡Ah ,los ha hecho el señor que está  en la moneda!.
Este interés del niño, despierta el mío y me acuerdo que en tiempos de Don Vicente Campo, me parece que cuando era alcalde de Huesca, mandó construir la casita y allí alquilaban cuentos para los niños, pero Blanca Nieves no aparecía por su casa. Sin embargo me acuerdo de una de las hermanas Recaj, una señora ya mayor, vestida de negro elegantemente, que por lo visto necesitaba ganar algún dinero para poder seguir viviendo. Cuando yo era niño e iba al colegio, muy cerca de él, cerca de la calle de Villahermosa vivía la señora con una hermana y con un hermano ya mayor y educado pero era como un niño. Lo llamábamos Pedrito y venía por el colegio, donde hablaba con los profesores y con nosotros los niños y los domingos entraba a ver las películas. Se murió lueg una hermana, pero le quedó  otra, con la que paseaba, iba a misa a la Compañía y escasas veces ,se las veía sentadas en un mostrador de los Porches, tomando algo, pero parece ser que lo hacían invitadas por personas oscenses conocedoras de su apurada situación económica. ¡Dios mío qué difícil era encontrar trabajo en aquellos tiempos ya lejanos! Su esposo o tal vez esposos de las hermanas Recaj, debían ser burócratas y no se si les quedaría algún retiro a sus viudas o si estas tuvieron que vivir con lo poco que les dejaran. Menos mal que a Blanca Nieves le hicieron casa nueva en el Parque y Don Vicente Campo, amigo de las buenas gentes colocó algunas temporadas a una de las hermanas Recaj. Hace poco se murió una señora que de niña había estado sirviendo en casa de Recaj y me contaba los apuros que tenía que pasar algunas veces, obedeciendo a tan buenas y desmonedadas  señoras, cuando la mandaban a comprar a una tienda sin dinero; ella, que las quería mucho insistía a los vendedores para que le proporcionasen alguno de los alimentos, pidiéndoles que por favor se lo diesen, que ya se lo pagaría. La moza pasaba sus apuros, pero siempre consiguió lo que las buenas señoras necesitaban.
Eran personas de buen carácter, pues me acuerdo de cuando estaba en la casita, alquilando cuentos a los niños, los trataba con cariño. Este es mi recuerdo que coincide con el de un viejo amigo mío que hoy me ha contado sus recuerdos de tan elegante al tiempo que apurada dama.

martes, 25 de febrero de 2025

ARRARO



Arraro es el nombre de un antiguo pueblo de nuestra Sierra de Guara y que suena a algo raro, a algo extraño, pero si ahora resulta dicha palabra con tal significado, en otros tiempos, cuando nuestros antepasados los ilergetes hablaban la lengua vasca, ya Arraro significaba raro, extraño, lo que no llamaba la atención de los habitantes de nuestra vieja tierra.

Si que es raro ver en un lugar tan apartado de la Sierra de Guara, los restos de un antiguo pueblo, que fue repoblado en la terminación del siglo XI. Se escribe que la ermita de Nuestra Señora de Arraro tiene una fecha (13-2-993) en la que dicen que se edificó o más bien se comenzó a edificar o ¿ no se referirá dicha fecha al Castillo desaparecido?. Resulta raro efectivamente que se construyera un pueblo, en una zona casi sin tierras de cultivo, alejada de zonas pobladas, pero tiene una explicación, ya que se fundó para ayudar a los cristianos a salir de la Montaña y para desde allí, empezar a reconquistar la Tierra Baja, cuyas puertas constituía el pueblo de Arraro, ya cerca de Huesca capital de la Plana o Llanura. No es raro, por tanto, que con tales intenciones se fundaran pueblos como Arraro o Castillos como el de Loarre, ya que Huesca se conquistó en 1096.

Fray Alberto Faci escribió que “En un altísimo Monte contiguo a la Sierra llamada de Guara, hubo antes de la pérdida de España, un Pueblo, llamado Arraro: vencidos Aragón y sus Montañas por los árabes, los cristianos de Arraro, siguiendo la práctica de otros, escondieron en una cueva, no distante del Templo de Nuestra Señora y de aquella población, una imagen de Nuestra Señora, que veneraban en su Iglesia Parroquial, para que oculta, se librase de las sacrílegas manos de los sarracenos; en dicha cueva estuvo la Sagrada Imagen escondida, hasta que venciendo nuestros Reyes a los moros, quedaron Guara y sus Montañas libres de su poder tirano; por este tiempo se cree, que fue hallada la Sagrada Imagen en la cueva y fue restituida a su Iglesia de Arraro, de donde tomó su nombre, y desde entonces es venerada en Panzano y otros pueblos vecinos, con singular devoción”.Es la Sagrada Imagen de madera; está sentada en una silla de la misma materia, y no es pequeño milagro, haberse conservado en sitio tan húmedo entonces, y después de tantos siglos, libre de la corrupción, que consume tanto cualquier madera”.

Una copia de la Virgen de Arraro, destruida la original durante la Guerra Civil española, se halla en la Iglesia de Panzano.

Desapareció el pueblo de Arraro y ahora Panzano, en cuyo término están enclavados el monte y la ermita de Arraro, se ha convertido en un pueblo de muy pocos habitantes, situado a unos veintinueve kilómetros de Huesca, dentro del territorio que actualmente se denomina Parque Natural de Guara, y antes estaba unido a los pueblos de Santa Cilia de Panzano, al pie mismo de la Sierra y al, actualmente despoblado pueblo de Bastaras, que a modo de colonia funciona, cercado de vallas, como coto de caza y quedan dentro de ellas, por ejemplo, la cueva de Chaves, que ha pasado a ser un enorme yacimiento arqueológico del Paleolítico hasta la Edad del Bronce. A poca distancia de Chaves se encuentra la cueva de Solencio, que a veces trae grandes inundaciones al salir de ella el agua acumulada. Conocidos eran los caminos del vino, del aceite y de la harina, que bajaban o subían desde la parte norte de Guara, hasta los pueblos inferiores, con los que las gentes montañesas trataban aquellos alimentos que necesitaban para pasar el invierno y al mismo tiempo vendían las patatas que habían producido, a los somontaneses. Camino había desde Nocito a Santolaria pasando por la ermita de Sescún, pero existían también otros cuatro que bajaban desde Used, Zamora y Bara; se unían ya cerca del Cabezo de Guara (a l.870 metros.) y bajaban pasando por cerca de la cueva de la Grallera, superada la cual unos se dirigían a Santa Cilia de Panzano, desde donde bajaban a Panzano, mientras otros ya se habían marchado a Bastaras. Estos caminos no creo que los pudiera comprar nadie, por lo que me parecería oportuno que quedaran libres para ser usados por los excursionistas, turistas y estudiosos y más ahora que la comarca en que se encuentran, se ha convertido en Parque Natural de Guara. Al contemplar como el camino de Santiago que entra en Aragón por Canfranc, se desprecia, cuando allí en Roncesvalles se recibe a los europeos como si no hubiera más caminos a Santiago de Compostela. No es una casualidad encontrar la palabra vasca Arraro por estas tierras, pues se encuentran muchas otras, unas de pueblos ya desaparecidos hace ya muchos años, como Isarre, que parece expresar la hondura en que se encuentra, debajo de Guara, que puede equivaler al vasco Gora (arriba) y otros, como Zamora que primero fue pueblo, después pardina y por fin, no hace muchos años, desapareció. Zamora en vasco quiere decir "que tiene astucia, maña y sagacidad", como efectivamente tenían y aún quedan algunos habitantes por aquellas proximidades que las tienen, aunque no las pueden usar para su tierra, porque en el gobierno y administración del Parque Natural no entran los ayuntamientos de la zona, lo que no es democrático.

Por Bastaras y Panzano pasa el río Formiga, que no es muy largo, pero es bello, ya que está lleno de badinas, de cascadas y a veces se desliza entre paredes estrechas, dando lugar a que las aguas del río discurran más veloces, bajo enormes rocas, que parece imposible puedan sostenerse sobre las aguas sonoras. Por debajo de Panzano parece convertirse en un río de llanura, siendo utilizado para regar los huertos.

Los de Panzano, lugar donde nació la Madre Pabla Bescós, que profesó en la Comunidad de Santa Ana, han ido siempre de romería, unas veces a los Santos Cosme y Damián y otras a la ermita de Arraro. Si San Cosme y San Damián en los dominios del Conde de Guara, que tenía una casa con su escudo en Panzano, se encuentran en lugar encantador, como se demuestra con un solo detalle del trigo pétreo que se encuentra por los suelos, que es como una representación del verdadero trigo que se cosecha por aquellos montes de Panzano, la ermita de Arraro, que se debate entre ruinas, es una joya del arte románico.

Dicen que fue construida con sillares, de los que muchos están todavía formando parte de las ruinas de la Ermita y colocados en la segunda mitad del siglo XII, cuando la ciudad de Huesca estaba a punto de caer, ya que se tomó, como he dicho el año 1096.Todavía se conoce su planta rectangular y se puede contemplar su ábside semicircular. Este ábside estaba cerrado por una esfera de piedra, de la que todavía quedan cinco hileras que inician la cubierta continua, formando un cuarto de esfera.

En la parte central del ábside, está una ventana que permitía su iluminación; es sencilla con su arco dovelado, que le presta elegancia.

Arraro se encuentra en la Sierra de Guara,Parque Natural y debía ser visitado con frecuencia por los oscenses,que recordarían su pasado y les entrarían deseos de restaurar aquellas ruinas ,al contemplar “aquellos campos de soledad, mustio collado”,donde en viejos tiempos aquellas ruinas fueron ,no Itálica famosa,sino el conjunto del castillo, de la ermita y del pueblo de Arraro.

lunes, 24 de febrero de 2025

El Conde de Aranda, “Aranda” y Almudévar, en Sieso


 


Escudo de los Aranda , Sieso (Huesca).

Escudo de los Alastruey de Sieso (Huesca).















Desde la misma Sierra de Guara, donde hace dos años,  en el  pueblo de San Román de Morrano, al lado de una cruz de término, paró el coche mi amigo de Alcalá del Obispo y acompañado por  Borruel, descendiente de un albañil de Siétamo, que trabajó en mi casa de Siétamo y también venía mi nieto  Pablo  Adiego Almudevar .  Desde aquella altura, observamos la inmensa llanura en que aparecían  Sieso y  Casbas, con su Monasterio, cerrado hará unos diez años. (Estamos en el año 2.015).
En esta llanura, vivieron y siguen viviendo familiares míos, llamados Almudévar, subidos  de   lugares como  Almudévar y Zaragoza, después de su conquista, por los bearneses del Midi. Otros bearneses, se instalaron en el Reino de Valencia.
Entre otros bearneses se instalaron los Almudévar en Zaragoza y en Valencia, donde asentó  el poeta en castellano y en valenciano, Onofre Almudévar. Pero este Almudévar representa,  al menos para mí, la adaptación de un bearnés , de una zona  pirenaica en que se hablaba el bearnés y el vasco. Cuando pasó al Altoaragón, escuchaba la lengua aragonesa y en Zaragoza tal vez oyera pronunciar el árabe. Pero cuando llegó a Valencia, los moros lo llamaban Almodóvar y en castellano lo llamaban Almudévar y en Valenciano Almudéver.
Debemos conocer el soneto de Onofre Almudévar, que dice así:”Armas, hechos, linajes y edificios-de muchos aun presentes y pasados,- de nuestros y extraños memorados- las paces, disensiones y bollicios.-Los grados, dignidades, los oficios-como, cuándo  y por quien fueron fundados-los tiempos, las mudanzas recontados- vereys sin que verdad salga de quicios.- Dexen pues la lición de historia vana-frecuenten los lectores tal historia- y alaben nuestra patria Valenciana.­ Laureen al  auctor de fama y gloria-pues la verdad desenterró Vicyana- de cosas tanto dignas de memoria”.
En aquella confusión lingüística, se observa desde esta cruz de San Román de Morrano, el Monasterio de Casbas, una de cuyas últimas abadesas era hermana del intelectual y comerciante Alfonso Buil  “Aniés”, que tiene hoy,  año de 2015, más de noventa años de edad. Este Alfonso Buil,  nacido en San Román de Morrano,  tenía su origen, como nosotros los Almudévar, en el Bearn y por él me enteré de la vida de las monjas del Monasterio de Casbas y sus faenas en la elaboración de su buen vino. En la larga trayectoria de la vida, llegamos a ser parientes de los Buil  de Morrano. Su hermana fue abadesa del Monasterio de Casbas y su hermano Alfonso, que conocía la vida de las aguas secretas del lago subterráneo de Solencio, en la Sierra de Guara, recorrió América Latina y fue amigo de un Presidente de la República de Méjico. Como en Valencia ,se notaba una mescla de lenguas en Casbas y Sieso, pues además del latín, se escuchaba hablar en castellano y en la Fabal Aragonesa. En el Monasterio de Casbas,escribía en Fabal , la tía del Conde de Aranda, Ana María Abarca de Bolea.
Desde la Sierra se observaba a Casbas a un kilómetro aproximado de Sieso y un poco más hacia la Sierra, estaba el pueblo de Labata,  por el que se podía subir a  San Román de Morrano y seguir por la Sierra hasta Bierge. También se puede subir a Bierge  por Adahuesca y luego llegar al terreno maravilloso montañés de Mascún.
 A estos pastos tenía que subir desde Siétamo, mi antepasado José Almudévar Altabás (Bautizado en Barluenga, en 1 de Febrero de 1746. Fol.181) casado con una mujer llamada Francisca Escabosa Azara, pariente de los Azara de Sieso, que por lo visto pertenecían a la misma familia, que de los Azara de Barbuñales.                 
 Según la Infanzonía de los Almudévar, el primer antecesor  de José Almudévar y Altabás,  era el hermano de Mosen Salvador Almudévar, que aparece con fechas como la de 1507 y que fue Cura del Patronato del Beneficio de la Asunción en la Seo de Huesca. Fue hermano de este Salvador,  Miguel Almudévar I, de Sieso, que se bajó a vivir a Barluenga desde el año de 1502 a 1505 y casado con Antonia Puértolas. Se le llama Escudero por el Notario Domingo López de Ceresuela, de Huesca,  en 1502.
El tercer hermano, con la letra A, en la Infanzonía de los Almudévar, es Martín Almudévar I, casado con Pascuala López de Zamora, que gobernó la Casa Almudévar de Sieso, dejando al octavo Joseph Almudévar, “Posseedor del Casal”.
“En 1311, aparece  en los Archivos de la Casa de Aragón (reg.208,f. 1159), un escrito en el que Jaime II, da licencia a Juan Almudévar, para reedificar un molino de viento en Almudévar. Los primeros escudos de la Villa y de los Infanzones, demuestran que Juan Almudévar perteneció a los antecesores de los Almudévar de Sieso. Es de creer que un sucesor de Juan Almudévar, subió también a Sieso  y se llamaba también Juan. La Abadesa de Casbas, pone en la Prueba Instrumental Cronológica del  Árbol, que  ella, Dueña Temporal de Sieso, reconoce por Hidalgo y como tal, exento del pago del Maravedí, a Juan Almudévar (que no va en el Árbol Actual,  que editó la Infanzonía de algunos Almudévar de Sieso, en que lo cita aparte, nombrándolo entre los demás Infanzones y Escuderos del Pueblo). (Notario Bernal de Motas, el 14 de junio de 1498. Fol. 61.
En 1498, ¿sería ese Juan el padre de los tres hermanos Almudévar, a saber Mosen Salvador, que fue Beneficiado y Cura de la Catedral de Huesca, su hermano Miguel, que se trasladó de Sieso a Barluenga y casado con Antonia Puértolas, que todavía está la casa con el escudo de Almudévar y por último, con la letra mayúscula A, delante de Martín, que se quedó en Sieso con ocho generaciones?. 
 Y entre los tres hombres citados, ¿no se encontraría Doña Violante Almudévar, que se casó con Miguel Claver por el año de 1536?. El 13 de Febrero de 1536, firmó Miguel Claver, el testamento a favor de Doña Violante Almudévar y en 1540 deja testificado como ésta queda como Señora Mayorada y Usufructuaria.
 En 1498 el Notario Bernat de  Motas, el 14 de Junio, nombra al Infanzón  o Escudero Juan Almudévar, como inscrito entre los Infanzones de Sieso, que sería el padre de los tres citados y de Violante Almudévar.
“La Abadesa de Casbas, pone en la Prueba Instrumental Cronológica de El  Árbol, diciendo que reconoce por Hidalgo, y como tal essento del pago de maravedí a Juan Almudévar, que lo nombra en el Árbol, nombrándolo entre los demás Infanzones, y Escuderos del  Pueblo: Notario Bernat de Motas, de Huesca: 14 de Junio de 1498. Fol.61”. En la Infanzonía de los Almudévar pone lo mismo,  pero en lugar de poner la fecha de 1498, pone la de 1428, que se queda muy lejana de la convivencia de los Almudévar en Sieso. (Fol 61). Esta fecha de 1428 es un error, que contradice la Abadesa de Casbas, con la fecha de 1498.
En la Infanzonía de los Almudévar de Sieso, dice que pone una fecha errónea, la Abadesa de Casbas, Dueño Temporal de Sieso, la  de 1428, a Juan Almudévar entre los demás Infanzones, cuando la fecha auténtica fue la  de 1498.
Esta fecha de 1498 es próxima  a  la marcha de Miguel Almudévar de Sieso a Barluenga, por los años de 1502 a 1505, donde se casó con Antonia Puértolas, y en dicho lugar todavía se conserva Casa Almudévar con su escudo, igual que el que existía en Sieso.
Violante Almudévar no es citada en la Infanzonía de los Almudévar y la razón es que al casarse con “Valeta” o Miguel Claver, que la hicieron pariente del Conde de Aranda, su historia entró entre los nobles Claver. La Infanzonía de los Claver, dice que Miguel o “Valeta”, bajó  de Pueyo, pueblo del Valle de Tena, por el año de 1515 y se casó con Violante Almudévar. En 1540, deja testificada como Señora Mayorala  y Usufructuaria a Violante Trinidad  Almudévar de Sieso, casada  con Claver, sucesor de los vencedores de los moros, en la batalla del Alcoraz en el  Monte de San Jorge, en Huesca.
En la página 99 del  LIBRO DE LOS CLAVER, que conserva don JOSÉ CLAVER LÓPEZ de ZUAZO, (que ha fallecido hace muy pocos años), pone que la casa  había sido anteriormente de los Almudévar de Sieso, y que hoy se conserva en la familia de Claver. La Casa de Almudévar está sita o más bien su portal pétreo, entre la casa de Miguel Almudévar y el huerto que fue de los Juncós y luego de Miguel de Azara. Más tarde se levantó la Casa de Claver o de Carrera   en la Plaza Mayor , debajo de la iglesia
Don JOSÉ CLAVER LÓPEZ DE ZUAZO, vivía hace muy poco tiempo en Sieso, en casa de su esposa María Beltrán Foncillas y preparó un trabajo en el que estaban escritos, todos los miembros de la familia CLAVER.  Casa Beltrán de Sieso, está adornada por llamativas y gustosas uvas de moscatel, que endulzaron la vida de JOSÉ CLAVER LÓPEZ DE ZUAZO.
El Conde de Aranda murió en 1798, y era pariente de los Claver.  Al morir, sus bienes pasaron a ser propiedad de  los Duques de Híjar, que en Siétamo conservaron cierto tiempo el Castillo-Palacio. Uno de estos Duques de Hijar perdió el buen trato del Conde de Aranda, con sus amigos los Azara y persiguió económicamente a José Almudévar Altabás, casado con una Azara. Tuvo que volver José Almudévar Altabás, a correr los pastos que encima de Bierge, cerca de Sieso, que  estaban y siguen estando en el paraje de la Sierra de Guara, llamado  Mascún.  
La amistad e influencia entre los Azara y el Conde de Aranda se fue aflojando desde, que se habla de la toma de posesión de Mosen Juan Azara de la parroquia de del hoy  desaparecido Puy de Cinca, que en 1686 se presentó como cura de dicha parroquia…, seleccionado por el conde de Aranda. Cuando Francisca Azara se casó con José Almudévar Altabás, en Siétamo se debilitó el apellido de los Azara, y todavía se contemplan en el armario del salón unas puertas con los escudos de Almudévar y el de los Azara.
También desapareció Don Pedro Pablo Abarca de Bolea, Conde de Aranda y se enfriaron las relaciones entre el Duque de Hijar  y los Almudévar Azara, que tuvo que sacar el ganado de Siétamo,  para que paciera en Mascún, que también era un lugar heredado del Conde Aranda.
Este pastoreo en la Sierra de Guara, lo realizó José Almudévar Altabás durante varios años y fue la causa de volver a tratarse con  su familia Almudévar de Sieso. Allí era su dueña Trinidad Almudévar, que vivió en la misma casa de la que descendía José. Trinidad estaba casada con Claver, un infanzón aragonés, descendiente de los Claver que triunfaron en la Batalla del Monte de San Jorge, en el mismo Huesca. Luego la familia Claver vivió en la enorme y bella casa de los Claver, cerca de la iglesia parroquial.
En el lugar, frente a la Plaza Pequeña de Sieso, todavía se conserva el arco de la puerta de los Almudévar,  al  lado de casa de Alastruey, que con el tiempo ha construido en Casa Almudévar, por un lado y más adelante, hay un huerto, en el que estaba Casa Azara, y del cual Azara  se dice que era el mismo que poseía la casa de Barbuñales.
 Como descendientes de casa Almudévar se cita a varios Almudévar, que entraron a formar parte de la casa de Torres de Montes. De la familia de Claver, vino San Pedro Claver, nacido en Cataluña,  de la familia Claver aragonesa. Fue un jesuita que trabajó en Cartagena (Venezuela)  con un gran amor por los esclavos negros. Y un tercer hijo de Trinidad Almudévar se casó con el conde de Aranda.
Pero no estamos escribiendo únicamente de los Nobles de la Casa de Aranda, sino que acompañado de mi hija Pilar, encontramos en casa de Alastruey,  a un Aranda, que tiene como escudo en el sobre portal de  su casa,  un escudo de Aranda. Pero no es el escudo del Conde de Aranda, Marqués de Torres de Montes ni Barón de Siétamo, sino que consiste este en “una torre y un puente  y bajo éste una mata de romero”. Algunos al enterarse del apellido de Aranda de los dueños de la Casa y de su lateralidad con  la de Alastrey, pensaron en un parentesco con el Conde de Aranda, pero no existe tal parentesco.  
Tal vez sospecharon del parentesco por la situación colateral entre Casa Alastruey y Casa Almudévar. La señorita Violante Almudévar casada con un histórico Claver, tuvo su primera casa tras el enorme arco de piedra de la antigua casa de Almudévar. Hoy esa casa pertenece a casa Alastuey. El apellido de Aranda, pone en la Enciclopedia Heráldica y Genealógica, en el Diccionario de Apellidos, que este dato de la construcción del arco del puente lo recoge y corrobora D. Andrés de Morales en su “Historia y linajes de Córdoba”, pero añade que se interrumpió la obra por muerte del mencionado Pedro García Romero del  Puente, y que fueron sus sucesores los que adoptaron el apellido Aranda, poniendo en sus armas una torre y el aludido puente, y bajo éste, como también manifiestan varios autores, una mata verde de romero, por alusión al origen del apellido”. Parece ser que el nombre de Aranda procede de Aranda de Duero y que provendrían del  apellido Arandia de Vascongadas o de Navarra. También el Apellido de Abarca del  Conde Aranda de Siétamo, procede de Navarra y de  su colateral Aragón, pero el nombre de Conde de Aranda, proviene del pueblo zaragozano de Aranda.
 A Sieso, llegó a vivir Nicolás ARANDA Tello, hijo de Nicolás y de María, que nació en Alcaudete, partido judicial de Alcalá la Real, en la provincia de Jaen, nacido el día cinco de Enero de 1943 e ingresado en el Ejército el día uno de Agosto de 1964. Su ingreso en Caja, se realizó en Monzón, el día cinco de Agosto de 1968. Nicolás Aranda Pueyo no poseía riquezas en dinero,  pero tenía un noble escudo, que colocaron al lado de Casa Alastruey.  Los Aranda pertenecían a numerosas familias nobles en Andalucía. Se encuentra la Casa de Ubeda, de Alcalá la Real, de Baena, de Antequera y de Vélez Málaga, pero se encuentran también en Valencia, Valladolid e incluso en La Habana.
Pero el Conde de Aranda se llamaba Don Pedro Abarca de Bolea y heredó el Condado de Aranda en la Provincia de Zaragoza, nombre el de Aranda correspondiente al todavía existente pueblo de Aranda.
Al lado de la CASA  de los ARANDA EN SIESO, con su  ESCUDO, CONSISTENTE EN UN LEÓN  LEVANTADO A LA IZQUIERDA y un CASTIILLO, DEBAJO DEL ESCUDO SE ENCUENTRA  UN PUENTE  Y DEBAJO DE TODO, SE VE UNA PLANTA DE ROMERO. El Aranda de Alcaudete, se licenció del Ejército en Monzón y no sé  si atraído por la fama que llevaba el Conde de Aranda en Sieso, se casó con una señora, que todavía vive. Antes vivía en ella, pero al morir su marido se pasó  a Casa  ALASTRUÉ, QUE TIENE  EN CAMPO DE AZUR, UN ALA, DE PLATA.
Pero no se acaba con estas dos casas la nobleza de los Aranda y de los Alastruey,  sino que se abren las paredes de su casa al interior de Casa Almudévar de Sieso, donde Violante Almudévar se casó con un notable aragonés de Tena, pariente de San Pedro Claver y del Conde de Aranda, y  que volvió una sucesora suya a casarse con el Conde de Aranda. Todavía se conserva el Arco de Piedra, que sirvió para entrar en tal  Casa de  Almudévar, en la Placeta de Sieso, y que athora está sosteniendo la casa de Alastruey.
Sieso, a menos de un kilómetro del Monasterio de Casbas, fue siempre un pueblo lleno de nobles en él y en sus alrededores. Hasta hace poco vivió en él,  la hermana de Buil de San Román de Morrano, que tuvo una hermana Abadesa en el Monasterio. Está todavía una grande y noble Casa de los Claver, quedan los restos del portal de piedra de Casa Almudévar, y todavía se eleva la gran casa de Nasarre. Y detrás del portal antiguo de Casa ALMUDÉVAR, se encuentran edificaciones de los Alastruey  y de los Aranda de tantos lugares de España. Han desaparecido los Almudévar de dicho portal, pero  ha existido y existe una unión de nobles espíritus de loa Aranda con los Almudévar, ambas familias de nobles corazones.
La Comarca de Sieso, debajo de la sierra de Guara, estaba bendecida por el gran Monasterio de Casbas, donde ejercieron de Abadesas , entre otras muchas, Ana Francisca Abarca de Bolea, perteneciente a los Marqueses de Torres de Montes y más tarde al mismo con su título de Conde de Aranda. También fue Abadesa la hermana de Alfonso Buil de San Román de Morrano. Vivieron en Sieso las nobles familias de Almudévar, con su hija Violante Almudévar, casada con el histórico Claver, que levantaron el Palacio de los Claver.  Vivieron,  al lado de casa Almudévar,  los Azara de Barbuñales y todavía se eleva una enorme casa y con su portal de piedra picada, que se llama Casa Nasarre. 
Recuerda este pequeño pueblo la Batalla del Alcoraz, con la que los Claver del Valle de Tena conquistaron Huesca a los moros en 1.075 (¿). Recuerda las luchas que emprendieron los Claver en el Mediterráneo y que están labradas en la iglesia parroquial. Recuerda la casa de Azara, la Historia Europea de España, con los nobles de Azara,  de los que el que estuvo de Embajador en París se escribió durante treinta años con el Conde de Aranda. Una  tía del Conde fue abadesa de Casbas y protestaba por no dar más cultura a las religiosas del Monasterio, para que entendieran el latín.  
Los Almudévar se extendieron por la provincia de Huesca hasta Torres de Montes. Pero no hay que olvidar a los que viniendo del Bearn, pues después de extenderse por Almudévar, por Huesca y el Somontano Oscense, fueron a Zaragoza y a Valencia, donde vio la luz el poeta y escritor en castellano y en Valenciano ONOFRE ALMUDÉVAR. En mi artículo “Onofre Almudóvar, o Almudévar y ahora también en Valencia, Almudéver”, apellido que deriva de la “Corona Redonda”, como llamaban a las alturas  de Almudévar, los árabes. En aquella confusión lingüística, aparece en una Biblioteca Valenciana,  iniciando el nombre del escritor Onofre , unas veces el apellido Almodóvar y otras veces el  Almudévar o el Almudéver.
“En aquel complicado mundo por las diversas lenguas que se hablaban en el Reino de Aragón, a saber el árabe, el vasco, aquitano, las diversas formas de aragonés, como el ribagorzano, el lemusín y el castellano. En la “Biblioteca Valenciana de los Escritores” pone el apellido Almudévar a ONOFRE, en su obra:”Instrucción para saber devotamente la Misa”. En otros escritos se le llama Almodóvar, en el libro que reimprimió en Valencia “ Lo Sompni de Joan Joan y la brama dels  llauradors”, impreso en Valencia en 1561…se llama Almudéver”. Ana María Abarca de Bolea, tía del Conde de Aranda, fue Abadesa del Monasterio de Casbas a un kilómetro de Sieso y escribía lo mismo en castellano que en Fabla Aragonesa. Ana María Abarca de Bolea, que murió por el año de 1677, en “Albada al Nacimiento”, escribió:”En fin nació en un pesebre,-como Lucas lo dicié,- no se enulle si le dizen-que en as pallas lo trobón”.En mi pueblo de Siétamo, el señor Mora decía algunas veces: “¡Qué mal orache va fer!”.  Ahora en los tiempos presentes ya no queda en mi pueblo la Fabla Aragonesa, pero en Cataluña, donde había diversas modalidades de habla catalana, la han unificado toda y ahora algunos, ya dicen tener una lengua, para declararse independientes. Han hecho bien en Cataluña, fomentando la lengua de Balmes, lo contrario que se ha realizado, por ejemplo en Aragón, pero la independencia de un País, no se basa exclusivamente en un idioma.    
¡ Pobre España, llena de lenguas y dialectos, que quieren algunos separar con sus numerosas formas antiguas de hablar!.
El Conde de Aranda, nacido en Siétamo, vivió en Rusia,  en Polonia, en París, se casó con una señora catalana, creó una fábrica de mosaicos en Valencia, tuvo una tía Abadesa del Monasterio de Casbas, al lado de Sieso y ganó la guerra a Portugal, volviendo a unir a España a la bella ciudad de Olivenza. Murió a fines del siglo XVIII y a escasos años el gobierno le quitó la idea de hacer navegable el río Ebro, entre Cataluña y Valencia y frente a las Islas Baleares.
Se daba cuenta el Conde de Aranda de que el río Iber o Ibero le dio el nombre a Iberia o España y ahora pretenden que se queden sin agua Valencia y Murcia y Aragón castrado de la desembocadura del Rio Ebro.

sábado, 22 de febrero de 2025

Real Monasterio de San Victorian de Asán, en el Pueyo de Araguás.

Fuente: Wikipedia

Al Real Monasterio de San Victorián, que   su situación se encuentra en la Sierra, lo llaman de San Beturián, en lengua aragonesa. Es un complejo monástico situado en LOS MOLINOS, que pertenece al municipio de  EL PUEYO de ARAGÜAS. Este municipio, pertenece a la Comarca de SOBRARBE, en la provincia de Huesca. Está situado dicho Municipio a 1.200 metros de altura en las faldas de la SIERRA FERRERA, en la cual destaca La PEÑA MONTAÑESA, a 14 kilómetros de la VILLA DE AINSA, donde desemboca el río ARA en el Cinca. El Pueyo es un pueblo del Sobrarbe, cercano a AINSA, actualmente se conserva un conjunto de ruinas del Monasterio dedicado a San Victorián, que fue mandado edificar por RAMIRO I, Rey de ARAGÓN, sobre el anterior Monasterio  del siglo VI, del que fue Abad San Victorian. Este MONASTERIO estuvo dedicado a SAN  MARTIN de ASÁN y ha sido considerado  como el primer monasterio fundado en LA PENÍNSULA IBÉRICA. De este Monasterio tan antiguo, ya no queda  casi nada de las construcciones de otras épocas, pues ya no hay  nada anterior al siglo XVIII. Ciertos tramos, como el retablo del Altar Mayor, se trasladaron a la Catedral de Barbastro y la sillería del Coro la pasaron a la iglesia parroquial de Boltaña.  Fue el primer monasterio de España y lo creó el REY Godo Gesaléico en  el año de 506 y lo bautizaron con el nombre de Monasterio de ASÁN. Después llegó a él el santo italiano Victorián, que daría su nombre actual. Este santo fue un eremita, que se alojó en una cueva cercana, en la Espelunca. Sus dotes curativas le hicieron llegar a ser Abad de Asán. Su importancia se mantuvo hasta bien entrada la EDAD MODERNA y en su seno se gestó la CORONA de AGAGÓN, ya que en estas dependencias se reunieron RAMIRO El MONJE y RAMÓN Berenguer IV, para decidir los esponsales entre este último y Doña PETRONILA, unión que posteriormente daría como fruto la formación de la Corona de ARAGÓN. Fue un Monasterio que contó con el favor de los monarcas aragoneses. En el siglo XI aparecen los primeros documentos que hablan de San VICTORIÁN.  Se sabe que  SANCHO RAMÍREZ lo regala en 1077 junto con el castillo de GRAUS. Fue Panteón Real y era consejero directo del Monasterio Aragonés. El 22 de marzo de 2002 se publica en el boletín oficial de ARAGÓN , el decreto 91/2002 de 6 de marzo del Gobierno de Aragón por el que se declara BIEN de Interés Cultural , en la categoría de monumento el denominado Real Monasterio de San Vitorian en los Molinos, término municipal del Pueyo de Araguas (Huesca). El Pueyo es un pueblo del Sobrarbe en las cercanías de Ainsa, del que dependía ese cenobio. Yo estuve visitando todos esos lugares a partir de un complejo monástico ubicado en la localidad de los Molinos, en la comarca del Sobrarbe , Huesca, Aragón.


viernes, 21 de febrero de 2025

Coscullano, un pueblo en la Sierra de Guara







Santuario San Cosme y San Damián

La Sierra de Guara, cuyo nombre tal vez venga del nombre vasco-ibérico“gora”, alto o arriba y en su pié, más debajo de Santolaria, quedan los restos del pueblo de Isarre, que también quiere decir parte baja. La Sierra por el Norte mira al Pirineo, pero en su caída hacia el Sur se convierte en un gran observatorio desde el que se ve la gran depresión del Ebro, empezando por el Somontano o tierra que está debajo del monte. Y como me dijo uno de sus habitantes, desde el Norte se observa, unas veces más que otras,el horizonte borroso, pero cuando miran los vecinos del Sur hacia el Norte, se ve todo claro. Eso me pasa a mí cuando miro desde Siétamo a Coscullano, pues lo veo muy nítido y muy próximo, con la blanca casa de Lorenzo Zamora Blasco como adelantada y cuando, desde la terraza de dicha casa miro para ver Siétamo, me cuesta reconocerlo, a pesar de suproximidad. Cuando desde Gratal se mira uno hacia Zaragoza, unas veces la ve y otras no, pero si no hay nieblas, desde la capital aragonesa siempre se ve el Gratal y la Sierra de Guara. Es la Sierra un monumento natural y así lo ha comprendido el hombre, pues la ha declarado Parque Natural de Guara. Ya se daban cuenta de su belleza muchos escritores aragoneses, como la tía del Conde de Aranda, Ana Francisca Abarca de Bolea, que llegó a ser Abadesa del Monasterio de Casbas y desde el cual se contempla toda la Sierra, sin obstáculos, en verano y en invierno. Ana Francisca no pudo resistir el impulso que la llevó a escribir un romance a Guara, que dice así: “Ya se ha dispertado Guara,/ ya se ve a medio vestir/ previniendo tocas largas/ por la muerte del Abril”. Salvador María de Ayerbe, en su obra “A través del Somontano”, escribe un capítulo dedicado a San Cosme y San Damián”, que debajo una peña están, como repiten los peregrinos que van a tal santuario. Cuenta cómo lo llevaban a San Cosme, a través de Angüés, por Carbas de Huesca, por Sieso y otras veces por Bierge, Labata, Yaso,Bastarás, Panzano y Aguas, recorriendo todo el pie de Sierra hasta la casa de las maderas, como la llamaban los habitantes de aquella zona tan boscosa,donde se hacía carbón vegetal.En aquella casa emprendían su camino hasta el santuario por “una serie de suaves pendientes y curvas pronunciadas,a trechos de camino real,en otros de herradura, que comienzan a deslizarse por un hoyo inmenso cerrado al poniente por un pequeño anfiteatro rocoso”. Ésta era también la ruta que usaban los somontaneses de Panzano, de Aguas y de Coscullano, para peregrinar el día de San Gregorio al Santuario de San Cosme y San Damián y cuando ya estaban cerca de él, veían su “blanca mole, tan adosada al rocoso muro grisáceo”, que explica la “añadienza” de “debajo de una peña están”. De la misma forma que a Salvador María de Ayerbe, le penetró la Fuente Santa en su corazón, pues escribe: “aun hoy subsiste para consuelo del creyente, deleite del artista, regalo del caminante y embellecimiento y poesía del sitio donde resuena, perenne, la plegaria mística de su cotidiano y manso deslizamiento”. ¡Cómo coincide la expresión poética del caballero con los sentimientos del pueblo de Coscullano y de Panzano, que ahora que están reparando la iglesia del Santuario, oyen la misa al aire libre, al lado de la Fuente Santa y si no tenían gran facilidad de expresarse en castellano como el poeta, porque lo hablaban mezclado con su fabla aragonesa, componían jotas que con cuatro versos de ocho sílabas, manifestaban sus sentimientos y su sensibilidad poética! Ramón J. Sender vivió la Sierra de Guara, llegando a titular uno de sus artículos “La sierra niña” y parece ser que se expresaba de tal forma, porque la amaba y la recordaba en San Diego, allá en California. En Balboa Park cuando “veía las ardillas... volaba con el recuerdo a la Sierra de Guara”, donde siendo casi un niño se recreaba mirando sus traviesos movimientos. Sender, aparte de la excursión a San Cosme y San Damián que hizo conducido en uno de sus coches por Bescós, que tenía su garaje de venta de coches, bajando a la estación de ferrocarril, se siguió trasladando a tan hermoso lugar. Escribió un artículo titulado “La Virgen de Fabana”, cuya ermita que se encuentra muy cercana al santuario de San Cosme y meditaba sobre la devoción a la Virgen, en las supersticiones “como el viento que canta por las gargantas o el sol que abrasa sin calor”. Las supersticiones se dan en el espacio de San Cosme, pues yo he conocido y tratado a uno de sus ermitaños, nacido en la parte oriental de la provincia, me contó que en cierta ocasión, estando cenando en la vivienda, varios señores oscenses, habiendo hecho una apuesta con ellos, tuvieron que salir corriendo del comedor, abandonando su opípara cena. Comentando con un vecino de Angüés, temas sobre el santuario, me expresó sus vivencias en sus alrededores, con numerosos gnomos. Yo le preguntaba qué era lo que comían y qué restos dejaban, pero él, que no había leído a Sender, creía ciegamente en los gnomos. El escritor no se limitaba a escuchar las campanas, cuando veraneaba en San Cosme, sino que “yo bandeaba las campanas los domingos, por detrás de la enorme loma rocosa por la que baja el Guatizalema, torrencial. Por encima vuelan las águilas”.Se mezclan en este lugar personajes variados, por ejemplo el Conde de Guara, que tiene allí su casa, igual que la tenía en Panzano, donde está su noble escudo, con el santero, que ahora duerme en Angüés y el que dirige la reparación del Santuario, que reside en Santolaria. Ahí van con frecuencia oscenses, entre los que se encuentra un gran jotero, que desahogan sus corazones cantando jotas, que a Sender le recordaban el Parsifal, porque “afirma que en Parsifal aparece la consagración del carácter aragonés típico, ya que la leyenda consiste en la exaltación del hombre puro y sin malicia”. Sender quería a aquellas personas sencillas, como su tía Jacinta, su abuelo el campesino y a la Hermana Adela, nacida en Chalamera, como me pasa a mí con los personajes que habitaron aquellos pueblos del pie de Sierra y de los que quedan tan pocos. Ya lo decía aquel profeta, nacido en Coscullano y que se llamaba Benedé, que afirmaba: “En este pueblo no va a quedar nadie” y así ha ocurrido. Por eso, cuando me encuentro con Lorenzo Zamora Blasco, que tiene los dos apellidos iguales que mi abuelo materno, lo venero, porque él no se quiere ir de Coscullano. Vive allí al pie de la Sierra, rodeado su monte por San Cosme, por la iglesieta, de la que ya no quedan casi ni restos, pero que en ella se encontró una pulsera visigótica, que está en el Museo, por el Castillo de Arraro, allá en Panzano y por el pueblo de Aguas, por el pantano de Calcón y por los olivos, a los que limpia cada año, por los “buchos” o bojes que adornan los montes y por las rojas “alborzas”. Cultiva su huerto, que se riega, con un ibón, que nace justamente encima del huerto. Está rodeado por personas a las que ama, como su esposa Aurita, sus hijas Carmen y Paz, su nieto Lorencito y su nieta Belén. Recuerda, como Sender, a sus padres, gente sencilla y buena, a su hermano Antonio, del que conserva una brillante biblioteca, de su hermana Maruja, que fue como la de Sender monja de Santa Ana y de su otra hermana Araceli, casada en Tierz. Así ocurrió con la Hermana Adela, de la que Sender escribió “Adela y yo” y si éste escribió sobre la monja, Lorenzo hizo que la enterraran en Coscullano, para que desde los cielos pidiera por sus escasos y sencillos habitantes. Se fueron sus hermanos, sus hijas y nietos, y viven en las ciudades, pero siempre que pueden van a visitar a sus padres y al pueblo de Coscullano, donde muchas veces te parece que estás escuchando Parsifal.

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La señora Juana de Sietamo cuando iba a empezar la Guerra Civil   Descargar documento