martes, 30 de diciembre de 2025

RECUERDOS DE VETERINARIOS YA PASADOS



Conocí a un Veterinario Titular de Sariñena, hace ya unos setenta años, que en la Torre de Casaus, debajo de San Jorge, operó a un mulo, cortándole los tendones retractores de los cascos. Con la tensión que producían dichos tendones en los cascos del animal, éste no apoyaba bien sus patas anteriores en el suelo y al hacer desaparecer dicha tensión, el animal se convirtió en un ejemplar ideal. Aquel Veterinario me habló con mucha amabilidad y me deseó un buen porvenir. Desde entonces han pasado por Sariñena varios Veterinarios Titulares, entre los que quiero destacar a San Román, porque cuando yo viajaba por la Provincia como Veterinario de una casa de alimentos animales, él siempre me acogió con un notable compañerismo. Yo creo que tal vez fuera porque cuando él llevaba el Centro de Inseminación Artificial de la Diputación Provincial de Huesca, ejerció de maestro conmigo, que alcancé algún éxito inseminando algunas burras en Bolea.

Ya no recuerdo otros veterinarios en Sariñena pero el actual Presidente del Colegio de Veterinarios actual, me trajo a la memoria, la historia del Veterinario Julio Cesáreo Casabona Marías. Era hijo de un Veterinario y ejerció su profesión en Sariñena. Estudió en Zaragoza en la Escuela de Veterinaria que luego elevarían a la categoría de Facultad Universitaria. En el año 1936, ejercía en Sariñena, donde escribió al Ilustre Veterinario Félix Gordón Ordás, “sobre el desprestigio de la clase política española”. Llegó la Guerra Civil y fue incorporado como alférez en dicha contienda, y al finalizar esta  huyó a Francia.¡Bienvenido mal si vienes solo!, porque  en Francia tuvo que luchar en la Línea Maginot,donde fue detenido por los alemanes y enviado al campo de exterminio de Mathaussen .En tal campo de concentración había unas porquerizas en las que los hombres enflaquecidos tenían que engordar a los cerdos y lo nombraron , dada su profesión de veterinario, como técnico. Al darle tal cargo le dijo el jefe del campamento a Julio Cesáreo ”La vida de un prisionero español, me importa muy poco al lado de mis hermosos cerdos, porque vosotros sois subhombres”. El con los alimentos de los cerdos dio de comer a muchos compañeros, salvándoles la vida. Los veterinarios aman a los hombres y cuidan su alimentación y aman a los animales, porque son criaturas de Dios. 

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