lunes, 17 de junio de 2013

Brujo




Hoy se da una gran inquietud por reconstruir la cultura vieja, pero esa cultura conserva principalmente sus manifestaciones en el medio rural. Además hay dificultades para que los campesinos cuenten sus experiencias y recuerdos, unas veces por no aparecer como gentes retrasadas, otras porque no quieren que sus hijos vuelvan sus ojos al pasado, sino que miren al porvenir. Si consideramos, además, la despoblación de muchas comarcas y la poca población, generalmente, además envejecida de otras, nos daremos cuenta de la dificultad  tan enorme que se da para poder sacar a la luz supersticiones, tradiciones, canciones, etc. , etc.
Por ejemplo unos investigadores estuvieron hace poco por Saqués y no encontraron ningún resultado, pero un amigo mío de Escarrilla,  hablando de este caso me dijo que Lartosa, finca del citado Saqués, estaba llena de brujas y exconjuradores; esta finca estaba relacionada con Piedrafita de Jaca, donde en una casa había una curandera, también relacionada con las brujas. Todavía vive la curandera, aunque su hermano con las mismas actividades, ha muerto hace poco tiempo. En cierta ocasión festiva uno de los visitantes, durante la comida preguntó sobre las brujas y los invitadores, se pusieron a mirar unos hacia arriba y otros hacia abajo, pero ninguno contestó lo más mínimo, pero el invitado tozudo en obtener información se puso a contar un cuento o una historia, del que yo no me acuerdo o no quiero opinar, en que morían los niños, en cierto pueblo, al  sacarlos de sus casas para ser bautizados y uno de los invitados, al tocarle su memoria lo narrado, declaró todo sonriente, que en Antillón pasaba lo mismo, pero que a él no lo fastidiaron las brujas o brujos, porque al sacar a sus niños para bautizarlos, en lugar de hacerlo por la puerta lo hacían por una ventana, con lo cual todos sus hijos vivían.
Amparo, ya antes de la Guerra cuando todavía era una jovencita y nacida en Bespén, nos contaba que un hombre iba andando por la noche de Bespén a Angüés y en medio del camino, le salió a su encuentro un individuo, por llamarlo de alguna forma, porque no se sabía si era un brujo o un diablo y le dijo:  ¡hombre! ¿por qué no me ayuda a llevar este cabrito? el caminante que era muy bueno le dijo que si, se lo cargó, pero a medida que avanzaban el tiempo y el camino, notaba que iba aumentando su peso y casi no podía con el dichoso cabrito. Pensó :este individuo debe ser un brujo o un diablo que quiere que penetre dentro de mí el espíritu del cabrito para conquistar mi alma
Entonces dejó el cabrito y al decirle sus reflexiones al brujo, éste desapareció.
Estos cuentos de brujas, no son más que consecuencia de la lucha entre el Creador y los demonios, ya que si la Gracia es “Jesucristo metido dentro de nosotros por el Espíritu Santo”, el destino infernal es substituir la Gracia Santificante por la maldita gracia de los demonios, enemigos del Señor.


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