Cuando llegaban las ferias de Almudévar ,acudían a ellas multitud de gentes no sólo de Huesca ,Zaragoza ,sino de Jaca ,de Sabiñánigo y de Graus, que en aquellos tiempos tenían que sufrir muchos sacrificios, ya que las comunicaciones eran más dificultosas que las de ahora ,porque tenían que hacer con aquellas caballerías y ganado vacuno ,grandes caminatas, pisando el duro suelo de caminos y cabañeras. Pero me he quedado corto en el origen de los feriantes que acudían a las ferias, porque no he contado con los de Cataluña ,Valencia, Navarra e incluso con los castellanos.
Pero, cuando se celebraban las ferias en los lugares citados, también acudían aquellos ciudadanos que ,en sus ferias ,fueron visitados y así vemos como los de Almudévar, visitaban entre otros lugares el pueblo ,que era de un tamaño parecido al suyo y además Centro Comarcal de la Tierra de Almazán y por este pueblo pasa el río Duero ,pero tiene el inconveniente de estar situado a 950 metros de altura ,lo que hace de él un lugar enormemente frío.
Yo pude comprobarlo, hace ya muchos años, allá por el 1952, cuando estando de estudiante en Zaragoza ,me invitó a ir a las Ferias de Almazán un valenciano ,que conmigo estudiaba Veterinaria. Entonces me enteré que era hijo de un tratante, pues al llegar a las ferias, se puso una blusa de tratante y se cubrió la cabeza con una boina, caminando entre los diversos animales con un palo. Y comprobé lo del mal “orache”, porque no se si en mi vida he pasado alguna vez tanto frío, contemplando al mismo tiempo como iban llegando campesinos, algunos montados en sus mulas y tapados desde la cabeza a los pies ,con una manta ,igual que cuando pasas por la provincia de Teruel en invierno y ves algunos pastores, defendiéndose del frío de la misma forma.
Yo no acudí a Almazán con la intención de comprar ningún animal, pero en Almudévar ,cuentan ,con su romance del “agüelo” Balcones, que “Cuatro ricos de Almudévar-han hecho una sociedad-para ir a comprar vacas- a la feria de Almazán”.
Caminábamos con mi compañero de posada en posada para intentar comer algo, pero como él había estado con su padre varias veces comiendo en esos garitos, no encontramos dificultad para combatir el frío de dos formas, una por la boca comiendo y otra estando refugiados en el interior de un local. Algo así les pasó a los de Almudévar que “Llegaron ent’Almazán –y no tenían posada-y si no por el notario-se están pelando la pava”. No me acuerdo de lo que nosotros comimos pero “Tartón y Larraja piden-p’almorzar unas judías,-y huevos con longaniza-Benedicto y Borderías-.
Nosotros en el ferial, comentábamos la forma de los animales ,su edad ,pues mi amigo les miraba la boca ,abriéndosela con sus fuertes manos, pero los de Almudévar “Ya salieron al ferial:- treinta y seis vacas compraron.-se murió una en el camino;-treinta y cinco les quedaron.-Llegaron a la estación;-se pusieron a embarca-las .Al entrar en el vagón –una se rompió una pata.-En la estación de Almudévar-desembarcaron las vacas-y en l’aira de Manolico-dejaron una por flaca-.
Mientras los dos mozos nos volvimos a Zaragoza ,para seguir estudiando la calidad de la carne o su rechazo ,según fuera buena o mala ,los feriantes “Al llegar ent’Almudévar –llaman al veterinario;-yo no sé lo que diría,-carne de vaca ”vociaron-.
Y nosotros para estar preparados el día de mañana, cuando acabáramos la carrera y tuviéramos que inspeccionar la carne de vaca, dijimos : ¡ala!, a estudiar. En tanto que los ganaderos al darse cuenta de que “Ya estaban en Almudévar-se dijeron -:”Habrá que buscar goyero”-.Y pa goyero buscaron- a un chiquillo y a un agüelo”.El chico era Carabinas-y el agüelo de Citales,- que pa jornal les pedía-seis pesetas y labra-le-.
De labra-te, lo que quieras;-de jornal, cinco pesetas.-Y entonces dijo Larraja: ”Yo te daré una chaqueta”.Está claro que Larraja ,al ofrecerle una chaqueta ,se acordaba de lo mal que vestían en Almazán ,cuando iban cubiertos con una manta y “choditos “ de frío, tanto es así que –La chaqueta que le dio-era de lanilla fina-“¡Hostia ,qué maja te está!- le decía Carabinas-.
Pero a pesar de pasar tantas aventuras y tratar de arreglar los jornales y las yerbas ,”Se entera el Ayuntamiento,-les encarece las yerbas,-No les queda otro remedio- que parti-las o vende-las-.
Total que les pasó lo que le pasa a todo el mundo con el correr del tiempo, porque a nosotros se nos fastidió el ganarnos unas perras con las caballerías y con las vacas y al padre de mi amigo, se le acabó el negocio de tratar animales en las ferias, porque se acabaron con ellas las mulas y las vacas de prado. Y los de Almudévar tuvieron que hacer lo que hizo el Señor Bello, que se vendió las mulas y las substituyó por máquinas, como tractores ,trilladoras y cosechadoras.
Lo mismo tuvieron que hacer los protagonistas del romance porque: ”Con el dinero que sacan-compraron una trilladora-y un reloj de pulsera-para enganchar a la hora-.
La trilladora va bien,-pero le hace falta gente,-unos se van a cagar,-…y otros por agua a la fuente-.
Algo así les pasó a los veterinarios, porque hace unos pocos años los quitaron de los pueblos.
¡Qué profeta era el “agüelo” Balcones!.
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