viernes, 9 de agosto de 2013

San Lorenzo, según la historia y la tradición





San Lorenzo fue sacrificado en Roma el año 258, en la persecución de Valeriano. Era Lorenzo el más importante de los siete diáconos, encargados de socorrer a los pobres y de administrar los bienes temporales de la Iglesia, en aquellos tiempos, en que el cristianismo, cada día los iba aumentando. En aquellos tiempos, la Iglesia era propietaria de enormes cementerios e iba aumentando una “Caja”, donde se acumulaban las aportaciones generosas de los fieles, lo cual hace pensar en una moderna sociedad de socorros mutuos. En la administración de estos bienes participaban siete diáconos, de los que Lorenzo era el “diácono del Papa”. En estos tiempos actuales, parece que nuevos diáconos, estén administrando los alimentos al pueblo necesitado. Basta ver como Caritas reparte alimentos entre los que los necesitan.

El Estado Romano, codiciaba esos fondos y a sus administradores cristianos les atribuía, según escribe el poeta Prudencio, “un siniestro rumor de orgías nocturnas…Frecuentaban estas orgías los adeptos de la fe nueva, según se creía, y que los presbíteros, en primorosos vasos de oro labrados a cincel, bebían sangre humana, en cenas como la mitológica de Tiestes; y que las salas de estos festines nefandos, iluminábanse con antorchas de cera oliente a miel y a flora rupestre, fijas en áureos candelabros”. Había un movimiento eucarístico entre los cristianos, y el pueblo expandía rumores de que los cristianos hacían orgías nocturnas, mientras el Estado sentía avidez por esos fondos y cálices de los cristianos. Ahora el Estado ahorra mucho dinero con las obras de Caritas y con la Enseñanza. Y el poeta Prudencio de San Lorenzo, Mártir, decía “Veo a un Príncipe futuro, que vendrá a su tiempo justo y cerrará los templos desiertos; obstruirá las puertas de marfil; condenará los nefastos umbrales y sus goznes de bronce ya no chirriarán, limpios de sangre sucia se erguirán, no adorados ya ni suplicados los bellos mármoles que ahora reciben culto idolátrico”. Con esta sátira del lujo imperial romano, se acuerda uno de la vuelta en el siglo XXI, de ese derroche del dinero, con el lujo en los edificios, con las cantidades abusivas de dinero con que la política pagaba a sus empleados y a los que dirigían tan torcidamente algunos puestos políticos, bancos y Cajas de Ahorro, que ha llevado al paro a multitud de obreros, de los que muchos están sufriendo el hambre; esa hambre que en Roma combatía San Lorenzo, como ahora está aliviando lo que puede Caritas y otros grupos.   “Al cuitado Prudencio, el Ebro, que le dividía de los vascones, los Pirineos nevados, los Alpes altos y profundos, manteníanlo alejado de la ciudad de Roma, riquísima de huesos heroicos y de sepulcros santos”. Dice que el río Ebro dividía a Prudencio de los vascones, porque para unos era de Calagurris o para otros de Zaragoza. Cantó con sus poesías que “la muerte de Lorenzo fue la muerte de la idolatría”. El poeta Prudencio dijo que con el martirio de Lorenzo, conmovió a muchos romanos, incluso senadores, que se fijaron en el valor y constancia del santo. La historia no afirma que San Lorenzo naciera en Huesca, pero la tradición lo demuestra. San Lorenzo, según la tradición, nació en Huesca,  siendo hijo de San Orencio y de Santa Paciencia, que tenían una finca en Loreto y a ella caminaba cada día.  Frente a la Torre de Farina, hay una Cruz, a la que los que suben a rezarle a San Lorenzo, se vuelven de espaldas a ella y por encima del hombro, lanzan una piedra, como un recuerdo o una oración, para que quede al pie de la Cruz. El Alcalde de Roma, pagano y avariento de dinero, llamó a Lorenzo y le dijo.” Me han dicho que los cristianos emplean cálices y patenas de oro en sus sacrificios…Vaya, recoja todos los tesoros de la Iglesia y me los traiga, porque el Emperador necesita dinero para costear un guerra que va a empezar”. Aurelio Prudencio en el Peristephanon, en la poesía “Las coronas”, dice que “Él tenía las llaves de las cosas sagradas; presidía el arcano de la clase celeste, y gobernando como fiel custodio, dispensaba las riquezas de Dios”. A la exigencia del dictador imperial,  Lorenzo le pidió tres días de plazo para reunir todos los tesoros de la Iglesia, y se dedicó durante esos tres días a reunir a todos los necesitados, mendigos, mutilados, leprosos y ciegos, a los que él mantenía con sus limosnas. Una vez pasados los tres días, llamó al Alcalde y le dijo: ”Ya tengo reunidos todos los tesoros de la Iglesia. Le aseguró que son más valiosos  que los que posee el Emperador”. No va descaminada la ironía aragonesa de la que usó Lorenzo con el Alcalde. Éste ya se sentía feliz, soñando en la riqueza de oro y de plata, que iba a traerle el Diácono del Papa, pero al contemplar la miseria de los fieles cristianos, todo irritado exclamó: “Pues ahora lo mando matar, pero no crea que va a morir instantáneamente. Lo haré morir poco a poco para que padezca todo lo que nunca se había imaginado. Ya que tiene tantos deseos de ser mártir, lo martirizaré, horriblemente”. ¡Cómo sufrió San Lorenzo para que el pueblo no pasara enfermedades y hambre, pero su amor al prójimo, fue perseguido por el poder del Imperio!. Porque han pasado cerca de dos mil años y ahora vuelven el hambre y la necesidad a apoderarse del pueblo. ¿Cómo sufría San Lorenzo, como están ahora sufriendo muchos seres humanos, entre los que hay nuevos Lorenzos, que quieren evitarles los sufrimientos, pero hay nuevos emperadores o gobernantes, que se han lanzado a acumular el dinero para gozar del lujo, que han hecho imposible, que los empresarios unidos a los trabajadores, vivieran con sus necesidades primarias resueltas y educando a sus hijos. El poeta Aurelio Prudencio, en sus versos decía de cómo Lorenzo “Era el primero de los siete varones, que se agrupaban junto al ara; grande en el grado levítico y más noble que sus compañeros. Él tenía las llaves de las cosas sagradas; presidía el arcano de la luz celeste, Y GOBERNANDO COMO FIEL CUSTODIO, DISPENSABA LAS RIQUEZAS DEL SEÑOR”.

No aparece en los historiadores, Huesca, como lugar en el que naciera San Lorenzo, a pesar de la tradición romano-visigoda,  que cantó Prudencio, además  de Braulio, Tajón, de Isidoro, y del diácono San Vicente de Huesca(¿), todos ellos escritores de la historia eclesiástica, que tuvo lugar en Hispania,  durante los siglos IV a VIII. La Historia desde la Edad Media hasta el siglo XVII, se llenó de escritores que atribuían a Huesca el nacimiento de San Lorenzo, pero fue Ustarroz que vivió sus conocimientos en el Palacio de los hermanos Lastanosa, y con las visitas de Ana Abarca de Bolea, que llegó a ser Abadesa de Casbas, cuyos padres vivían en el Castillo-Palacio de Siétamo, cuyos escritos  sobre San Lorenzo, fueron víctimas de las mentiras piadosas de otros escritores, que querían tanto a San Lorenzo que lo nombraban hijo de Huesca. Ustarroz supo aprovechar tales escritos para componer biografías de santos personajes, supuestamente oscenses.

Pero, sin embargo los oscenses han creído siempre en la ciudadanía oscense de Lorenzo, pues el poeta Aurelio Prudencio, dice que el río Ebro le dividía de los vascones, porque  nació, según unos en Calagurris y otros en Zaragoza. “Al cuitado Prudencio, el Ebro  lo dividía de los vascones, los Pirineos, los Alpes altos y profundos manantiales, alejados de la ciudad de Roma, riquísima en huesos santos”. Aquí parece que Prudencio se acordaba del martirio de San Lorenzo y estaba separado de Osca, por el Ebro, los Pirineos y los Alpes, lamentándose de la lejanía del mártir de su ciudad natal.

El nombre de San Lorenzo, significaba en Roma “coronado de laurel” pero en Huesca equivalía a Loreto o Lorito. En el libro de 1660, salen los Estatutos y ordinaciones de los sogueros y esparteñeros de la Ciudad de Huesca y en ella pone que un cofrade llevó velas a la Virgen de Lorito y en otros lugares pone de Loreto. Se encuentran varias palabras, tal vez de origen ibérico, influidas por el latín, entre otras Aineto, Echeto y en la cara sur de Guara se ve el Fraixineto, según unos o el Frajinito según otros. Algunos atribuyen a fraixín el significado de fresno y otros el de cerdico. Pero entre el monte de Siétamo y el de Fañanás, se hallan escasos restos del antiguo pueblo de Olivito y según otros Oliveto, palabra del mismo origen que Fraixitito, que está relacionada con los olivos. Loreto parece que equivale a Laurel, como el nombre del Santo. Son numerosos los casos en que se relaciona con otros aragoneses, como San Valero y San Vicente.

San Lorenzo murió el año 258 y San Vicente en el de 304.¿Cuantos años tenían San Lorenzo y San Vicente cuando se encontraron en Velilla de Cinca?. San Lorenzo era bastante más mayor que Vicente, porque se decía que su hermana era la madre  de Vicente. En la ermita de San Valero, se hallan todavía restos de un templo romano y allí se encontraron, porque por la Via Romana se iba desde Tarragona a Zaragoza y a Huesca. ¿Se puede explicar si en esas fechas pudo ocurrir ese encuentro?.  Tal vez, si.

El tiempo según las matemáticas permite unos hechos, pero según la historia práctica, en Roma,  en tiempos Laurentinos se pasaba hambre y hoy en pleno siglo XXI, bajo la Democracia, se vuelve a pasar hambre, es decir que el tiempo existe para el hombre,  a pesar de las matemáticas.

Los oscenses, cuando llega la Fiesta de San Lorenzo, se ponen a cantar: “San Lorenzo , San Lorenzo,- en que buen tiempo has venido-en el tiempo de la siega,- que todos tenemos trigo,- ¡trigo, trigo , trigo, lo que sobre “p`al” bolsillo”.


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