Leonardo
da Vinci, está considerado como un “Homo universalis”, por ser conocedor de
todo en la Ciencia de los hombres, pues fue un hombre que trabajó en todos los
aspectos del misterio humano y de su ciencia, como la “aerodinámica, la hidráulica,
la anatomía, la botánica, la pintura la escultura y la arquitectura”, además de
cultivar otros estudios
poderosos de la Naturaleza y bellos aspectos, en los que pueden pensar
los cerebros humanos. Su cerebro ya pensaba en investigaciones científicas,
adelantadas a la ciencia de su tiempo y que casi se olvidaron, por acordarse
más de sus trabajos pictóricos, que fueron reconocidos como gran creador del
ideal de belleza, con poder para materializar el ideal de esa belleza y de su
poesía.
Si
fue Leonardo da Vinci capaz de materializar esa belleza y su poesía, ¿ UNIÓN DE DONDE
O
DE QUÉ FORMA
FUE CAPAZ DE OBTENERLA, SACÁNDOLA
DE SU ESPÍRITU?.
Estamos ante el
MISTERIO DE LA UNIÓN ENTRE EL CUERPO MATERIAL Y EL ALMA ESPIRITUAL, QUE SE HA CONCEDIDO AL HOMBRE.
Pues
es el Espíritu Santo, el que inspira la inteligencia del hombre. Por eso cuando
rezamos al Espíritu Santo, le decimos “Ven Espíritu Santo y desde el cielo
envíanos un rayo de tu luz. Sin tu ayuda nada hay en el hombre, nada que sea
inocente. Ven padre de los pobres, ven dador de las gracias, ven luz de los
corazones. Era lava lo que está manchado, riega lo que es árido, cura lo que
está enfermo. Oh luz santísima, llena lo más íntimo de los corazones de los
fieles. Dales el mérito de la virtud, dales el puerto de la salvación, dales el
eterno gozo.”
Con Miguel Angel y Rafael, formaron un trío de
los gigantescos maestros del Cinquecento. Ahora es difícil, que se encuentren teorías
con visiones de cinco años de adelanto al tiempo, en que realmente han
aparecido. Algunas veces “sus proyectos casi
siempre irrealizados” abarcaron la hidráulica y la mecánica. Después de crear
visiones casi divinas del Arte, trabajó diez y seis años en crear un “enorme
caballo”, sirviendo en 1.482 a Ludovico Sforza, el fuerte hombre de Milán, que
por cierto, acabó destruido en una salvaje batalla.
No
cabe duda de la creencia de aquellos sabios en el poder de Dios. No eran los
sabios hombres que rezaban palabras inentendibles, como aquellas monjas de Casbas
que según Ana María Abarca de Bolea, pronunciaban las oraciones en latín, que
ellas no comprendían.
Estaba
Leonardo da Vinci en Florencia, donde “los Medici habían establecido una corte
cuyo esplendor debía no poco a los artistas con que contaba”.
Pero
así como Lorenzo el Magnífico no hacía mas que alabanzas a sus cualidades de
buen cortesano, Leonardo en 1.482, se acercó a Ludovico Sforza el hombre fuerte
de Milán y trabajó diez y seis años en crear un “enorme caballo”, que por
cierto fue destruido durante una batalla.
En
1.499 cuando entraron los franceses en Milán, huyó a La Signoria de Venecia y creó
en Leonardo un gran ingeniero militar. ¡Cómo este gran artista de obras
pacíficas, demostró cualidades para crear obras militares!. Este gran cerebro
de Leonardo da Vinci, ¡cómo en poco espacio de tiempo proyectó una serie de
artefactos, que no se verían en la Historia, hasta los siglos XIX o XX. Por
ejemplo “un submarino individual, con un tubo de cuero para tomar aire
destinado a unos soldados, que armados con taladro, atacarían a las
embarcaciones por debajo, hasta grandes piezas de artillería con proyectiles de
acción retardada y barcos con doble pared para resistir las embestidas”.En
1.500,después de ausentarse de Florencia, durante unos casi veinte años de
estar alejado de tal ciudad, regresó a ella en 1.903 y tuvo la idea de crear
una vía navegable que la pusiera en comunicación con el mar. Y trabajó en
comunicar Florencia con el mar por medio de un canal, que parece que no
llegaron a realizarse los proyectos que comunicaran a Florencia con el mar.
La
vida de Leonardo da Vinci “ya era conocida como la más notable de Italia y
parece que en 1.501 había trazado un boceto de su Santa Ana, la Virgen y el
Niño”. Pero una obra acabada por Leonardo fue La Mona Lisa, también conocida
por la Gioconda. Este cuadro fue considerado como un modelo de la Pintura. Este
cuadro ha sido un modelo de pintura y un retrato de pintura. Se quedó Leonardo con
él y no lo abandonó hasta que ifícil situación políticaifícil en casi en el fin de sus días, se lo vendió al rey Francisco
I por cierta cantidad de oro. La misteriosa sonrisa de la Gioconda parece
misteriosa. Este auténtico retrato, hay quien lo ha considerado como la cumbre
y resumen del talento y de la “ciencia pictórica” del actor.
Pero
la situación de la situación política lo obligó a abandonar Milán y acudir a
Roma, donde se refugió en el belvedere de un hermano del papa León X. En Roma
vivió tranquilamente, proyectando valiosos estudios artísticos, pero en 1.514, Leonardo
abandonó Italia, con el fin de pasar los tres últimos años de su vida Enel palacio
de Cloux como “primer pintor, arquitecto y mecánico del rey”.
Leonardo
da Vinci está juzgado como “ un hombre de ciencia universal” cuya vida la hizo
desde 1.452 hasta 1.519, pues trabajó en todas las variaciones de la de la “aerodinámica,
la hidráulica, la anatomía, la botánica, la pintura, la escultura y la
arquitectura”.
Sus
investigaciones científicas fueron como abandonadas, pero su pintura ha sido
siempre reconocida “como la de un maestro capaz de materializar el ideal de belleza
en obras de turbadora sugestión y delicada poesía”.
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