martes, 25 de junio de 2024

La bruja Morgana

 


Julio Caro Baroja en su obra “Las brujas y su mundo”, habla de la diversidad de formas, que a lo largo de la historia, ha adoptado la brujería, entre las que figura la brujería vasca a lo largo del siglo XVI y “los grandes procesos inquisitoriales de comienzos del siglo XVII (como el de las brujas de Zugarramurdi)….. de la persistencia en el siglo XX de ese género de creencias dentro de sectores rurales colindantes con centros urbanos e industriales altamente desarrollados”. El, como conocía muy bien los problemas de su país Vasco, no hablaba demasiado de la brujería en Aragón. Yo, sin haberme dedicado a investigar este problema, he vivido en mi tierra asuntos realmente de brujería, pero no hace falta haber vivido esos problemas, pues basta mirar alguna revista o estudio, para encontrar afinidad entre lo vasco y lo que ocurría en los pueblos vasco-ibéricos que vivían en la provincia de Lérida y en la de Huesca.
En un artículo del Diario del Alto Aragón, del día 10 de Agosto de2004,fiesta de San Lorenzo, la escritora Julia Emperador dice:”Empezamos a subir la suave y prolongada cuesta de Arratiecho” hacia la Caseta de las Brujas…Cuentan que las brujas del valle de Tena fueron muy famosas y en Búbal, en el Museo de Tradiciones, existe una sala dedicada a ellas. Quizá en ese mismo paraje en medio de la naturaleza, se reunían las brujas del valle de Trasmoz, que engañaron a la joven sobrina del cura y surcaban los cielos del pueblo montadas en escobas, o las brujas de Tamariz, llamadas Jina Bardají y Margalida Escuer, que en combinación con los demonios provocaban grandes tormentas, o las brujas de Tella que se reunían y organizaban grandes aquelarres. Todavía se conserva en esa localidad el museo dedicado a la brujería”.
En cualquier lugar de la provincia que uno pregunte, sale saturado de cuentos o historias de brujas. En Julio del año pasado pregunté a un barbastrense y me dijo que hubo una ¿bruja?, llamada Julieta, a la que venían a ver unos habitantes del planeta Venus. En su juventud fue una mujer bella, teniendo relaciones con el conde y con el abuelo de una ilustre familia de Huesca. Me contaba que en Barbastro, salió un escrito en una publicación ya desaparecida ”Zimbel”, allá por los años ochenta y tres al ochenta y cinco. Por las noches llegaban a su casa varias mujeres en un aparato espacial, desde luego mejor que la simple escoba, aparato que fue pintado en un dibujo para una revista, por maría Pilar Chinestra. Las visitantes trataban de convencerla para que se marchara con ellas. A mi amigo le decía:”Quieren que me vaya con ellas, pero yo no quiero ir”. La transvección o desplazamiento de las brujas, es tradición que lo hacían volando en escobas, palos o palas y antes de la Edad Media se decía que lo hacían sobre carneros, machos cabríos, en bueyes, gatos o perros. Parecía razonable que las brujas se trasladaran ayudadas por los demonios como lo hacían los ángeles y los santos en virtud de la gracia del Señor.
Vestía en Barbastro de “clochard”, con su gabardina, sus botas y una boina negra. Era, en resumen, una bruja pobre pero moderna, aunque su historia interplanetaria ya se había dado muchas veces en dicha historia. Yo creo que no era bruja, es decir, que no tenía pactos con el diablo, porque éste, cuando introducía a una mujer en la brujería, le daba ungüento volador y ella les negaba a sus amigas el volar al planeta Venus, que requería haber recibido del demonio ese ungüento a base de manteca de niño, acónito, belladona y cicuta. Estas drogas les daban alucinaciones, entre las que estaba la de volar y flotar por el aire, ya que se sabe que algunas brujas que habían declarado acudir violando a los aquelarres, se sabía que habían permanecido en sus camas durante el tiempo que decían haber estado volando. Además copulaban las brujas con el diablo y de Julieta no se sabe tal cosa, pues parece que lo hacía con el conde y con el señor de Huesca y la Iglesia consideraba a la mujer “moralmente débil y potencialmente pecaminosa”. A sus diecinueve años y en posesión de una gran belleza (murió a los ochenta y pico de años), se bañaba desnuda en la Punta Flecha en la Malinquera del río Vero,donde la veía el padre de mi amigo, que fue un buen Maestro.
En tiempos pasados había mujeres dominadas por la diosa Diana y Julieta tal vez estaba poseída por la diosa Venus. Poseído, poseso o endemoniado es un hombre o una mujer que se siente poseído por un espíritu impuro, que le hace comportarse o decir las cosas, no como él desearía, sino como ese espíritu desea. Pero yo creo que Julieta no llegó a estar poseída por el demonio, sino sólo por el pecado y aún en este tema habría que escuchar la opinión de San Miguel Arcángel, de si hacía el amor por pecar o solamente por amar. Tal vez no tuviera culpa por haber lavado su cerebro con hierbas, que tan bien conocían las brujas al ir a buscar alimento por el monte, donde encontraban también cualidades nocivas como estupefacientes peligrosos. Con algunas aumentaban el deseo sexual, en otros conseguían la impotencia. Así como los cristianos utilizaban la oración, que en ocasiones daba origen a algún milagro, las brujas empleaban la magia. Todavía se venden libros como el de San Cipriano, que tratan de brujería y que fue el que quería quemar en el hogar aquel vecino de Siétamo, Andrés Lobateras, pero no pudo porque se le escapaba el libro por la chimenea.
Hablan los libros de la metamorfosis, magia por la cual las brujas se podían transformar en animales y dicen que esa fue una forma de magia de las religiones primitivas, porque aquí parece que tenemos vergüenza de figurar en la historia de la humanidad, pero al leer este pasaje, me acordé del caso que ocurrió en Siétamo después de la Guerra Civil y que todavía hoy recuerda y comenta la gente. Decían que en una casa había una bruja, que asustaba a los que iban a visitarla, pero tenían que marchar horrorizados por el miedo que les producían esos ruidos que hacía sonar la bruja. Entre otros acudieron mi padre y el practicante señor Jorge Betrán y mi padre me afirmó que ellos no se habían dado cuenta de nada.
Y llegó el fin, cuando el mozo más valiente d Siétamo, que había sufrido mucho para la Guerra Civil, vio un gato en la escalera, se sacó el cinturón de gran hebilla que llevaba puesto y golpeó con dicha hebilla al gato en la cabeza. El gato entonces le gritó:”¡pégame más!”, porque si lo mataba quedaría libre el gato de la posesión que lo esclavizaba y pasaría a ser poseso el que lo matara. No quiso darle más y al día siguiente apareció el cura del pueblo con la cabeza vendada.
En mi libro “Retablo del Alto Aragón” y en la página cuatrocientos cuarenta y tres, narro la aventura de un cazador que sorprendió a una bruja, que se había transformado en gato, para acudir a Velillas a maldecir a una mujer preñada para darle “mal dau”, con el fin de que muriera su futuro hijo. En página cuatrocientos cuarenta y dos y en mi conferencia sobre encantos, desencantos y encantamientos, escribo:”Un cazador de Sieso caminaba por el monte, pero aquel día en lugar de ver perdices, conejos o liebres, fue algo insólito lo que divisaron sus ojos: sobre una piedra que marcaba la divisoria entre dos campos se encontraba toda la ropa que una mujer de principios de siglo necesitaba para encontrarse bien arropada. Por su mente pasó el leve encanto de la posibilidad de ver un bello cuerpo de mujer, ocasión tan difícil en unos tiempos en que el sol no era buscado para broncear los cuerpos, sino rechazado por las mujeres que tenían a gala para su piel, conservarla blanca como la leche. Pasó también por su imaginación la sospecha de un crimen ritual, pero no descubrió señales de sangre en las ropas de la pobre víctima.
Optó el cazador por esconderse en una espesa mata de carrascas y esperar a la mujer, que necesariamente tenía que llegar a vestirse. Así obtendría, por un lado, el placer de contemplar lo que nunca había visto y, lo que era más importante entre los habitantes de los pueblos,saber quién era la descocada, para correr a contárselo a sus convecinos. No es esta última apreciación peyorativa o una ceremonia dirigida a los pueblerinos, pues hoy día conozco a caballeros ,ciudadanos y modernos que dicen ¿de qué me sirve yacer con la señora marquesa, sino se enteran todos de que he yacido con la señora marquesa?.Pero volvamos al caso que nos ocupa; el hombre seguía esperando y , estrujando su sesera, pensó en que tal vez las brujas anduviesen por medio. El cazador acordándose de que dichas brujas obraban como poderes del mal, quiso contrarrestarlas con una cruz, colocando una que él siempre llevaba consigo, sobre la ropa femenina. Después de esperar un poco “vio avanzar un gato negro, que se dirigió directamente a las vestimentas pero al llegar a ellas, se mostró inquieto y como no sabiendo qué hacer. Había visto la cruz. El amagado salió de su escondrijo y le habló al gato diciéndole: ¿de dónde vienes?. Le contestó: Vengo de Velillas de dar mal”dau” a una mujer preñada para que aborte. ¿Cómo puedes hacer esas cosas?, le preguntó el cazador, a lo que el gato contestó: es que todos los días he de hacer un mal, porque tengo trato con el demonio. Pues ya puedes volver a Velillas a quitarle el mal a esa mujer y dárselo a la clueca. Así lo hizo el gato, y cuando volvió , el buen hombre quitó la cruz de encima de las ropas, se reconvirtió el gato en mujer,se vistió y se fue.
No me aclaró el anciano de ochenta y cinco años que me lo contó y que todavía vive, si conoció a la mujer y si la vio, pero sí me dijo que al cabo de unos días se enteró que había nacido un niño en Velillas y que la clueca de la misma casa en que había tenido lugar tan feliz acontecimiento, no había sacado pollos.
Todavía sigue la brujería buscando el mal de los hombres. Antonio Bruis, persona noble, se marchó de vacaciones a Brasil y una señora le encargó que le trajera una bruja de trapo, se la trajo muy llamativa y con el nombre de Morgana. Era una bruja de origen portugués, como San Antonio de Padua, al que su buena madre le enciende velas delante de la capilla de nogal, que tiene en el pato de su casa.
El Bien y el mal siguen en lucha, que es distinta a la de antes, porque ese mal tiene oprimidos a muchos a los que prestan dineros para amortizar en treinta años y a otros el consumismo los convierte en esclavos y creadores de riqueza.

miércoles, 19 de junio de 2024

Las brujas. (7-X-79)

 

   
¿Has estado en el Congreso de Brujología?. No, chico, es que sabes, estas escobas de ahora no valen para nada  y cualquier ráfaga (volada) de aire, te las dejas escodadas. Pero, ¿también tú crees en esas cosas?, pregunta el licenciado. De momento, me siento  disminuído. Me repongo y le digo lo que le dijo el gallego, pero en aragonés: no creo en las brujas, pero “ habene ,en hay de brujas”, y lo sé, porque he conocido y conozco  alguna de ellas e incluso algún brujo. Se lo toma a cachondeo, y le digo: si  quieres  ya te presentaré una. Ahora el disminuido parece el profesor, aunque no fue mi intención apocarlo. Todos me  piden que les presente alguna bruja, pero como ellas no poseen teléfono, ni tengo el libro de  San Cipriano para convocarlas, se quedan con las ganas. Cierto que también se las puede llamar quemando hojas secas de higuera, pero en los Porches no hay higueras, aunque las ruinas estén cerca, y si las hubiera, el guardia nos impediría hacer una hoguera en un lugar tan céntrico.
Como no se puede  cercionar con sus propios ojos, ponen fe en mí y me dicen:¿pero tú has vito volar alguna bruja en su escoba?. Les contesto la verdad: yo he visto volar brujas sin escoba, y he visto volar escobas sin bruja. ¡Qué difícil lo pones!, No tanto; la gente llama brujas a esos remolinos que forma el aire antes de las tormentas, y que son, en pequeño igual que los tornados que salen en las películas americanas. Esos tornados son brujas malas, porque acarrean desgracias, pero nuestros pequeños remolinos son más bien, para mí, duendes traviesos que son brujas. También he visto volar escobas sobre nuestrascipriano cabezas infantiles, dis- paradas por mujeres más o menos brujas, más cuando no tenían motivos para pegarnos y menos o nada, cuando nuestro comportamiento era el de auténticos duendes. Ahora nadie pega escobazos a los niños, porque aparte de que los mangos se rompen, ya que no son como los de antes, y van y te denuncian. Y de brujos ¿qué me dices?. Yo conocía a uno, que era muy buena persona y tenía el libro de San Cipriano¸una vez le robaron un arado y leyó dicho libro para que el ladrón se quedara, de por vida, cruzado en una cama. Essan te labrador se tomaba la justicia por  mano de San Cipriano.
Si alguno de ustedes se ve en tal situación, procúrese de u Libro de San Cipriano. Aquíno quedan, pero me dijeron que se puede adquirir en Portugal. Lo entenderán, porque el galaico-portugués se parece al aragonés.

lunes, 17 de junio de 2024

ARGUIS EN PLENA MONTAÑA



Pantano de Arguis

Viajando por Navarra, se  contempla sobre terreno llano el pueblo de Arguiñano y en Guipuzcoa se ve entre montañas el término de Arguisain. Y en las cercanías de Jaca, sobre el río Gállego, podemos darnos cuenta de nuestra llegada al pueblo de Arguisal. Parece como  si la misma nomenclatura, en este caso, de los pueblos y en otro de  los montes, como la Sierra de Belarre,  nos explicara que estamos en un terreno habitado, principalmente, por descendientes de los vascones. Cuando bajamos desde Sabiñánigo hacia Huesca, todavía en plena Montaña Alto Aragonesa y en un valle, se encuentra un pantano, el de Arguis. Rodeado por tres montes, con el agua del pantano, mirando al cielo y como asomadas a él,   nos encontramos con el pueblo de Arguis. Se encuentra esta Villa a veinte kilómetros de Huesca.  Estaba Arguis, casi aislada de la dicha llanura, porque no estaba unido con Huesca, capital, por medio de una carretera, sino por caminos.  Para la Guerra Civil, se abrió la carretera que sube a  Sabiñánigo. Está Arguis en plena Montaña a espaldas del Pico de Gratal, pero ahora, poco a poco, se va convirtiendo su camino, en en el Paso Central de España a Francia. Tiene el pantano de Arguis, en el que se practica el deporte de la natación, el de los remos,  el de la pesca y este año de 2012, de un modo extraordinario se ha convertido en pantano en una pista de patines sobre el hielo.  Hay hoteles y restaurantes, que le dan vida.
Bajando hacia Huesca, queda en lo alto la ermita de la Virgen de Ordás, pero no sólo quedan los nombres de origen vascónico, como Ordás, sino que también  se encuentran los romanos, como Nueno, que significa el Noveno Miliar de la Vía Romana, que conducía a Francia por Sabiñánigo. En la parte baja se encuentra la Ermita de San Pedro de Séptimo y cerca del río Isuela se halla la Almunia de Séptimo. Así como Nueno deriva su nombre de un miliar de la Vía Romana que conduce a Francia, el Séptimo es otro miliar de la misma Vía. La reclamación del Paso Central por los Pirineos, no es un capricho de los aragoneses actuales, sino que ya la tenían planeada desde hace unos veinte siglos. La Tierra misma va revelando las necesidades de Aragón, desde hace siglos. Aragón proclama con su nombre, cómo él mismo, iba creando el valle o “ara”, desde donde viene el sol del día. “Araegún”, quiere decir, el valle que viene del día, siguiendo al sol, como si tuviera la misión de  imitar  los fenómenos de la Creación. En la parte Sur, ya en la gran llanura, cerca del Campo de Golf se encuentra el Eremitorio de San Julian, nombre con el que es más conocido que por el de San Julián de Andría. En él se celebra,  las Navidades, una misa, que acerca a los humanos, la Noche Buena. Este Eremitorio data del siglo XI y su nombre vasco, “Andría”, quiere decir “la mujer”, que los aragoneses han santificado, colocando en el eremitorio, las imágenes de San Lorenzo,  y de la Virgen del Pilar.
Hace ya muchos años que yo subía a Arguis. En tal villa se cortaban pinos y se cultivaba trigo, pero Baldomero Ara, ya difunto, como hombre nacido en tal pueblo, cultivaba patatas de secano en las laderas de uno de esos montes, que rodeaban a Arguis. Ya se ha perdido dicho cultivo,  pero Baldomero Ara, Guardia Municipal en Huesca y nacido en Arguis, con la constancia de un hijo del “Ara”  o Valle de Aragón, me pedía que lo llevase a cultivar esos tubérculos y yo lo levaba  y lo traía a Huesca. Seguía las viejas costumbres del Alto Aragón, que consistían en cambiar en la Tierra Baja, las patatas por otros productos de consumo, como el aceite o el vino. Se solía cambiar una arroba, de catorce kilos de peso, por un cántaro de vino de diez litros. Bajaban, otras veces, lechones a la Plaza de San Martín, pero, muchas veces, sin un céntimo en el bolsillo. Si vendían los cerdos, podían comprar alimentos para su familia. No tenían que gastar  gasolina para bajar a Huesca, pero tenían que alimentarse a sí mismos y a sus machos, para recorrer durante cinco horas, los veinte kilómetros que separaban a Huesca de Arguis. Durante las cinco horas que tardaba Silverio Malo en recorrer tal distancia, a veces adelantaba  su carro un coche, pero en  algunas ocasiones eran dos los que lo pasaban. El coche, que lo adelantaba, era casi siempre, el de Arrudi de Sabiñánigo, que en este entonces pequeño pueblo, tenía una tienda de alimentos. El otro coche era el del dueño del Molino de Gillué, que salía desde la vega del río Guaga y por el puerto de montaña de Monrepós, bajaba a Huesca.
Silverio Malo López, nació en Arguis en casa de sus padres, con la era, a la que para la trilla acudían las gallinas a escarbar en ella, para  picar los granos de trigo que por allí, caían desde la mies, desmenuzada por el trillo. Se encuentra su casa al lado de la gran casa de don Mario Montes, que la edificó, como he dicho grande, para alojar a su numerosa familia, comprándole a Silverio la era, cuando ya no la necesitaba por haber abandonado la trilla, en tiempos ya antiguos con el trillo y más tarde con la máquina trilladora. Por el año 1959, Silverio tenía una trilladora de marca Ciutat, que indica con su nombre que estaba fabricada en Cataluña.
Aquella máquina, necesitaba energía, como la obtuvo él mismo de las mulas, cuando bajaba de Arguis a la Plaza de San Martín de Huesca, a vender los “tocinicos”. Arrudi  de Sabiñánigo y el molinero de Gillué ya obtuvieron una energía más rápida y cómoda con los automóviles que compraron. Silverio hizo algo parecido al comprarse un motor que activase la máquina trilladora, para que deshiciese la “garba” o mies, para lanzar el grano a unos sacos y la paja,  por un largo tubo hacerla volar a un montón, cada vez más grande, que a veces lo convertían en un “borguil”.
En aquellos tiempos, en que los hombres vivían más aislados que ahora, su memoria se acordaba de sus parientes y su corazón los amaba, no como ya no se aman ni respetan los familiares, ya que vuelan por el mundo deprisa y muy deprisa. Pero Silverio se acordó de Domingo Borruel, que era primo segundo de su madre y como era labrador en Siétamo, pues seguía el patrimonio de mi padre, le propuso trillar con su máquina trilladora y con la fuerza del motor que un tractor de Domingo Borruel poseía. Aquel tractor se alimentaba con petróleo y era de la marca Volvo, matrícula de Huesca, número 1656. Este Silverio tiene una memoria prodigios, pues no  hubiera parado de dar detalles de tal tractor. ¡Qué amor al trabajo debe conservar este señor, para recordar el placer que por aquellos años tan pasados, le producía el funcionamiento de su máquina y del tractor de Domingo Borruel!.  ¡Qué gran cerebro tiene Silverio, pues toda su vida discurrió fórmulas para producir dinero por medio del trabajo, del que todos tenemos necesidad, pero no sólo para divertirnos y emborracharnos , sino para tener amor y solidaridad con los compañeros de trabajo y con los parientes y amigos!. Silverio tenía una gran amistad con Domingo Borruel, porque sus madres eran primas segundas, detalle éste que acompañaba la memoria de Silverio, que tenía necesidad de trabajar para ganar dinero y cultivar en su persona el parentesco y la amistad, que hoy son tan despreciados.
Silverio tiene buenos sentimientos, pues no paró de preguntarme por los cuatro hijos de Domingo. Cuando me preguntó por Paquito, del que  él recordaba que emigró a Suiza y yo le contesté que ya había muerto, se le notó un dolor en sí mismo, por la muerte de un amigo suyo. De esto ya hace más de cincuenta años. Volvió de Suiza y se colocó, gracias a los conocimientos adquiridos en una importante Editorial de Barcelona. Me habló del hermano mayor, José  Borruel Oliva, que se hizo Maestro Nacional y se casó con Mari Baseca, también Maestra Nacional. Le dije que era un especialista en dibujar cuadros artísticos y figuras de madera, pero sobre todo le dije que era una gran persona. Veraneaba en Jaca y tenía una gran amistad con mi hermano pequeño,  Jesús. El hermano pequeño, gran trabajador se ha quedado viudo, recordando la dulce figura de su esposa. Silverio me recordó a Toñín, que iba a Huesca para prepararse en sus estudios.
 Últimamente murió, de repente, Domingo, el hijo, que al morir su padre, fue coleccionando  todas las máquinas antiguas, que había tenido que hacer funcionar, dejando sus tareas en su memoria, igual que tú Silverio, creando un gran museo privado, con toda clase de instrumentos de trabajo, de diversión y de convivencia.
Silverio con sus setenta y un años de edad, es un representante de los trabajadores de Huesca y de Arguis, pues él ha visto su pueblo, mal unido a Huesca capital por caminos, luego en los años de 1944 con difícil carretera y ahora están trabajando despacio,  pero sin parar,  la autovía que será el Paso Central de España con los Pirineos. Tú has trabajado por toda la provincia como conductor de camiones que transportaban la madera a Canfranc, para hacer las traviesas del ferrocarril. Hiciste el Servicio Militar, voluntario, comunicando al ejército por teléfono, mientras tú aprendías.
Tu fuiste el que me reconoció y llenó mi memoria de recuerdos. Yo me quedé admirado de tus conocimientos y de tu aspecto equilibrado, dirigido por una cabeza redonda, carente totalmente de cabello, pero de un color moreno, producido por el sol, del que no te apartas ni con boina ni con sombrero. Llevas un bigote elegante,  bien trazado, que hacen tu rostro simpático y agradable.
Que tú veas algún día el Paso por el Pirineo, funcionando, pues ya lo profetizaron en la Vía Romana, que desde Huesca subía a Francia, los miliares noveno, que nos recuerda el pueblo de Nueno y el miliar séptimo,  conservado por la iglesia de San Pedro Séptimo.   

domingo, 16 de junio de 2024

El ocaso en San Jorge.-(De mi libro Claroscuros)



Mi tía Luisa, Penélope para los leñadores, aseguraba que, según opinión de Zuloaga, las puestas de sol del Cerro de San Jorge eran las más bellas en variedad de color o de toda España. No tengo noticia de que llegara a conocer a tan eximio pintor; tal vez escuchara  esa opinión de boca de don Manuel Bescós Almudévar( Silvio Kosti), pintor además de escritor y rico en relaciones humanas de todo tipo.
De todas formas, no creo que se sacase la opinión de la manga, pues las mangas, por sí solas, constituían en aquellos tiempos una cuestión de moral conflictiva y que hacía que las pobres modistas unas veces tiraran de ellas hacia arriba y otras hacia abajo. En aquellos tiempos la moral se calibraba, se ponderaba escrupulosamente, y por tanto, el dejar al descubierto unos centímetros más o menos de tejido epitelial de las extremidades superiores constituía materia de consulta en el confesionario.
En cuanto al tejido epitelial de las extremidades inferiores, más vale no menearlo, porque mi tía se levantaría de su tumba para amenazarme como a los leñadores que talaban los populares y copudos árboles de la carretera de Zaragoza. De esta anécdota le vino que un sobrino la llamara Penélope por mal nombre; si se mete uno a redentor, sale crucificado.
¡Pobre tía Luisa!. Tenía una borrachera de belleza ambiental, a la puesta del Sol refulgente, se unía la frondosidad de aquellos enormes árboles y, sobre ellos, el ”triunfo de los pavos reales”, que con su rueda erótica, competían en color con el ocaso. Los pavos reales fueron uno a uno, aplastados por el tránsito en aumento de los vehículos de motor; los enormes árboles, cuya tala no pudo evitar mi tía, cayeron estruendosos, víctimas de la sierra, también de motor. En cambio su prima María Cruz Bescós consiguió que se respetase el plátano de Indias gigante que aún alza su ramaje frente a la puerta de su casa.
El ocaso sigue cada día teniendo lugar, y seguirá mientras exista el Sol, pero su colorido espectacular y cambiante se ve oscurecido y como emborronado por el humo que vomitan las altas y negras chimeneas que por aquella zona proliferan. Me queda el consuelo que tantas veces, y en plan irónico, se aplican las gantes entre ellas; ¡Ya vendrá el verano para que no se eleven esos humos negros que velan la hermosura de nuestras puestas de Sol en el Cerro de San Jorge!. Las más bellas de España.

jueves, 13 de junio de 2024

ALBEITER PEDRO LOPEZ DE ZAMORA DE PAMPLONA-NAVARRA

 


DESDE ESTE PEDRO LÓPEZ  DE ZAMORA de Pamplona (NAVARRA), s. XVI,-1571, que fue VETERINARIO. Me parece que este Pedro López de Zamora, fue un albeitar (veterinario), que fue quien dirigió los tribunales que realizaron los exámenes que crearon los Reyes Católicos, para construir la profesión de albéitares en España durante el siglo XVI.

Fue autor de un LIBRO de ALBEYTERÍA, QUE ESCRIBIÓ SIENDO DE AVANZADA EDAD. Lo publicó su viuda en 1.571 y reeditó en 1.588, en el que demuestra su experiencia larga y rica. Este PEDRO LÓPEZ DE ZAMORA fue un albéitar o veterinario en el siglo XVI y por su nombre se cree que era de raza judía y se cree que procedía de la familia LÓPEZ DE ZAMORA. LOS inmigrados judíos llegaron a España y estaban controlados en los lugares donde vivían. En este famoso autor del LIBRO de ALBEITERIA en el Reino de Navarra, vivían muchos individuos de origen norte europeo, que estaban discriminados de los -navarros y tenían que buscar sus medios de trabajo fuera de la sociedad normal. Pero vascos siempre hubo individuos que buscaron salir de ese desprecio colectivo al que se veían sujetos por la Sociedad. Entre aquellos, primitivos germánicos, muchos procuraron escapar de esa persecución y dedicaron su preparación a actividades nobles, que la Sociedad  que apreciase su vida y su trabajo, fuera de los pueblos. Navarra y la zona de Huesca u Osca, tenían y poseen gran número de nombres vascos en sus tierras y en los apellidos de sus habitantes. Por ejemplo Osca, Ayerbe, Jaca, Bolea, Baile, Jabierre, nombre repetido en varios pueblos que todavía conservan en la Provincia de Huesca, apellidos como Escar, Escartín y otros muchos, como el pueblo de la provincia de Zaragoza llamado Uncastillo, en que todavía se hablaba el vascuence. Entonces lo mismo Navarra que Aragón eran una misma zona  vascuence y por tanto la presencia en Pamplona de Pedro Lopez de Zamora que escribió el libro de Albeitería, hace suponer que era un individuo de la misma etnia que los López de Zamora de la provincia de Huesca. Al ser entonces una zona vascuence comprendida entre Navarra y Huesca, nos damos cuenta de que muchas jóvenes  estudiaran en Santa Rosa y  allí se fundó una Comunidad femenina de monjas más tarde se trasladaron a Pamplona. Desde casa de mis hijos Santiago y Elena, se contempla el convento en el pueblo de Zizur, que ya ha perdido el conocimiento Histórico de su trato  con el Convento de Santa Rosa de Huesca.



Entre ellos se encuentra el dicho apellido de origen vasco de Zamora y López de Zamora, que tienen su origen en el pequeño pueblo del mismo nombre en plena Sierra de Guara, donde desapareció el pueblo de Zamora, pero quedaron multitud de apellidos de López de Zamora, otros de López y otros de Zamora.

Don Ignacio López habitante de Zamora, mi abuelo, que así lo escribía en la Escuela, pero que más tarde lo resumió, dejándolo en Ignacio Zamora.

Aparecen escudos de López de Zamora, uno en Bierge, que está comprobado su origen con mis parientes los López de Zamora. En el patio de mi casa de Siétamo se encuentra el escudo de López de Zamora que me proporcionó Otal de Ola. Paz Zamora, hija de mi pariente y amigo Lorenzo Zamora Blasco, cuyos dos apellidos descienden de los que vivían en la base de la Sierra de Guara, es decir en el pueblo serrano de Coscullano, está casada con mi hijo Ignacio Almudévar Bercero. Allí vivió feliz Lorenzo Zamora Blasco y acompañado de su esposa crio a su hija Paz y a su hermana, que vive en Zaragoza, acompañada por su esposo y por su alto hijo, que ya es Maestro, viven mi hijo Ignacio unido a su esposa Paz y me ha acompañado hasta cerca de la cima de la Sierra de Guara a contemplar las antiquísimas cenizas de la antigua iglesia de tiempos pasados, en que veneraban aquellos “germanos”, invasores de España.

Es el pueblo de Coscullano un pueblo muy pequeño que se levanta en la Sierra de Guara. Desde la galería de la Casa de los Zamora, apellido propio al principio en que los judíos pasaron a respirar la atmósfera de la Sierra de Guara y da la impresión de ser bendecido por Dios en aquellos restos de la vieja iglesia de cuando los judíos subieron a la altura, para convertirse en cristianos. Aquellos judíos se hicieron hermanos de los cristianos. Según el Papa esos judíos se conservaron hermanos de los cristianos, pues basta escuchar en las iglesias aquellos salmos, que llenan los misales. Los hijos de Coscullano bajaban a Huesca unas flores de altura para vendérselas a los oscenses. Allá arriba Lorenzo me subió a contemplar aquellos restos de una iglesia en la que se encontraron joyas germánicas, que se pueden contemplar en el Museo de Huesca.



Los judíos han utilizado históricamente nombres patronímicos. En el sistema patronímico judío, el nombre propio puede ir seguido de “ben” o “bar” (“HIJO DE” EN HEBRERO Y ARAMEO, RESPECTIVAMENTE) y “BAT” (“hija de”) y luego el nombre propio del padre. Así, por ejemplo, Biniamín ben Abraham o Biniamín bar Abraham, o Sarah bat Abraham.

Las normas de aquella sociedad era regirse por oraciones que alejaban a los ciudadanos de sus seres superiores de su vida normal judaica, como se puede ver en los ciudadanos “ben” o “bar”, con el significado de “hijo” o “hija”. El apellido

Almudévar que trajeron de Francia mis antepasados no he podido interpretarlo, pero me ha hecho pensar en individuos franceses, que vinieron de Francia sin otra religión que su ocultación de su antiguo judaísmo, estando en Almudévar varios años en poder avanzar a ocupar la ciudad del Ebro. En Almudévar llamaban a estos individuos franceses, que pretendían apoderarse del pueblo de Almudévar, hasta que lo lograron, Pero parece que su concepto de franceses conquistadores de España, no hacían coincidir su propósito de invadir Aragón con su personalidad conquistadora de España. Y se llamaron los conquistadores simplemente.

En aquellas alturas se adoraba al Señor y en las ruinas de su ermita quedaron combativas unas joyas de historia germánica. En el Museo de Huesca yo contemplé aquellas joyas, que lucieron los orgullosos germanos. Los miembros de esta raza ejercían un orgullo racial y allí se encontraron sus lujosas joyas, que duermen en el Museo de Huesca. En tanto los judíos de una raza más trabajadora y perseguida por los cristianos, tuvieron que dedicarse al comercio y a ocuparse en dar prestaciones de dinero a los cristianos, viéndose a sí mismos unos avaros de la sociedad. ¿Cuáles son las diferencias entre Sefarditas. Que vienen de España y Askenazi que provienen de Alemania. Son nombres muy diferentes que tuvieron años de diferencias distintas.



El apellido Zamora y el de López de Zamora tienen su origen en el pequeño pueblo de origen vasco, que estaba situado en plena Sierra de Guara, al lado de Used y Bara. Zamora desapareció hace muchos años, pero dejó a multitud de altoaragoneses con sus típicos apellidos de Zamora y López de Zamora. Jugaban con sus apellidos, como mi abuelo Don Ignacio López en la Escuela así lo escribía y más tarde lo resumió, dejándolo en Ignacio Zamora. Fueron bajando de la Sierra de Guara y este se acomodó en Casa hoy de Vallés. En esta casa yo no pude contemplar escudos de Zamora, porque esta pareja no tuvo hijos.

En un folio de casa del sacerdote párroco de San Julián de Banzo, Don Manuel Aznarez y López de Zamora, primo hermano de Ignacio López de Zamora, MI ABUELO, aparece un ARBOL GENEALÓGICO desde Miguel López de Zamora y sus dos hijos, a saber, Martín, heredero que renunció a heredar, ya que él era hijo de la primera esposa de Miguel López de Zamora, que fue Paciencia de Bara. Esta murió y se volvió a casar Miguel López de Zamora con Anastasia Citad, madre de José López de Zamora. Martín López de Zamora, hijo de Paciencia de Bara, cedió al hermano menor JOSÉ, el dominio de casa López de Zamora para este hermano José, hijo de Anastasia Citad, como consta en la Escritura nº 1, que se presenta en la fecha en 1818.

“El primero de los López de Zamora, que aparece en la Infanzonía y que vivió en Bandaliés, fue Miguel LÓPEZ DE ZAMORA Y FUE PADRE  de sus hijos MARTÍN LOPEZ DE ZAMORA heredero, que renunció la herencia a su hermano IUSEPH, que se transformó en JOSÉ LÓPEZ de Zamora con fecha de 1.818, en que MARTÍN LÓPEZ DE ZAMORA renuncia a su herencia en la Escritura y a favor de su hermano JOSÉ.

Estos datos los pone en la nota “Árbol Genealógico” escrita por Mosen Manuel Aznarez y López de Zamora, Párroco de San Julián de Banzo

Mi madre Victoria Zamora Lafarga con su hermana Eugenia, sobrinas de Mosen Manuel Aznarez y López de Zamora, pasaban temporadas de verano en la Abadía donde vivía su tío en San Julián de Banzo, por donde se accede a la Ermita debajo de una roca de San Martín de la Valdonsera, donde vivió algunos años San Urbez, en tiempo de los moros. Estos datos los puso Don MANUEL Y LÓPEZ DE ZAMORA, Párroco de San Julián de Banzo

En el Folio que escribieron Mosen MANUEL AZNAREZ y LÓPEZ DE ZAMORA y acabó de escribir mi padre MANUEL ALMUDÉVAR CASAUS, aparecen después de exponer a MIGUEL LÓPEZ DE ZAMORA, (B), sus dos hijos MARTÍN y JOSË. MARTÍN fue presbítero y .y José se casó con Mauricia Berride.



B,-En la Infanzonía de los López de Zamora explica que  Del legítimo matrimonio que dicho Miguel López de Zamora contrajo con Paciencia de Bara, su primera mujer, tuvo y procreó un hijo legítimo y Natural a Martín López de Zamora y del segundo matrimonio legítimo que contrajo con Anastasia Citad, su segunda mujer, tuvo y procreó en hijo suyo, legítimo y Natural a JIUSEPE López de Zamora, aquellos como hijos suyos legítimos y naturales, respectivamente, teniendo, criando y alimentando a aquellos y cada uno de ellos, por los dichos sus padres respectiva, obedeciendo y respetando y por padre e hijos legítimos y naturales han sido y son respectivamente tenidos y reputados de todos los que los conocen y de ellos y de lo sobredicho han tenido y tienen noticia y tal de ellos ha sido y es la voz común y fama pública en dicho LUGAR DE BANDALIÉS y otras partes “.

C.- A continuación se casó JOSEP LÖPEZ DE ZAMORA con Mauricia Berride de Huesca. Tuvieron tres hijos y una hija, a saber tuvieron a JOSÉ LÓPEZ Presbítero y heredero de los bienes de su padre. Después vino al Mundo TOMÁS LÓPEZ DE ZAMORA, que se casó con TERESA BARA Esta dio a luz a   luz a Victorian LÓPEZ DE ZAMORA, único llevadero de los bienes de su padre TOMÁS. (MURIO sin hijos)

LUEGO TUVIERON a Romualdo López de Zamora, casado con Cándida Garro y por fin tuvieron una hija, llamada JOSEFA AZARA López de Zamora, heredera de los bienes de sus padres y casada con Don RAMÓN Castillo. De ellos nació el que más tarde fue Don Vicente Castillo y no aparecen sucesores de él.

MAURICIA BERRIDE DE HUESCA, fue una hija de mí familia femenina, que se hizo monja y que  nació en Noviembre de 1.658 y murió en Huesca a los 58 años.

Vivió la Madre Berride incluso cuando se vistió de Terciaria Dominicana, en su casa atendida por su familia. Fue llevada al Convento de Santa Rosa cuando un tío suyo y mío, Manuel Aznarez y López de Zamora, al Convento de Santa Rosa, que a ella y sus  “hermanas de Comunidad”, en ese Convento las ingresó.

En un papel amanece redactada la sucesión familiar en un Árbol Genealógico, escrita por Manuel Aznarez y López de Zamora, Párroco de San Julián de Banzo y lo acabó de escribir mi padre MANUEL ALMUDÉVAR CASAUS.

¡Qué amor tan grande demostró mi padre a mi madre, VICTORIA (LÓPEZ DE) ZAMORA al acabarlo!

Mi padre don MANUEL ALMUDÉVAR CASAUS; acabó de realizarlo en el mismo papel, en que había escrito Mosen MANUEL AZNAREZ Y LÖPEZ DE ZAMORA.

Pone mi padre al sucesor de RAFAEL López de Zamora CORONADO, casado con Doña Carlota CASANOBA. Viene después Eusebio López de Zamora, casado con Doña Martina Blasco. Yo me acuerdo de hace muchos años del hortelano BLASCO, al que trataban mi abuela materna Doña AGUSTINA LAFARGA y su 

Hermana ROSA, como pariente. A este Eusebio López de Zamora, casado con Marina Blasco, que era pariente, sucedió mi abuelo materno

Don IGNACIO (LÓPEZ DE) ZAMORA BLASCO, que se casó con mi abuela materna DOÑA AGÜSTINA LAFARGA MÉRIZ.

De ambos nació mi madre VICTORIA ( López de ) ZAMORA LAFARGA, que se casó con mi padre Don MANUEL ALMUDÉVAR DE Siétamo,

Encontré un certificado de Mosen JOSÉ ABOS, párroco de Castilsabás y su anejo de  Ayera, en el Libro de Casados de Ayera. En dicho LIBRO estaba escrito:: “En ocho se Enero del año mil setecientos diez y nueve, se echaron las amonestaciones, en la iglesia Parroquial de Ayera… del matrimonio que esperaba contraer TOMÁS López de Zamora con Mauricia BERRIDE ,vecinos de la ciudad de HUESCA. Estaba presente en el acto de la parroquia de AYERA, MIGUEL Berride, párroco de San LORENZO de HUESCA, que era hermano de MAURICIA BERRIDE.. Estaba también de testigo Mosen MIGUEL López de Zamora.

Mi abuelo materno Don IGNACIO (LÓPEZ DE ) Zamora Blasco, se casó con mi Abuela materna AGUSTINA LAFARGA MÉRIZ, que se quedó viuda el año 1.917 y ella murió cuando convivía con sus nietos, de los cuales yo era uno de ellos, el año de 1.956 o 57.

El año de 1.936, al llegar a Siétamo la Guerra Civil, nos recogió en su piso de Huesca, frente al Teatro Olimpia, a mis padres y a sus seis nietos: Mariví, Manuel, María, a mí Ignacio y a mis hermanos pequeños Luis y Jesús.

Mi madre Victoria (LOPEZ DE) Zamora LAFARGA, nació en 1.900 y murió a los cuarenta y tres años de edad, el 29 de Febrero de 1.943.



Mi abuelo Don Ignacio ( López de ) ZAMORA era un auténtico caballero que con el Presidente de la Diputación Don¡ MANUEL CAMO NOGUÉS , fue un íntimo amigo y colaboró con él en la construcción del CASINO OSCENSE. Pues una obra progresista del Arte Moderno y lo levantaron desde 1.901 y 1.904. Mi abuelo se presentaba del bienestar del pueblo y compró un material quirúrgico, para cuya compra la Diputación carecía de medios económicos.

Murió mi abuelo IGNACIO en 1.916 o en 1.917.Estando enfermo no pudo entregarlo, pero al morir su esposa Doña AGUSTINA Lafarga Mériz lo regaló a la Diputación Provincial. Recibió una carta firmada por don MANUEL BATALLA el día 18 de Mayo de 1.917.

Al Presiente de la Diputación Provincial le envío mi abuela Doña Agustina Viuda de Zamora un equipo de instrumentos quirúrgicos, para facilitar la práctica de operaciones quirúrgicas a los desgraciados  que a sufrirlas acuden al Santo Hospital. “Uno pues, a la gratitud de la Comisión Provincial que ruego a Vd. Me acepte con testimonio de reiteración de perdurable reconocimiento y con las seguridades de un grato recuerdo para el que fue su cariñoso esposo, dignísimo Diputado, excelente compañero de Corporación y querido amigo mío, Aprovecho gustoso la oportunidad para ofrecerme una vez más muy afectuosa servidor” Firma Don Manuel Batalla.

Se había muerto Don Ignacio (LÖPEZ de) Zamora y él siempre soñó con ser una resurrección de un Judío. Pero su esposa se preocupaba de que muriese como un buen cristiano, pero él soñaba con seguir siendo un judío y cuando mi familia acudimos a enterrar a mi abuela en su misma Caja de muertos, presenciamos los restos de Don Ignacio Zamora Blasco y yo me dí cuenta de que su cabeza , llevaba puesta sobre su cabeza un “kepi”, o sea un sombrero pequeño ,que cubría escasamente su cabeza. Yo tuve ganas de cogerlo para guardar las inquietudes de mi abuelo, pero el “kepi” se cayó de su cabeza y quedó tapado con el cadáver de mi abuela. Había entre los asistentes un señor que no conocíamos ninguno de los miembros de mi familia y al acabar de enterrar a mi abuelo, sin decirme como se llamaba aquel Señor y nos dijimos adiós sin que yo creyera que era algún rabino Judío. Pero cuando nos fuimos cada uno a su casa, un tío sacerdote de mi abuelo Ignacio, nos entregó una esquela mortuoria de su sobrino. Yo me quedé con mi corazón lleno de dudas y conservo su esquela mortuoria entre los difuntos recuerdos de mi abuelo. 

Antes de la Guerra Civil de 1.936 ,hubo una persecución del Colegio y Convento de Santa Rosa y las Monjas llevaron al Coso Bajo una reliquia de la Madre Berride, consistente en su corazón, para evita su fin material de el mismo. Así salvaron su existencia, que fue retirada otra vez al Convento y Colegio de Santa Rosa. Este pecado contra la reliquia de la Madre Berride, evitó que los perseguidores de la Religión se ensañaran en el Corazón de la Madre Berride. Esto me lo contó el Abogado ,que vivió en el Coso Bajo y era defensor de la Madre Berride. Este Caballero se murió hace escasos años y me recordó una de las últimas aventuras del Corazón de la Madre Berride, el Abogado Baso, que murió cerca de los cien años. Fui en cierta ocasión a ver la tumba de la Madre Berride en el Colegio Nuevo de Santa Rosa, pero las mismas religiosas no lo recordaban con exactitud. Para llegar a este Colegio, se puede acercar a él, por una calle llamada CALLEJÖN de Berride, que frente a el Cuartel de POLICÍA se dirige a una puerta secundaria ,que entra en El Colegio de SANTA ROSA.

miércoles, 12 de junio de 2024

Casa Vallés de Castilsabás, orientada hacia el Norte, con dos escudos.-

 

               
Esos dos escudos, sobre  la  puerta  principal  de  la  casa-palacio  son  uno  del  apellido  Vallés y otro del de Almudévar. Esos dos escudos miran hacia el Sur, tal vez porque la gran casa, está elevada sobre un monte, cuya elevación hacia el Sur, impide la visión desde Siétamo. Desde este pueblo se ve la cima del monte donde asienta Castilsabás. Estos días he querido recordar como se adivina el lugar en que se encuentra Casa Vallés de Bandaliés y he subido al último piso de mi casa, en Siétamo, a recordar su situación. He comprobado como se ve sobresalir de la cumbre de la Peña el Cementerio de Castilsabás y el resto de pueblo se esconde detrás de la Roca.  Efectivamente mi abuelo Manuel Almudévar Vallés se podían ojear con su hermana, uno con otra, desde Siétamo hasta la misma Sierra de Guara, donde vivía la abuela de Vallés, tal vez pensando en la lejanía que se encontraban uno de otra.   

Yo aún recuerdo a pesar de los muchos años pasados desde la vida de mi abuelo y de su hermana, su rivalidad entre ambos por la categoría arquitéctonica, alcanzada entre casa Vallés de Castilsabás y casa Almudévar de Siétamo.
“La planta inferior a la fachada sur, cuyo zócalo se construyó en piedra arenisca de excelente calidad, cuenta con la entrada principal, de arco rebajado y desplazada hacia el lateral izquierdo, y con otras siete ventanas con el mismo tipo de arco”. A los dos lados de la Puerta Principal se exhiben los dos escudos, uno de Vallés y otro de Almudévar.
Esta Casa-Palacio se encuentra en la misma Sierra de Guara, porque mira hacia la Montaña de Guara, con unas vistas de la vida montañesa, que le da una personalidad singular a Castilsabás. Con Castilsabás frente a Santolaria, separados y unidos por la misma carretera, forman una zona montañesa, común, donde Santolaria, se eleva a lo más alto de la Sierra. Desde Castilsabás se domina hacia el Sur la Hoya o plana de Huesca. En Catilsabás, junto a la carretera se encuentra un edificio donde se hacen excursiones pasando por la elevada y  serrana elevación de Santa Eulalia, en la altura de la Sierra.  
Mallos de Ligüerri

Aquel antiguo pajar, al pie de Castilsabás, su comprador lo convirtió en un enamorado de la Sierra de Guara, en que se encuentra Santolaria, que es una auténtica puerta de la misma, que condujo durante siglos a los peregrinos ganaderos, guerreros invasores y se enamoró se esta tierra, cuya capital era Nocito, con Su  Santo Pastor de hombres y de ovejas. Este Pastor fue San Urbez, que vivió cien años, que convivió cien años con los invasores moros.
 Escribí en “Refugio de Turistas en Castilsabás”: “Estuvo introducido en la misma Sierra, viviendo muchos años en el Monasterio de San Martín de la Val D,Onsera. El santo pastor, recorrió los pueblos, subiendo y bajando de la Sierra de Guara. “Este Santo, que vivió cien años y que convivió con los invasores moros y que desde el próximo pueblo de Castilsabás, San Julián de Banzo, introducido en la misma Sierra, vivió muchos años en el pequeño Monasterio de San Martín de la Val de Onsera. Y él recorrió subiendo y bajando por aquellos pueblos y montes, aquella tierra de la que se enamoró y que su amor a élla, superó al que también tenía a los Montes Pirineos. Bajó San Urbez hasta OLA, al pie del Saso, donde en Casa de José María Otal, guardan una losa  de piedra arenisca, en la que dormía el Santo, pastor de ovejas y de almas. Cerca de Ola, lanzando una vara al aire, hizo brotar una fuente, para que bebiesen las ovejas”. Ola formaba parte con Siétamo de la misma unidad administrativa. Y en la iglesia de Ola yo conocí la imagen de San Urbez, que fue  destruida  para la Guerra Civil y substituida por una imagen nueva por Don José Otal de Ola.
San Urbez bajaba de la Sierra y donde estaba la aldea ibérica de Quinto, subía al Saso a cuidar el ganado.
Hoy los turistas, en Castilsabás, al pie mismo de la Sierra, que se han inscrito en el parador, contemplan el  pueblo  de Santolaria. Desde el comedor de Castilsabás ,se distingue ese pueblo que era cristiano, cuando por debajo de su altura se extendían por abajo los cristianos y moros, por Castilsabás, Arbaniés, Siétamo y Ola.
En aquella zona , alrededor del Pantano de Vadiello se encuentra nombres vascos como los Mallos de Ligüerri y de Lazas y del pueblo de Isarre. 
Frente a Castilsabás aparece la Romántica y bella ermita de Nuestra Señora del Viñedo o del Viñero , en aragonés. Esta ermita se encuentra de estilo barroco, porque el pueblo quiso conservarla, cuando su creador, a saber el Monasterio de Montearagón, fue entregado al el Estado. El pueblo sencillo, colgó en la iglesia de Nuestra Señora, una poesía escrita en Fabla Aragonesa. Dentro de la iglesia, en sus muros, leí unas letras en que daba noticias piadosas de la señora Almudévar, nacida en Siétamo, hermana de Manuel Almudévar y casada con el amo de casa Vallés de Castilsabás.
Un carpintero, no sé si del próximo pueblo de Santolaria o de Castilsabás,escribió en el año 2.002 en un hermoso cuadro, lo siguiente:”En esta sagrada ermita-siendo tiempos de algarada-con la Virgen s’alcontraron-de todos aquí olvidada-p’a que siguiera el olvido-mucho por Ella arriesgaron,-qu’en ese pozo d’a entrada-hasta d’os suyos guardaron”.Es la única iglesia donde se encuentra un cuadro en Fabla aragonesa.
Casi no quedan habitantes en la “redolada” de la Ermita, pero todavía queda con vida una señora, nacida en Castilsabás, que a punto de cumplir los cien años de edad, en lugar de vivir en su casa, lo hace en la misma Ermita.
Cuando uno va a Castilsabás, recuerda un pasado heroico, en que lucharon cristianos y moros y se queda uno extrañado de aquel mundo, en que se encuentra el Pantano,que recoge las aguas del río Guatizalema. Desde allí observa aquellas rocas de nombre vascongado y recuerda aquellas épocas heroicas de la conquista de la Sierra de Guara.
 Se consuela uno de la destrucción de Montearagón y se alegra de contemplar bella y hermosa aquella ermita de Nuestra Señora del Viñedo, y recuerda el parentesco entre la Sierra y el Somontano.

martes, 11 de junio de 2024

Moshé Sefardí, posteriormente Petrus Alfonsi o Pedro Alfonso



Nació este protegido de Alfonso de Aragón (Huesca,,el año 1.062 hasta 1.140. Fue este Moshé Sefardí un gran escritor, teólogo y astrónomo español de origen judío y se convirtió en cristiano en 1,160. Su lugar de nacimiento fue HUESCA. Practicó el Judaismo hasta que abrazó el Catolicismo. Su profesión fue muy variada, desde la Astronomía,pasando por la Teología, y escribiendo, traduciendo, observano los astros, siendo rabino y alcanzando una gran fama de Médico.” Rabbi Moseh SEFARDí de Huesca, por otro nombre PEDRO ALFONSO, que así le mandó llamar en 1.106 su Padrino de pila ALFONSO el BATALLADOR, (…)”.

Fue médico personal del citado Alfonso 1 de Aragón, que buscó su conversión al Cristianismo y fue bautizado el año de 1.10 6, en Huesca por el obispo Esteban..

Pero su actividad se extendió a Inglaterra, llegando a ser médico de Enrique 1 de Inglaterra. Se sabe que desde Inglaterra, retornó a Zaragoza por el año de 1.121 y desués de esta fecha dicen que vivió en Tudela.

 “Aparte de sus aportaciones científicas y astronómicas a la ignorante Europa de su tiempo, su apología en defensa del Cristianismo contra el islam y el judaísmo ,fue utilizada por teólogos y predicadores en la Cruzada y su colección de exempla Disciplina clericalis introdujo la cuentística de origen oriental en toda Europa”

Los pensamientos de Pedro Alfonso le hace convertirse en un pensamiento original,que prepara las transformaciones de la cultura que se vivieron en Aragón en el principio de siglo XII, Entre las fechas que se conocen de su vida es la que narra su bautismo, que tuvo , que se celebró en Huesca el día 29 de Junio de 1.106, en en que su padrino el rey de Aragón Alfonso I. Este suceso en que los recuerda sus Diálogos los recuerda muchos años después el famoso Jerónimo ZURITA cronista famoso aragonés en sus Anales (1.512- 1580).

“….Estando el año de 1.106,Es preciso recordar que  el rey Alfonso 1 en la ciudad de Huesca… se convirtió a nuestra Santa  Fe  Católica y recibió  el agua del Santo Bautismo en la iglesia Mayor de ella un judío, que era en su ley  el más enseñado que hubo en aquellos tiempos…y fue su padre espiritual. el Rey Alfonso I. Y en memoria de esta solemnidad se llamó Pedro Alonso”.. Es natural recordar  que en la edad Media, los médicos de los grandes señores eran judíos. Se trata de un oscense, que pasó de la religión Judía a la Católica  y que lo recordamos muy poco, pero que merece un mayor recuerdo de sus escritos.

lunes, 10 de junio de 2024

La Historia va pasando, y ¿qué queda?

Lasaosa (Huesca)

Me he encontrado en un Bar, a Saturnino Lloro, nacido en el pueblo del Río Guarga, llamado Lasaosa. Este pueblo ya desapareció hace unos años, aunque, a veces, lo habitan unos zaragozanos. Son gentes que extrañan la vida en las ciudades, pero que Saturnino no se explica cómo pueden vivir en una tierra, que ellos, no utilizan para producir alimentos,  ni para criar animales. Ahora ya no puede Saturnino investigar esas vidas misteriosas de unos zaragozanos, que no tienen productos con los que comerciar, porque no llegan por ahí  comerciantes que los compren. Además Saturnino ya tiene ochenta y cuatro años y no puede subir a la ribera del río Guarga. Se sabe que han arreglado algunas casas, en cuyos hogares combaten el frío, con la leña que abunda en Lasaosa. Pero uno se pregunta, los alimentos y la gasolina, ¿de dónde los sacan?. Es la de este pueblo una vida misteriosa porque ya,  en tiempos de San Urbez, éste dejó una huella de sus abarcas, en una peña, que todavía se puede contemplar. Esto de las abarcas, puede servir de ejemplo a los zaragozanos, para calzar sus pies, pero,  sin embargo, no se les ve nunca que calcen sus pies con abarcas. El ya mayor y sensato político y abogado oscense, Señor Baso, que vive en Madrid, procede de una familia, que  ya hace muchísimos años, poseía una tienda en el Coso Bajo, que se llamaba El Bebé, donde no sólo vendieron abarcas, sino que  las fabricaron. La elegancia del Señor Baso, podía contrastar con su proximidad a las abarcas, pero no causan en su personalidad un mal efecto, porque no sólo, esos calzados los ha conocido, sino que sabe de memoria toda su historia en Huesca. Cuando hablo con él, al llegar a Huesca, se apodera de mí, una pena en  el  alma, porque no me queda tiempo para preguntarle sobre la Monarquía y la República y los gobiernos y las personas, que influyeron en nuestra ciudad, para su bien o para su mal.  Él podría hacernos una distinción entre las abarcas de San Urbez y los “calceros” que dejó marcados sobre una roca allá en Lasaosa. Han pasado desde entonces miles de años  y sin embargo, allí están las huellas de la vida de San Urbez, durante  el año novecientos, antes del año mil. Pero no sólo se le puede preguntar al Señor Baso por las abarcas, sino que se le puede pedir, que nos cuente como era aquel vaso, que contenía reliquias, que fueron de la Venerable Madre Berride, Monja de Santa Rosa. En su casa dejaron las monjas el relicario, por si acudían al Colegio de Santa Rosa, a  profanarlo. Su familia,  como he dicho, vivía en el Coso Bajo, cerca de Santa Rosa. Acabó la persecución y se terminó la Guerra Civil, dejaron las monjas el convento y se fueron a vivir, al nuevo Colegio de Santa Rosa. Creo que en la capilla, están sepultadas la Madre Berride y una santa compañera, acompañadas por el Relicario de la Madre Berride.   
 ¿Cómo han pasado tantos hombres durante tantos años?. Santa Rosa, el viejo convento ha desaparecido y los habitantes de Lasaosa, que durante tantos años vivieron en dicho pueblo, del que algunos emigraron a la Argentina, se encuentra vacío. Sólo en ocasiones es visitado por zaragozanos. En cierta ocasión, uno de esos habitantes, bajaba montado en un automóvil, por esas cuestas, por  las que se sale de uno de los desaparecidos pueblos, que se encuentran, subiendo a Monrepós. Se le acabó la gasolina y el coche se le paró. ¡Qué feliz iba ser en dicho pueblo, pero que triste se quedó al encontrarse, sólo y olvidado en una cuneta de la carretera!. 
Pero en Lasaosa,  como en los demás pueblos de la Guarguera, a pesar de emigrar muchos de sus habitantes y de luchar en las sucesivas guerras, que han creado el odio y la lucha entre ellos, siempre quedaba gente, que allí mismo  permanecían viviendo. Se casaban con otros u otras, hijos de los pueblos vecinos, como los de San Esteban , de Solanilla, de Gésera, de Grasa, antes de Garasa, Yéspola y Bellarra, de nombre totalmente vasco. En esa tierra a orillas del río Guarga, vivían labrando sus escasas tierras, pastoreando los montes y cortando leña, para combatir el frío invernal y si podían, vendían alguna partida de ella.
Pero pasaron muchos años, durante los cuales,  han dejado Iglesias, que se pueden ver todavía, derrumbadas sobre el suelo. Quedan también Casas-Nobles, como Castillos de antiguas familias, como la de Villacampa, que vivía en Laguarta. Aquellas Iglesias que habían levantado con gran sacrificio, porque había pueblos con dos casas, que las habían construido como hermosos templos. En esos templos rezaban cada día, pero para la Fiesta de San Urbez, que tenía sus templos en Nocito, las Cofradías, se unían y cantaban, como todavía se acuerdan  muchos hombres de distintos pueblos, del sermón que en Nocito pronunció el Párroco de Angüés,  Javierre, hermano del Cardenal, nacido en Siétamo.
Pero Saturnino Lloro, natural de Lasaosa, hace ya  unos cincuenta años, que abandonó su pueblo y se puso a trabajar en Huesca, con la familia del Veterinario David Mairal. Ha visitado casi todos los pueblos de la Guarguera, pero en Lasaosa , ya no ha estado más. En Huesca ha convivido con su historia y conoce a todas las personas que nombro en este relato. Por ejemplo a Fernando Bergua, el herrero de la Calle de Goya, que conoce la historia del notable Abogado Baso. El republicano  Manuel Abad, del que dicen que nació en Siétamo, y fue el que dirigió la Revolución republicana en la provincia de Huesca, en 1848. Después de recorrer Ayerbe,  Bolea, fue sitiado en Siétamo. Mis abuelos le ofrecieron huir de sus perseguidores, pero él se negó. Mi abuela lo cogió del brazo y se lo entregó al capitán, que dirigía la tropa. Le dijo que no lo fusilaran y el capitán, buena persona,  le dijo que no. Pero al poco tempo lo fusilaron con catorce republicanos en el Cementerio de Las Mártires de Huesca. Fernando Bergua, gran conocedor de la ciudad de Huesca y de sus pueblos, me lo contó, diciéndome que era pariente de Manuel Abad. Este  escrito es un resumen de la Historia de los muertos, que todavía no se ha acabado. Me dijo que también conocía a un señor, que se casó con una señora nacida en Lasaosa, que se casó con Don Aurelio Bosor, crítico musical, que hacía las crónicas de la música, que se escuchaba en Huesca. El mismo Fernando, le dejó a un amigo suyo, llamado Fernando Llorens, un libro sobre San Urbez y sus amados Santos Justo y Pastor, porque su hija, promovía las figuras de San Urbez y de los santos Justo y Pastor.

Saturnino Lloro tiene ochenta y cuatro años de edad y hace cincuenta que se fue de Lasaosa, pero su recuerdo lo lleva dentro de sí mismo. 

domingo, 9 de junio de 2024

RESIDENCIA ANCIANOS DE ANGÜÉS.




Voy con frecuencia a Angües desde Siétamo, pues están ambas Villas separadas sólo por unos doce kilómetros. Se va desde Siétamo a Angüés  por la carretera N-240, que por el Norte, nos mira la Sierra de Guara. Encima de Siétamo, por Castejón, por Arbaniés  y, allí mismo ya te encuentras con el pueblo serrano de Coscullano. Por aquella zona serrana te encuentras con el pueblo de Aguas y más adelante, se observan en la alto de la Sierra,  las  ruinas  de  un  Palacio y de una  Iglesia, que hace siglos prepararon los montañeses para conquistar la Tierra Baja. Debajo de las ruinas del Palacio y de la ermita, se encuentra el pueblo de Santa Cilia, donde  hay  un reino de Buitres, a los que se reparte alimento de restos de matadero.
Después  de Aguas y debajo de Santa Cilia de Panzano, se encuentra el pueblo de Panzano. En este pueblo, cuando estuve en él, de Veterinario Titular, me encontré con mis parientes lejanos, y poseyendo los documentos que lo acreditaban, de Francisco Bescós Claver, pariente mío a través de la familia de mi tío Manuel Bescós  Almudévar, que en Huesca fue Alcalde por 1923 y escritor con el  seudo nombre  de Silvio Kosti.
Estuvieron en Santa Cilia y en Panzano ,la esposa y la hija de Silvio Kosti  (Manuel Bescós Almudévar),a saber  María Teresa con cien años de edad y su hija, también llamada María Teresa, que después de mayores, quisieron conocer las casas y los escudos de su antigua  familia BESCÓS. La hija, con sus estudios y su madre con sus avanzados años, quisieron conocer, los antiguos años de su familia y María Naya Alastrué, esposa de Francisco Bescós Claver y hermana de Antonio Naya Alastrué,   les dio el libro de la vida de la  Madre Pabla Bescós, que fue compañera de la Madre Rafols, fundadora de las Hermanas de Santa Ana. También conoció a la Madre María Naya Bescós.     
Este Francisco Bescós  Claver, esposo de la ya difunta María Naya Alastrué, trabajó de vigilante de la Sierra de Guara y este vecino de Panzano ,Francisco Bescós Claver “y vigilante del Parque de Guara, nos había insistido repetidas veces sobre la convivencia de visitar dos estructuras que creía dólmenes en la partida de Las Lienas, monte de Panzano. Ante el interés de la noticia, el 20 de Enero de 2002, acudimos a reconocerlos J,A. Cuchí y L. Montes junto con el propio Francisco Bescós, que en ese momento nos comentó que I. Aguilera, entonces socio de Arqueo-Expert, los había visitado en su compañía al recorrer uno de los antiguos caminos. I. Aguilera nos confirmó la noticia y el hecho de que estaban ya consignados en el estudio mencionada, al que posteriormente”, hemos tenido acceso en las oficinas del Parque “.
Mi pariente Francisco Bescós Claver, que fue esposo de la buena señora también pariente mía, ya está jubilado, pero siempre está pensando en aquellos monumentos antiquísimos, en cuyo descubrimiento participó hace ya varios años.


Volviendo de Santa Cilia al pueblo de Aguas y siguiendo hacia el Sur, se   llega  a  Labata  y se baja a SIESO  de HUESCA, donde muchos años vivió la familia Almudévar. En Sieso vivieron, por el año de 1.549,  Mosen  SALVADOR Almudévar que fue Beneficiado y Cura de la Catedral de Huesca y su hermano Miguel Almudévar,  que  viviendo en la Casa en ruinas de la Placeta, “se puso de acuerdo con su hermana Violante Almudévar, para que ésta se casara con Miguel CLAVER, alias VALETA, que era de Pueyo, pueblo del Valle de Tena, allá por el año de 1515”. ”Violante Almudévar era de  familia antigua e infanzones notorios de SIESO. Su Casal dice un escritor antiguo, está sito en la Plaza Baja, entre casa de Miguel Almudévar, luego de la familia Claver, y el huerto de Miguel Azara”. Coincide casi la fecha de la boda de Violante Almudévar, con la de su hermano Miguel Almudévar, que se casó en Barluenga. Estos Claver, con uno de los que se  casó  Violante  Almudévar,  más  tarde  los  hizo  parientes  de San Pedro Claver y del Conde de Aranda.
Bajando hacia el Sur se pasa por Casbas, donde todavía queda el apellido Almudévar, presidido todo el pueblo por un Antiguo Monasterio. Más  abajo,  un  tanto  apartado de la carretera y acercándose al río Alcanadre por el Este y por el Oeste, se acerca a la carretera, que nos lleva a Angüés.
Angüés es la capital de aquellos pueblos que se encuentran debajo de Guara. Desde la Gasolinera se contempla con admiración la Sierra de Guara, porque impresiona la vista de una cumbre serrana, que parece dominar aquellos valles, que se deslizan desde su cumbre hacia el Sur, donde nos encontramos.
Han existido personas  que  se  han  preocupado  del  desarrollo  de  la  Zona de Angüés, debajo de la Sierra de Guara. Por ejemplo el Cura Avellanas, que fundó a principios de siglo la Mutua  Ganadera  y  un Sindicato Agrícola, pero tuvo grandes enemigos, que le hicieron sufrir un cruel  atentado. Pero a pesar de este atentado, escribió: “Urge industrializar la agricultura, se precisa que el agua de los ríos, fuentes y arroyos se convierta en carne mediante la praticultura, en leche, en lana, en queso, en cueros, y sobre todo en lo que más que todo eso junto …al pan”.




Aquel impulso que se dio en la Comarca de debajo de Guara, todavía dura en Sieso, donde todavía se trabaja creando un queso de muy buena calidad y yo subo con cierta frecuencia a comprar ese rico alimento y a contemplar el paisaje de la Sierra de Guara. A esa Fábrica acuden a trabajar personas nacidas en la zona y me parece que está resucitando.
Pero, ¿resucita  la  Comarca  de  Angüés  o muere? Le prometieron el progreso y están consiguiendo el retroceso. Joaquín Costa tiene dedicada la calle Mayor a su ilustre persona, pero ahora, que ya no pasan los vehículos por ella, sino por la Autovía, me acuerdo con lágrimas de Joaquín Costa. ¿Por qué le dieron a la calle Mayor su nombre?, porque por ella había de pasar el Canal de Riegos del Alto Aragón, pero todavía no pasa y el nombre de Joaquín Costa que  por  un  lado,  produce  alegría,  y  en este caso hace llorar a los escasos habitantes de Angüés.
El cura don Julián Avellanas luchó por el agua y Joaquín Costa decía: que  si  en  España hubiera diez o doce curas como él, ya estaría resuelto el problema del agua.



Pero cuando murió el día 11 de Marzo de mil novecientos de 1926, en Barcelona, a los 61 años de edad, vino el fin del Sindicato Agrícola, de la Caja Rural y de  las  Cooperativas  fundadas por él. Luego vino la República y después la Guerra Civil, de 1936, con lo que Angüés, Casbas y el Somontano se quedaron sin defensores de sus aguas y sin agua.
Cuando tuvieron defensores como Julian  Abellanas  y tuvieron fe los de Angüés  en  Joaquín Costa, al que dedicaron una calle, que parece un recuerdo lleno de ilusión en la venida del agua.
Pero ANGÜÉS no ha podido olvidar la Historia de la Sierra de Guara, con sus poblaciones al Sur de  la  misma  y  viendo como han ido desapareciendo las glorias históricas y los trabajos de aquel pueblo honrado , ha fundado una Residencia para que descansen sus, cada vez más escasos habitantes del Somontano de Huesca.
El dueño de esta Residencia, se dio cuenta de que los años que estaban corriendo por debajo del punta de Guara, iban a conducirla casi a su desaparición y quiso que esos paisanos suyos, acompañados por habitantes próximos , tuvieran un fin feliz y levantó aquella Residencia en la han acabado su vida muchos ancianos, entre los que se han encontrado mis parientes, como por ejemplo a mi tía Francheta Almudévar, que dejó a su hija y a su familia una hermosa casa en Ibieca. Recuerdo a mi amigo y compañero el diputado Fajarnés, al que iba a visitar para recordar nuestro tiempos políticos, que acabó en dicha Residencia.
Hoy reside en la misma Antonio Naya Alasrué, cuñado de Francisco Bescós, ambos nacidos en Panzano. Posee un documento en el que pone que una antepasada suya, hermana de Francisca Escabosa Azara, casada a su vez con José Almudévar y Altabás, que llegó a Siétamo desde Barluenga, se casó con el dueño de Casa Naya de Panzano.
Antonio Naya tiene su casa en Panzano, pero vive en la Residencia de Angüés. Cuando quiero verlo me detengo en la puerta del Bar y entro a saludarle. Se alegra como si pasaran por nuestros espíritus, las historias que he relatado en este escrito y entra en mi espíritu una emoción antigua, creada  por  el Señor.
Es Antonio Naya un hombre sonriente y tiene una edad menor que la mayoría de los hospedados en la Residencia.
Canta  jotas que emociona los corazones de los ancianos que le rodean en el  Cuarto de  Estar de la Residencia y aquellos sonidos llenan de alegría nuestro corazones y nos dan esperanza de que un día, vuelva el progreso a esta Tierra, que está vigilada por la Sierra de Guara.

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