Ramon Colóm ingeniero de la Diputación Provincial, gran amigo mío y sobrino de un médico catalán, ha muerto uno de estos días del mes de junio de dos mil veinte cuatro. Trabajaba en la Diputación Provincial de Huesca. Yo tuve con él una gran amistad cuando estuve de Diputado en la Ciudad de Huesca. Muchas veces, después de acabar con mi misión de Diputado, lo veía en alguna ocasión, cuando me encontraba con él. Hoy no hace muchos días hablamos y por lo tanto, ha sido una ocasión dolorosa, el enterarme de su suerte, que llenó mi corazón de tristeza, porque se trataba de un hombre con un impulso de trabajo en favor de la naturaleza y sentí un enorme dolor por su triste desaparición de este mundo. Me llamaba mi atención su enorme conocimiento de su técnica de obras públicas que en su trabajo realizaba y me dolía la lástima por sus conocimientos perdidos por su enorme labor.Pero no realizaba solamente la belleza en sus obras oficiales, sino que aprovechaba algunas ocasiones como la de llevar a su hija de cuerpo delicado a visitar las bellezas en el Valle de Ordesa, donde estuvo casi molesto por entrar en el Parque Natural, no solo él sino también su “enferma hija” a la que Ramon quería hacerle ver las bellezas de la Naturaleza.
Cuando
me contó este contraste entre los cuidadores del Parque y el amor enorme de D.
Ramón con su querida hija, sentí dolor de un padre de la naturaleza y de su
persona. Siempre me acuerdo de detalles de este hombre sabio y la opinión de
algún hijo del pueblo que no conocían la buena fe de este gran técnico de la
naturaleza. Este hombre nos recuerda su
labor por las obras bellas que hacía en la provincia de Huesca, como las que
hizo su posible antepasado el primer descubridor de América Cristóbal Colón.
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