El
contemplar la triste sequía que invade nuestras tierras aragonesas, me hace
recordar la FALTA DE AGUA, que con el genio de su
temperamento, combatió Don JOAQUÍN
COSTA, como escribe en sus Memorias Juan Carlos Ara Torralba. En aquel
mes de Junio de 1.864 no podía adivinar
que se convertiría en adalid del
futuro REGENERACIONISMO, el Genio de Joaquín Costa. Ese regeneracionismo
le hizo entrar en el Panteón español de hombres ilustres. Aquellas obras de
COSTA, nacen de la necesidad de ser él
necesario para la conversión de nuevo espacio en el aprovechamiento de su
Genio. Con estos pensamientos se opone COSTA a “la servidumbre perpetua de la
sequía”. La llegada de Joaquín COSTA en la provincia de Huesca, hijo de
pequeños agricultores del siglo XIX, revela, “pobrezas, deudas préstamos,
ventas, alquileres, trabajos a jornal o buscar a sus hijos como jornaleros.” Joaquín
COSTA era hijo de una familia pobre, pero tenía una inteligencia que le daba un
impulso a su inteligencia para que el agua que bajaba a las Tierra, fecundara
los granos de trigo y de las cebadas, para que germinaran aquellas semillas,
que robaban la fertilidad de aquellas tristes y secas tierras. Su pensamiento
tuvo que buscar el enriquecimiento de esas tierras, para que ascendieran las
inteligencias y los trabajos de los agricultores, que estaban inscritos en la pobreza.
Y COSTA tuvo que comenzar a trabajar de obrero, como me han recordado “que trabajó en un castillo
llamado de San Juan, Torre con Iglesia que se encuentra entre Huesca y
Almudévar”. Aquellos trabajos eran realizados ordinariamente por obreros no
especializados, cerca de la ciudad de Huesca. “COSTA, orgulloso e
independiente, humilde, pero rebelde, termina repugnando este sistema, en el
que se sentía…fatalmente extrañado” y que en las agonías de su relación con
CONCHA CASAS, cuyos padres le comunicaron a Costa “que jamás emparentarían con
ella por causa de su pobreza”. ”COSTA se quejará amargamente como en la noche
del 22 de Noviembre de 1.877: “yo no tengo madre”. Pero cuando “entendió COSTA
la existencia en tanto que una agonía en su lucha constante por ser y
progresar, en alguna de las cartas dirigidas a su hija María Pilar ya
adolescente, su padre Joaquín Costa le
daba la bienvenida al “Club de los agonizantes”, del que JOAQUÍN era un socio
fundador y presidente vitalicio”. Pero COSTA adquirirá conciencia exacta de su
valor cuando progrese en el Instituto de Huesca”. Sin embargo esa vida natural
en su provincia, se deshizo en el Golpe de Estado de 1.874, y se encontró
“desclasado y descolocado.”.Costa demostró una ingenuidad supina en el cortejo con
Conchita Casas, lo que explica que
JOAQUÍN COSTA se encontraba necesitado
de tutela y de desahogos. Parece ser “que Conchita deja de ser un ángel amable,
para convertirse en una jovencita coqueta y frívola, que parece jugar con
los sentimientos de COSTA”. No parece
que Joaquín Costa se olvidara de Conchita Casas, sino que yo me enteré que éste
se sentaba en la Plaza de Santo Domingo, por la que pasan los coches y carrozas
que iban desde Huesca a Siétamo. En este pueblo estaba Conchita Casas en Casa
Almudévar de Siétamo, cultivando su
amistad con la familia ALMUDÉVAR y Joaquín COSTA, esperaba que volviera de
Siétamo en un coche de caballos, para festejarla. Cuando COSTA se retiró, ya un
tanto enfermo a su casa de Graus, interrumpió sus relaciones con los políticos
con los que había luchado en la política, pero sólo le quedaron unos escasos
empleados de sus actividades políticas y locales en la zona de Graus. Estos
fueron principalmente dos, uno el Jefe de los Guardas Sociales de la zona
montañesa de Graus, padre de mi lejanísimo pariente Alfonso Buil Aniés. El
primero murió después de COSTA, que lo
hizo en 1.913 ó 1.914 y el hijo del amigo íntimo Alfonso Buil Aniés, que ha
muerto a los cien años de edad y yo lo fui a despedirse de esta vida, este año
de 2.023. Me acuerdo de Joaquín Costa por qué no acaba la sequía tremenda, que
hoy amenaza a España.
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