jueves, 15 de junio de 2023

La pintura de María Asunción Laplana.- ( 2ª Parte)

 


Asunción también sufre, en ocasiones, la abstracción,  como  aquella que “tiene Montearagón en su agonía”, pero su optimismo, su fe y su esperanza gritan: ”que renazcas de nuevo pretendemos- ¡ y que no esté muy lejos todavía!.”,  tu reconstrucción.


Asunción ha pintado Montearagón con su poesía, como acabamos de leer, pero no sé, si habrá pintado su elevada posición, mirando a Huesca. Pero yo te pido, Asunción, que lo pintes,  porque como digo en mi libro “Retablo del Alto Aragón” : “Ruinas de Montearagón, todos los días os veo, todos los días os miro…le prendieron fuego y las llamas de la deforme hoguera, subían al cielo en forma ¿de jota?,  no,  que era un dance criminal y provocado(como tal vez muchos cuadros abstractos)….El esqueleto del Castillo-Monasterio se resiste a caer, parece no ceder pero, ¿hasta cuando?. Igual que ahora muchos pintores pintan brumas en el aire,  sin embargo “los castillos que tienen sus cimientos en nuestra tierra, los dejamos caer”. Pero no tú, Asunción que tienes representados como glorias aragonesas los castillos de Loarre y de Monzón. Como escribo en mi libro: ” Si ahora las ruinas de Montearagón  muestran historia con su elevada presencia, ¿qué enseñarán el día que esté el Castillo-Monasterio reconstruido?.Entonces dejará de ser “lastimosa reliquia solamente de su invencible gente”.

Ama Asunción la Naturaleza y pinta además de la gallina y el cordero, las montañas y los monumentos, además de los niños y las niñas, a los inmigrantes, las humildes casetas y a toda la humanidad.

Asunción se mudó de Maestra de Primaria a Profesora de Adultos. Pasó de la sonrisa que acompaña la poesía en los niños a la risa sonora que explota en el trato de las personas mayores, en contraste con los lloros y las lágrimas de los hombres y mujeres, acompañada siempre dicha risa por la sonrisa de los niños, que acuden gozosos a estas obras de teatro que representan las alumnas del Centro Miguel Hernández. Llaman a las actrices desde los distintos pueblos de la provincia, unas veces de Siétamo o de Barluenga, de Salas Altas o de Tabernas y de casi todos los pueblos de la provincia.

 Así como la poética sonrisa acompaña la pintura, la sonora risa  acompaña al Teatro que rima, dentro de la  representación  serena de aquellas actrices, con las  distintas situaciones económicas, vivenciales,  lúdicas  y amorosas. 

Es que a Asunción  le pasa como le ocurrió a Picasso,” el más creativo de los artistas del siglo XX” porque ambos  han convertido  “el arte en su estado de ánimo” y así como el gran pintor no limita su creatividad a la pintura, al dibujo, a la cerámica, a la poesía, al teatro y al cine, Asunción no llega a crear cine, pero pinta la cerámica de Bandaliés,  dibuja, hace poesías como la que ya hemos leído, titulada “Recuerdos” y escribe obras de teatro y va dirigiendo por los pueblos a las muchachas  en  sus representaciones. A Picasso no lo puede alcanzar Asunción, porque ésta no ha estudiado las artes en Barcelona,  ni ha estado largo tiempo viendo y comentando el Museo del Prado, ni ha trabajado en París y no ha salido casi de las calles de Huesca y de los pueblos del Somontano, pero su inspiración parece seguir el estímulo que engrandeció a Picasso.  Este,  a partir del cuadro “Les demoiselles d’Avignon”,  inicia una nueva etapa en el arte, y pone en duda toda su representación plástica precedente. Es este cuadro el principio de una nueva ejecución del arte,  es el cubismo, del que dijo Apollinaire que con él,  se inicia un análisis de los componentes de la pintura, igual que los cirujanos diseccionan un cadáver. Este proceder cubista,  que conducía a la abstracción, hizo reflexionar a Picasso y tuvo que introducir “fragmentos de realidad”. En su Retrato de muchacha, están los componentes de la disección de esa muchacha, que se deja ver y adivinar, pero logró que se asomaran a sus cuadros “esos fragmentos de realidad”, al “imitar el mármol negro, la tela y el papel de pared”. En su cuadro “Guitarra sobre una mesa”, aparece ésta, formada por planos geométricos mezclados, que podrían hacer pensar en un cuadro abstracto, pero no lo es, porque representa indicios de guitarra, que indican ser figuras concretas.

Igual que Cervantes es el genio de la literatura universal, Picasso lo es de la pintura y como los cirujanos buscan la composición de los cuerpos, él la busca con su cubismo

Diseccionar las líneas rectas y las curvas, los colores que unas veces los hace casi desaparecer y otras vuelven a explotar triunfantes. Parece a veces volver a la abstracción, pero siempre hace aparecer en sus cuadros” esos fragmentos de realidad”.

Asunción ha sido y es Maestra y aunque no ha pretendido nunca trabajar para diseccionar  los misterios del arte, los ha vivido siempre y se ha sentido inquieta por resucitar la naturaleza de las cosas y de los hombres, haciendo partícipes de la misma, a los niños con su pintura realista y poética y  a las mozas con la representación de la vida por medio del Teatro.

Picaso en 1912, decidió reintroducir el color, hizo reaparecer las líneas curvas, para volver desde 1918 a 1924 “al orden”, como él mismo dijo.

Asunción también sufrió la abstracción, cuando recitaba, hablando de Montearagón: ”compuse su silueta allí en mi mente- y vi como el olvido y la desidia lo han ido desgastando lentamente”. Aquel monumento se veía deprimido y deprimente,  lo que me hace repetir aquellas palabras, que pronuncié : ”Son el peso y el paso de los años los que tornan abstractas las visiones de los paisajes y castillos que han pintado, no hace abstracciones en lo que la imaginación del hombre espera y no  pinta  negros nubarrones, mezclados con relámpagos y abortos etéreos”.

A Picasso le costó desde 1918 hasta el año 1924, volver “al orden”, como él mismo se expresó,  pero a Chonín, que con sus sonrisas y sus risas se ha conservado siempre joven, con su optimismo, su fe y su esperanza, gritó ante la triste visión del Montearagón: ”¡que renazcas de nuevo pretendemos- y que no esté muy lejos todavía” tu reconstrucción.

De la misma forma que Picasso en su “Retrato de muchacha”, lo llenó de colores y muchos otros materiales repartidos en un verde prado e imitó el papel de pared, la tela y el mármol negro, Chonín  en su cuadro “La era”, lo llena de colores y de curvas que requiere la lejana montaña, el montón de trigo, al que un campesino con su boina clavada en su cabeza, limpia con una escoba improvisada por él mismo con palos y cuerdas. Es también redonda la criba  con la que la esposa, agita las granzas del cereal, que allí han trillado. Al fondo se descubren campos cultivados y árboles,  pero en su parte delantera, sobre un trillo de arrastro descansa la hija del matrimonio trabajador, apoyando su cabeza en un paquete de cuerdas y “fencejos”.

Admiremos al genio de la pintura de Picasso, pero cuando dirijamos nuestra mirada a su cuadro “Retrato de muchacha”, pondremos serio nuestro rostro, porque estaremos pensando si unas de sus partes es un trozo de tela o de papel, si un trozo mineral negro es de mármol, si dos curvas casi simétricas son los pechos de la muchacha y buscaremos su boca para ver si habla o espera a ver si quiere dar un beso.

En cambio si contemplamos los cuadros de Asunción, la mujer ya mayor, la que ríe y causa risas en los espectadores de sus obras de Teatro, sonreiremos como sonríe Chonín, la niña, y provoca sonrisas, en nosotros mismos, cuando vemos los múltiples objetos, animales como corderos y gallinas e incluso personas como el abuelo moro abrazando a su hermosa nieta. Le dedico una sonrisa a Chonín, mientras Asunción nos animará a que en nosotros explote la risa.

miércoles, 14 de junio de 2023

 

Poesia de Luis mi nieto.

  


 

A veces me siento como un pintor

El cual camina por una senda

en busca de un reto a su altura

Esta se le presenta en forma de paisaje

Y allí él pone el lienzo y empieza a pintar

El coloca sus saberes en la paleta

Que al mezclarlos dan lugar a una idea

Con ella pinta en el lienzo blanco de la vida

Brocha a brocha culmina otra experiencia

Y entonces pone el cuadro en la galería

La cual es su legado e historia

Y vuelve a la senda en busca de retos

Que se van haciendo mas grandes

A medida que la galería se llena de experiencia

Y esas experiencias le dan más saberes

Hasta que la galería da igual conocimiento

Llena o vacia fea o bonita se cierra.


“Estaba mi nieto Luis en el jardín de la piscina y en aquel observar el sol brillando en las aguas que bañan a sus compañeros que bajo los rayos del sol, del agua limpia de la piscina. Luis al ver aquellas aguas puras y a sus primos y primas bañarse en ellas, se sienta en un banco de la sombra  de unos árboles litoneros y medita en la labor con que regará la lluvia el viento.”

El autor es como el viento

 

 Yo soy un lobo hambriento y sediento

Mirando con deseo tus hermosos labios

Pensando si podrán calmar su apetito

Pero sin previo aviso el viento cambia de rumbo

Y soy una oveja miedosa sola y perdida

Que no le queda otra que esperar a su pastora

¿Por qué sin tí no hago más que encallar?

Yo cual gran almirante amo y señor del Mar

Pero a merced del implacable viento del amor

 Mueve su navío rumbo a estribor y a babor

Pero le puede arrastrar hasta el dolor

el está solo y perdido en un océano inmenso y destructor

Hasta que te ves en una hermosa estrella

Que lucha contra la inmensa obscuridad

Y me guías por los mares con tus brillantes virtudes.

martes, 13 de junio de 2023

La pintura de María Asunción Laplana.- ( 1ª Parte)

 


Nos encontramos, en estos momentos, rodeados, por la belleza,  que María Asunción ha plasmado en este espectáculo lleno de colores, que nos rodea o más bien somos nosotros los que formamos una rueda ocular, que gira y gira, contemplando la belleza de estos cuadros, que representan los paisajes, los carros, las eras, los pucheros de barro de Bandaliés, los corderos y las gallinas, los inmigrantes de los que hoy es profesora y tantos momentos de los monumentos,  que la vida ha ofrecido a su autora, para admirarlos  con sus ojos, plasmarlos en un lienzo,  para sentirlos en su corazón y para que refresquen los ojos, los corazones y las mentes del público que acuda a contemplarlos. Pero no sólo se ha desahogado a sí misma con esta producción, sino que ha sentido la necesidad de ofrecer esa contemplación a todos los hombres, mujeres y niños como Maestra de los mismos, que siempre estarían con sus lápices y pinturas, dibujando y pintando, o bien la Casita de Blancanieves o el estanque del Parque, en el que continuamente se bañan aquellos cisnes negros. Lo comprueba cada día con sus dos nietas y un nieto, a los que siempre está paseando y educando y con los cientos de niños y de niñas, que han pasado por sus aulas.

No sabe uno si resaltar la pintura, que ha recreado  mis ojos, o alabar a la pintora que ha iluminado  numerosos lienzos,  con el óleo de distintos colores. Con ellos  no imita la naturaleza de los paisajes o de los corderos, sino que la reproduce.  En estos tiempos en que los hombres, mujeres y niños han abandonado los campos y praderas, para reunirse en una especie de enormes globos, es decir en las ciudades o megalópolis,  si esas imágenes se  les acercan a sus miradas, a los mayores les proporcionan hermosos recuerdos y en los jóvenes  provocan una especie de apariciones misteriosas, que son admiradas por aquellos niños y jóvenes que no  han conocido tales ambientes. Esta masificación de los seres humanos ha hecho que, a veces, si les preguntas a algunos niños de los enormes barrios de las grandes ciudades,  cómo son las gallinas o los corderos, te responden con contestaciones imaginarias, como si en su cerebro se reprodujesen aquellos cuadros, en que los corderos ponen los huevos y las gallinas van vestidas con mechones de lana. Aquellos niños ya empiezan a abstraerse de la realidad de la Naturaleza y cuando llegan a mayores se dedican a la pintura abstracta; en cambio los niños que han recibido el trato de María Asunción, han visto poesía, por ejemplo, en la Casita de Blancanieves del Parque Municipal. Acompañados por la eterna sonrisa de su Maestra  Asunción, les vienen a la memoria de los niños, unos versos, parecidos a los  de Federico García Lorca,  que así se expresa:.”Cuando sale la luna,- el mar cubre la tierra- y el corazón se siente-isla en el infinito” . Con esos versos tratan de explicarse la existencia de la Casita de Blancanieves, sin nadie dentro de ella que la habite. No ven siempre triste la Casita de Blancanieves, sino que la sienten sus corazones, como una isla en medio del infinito mar, al  que viajan con su imaginación y sueñan con la bella Blancanieves y con los enanitos cantando,  jugando y trabajando. Y además de la pintura y de la poesía, hace sentir a los niños y a los adultos el Teatro, acompañado por las risas, igual que las sonrisas acompañan a la poesía. Porque en sus obras teatrales acompañan a la vida, las lágrimas,  las risas,  a veces la miseria, otras la generosidad y a toda la humanidad el arte y la esperanza, tan necesaria para acabar su vida  esperanzados. Ama Asunción la Naturaleza y junto a la gallina y al cordero, goza  también con las montañas y con los monumentos. Igual que de la sonrisa se pasa a la risa, Asunción ha pasado de Maestra de Primaria a Profesora de Adultos. Pasó de la sonrisa que acompaña la poesía en los niños a la risa sonora que estalla en el teatro,  entre las personas jóvenes, que lo representan. Se da una armonía  entre  las lágrimas y los lloros de las personas adultas, con las pinturas de las frescas montañas y de los tristes monasterios como el de Montearagón. Toma su parte en la educación de los inmigrantes morunos, que han vuelto a vivir cerca de Montearagón, es decir de Huesca, por ejemplo y  los hace reír en medio de las dificultades, que están pasando, después de estar, algunos, durante siglos, lejos de donde vivieron sus antepasados. Tal vez la poesía, el teatro y la pintura hubieran podido sustituir y alejar e incluso hacer desaparecer, las guerras, que matan y hieren a los hombres, mujeres y niños juntamente y tales artes los hubieran hecho convivir pacíficamente.  Armonía y convivencia sueña ella  en su poesía “Recuerdos”, en que  poetiza al Castillo- Monasterio de Montearagón,  escribiendo: ”Estuve entre tus muros- y contemplé tu iglesia derruida - sus piedras y su torre ya roída,- y pude respirar sus aires puros.- Retrocedí en el tiempo algunos años,- compuse su silueta allá en mi mente,- y vi como el olvido y la desidia-lo han ido desgastando lentamente.-¡Tanta grandeza y tanta pequeñez- me asombran!-pero el paso del tiempo y el olvido-no han podido apagar-toda su gloria.- El esplendor y el brillo de otros tiempos- tienes Montearagón en tu agonía,-que renazcan de nuevo pretendemos-¡Y que no esté muy lejos ese día!”.

Asunción ama los espectáculos, que se presentan delante de sus ojos, como algo que hace reflexionar sobre la humanidad y organizando otros espectáculos como el teatro, en que el pueblo contempla los hechos de los que los ejecutan, de los que representan las escenas, en una palabra de sus artistas. Unas veces esos espectáculos están en un momento de esplendor, pero otras, como Asunción se expresa en la poesía. “Recuerdos”,  que acabo de recitar,  diciendo: ” compuse su silueta allí en mi mente,-y vi como el olvido y la desidia  lo han ido desgastando lentamente” y aquellos monumentos están deprimidos y deprimentes. Son el peso y el paso de los años los que tornan abstractas las visiones de los paisajes  y castillos que ha pintado, no hace abstracciones de lo que la imaginación del hombre espera y  no  pinta  negros nubarrones, mezclados con relámpagos y abortos etéreos. Son esas obras de los abstractos, de imaginaciones pesimistas, que no se atreven a  observar  en el cielo la recreación del mundo. Exponen en las salas y al observar los cuadros, muchos callan y no comentan, sino es alguno que le parece que si no aplaude, será despreciado o tal vez cree que es un genio por comprender tales abstracciones y aplaude, elevando alabanzas al autor e incluso algunos compran cuadros, que dicen que la tierra y el cielo son mentira.

Paja y pajuzo

 


Pantano de Calcón  (Huesca)


Asistieron algunos amigos de Siétamo a uno de los cuatro entierros que se celebraron en Angüés, durante el mes de Diciembre del pasado año de 2001. ¡ Dios mío, cómo mueren los habitantes de nuestro Somontano, con sus planas, laderas y honduras debajo de la Sierra de Guara!. Ahora a este Somontano lo llaman falseando su geografía, Hoya de Huesca. Son sus habitantes ya viejos y mayores y llevan en su cerebro una protección de paja, que les hace guardar sus usos y costumbres, para morir y acabar en ellos. ¡Qué bien le vienen a la auténtica Hoya de Huesca estas formas de pensar de los somontaneses, que no se acuerdan de regar, ni de hacer la Concentración Parcelaria!. A esa capa de paja , que les hace respetar sus tradiciones, les ha añadido la Hoya de Huesca otra capa, pero no de paja sino de pajuzo, es decir de paja no fresca, sino empezada a podrir. Cuando la Confederación Hidrogeográfica  del Ebro lanzó el anuncio de que se podían pedir las aguas del Pantano de Calcón, no las pidieron los somontaneses, sino que las solicitó Castellón de la Plana, situado todavía más lejos que la Hoya de Huesca menos mal que al darse cuenta de este abandono, las solicitó el Alcalde del Somontano de Loporzano.
Mis amigos de Siétamo, que asistían al citado entierro  observaron que  por allí también estaba presente un auténtico aragonés, un modelo antiguo, porque llevaba puestas sus abarcas,con peducos y rellenos de paja , para aislar sus pies del intenso frío reinante en aquellos momentos. Es un hombre mayor, que quiere conservar las costumbres antiguas y no hace caso a los que le dicen que arregle su casa, porque él lo que  quiere es tener leña para su hogar, sus sopas de ajo y sus judías con chorizo y con patatas. Además no tiene hijos. Es como un símbolo de los pocos habitantes que quedan en los pueblos del somontano, porque ellos , cada día que pasa, van quedando menos y más viejos y más solitarios, aislados del mundo oficial por una paja antigua, obtenida de la trilla en las viejas eras, donde sólo quedan unos pajares, ya con goteras.
Tienen en la zona de Angüés el pantano de Calcón y de la misma forma que un día no pidieron sus aguas, para regar, ahora tampoco piden las del caudaloso río Alcanadre, que deberían bajar desde allá arriba, desde Pedruel hasta Calcón, donde convertirían en huerta aquellos montes. ¡Qué desprecio le hicieron al gran Joaquín Costa, cuando a la carretera o calle Mayor de Angúés, la bautizaron con su nombre, pero sin agua!. En Siétamo y en Loporzano tenemos las aguas del pantano de Montearagón y las del río Guatizalema, de las cuales tenemos Escritura Pública de Comprar, que hicimos a Santa Eulalia la Mayor y al pueblo de Sipán. Y ahí estamos sin reclamarlas porque nos hacemos viejos y la paja nos aisla como al auténtico aragonés de Angüés de los peligros actuales, por una parte del frío del cuerpo y por otra del frío del alma, que evita el mojarse con las aguas, que en otros tiempos tantas veces nos negaron.

La paja es natural que cause perjuicios a los hombres del somontano, a los que tres veces nos quitaron el riego, pero el pajuzo es cruel, odioso, incomprensible, porque trata de mantener la ignorancia de estos pueblos, que tienen derecho al riego con sus propias aguas y no se les informa. Se quieren llevar el Ebro, pero nuestros ríos ya se los llevaron a los aragoneses hace muchos años. Hay un divorcio, como en Argentina, entre el pueblo soberano y el poder.

lunes, 12 de junio de 2023

De “gorra”




En este país, eso de la “gorra” nos va de maravilla. Es un vicio nacional, que probablemente nos viene de cuando, a la puerta de los conventos, repartían la sopa boba. Si reparten libros, la gente los va a coger, aunque sea sin intención de leerlos, sino con la más sana intención de limpiarse el “pompis” o de encender el fuego. Si pueden hacerse con dos libros, mejor que con uno. Si dan patatas asadas en la hoguera de San Vicente, procure no acercarse mucho al fuego, no vaya a caer en él, empujado por la multitud, hambrienta no de patatas, sino de “gorra”. Si por este procedimiento consiguen muchas, no se preocupe; se las darán al cerdo los que lo tengan, al perro o las tirarán. La cuestión  estriba en ser más listo que los demás, lo que se demuestra cogiendo  más patatas que nadie.
Si usted pudiera saber quienes van a cobrar el paro, se daría cuenta de que alguno de ellos lo necesita menos que usted, con lo que consiguen un dinero, que les hace más falta a otros. Cuando un obrero lo necesita, está cobrando el paro obrero, pero cuando algunos van a buscarlo sin necesidad, están cobrando el “paro bobo”, reminiscencia de la sopa boba. La picaresca sigue actuando en España, desde que el Lazarillo de Tormes, aprovechando que el amo era ciego (ahora, ¿también el amo es ciego?), cogía  los granos de uva de dos en dos. En un pueblo con motivo de una inauguración, repartían cervezas. Un señor, a quien el médico le había prohibido la bebida, se bebió once. Al recriminárselo el Doctor, exclamó: ¡oiga que eran gratis!. Se murió, lo sentí, pero no pude llorar.
Antes, cuando había algún reparto, no era raro escuchar al repartidor cuando se acababa la “gorra”: ¡se acabó el carbón, a quemar con leña!.
Lo que se va a acabar es el petróleo y entonces, según los optimistas, tendremos que quemar carbón y según los pesimistas leña. Los eclécticos dicen que podremos quemar, mezclados, ambos combustibles. Pero no es tan desesperada la situación, porque yo he visto  subir camiones por la subida del Estrecho Quinto, movidos por gasógeno, claro que a veces se tenían que bajar los tripulantes a empujar. Peor situación se prepara en la agricultura, porque los labradores, si tienen que volver a las mulas, sembrarán para comer ellos y volver a sembrar.

Usted, señora a lo mejor tiene que volver a cocinar con carbón y leña, pero, ¿se ha dado cuenta que en el piso que tanto dinero le costó, no pusieron chimenea?. No se apure si se acaba el combustible, ¡a quemar con gas de Sabiñánigo, que sale abundante y ahora dicen que en Jaca van a mirar si sale también!.  Pero, lo malo es que no sale nada.

domingo, 11 de junio de 2023

 

Luis Ara,al lado del Valle de Ordesa.

 

                                                


    

El último río virgen del Pirineo, que nace en el macizo de Vignemale y corre hasta su desembocadura en Ainsa, es un río puro que no ha sido modificado por los hombres.

Y cuando llegan las temperaturas mayencas o primaverales, el río crece por los calores que ascienden, haciendo que la nieve vaya desapareciendo de las alturas del Vignemale, del Cilindro del Taillon y del Monte Perdido

Luis Ara,  es cada día más,  un amigo del Altoaragón, que ha sido una zona  vascongada, aunque existan otros que digan que Ara, tiene origen en otras lenguas, lo que  es extraño porque en el Midi de Francia y en Pirineo aragonés, se ha hablado el vascuence. Y por tanto no es raro que la conducción ecológica del río Ara corra por el Pirineo. Yo no pongo en duda si el bello nombre de Ara es originario del vascuence o de otra lengua primitiva y sólo pienso que dicho nombre resuena en mis oídos, expresándome la belleza de aquella zona bañada por un río de recorrido salvaje.

Y como he dicho en las primaveras, se despierta un espectáculo desde el nacimiento del río Ara naciendo bajo el macizo  del  Vignemale, por donde comienza y sigue por el Sur por Bujaruelo, por la Garganta de los Navarros y pasa por Torla, Broto, Sarvisé, Fiscal, por el desfiladero de Jánovas, Boltaña para morir en Aínsa, donde acrecienta sus aguas al río Cinca.

La zona por la que corre el río Ara, se encuentra en la tierra que limita con el Parque Nacional de Ordesa, en la que no  ha  transformado  la naturaleza de la obra que es un paraíso divino. No ha trabajado la industria humana en la destrucción de aquella ribera, puesto que “los ríos son las arterias naturales del territorio”, es simplemente una conexión natural de los Pirineos con las tierras bajas. Y ¿cual es  el  esforzado  instrumento  que  simplemente  conecta perfectamente esta misión para salvar un desnivel en el Pirineo de 2.500 metros.?, simplemente el Río ARA.

Esta ribera del río Ara, ha influido en el Somontano, debajo de la Sierra de Guara, pues esta palabra es el apellido de la familia Guarga de Ola, igual que el apellido Otal, que tienen nobles en Almudévar y en Otal de Ola. Este pueblo, debajo de Siétamo, estuvo poblado por árabes, igual que los habitantes cercanos de Quinto, era cristianos y unidos a San Urbez, que cuidaba rebaños en Ola. Los apellidos árabes fueron substituídos  por estos apellidos vascos , como Guarga y Otal.

 ¡Cómo llegaban las aguas de tal vez, el río Ara a una Cueva de la Sierra de Guara, que con cierta frecuencia, se llenaba de aguas sobrantes!.   Y esta afirmación mía parece tener influencia en la conexión de las aguas de “Vignemale por Bujaruelo, la Garganta de los Navarros, su paso por Torla, Broto, Sarvisé, Fiscal, el desfiladero de Jánovas, Boltaña y su muerte en Ainsa, donde regala sus aguas al Cinca”.

Para comprender el desplazamiento de las aguas cercanas al  Vignemal  hasta Guara y desde Guara a Siétamo y a Ola, hay que leer al investigador aragonés Alfredo Ollero, que escribe “Los ríos son las arterias naturales del territorio. Su papel es transportar agua, sedimentos y nutrientes, creando un paisaje y unos ecosistemas, un corredor que conecta las montañas con las tierras bajas”. “El Ara cumple a la perfección con este cometido tras salvar un desnivel de 2.500 metros”.  Alfredo Ollero escribió estas palabras:  “Los ríos son las arterias naturales del territorio. Su papel es transportar agua, sedimentos y nutrientes, creando un paisaje y unos ecosistemas, un corredor ecológico que conecta las montañas con las tierras bajas”.

Y para darnos cuenta de esta misión del agua que baja de los Pirineos es decir desde Vignemal, unas veces por los ríos y otras por acequias  subterráneas  y por depósitos de agua en  Las Grutas de Bastaras, como las de Chaves y de Solencio.

La Gruta de Solencio, a la que el sabio oscense Mallada declara que “es difícil de recorrer”, y relaciona su curso, con el agua del río Formiga. Escribe el sabio oscense “ es muy notable esta cueva por ser la salida de una fuente intermitente de las más curiosas y grandes que existen. Dos a tres veces al año, después de un temporal de lluvias y de fuertes tormentas, precedido de ronco estruendo que se oye a más de una legua a la redonda, sale tan copioso caudal de aquella, que no se le calcula en menos de 20 muelas durante 24 horas, transcurridas las cuales, y también con estrépito, retíranse  las aguas”.    

Hace unos pocos años subimos con mi amigo Borruel cuyo antecesor grabó sobre la puerta de Casa Almudévar unas letras que indicaban el nombre de Manuel  Almudévar y el suyo propio de Borruel,  y en compañía de José Luis Ballarín de Alcalá del Obispo y de mi sobrino Pablo, subimos a la Sierra de Guara, donde se asienta la aldea de San Román de Morrano. Desde dicha aldea, en la que  de hierro con base de piedra, se ve el Monasterio de Casbas. De este Monasterio fue Abadesa una hermana suya. Sus orígenes, como el de los Almudévar procedían del Bearn. Su hermana Abadesa del Monasterio de Casbas y su hermano Alfonso Buil , que kconocía la “vida de las aguas secretas del Lago subterráneo de Solencio, en la Sierra de Guara” tuvieron vidas, una conseguir la unión con el Señor y otra la de su hermano, que buscó la belleza del Mundo, impulsada por la vida de las aguas secretas del lago subterráneo de Solencio, en la Sierra de Guara, donde nació. Al salir de la  Sierra de Guara, en cuya cumbre recogía hierbas verdes para sus ovejas del pueblo de San Román. Pero viajó a las Américas, donde fue amigo de un Presidente de la República de Méjico y ha sido un experto en maquinaria industrial, a cuya ciencia han acudido industriales de Cataluña.

Alfonso Buil, me enseñó su casa en el pueblo serrano de Santa Cilia , entre el río Formiga y el Alcanadre. “Le pays figure en blanc sur la  mappe de Saint- Saud, qui est le seul documente cartographic public que nous ayons actuallement sur le Haut -Aragón: c’est une “terra incógnita” a explorer.  

sábado, 10 de junio de 2023

Historia de España.-( Encontrada en la Torre de Casaus) (2ª Parte).

                                                                Jose Calvo Sotelo.


 Entonces el General Franco, ocupaba la Jefatura del Alto Estado Mayor y el presidente de la República, enemiga número uno de los militares y conocedor de las dotes de Franco, decidió trasladarlo a Canarias, en una ocasión que estuvieron con el presidente; no sé de que hablarían pero Franco le dijo: Don Manuel, donde esté yo, no habrá comunismo.

El traslado a Canarias fue inmediato y cuando por vía férrea llegó a Cádiz, el gobernador Militar de la Plaza salió a la estación a recibirlo y al darle la novedad con las palabras clásicas “Sin novedad en la Plaza, mi General”, Franco le dijo, retírese, un militar no puede consentir que en su jurisdicción ocurran desórdenes y menos sacrílegos; por aquellos días habían sido quemados conventos e Iglesias.
Desde Cádiz prosiguió el viaje pero en barco; entre el pasaje viajaron el nuevo Gobernador Civil de las Islas; este por su puesto  del Frente Popular.
El recibimiento de ambos personajes fue muy distinto; mientras al nuevo Gobernador se le hacía una manifestación de adhesión y júbilo, el Comandanrte General pasó desapercibido por completo.
Ya instalado en la comandancia se tomaron las debidas medidas de seguridad para llegar al despacho de Franco; tenían que pasar por tres cordones de centinelas y en el último el ayudante, su primo Salgado Araujo recibía a los visitantes con la pistola por delante, todo esto en el más completo secreto.
Las medidas tomadas pronto dieron su fruto; unos pistoleros intentaron penetrar en la Comandancia pero les fue imposible y el atentado quedó frustado, el primero en presentarse fue el gobernador civil, prueba fehaciente que la trama era del Frente Popular.
En España el ambiente se caldeaba por momentos; el día trece de Julio un piquete de Guardias de Asalto al mando de un Brigada llamó a la puerta del domicilio de Calvo Otelo, el brigada le dijo al Señor Calvo Otelo que tenía la orden de llevarlo a la Comisaría. Eran las doce de la noche y el Sr. Otelo le dijo, permítame que hable con el Comisario, a lo que respondió el Suboficial: déjese de tonterías y haciendo una señal a los guardias lo esposaron y lo introdujeron en un furgón en el que esperaba un anarquista; se dirigieron al Cementerio del Este y al llegar ahí el asesino gubernamental acabó con la vida de uno de los mejores Diputados, el tal asesino se apellidaba Soria. Las palabras de Casares en el Congreso se habían cumplido, ”me las pagarás”.
Con este asesinato sin precedentes en la Historia, la olla llegaba al máximo grado de ebullición y el diecisiete en Africa y el dieciocho en la península la sublevación y que luego sería la Guerra Civil.
No voy a narrar lo que sucedió en los frentes sino lo que pasó en la España Republicana, mas en un año en la España Roja.
Los primeros días, el partido se adueñó de todos; escapamos al monte y hacíamos la vida en alguna cueva, que las hay en el término municipal antiquísimas, creyendo que ahí estábamos seguros, pero no sabíamos nada de lo que ocurría en el pueblo; nos trasladábamos  a otro escondrijo más cercano y al cabo de cuatro o cinco días decidimos volver y que fuera lo que Dios quisiera.
Todo estaba tranquilo, ni un solo tiro ni un atisbo de Guerra pero luego, no sabíamos quien sería el primero si los republicanos o los de Franco, pero fueron los rojos por desgracia.
Era costumbre en nuestras eras criar pollos para venderlos; por San Lorenzo, ellos fueron las primeras víctimas; comimos pollo a todas horas; a las personas mayores no les hacía provecho en mi casa,  pero era eso curioso; mi abuela era aficionada a castrar pollos y como todos los días teníamos matacía, primero los castraba; como es una operación difícil, decía: si se salvan los guardamos y si no a la perola; un día castró cuatro y los cuatro resistieron, tanto es así, que guardamos dos y se hicieron dos hermosos capones, que morirían para Navidades, aunque fuera en la clandestinidad.
Un mal día, sin duda creyendo que en las cosas de desechos, podría haber algún arsenal, se inició un registro y por si llegaban a las eras, que al final llegaron, echamos los capones en un cubo de poner vino y cuando llegaron los registradores, uno cantó para guardar el secreto, pero no pasó nada y al final llegaron a la perola.
Pero volvamos a la huida al monte, fue masiva y en todos los pueblos, no hacíamos otra cosa que meternos en una cueva o en un matorral muy cerrado, llenos de miedo sin saber  qué formábamos grupos entre vecinos y parientes y si alguno salía un poco por estirar las piernas, enseguida  se le advertía ¡ojo no te dejes ver mucho!.
En el pueblo no quedaba nada más que mujeres viejas o críos, muchos no salimos del término municipal, pero hubo quien pasó la  Sierra de Guara. Los días pasaban y como los militares en Barbastro no se consolaron, la rebelión en horas se inundó todo de milicianos, y comenzó la operación retorno. Los que estábamos cerca fuimos bien de momento, pero los que se fueron muy lejos tuvieron serias dificultades, concretamente cuatro que venían de Nocito, al llegar a la sarda de Aguas, se encontraron con fuerzas que iban a atacar a Huesca y como no llevaban ninguna documentación, sino por uno de Aguas que los conoció, seguro que los pelan.
Se estaba terminando el mes de Julio y teníamos la cosecha en el monte, hecha la siega pero sin trillar nada y no dábamos nadie ni golpe, llegaba de vez en cuando algún macutazo espeluznante, que en tal o cual pueblo han fusilado al Cura y los más ricos o de derechas, muchos se decían: a mí no sé porque me van a matar, no he pertenecido a ningún sindicato ni tango una definición política, pero no se buscaban causas sino simplemente que uno lo señalara con el dedo, como veremos más adelante.
Se dice que detrás de la tempestad viene la calma, pero no fue así, detrás de la calma transitoria vino la tempestad.
Un buen día que por este tiempo hay muy pocos malos, llegaron cuatro individuos armados con escopetas de caza, los cuales tres habían servido  como mozos de junta en casas del pueblo y comenzó la marimorena; fueron a la Iglesia, pegaron cuatro culatazos contra los santos y formaron el primer Comité; éste no tuvo fuerza hasta que llegó el primer camión con milicianos y las armas les dieron el poder y comenzó el gran desvarajuste. Las primeras palabras de los visitantes fueron quien sabía en este pueblo, que en Dios de momento no pensaba nadie, pero quedaba proclamado el comunismo; desde aquella fecha desaparece la propiedad, todo era de todos con gran satisfacción de los más indigentes; se mandaron sacar a la Plaza todas las Escrituras y cuadros de santos que se tenían en las casas; los archivos municipales se desvalijaron y el trabajo de muchos años fue a la gran hoguera para luego estar convertido todo en ceniza, entre el jolgorio de los incediarios, acompañada de insultos como éste y así se acabaron las trampas.
La misma suerte corrió la Iglesia, esculturas que talladas en madera, magníficas obras de arte, imágenes de hasta el siglo XIV y tales enseres, excepto unos lienzos que se suponía tenían mucho valor.
El Señor Cura es sin duda el que más sobresaltos tuvo, no había una visita de los revolucionarios que no intentaran llevárselo y darle cuatro tiros, pero el pueblo siempre salió por él; se decía que cuando llegaban a la Abadía como ya sabía de qué iba, les decía: me salvé de una guerra y al final voy a morir en guerra, un día que me encontraba en la plaza del pueblo subía el Sr. Cura calle de la Iglesia arriba con el brazo por el hombro de un miliciano, porque sólo no podía andar y uno a una distancia de cincuenta metros cargó el fusil, corrió el cerrojo y apuntó, pero un compañero le hizo desistir y le volvieron a casa; se había vuelto a salvar.
Visto que por el día no había medio de acabar con él, una noche cuando el pueblo estaba descansando se lo llevaron y por el camino les dijo que tenía un cuñado comunista, lo averiguaron y al confirmarse se salvó definitivamente pero tuvo que ir a vivir con él, ya que en cualquier día algún grupo de simpatizantes, acabarían con su vida.
No se había trillado un fajo y hubo que organizar la última fase de la recolección; nos destinaban tantos a cada era, siempre vigilados por un encargado con pistola y el grano se almacenaba en la Iglesia, la alegría de algunos era inmensa. Tenían de todo, el Comité lo administraba y luego nos daban a cada uno la misma ración.
Los principales excepto el mayor que tuvo tiempo de huir a Huesca las pasaron canutas, algunos enfermaron, otros lo simulaban para capear el temporal; uno de ellos decía no he tenido nunca miedo pero estoy acobardado y había para todo: nadie podía imaginar que hombres y mujeres que habían estado siempre juntos  hicieran semejantes canalladas, además lanzando frases como estas: como ganemos la Guerra hemos de estar diez años matando fascistas; otros hay que echar un clareo, sobran unos cuantos, un tercero decía que hay en una lista veinticuatro, tantos no digo pero una docena no estaría de más, comprende el lector que ánimo podrían tener aquellos hombres, para trabajar con aquella losa encima; se sabían los estragos que habían hecho en otros pueblos, y cuando llegaba algún camión de fuerzas en muchas familias imperaba la agonía, en aquella ocasión acompañados por un miembro del Comité disfrutaban yendo a las casa de labrador y despojarlos de los jamones y vino viejo; un día se dio un caso digno de contar y que hace bueno aquello de que amigos hasta en el Infierno; llamaron en una casa y bajó el amo y entre los milicianos había uno que había servido con el mismo amo y al verlo se sorprendió, le dijo ¡cómo!, ¿aquí estás tú?, si hombre me casé  y aquí me tienes; ¡pues nada, venga a marcharnos a otra puerta a contar que aquí no se toca nada!; incluso se sorprendió el del pueblo.
Estas visitas al final dieron su fruto, un poder espantoso de setenta y dos años pagó los vidrios rotos, no se sabía quien le  acusó y de que no podía haber ningún cargo contra él, pero le detuvieron después de tenerlo tres o cuatro días lo fusilaron, sin más ¡qué importaba una vida para aquellos desalmados!.
Aquel fusilamiento hizo mella en los que en la misma situación es decir sin causa podían ser víctimas de una venganza insulsa, pero así era, aunque Dios quiso que no se repitiera.
Teniendo que aguantar siempre sindicatos de mal gusto, se organizaron los grupos para las faenas del campo, unos para gran satisfacción de tener muy poco a creerse dueños de todo, los otros en contra de su voluntad, pero había que poner buena cara.
Todas las cosechas fueron buenas, gracias a eso pudimos comer, si hubieran sido sólo regulares, seguramente hubiésemos pasado hambre; no supimos que se hacía con los productos, porque se dio el caso cuando llegó la siega que nos dieron a elegir, entre comer carne o beber vino y nos decidimos por la carne; si gobernaban los más inútiles del pueblo ¡qué cabía esperar! pero luego supimos que a ellos no les faltaba de nada.
Así pasaban los  meses y en Madrid y Barcelona; se libró una batalla sangrienta entre fuerzas republicanas y las de la C.N.T. y la F.A.I., venciendo los republicanos, entonces cambió bastante la situación; en esta zona no sabíamos que el único territorio que vivía en régimen comunista era Cataluña, Valencia, pero que tenían ocupado parte de Aragón; el aire cambiaba.
En Siétamo había fuerzas del Ejército y un buen día un capitán apellidado Gorris se presentó en Ibieca y fue al Comité con muy buenas palabras, les hizo sacar las armas que tenían y les dijo: quedaos las dos o tres pistolas mejores y esto que no vale nada me lo llevo, también le enseñaron unos cuantos casos de la Iglesia, reliquias, copones, la custodia, una corona de plata y una cruz; se despidieron tan amigos y los del pueblo no sospecharon nada, pero al día siguiente, volvieron y se llevaron lo que había quedado; ya estaban desarmados y los que habían sido tan valientes según decían, ya no dormían en casa por si acaso. A Angüés llegaron fuerzas de Asalto para respaldar totalmente al que quisiera ser libre. Una camarilla que formaban el Comité Comunal, huyó y se refugió en Los Molinos de Sipán, los autores de la masacre en marzo del 38.
Entre la presión del Gobierno y unos señores republicanos del pueblo no tuvieron otra opción que dejar libre al que quisiera; cuando convocaron la asamblea y dejaron al que quisiera ser individual; ¡que levante la mano! ; casi no queda una abajo, esto les cayó como un tiro, pero ya eran impotentes; además como entre todos se unían muy poco y gracias que el mayor contribuyente se fue a Huesca y la familia dos mujeres y cinco hijos, el mayor de catorce años no tuvieron más remedio que quedarse en lo que se llamaba colectividad.
A partir de aquí ya fue todo más fácil, cada cual hacía lo que quería y nadie se metía con nosotros; es mas se dio la circunstancia que en la tienda que se había montado para la colectividad se la quedó y se iba todos a comprar como si nada hubiera pasado, y una cosa curiosa, cuando estábamos todo el pueblo junto, se nos asignó un jornal. Este jornal lo pagaban con un dinero o mejor dicho unos vales que no tenían validez, nada más  que en Ibieca y al comprar se pagaba con aquellos vales pero al salirnos de ella ya teníamos dinero de curso legal y éramos mejor servidos en la tienda, que los colectivistas, porque con nuestro dinero podíamos ir a todas partes.
Podíamos hablar entre los nuestros de la marcha de las operaciones sin temor a ser oídos y que tomaran represalias, llevábamos cerca de dos años y el ejército rojo sin comerse una rosca y ya comenzaban a desanimarse; por fin el dieciocho de marzo del 38, cuando llegamos del campo nos dieron la mala nueva: mañana todos los hombres de catorce a cincuenta años tenéis que estar en Siétamo para ir al frente a fortificar.
Al día siguiente, día de San José, fuimos llevados en camiones a Siétamo para ser destinados; ese día permanecimos ahí y por la noche nos fuimos a dormir a Castejón y el día veinte muy de mañana, vuelta a Siétamo y luego comenzó la marcha, uno marchaba a Apiés, otros a Arascués y nosotros tuvimos suerte con los de Torres de Montes y Alcalá, fuimos a Monflorite. Allí nos instalamos en casa de  Hacha y no fuimos a trabajar hasta el día veintiuno; este día comenzamos el trabajo que consistía en hacer una zanja en zig-zag desde la cantera  carretera del campo de Aviación hasta el pueblo, obra que no se pudo terminar porque al día siguiente las tropas de Franco rompieron el frente y comenzó la desbandada, aquella noche llegaron los cañonazos a Monflorite y tuvimos que marchar a Novales, aquí los aviones de García Morato no cesaban de dar pasadas ametrallando por lo que fuimos a dormir a Pueyo de Fañanás; aquí nos arreglamos para dormir como pudimos en cuadras, en pajares, aprovechando alguna conocencia.
Aquella noche dormimos como Dios nos dio a entender y al día siguiente veintitrés, la desbandada era total, las granadas rompedoras estallaban muy cerca de Pueyo y después de comer, un oficial que se retiraba con la fuerza nos preguntó: ¿qué hacen ustedes aquí?,estamos para fortificar ,¡pues váyanse a sus casas!,entonces yo fui a donde estaba mi padre ,cogimos el pico y la pala y ¡a casa!.
La retirada era general, la carretera de Barbastro era un hervidero, a campo través en todos los sentidos, nadie se preocupaba de los demás, la cuestión era ponerse pronto a cubierto.
Una vez en casa y cerrada la noche yo cené y me acosté pero mi padre y mi madre pensando lo peor no se fueran a una casa de familia que tenía salida por detrás, pero no pasó nada, no porque no lo intentaran, porque estuvieron los asesinos de Los Molinos de Sipán, pero desconfiaron del tiempo  y huyeron todos.
Al día siguiente con la entrada de las tropas de Franco, terminó nuestra esclavitud de veintidós meses con los amantes de la libertad.

Este es, a grandes rasgos lo esencial, creo que bastante para hacerse una idea y sacar la consecuencia de las mentiras que se cuentan hoy día.       

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