lunes, 20 de noviembre de 2017

Fonz, su arte y su inteligencia



He visitado varias veces la Villa de Fonz y me causaba su contemplación me hacía soñar que estaba en un lugar sagrado de Aragón. Resultaba sagrada la impresión que producía contemplar aquella maravillosa arquitectura, de Fonz, nombre que viene del latín Fontes y que la Villa celebró con una fuente pública, que lanza el agua por seis caños. Fue construida en 1567, con su escudo, con seis caras y una marmota. En esa fuente se alzan también columnas redondas, capiteles corintios y una inscripción artística en latín. Es que Fonz destaca la raíz de la vida humana del agua, con sus fuentes, al mismo tiempo que pregona su categoría arquitectónica y la nobleza de sus habitantes,  alrededor de la iglesia de Nª Sª de la Asunción, del siglo XVII, en una altura, aunque calla el despojo que sufrió en la Guerra Civil, al desaparecer su retablo mayor. Mi memoria histórica se acrecentaba a medida que iba contemplando las doce casas- palacio, que a pesar  de necesitar, alguna de ellas, una reparación, van recordando a los visitantes el esplendor de su pasado. Estas casas nobles e infanzonas están construidas en  estilo aragonés, consistente en unos bajos de piedra de sillería y los pisos de ladrillo y toda la obra coronada por amplios aleros de madera tallada.   
A parte de las casas nobles, tenemos el Ayuntamiento, construido en un estilo que difícilmente se puede superar en la arquitectura civil aragonesa. Allí residieron los obispos de Lérida hasta que tuvo lugar la desamortización. Prko aquellos edificios si fueron notables por su arquitectura, lo fueron tanto o más por los ilustres hombres y mujeres que en ellos nacieron, como los del apellido Gómez Alba, el arabista Francisco Codera, vecinos de casa Guilleuma, casa Camón y las de Bardaxí y de Carpi. La casa de Cerbuna  vio nacer al fundador de la Universidad de Zaragoza, Don Pedro Cerbuna. En Fonz se encuentra casa Montroset, en la que nació Irene Montroset que descubrió la mercromina.  Esta casa la posee actualmente mi amigo Jorge Doz,   que pasó su niñez en Fonz, conociendo infinidad de detalles que allí ocurrieron, no sólo en los actuales tiempos, sino a lo largo de la Historia. Podría narrar hechos de la casa Ric y  del Archivo –Biblioteca de los Barones de Valdeolivos, pero me sedujo un hecho que me contó Jorge y voy a tratar de exponerlo a los que admiran la identidad de Fonz.

He considerado el arte, pero no he hablado de la literatura, kque procedente de Fonz, inculcó en mí, José Antonio Llanas Almudévar, regalándome el libro Pitiusa de su tío José María Llanas Aguilaniedo(1875- 1921). Nació este genio en Fonz y fue uno de los primeros modernistas españoles,como aquel que quisiera renovar la gran cultura de siglos de Fonz. Su obra ha sido muy valorada por Cejador y Clarín, pero al perder la razón en 1912, fue olvidado y vivió retirado en casa de mi primo hermano José Antonio Llanas de Huesca. Entre sus novelas  principales se encuentran Navegar pintoresco y Pitiusa.Esta obra es una de las mejores de la literatura española. José María trabajó por traer el modernismo a España y fue llegando poco a poco, notándose su adelanto hasta en la Medicina y la Cirugía. Y la demostración de este adelanto me la reveló Jorge Doz, El con otro grupo de muchachos recorría los parajes semi abandonados de aquellas antiguas casas nobles y en una de ella encontraron una mano de madera. Dice Jorge que aquella casa donde encontraron dicha mano perteneció a un embajador español en Filipinas, al que le faltaba una mano. Nadie les explicó para que estaba destinada,  pero ellos, jugando, apretaban en la muñeca una señal y se subían sus dedos,  apretaban en otra y se cerraban. Ahora si es necesario implantarle una mano a una persona que le falta, se le transplanta, pero en aquellos tiempos, era imposible. Sin embargo ya pensaban en hacerlo y esa mano de madera de Fonz, era lo que intentaba. Y Fonz no es recordado como se merece su pasado, pues la mano de madera está olvidada, como casi lo está la maravillosa obra literaria de José María Llanas Aguilaniedo. 

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