lunes, 20 de diciembre de 2021

ECHO.-

 

                                                         Hecho (Foto del National Geographic)

La Val d'Echo para los que la visitan es como un "país de las maravillas" y más si llegan en un día de fiesta, en que los hombres, mujeres y niños visten sus galas ancestrales. Se mueven solemnemente por unas calles cuyas casas de tejados muy pinos y de puertas y ventanas de inmensa nobleza, están coronadas por unas chimeneas, que por sí solas parecen pequeñas y a veces no tan pequeñas, castillos encantados, con una cimera, llamada "motillón",cuya misión consiste en no dejar entrar redondas las brujas en el interior del hogar, por donde el humo sale.

Algo hay en Hecho que recuerda el progreso de los ingleses porque respeta la tradición pasada, porque hasta los bailes son más reposados, que, en el resto de nuestra región, las jotas son más cortesanas porque ¿no estuvo en Siresa la primitiva corte de Aragón? Se hacen los bosques selvas como en Oza, donde ejercen de equilibristas las ardillas y los prados no tienen nada que envidiar a los de la verde Erín.

El invierno lo "zaboya" todo como el yesaire enyesa las paredes, dejándolas blancas e igualadas.

Las esculturas modernas talladas sobre el terreno por los artistas en verano contribuyen a hacer más irreal este paisaje con su surrealismo.

No todo son luces en la Val, que también las sombras de una vida dura obscurecen la existencia de los ganaderos,

aunque la belleza reinante las haga permanecer semiocultas.

Pero hay algo más en Echo, relacionado con su tradicionalismo y con su esencia y es que conservan la "fabla” aragonesa y no sólo la hablan, sino que también la cantan.

Sería extraño que de un país así, pequeño país que se expansionó por Aragón no hubieran salido poetas y ¡si,señor!,surgen como las setas multicolores en sus bosques. Don Veremundo Méndez fue el primero, pero hubo otros, que por ese falso pudor que tiene el rudo cheso, por parecer sentimental, permanecen en el anonimato, como las setas escondidas en la hojarasca.

El Ayuntamiento ,presidido por Constancio, convocando el concurso literario de los "Onsos",ha roto ese sortilegio y han aparecido a la luz y a dar luz las poetisas Ustariz y Mariví de Gastón, además  de otros buenos poetas más.

Pero yo ,después de tanto circumloquio,lo que quería era sacar a la luz la poesía a los Reyes Magos, que un cheso rudo de aspecto escribió el siete de diciembre de 1965 y que quiere permanecer en el anonimato. Se fastidiará  porque al que le pregunte de quien se trata,"l'en pienso charrar".

Y para los que dicen que la "fabla" no existe, les diré‚ que, si existe, pero que a los aragoneses hay que arrancarles los sentimientos, para que los manifiesten y más si los escriben en su "fabla". Para confirmarlo me remito a palabras de Lupercio de Argensola en el año 1591:"El silencio de los aragoneses y su natural encogimiento y modestia han dado licencia a muchos autores, para que contra la verdad escribiesen algunas cosas que suceden en este Reino”. Y sucede que la "fabla" todavía se escucha en este Reino de Aragón.

 Ahí va la poesía: "Ya i-plegan,ya i-plegan"del cheso pudoroso:No ye mentira.Ya i-plegan-por la carrera de la Virgen--ven montaus en tres potrancos.-Lo mas viello ye primero,-leva un mantón colorau-las barbas como los copos,-cuasi hasta metá lo peito.-Mas ta zaga utro mas choven,-azul leva lo mantón,-las barbas como milloca,-los güellos como un betiello.-Lo de la coda ye negro,-que paiz que s'a estregau-con un tizón de lo fuego.-Una miqueta ta zaga-caminan en riatera,bella ventena de mozos-con machos,burros y tiedas.-Las cabazas y los oncins-cluxen,plenos de chuguetes,-cuasi rizando los bolos,-cuando pasan por la glera"

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