Yo creía que ya no quedaban
“cucos de luz” en las tierras del Somontano, regadas por el río Guatizalema.
Cuando era un niño los buscaba en los huertos y en los lugares donde
proliferaban las plantas verdes. Y en estos lugares verdes, la luciérnaga
hembra exhibía un signo luminoso para atraer a los machos. Estamos los hombres
imitando a la Naturaleza, con procedimientos biológicos, pero desde lejanos
tiempos, los “cucos de luz”, atraían a los caracoles y babosas, para
alimentarse de ellos. Pero no sólo los atrae, sino que una vez que establece
contacto con ellos, los paraliza con su veneno particular y los consume.
El Señor en la Naturaleza ha
creado ejemplos al hombre, para que progresase en su evolución. Ahora éste,
progresa en su evolución técnica, pero parece que se van acabando “modelos de
vida”. Ha instalado el hombre aparatos que generan la luz eléctrica, pero el Señor
había creado los Gusanos de luz. ¿Está la Naturaleza substituyendo a los “cucos
de luz”, por los pantanos y los postes generadores de energía eléctrica?. No se sabe si la lenta desaparición
de los “cucos de luz” es debida a la invasión del mundo por una contaminación
lumínica, qué con sus voluminosas luces, pone dificultades para que el cuco
macho, pueda encontrar a la hembra sumergida en el baño de las grandes luces de
las ciudades. Yo creo que es la evolución que la técnica humana, produce en el
mundo, estos progresos en el desarrollo, iniciados por Dios, con la
colaboración del hombre, en la humanidad.
Los lampíridos son coleópteros polífagos, que incluye las
luciérnagas o cucos de luz, por tener la
posibilidad de emitir rayos de luz. Yo recuerdo haberlos visto en terrenos
húmedos como huertos o en tierras no cultivadas, pero húmedas. Los lampíridos que yo conozco tienen machos y
hembras con un dimorfismo sexual, pues los machos consiguen ese
dimorfismo diferente de la hembra. Los
machos alcanzan un desarrollo total, pero las hembras tienen la forma de un
desarrollo como las larvas, sin tener alas y no pueden volar. Las hembras se
ocultan entre la yerbas y exhiben una
luz que atrae a los machos, que las fecundan. Los huevos están fertilizados
debajo de la tierra, luego salen las larvas o gusanos de luz, que se alimentan
de gusanos y babosas.
En la aldea de la Sierra de
Guara, La Almunia del Romeral, de muy pocos habitantes, pero que se encuentran
felices, al ver por la noche, a las luciérnagas encender sus curiosas luces,
para atraerse en su reproducción. Los dos queridos visitados en este Lugar, son
Ester Loriente Abadía, señora de gran cultura, pues obtuvo el título de
Licenciada en la Universidad de Barcelona, nacida en este serrano pueblo. Está
casada con José María Ferrando, hombre recto y trabajador, que ha recorrido la
Sierra, como Cartero.
Estuvimos en su casa y al salir,
nos mostraron unos terrenos primitivos encima del río Guatizalema, llenos de
vegetación. Nos comunicaron qué en ella, por las noches, iluminaban las
luciérnagas, que mostraban sus luces a sus machos y a continuación iniciaban su
labor reproductora.
Joaquín Borruel y Pepe Ballarín,
se quedaban maravillados al oír contar a la señora Ester, qué por las noches,
aparecían encendidas las luces de la luciérnaga. Yo me quedé
triste, al recordar este fenómeno natural, que hace años ocurría en el huerto
de mi casa en Siétamo.
Me acordé de las cigarras, que
cantaban por Siétamo y que he oído cantar muchas veces, en tiempos pasados.
Pero últimamente ya no las oigo cantar, aunque un muchacho me dice que a veces,
él las escucha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario