miércoles, 22 de junio de 2022

Biografía de Baltasar Gracián.-

 



Baltasar  Gracián, es  un  escritor  aragonés.-Nació en Belmonte, en la comarca de Calatayud el 8 de Enero de 1.601.  Y uno se inflama de la cultura aragonesa, cuando se acuerda de su destino a Huesca desde 1.636 hasta Agosto de 1.601. Su estancia en Huesca fue como una reunión de sabios, en el actual Coso Alto, porque en un lado del  actual Coso Bajo en la calle, se encontraba la lujosa residencia de los Lastanosa  y la parte que indica la subida a lo alto  hacia arriba, donde en su cima se encuentra la Catedral la  Residencia de los Jesuitas, donde residió Baltasar Gracián.  Y al otro lado del Coso Alto, huyendo de la  gran colina, aparecía la Residencia con su enorme Jardín que se introducía en el actual parque oscense. Era una Residencia ajardinada  y  en su interior llena de maravillas históricas, como una colección de monedas ibéricas, que todavía no se podía interpretar su letra ibérica.

Era su dueño Don Vicente Juan de Lastanosa, más joven que el jesuita Baltasar Gracián, que resultó ser gran publicador de sus obras.

Era Don Vicente Juan de  Lastanosa  un hombre sabio, que se preocupó toda su vida de la belleza de los jardines, que favoreció la publicación de las obras de Baltasar Gracián, que reunía  en  esa maravillosa residencia, con jardines que llenaban de belleza el paisaje. Reside y  llenaba su residencia con colecciones de objetos curiosos, antiguos y sobre todo se preocupaba de estudiar libros en su rica Biblioteca, en un lugar bendito , frente a la  Compañía de Jesús, donde residía el Jesuita Baltasar Gracián.

En  el  palacio  de  Don  Vicente  Juan  de  Lastanosa, hacían consideraciones científicas con su hermano, que está enterrado con él en la  Catedral de Huesca. Tenían amistad con el hermano de  Vicente Juan de Lastanosa, con el canónigo Manuel de Salinas  y con la Monja de Casbas doña Ana Francisca de Bolea, cuyos padres  que pasarían algunos años en ser  antecesores, de los  Condes de Aranda, y Ustarroz historiador e incluso aristócratas como los que más tarde serían tales condes.

Baltasar Gracián fue destinado al Colegio de Huesca, donde hizo su vida desde 1.636, hasta agosto de 1.639. Para su inteligencia con este destino hubo un aumento de su producción de  obras  literarias.

El Héroe se editó en Madrid el año de 1.639, y según su  hermano Felipe, que se hallaba en la Corte, “sabemos que Gracián estaba al tanto de esta edición”. El se puso a cuidar a un niño “ que se decía había salido de la Compañía”, hijo de un fraile de la Compañía y “Gracián temía ser enviado a Tarazona e intentaron trasladarlo a la provincia  de Castilla”.

En 1.640, Gracián publicó su segunda obra: “El Político don  Fernando el Católico”, en una época en que llegó la invasión francesa a Monzón. Se dedicó durante la guerra con los franceses a ser confesor en la Batalla contra los franceses.

Baltasar Gracián, que amaba a Aragón con todo su espíritu, se acordó del Rey de España, cuando se casó con Isabel  Reina de Castilla, que al morir ésta tuvo que abandonar el trono de Castilla y se volvió a Aragón, al lado de San Juan de la Peña. Allí unió su soledad con un Bescós del  pueblo en la Sierra de Guara, en Bastaras, y éste, que respetaba la doctrina judía, se quedó en ese pueblo para acabar sus días. Allí cerca de San Juan de la Peña, mantenía conversaciones con el judío Bescós, con el que se amaban intensamente. Cuando murió el Rey Fernando el Católico, volvió el judío Bescós a Bastaras en la Sierra de Guara, donde había nacido. Este pueblo se encuentra en la Sierra de Guara, al lado de Santa Cilia de Panzano y de Panzano, en los que abunda el apellido Bescós, donde murió el amigo judío de Fernando el Católico. Fernando el Católico fue despreciado por Castilla al morir Isabel la Católica y este Rey de Aragón se fue a vivir cerca de San Juan de la Peña, con su amigo el judío Bescós.




 Estas tierras ya cercanas a Francia, tienen como principal lugar donde vivir, la ciudad de Jaca, donde viven muchos chesos y ansotanos. Allí conocí al padre de Miguel y a su madre y el marido cultivó un trozo de tierra debajo del Monte Oroel, donde pasaba muchos ratos trabajando y mejorando el camino de este ascenso a la Peña. Mariano era trabajador y con una afición perpetua de cultivar tierras montañesas. Está  finca muy cerca de Jaca, a la que ve  desde  dicha  ciudad y más al  Sur  se contempla una enorme y bella Montaña pirenaica, que se llama  la Peña Oroel.

 Así como a mí me gusta contemplar la figura con sotana de Baltasar Gracián, el padre de Miguel tenía una gran amistad con un sacerdote jacetano, que alababa al Señor en la Catedral de Jaca, que yo había visto merendar en el huerto de Mariano. Y en dicha antigua iglesia, la más antigua Catedral de España, el sacerdote amigo del padre de Miguel, a  saber  Mariano celebró unos funerales por él, en que se cantaron cantos fúnebres y se rezó por su alma. Allí, en   esa  antigua  y hermosa Catedral cantaron sus amigos y su esposa Miguelita  por Mariano, como ya tuvieran costumbre de hacerlo en otros  entierros.                                                                                                    

Yo ya no pude asistir al funeral de Mariano, porque ya no puedo movilizar mis andares, pero tengo un recuerdo en la Guerra Civil, en que entramos en la Catedral de Jaca y una vez dentro de ella, se escucharon terribles bombazos de la aviación y mi madre horrorizada, se tiró al suelo debajo de un banco, del que salió sin sufrir ningún daño. Me acuerdo también de oír asistiendo a un acto religioso, de cantar ¡Virgen Santa, Madre mía, luz hermosa, claro día!.

Me he acordado de la triste ocasión que pasó Jaca en el año de 1.936 con aquellos bombardeos y hoy que desde entonces han pasado muchos años, vuelven a la familia de Miguel, recuerdos tristes, concretamente el entierro de su buen padre.

 Todos los ciudadanos tenemos que sufrir en la vida y así como “el itinerario de la vida comienza en la primavera de la niñez y el estío de la juventud, para convertirse en juiciosa, cortesana filosofía en el otoño de la varonil edad, y desembocar en el invierno de la vejez y la muerte”. Igual que como dice Baltasar Gracián en el texto de su libro que el itinerario de la vida comienza en la niñez, para acabar en el invierno de la muerte, así le pasó al señor Mariano. Esperando que el camino de la vida, llegara,” Gracián recibió por el año de 1.658, una represión pública, con ayuno a pan y agua, y se le destituyó de  la  catedra de Escritura, y fue enviado al pequeño colegio de Graus, por orden del padre Piquer”. 

En fecha posterior predicó, pero un superior siguió ordenando la vigilancia de su persona. Y Gracián murió en Tarragona y es posible que fuera enterrado en la fosa común de los jesuitas del colegio. En cambio  Mariano, fue feliz trabajando en su finca a la que subía , cerca del Monte Oroel, que le ha dado felicidad, durante muchos años.

El pobre sabio y escritor, pensó en profundidad en sus numerosas obras literarias, que ha dejado a la humanidad durante su vida y no se sabe  donde  está enterrado.


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