sábado, 23 de julio de 2022

El Bearn y Aragón II

 

Aljaferia (Zaragoza).

Gastón IV, que dominaba en el pequeño Bearn, fue dos veces un Cruzado de Europa: una en 1095, que fue un Cruzado en la Primera Cruzada, unido con el ejército  del conde Raimundo IV de Tolosa. Era un hombre culto pues fue capaz de crear y de dirigir, las máquinas de Guerra contra  los turcos. Dirigió la construcción de las Máquinas de asedio, a las que llamaban  “los castillos rodantes”. Fue capaz de entrar en la Ciudad de Jerusalén y muy humano,  porque trató de evitar las muertes del enemigo. Retornó al Bearn en 1101 y le quedó el brillante adjetivo de Cruzado.
Es curioso el hecho de que en el Bearn todavía queda algún pueblo que habla vasco y en Uncastillo, en tierras de Zaragoza todavía se enseñaba en la iglesia vasco, a principios del siglo XX.
Se habla todavía el  gascón u occitano en el Bearn y la fabla aragonesa de Aragón, que son unas lenguas del mismo origen y además el vasco se habla todavía en el Bearn y se habló en Uncastillo hasta principios  del siglo XX y en Ansó, Hecho,  Ayerbe y en la misma Osca, en la Feria de San Andrés del siglo XVI. Don Federico Balaguer lo tiene escrito en uno de sus documentos históricos.
Gastón IV se casó con Talesa de Aragón, vizcondesa de Montanes y prima del Rey don Alfonso I de Aragón. Ejerció una gran amistad con el Reino de Aragón, que era semejante al vizcondado  del Bearn,  en economía, lengua, tamaño y poder. En el siglo XII la pertenencia del Bearn como Bigorra a Aquitania,  fue más teórica que real, pues fueron más verdaderas las relaciones con Aragón. Cantulo de Bigorra se sometió al vasallaje de Alfonso I de Aragón en 1122 y Gastón siempre fue considerado igual por el Rey de Aragón. Ahora parece extraño que Gastón IV gobernara el vizcondado del Bearn,  como una potencia independiente, pero unida a Aragón
Aragón y el Bearn estuvieron unidos y por eso hay que procurar que lo  sigan estando,  haciendo una realidad el Ferrocarril del Canfranc, que unirá a Aragón con el Mercado Común.. El Papa Gelasio dio el carácter de Cruzada a la conquista de Zaragoza.
Parece mentira que la historia del Bearn y de Aragón consistiese en una unión de hermanos y que haya tardado tantos siglos en arreglar la comunicación entre ellos. Por ejemplo la terminación del ferrocarril del Canfranc.  Eran dos países y cuando das una vuelta por el Bearn, te  encuentras en Oloron en su catedral y en su entrada  a sus naves, dos moros de piedra, aguantando  el peso de una guerra entre moros y cristianos, igual que te encuentras en Zaragoza  el palacio árabe de la Aljafería. Pero se hablaba en el norte y en el sur la lengua vasca y  proliferaban el  Gastón y sus lenguajes derivados, entre el Bearn y Aragón. El clima era más fresco, sin ser más duro, en el Bearn y cuando llegas a Oloron, en el puente sobre el río, lucen flores frescas y bellas. Lo mismo pasa en Canfranc, aunque sus flores no son tan frescas. Y allí residen los recuerdos de un  País  dividido, pero con los apellidos, en uno y otro lado, iguales, que parece que los han querido tener separados, pero que ellos han convivido y se han amado. Estuve en un pueblo aragonés, cerca de Canfranc, llamado Aratorés, a cuyo molino acuden bearneses a moler sus granos y el grueso molinero,  no encontraba rivalidad entre Aragón y el Bearn. En Echo siempre han vivido niños que han ido a escuelas bearnesas. Por ejemplo los sobrinos de mi yerno  Miguel Lagrava, Hugo y Pablo han ido y van a la Escuela de Oloron. Esta es una antigua forma de educar a algunos niños de Ansó y de Echo. Cuando consideras el apellido Lagrava o Lagrave, te das cuenta de que estás ante un apellido del Bearn. Mi madre tenía como segundo apellido el de Lafarga o Lafargue y hay otros como Lafita o Lafite, Lalana o Lalane y Lapetra  que un hijo del famoso señor Lapetra, que fue Presidente de la Diputación, de Huesca, padre del famoso futbolista, me dijo que venía del Bearn y lo pronunciaba como Lapetre. Existen los apellidos Casaus, Casayús y Casasús, que vienen del pueblo bearnés de Casaux y de Montori, que también tiene su origen en Francia. El Bearn fue llamado  el “país de las canciones” y quedan los recuerdos de cantores como Larroque, Lafore y Lacarret. El poeta Navarrot (m1914), me recuerda mi viaje al Bearn, cuando ya los bearneses estaban trazando el ferrocarril  de Canfrac. Llegando a Bedous, decía.”Adieu plaine de Bedous, grande route  d´Espagne, a aydius sont les amours, gravisons  la montagne. Adieu plaine de Bedous, gave qui l´e sentier des amoureux est celui des chevres. Conduis- moi a mes amours, ruisseau que les lave”. A mí me emocionó pasar junto a Bedous  al lado del ferrocarril que estaban construyendo, este año de 2016, porque mis antepasados  eran nativos del Bearn  y contribuyeron a la reconquista de Aragón, veían brillar una nueva luz para Aragón,  dentro del  Mercado Común Europeo.                                                                       
En cierta ocasión recibí una revista de Saint Gaudens, en que pone que los bearneses se sienten más próximos a nosotros que nosotros a ellos. Basta recordar que nuestros pastores, cuando se juntaban con los del otro lado, se entendían en sus lenguas autóctonas, como se entienden los vascos de ambos lados del Pirineo o  con el gascón, o como lo hacen los catalanes con los de Perpiñán. En las montañas de los Pirineos existen los apellidos de Gastón o de Gascón, como el nombre del Vizconde de Gastón. Mi yerno Miguel Lagrava Gastón, lleva sus dos apellidos bearneses de Ansó y de Echo.
Yo mismo llevo el apellido de Almudévar, con el que mis antepasados abandonaron su apellido bearnés y se acogieron a  la Villa de Almudévar de la que fue un antepasado nombrado Alcalde. De este lugar se extendió por la actual provincia de Huesca, de Zaragoza y siguió por Valencia. Tengo un escudo de Almudévar de origen valenciano, que es casi igual que el aragonés. El pasaje siguiente lo he copiado de mi artículo “La lengua del midi, por Almudévar, bajó a Valencia” y escribe lo siguiente: ”El Rey de Aragón, Don Alfonso I el Batallador,en el pueblo de La Redonda  Almodóvar o Almudévar, antes de atacar Zaragoza, nombró como Bayle a un ciudadano, que se había distinguido en la lucha para conquistar Almudévar y le aplicó este apellido, equivalente al de Almodóvar , por su significado en árabe, es decir la Corona Redonda. Este apellido se conservó y todavía se conserva, no sólo en Aragón, sino también en Valencia. Este antecesor  de los Almudévar, Almodóvar y Almudéver, en Valencia o era aragonés hijo de los Almudévar con su verdadero nombre , nacidos en Francia, Estos Almudévar, en marzo de 1118, se pusieron en Ayerbe al mando de Alfonso I de Aragón. Pero no se acaba en Almudévar ni en Zaragoza este apellido, con el que sustituyeron el apellido francés, que traían de Francia, sino que continúa en  el Reino de Valencia, en tres formas, a saber Almudévar, Almodóvar y la tercera en Almudéver, procedente de la pronunciación de la lengua valenciana y lemosina”. 

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