sábado, 29 de octubre de 2022

Joaquín Liesa Pisa

                                                                


             

En un Libro sellado por Carlos ¡!!, Rey de España del año 1.723 de Torres de Barbués, se encuentra la Partida de Casamiento de MIGUEL ALMUDÉVAR y de RAIMUNDA CORZ.

En el Árbol de la familia de Almudévar, de notorios Infanzones del Solar y Casal de SIESO, en el Número 8, aparecen  Juan Francisco Almudévar con Justa Loscertales de Adahuesca.10- Francisco Almudévar con Magdalena Altabás de Grañén. De esta pareja con el número 12 se encuentran Narciso o Judas Almudévar, que vivió casado con Antonia Los-Certales de Adahuesca,-viene después el número 13, llamado Miguel Almudévar Altabás, casado con RAYMUNDA CORZ CLAVER de Torres de BARBUÉS.   Viene después con el número 15 Antonio Almudévar (1736 a 1.789), que fue sacerdote, que hizo de capellán al Monasterio de MONTEARAGÓN. Y después del hermano sacerdote, que vivió unido al Monasterio de Montearagón, El último de los hermanos de Miguel Ángel Altabás, casado con Raimunda CORZ de Torres de Barbués, cuya hermana, fue la antecesora de un pariente de Almudévar de Siétamo y de la familia de JOAQUÍN LIESA PISA. Yo conocí al elegante descendiente de la Casa Corz, que siendo dueño de un gran patrimonio agrícola lo veía por los Bares de la ciudad de Huesca y me enteré de los elegantes viajes a Francia.

                                                   Joaquin Liesa.

En aquellos viejos tiempos conocí a su esposa, elegante señora, hija de un conocido Militar y tuve conversaciones con ella, persona de un comportamiento muy educado.  Recuerdo su Casa en el pueblo de Torres de Barbués, que hoy ya se está cayendo, revestida con unas bellas ramas de verde yedra, que recuerdan tempos felices y pasados. Hoy en el acto de presentación de su obra, que recuerda las inquietudes de Joaquín LIESA PISA, nos saludamos con una bella señorita sucesora de aquel caballero tan vividor y viajero por España y por Francia. En aquella reunión en el salón de la Caja de Ahorros, estaba don Ramón NICOLAO ALMUDÉVAR y CORZ, hijo del citado Don Miguel y Doña Raimunda CORZ, que han sido y son Infanzones de sangre y Naturaleza de Solar y Casal conocido, y que como tales deben gozar.

Esta presentación  Joaquín Liesa, después de sus antepasados, parece que abandona el recuerdo viejo de la Historia de Torres de Barbués y tiene motivos para reclamar su progreso, porque reclama “la voz de los pueblos, que invita a una reflexión sobre la despoblación de las zonas rurales con la esperanza de que la situación revierta”.  

Y Joaquín Liesa para intentar que no se pasen aquellos tiempos pasados, recuerda con un estilo muy realista, los pasajes de la historia, que tuvieron lugar en otros tiempos que se van olvidando poco a poco, y que dejan su corazón, sufriendo la soledad que se echa encima de su persona, de sus familiares y convecinos y de aquellas costumbres de todos los vecinos de Torres de Barbués. Y uno se explica esa forma  de exponer en duda si ese abandono que sufren los pueblos. Porque ese abandono ha comenzado lentamente, pero ahora en esos pueblos que dan una respuesta no comprensible, ya casi no quedan habitantes, como en el suyo, que casi está despoblado. Recuerda Joaquín que “Alrededor del 89 por ciento de las localidades pequeñas se encuentran abandonadas o en proceso de abandono. Una gran parte de sus habitantes son muy mayores y sin perspectivas de relevo en los trabajos del campo”. Añade que “yo espero que cuando mi andadura termine, pueda descansar con mi familia en su cementerio, construido en el año 1894”.¿Que pasa en mi familia?, sencillamente unos descansan en localidades lejanas a mi pueblo natal es decir a Siétamo. Qué sensibilidad tan extraordinaria tiene Joaquín a la separación entre los familiares, cuando ya está muerta.

La sociedad está concentrándose en lugares enormes,” por eso creo que debemos trabajar hombro con hombro para encontrar soluciones y proponer ideas que vuelvan a llenar de vida nuestros pueblos”.

¡Qué soñar tiene mi pariente pensando en la vida en los pequeños pueblos y cómo se lamenta de la separación de las vidas entre todos los hombres nacidos en el mismo lugar” .Joaquín Liesa Pisa tiene un corazón romántico y sueña con la continuación de ver a estos pueblos abandonados, pero  se resolverá ese problema, que no afecta sólo a la vida de los pueblos que están diluyéndose en la vida.  Pero uno se acuerda de la doble personalidad que reina en su corazón y para comprobarlo, no tiene que hacer otra cosa que soñar con la vida de la que él gozó.

La mayor belleza que aspira Joaquín es la creación del riego de los Monegros y escribe: ”Monegros, estos Monegros, que yo os quiero recordar. Empezaré con el agua, sale de la Sotonera, y conduce el gran Canal”, y escribe del ”  Cinca también Canal”. Parece que Los Monegros se han convertido

Grandes huertas, que harán al pueblo español un restaurante que convertirá a Aragón en un paraíso verde y que quitará el hambre en todo Aragón.

Pero da  pena ver los pueblos que se han quedado totalmente abandonados con sus casas en ruinas, sus calles vacías…”¡Cómo se puede soñar en conservar a sus emigrados de los pueblos y hacerlos por ejemplo a Torres de Barbués!.

Cómo conmueve los corazones de los aragoneses recordar la ilusión de ver convertidos sus pueblos en centros productores de trigo, para que su tierra fuera un paraíso celestial y por otro lado ver abandonados sus pueblos y emigrar a las ciudades donde se llora por el abandono de sus pueblos, ahora grandes productores del trigo, que se convierte en el Pan Nuestro de Cada Día.

Hemos asistido a esta conferencia de Joaquín Liesa Pisa, y este poeta ha lamentado la ruina de aquellos poéticos pueblos de los Monegros y él con sus palabras, tan pronto nos hacía llorar como reír.

viernes, 28 de octubre de 2022

La ciudad romana de Andelos, debajo de Mendigorría

 








Romanos de Mendigorría

Por la autopista que de Logroño sube a Pamplona, después de pasar por Estella, desde donde se accede a la Ciudad de las Musas de Arellano, se llega a Puente la Reina. Debajo de esta población se encuentra el pueblo de Mendigorría, que en vasco equivale a monte rojo y más abajo se encuentra la Ermita de Andión. Cerca de la ermita, se encuentran los restos de la ciudad romana de Andelos, que según algunas opiniones equivale al nombre de la citada iglesia de Andión. En las ruinas de la ciudad de Andelos, se ven unas calles pavimentadas, viviendas, termas, fuentes pero sobre esos restos, llaman la atención unas obras de ingeniería civil muy bien conservadas, que son un sistema de abastecimiento de agua a la ciudad. Después de haber visitado La Ciudad de las Musas en Arellano, debajo de Estella, pienso que en todas las zonas vecinas se recuerdan las obras de los romanos en la provincia de la España Citerior. Por el Sur, por donde corre el Ebro, se recuerdan las luchas entre los celtíberos y los conquistadores romanos. Desde Logroño subía una calzada, a Pamplona y en Andelos se desviaba un corredor, que lo unía con Sangüesa-Jaca, tirando hacia el Este. Seguía la calzada que venía de Logroño hasta Pamplona por Belascoain, Ibero y Echaurri. Se ve como Andelos, ciudad de unas dieciocho hectáreas, era un centro de comunicación con el Sur, por Logroño y por el Este con Jaca, de donde se bajaría a Huesca. De Zaragoza o Caesar Augusta se subía a Pamplona por las Cinco Villas para llegar a Sangüesa y a Javier, cerca del que se encontró un mosaico, en territorio aragonés y que se encuentra en el Museo de Pamplona. Esta ciudad nació cuando tuvieron lugar las Guerras Sertorianas, pues Roma al darse cuenta de que Sertorio quería ser soberano de la Hispania Citerior, mandó a Pompeyo para combatirlo; éste edificó un campamento, creando la ciudad de Pamplona. La guerra acabó el año 71 a.de C., con la victoria de Pompeyo. El año 72 a.de C., fue asesinado Sertorio por Perpena en la ciudad de Osca (Huesca). Con esta muerte se sometieron a Pompeyo, además de Huesca, varias ciudades. Calagurris o Calahorra se resistió con otras poblaciones durante más tiempo. La base principal de Sertorio era la región del Alto Ebro y contaba con los celtíberos de Calagurris, con Osca o Huesca, donde creó una Academia, que dio origen a la Universidad oscense, e IIerda, donde vivían los ilergetes hasta Huesca, que eran vascones orientales. Debió Sertorio hacer la paz con los celtíberos, que le apoyaron y este apoyo creó un recelo en los vascones, que tenían con los celtíberos el problema de ocupar el Valle del Ebro. Como los celtíberos apoyaban a Sertorio, éste tuvo a los vascones como rivales. Los navarros eran amigos de los romanos, con lo que no se lucharía por la eliminación de la lengua vasca y se trabajó en notables edificaciones en Navarra. La ciudad de Andelos con el mismo nombre que el templo de Nuestra Señora de Andión, se encuentra más al este limitando con el río Arga. En las ruinas de la ciudad de Andelos se adivinan viviendas, termas, fuentes, pero sobre todo una obra de ingeniería civil muy bien conservada, que tenía como misión el abastecimiento de agua de la ciudad. Al visitar el pequeño pantano, llegué a comprender como los navarros, estaban repitiendo, pero con una mayor grandeza, los pantanos y los canales que desde ahí se veían, dispuestos a regar toda Navarra.

En el siglo primero, Plinio escribió que los vecinos de Andelos eran un pueblo que pagaba tributos al convento cesaraugustano. Ptolomeo cita a Andelos como una ciudad de los vascones. Desde los primeros tiempos del trato entre vascones y romanos, se tuvieron contactos entre unos y otros y no se sabe que entre ellos estallaran conflictos, sino que mantenían una relación amistosa. En el siglo primero a.de C., se decoraban casas con ”opus signimum”. En una de ellas, se encontró una leyenda en alfabeto ibérico.

Uno piensa ¿cómo en el vascuence actual se encuentran tantas palabras latinas? Y pensando en las relaciones que tuvieron vascos y romanos, encuentra natural este fenómeno. Yo que tengo escrito el libro en “Fabla” aragonesa “Veyendo chirar o sol”, comprendo y admiro que los vascos conserven una lengua ibérica en armonía con el latín y luego castellano, que tanto han contribuido al progreso de Navarra.

No me extraña que el pueblo de Mendigorría, guarde el recuerdo de Andelos. Cada año por el mes de Junio, saluda al Caesar romano, diciendo Ave,Cesar, yo te saludo. Pero no sólo saluda a la autoridad de Roma, sino que resucita al pueblo de Andelos, vistiendo con túnicas romanas a gran parte de su población. Celebran una cena en la se ofrecen platos navarros y otros romanos y todos los que a ella asisten, deben ir vestidos con ropa romana. Este Festival Romano de Mendigorría prepara luchas de gladiadores y representa obras de Teatro romanas. En Huesca para la Semana Santa se visten muchos de romanos y unos salen a caballo con ropas de caballeros y otros pasean por las calles con sus cascos y sus lanzas. En Galicia, en determinado pueblo presentan un festival de acogida a los romanos, pero este Festival de Mendigorría, llama la atención de la Historia que Navarra ha vivido y conserva todavía. En la Cena llegan a sentirse tan romanos que se acuestan recostados, como hacían en Arellano en una gran sala, destinada a la celebración de banquetes. Dice un periódico de Navarra, que esta sala ”tiene una estructura de planta rectangular y otra semicircular, donde se colocaba un lecho, con la misma forma, para que los propietarios comieran recostados”. ¡Qué buenos comedores eran los romanos y los navarros!, no me extraña que hicieran tan buena amistad.

Ramón y Cajal y el obispo de Huesca, don Zacarías Martínez.-

 

                                                   


                                  

Memoria, entendimiento y voluntad. A mi memoria se han acercado recuerdos un tanto confusos. En los cementerios, en las lápidas en que está escrito el nombre de algún ser humano, se añaden una multitud de recuerdos al Creador, a la vida pasada de los hombres y mujeres, a las estrellas y planetas, que tanto nos hacen meditar. Yo pensaba en tres tumbas soñadas, en las que estaban escritas en cada una de ellas, empezando por la primera, la palabra Memoria, otra en la que ponía Entendimiento y una tercera que estaba acompañada por la palabra Voluntad. Ya no las encontré, porque no me acuerdo cuando soñé semejantes tumbas.Pero mi memoria se apegó a su recuerdo y soñé lo que pasaba en una pequeña iglesia, un día de Difuntos; acudían a ella familias enteras de hijos del pueblo al que pertenecía esa iglesia parroquial y unos rezaban y se lamentaban, llegando incluso algunos a llorar, delante de las tumbas que llenaban el pequeño cementerio; entre tanto otros debajo de la bóveda, que no era muy elevada, llegaban a cantar “De profundis” populares acompañados por sonidos de unas pequeñas campanas, que colgaban de los techos y que hacían sonar tirando de una cadena que ponía en movimiento un aparato de engarces de hierro, que corría y hacía escuchar el din…don, din …don,  din…don de las pequeñas campanas, porque no eran ni grandes ni del tamaño de las campanillas. Uno de los que tiraban de una cadena era alto, de media edad y soñé su nombre, que era  el de Marquer y a su lado estaba su hija de unos dieciocho años y yo les oía cantar una letra semejante a la de aquella jota de Leciñena, que dice así: ”Si con lágrimas pudiera-resucitar a mi madre-  iría a la sepultura-a llorar gotas de sangre”. En medio de aquellos sueños, creí ver las tres tumbas en las que ponía Memoria, en la primera, Entendimiento en la segunda y Voluntad,  en la tercera. Al despertarme un tanto extrañado,  acudieron a mi memoria muchos recuerdos de nuestros pueblos, porque éstos, parecen escuchar el “memento, homo, quia pulvis es”, “acuérdate, ¡oh!  hombre, de que eres polvo!. Y el hombre lo recordaba porque estaba organizado para recordar, ya que con él convivían plañideras o “ploraderas”, que asistían a los difuntos, para llevarlos a enterrar y asistían a las familias que se quedaban sin compañía. Ahora ya casi no se sabe nada de ellas, porque se han creado sociedades, que se encargan de recoger a los muertos y de enterrarlos, pero yo conozco a una de esas plañideras. Un día me contó como vestía a los difuntos y lo difícil que era poner la chaqueta a uno de ellos; me relató también los cuatro casos en que los difuntos le crearon alguna dificultad. Y, ¡cómo lloraba, cuando alguien moría¡, pero no eran lágrimas hipócritas, sino sentidas. Yo me acuerdo del Día de las Almas o Día de Difuntos, en que el sacristán Antonio Bescós, tocaba las campanas cada hora y  con su sonido lento, hacían trabajar las memorias de los vivos. ¿No serían  los sonidos  de las campanas en esa pequeña iglesia, como recuerdos de aquellos que hacía sonar Bescós, cada hora, el Día de Difuntos?. Iban los vecinos del pueblo y los que venían de fuera, a pedir por algún pariente suyo, al cementerio y allí reunidos rezaban el rosario y por todas partes, cuando subían y cuando bajaban, encontraban calaveras, construídas con calabazas y por sus ojos salían los rayos de luz de velas encendidas. Un Día de Difuntos, por la noche, pasaba yo por la carretera que de Novales sube a Huesca y en medio de ella, vi una luz extraña, paré y cogí una calavera de calabaza, con su vela dentro. Todavía se siguen colocando recuerdos a los muertos, hechos vaciando calabazas e iluminándolas con velas. En Sariñena  cantaban : ”En la tumba de unos padres- no hay una flor que se  seque-mientras que tenga unos hijos-que con su llanto la rieguen”.

Parece que he encontrado el sentido de la Memoria de la primera tumba, pero ahora debo buscar el Entendimiento, que exponía la segunda. La memoria me ha dado material para poner en marcha ese Entendimiento; ahora “el morir tenemos, ya lo sabemos”, pero el entendimiento piensa no sólo en el fin de la vida, sino también en su origen. No muere todavía la especie humana sino que van muriendo sus componentes, que son sustituidos por vidas nuevas y es por tanto el momento de que el Entendimiento piense en el origen de esas nuevas vidas,  pero la vida es múltiple de formas, ya que existen multitudes de seres vivos, unos, plantas y otros animales. Aquellas tienen una vida botánica, en tanto los animales obedecen a sus instintos, mientras que los hombres están preparados para ser libres, ya que unos creen en Dios, otros no lo hacen y tienen un pensamiento y un entendimiento  libre. Teilhard de Chardin ha escrito sobre el origen del hombre y éste usa el entendimiento para buscar su origen y para alcanzar una vida mejor. Muchos no piensan y se entretienen con el baile, con el fútbol, con el juego o tratando de enriquecerse para vivir mejor,  pero no para ayudar a su prójimo y para que éste piense.En tanto existen hombres que piensan y que han descubierto que aparte de la materia está la antimateria, cuya existencia y misión no han podido aclarar. Es un misterio para los hombres de la calle, que no sabemos como un Ser Todopoderoso nos gobierna y nos deja libertad para investigar modestamente la luna,  Marte, las novas, etc., etc. Estos estudios son sólo el principio que nos conducirá a conocer el infinito, con la ayuda del Señor y después de prolongados tiempos. Pero así como con la palabra Memoria he soñado, estoy haciendo lo mismo con el Entendimiento. ¡Soñar!, es  tan complicado el pensar sobre el origen de la vida, que uno tiene necesidad de hacerlo. Parece ser que lo intentaron el burgalés,  que fue obispo de Huesca en  1818,  Fray  Zacarías Martínez. Fue un agustino, que estudió Ciencias Físico- Naturales  en la Universidad de Madrid y el sabio aragonés Ramón y Cajal, que eran amigos, que se habían conocido en la Universidad. En una carta, que el histólogo escribió al obispo, le dice: ”No le interese a usted demasiado lo que los histólogos imaginan para dar del sueño una explicación físico –química o histo-fisiológica. En realidad, nada se sabe de seguro sobre el tema…”. Pero Cajal no pensaba sólo en el sueño, sino que reclamó a la Real Academia la aclaración de las diferencias entre sueño y ensueño. Cajal era científico puro, pero igual que yo he buscado la investigación por el sueño, él lo buscaba también por el ensueño. Es una lástima que no se publicara el libro sobre “ el sueño y los fenómenos del ensueño”, porque dicho manuscrito se extravió durante la Guerra Civil; Ramón y Cajal, como escribe Virgilio Ibarz en el DIARIO DEL ALTO ARAGON del día de San Lorenzo : “anotaba regularmente el contenido de sus propios sueños y los de las personas que tenía alrededor”. No sé si Cajal creía en Dios, pero sentía el Evangelio, porque  en una carta le escribe a Don Zacarías Martínez ;” le diré, aunque hiera su modestia, que resplandecen en su libro tres méritos sobresalientes: talento oratorio cautivador, sólida preparación filosófica y científica, y profunda unión evangélica, sin la cual las dos primeras, con ser tan altas, serían cual brillantes flores sin aromas”.

La tercera potencia del alma es la Voluntad, acto con el que se quiere algo o se aborrece o rechaza y que equivale al libre albedrío. Después de haber recordado tantos episodios de nuestra vida y de ocupar el Entendimiento en su análisis, es la Voluntad la fuerza motriz que mueve el cuerpo y por esa Voluntad queremos y por el deseo amamos.  He visto como el Creador llama al hombre para que investigue el origen de la vida y los caminos  de la luna y de las constelaciones y es que quiere al hombre, para encontrarse con él y le da las facultades para que prospere en sus conocimientos y que esa facultad de la Voluntad, que le ha dado, coincida con la del Señor, cuando decimos en el Padre Nuestro: ” Hágase tu Voluntad así en la Tierra, como en el Cielo”.

jueves, 27 de octubre de 2022

Los “pelotaires” o pelotaris del Alto Aragón

 


Trinquete de Anso (Huesca).
Fronton de Velillas (Huesca).









He encontrado por todo el  Altoaragón, frontones de pelota o de “pilota”, como llamaban  a ese juego, en que  lanzando los mozos, con su mano abierta, contra ese frontón, la pelota o “pilota”, que habían fabricado en sus casas, cubierta con dos trozos de badana. Rebotaba la pelota en el frontón y volvía ponerse en la mano de su rival, y así seguían hasta que cometían alguna falta, como lanzarla, fuera de la zona de juego del frontón. En Siétamo vivía un gran “pelotaire”, que veía su mano derecha inflamada, por las veces que con ella, lanzaba la “pilota” contra el frontón. Se llamaba Escartín, que en el frontón del Ayuntamiento, triunfó muchas veces con su juego de pelota. No dibujaban las rayas, sino que las señalaban con guijarros o piedras del río, clavadas en el suelo. Cuando decidimos pavimentar las calles del pueblo, ya después de la Guerra Civil, siendo yo uno de los miembros del Ayuntamiento, desaparecieron las rayas pétreas del suelo de la Plaza Mayor. Antes de pavimentar el  frontón, el año de 1936,  llegó  la Guerra Civil;  huimos con mi familia a Jaca y después al pueblo montañés de Ansó, al lado de Navarra. Y allí encontré un frontón más grande, al que llaman Trinquete en Navarra o Trinquet en Francia. Este trinquete  me pareció un modelo de frontón de los que estaban distribuidos por gran parte de España y concretamente en Ansó, en la provincia de Huesca, pues estaba cerrado todo él, en un edificio único.  Durante el juego de pelota, que allí ejercitaban los ansotanos, golpeando el frontón, sonaban sus golpes,  que resonaban  en el ambiente  del citado trinquete.
Aquellos ruidos que producían los golpes de las pelotas, me recordaban los que había escuchado en la Tierra del Somontano, como los de Siétamo, donde la pelota,  de vez en cuando,  golpeaba contra  las contra- ventanas del frontón, que durante el juego, tapaban las aberturas de la fachada, y después al utilizarse como ventanas, se abrían otra vez. Había una diferencia entre el ruido que producía la pelota al golpear el frontón del trinquete en Ansó y el que producía la misma pelota, en el aire libre del frontón de Siétamo. En Ansó,  Hecho y en Jaca las salas de juego eran trinquetes y en los demás lugares, eran simplemente frontones. En Huesca capital hay un trinquete moderno. En los trinquetes hay espacios para que los asistentes se acomoden bien sentados. En estos trinquetes,  además de jugar a la pelota, se hacen conciertos, bailes y otras actividades de diversión.
 En el Somontano los frontones eran abundantes, pues los había en Siétamo, Arbaniés, Velillas, Fañanás y alejándote de Siétamo hacia el Noreste, hay un hermoso frontón en Alquézar. “Si, en el Alto Aragón y cerca de mi pueblo, he sentido el gozo de soñar, cómo en sus frontones, jugaban los jóvenes, como también comprobé el misterioso y antiguo lábaro, como también se puede ver en el País Vasco”.
Antonio Ballarín nacido en Velillas, en el antiquísimo Convento Francés de la Alta Edad Media, del que ya no se acuerda en estos tiempos actuales, casi nadie, con su rostro que expresa todos los sentimientos que siente su corazón, casi le salían lágrimas de sus ojos, al imaginarse el canto de aquellos frailes franceses, del Monasterio de San Ponce de Tomeras, pero al recordar el juego de pelota que ejercía todo el pueblo de Velillas, sonreía y reía, al recordar, aquellos años de su niñez. Pero también había en el frontón de Velillas, una “cueveta”, no se sabe si preparada por los  velillenses  o si fue un error en la construcción del frontón. Antonio Ballarín no lo sabe. Pero los pelotaris de los diversos pueblos del Somontano se encontraban “cuevetas” o defectos de nivel en la superficie de los muros, que se encontraban y se encuentran todavía, en el  frontón de Velillas. En Velillas tenían preparadas dos “cuevetas” en la fachada del frontón, para conseguir el desvío de la pelota de su curso,  pero en Siétamo,  no sólo había “cuevetas”, sino enormes cuevas en las ventanas, que se ocultaban durante el juego, para evitar sus huecos  en el frontón. Aquellas ventanas de madera hacían sobre la pelota el mismo efecto que la “cuevetas”, pues desplazaban su marcha,  haciéndola revotar de forma anormal, porque las ventanas de madera, siempre han sido más blandas que el cemento, que cubría las piedras picadas del frontón o las mismas piedras con qué se había construido el edificio de juego.
Antonio Ballarín, nacido en Vellillas, pueblo al que ama con todo su corazón, a pesar de estar acabándose la vida de tal pueblo, recuerda su niñez durante la cual, jugaba con otros niños, que siempre tenían a su disposición pelotas de mano. Con seis o siete años, comenzó a actuar en el frontón. Jugaba con Pabler, con Jesús Ballarín, con Esteban,  cuñado de mi colaborador agrario Bailo y entre otros de Tomaser Beltran, de los que no todos viven. Estaba también el señor de Santolaria, que era el esquilador de la zona. Se juntaban en el frontón, después de oír misa y también asistían personas mayores, que quisieran jugar, pero ellos se limitaba ellos a contemplar el juego, teniendo un porrón de vino, del que bebían unos tragos durante los partidos. Uno de esos hombres  que cuidaba el porrón, rayaba los tantos. Para que el público se enterara de quien ganaba el partido, por el número de puntos alcanzados a lo largo del partido, se dibujaba con tiza, una raya. En cada extremo se escribía el nombre de ambos rivales. Solían consistir los partidos en alcanzar los veinticuatro tantos, que a cada jugador se le apuntaban en cada uno de los dos extremos de la raya. Me dice Antonio Ballarín que cuando uno de los dos jugadores hacía su veinticuatro tanto, el que hacía de árbitro, gritaba “Veintitrés y no rallo” o en castellano puro, no rayo. Se daba ya por acabado el partido, pero no se ponía el tanto escrito en la raya, como un acto de respeto al jugador, que había perdido el juego.
Antonio Ballarín conserva en su memoria, su triunfo sobre Pabler, pues éste se creía el mejor “pelotaire” de Velillas y como si estuviese jugando aquel partido ya pasado, hacía ya muchos años, me hizo vivir aquel partido. Unas veces Antonio Ballarín reía y otras casi lloraba, cuando él creía que iba a perder. En la mitad del partido, se veía a sí mismo triunfante, pero hacia la mitad del mismo, se le introdujo el dedo meñique de la mano derecha, en el bolsillo y no sólo perdió el tanto, sino que  al ver correr su sangre, fue cuando casi se echó a llorar. Le dijo a Pabler que debían suspender el partido, pero el rival no quiso. Antonio casi se daba cuenta de que iba a perder el partido, pero animándose, en el último juego, pegó la pelota en una “cueveta” y Antonio Ballarín, salió triunfante, pues al rebotar  la pelota en la “cueveta”, la desvió y no pudo alcanzarla. No vi la sangre de Antonio correr por su mano derecha, pero me enseño la cicatriz que le dejó aquel fallo de mano enganchada en el bolsillo de su pantalón.

Ya no quedan niños en Velillas y por tanto ya no se juega a la pelota, pero el corazón de Antonio Ballarín, parece que está viviendo el juego de pelota que jugó hace aproximadamente unos cuarenta años, pero yo me di cuenta de que todavía le quedaba el placer de jugar con pelotas, pues al marchar del Bar, en que me contaba el juego con Pabler, me dijo que iba al Pabellón de la Escuela Municipal, a ver jugar a su nieto al Baloncesto con otra pelota más grande ,que aquella pequeña, con que jugó en Velillas.

miércoles, 26 de octubre de 2022

MONTEARAGÓN Y EL FUEGO

 




"Traducido de la Fabla Aragonesa al Castellano".


Fuentes de Marcelo y Jara,
Ruinas de Montearagón,
Sierras de Gratal y Guara,
Huesca de mi corazón.
Todos los días contemplo las ruinas de Montearagón.  Sí, todos los días las veo, porque todos los días, las miro. Desde niño le preguntaba a Huesca, a Loporzano y a Siétamo, que forman parte de la Tierra de mi corazón, quien fue el que le prendió fuego a este Monasterio, que mira al cielo. Todos me respondían que el comprador del expropiado Monasterio, le prendió fuego y las llamas de tan amado monumento, que miraba y siguen sus ruinas mirando al cielo, en una enorme hoguera, subían danzando hasta el cielo. Danzaban no en forma de Jota, sino en un dance diabólico hasta el cielo. Todas  las cimas de las Sierras de Gratal y de Guara, estáticas contemplaron el fuego rodeado de horribles manchas de humo. Se veía la tenebrosa luz de sus llamas desde Huesca, por todo el Abadiado, como me contó mi padre, nacido el 28 de Febrero de 1885, al que se lo había contado su padre.   
El Abad se quedó,cuando ya era viejo,secularizado en Siétamo,hoy capital del Arciprestazgo de Montearagón. Después de muerto dicen que se aparecía a la gente desde una ventana de Casa Lobaco.Los tirantes y el rosario del Abad se conservaron  hasta el año de 1936,en casa Almudévar del pueblo.¿Fetichismo?. No, yo creo que era por agarrarse a un pasado, a las raíces de un Aragón que en cien años ha perdido su sentido histórico y su personalidad.Una señora,llamada de apellido Ballarín,tenía en su casa unos relicarios, de los que uno decían que contenía sangre de Cristo; no se  si la contenían o no, pero se puede saber porque los tienen los herederos,que los guardan en un pueblo , próximo a Siétamo.
Muerta la Abadía,muerto el Abad, el Abadiado caminó también hacia la muerte. El esqueleto del castillo- monasterio se resiste a caer, parece no ceder pero , ¿hasta cuando?.
Cuando la Desamortización de Mendizábal, Huesca perdió la oportunidad de rescatar Montearagón, en tanto que Barbastro se esforzó en conservar el Monasterio del Pueyo, de donde los benedictinos se marcharon, pero vinieron frailes de otra orden. ¡Qué lección, qué vergüenza para Huesca! nos dio Barbastro en aquella ocasión,recuperando el Monasterio del Pueyo. Con muchos motivos, la zona donde se asienta dicho Monasterio, se sigue llamando el Somontano de Barbastro.
Los frailes de Montearagón huyeron, descolgándose por una soga y buscaron acomodo e otros lugares. El Abad estuvo de ayudante del párroco de Loporzano, hasta que se quedó a vivir en Siétamo, alguno de cuyos habitantes todavía se mira a la ventana, que se orienta al Este en casa de Lobaco,con la lejana esperanza de verlo asomado a ella.
El comprador del Monasterio subastado, se vendió lo que pudo y después le prendió fuego. A este hombre los labradores de aquellos montes, pudieron  llamarlo : “aliagueta, encendallo”. Los somontaneses de Montearagón, deseaban al comprador incendiario del Monasterio “un grano tan grande como de Huesca a Loporzano”
Castillos en el aire ,dice el refrán que hacemos los españoles, pero los que tiene sus cimientos en nuestra  tierra, los dejamos caer. Un día y no fue un sueño, vi el castillo de Montearagón, volando por el aire, la niebla rastrera llegaba  justo debajo de sus muros y por algunos momentos creí en milagro.Pero cuando volví a la realidad, deseé que las boiras se lo llevaran para quitarnos esa vergüenza.
¿ Cuando se empezará de verdad la reconstrucción de Montearagón?. Hoy muchos dicen que estas cosas son tonterías caras, porque no son rentables. Si el Castillo-Monasterio estuviese en Cataluña, donde se mira la rentabilidad, ¿estaría así?.
Pero parece que los oscenses han cambiado de opinión y piensas que el Castillo de carácter a la Comarca, a Huesca y a Aragón y se han unido para reconstruirlo, labor que ya empezaron, pero que ha parado. Si estuviera reparado el Castillo- Monasterio, como los frailes plantarían árboles en sus laderas.
Si ahora las ruinas muestran historia con su elevada presencia, ¿qué enseñarán el día que Montearagón esté reconstruído?.

Entonce dejará de ser “lastimosa reliquia solamente de su invencible gente”.

martes, 25 de octubre de 2022

Esopo, fabulista griego.

 

           


                                     

Esopo, ese famoso fabulista griego, vivió en el siglo VI, antes de Cristo y  se sabe, que fue esclavo en Atenas, de Janto de Samos, que encantado con su comportamiento modelo, con sus dichos agudos y con el talento que sacaba de las conversaciones entre los animales, le dio la libertad. Cultivó Esopo, las fábulas con una enorme facilidad y gran talento, que siempre estuvieron inspiradas en una imparcialidad y sentido de la justicia. Creso un rey de Lidia, lo colmó de favores y lo mandó al Oráculo de Delfos, con regalos para los habitantes de dicha ciudad. Como se dio cuenta de la codicia de sus sacerdotes, les dirigió sus críticas y le devolvió al rey Creso los dones que para ellos, le había entregado. En venganza, cometieron con él un crimen horrible, arrojándolo desde la notable altura de la Peña Hiampa. En Corinto acudió Esopo al banquete de los siete sabios y les dirigió a los atenienses la Fabula de “Las Ranas pidiendo al rey”, en la que criticaba la usurpación de Pisistrato, tirano de Atenas. Encuentra uno natural que Esopo, usara una fábula con tan simpáticos animales, como las ranas,  como protagonistas.  El hombre, va poco a poco mejorando, el medio ambiente en el que ha de vivir, pues ha creado un clima artificial en sus viviendas y en los talleres, en que trabaja y  ha conseguido que su temperatura y su humedad sean agradables. Cuando el hombre crea carreteras y se encuentra con montañas, como la de Monrepós, entre Huesca y Sabiñánigo, antes, con el pico y con la pala, abría un túnel, y hoy lo abre con máquinas que imitan las fuertes pinzas de las hormigas, cuando hacen caminos profundos, en los que encierran los alimentos que recogen en el buen tiempo. Las termitas son, con los castores,  capaces de renovar el medio ambiente que les rodea, convirtiendo una parte de un río, en un refugio de su vida, de su diversión y del almacenamiento de sus alimentos. El hombre ya casi ha alcanzado la cima, convirtiendo la noche en día y viajando a otros planetas.

Conocer las bases de este sistema de dominio del medio ambiente, lleva consigo la investigación de los procesos vitales de los hombres,  pero también de los animales. Este que llamo lenguaje de los animales, no puede transmitir de ninguna forma la mima categoría de informaciones que el habla de los hombres. Sencillamente es imposible que la tradición se conserve y se transmita por medio del lenguaje de los animales, pero el hombre con su lenguaje y con la escritura puede transmitir y aumentar su progreso en el medio ambiente.

Félix de Azara, de Barbuñales, pariente de mis antepasados los Azara, cuyo escudo está en mi casa, al lado del escudo de Almudévar, estuvo diecinueve años en Paraguay, para concretar sus fronteras con Brasil, pero como no acudían los portugueses, se dedicó a estudiar los animales,  que por esa tierra, abundaban. Goya hizo un retrato artístico de Félix de Azara, y en el fondo del cuadro, se divisan unas aves paraguayas, que copió de las dibujadas por Azara.

 Fue el aragonés Azara precursor de Darwin.  Buffon y otros naturalistas, creían que la evolución de las especies era una pérdida de caracteres originales, es decir, un cambio degenerativo. Azara observa y cree que en la Naturaleza opera una labor de selección natural, apoyada por  su lucha por la vida. Sigue diciendo que la Creación, sigue dos métodos: “la creación simultánea de una pluralidad de parejas de cada especie” y “la creación sucesiva de una pareja de cada especie”. Influyó Azara en  el pensamiento de Darwin, sobre la evolución. Ignacio Escalona, mi compañero veterinario,  que vive en Huesca, escribe que “el problema que se planteaba a Darwin era: ¿cuáles son las causas de la variación y cómo se tramitan los cambios?.  La variación y la  heredabilidad, resultan tan importantes para la evolución como la propia selección natural “. Teilhar de Chardin, fue Geólogo y Paleontólogo, que tuvo un constante interés por el hombre y su futuro. Estaba en China cuando se descubrió el “Homo erectus pekinenesis”. Era una subespecie del “Homo erectus”. Ocurrió este hallazgo entre los años 1921 y 1937 y se dice que datan esos restos con cerca de 500.000 años, antes de Cristo. ¡Cómo pensaría el paleontólogo Padre Teilhard de Chardin sobre la evolución del hombre y de los animales!. A él, a pesar de los problemas de los animales, le importaban sobre todo, los de la evolución de la especie humana.Vemos como a través de la Historia, se apoyan algunos en la evolución de los animales, para estudiarla simultáneamente con la del hombre. Ya en el siglo VI, antes de Cristo, Esopo veía que la Creación había unido en la Tierra al hombre,  los animales y a las plantas y a cada especie se le había asignado una función. Todas esas funciones tendrían un fin común. Y ya, en aquellos lejanos tiempos, Esopo, en sus fábulas, mezcló los pensamientos humanos, sus lenguas, su comportamiento libre, que podía convertir sus hechos en el bien o en el mal. En cambio los animales actuaban de acuerdo con unos principios, que les habían sido adjudicados, y,  que salir de ellos les resultaría imposible o casi imposible. Quizá,  por eso, Esopo supo unir todas las vidas de los hombres, de los animales y de las plantas, para alcanzar un progreso envuelto por la justicia y para ello, comenzó a fabulizarlos,  de tal forma que llegaron a ser trescientas noventa y tres, las Fábulas que dicen que compuso. Es que Esopo preveía la evolución como algo colectivo de los hombres, los animales y de las plantas. Esopo siempre pone en la conversaciones de los animales un sentido de la justicia y al olivo se lo atribuyen Júpiter y la diosa de la sabiduría Minerva.             

Esopo, seis siglos , antes de Cristo, no se sabe, si tal vez, juzgara a todos los animales como “subespecies” del hombre , al que rodeaban y éste sentiría necesidad de que hablasen y transmitieran sus “pensamientos”, añorando una sociedad múltiple, que aspirase a la perfección de “hombres y animales juntamente”, ya que los animales parecían los niños del hombre. El hombre es libre y unas veces se portaba bien con los “niños” y otras los sacrificaba. Esopo, parece que amaba a los animales y compuso multitud de fábulas con su moraleja final,  que buscaba un universo moral y de buena armonía entre todos los seres vivos.

No fue Esopo el inventor del apólogo, pero demostró en su confección un gran talento e ingenio en el gran número de fábulas que compuso, siempre inspiradas en la justicia y en la imparcialidad. Hay quien dice que aquellas fábulas no fueron escritas, sino transmitidas por tradición,  pero lo que si puede asegurarse, que aunque tienen su origen en Esopo, no han llegado a nosotros en su forma primitiva.

Quería el fabulista un mundo unido entre los hombres, los animales  y las plantas y consiguió hacer patente la sabiduría de aquellos “niños animales” y de aquellos sagrados árboles y se dio cuenta de que para conseguirlo, lo mejor sería educar a los hijos de la humanidad, por medio de fábulas. Y yo creo que por ese motivo consiguió crear más de trescientas e involucrar en ellas a aparte de hombres y mujeres, a multitud de caballos, de cuervos, de águilas, de ranas y de casi todas las especies animales.

No se olvidó de los árboles, pues  Esopo, en tan antiguos tiempos, ya se preocupaba de ellos y recordó que los dioses se pusieron de acuerdo para que cada uno de ellos, protegiera un árbol. Y el dios Jupíter, jefe de todos ellos, se quedó con la encina, Venus con el mirto, Hércules con el álamo y Minerva, la diosa de la sabiduría, se constituyó en protectora del olivo. Siendo diosa de la sabiduría, ¿por qué eligió el olivo?. Ella dijo que el olivo producía aceitunas y aceite y todo ello es un conjunto de productos útiles. Jupiter, daba muestras de satisfacción de que Venus hubiera hecho tan buena elección, porque los dioses y los hombres recibirían beneficio del olivo, en cambio sería de necios, elegir las cosas por vanagloria.

Esopo aconseja como moraleja de su fábula, que nuestros actos siempre sean prudentes y útiles, pero los hombres actuales, empezando por sus compatriotas los griegos, ¡qué poco caso han hecho de la fábula del olivo!.

domingo, 23 de octubre de 2022

Mi amigo Angel Pueyo, de Aniés

 


Ermita Virgen de la Peña , Anies ( Huesca )


Yo, hará unos cincuenta años, estuve de veterinario en Bolea, desde donde tenía que asistir  la salud  de los animales de Aniés. Una copla antigua ya hace ver que, ”Sasa, Loarre, Aniés y Bolea, son los cuatro lugares,  al pie de la Sierra”, y yo recorría aquellos lugares por carreteras y caminos, conduciendo una moto. Residía en Bolea, que por el Sur, se asomaba su enorme Parroquia a la Hoya de Huesca, pero que no sólo era enorme por su volumen, sino por la belleza de su arquitectura y por el arte de sus sagradas imágenes. Al salir de visitar la iglesia en su interior, sentía la necesidad de mirar a la Hoya, que  desde esa altura, te creaba un estado de placer, después de contemplar a los santos y pasar a gozar de la inmensa belleza de aquel cielo que envolvía la tierra de la Hoya de Huesca.
Desde Bolea, se siente uno llamado a bajar a la Tierra Plana, pero al volver la espalda al Pórtico de la iglesia, se vuelve uno a quedar admirado de la belleza y de la grandeza de la Sierra, que  con  ”Sasa, Loarre, Aniés y Bolea”,  impulsan a visitar la Montaña, antes que la Tierra Plana. 
Caminando desde Bolea a Aniés, sentía la impresión de encontrarme en una tierra sagrada por las cuatro ermitas, que se encuentran en su monte. Desde este pueblo de Aniés, con doscientos habitantes, se queda uno maravillado al contemplar la ermita de la Virgen de la Peña, que produce la impresión de estar colgada de una pared rocosa. Se vive en Aniés, una vida serrana a 761 metros de altura, sobre el nivel del mar. Se sube desde Huesca por unos veintiséis kilómetros de carretera, saliendo de la Hoya de Huesca hacia Bolea, por  La Venta del Sotón. Parece que uno ha entrado en una tierra sagrada y noble, pues después de visitar varias ermitas, se sigue hasta Loarre, con su maravilloso Castillo, que causa admiración entre los que a él suben, unos por Bolea y Aniés y otros por Ayerbe.
Desde Aniés, se goza de la vista de la Ermita de la Virgen de la Peña, que parece estar colgada de dicho paredón. Aniés tiene unos doscientos habitantes, que viven entre Loarre y Bolea, a unos 761 metros de altura sobre el nivel del mar y a una distancia de 26 kilómetros de Huesca. Subiendo a dicha Ermita, colgada de las rocosas paredes de la Sierra Caballera, para acceder a su entrada, hay que subir por unas escaleras, alrededor de 42, labradas en la misma roca, unas para subir y otras para bajar. El día ocho de Septiembre se celebra la Fiesta de la Virgen y el ocho de mayo, se reunen en la Ermita, los habitantes de Aniés con los de Rasal y los de Bentué. En tal altura mana una fuente, en la que beben agua y se puede contemplar, al fondo, el Castillo de Loarre. 
Hace unos cincuenta años, estuve con amigos de Bolea, en la Romería del ocho de Mayo y desde aquel lugar sagrado, tenía preparada la bajada a Bentué de Rasal, con vecinos de dicho pueblo, para vacunar sus ovejas contra el Carbunco. Asistí a los actos religiosos, al final de los cuales el sacerdote daba a besar una cadena a los fieles, de cuya historia no recuerdo. Después, montado en una mula de los vecinos de Bentué, acompañado por sus peregrinos, me bajó la mula por esos precipicios, que iban a Bentué. Los dueños de las mulas me indicaron el peligro que llevaba bajando por tal cuesta, montado en algunos lugares, pero yo no les hice caso. ¡Qué Dios me perdone, porque ellos sabían mucho del traslado montado en una mula, por aquellos lugares!.
Al día siguiente vacuné las ovejas y cabras y los buenos ganaderos, me llevaron a la ermita de la Trinidad, desde la que se veía Bolea. Hace pocos o más bien muchos años de este primitivo viaje, pero,  a los pocos años se abrió una carretera desde Bentué a Arguis. Ahora, parece que está previsto, que la autovía que están construyendo desde Huesca a Sabiñánigo, pasará muy cerca por dichos pueblos.
Continuando desde Aniés a Ayerbe, se llega a Sasa  y en aquellas rocas, se contemplan ruinas de castillos, que acogieron en viejos tiempos a sus habitantes. Hoy día, se contemplan nidos de buitres. Me ha dicho mi amigo Angel Pueyo que desde la Virgen de la Peña,  se observa una pareja de buitres negros.
Esta ermita de la Virgen de la Peña, en Aniés es maravillosa, pero mi amigo Angel Pueyo de Aniés, está enamorado de la ermita de San Cristóbal, “este eremitorio mimetizado, en la roca que lo alberga”. Se puede llegar a este eremitorio desde Aniés  por  La Virgen de la Peña y lo mismo desde Bolea, por un sendero que corre junto al río Sotón. Adolfo Castán publicó que “San Cristobal podría hundir sus raíces en el mundo visigodo, aunque lo más antiguo parece una pintura mural de los siglos XIII- XIV; es conjunto fundamental para la comprensión del fenómeno eremítico, acoplado a un marco natural bellísimo y aislado”. Ir a visitar la ermita rupestre  de San Cristóbal de Aniés, es una aventura maravillosa, aunque,  en circunstancias de lluvia, resulte dura esta excursión o peregrinación.
Desde la Virgen de la Peña, se puede estar atento a observar el antiguo eremitorio de San Cristóbal y el  medieval Castillo de Loarre. En él se encuentra uno con la belleza suprema de Aragón, donde acuden miles de visitantes a contemplar el arte medieval y a peregrinar a la hermosa capilla,  a la que hoy en día, siguen acudiendo a casarse, parejas piadosas. Este Castillo está construido con piedras de sillería, paro a pesar de ello, parece un lugar divino, al que visitan multitudes de turistas y de peregrinos.
Cuando frecuentaba Aniés, hace ya muchos años, conocí a un niño llamado Angel Pueyo. Su casa la llamaban y todavía la nombran como ”casa Acera”. Su padre, llamado José Pueyo, asistió a la Escuela hasta los nueve años de edad, tiempo que le dio la oportunidad de aprender a multiplicar, pero no pudo hacer divisiones. Su afición a la lectura la conservó durante toda su vida, pues cuando cuidaba ovejas, en el monte, no cesaba de leer. El no podía pasar sin recoger todo papel escrito, que en su pacífica faena de pastor, no podía pasar sin leer su contenido.
A su hijo Angel, lo conocí en Aniés cuando todavía asistía a la Escuela, pero conservé siempre su amistad, porque cuando me veía, incluso cuando ya era Policía, me saludaba y conversábamos sobre los animales, que toda su vida ha seguido criando en su casa de La Acera del viejo pueblo de Aniés. Han pasado muchos años, pero, muchas veces nos encontrábamos en Huesca con Angel y con los hermanos Martín y Blas Buen, con cuyo hermano Máximo estudiamos en la Facultad de Veterinarios de Zaragoza. Tengo gratos recuerdos de  varios ,entonces, vecinos de Aniés. Angel vive en Huesca, pero casi cada día sube a su pueblo, donde no ha dejado de criar animales, como por ejemplo corderos, que le hacen recordar a su padre,  el pastor José. 
En Huesca vivía a favor del bien y combatiendo el mal, pero siempre que podía subía allá arriba cerca de los cielos, que le recordaban el bien y la belleza, en el Castillo de Loarre, en la Virgen de la Peña y en la primitiva ermita de San Cristóbal de Aniés.
Tuvieron años buenos en este pueblo de Aniés, como en otros pueblos a los que todavía no había llegado la mecanización, que casi ha acabado con la alegría de sus vecinos. Eran alegres las fiestas y vivían felices. Siendo todavía veterinario de Bolea, acudí a las Ferias Ganaderas de Ayerbe y me llamó la atención, como los agricultores de “Sasa,Loarre,Aniés y Bolea”, se deshacían de sus mulas en dichas Ferias.
Habían sido felices los campesinos, con sus fiestas y romerías, pero ya no he vuelto por Aniés, pero el día 15 de Agosto de este año de 2013, día de la Virgen, me he encontrado con Angel Pueyo, viejo amigo, que siendo Policía jubilado, jamás  abandonó a los animales, que cuidaba y todavía sigue cuidando, en Aniés.

viernes, 21 de octubre de 2022

El Petirrojo

 


¿Dónde te metes  petirrojo, que te busco por los campos, por la sierra, entre los artos, las gabarderas  y ontinares?. ¿Es que huyes en verano, de estas tierras, en que el agua parece que se reserva caprichosa para el Otoño y el Invierno?.

Me han dicho que te han visto este verano en las montañas de Bielsa, que saltabas, a intervalos, por el suelo y por las ramas de los pinos, te deslizabas ligero por las espesas malezas y buscabas los insectos: “¡rubécula pinetorum!”.

A la definición de "rubécula"  añaden, en latín, la palabra latina, “pinetorum”, porque te gusta volar por los pinos, ”foliorum” porque te escondes tras las hojas y “silvestris” porque eres silvestre y al mismo tiempo de trato “familiaris”, porque familiarmente te aproximas en invierno a las puertas de las casas. Y es que eres familiar con los humanos, no les temes y a ellos te aproximas.

Me contaba un leñador o “leñacero” que buscabas  su compañía cuando comía en la puerta de su “borda” y al llegar la nieve, en el invierno, en nuestro Somontano te acercabas a las puertas de las viviendas en los pueblos, como buscando la comida y el calor de nuestras gentes.

Hoy, estamos en Otoño y te he visto describiendo curvas con tus vuelos, entre las plantas del maíz y es que tal vez hayas previsto la llegada de la nieve a la Montaña y hayas bajado a este Somontano, a comer los insectos y las bayas que maduran abundantes en arbustos de caminos y de huertos.


miércoles, 19 de octubre de 2022

 



Cuando uno no sabe algo que le preocupa, lo normal es que lo pregunte. Los de mi pueblo, cuando tal les ocurre, se dicen: "déjame preguntale-né a Fulano", y van y "l'en preguntan".Este lío de la nacionalidad aragonesa yo no lo entendía y actuando como un vecino más de Siétamo, me dije: "déjame preguntale-né‚ " a don Pedro Pablo Abarca de Bolea, que es paisano mío. Me subí al coche y lo enderecé‚ hacia San Juan de la Peña, donde yace el Conde de Aranda, Barón de Siétamo y donde se comenzó a formar la nacionalidad aragonesa. En el camino y esperando ansioso la contestación, iba haciendo consideraciones sobre el tema que me preocupaba. Iba en el coche con los siguientes pensamientos: "Yo soy de nacionalidad española, porque soy español de nación, "nacencia" o nacimiento, pero la palabra nacionalidad se refiere también a la "condición y carácter peculiar" de cada uno de los pueblos que forman un Estado independiente. Esta tierra que veo desde el coche es aragonesa, pero no veo gente, no veo pueblo. ¡Tal vez sea un territorio o una reserva!. Estas   zonas en Norteamérica, por lo menos albergan indios; a lo mejor aquí las reservan para que cacen y pesquen nuestros vecinos".

Al pasar por un salto de agua, me acuerdo que también pueden utilizar el territorio para obtener energía, aunque en alguno de nuestros pueblos, casi no gastan luz. Estas barucas llenaban mi cabeza, cuando al llegar a Bernués, vi seis niños apoyados en una pared en la que se podía leer: "Láragonés t'a escuela". Me sentí más optimista y vi más claro el futuro. Al pasar por encima de Botaya,  me acordé del pasado, haciendo memoria de una bisabuela mía, allí nacida. Me quedé con las ganas de bajar, pero no lo hice porque me urgía la contestación a la pregunta que iba a plantear a mi paisano.

Llegué con respeto a su tumba, y le hice mi pregunta en castellano y en aragonés, pues su tía Ana Francisca escribió en tal lengua, pero no me contestó. Creí entender que me invitaba a leer sus ideas, que están plasmadas en algunos libros.

Así lo he hecho y me he dado cuenta de que un español tan ilustre general, embajador,  presidente del Consejo de Castilla, no tiene embarazo alguno en hablar de la nación aragonesa. Lo que es evidente es la condición y el carácter peculiar de los distintos pueblos de España. Nosotros tenemos pudor de resaltar ese hecho diferencial, pero nuestros vecinos se nos han declarado diferentes. ¡Qué vamos a hacer!.Tenemos mucho en común y hay que fomentar más lo que nos une, que lo que nos separa, pero si ellos son nacionalidad, nosotros también.

Pero hay malas esperanzas para lograrlo porque dicen que la comunidad aragonesa va a perder hasta el año 2.020, unos 115.000 habitantes. A este paso Aragón se va a convertir en Zaragón, como ya tuve ocasión de prever cuando subía a San Juan de la Peña.

Pero, de momento lo que tenemos que hacer los aragoneses es aplicarnos nuestro dicho: Los que pasan la Canal no son sólo los de Ansó,  la pasan también los chesos y la vuelven a pasar.


domingo, 16 de octubre de 2022

 

San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús, cumbre de la mística

 



Los efectos de la luz que producen las poesías de San Juan de la Cruz, son los mismos en las glosas que en los poemas, cuando hablan de bondad, justicia o misericordia. “Es el resplandor que le da esta lámpara de Dios, es decir al alma en cuanto a bondad… es lámpara de justicia, de fortaleza y de misericordia y de todos los demás atributos, que al alma le representan juntamente a Dios”.

San Juan de la Cruz fue el que reformó la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo y con Santa Teresa de Jesús fue cofundador de la Orden de Carmelitas Descalzas.

Hay poetas como Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez, Paul Valéry y T.S. Eliot que creyeron que San Juan de la Cruz no era solamente la cima de la mística española, sino también de su poesía.

En aquella época de la expulsión de los Judíos, algunas autoridades eclesiásticas, en aquellos años de 1.492 buscaban esa expulsión de los judíos de España. Como San Juan de la Cruz, era de raza judío, pues era un hombre nacido en 1.542, descendiente de judíos convertidos al cristianismo, fue encerrado en una cueva “de apenas seis pies de ancho y diez de largo, con un respiradero de tres dedos”. Conservó su vida consumiendo pan y agua, aunque a veces tenía la ocasión de comerse algún resto de la comida de algún carcelero.

¿Qué inspiración le venía a San Juan de la Cruz en aquel ambiente “infernal”?. Parece mentira que un verso  espiritual”, uno de los poemas más bellos de la historia de la literatura”, naciera en el espíritu de San Juan de la Cruz. “Estaba compuesto por 195 versos, que durante siglos han sido estudiados, interpretados y  reinterpretados  en busca de su significado más profundo”. La lectura del “Cántico”… pone de manifiesto que San Juan conoció y abrazó la mística hebrea”´. Y la mística española habría que estudiarla en relación con la cábala, pues tuvieron el misticismo hebreo, que proporcionó a la lengua española, una altura celestial. San Juan de la  Cruz  pudo al fin huir de aquella celda repugnante y tuvo el poder de escribir aquellos versos que en una oscura celda, alimentaban su espíritu.

Un lector de la cábala, escribe:” señor, la cábala es pitagórica y a través de la geometría sagrada se convierten en semillas, la flor y el fruto de la vida… La cábala es una relación entre palabras traducidas en números y los números son un símbolo, una idea transcendental y es magnífico que ese detectar, que esa deducción a números dé una explicación acabada, que nos habla de perfección”.

¡Al leer que los números son un símbolo, una idea transcendental, que cuentan una explicación  acabada,  que nos habla de perfección. En mi artículo ¿Qué son los números?, escribí  así, pronunciando :1,2,3,4,5,6, 7………que los números ”son algo que yo no los comprendo, pero que al mismo tiempo gobiernan el Mundo. Esta carrera contra el tiempo, hace cada día o cada segundo más larga la lista de números que van señalando cada día el crecimiento del Universo”. Y sigo escribiendo: ”Los hombres somos criaturas de Dios y tratamos de imitarle en nuestra lenta procesión por el Universo  y estamos ligados a la marcha del  Señor, que ya va llegando en sus cálculos al Infinito y los hombres, sus criaturas, adoramos a los números y la mayoría de ellos, atesoran y poseen cantidades numerosas y contables de dinero, que les hacen soñar en la felicidad eterna. Pero la felicidad eterna es únicamente un gozo divino, que hace que los hombres con su muerte, aquellos dineros que acumularon, ya no los verán más.”

San Juan estuvo en aquella celda, que recordaba el ámbito del Infierno, pero tan cerca de una muerte, de la que lo salvaron aquellos versos, qué durante mucho tiempo, se repitió a sí mismo.

El misticismo hebreo lo luce  San Juan de la Cruz, en su Cántico Espiritual en el que escribe “Canciones entre el alma y el esposo” y en lugar de observar en la vida humana la  sexualidad  como una exclusiva meta de placer, escribe: “Pastores, los que fuerdes- allá, por las majadas al otero,-si por ventura vierdes – aquél que yo más quiero,- decidle que adolezco, peno y muero”. Y en su poesía, escribe: “A vos, aves ligeras, -leones, ciervos, gamos saltadores,-montes, valles, riberas,-aguas , aires y ardores- y miedos de las noches veladores”.

San Juan de la Cruz, convertía su amor entre una pareja humana en la representación de Dios haciendo que los seres humanos, aparecieran por el mundo, gracias al Amor de Dios.

Los  escritos  de San Juan de la Cruz han  sido enfocados desde una visión teológica u otra literaria. Una importante parte de los estudios de San Juan, se han dedicado a demostrar la adecuación con San Juan de la Cruz con la ortodoxia católica.

Desde 1.952, es el patrono de los poetas en la lengua española y fue canonizado en 1.726 por  Benedicto XIII.

sábado, 15 de octubre de 2022

El aragonés existe. -



El señor Alvar dice que la lengua aragonesa no existe. Me dice la Francheta que habla aragonés siempre que encuentra un interlocutor que lo comprenda: ¿es un dogma de fe?. Zagala, le contesto, no hagas caso, pues para el Ayatolá tu cuerpo es un pecado y para mí es la armonía entre dos piernas y tan templo del Espíritu Santo, eres tú como el Nuncio de Su Santidad. Se pone colorada y me dice ¿ Por qué hay hombres que quieren hacer negro lo que es blanco?. ¡Ay, chiqueta!, es blanco como la luz el sonido de tu Fabla Ribagorzana, pero hay quien, como a un cadáver, viste la Fabla de negro para enterrarla.

Cuando en el colegio no nos dejaban fumar, en la puerta del despacho del director, se percibía un agradable aroma a tabaco cubano. Yo le preguntaba al educador por qué no podíamos los muchachos fumar algún peninsular, cuando el padre superior fumaba habanos. Me contestó el profesor, con muy mala fabla aragonesa, que el Padre Superior no fumaba. Aquel fue uno de los primeros desengaños. Luego me he dado cuenta de que en aquellos tiempos el jefe no fumaba, el jefe no pecaba. Aquel fue uno de los primeros desengaños, el jefe no se equivocaba nunca, el jefe tenía la ciencia infusa y el jefe no dimitía jamás.

El director fumaba, pero según la autoridad, no fumaba; la Fabla aragonesa la hablas tú, Francheta, pero según la autoridad la Fabla aragonesa no existe. Existía el tabaco, pero sólo podían aspirar su aroma los selectos. La Fabla aragonesa existe, pero sólo pueden usarla los intelectuales, para hacer elevadas investigaciones, para dar brillo y esplendor a la lengua del Imperio. Tu cuerpo es el de un ser humano y merece un respeto imponente, pero “había sabios bárbaros” que hacían la vivisección convivencia de todos los hispanoparlantes. Me descubro cuando oigo hablar a un campesino castellano (no a un patán,como dicen algunos) y sería capaz de ponerme de rodillas cuando leo a Cervantes. De la misma forma, Francheta me fa un goyo sinfinible de sentir-te charrar a tú y entro en un mundo maravilloso, cuando leo a Veremundo Méndez Coarasa  o a Lucía Dueso.

Todos sabemos que en España, además del castellano, existen otras lenguas españolas, pero es lamentable que al Alto Aragón, tan expoliado, se le nieguen hasta las evidencias. Y lo peor es que niegan a realidad de la fabla aragonesa hasta algunos argoneses, que saben que existe porque lo han estudiado. Lo que pasa es que no quieren que exista. Que lo digan claro, como yo digo que todas mis fuerzas que existe, y que es preciso estudiarla y cultivarla. No se trata de imponérsela a los de Daroca, pero en el Alto Aragón existen muchos jóvenes que aman la Fabla aragonesa, qué la estudian y que quieren darle esplendor. Están en su derecho según la Constitución, se sienten obligados a trabajar y no se apea de sus derechos y obligaciones en relación con la Fabla, como yo no me apeo de mi derecho a fumar. Y si puedo un habano.

Gracias a Dios no hemos fumado, mi amigo Borruel y yo y gracias a esa virtud, aún vivimos, siendo los únicos que han conservado la fabla en Siétamo.


La bruja Morgana

  Julio Caro Baroja en su obra “Las brujas y su mundo”, habla de la diversidad de formas, que a lo largo de la historia, ha adoptado la bruj...