Las ciudades, como las personas, tienen algo que las caracteriza, que les confiere su propia personalidad. Y es Barbastro, tal vez, la ciudad del Alto Aragón cuya personalidad resalta con más impacto al observador; Barbastro no es la Montaña, no es la Tierra Baja, no es la Zona Oriental, es el Somontano buscando porvenir. Esta ciudad tiene un asiento sobre colinas y laderas, rodeada de olivos, de carracas y de almendros, atravesada por el Vero, que con el Guatizalema y el Alcanadre forma la trilogía de los somontaneses.
Esta
ciudad culta, abundosa en librerías bien provistas de libros, de cuyas
trastiendas parece salir la voz de los sonetos de los Hermanos Argensola, que
asombraban a Castilla y lugar donde, todavía por la calle, la persona atenta
puede escuchar palabras del Somontano, que escribiera Arnal Cavero.
Barbastro
se encuentra en una encrucijada de caminos, como desde una barbacana ve la
montaña, tiene los pies en el Cinca y la Tierra Baja; todo el Somontano a sus
espaldas. Hasta los más variados cantores y pintados pajarillos tienen sus pasos
por las cercanías y son cazados para enjaular, cuando el sol alborea, por
procedimientos descritos magistralmente por el citado Arnal Cavero. También
pasan las tordas, como en otros lugares las palomas y a los de Barbastro no hay
que decirles cuando se cazan las tordas.
Huesca
está ya asentada en la Plana, a la que actualmente llaman la Hoya; se convirtió
en ciudad burocrática y casi como tal permanece, con poca industria y sin
riegos.
Barbastro
no depende de la burocracia, se sirve de ella y sus accidentados campos están
cruzados de canales.
La
cualidad o defecto, según como se utilice, de la tozudería aragonesa, en
Barbastro se convierte en tesón.¿Cómo si no, se comprende que Barbastro
prospere más que otras localidades situadas en tierras más feraces?.
El
Somontano del que es capital natural es preciso revitalizarlo, no lo debe
abandonar, pero es preciso que la Ciudad del Vero se lance a la Montaña y a
través de Benasque, que pase a Europa. Su industria se acerca al Cinca y una de
sus instalaciones deportivas también. Ha comenzado a subir hacia Castejón del
Puente y todas estas iniciativas de Barbastro son necesarias para prosperar su
aragonesismo en la zona oriental. Con la Feria de Barbastro, la FEMAARC,
pretende abrir una ventana más desde la que se ven como he dicho: la Montaña,
el Somontano, la Tierra Baja y la Zona Oriental.
En
una palabra, hay que hacer de Barbastro, barbacana del Alto Aragón hacia
Europa.
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